15M: R-evolución Naranja.
15 de mayo 2012
Las organizaciones sindicales, las que se han construido a través de la historia con esfuerzo y sacrificio, están en manos de burócratas que están demostrando no tener miedo a llegar a destruirlas en su colaboración con la burguesía y su gobierno de turno. En esta escalada bélica silenciosa, han conseguido casi todo. Antes que atacar a cualquier sindicato, tengo muchos candidatos que me perjudican bastante más. Muchos miembros de secciones sindicales dedican mucho, reciben nada (bueno, sí, hostias por todas partes, por arriba y por abajo). La reconquista de los sindicatos no va a ser ningún camino de rosas. Habrá que arrancar a esa casta dirigente, que no es otra que la que se produce en cualquier burocracia alejada de la vida real.
El movimiento 15M cuyos orígenes son poco claros (algunos denunciamos su génesis reaccionaria desde hace un año) ha promovido un asindicalismo que juega en contra de nuestros interese como clase. Nace con un libro de estilo y lenguaje, las bases de su discurso no se pueden “izquierdizar”: la utilización de la palabra “ciudadano”, nunca trabajador. Llamadas a “la lucha interclasista de empresarios y trabajadores, somos el 99%, huelgas ciudadanas, huelgas de consumo”. Y con este totum revolutum se borra de un plumazo cien años de historia de lucha de clases. Dejando al margen las sospechosas similitudes con las bases filosóficas falangismo, el fascismo y el nazismo de esta Revolución Naranja que desde el principio han caracterizado el discurso de DRY y por extensión, del 15M.
“El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es, en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertiría se arrastren muchas cosas buenas. Luego, esto se decora en unos y otros con una serie de consideraciones espirituales. Sepan todos los que nos escuchan de buena fe que estas consideraciones espirituales caben todas en nuestro movimiento; pero que nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas.
Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia. ¿Para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos, que, para unimos en grupos artificiales, empiezan por desunimos en nuestras realidades auténtica?”
J.A Primo de Rivera, 1933.
El Movimiento 15M y las bases de su discurso son totalmente opuestos a los intereses de nuestra clase. Es necesario recordar los altercados sucedidos respecto a nuestras banderas de lucha durante las movilizaciones del 15M y, lo que es peor, durante las organizadas por la clase trabajadora: bien enviando a casa humillado y avergonzado como al luchador antifascista Jesús de Cos en Santander, héroe de la Resistencia Republicana por portar una bandera tricolor, como el sabotaje en el homenaje floral a los asesinados por la policía franquista Amador Rey Danid Niebla en Ferrol porque Toxo estaba allí, reventadas manifestaciones como en septiembre, la prohibición de banderas, de expresar abiertamente militancia política y altercados en todos los puntos del país. Berrear contra sindicalistas y promover el asindicalismo como lo hace mayoritariamente el 15M y sus subgrupos es reaccionario. Parece lógico a todas luces que, si no estás con el explotado estás con el explotador. Basta recordar el papel esquirol y anti-huelga durante los días previos al 29-M, añadiéndose a regañadientes a la misma pocos días antes, después de colaborar con el piquete mediático del fascismo en sus grupos y páginas en las redes sociales. El papel “ndignado” de hacer la pinza contra los trabajadores. Unos no apoyaron la huelga y otros se lo pensaron hasta última hora. Luego otros se apuntaron a las manifestaciones de trabajadores para montarla y crear división con sus “bloques críticos ciudadanos”.
De acuerdo con que ciertos sindicatos son merecedores de seria revisión pero, ¿es acaso ése el principal motivo de protesta? ¿Es que se está contra las reivindicaciones obreras? Cabe recordar que el primer acto del 15M después de la victoria arrolladora del PP fue protestar en sedes sindicales y apedrearlas. El 15M y demás grupos similares, han perjudicando más que beneficiando el movimiento contestatario. Sus ataques a las organizaciones que aglutinan a los trabajadores y que, verdaderamente, pueden movilizarlos, es decir, a los sindicatos, es salvaje e impiadosa, idéntica en todo a lo que puede leerse y escucharse por parte de la caverna mediática. Atacar a los sindicatos que mayor capacidad tienen de movilización del país desde un movimiento que se presenta como “ciudadano, apolítco y asindical”, “ni de derechas ni de izquierdas”, “unos somos más progresistas y otros son más conservadores” es el colmo.
La clase dominante no renunciará a sus privilegios por las buenas: antes de que eso suceda pondrán en marcha toda la violencia “legal” e ilegal para evitarlo. Por lo tanto, la “no violencia” promovida por el 15M juega en contra de nuestros intereses, engañando a las masas con una posible conquista de poder popular por vías sistémicas y pacíficas. Este invento de las revoluciones de colorines es la misma jugada puesta en marcha en el pasado en Ucrania y los países del Este y con las “primaveras árabes”, que hoy son un triste invierno: unos “rebeldes” violentos para que todo cambie y otros “rebeldes” pacíficos hasta el vómito para que nada cambie. Es urgente reavivar el debate sobre conceptos impuestos hoy por la ética del poder y sus medios de manipulación masiva como violencia, pacifismo, terrorismo, etc. Ellos tienen la varita mágica para decidir qué es violencia y qué no. Es evidente que el gandhismo promovido por el 15M ha colavorado aún más en este falso civismo implantado en el subconsciente de la sociedad.
Su discurso “no violento” no se repite para con el resto de pueblos. Ni el 15M ni sus subgrupos tienen una postura establecida respecto a la organización terrorista OTAN. Su única exigencia respecto de esta cuestión ha sido “reducción del gasto militar”. No ha existido ninguna denuncia por su parte ni apoyo a las protestas contra la invasión imperialista y genocidio en Libia. Es más, desde las páginas como Spanish Revolution, DRY y otras se han publicitado convocatorias de protestas en las embajadas siria y libia. Quejas sobre los privilegios de la “casta política”, no así sobre los 40 millones de euros mensuales de nuestros impuestos durante los primeros meses de la guerra destinados a masacrar al pueblo libio en defensa de los intereses de Repsol. Tiene su lógica, dado el apoyo a los “revolucionarios” de la CNT (Consejo Nacional de Transición) frente al aplauso generalizado en las filas del 15M respecto al vil asesinato con sodomización incluida del Coronel Gadafi.
Por otro lado, cabe recordar que nuestra clase nunca ha conseguido nada a través de la lucha pacífica. El enemigo ha intentado mediante campañas de desintoxicación y manipulación durante década equiparar las izquierdas a las derechas sin sacar a los nazis y fascistas a la calle. Lo han conseguido: ahora la gente cree que el colapso del sistema es culpa de cuatro banqueros (sin nombres ni apellidos), políticos y sindicatos., que la izquierda es igual a la derecha, que no existen y no sirven antecedentes históricos ni políticos, que los sindicatos son muy malos, que la lucha está en las batukadas y los flashmob, que reunirse en una plaza levantando las manitas pidiendo “democracia real”, repitiendo consignas adoctrinadas perfectamente estudiadas tipo “no nos representan “policía únete” y berrear contra sindicalistas es una actitud revolucionaria. Se ha prostituído la palabra Revolución. Se ha cumplido el mayor sueño que jamas han tenido los capitalistas, la mayor de sus ambiciones: convertir la palabra “Revolución” en una lucha pacífica, inocente y despolitizada.
Es evidente que existe una izquierda colaboracionista con el 15M que trabajó más para la fiesta de cumpleaños y pone empeño en ella. Espero que las as buenas gentes de izquierdas y los libertarios que quedan en el movimiento se den cuenta en algún momento de la manipulación a la que han sido sometidos, que sacudirán de una vez por todas a estos elementos reaccionarios y sus proyectos anti-obreros. El Movimiento 15M está intentando sustituir a los movimientos sociales de izquierdas para vaciarlos de contenido ideológico y transformarlos en organizaciones de diseño desvinculadas de referentes históricos e ideológicos de la izquierda combativa, con la prostitución del lenguaje, el asindicalismo y anti-obrerismo, contrarios a la política de partidos, a los sindicatos, unión nacional e intereses comunes interclasistas, ataque a la banca y a los banqueros (los únicos capitalistas que existen para el 15M) llevan a la deriva ideológica de nuestra clase, hacia ninguna parte, o algo mucho peor. Sus falacias antisistema y antipartidos son copia/pega de los discursos de J.A. Primo de Rivera. Por ello el movimiento 15M no triunfó en Euskadi o Grecia, puesto que era demasiado tarde para desarticular el poder popular y desactivar la lucha de clases puesta en marcha. La trama ha sido conpleja, ingeniería social de altos vuelos. Solo la debilidad ideológica y política, así como las ansias electoralistas de nuestras organizaciones (salvo honrosas excepciones) explica el acomplejamiento y colaboracionismo ante este nuevo atomizador de la clase obrera.
Es necesaria la organización política en la que se discuta y reflexione la causa de nuestros males y cómo superarlos, se analicen los errores y las experiencias pasadas, se preparen y se propongan formas de lucha que ayuden a elevar la conciencia de los explotados. Para que podamos transformarnos, parafraseando a Marx, de clase en sí, a clase para sí, recuperar la confianza de los trabajadores en sus propias fuerzas, y la construcción. Y eso sólo puede conseguirse con la lucha a través de sus organizaciones y sindicatos.
La clase trabajadora no puede alcanzar la plena conciencia revolucionaria en el seno del capitalismo. El sistema aliena a los trabajadores, los divide y aísla, y los convierte en mercancía destinada a producir y consumir, en beneficio del capital. El choque entre los intereses de los que venden su fuerza de trabajo para sobrevivir y los de los propietarios de los medios de producción provoca el surgimiento de una conciencia de clase, insistimos en que el 15M es un cortafuegos para llegar a esta conciencia, para llevar las protestas hacia una lucha interclasista ciudadanista que limite la protesta hacia posiciones reformistas para el sistema. Como en otras crisis cíclicas del capitalismo la burguesía muta para defender sus intereses y así, hacer rehacer más el precio de la crisis sobre la clase que está aún por debajo la pirámide capitalista.
Durante y después de la Huelga General el Estado Burgués ha realizado una campaña de represión sobre la clase trabajadora sin precedente: decenas de detenidos durante y después del 29-M, algunos como siguen en la cárcel, como tantos otros presos políticos del Estado Español. El SAT decidió el año pasado que sus dirigentes se declaran “insumisos judiciales” ante la enorme represión que sufre este sindicato con multas que superan el medio millón de euros, peticiones de cárcel de más de 60 años y cerca de 400 sindicalistas procesados.
¿Por qué esto no sale en TV, ni El País, ni en Público, en El Mundo ni el resto de medios de masas del capitalismo, ni les hacen plurirreportajes constantes, documentales ni Premios Time? ¿Por qué se silencian las luchas de clase o en todo caso se criminaliza? ¿Por qué no se publicita la represión de sindicalistas y estudiantes partícipes en el 29-M? ¿Por qué los medios del capital no hablan sobre los presos políticos del Estado Español de la izquierda abertzale y del PCE (r)?
Solo hay que ser testigo de la propaganda en los medios del capital que ha recibido la fiesta de aniversario, está de más pegar carteles y organizar quedadas por internet. La prensa le realizó la convocatoria. El Mundo, El País, Público y otros le dedicaron especiales, con varios titulares en portada y entrevistas a sus partícipes semanas antes del evento. Luego, programas en directo en la Sexta y Telecinco. La revolución cuenta con una potente máquina de propaganda con el respaldo de los medios de masas del capital, apoyo logístico y mediático de enemigos de clase y las multinacionales de las redes sociales. Ese simple hecho ya nos demuestra que, al contrario que con las luchas obreras que son silenciadas o bien criminalizadas, la “R-evolución” pequeño burguesa será televisada.
Holaya Saborido..