Le
añadido unos artículos aclaratorios y rectificaciones que hace el articulista
Son noticia
estos últimos días los tremendos disturbios que están sucediéndose en la Plaza
de la Independencia de Kiev, en Ucrania. La manipulación informativa está
siendo más brutal que los disturbios mismos, por lo que es normal andar un poco
perdido a la hora de saber qué demonios es lo que está pasando en Ucrania.
La intención
de este artículo es verter un poco de luz en todo esto, porque es comprensible
que en la situación actual toda rebelión nos genere simpatía, pero no sin antes
conocer el contexto en el que se produce para no caer manipulado en el
asqueroso juego de la geopolítica capitalista. Macabro juego que se empeña en
tratar a los pueblos como si fuesen sus simples e insignificantes peones en
este tablero que llamamos mundo.
Las
protestas no se pueden entender aislándolas como si todo fuese producto del
descontento social por no entrar en la UEE, menos aún sin exponer antes unos
antecedentes que expliquen el origen de tanto fuego y violencia.
UCRANIA
COMO PEÓN DEL IMPERIALISMO
Ucrania es
una pieza más de la actual pugna entre dos bloques imperialistas: el occidental
hegemónico (EE.UU.-Israel-Europa) y el asiático en auge que colabora entre sí
por necesidad (Rusia-China). Ambos bloques son capitalistas aunque se intente
asociar al segundo con un aire de remanencia socialista, pero es muy sencillo
darse cuenta de que la oligarquía rusa y el PCCh (Partido Capitalista Chino)
tienen el control casi absoluto de sus respectivas potencias sin ofrecer
precisamente socialismo a sus pueblos.
Desde el final
de la segunda guerra mundial EE.UU. ha sido la cabeza visible del imperialismo,
afianzando su poder como potencia única tras las contrarrevoluciones exitosas
en el bloque revisionista soviético. Al ser desmembrada la URSS, con el tiro de
gracia que supuso el golpe de estado de Boris Yeltsin, se empezó a formar una
nueva oligarquía rusa (tan bien representada por Putin y Medvédev) en base a
las salvajes privatizaciones de lo que fue el estado socialista. Esa oligarquía
ha sembrado el caos en Rusia retrocediendo al país en todos los índices
sociales decenas de puestos, pero a cambio se han enriquecido muchísimo hasta
llegar a orinar champagne y defecar caviar. De paso han exaltando el
nacionalismo ruso más extremo y disfrutan plácidamente del tan ansiado (desigual
e injusto) crecimiento económico sostenido.
Aunque pueda
parecer obvio creo que hay que aclarar aquí que la oligarquía rusa y la china
no son enemigos de la occidental, pues colaboran en muchos otros ámbitos como
la acumulación de divisas china o la lucha contra “la insurgencia terrorista”;
pero si se están presentando contradicciones entre ambos bloques que les
impiden continuar creciendo sin competir entre sí, algo que el mismo sistema
exige en su fase final monopolista.
Resumiendo,
en estos momentos se está gestando un nuevo reparto del mundo, situación
similar a la previa de la primera guerra mundial pero con armas mucho más
chulas y destructivas. Este nuevo reparto del planeta entre oligarquías tiene
varios frentes abiertos ahora mismo, siendo los principales las protestas
actuales de Ucrania, el genocidio occidental contra el pueblo sirio y por
último el empuje de la presencia china en el océano Pacífico. Los tres son
simples peones de un tablero muy sucio en donde ambos bloques intentan desestabilizar
zonas afines del otro para eliminar su influencia, con el fin de implantar
después la suya. Cositas sin importancia que tiene el capitalismo monopolista
de estado para solucionar, con la colonización y la guerra, sus crisis
permanentes.
LA POLÍTICA
UCRANIANA
El actual
presidente de Ucrania (dos veces en el cargo y esta última desde 2010) está
considerado un “tipo duro” en la política ucraniana, con cierta fama de
enfrentarse a las mafias y bandas. Tiene un pasado de criminal común durante la
época soviética, pasando dos veces por la cárcel debido a apuñalamientos y
atracos, pero el tipejo en vez de ocultarlo pues lo utiliza a su favor. Su
política económica es radicalmente neoliberal, el país tiene deudas con el FMI
que presiona a los diferentes gobiernos desde hace años para que implementen
medidas neoliberales a cambio de créditos y toda reforma hecha en los últimos
años ha sido para joder a la gente, hablando en plata. Como ejemplo de todo
esto pues que 1 de cada 8 habitantes vive en la extrema pobreza (de los mayores
índices de las exrepúblicas soviéticas), que más del 25% de los habitantes de
Ucrania es indigente, el precio de la luz eléctrica ha subido un 139% desde
2011, se han privatizado sectores estratégicos en favor de multinacionales extranjeras
y un 3% de la población vive con menos de 5 dólares al día hasta dar una tasa
de malnutrición muy alta. El próspero paraíso capitalista en acción que tanto
soñaron los habitantes de la Ucrania soviética.
Por otro
lado el rasgo más destacable de Yanukóvich en todo esto es su profunda afinidad
por Rusia, hasta llegar a ser considerado por amplios sectores de la población
ucraniana como un presidente satélite de Rusia, que solo busca mantener al país
bajo su influencia alejándolo de la occidental. Su partido es el “Partido de
las Regiones”, declarado como “regionalista pro-ruso” por algo.
Después
tenemos la cámara legislativa, la Rada Suprema, donde el partido del presidente
tiene mayoría simple. Como podéis comprobar la política parlamentaria ucraniana
es una auténtica mierda, como sucede en todas las democracias burguesas.
Abundan los partidos “de derechas” haciendo mención especial al abiertamente
fascista “Svoboda” (Libertad) y el revisionista Partido Comunista de Ucrania,
que colaboró en el pasado con el actual presidente.
Editación: Por lo visto el Partido
Comunista de Ucrania se está ofreciendo como “mediador” del conflicto para que cese la violencia
desmedida manipulada desde el exterior, con una propuesta que incluye
referéndum para decidir la entrada en la UEE, dimisión del presidente, reformas
legislativas varias y reforma de la ley electoral. Al final van a resultar los
más cuerdos en todo esto, entendiendo el motivo de que en dos regiones
controladas por los “opositores” se les haya ilegalizado junto al partido
del gobierno.
Para verlo mejor pinchar el cuadro
En general
lo que se puede observar con un simple vistazo a sus instituciones es que el
poder gira en torno a dos opciones mayoritarias: derecha liberal pro-rusa y
derecha liberal pro-occidente. Ni una opción socialdemócrata o social-liberal,
ausencia total de partidos puramente keynesianos y ni hablemos de opciones
izquierdistas. El resto de opciones son minoritarias y como mucho intentan
alianzas para pillar cacho. Un país como Dios manda, bien empujado hacia la
derecha y que con las últimas “reformas legales” está en tránsito hacia una
dictadura del capital de las hamburguesas o del vodka, pero llevando ambas
opciones todas sus consecuencias.
INTERESES
ECONÓMICOS
Ucrania
tiene muchas minas de carbón, concretamente 200 de las cuales el 93% está en
manos públicas, y además 117.300 millones de toneladas de reservas, siendo uno
de los mayores productores del mundo. Esto algo que el tratado con la UEE
contempla porque quiere privatizarlas todas, además de imponer que deben
sustituir el sistema legislativo ucraniano de herencia rusa por el europeo,
adoptar como única posibilidad de desarrollo la del libre mercado con su receta
neoliberal (algo que no le debe importar mucho a Yanukóvich) y el libre
comercio inundando el mercado ucraniano con producciones de sus socios
occidentales, pero sin permitirles hacer algo similar a la inversa. Lo de
siempre, peleas entre carroñeros de la burguesía que mientras joden el mundo se
lo subastan entre ellos una vez más.
Por otro
lado tenemos la presión de Rusia, ofreciendo la continuidad de la compra de las
producciones ucranianas, gas barato e importante ayuda financiera al margen del
FMI con la que chantajear después al país. Piden menos, pero también presionan
bastante menos. Tienen también su gaseoducto pasando por el país y no se pueden
permitir el perder su control, porque EE.UU. está intentando desarrollar el fracking por Europa y se está convirtiendo en
un competidor directo de los rusos por la zona.
Habrá muchas
más cosas, pero creo que no hay que marear mucho la perdiz con esto porque
todos sabemos que el beneficio económico es lo crucial en este mundo tan
irracional, movido por un simple sentimiento como es el lucro personal y no por
la razón o el beneficio social.
ANTECEDENTES
DE PROTESTA
La plaza en
cuestión tiene antecedentes recientes de protesta contra este mismo presidente,
siendo la más cercana lo que se conoce como la “revolución naranja”. En
noviembre de 2004, tras unas elecciones amañadas cantosamente y hasta un
intento de envenenamiento al candidato opositor, el mismo sector de la
población que está ahora incendiando Kiev salió a la calle durante semanas para
solicitar un recuento electoral. Se dieron concentraciones, acampadas, huelgas
y mítines por todo el país; con el mismo epicentro en la plaza de La
Independencia de Kiev donde se veía al candidato Yúschenko (un puto banquero)
en persona agradeciendo a la gente su apoyo.
Tras varias
semanas de protesta el Tribunal Supremo de Ucrania declaró nulas las elecciones
por la enorme cantidad de irregularidades y se repitieron en diciembre de ese
mismo año. Venció el opositor Viktor Yúschenko por más del 50% de los votos, no
sin antes reformar el gobierno fraudulento la constitución del país para
quitarle poderes al ejecutivo en favor del legislativo. Jugadas del bloque
proruso al bloque prooccidental, pero todo siempre en favor del capital.
Esta
victoria del bloque prooccidental de la coalición naranja duró poco, pues el
gobierno en cuestión entró en crisis a los pocos meses por disensos internos.
La dimisión de Yuliya Tymoshenko (del partido “Patria”) como primera ministra
en septiembre de 2005 fue el primer gran detonante, pero le siguieron diversas
dimisiones, peleas internas por ver quién es más títere de occidente,
encarcelamientos, promesas incumplidas, dos elecciones legislativas donde
ganaron los naranjas muy justos y otros asuntos escabrosos. El resultado de
estos años de gobierno del bloque pro-occidente liderados por un banquero, es
que el mismo criminal de Yanukóvich volvió a vencer en las presidenciales de
2010 y es presidente hasta el día de hoy. Irónico es, no se puede negar.
LAS
PROTESTAS DEL EUROMAIDÁN
A los
disturbios actuales ya se les conoce con el nombre de ЄвроМайдан/EuroMajdan/EuroMaidán(maidán
es plaza en ucraniano) o protestas europeístas, que comenzaron la noche del 21
de noviembre de 2013 cuando el presidente Víktor Yanukóvich se negó a firmar el
tratado de asociación y de libre comercio con la Unión Económica Europea.
Las
protestas tienen su epicentro en la plaza de La Independencia pero también han
afectado a otras zonas del centro de Kiev y hace nada se han extendido a tomar
edificios públicos hasta en otras ciudades. Ejemplo es cuando el pasado 5 de
enero saltó a las noticias de todo el mundo como un grupo de fascistas del
partido Unión Panucraniana Svoboda (Libertad) derribaron la estatua de Lenin
del bulevar Shevchenko, todo entre gritos de “¡Lenin está muerto!
¡Yanukóvich es el siguiente!”.
A todos
sorprende que se permita algo así rodeados de tantas cámaras sin que intervenga
la policía, pero es que las concentraciones de los domingos eran
multitudinarias antes del caos actual (+100.000 personas) porque se celebraban
asambleas populares para dar el pego de que las decisiones se toman
colectivamente. Vamos que la policía no podía pasar por encima de tanta gente y
los fascistas pudieron actuar libremente captando todo el foco de las cámaras,
porque siempre da mucho gustito televisar en occidente como derriban estatuas
de Lenin en las exrepúblicas soviéticas.
Originariamente
fueron sobre todo universitarios protestando contra la negativa a Europa, pero
casi al instante se unieron todo tipo de colectivos descontentos con la
situación político-social. Desde fascistas de “Svoboda” portando símbolos de
los colaboracionistas ucranianos con los nazis, pasando por la iglesia ortodoxa ucraniana (la iglesia rusa no lo apoya)
La
Iglesia católica y la iglesia ortodoxa
apoyan las protestas en Ucrania
El
articulista se equivoca en llamarle anarquista, son fascistas, además coge la
fuente del 15 M.
Esta es la posición de los anarquistas
Sobre los
eventos actuales en Ucraina
Revolución en Ucrania: La Policía carga contra
los manifestantes.
Los
fascistas son minoritarios y poca gente les acepta, pero han salido mucho en la
foto y están ganando apoyo por sus “espectaculares” acciones contra el
gobierno. La masa de los manifestantes son gente protestando contra la
represión policial o el maldito gobierno, sin saber que están sirviendo a intereses
occidentales para desestabilizar el país, porque no hay una alternativa de
cambio clara salvo unirse a la UEE. Por otro lado en las protestas predominan
tres partidos que solían ser los convocantes de las protestas: el partido
“Patria” (derecha pro-occidental), el partido “Libertad” (nacionalsocialismo) y
la Alianza Democrática por la Reforma (derecha pro-occidental religiosa). La
oposición casi al completo, vaya, vendiendo sueños húmedos a los ucranianos
sobre lo bien que se está en la divina Europa.
Durante
estas protestas se han sucedido huelgas, manifestaciones diarias, ocupación del
ayuntamiento de Kiev y disturbios bestiales donde llegaron a utilizar hasta una
maldita excavadora; generando cientos de heridos entre manifestantes y policía.
Un asunto escabroso es que se han dado más de 100 secuestros en la ciudad
aprovechando el caos, sobre todo vinculados a sectores prooccidente (también
del otro bando) apuntando todas las miradas a los fascistas de “Libertad”.
Gente que desaparece en sus casas o en el hospital, pero reaparece muerta o
apaleada. La represión policial tampoco se ha quedado corta, porque hay
ejemplos de su brutalidad hasta decir basta, pero supongo que es lo que tienen
estas cosas, que las hostias caen por doquier sin mirar a quién. Se incluye en
el paquete más de 50 periodistas apaleados o maltratados por ambos bandos, pero
en este caso las agresiones vienen sobre todo del gobierno.
Todo se
tensó en las calles cuando al gobierno se le ocurrió sacar un polémico paquete
de leyes el 16 de enero llamadas “leyes antiprotesta”, donde prohibía la
instalación de tiendas, altavoces y escenarios en lugares públicos, además de
permitir la detención de cualquiera que fuese con cascos o máscaras. Llegado
este punto, los manifestantes que ya acampaban en la plaza desde diciembre
decidieron durante la última “veché” (19 de enero) tomar literalmente la
iniciativa y comenzar la ofensiva tomando calles aledañas, edificios e iniciando
así la auténtica guerra en las calles. Fabricaron catapultas, enormes
tirachinas, barricadas descomunales, reforzaron el campamento permanente de
sacos terreros, fabricaron escudos y armas contundentes en masa y deben tener
una maldita destilería (metafórico) porque los cócteles molotov corren que da
gusto por ahí. Se han visto también armas de fuego y se ha llegado a hablar de
armas semiautomáticas entre los manifestantes, pero yo sigo sin ver nada que no
sean “simples” pistolas.
Esta
última es un montaje, pero me hizo tanta gracia…
En cuanto al
origen de tanto material y quién financia todo esto. Si es el propio pueblo,
los partidos de la oposición o el exterior.
Los informes
salidos del entorno pro-ruso hablan de EEUU financiando las protestas,
incluyéndose aquí las hipócritas amenazas vertidas desde la UEE y de EEUU de
“tomar cartas en el asunto” con sanciones contra el gobierno ucraniano por la
“represión de su pueblo”. Esta financiación occidental no sería algo nuevo, porque
ya se demostró que durante la “revolución naranja” las potencias europeas y la
CIA misma metieron dinero a granel. Por otro lado los informes del entorno
pro-occidente mencionan precisamente lo contrario, que Rusia está
financiándolas para sacar al país de sus “ansias de pertenecer al libre mercado
europeo”, pero de esto no he encontrado nada.
Mano negra
tras las manifestaciones en Ucrania y artículos relacionados
El asunto es
que tiene mucho más sentido lo primero porque el país ya estaba en manos rusas,
pero ambas potencias deben estar metiendo dinero y recursos para asegurarse el
control del país. Lo que sí se sabe es que varios “manifestantes” han recibido
ingresos astronómicos de dinero desde EE.UU. para gastarlos directamente en
armar las protestas, por lo que todos los indicios apuntan al financiamiento de
occidente (otra vez) para darle fuerza a los disturbios, agitándolos con sus
agentes, y otorgando así un sentido práctico a que los periódicos de por aquí
traten como “héroes” a los manifestantes ucranianos pero después los vecinos de
Gamonal o los comeflores del 15M sean ETA.
El
articulista se equivoca con los comeflores del 15 M, aquí está la muestra.
Actualmente
los manifestantes están tomando edificios públicos, los disturbios se han
extendido a varias ciudades y la situación está totalmente descontrolada. Los
heridos se cuentan por cientos, hay decenas de muertos, amplios sectores de la
policía desertan o quieren terminar con esto y los ucranianos no se largan de
las calles, que han tomado al grito de “¡Revolución!” sin
entender lo que significa esa palabra en su contexto.
El gobierno
intenta negociar ofreciendo hasta la vicepresidencia a los opositores, la
fuerza en las calles es tanta que los del EuroMaidán se niegan a todo porque ya
no les interesa solo unirse a la UE sino hacer dimitir a Yanukóvich tomando el
poder. La situación podríamos decir que en este instante es crítica para Rusia
pero excelente para occidente, así que no es fácil saber a dónde llevará todo
esto.
CONCLUSIÓN
1º Es una pugna de control
económico y geopolítico manipulada entre bloques imperialistas con sus dos
oligarquías locales enfrentadas, sin ningún beneficio para el pueblo ucraniano
que está intoxicado entre el sueño de una Europa idílica que no existe y las
ansias rusas de meterles la zarpa hasta el fondo.
2º Es un intento de occidente por
reeditar la “Revolución Naranja” pero esta vez aprovechando y agitando la
violencia espontánea germinada por el descontento popular, siendo utilizado por
la derecha y el fascismo de una manera salvaje.
3º Los opositores en las calles
piden la abolición de las leyes antiprotesta, la dimisión del presidente, la
libertad de Tymoshenko, elecciones presidenciales este mismo año y la adhesión
a la Unión Económica Europea saliendo de acuerdos con Rusia.
4º El gobierno intenta negociar
tras su fallo en reprimir las protestas, pero su interés es mantener el poder
obtenido por las urnas y continuar vinculando el país a Rusia.
5º Se está liando pardísima y a
saber en que termina esto, si en guerra civil o en la dimisión del presidente
con todo lo que eso supone.
Espero haber
aclarado algo y no haber generado más dudas con esto. Salud a todos.
RT en Ucrania: La ultraderecha asume el
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28-01-2014
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