NOTA DEL EDITOR
DE ESTE BLOG: Esta reflexión está recogida en un libro editado en 28-04-2015
que tiene como título "Hasta luego, Pablo".
Once ensayos críticos sobre Podemos”, el libro en pdf se puede leer aquí.
Como se
puede comprobar que no es marxista, es una profesora de izquierda reformista
crítica, pero algunos artículos hace referencia a una obra de Karl Marx, no crítica el
cretinismo parlamentario en una democracia burguesa, como consejo de
administración de la burguesía, no crítica que Podemos es un partido populista reaccionario, que niega que la lucha de la clase obrera como motor de la historia y por
último, hace referencia al 15M forma acrítica, dándole apoyo a es este engendro.
Pero voy
utilizar este artículo para poner la posición reaccionaria en política
internacional de Podemos en el parlamento europeo.
Cobran
sentido las idas y venidas, las ambigüedades, los silencios y las declaraciones
de la dirección de Podemos en materia internacional.
Son muchos
los sectores sociales que, embargados por la esperanza de que algo cambie en el
panorama político del Estado Español o fascinados por la irrupción performativa
de un look juvenil, justifican las variaciones en el discurso
del líder de Podemos afirmando que se trata de habilidad política para ganar
votos, es decir, de meros recursos discursivos necesarios para competir y ganaren
el campo electoral. Así, renegar de las
relaciones con Venezuela, ponerse una kipá, símbolo judío, en Jerusalén,
justificar la no participación en la marcha contra la base militar de la OTAN
en Rota, o, más recientemente, declarar su intención de entrevistarse con el
embajador de EEUU, son vistos por los miembros y simpatizantes de Podemos
como un camino necesario hacia la conquista del parlamento, contradictorio sólo
en la superficie, y coherente con el objetivo último de ganar las elecciones.
Otros consideran que los cambios de discurso, especialmente en relación con
Venezuela, son una traición a los ideales iniciales que defendían los
promotores de Podemos. Finalmente, hay quienes estiman que los nuevos
posicionamientos internacionales del partido de Juan Carlos Monedero y Pablo
Iglesias muestran la verdadera realidad de una fuerza política creada ad
hoc sobre una estructura ideológica que, frágil y posmoderna, permite
estos virajes en función de la coyuntura.
Para
analizar cuánto hay de cierto o de equivocación en estas opiniones, así como
para caracterizar un hecho mediático-social como Podemos en uno de sus aspectos
más sintomáticos (su posicionamiento internacional), es necesario partir de las
acciones objetivas que les dan sentido, es decir, que nos permiten comprender
el por qué (los fines) y el cómo (los medios) de este partido. Considerando los
hechos, tenemos una formación política cuyos promotores analizaron previamente
la situación del mercado electoral y encontraron un vacío susceptible de ser
llenado. Las movilizaciones masivas del 15 de mayo de 2011, las distintas
mareas (movilizaciones sectoriales), las marchas por la dignidad, la
desafección política que mostraban los barómetros del Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS), todo apuntaba a una creciente deslegitimación del sistema
político y de sus estructuras administrativas. El diagnóstico más superficial
estableció que las demandas sociales se dirigían mayoritariamente a un sistema
político incapaz, ya en esos momentos, de dar una mínima respuesta que aplacara
la “indignación” social. Los casos de corrupción, la transferencia de la deuda
privada al Estado, dando lugar a su quiebra técnica, el paro galopante y la
falta de expectativas dirigían el descontento social de forma recurrente hacia
el sistema político.
Para el
grupo promotor de Podemos se planteó un fin nítido desde el inicio, es decir,
desde el mismo momento en que se vislumbró la oportunidad de incursionar en la
arena electoral: capitalizar el descontento social convirtiéndolo en triunfo
electoral.
Ese objetivo
quedó claramente expuesto y fue reiterado constantemente por su secretario
general, Pablo Iglesias: “Nuestro objetivo es ganar”, repitió una y
otra vez. Sus precocinadas y estereotipadas intervenciones buscaron la sintonía
con los espectadores de las tertulias, estableciendo analogías con el deporte
rey, el fútbol (58). La
identificación con Diego Pablo Cholo Simeone, el entrenador del Atlético de
Madrid, le permitió manejar una construcción de sentido simple y ya
interiorizada, adaptada al medio televisivo, a saber, un equipo con menos
recursos que los demás, con menos estrellas futbolísticas, que se plantea ganar
partido a partido, y que entona el lema “sí se puede” y, en definitiva,
despierta ilusión por ganar.
Cuando el
líder mediático de la nueva formación apareció en público tras el éxito
electoral en las elecciones europeas del 25 de mayo de 2014, algunos se
sorprendieron de su cara compungida diciendo “no es suficiente… nosotros
queremos ganar”. En ese momento estaba expresando de forma sencilla lo que
tantas veces había repetido como tertuliano en los shows televisivos:
ganar, ganar, ganar…. ¿Ganar qué? La puesta en escena, los recursos simbólicos,
todo al servicio de un objetivo que en ese momento se trasladaba de las
elecciones europeas a las generales del Estado español. En el blog de
Pablo Iglesias -es imposible distinguir si se trata de un blog personal
o del de su partido- se afirmaba tras las elecciones europeas: “Esto es sólo el
principio”, “por ahora nosotros no hemos cumplido nuestro objetivo de
superarles” (59),
“Podemos no nació para ocupar un papel testimonial. Nacimos para ir a por
todas”, “nuestro objetivo es ganar las elecciones y gobernar” (60). El entrevistador Jordi Évole
afirmó que el secretario general de Podemos, tras las elecciones europeas,
"nos dijo una cosa con la que yo flipé: que si no ganaba las elecciones
(generales) se iba, que había venido a ganar y que, si no ganaba y se quedaba
de diputado cuatro años, igual le veían como uno de la ‘casta’" (61).
Partiendo de
este objetivo explícito y sin dobleces cobran sentido las idas y venidas, las
ambigüedades, los silencios y las declaraciones de la dirección de Podemos en
materia internacional. Es la razón instrumental puesta al servicio de unos
fines previamente definidos por el “líder carismático”. Este fin será el que
determine los medios necesarios para lograrlo y el que articule todos los
recursos técnicos y humanos disponibles (redes sociales, herramientas
informáticas, organizaciones sociales, movimientos vecinales…). La racionalidad
se supedita a un único objetivo, ganar las elecciones generales, y articula y
dota de sentido a la acción política de Podemos, incluida la internacional.
La visita
a Jerusalén y el escudo de la ignorancia
Una de las
acciones más controvertidas de la estrella de Podemos, Pablo Iglesias, fue la
visita a Israel. En el marco del viaje de una delegación de parlamentarios de
la Izquierda Unitaria europea, realizado con la intención de evaluar los daños
causados en Gaza por la agresión israelí, el parlamentario que acaparó la mayor
atención fue el secretario general de Podemos. La visita de un grupo de
europarlamentarios a Gaza se convirtió por arte mediático en la visita de Pablo
Iglesias. A quien se negó la entrada en Gaza fue, según los medios, al
parlamentario de Podemos y la imagen y las declaraciones que inundaron todos
los medios internacionales fueron también las suyas.
Aparentemente,
la posición de Podemos respecto al conflicto israelí-palestino era, en
correspondencia con la imagen de radicalidad construida por los sectores
conservadores, favorable a la posición palestina. Aparentemente también, las
declaraciones de Pablo Iglesias reforzaban esta construcción. Sin embargo, la
estrella de Podemos apareció con una kipá en el muro de las Lamentaciones en el
Jerusalén ocupado y ante el gran revuelo que causó en los medios palestinos y
de solidaridad (62) alegó “desconocer” el significado
de este símbolo judío.
La
ambigüedad calculada es parte sustancial de la dirección del partido que, a
pesar de ser acusado de “radical de izquierdas” por los sectores más
reaccionarios del espectro político, no ha realizado ninguna declaración que
avale esta imagen de radicalidad y siempre se ha movido en el ámbito de lo
políticamente correcto. En el caso del conflicto palestinoisraelí, las
declaraciones se han centrado en la legalidad y el respeto de los derechos
humanos, como han hecho la mayor parte de los partidos y gobiernos
conservadores. Sin embargo, algunas declaraciones de Pablo Iglesias, de sus
círculos, así como del partido nodriza de Podemos (Izquierda Anticapitalista) en relación con las llamadas “revoluciones árabes”, han dejado
traslucir, para quien haya querido verlo, un alineamiento con la posición la
comunidad internacional.
La
trayectoria personal de Pablo Iglesias nunca ha estado marcada por su
solidaridad con la causa palestina, ni en su condición de alumno ni en la de
profesor interino. En esa visita llegó a comparar a los palestinos con la
resistencia de los judíos en el gueto de Varsovia, contradiciendo así sus
declaraciones sobre la no equidistancia en relación al conflicto: "Los que
estamos con los héroes judíos que defendieron el gueto de Varsovia con
cócteles molotov tenemos que estar con el pueblo
palestino" (63). Aunque
de nuevo es una afirmación que parece favorable a la causa palestina, la
realidad es que el complemento de la oración principal, sobre el que recae la
acción, son los judíos, a los que además trata de héroes, mientras que en la
oración subordinada el complemento no es la resistencia palestina sino el
pueblo palestino. Por supuesto que Pablo Iglesias omitió en todas sus
declaraciones hablar de la ocupación israelí y del derecho internacional a la
resistencia en situaciones de ocupación. Apoyar el boicot a Israel mientras no
se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas no significa necesariamente
denunciar la ocupación, las torturas, los encarcelamientos masivos, el apartheid…
En esta misma línea es sin duda relevante que poco antes el Círculo de
Científicos de Podemos rechazase apoyar el boicot a Israel utilizando la misma
argumentación que las autoridades españolas que apoyan al Estado sionista.
Por otro
lado, hay que tener en cuenta que el partido que dio cobertura al nacimiento de
Podemos y cuya militancia fue obligada a disolverse después del triunfo de la
estructura vertical defendida por Pablo Iglesias, Izquierda Anticapitalista, tomó
posición a favor de las intervenciones imperialistas, por ejemplo en Libia.
Fueron significativas las declaraciones de Esther Vivas, en tanto que portavoz
de Izquierda Antcapitalista, en apoyo de la supuesta “revolución del pueblo”
contra Gaddafi y de la mano de la afirmación de que la izquierda
anticapitalista tenía que luchar para que nuestros gobiernos suministrasen a
los rebeldes, sin imponerles condiciones, armas y los fondos de la fortuna de
Gaddafi en el extranjero (64).
América
Latina y el estigma de Venezuela
A finales de
septiembre de 2014 dirigentes de Podemos emprendieron su primera gira
internacional tras la obtención de cinco eurodiputados por el nuevo partido. El
viaje tenía como destino Bolivia,
Ecuador y Uruguay. En este periplo de apenas una semana -tiempo más bien
escaso para un intercambio profundo de experiencias pero sin duda suficiente
para un objetivo puramente publicitario- sorprendió
que Venezuela se cayera de la agenda.
A pesar de
las campañas iniciales, y por distintas razones, ni Bolivia ni Ecuador ni Uruguay tienen tan mala prensa ni son tan
furibundamente agredidos por los medios y sus periodistas. En el caso de
Bolivia, su presidente es tratado con desprecio e incluso racismo, pero no se
nos presenta como un líder peligroso. En el caso del presidente de Ecuador, Rafael Correa, su habilidad para desenvolverse
con los periodistas españoles, su atractivo mediático y los datos exitosos de
sus medidas económicas lo han resguardado de la estigmatización.
Por otro
lado, el presidente Correa expresó
públicamente su sintonía y apoyo a la dirección y propuestas de Podemos. Uruguay es
un país muy pequeño, con poco más de tres millones de habitantes, poco
significativo para los “intereses españoles” y con un presidente sencillo y
bonachón. Estos tres países podían funcionar en el imaginario de la ciudadanía
como la representación más próxima a la publicidad electoral de Podemos:
gobernar a favor de los pueblos.
Respondiendo
al objetivo propagandístico y mediático con el que fue diseñado este viaje,
Venezuela tenía que quedar necesariamente fuera del programa. No es casualidad
que para los medios masivos, de cualquier ideología, sea Venezuela el objetivo
de todos los ataques. Desde el mismo momento en que Hugo Chávez ganó las
elecciones convirtiéndose en presidente, Venezuela inició un proceso de radical
transformación en su vida interna y en las relaciones con los países
latinoamericanos. La integración regional tomó un impulso sin precedentes con
la creación del ALBA, la CELAC y Petrocaribe. Así, Venezuela lidera un proyecto
complejo y diverso de carácter soberanista, es decir, de independencia nacional
y regional. La guerra mediática contra el gobierno venezolano tiene alcance
global y, una vez que EEUU parece haber aliviado la presión sobre Cuba, Caracas
se convierte en el objetivo prioritario. Hace tiempo que la opinión pública ha
sido ya moldeada con un rechazo agresivo hacia Venezuela.
Desde el
punto de vista de la razón instrumental que orienta todas las acciones de
Podemos (el triunfo electoral), Venezuela no podía figurar en la agenda de
Podemos. En la entrevista que hizo Berto Romero a Jordi Évole, el periodista de
La Sexta que había entrevistado a su vez a Pablo Iglesias, Évole le dijo que
habían sugerido a Iglesias que el encuentro se realizase en Venezuela. El
dirigente de Podemos respondió: “Hombre, me va a traer problemas porque la
asociación Podemos-Venezuela o Pablo Iglesias-Venezuela no nos va muy bien,
porque el estigma que tiene Venezuela es muy potente” (65). (65). Parece
claro que Venezuela no da votos a Podemos sino todo lo contrario. El esfuerzo
por el distanciamiento ha sido constante. Y todo ello a pesar de que la mayoría
de los dirigentes venezolanos ven el ascenso de Podemos como una oportunidad
para corregir una política española beligerante contra su país. Parece difícil
que, en el supuesto de un gobierno de Podemos, la dirección del partido
emprenda una aproximación o intente modificar el estigma que es dominante entre
sus bases y electores. De modo que no es tan evidente que dicho distanciamiento
sea tan sólo instrumental.
De hecho, la
respuesta de Pablo Iglesias a la esposa del golpista venezolano Leopoldo López,
de gira por Europa para recabar apoyos para su marido y contra el gobierno de
Venezuela, se encuadró dentro de la aceptación del estigma. Lilian Tintori le
pidió ayuda a Pablo Iglesias y éste le contestó que le remitiese la
documentación de su caso (66). La seguridad con la que Tintori
afirmó que pronto contaría con el apoyo del secretario general de Podemos estaba
sustentada, no sólo en el tipo de respuesta que obtuvo, sino en el conocimiento
del lastre que para Podemos suponía el vínculo precedente con el gobierno
venezolano.
En el
recorrido latinoamericano los dirigentes de Podemos transmitieron un discurso
dirigido a rebajar cualquier rasgo revolucionario de los gobiernos visitados.
Manifestaron que no se trataba de copiar, sino de ver cómo se puede “gobernar
de otra forma”, e insistieron en “el crecimiento económico” de esos países.
Así, el mensaje de esas visitas fue: no son países peligrosos, ni siquiera
revolucionarios. Han conseguido redistribuir y crecer gobernando de otra forma.
La gira cumplió sobradamente los objetivos publicitarios deseados (67). Incluso incorporó un nuevo valor
añadido: el de un virtual “presidente de Gobierno” reuniéndose con otros
presidentes.
El amigo
americano: las bases dan trabajo
La
intervención norteamericana en la política española ha sido un hecho
corroborado por diversas investigaciones, una de las más contundentes de las
cuales es la de Joan Garcés titulada Soberanos e intervenidos (68).
Si esa intervención está ampliamente documentada para el período de la
transición, en estos momentos un velo de ignorancia parece ocultar las más
claras evidencias.
Apenas pudimos conocer que en 2013 el embajador estadounidense, Alan D. Solomont, recomendó un pacto PP-PSOE para salir de la crisis moral en la que había entrado España con la corrupción. Sin duda un desliz que dejaba traslucir el interés y la influencia de EEUU en la sombra. De nuevo aparentemente, el posicionamiento de Podemos respecto a la potencia imperial es coherente con una ideología que ofrece al gran público lo que quiere oír al tiempo que las acciones se dirigen hacia lo que interesa al partido.
En general,
y como quiera que en relación con EEUU cualquier declaración es comprometida,
la estrategia es “el regate”. En una entrevista concedida a la Cadena SER, y al ser
preguntado directamente por su posición respecto de la OTAN, afirmó que si
fuera presidente del gobierno intentaría sacar a España de la Alianza, pero que
en cualquier caso convocaría un referéndum para que “España decidiera”.
Como hizo Felipe González en su día, el secretario general de Podemos hace gala
de un discurso bipolar que trata de conciliar el patriotismo españolista con la
razón de Estado y la subordinación a los intereses extranjeros. Cuando los
discursos se elaboran a golpe de encuesta y de estudios de opinión no es tan
fácil contentar a todos. De ahí la bipolaridad que marea tanto a los analistas
que no pueden encontrar la coordenada que da coherencia a las declaraciones.
Detectado el
nerviosismo internacional respecto a las que serán las directrices políticas de
Podemos en materia de relaciones exteriores, en una entrevista realizada tras
el triunfo electoral de Syriza, Pablo Iglesias afirmó que alguien del partido
ya había hablado con el embajador de EEUU y que él lo haría próximamente. Esta
bipolaridad de los discursos, dependiente del contexto en el que se producen,
se decanta habitualmente en situaciones concretas, cuando se trata de llevar a
cabo algún tipo de acción; entonces son los círculos los que tienen total
independencia para, por ejemplo, apoyar o no una marcha antimilitarista contra
las bases militares. El Círculo Podemos Rota rechazó la invitación a participar
en la XXIX Marcha a Rota argumentando que la base naval estadounidense generaba
puestos de trabajo y que no existía ninguna alternativa “real” para sustituirla
(69).
De modo que
el posicionamiento respecto de las bases y la OTAN está en la misma línea
lógica que explica los encuentros con las asociaciones de militares, con la
Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) y con la Asociación de
Militares de Tropa y Marinería (AMTM) (70). El interés de estas reuniones
estriba en recoger las demandas relacionadas con las condiciones laborales.
Nada que ver con cuestiones relativas a la soberanía e independencia del
ejército español. Se concibe a los
militares como si fueran trabajadores en un sector concreto de la economía sin
prestar atención ni al papel ni a los objetivos de los ejércitos. Menos
atención se presta a las voces de colectivos de militares que, como Anemoi, plantean propuestas
democráticas y republicanas, y alertan sobre el carácter golpista y subordinado
del ejército español.
Grecia
suma votos: nosotros como Syriza
En el mitin
de cierre de campaña de Syriza, de todos los parlamentarios europeos que fueron
invitados y de dirigentes de partidos de izquierda ideológicamente próximos,
fue el secretario general de Podemos quien salió al estrado a hacerse la foto
con Alexis Tsipras. En su breve intervención apareció de nuevo la clave del
patriotismo que, en la coyuntura actual, y para todos los países del sur de
Europa, funciona como recurso aglutinador de la mayoría del electorado, tanto
de derecha como de izquierda: “Nadie va a hacer los deberes
por los griegos y nadie va a hacer los deberes por los españoles”,
“tanto Samaras como Rajoy son vicepresidentes de Merkel”, “este país se merece
un presidente griego, patriota, que defienda los derechos de la gente y que
negocie con sentido común con los poderes financieros, y ese será Alexis
Tsipras" (71).
Aunque la
imagen de Syriza construida por los medios masivos es la de un partido de
izquierdas, poco saben los futuros votantes de Podemos acerca del significado
de ser de izquierdas en Grecia. En cualquier caso, el mensaje que se traslada
con mayor fuerza es el de “un partido ganador”. El relato de lo nuevo, la
juventud y el cambio se impone frente a cualquier otro imaginario. El
patriotismo, la negociación y el poder de los votos aglutinan a cualquier
ideología dirigida a desplazar a los que están.
Se puede
concluir que las declaraciones y acciones de la dirección de Podemos en el
ámbito internacional tratan de buscar su homologación como “partido de Estado”,
es decir, están dentro de lo políticamente correcto. Independientemente de las
acciones futuras, la probabilidad que se desprende de los discursos actuales
apunta hacia una opción conservadora, garante de la institucionalidad en la que
se inscribe y de la legalidad internacional, con el único valor añadido de un relevo
generacional y un mejor posicionamiento de cara a futuras negociaciones con
la troika.
El objetivo
de ganar las elecciones establece el eje sobre el que se articulan las
relaciones internacionales del nuevo partido y su dirección, así como las acciones
que se desprenden de ellas. Esta razón instrumental produce una inversión entre
medios y fines: los medios pasan a ser fines que a la vez son medios de otros
fines que sucesivamente devienen medios en una cadena teleológica que no tiene
término y en la que se pierden los fines últimos. Es decir, las elecciones, que
son concebidas como un medio (instrumento) para tener poder, se convierten en
fines en sí mismas y después nuevamente en medios para construir un partido, y
el partido en medio para llegar al gobierno y el gobierno en un medio para…
Existe, pues, una gran coherencia entre las declaraciones relativas a la
política internacional de Podemos y las de ámbito nacional si las analizamos
desde la perspectiva del juego electoral. Reglas y poderes fácticos son los
elementos que realmente definen el sentido de la política. De ahí que llegar al
gobierno no signifique tomar el poder y que no parezca probable que dependa de
la voluntad de la dirección de Podemos modificar sustancialmente su
posicionamiento internacional.
________________
Notas:
(58) Jacobo
Rivero: Conversacióncon Pablo Iglesias. (59) “Discurso de Pablo Iglesias”, 26/05/2014, en Youtube. (60) En eldiario.es, 25-5-2014. (61) “El presentador de ‘Salvados’visita
‘En el aire’”, Periodista Digital. (62) Abdo Tounsi, “Pablo Iglesiascon un Kipá en Jerusalén ocupado”, en abdotounsi.com. (63) “Pablo Iglesias compara a lospalestinos con los judíos
del gueto de Varsovia”, en El norte de Castilla. (64) Santiago Lupe: "Charlas deIA/RG con Gilbert
Achcar, defensor de la intervención en Libia", en clasecontraclase.org (65) “Entrevista de Jordi Évole aPablo
Iglesias en Salvados”,
en el periodico.com. “El director de ‘Salvados’ visita ‘En
el aire’”, en Periodista digital. (66) "La esposa del opositor venezolano
preso pide ayuda a Pablo Iglesias", en El País. (67) En eldiario.es, 2-10-14, "La gira latinoamericana de Pablo
Iglesias" (68)
Joan Garcés, Soberanos e intervenidos (Siglo XXI, Madrid, 2000). (69) En larepublica.es, 31-10-14, "Podemos Rota rechaza la invitación a
participar en la marcha contra la Base Naval" (70) En elpais.com, 23-12-14, "Podemos se interesa por las demandas
de los militares" (71) “Pablo Iglesiasestrella en el mítin
de cierre de campaña de Syriza”, en El Confidencial.
"Podemos"
y la folletinización de la política: Pablo González o Felipe Iglesias, y
artículos relacionados.
La burguesía
lo crea y ellos se juntas. Podemos ha pasado de renegar del gobierno
venezolano, a apoyar los fascistas golpistas de Venezuela. Monográfico sobre
Venezuela
Embajador
de EEUU se reunió con líder de Podemos Pablo Iglesias
Pablo
Iglesias
Tras el
viaje a Nueva York, encuentro muy cordial con el embajador de EEUU
Pablo
Iglesias se reúne con el Embajador de EEUU en España
Podemos se
desmarca de la marcha a Rota contra la base naval - militar porque "crea
empleo". Declaraciones de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, sobre
militares y policías.
La UE y
Correa preparan desde 2011 cómo violar la Constitución de Ecuador. El
interminable viaje a la derecha de Rafael Correa, el referente del partido
Podemos.
Iglesias
no pudo llegar a la votación del TTIP en la Eurocámara porque se convocó por la
noche
Iglesias no votó sobre el TTIP por
estar durmiendo, no por un debate
Pablo
Iglesias, ausente en la votación sobre el debate del TTIP que se rechazó por
dos votos
Teresa
Rodríguez (Podemos) apoya las “revoluciones de colores” exportadas desde EEUU a
Hong Kong
Pablo
Iglesias alaba el discurso del Papa en Bruselas, mientras IU abandona el
hemiciclo
Los
militares españoles se manifiestan y tienen toda la razón. Me mandan este
banner
Los
militares se manifestarán en Madrid el 29 de noviembre
A estos
militares no lo apoyan
Contra el
nuevo “golpe de estado encubierto”
Militares
españoles por la III República y los militares de extrema derecha piden la
intervención militar en Cataluña
Denunciamos
la Ley de Seguridad Privada, como la instauración de “cuerpos parapoliciales”
al servicio de la oligarquía y de su Régimen antidemocrático
Ahora
Madrid, marca blanca de Podemos, vota a favor de una moción del PP por los DDHH
en Venezuela. Apoyando a los fascistas golpistas de Venezuela
Izquierda
Anticapitalista califica la caída del muro de Berlín como “símbolo de la lucha
por la democracia”
Teresa Rodríguez (Podemos) apoya las “revoluciones de colores” exportadas desde EEUU a Hong Kong
Alba Rico y
el Euromaidan de Podemos. El ideólogo y fundador de “Podemos” justifica a los
nazis ucranianos
Los
principales líderes de Podemos, firman este artículo tan infame sobre Siria.
Los pseudoizquierdistas otanistas ni-ni.
Los pseudoizquierdistas en guerra imperialista, cuando dicen “Ni OTAN, Ni Al-Assad” es decir en la práctica “Sí a la OTAN”.
¿Contra
Gadafi o contra el imperialismo? Reflexiones sobre la crisis libia y la
izquierda occidentalista
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