21/10/2021
Licenciada en Medicina y Cirugía por la
Universidad Autónoma de Madrid una de las fundadoras de IU y actualmente
principal dirigente de la organización Red Roja. En noviembre de 1996 fue
miembro del Tribunal Internacional por Crímenes Contra la Humanidad Cometidos
por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Iraq.
Las
autoridades sanitarias están incumpliendo de forma flagrante la legislación
vigente que exige el consentimiento informado de toda persona antes de recibir
cualquier tratamiento.
Las farmacéuticas y los países ricos solo
suministran una séptima parte de las dosis prometidas a los países más pobres
Ángeles Maestro. El silencio suicida de la izquierda ante la gestión de la pandemia Covid-19
He copiados dos artículos de Ángeles Maestro.
1º Políticas de exacerbación del miedo y censura en la
gestión del Covid
2º
La Covid, los gobiernos de
la UE y las multinacionales farmacéuticas
La fuente
del artículo se puede leer aquí y reproducido aquí, aquí
«Toda actuación en el ámbito de la sanidad
requiere, con carácter general, el previo consentimiento de los pacientes o
usuarios. El consentimiento, que debe obtenerse después de que el paciente
reciba una información adecuada, se hará por escrito en los supuestos previstos
en la Ley».
Artículo 2.2.Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente
Hay serias
dudas sobre si la gestión de la pandemia por parte de los poderes públicos,
centrada en la propagación del miedo y el ejercicio sistemático de la censura
de personalidades científicas discrepantes con la información oficial [1], ha obedecido
al objetivo de proteger a la población del Covid 19. Ahora bien, la forma en la
que se está procediendo a la vacunación masiva, en la que no existe nada
parecido al consentimiento informado, hace que los interrogantes alcancen aún
mayores proporciones.
Índice del contenido
del artículo.
El marco
legal.
La
farmacovigilancia y la notificación de los efectos adversos.
¿Qué
información contrastada hay disponible hasta el momento?
La
vacunación en la infancia y la adolescencia carece de toda justificación.
Algunas
conclusiones
Notas
El marco legal.
La
legislación española, tanto la Ley
General de Sanidad (LGS)[1], como la más reciente Ley 41/2002, de 14 de noviembre[2], reguladora de la autonomía del
paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación
clínica, establecen claramente el derecho a la información acerca de los
efectos adversos de medicamentos o productos sanitarios, así como la
obligatoriedad del consentimiento informado como requisito previo para recibir
cualquier tipo de tratamiento, quirúrgico o farmacológico.
Ambas leyes
son básicas porque regulan competencias del Estado y son de aplicación general,
aunque pueden ser desarrolladas por las Comunidades Autónomas. El artículo 99 de la LGS determina que: «Los
importadores, fabricantes y profesionales sanitarios tienen la obligación de
comunicar los efectos adversos causados por medicamentos y otros productos
sanitarios, cuando de ellos pueda derivarse un peligro para la vida o salud de
los pacientes».
La Ley 41/2002, en adelante Ley de Autonomía del
Paciente, establece en su artículo 2.2. que «Toda actuación en el ámbito de la sanidad requiere, con carácter
general, el previo consentimiento de los pacientes o usuarios. El
consentimiento, que debe obtenerse después de que el paciente reciba una
información adecuada, se hará por escrito en los supuestos previstos en la Ley».
Esta misma
Ley determina en su artículo 3 que «es el
médico el responsable de facilitar la información y de recabar el
consentimiento informado», acreditándole como «el profesional que tiene a su
cargo coordinar la información y la asistencia sanitaria del paciente o del
usuario, con el carácter de interlocutor principal del mismo en todo lo
referente a su atención e información durante el proceso asistencial, sin
perjuicio de las obligaciones de otros profesionales que participan en las
actuaciones asistenciales».
Además, el
artículo 4.3, de esta norma insiste en la
responsabilidad tanto del médico, como del personal sanitario que aplique el
tratamiento: «El médico responsable
del paciente le garantiza el cumplimiento de su derecho a la información. Los
profesionales que le atiendan durante el proceso asistencial o le apliquen una
técnica o un procedimiento concreto también serán responsables de informarle».
El artículo 5 establece con rotundidad que el titular del derecho a la
información es el paciente que debe ser personalmente informado «incluso en
caso de incapacidad». Ese derecho a la información veraz comporta, obviamente,
el derecho a no recibir el tratamiento en cuestión.
El artículo
6: «Derecho a la información
epidemiológica«, concreta el derecho colectivo a la información y la
responsabilidad de los poderes públicos de proporcionar información veraz,
comprensible y adecuada. «Los ciudadanos tienen derecho a conocer los problemas
sanitarios de la colectividad cuando impliquen un riesgo para la salud pública
o para su salud individual, y el derecho a que esta información se difunda en
términos verdaderos, comprensibles y adecuados para la protección de la salud,
de acuerdo con lo establecido por la Ley».
Finalmente,
el artículo 8 regula la obligatoriedad y la forma de aplicación del
consentimiento informado en los siguientes apartados:
8.1. Toda
actuación en el ámbito de la salud de un paciente necesita el consentimiento
libre y voluntario del afectado, una vez que, recibida la información prevista
en el artículo 4, haya valorado las opciones propias del caso.
8. 2. El
consentimiento será verbal por regla general. Sin embargo, se prestará por
escrito en los casos siguientes: intervención quirúrgica, procedimientos
diagnósticos y terapéuticos invasores y, en general, aplicación de
procedimientos que suponen riesgos o inconvenientes de notoria y previsible
repercusión negativa sobre la salud del paciente.
8. 4. Todo
paciente o usuario tiene derecho a ser advertido sobre la posibilidad de
utilizar los procedimientos de pronóstico, diagnóstico y terapéuticos que se le
apliquen en un proyecto docente o de investigación, que en ningún caso podrá
comportar riesgo adicional para su salud.
La primera
información que se debiera proporcionar es que todas las vacunas Covid están en fase de experimentación y que aún no
han recibido la autorización definitiva. El hecho de que las vacunas Covid
estén en situación de autorización condicional por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), es decir, una autorización provisional
por no haber culminado los ensayos clínicos referidos, debería requerir consentimiento informado por escrito (Artículo 8.2
de la Ley anteriormente citada), al encontrarse aún en fase de investigación y por comportar riesgo
adicional para la salud del paciente.
De lo que no
cabe la menor duda es que en el caso de las vacunas Covid es de plena
aplicación el requisito del consentimiento, en todo caso verbal, pero precedido
obligatoriamente de la información veraz acerca de los posibles efectos
adversos. El marco legal tampoco ofrece dudas acerca de quién debe proporcionar
esa información y recabar el consentimiento: el personal médico, obviamente con
carácter previo a recibir la inoculación. Así mismo, el personal sanitario no
médico debe facilitar esa información sobre los efectos adversos, a su nivel,
en el momento de la aplicación del tratamiento, de forma que quien lo
recibe pueda detectarlos y recibir, en
su caso, la atención sanitaria correspondiente.
Si el
consentimiento informado (que implica, insisto, información sobre posibles
efectos adversos por parte de la médica o médico, y valorar así las ventajas y
los riesgos) es esencial para que una persona pueda adoptar libremente una decisión, se puede afirmar que para las
vacunas Covid en la inmensa mayoría de los casos el «consentimiento» se
produce en ausencia, prácticamente
absoluta, de información.
Con carácter
general, la única pregunta que realiza el personal sanitario en el momento de
la inyección, por supuesto sin consultar la historia clínica de la persona, es
si se padecen alergias graves. No se pregunta, en la mayor parte de los casos,
si la persona ha padecido Covid, como tampoco se pregunta a las mujeres en edad
fértil si están embarazadas, lactando o si están tomando anticonceptivos, a
pesar de que los efectos adversos, sobre todo de naturaleza cardio-vascular,
son significativamente mayores en mujeres jóvenes.
En muchos
casos, la vacunación se hace fuera del Centro de Salud. En Madrid se ha llegado
a hacer en El Corte Inglés. El
médico o la médica no aparecen en ningún momento y, cuando son preguntados en
la consulta acerca de la oportunidad de la vacuna en el caso concreto de
enfermedades o tratamientos concurrentes, la respuesta suele ser que no son
responsables de la misma y que todo lo relacionado con la vacunación es asunto
de las autoridades sanitarias.
Las
consecuencias no se circunscriben sólo a la flagrante y masiva vulneración de
derechos por parte de las administraciones sanitarias. La exclusión de la
figura del médico y la ignorancia del paciente acerca de los síntomas de
posibles efectos adversos, reducen drásticamente la asociación de éstos con la
vacuna, así como las posibilidades de comunicación efectiva de los mismos,
tanto por parte del personal médico, como por la población. A ello hay que
añadir el hecho de que, en general, el propio personal sanitario no está
recibiendo la formación adecuada para poder informar y detectar los efectos
adversos.
En otro
orden de cosas, la situación de colapso de la Atención Primaria – con listas de
espera que muchas veces superan las dos semanas-, la generalización de la
consulta telefónica y la enorme sobrecarga de trabajo de las y los
profesionales, tienen como consecuencia que no se notifiquen los efectos
adversos. La falta de tiempo, información y recursos determinan la
imposibilidad material de rellenar la documentación requerida para ello.
La exclusión
de la figura médica de todo el proceso de la vacunación Covid, así como la
censura y las coacciones contra quienes no siguen el discurso oficial, ha sido
denunciada recientemente por la Alianza Internacional de Médicos y Científicos
Médicos en la Cumbre sobre el Covid [3] celebrada el pasado mes de septiembre en Roma. La
Declaración adoptada en esta cumbre está siendo firmada por más de 12.000
profesionales de la medicina de todo el mundo, entre ellos varios premios
Nobel. Uno de sus apartados dice así: «los
médicos deben defender su derecho a prescribir un tratamiento, observando el
principio PRIMERO NO HACER DAÑO (…) Los derechos de los pacientes, tras estar
completamente informados sobre los riesgos y beneficios de cada opción, deben
ser restablecidos.».
La farmacovigilancia y la
notificación de los efectos adversos.
Se considera
que sólo el 1% de los efectos adversos son notificados[4], [aquí]situación que en la actualidad se ve
agravada, como indicaba anteriormente, tanto como consecuencia de la ignorancia
de las personas vacunadas acerca de los síntomas de los posibles efectos
adversos relacionados con la vacuna, como por la sobrecarga de trabajo en
Atención Primaria.
La Directiva
Europea [5] [aquí] que regula la farmacovigilancia
determina la obligación que tienen las empresas farmacéuticas de establecer,
para medicamentos ya registrados y autorizados, un sistema de información «que debe estar permanentemente disponible
para su inspección. Las autoridades competentes deben comprometerse a
supervisar dichos sistemas de farmacovigilancia». La Directiva justifica la
«importancia para la salud pública de
complementar la información disponible en el momento de la autorización con
información adicional acerca de la seguridad y, en determinados casos, acerca
de la eficacia de los medicamentos autorizados».
Si estas medidas
se adoptan para los fármacos que ya han completado los ensayos clínicos
requeridos para su registro definitivo, es lógico pensar que para aquéllos que
sólo han recibido la «autorización condicional»
– porque la demostración de su seguridad y eficacia está pendiente –
deban informar periódicamente a las autoridades sanitarias de la marcha de sus
estudios de «gestión de riesgos».
La AEMPS
(Agencia Española del Medicamento y
Productos Sanitarios)
en su 8ª Informe de Farmacovigilancia [6] no hace referencia alguna a la
información sobre efectos adversos recibida de las empresas comercializadoras,
quienes en el apartado correspondiente se limitan a desglosar las reacciones
atribuidas a cada una, provenientes de la notificación del personal sanitario o
de la población.
La respuesta
de las empresas farmacéuticas, ante requerimientos realizados ha sido que se
comprometen a informar acerca de los efectos adversos… dentro de dos años.
Recuerdo
que, según el acuerdo alcanzado por la UE con las farmacéuticas en agosto de
2020, serán los gobiernos los que indemnicen por los efectos adversos de las
vacunas Covid. Así mismo vale la pena traer a la memoria que la UE empezó a
comprar millones de dosis de las vacunas sin haber finalizado los exiguos
ensayos clínicos – de dos meses de duración – que demostraran su eficacia y
seguridad [7].
Las farmacéuticas ganan:
los estados europeos indemnizarán por efectos inesperados de las vacunas contra
el coronavirus 15 de septiembre de 2020
Joan-Ramon Laporta/ catedrático emérito de farmacología de la
UAB.
“Las agencias del medicamento son una invención del
capitalismo neoliberal de los años noventa”
14/04/2021
Rofecoxib. Fue retirado del mercado por razones de
seguridad. Fue comercializado bajo los nombres Vioxx, Ceoxx y Cecoxx.
https://es.wikipedia.org/wiki/Rofecoxib
Merck KGaA https://es.wikipedia.org/wiki/Merck_KGaA
¿Qué información contrastada hay
disponible hasta el momento?
La información publicada por la AEMPS sobre los efectos adversos
notificados en España desde el 27 de diciembre de 2020, fecha en que comenzó la vacunación,
hasta el 5 de septiembre de 2021, es
pasmosamente exigua. Tiene una extensión de cinco páginas, incluyendo la
portada, y no menciona ni hace análisis alguno de las circunstancias de los
fallecimientos.
Por
supuesto, tanto en este sitio web, como
en el 8º Informe de Farmacovigilancia de la AEMPS, se indica que todas las
vacunas han recibido «autorización condicional». En ningún lugar, incluido el
de últimas noticias de la citada Agencia, se refleja la presunta autorización
definitiva que habría recibido la vacuna de Pfizer por parte de la FDA,
«noticia» que fue profusamente difundida en diferentes medios de comunicación y
que no ha sido confirmada.
Reproduzco a
continuación algunos datos que aparece en la página oficial de la AEMPS
referente a la vacuna Comirnaty, comercializada por Pfizer-BioNTech (aunque
existe una información semejante para cada una de las vacunas utilizadas en el
Estado español, me referiré a ésta por ser la más utilizada):
·
Ante
la pregunta de si la vacuna reduce la propagación del virus, Pfizer-BioNTech
contesta: «Todavía se desconoce en qué medida las personas vacunadas podrían
ser portadoras del virus y propagarlo».
·
A
pesar de que se está vacunando indiscriminadamente a mujeres embarazadas y en
periodo de lactancia, la citada empresa advierte: «La decisión de administrar
la vacuna a mujeres embarazadas debe adoptarse previa consulta con un
profesional sanitario y después de considerar los riesgos y beneficios».
·
Describen
los síntomas de los efectos adversos graves, como trombosis, miocarditis,
enfermedades neurológicas, renales, etc., indicando que éstos deben ponerse en
conocimiento de las personas vacunadas para que, en su caso, puedan recabar
asistencia médica precoz.
·
La
recomendación de Pfizer-BioNTech sobre las precauciones a adoptar para la dispensación de la vacuna es una cruel
ironía: «Al igual que en todas las vacunas, Comirnaty debe administrarse bajo
estrecha supervisión médica, con el tratamiento médico adecuado«[8].
Todo esto
contradice frontalmente la propaganda «oficial» repetida por los medios de
comunicación acerca de la seguridad y la eficacia de las vacunas, y que, a todas luces, requeriría de una
información previa, «veraz y adecuada», a las personas que van a recibirla.
La
información técnica, incluida la de las propias farmacéuticas, queda sepultada
en un sitio web de la AEMPS y del Ministerio de Sanidad, al que,
obviamente, no accede fácilmente la inmensa mayoría de la población y cuya
existencia no puede eximir a las autoridades sanitarias de la obligación
informar al público en general (artículo
99 de la LAS y artículo 6 de la Ley de Autonomía del
Paciente) y en
concreto a la persona que va a ser vacunada, con carácter previo, y recabando
explícitamente su consentimiento (artículos 3,4,5,6 y 8 de la Ley de Autonomía del
Paciente). No
solamente la información previa está absolutamente ausente, si no que las
autoridades sanitarias y los «expertos» elegidos se encargan de crear un estado
de opinión erigido sobre la minimización de los riesgos y la ocultación de
efectos adversos.
Sobre el
hecho más grave, el fallecimiento de 300 personas, cifra sorprendentemente
pequeña si se compara con la de otros países como se verá, la AEMPS no se
refiere, ni en éste ni en anteriores Informes de Farmacovigilancia, ni a la
causa de la muerte de las mismas, ni a su edad, ni al tiempo transcurrido desde
la vacunación, ni se indica si había padecido o no la enfermedad, si concurrían
otras circunstancias como embarazo o lactancia o si se ha realizado autopsia.
Sólo, escuetamente, se dice que «estos
acontecimientos no pueden considerarse relacionados con las vacunas por el mero
hecho de notificarse» o las sonrojantes consideraciones de que «la vacuna no
reduce las muertes por causas diferentes de la Covid» o que «durante la campaña
de vacunación se siguen produciendo fallecimientos por otras causas».
Y eso es
todo. El 8º Informe de la AEMPS, diez meses después de que se iniciara la
vacunación, no avanza un milímetro en el análisis de esas 300 muertes, muchas
de ellas, probablemente, acaecidas en personas previamente sanas. El estudio de
estas muertes es una responsabilidad directa del Ministerio de Sanidad ante
quienes han fallecido y sus familias y ante los millones de personas que están
siendo vacunadas indiscriminadamente.
El sistema
europeo de farmacovigilancia, EUDRA2, es absolutamente opaco con respecto a la
información sobre muertes producidas tras la vacunación. Puede ser que tal
situación tenga alguna relación con el hecho de que la actual directora de la
Agencia Europea del Medicamento, Emer Cooke,
elegida para el cargo en julio de 2020, en plena pandemia, haya trabajado como
Gerente de Asuntos Científicos y de
Regulación, en Bruselas, para la EFPIA
(Asociación de la Industria Farmacéutica Europea), lobby del sector
farmacéutico ante la UE [9].
La Agencia Europea de
Medicamentos está financiada por las farmacéuticas
No obstante,
los datos publicados por fuentes fidedignas permiten, precisamente por la
globalidad de la pandemia, y por la similitud de las vacunas utilizadas,
extraer importantes conclusiones.
El Sistema
de Notificación de Efectos Adversos, VAERS [10], de EE.UU. a pesar de sus
insuficiencias, ha permitido establecer datos de suma importancia. En EE.UU. las vacunas contra el Covid han
producido en los siete primeros meses de
2021 un 40% más de muertes que todas las otras vacunas existentes a lo largo de
31 años [11].
En el Reino
Unido, el número de muertes debidas a la vacuna Covid en los primeros seis
meses de vacunación ha sido 407% superior a las muertes totales por todas las
demás vacunas en los últimos 11 años [12]
:
En
Inglaterra, con una población total de 56 millones, 30.305 personas murieron en
los 21 días posteriores a haber recibido la vacuna en los seis primeros meses
de 2021 [13].En Escocia, con una población total
de 5,5 millones, 5.522 personas fallecieron en los 28 días posteriores a la
vacunación. Este último periodo de cálculo es el mismo utilizado para atribuir
al Covid 19 la causa de la muerte; es decir, si el fallecimiento se producía 28
días después de una prueba positiva, se contabilizaba como muerte por Covid.
Si nos
fijamos en los datos de Inglaterra, ¿alguien en su sano juicio puede creer que
pueda tener 30.305 fallecimientos por vacunas Covid, y España, con sólo 8
millones de habitantes menos, tenga sólo 300? ¿Cómo es posible que dos
territorios con indicadores generales de salud, servicios, incidencia y
vacunación similares puedan distar tanto en número de fallecimientos?
Con el paso
del tiempo, los exitosos datos iniciales acerca de la efectividad de las vacunas
están siendo contestados en la práctica. Los datos más llamativos son los
procedentes del Estado de Israel, uno de los primeros países en vacunar por
completo a su población. Como puede verse en el cuadro reproducido, procedente
de información gubernamental correspondiente a julio de este año, los casos de
COVID en población completamente vacunada es más de cinco veces superior a los
casos de población no vacunada.
Pinchar sobre el cuadro, para verlo mejor.
Los
argumentos de la industria farmacéutica a favor de una tercera dosis masiva
para contrarrestar la disminución de la eficacia de las vacunas fueron
desechados recientemente por el Comité
Asesor de Vacunas de la FDA [14].
La
vacunación masiva e indiscriminada, incluyendo a las personas que han padecido
la enfermedad o han producido anticuerpos tras el contacto asintomático con el
virus, está siendo seriamente
cuestionada. En primer lugar porque la inmunidad obtenida es más eficaz y
duradera de la que proporciona la vacuna y a continuación porque el riesgo de padecer efectos adversos
tras la vacunación es mayor en estas personas [15].
La vacunación en la infancia y la
adolescencia carece de toda justificación.
Los datos
disponibles en todos los países indican que el riesgo de padecer COVID en la
población más joven, y sobre todo la gravedad de la enfermedad, es muy
inferior, casi despreciable, si no existen otras enfermedades concomitantes [16]. Es decir, la población más joven adquiere inmunidad natural con un
riesgo mínimo de complicaciones.
Así mismo,
en contra de lo que se ha transmitido para justificar la vacunación, en estos
grupos de edad la capacidad de propagar el virus también es mucho menor que
en adultos [17]. Por otra parte, como se ha
demostrado, las personas vacunadas pueden contagiar el virus por lo que esperar
que se produzca la «inmunidad de rebaño» es una ilusión [18].
El riesgo de
efectos adversos graves producidos por las vacunas con ARN-m es aún mayor en la
población más joven. Varios estudios realizados en EE.UU. a partir de datos
oficiales de notificación (VAERS) indican que el riesgo de hospitalización por
miocarditis en varones entre 12 y 17 años, sin enfermedades concomitantes, es
entre 3,7 y 6,1 veces mayor tras la segunda dosis de vacuna que la
hospitalización por Covid en este grupo de edad [19]. Estos hechos, comprobados en
diferentes países, han llevado al Reino Unido a limitar la vacunación en la
infancia y adolescencia a aquellas personas que pertenezcan a grupos de riesgo [20]. Otros
países como Suecia, Finlandia y Dinamarca han suspendido la vacunación con
Moderna en menores de 30 años [21].
En España,
sin información alguna sobre esos efectos adversos, las autoridades sanitarias,
los medios de comunicación y las autoridades educativas han promovido la
vacunación masiva en los mayores de 12 años llegándose incluso a situaciones
violentas en los centros educativos y a amenazas de discriminación a alumnos y
alumnas no vacunadas.
Algunas conclusiones
1º En el
caso de las vacunas COVID, las autoridades sanitarias están incumpliendo de
forma flagrante la legislación vigente que exige el consentimiento informado de
toda persona antes de recibir cualquier tratamiento. En un caso como este, en
el que el fármaco se encuentra en fase de ensayo clínico, con autorización sólo
condicional, la inoculación requeriría, además, el consentimiento por escrito.
2º Se está
obviando el papel atribuido por la legislación vigente al personal médico como
garante de la información previa acerca de los posibles efectos adversos de la
vacunación y de requerir el consentimiento de quien la recibe.
3º Como ya
he indicado en artículos anteriores [22] y [aquí], la sociedad está siendo víctima de un conglomerado de
intereses políticos, económicos y mediáticos que oculta de forma deliberada
información científica contrastada e impide en la práctica el ejercicio de la
soberanía y la autonomía sobre el propio cuerpo que, en teoría, está amparado
por las propias leyes.
4º Los
efectos adversos de las vacunas se van conociendo progresivamente, la lista se
va ampliando, y son desconocidos a medio y largo plazo, por cuanto los ensayos
cínicos que justificaron su aprobación condicional duraron apenas tres meses.
5º En el
caso de la vacunación de la infancia y la adolescencia, promovida con carácter
general en un grupo de población en el que los riesgos son mínimos, se están
vulnerando principios éticos que no deberían ser tolerables. Las consecuencias
a corto plazo de esta barbaridad están siendo ya graves.
6º Una
pregunta final que nos concierne a todas las personas conscientes y
responsables: ¿podemos seguir tolerando que los derechos a la información, a la
autonomía y a la soberanía sobre nuestro cuerpo y nuestra salud estén siendo
intervenidos por intereses de poder económico y mediático, que controlan el
poder político, independientemente del color del gobierno?.
No es fácil
desentrañar las claves que explican lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Nunca lo ha sido. Para poder hacerlo, es preciso identificar los instrumentos
ideológicos que aseguran la reproducción de las estructuras de poder. El
fundamental es la construcción y difusión de un relato que aleja el foco de las
causas reales, persiguiendo a quienes lo cuestionan, la instauración del miedo
que lo perpetúa y, con frecuencia, la venta de artículos-fetiche que, al tiempo
que refuerzan el discurso del poder, aportan suculentos beneficios.
El
procedimiento es muy antiguo, pero las formas se adaptan a los nuevos tiempos.
Si antes eran las religiones las encargadas de imponer la ideología de la
dominación, hoy el capitalismo utiliza el control mediático y el fetichismo
tecnológico.
Siempre
fueron pequeños grupos de personas los que iniciaron la resistencia frente al
oscurantismo de la dominación, pero en ellos estaba y estará la esperanza de
futuro de la humanidad.
Notas:
[1]Ley
14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad.
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1986-10499
[1] https://www.boe.es/buscar/pdf/1986/BOE-A-1986-10499-consolidado.pdf
Ley 41/2002, de 14 de
noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y
obligaciones en materia de información y documentación clínica.
[2] https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2002-22188
Ley 33/2011,
de 4 de octubre, General de Salud Pública.
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2011-15623
Declaración de los médicos: cumbre mundial actualizada de Covid
Alianza Internacional de Médicos y Científicos Médicos
29 de octubre de 2021
[3] https://doctorsandscientistsdeclaration.org/
Soporte electrónico para la salud pública: detección y
notificación de casos validados para enfermedades de notificación obligatoria
mediante datos médicos electrónicos
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2605594/
Electronic Support for Public Health–Vaccine Adverse Event
Reporting System (ESP: VAERS)
[4]https://www.openvaers.com/images/r18hs017045-lazarus-final-report-20116.pdf
Diario Oficial de la Unión Europea
DIRECTIVA 2010/84/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 15 de diciembre de 2010
Que modifica, en lo que respecta a la farmacovigilancia, la
Directiva 2001/83/CE por la que se establece un código comunitario sobre
medicamentos para uso humano
[5] https://www.boe.es/doue/2010/348/L00074-00099.pdf
8º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas COVID-19
[6] https://www.aemps.gob.es/informa/boletines-aemps/boletin-fv/2021-boletin-fv/8o-informe-de-farmacovigilancia-sobre-vacunas-covid-19/
[7] La
complicidad entre los gobiernos de la UE y las multinacionales farmacéuticas en
el caso de las vacunas Covid ha sido analizado recientemente en este artículo. https://www.elsaltodiario.com/industria-farmaceutica/la-covid-los-gobiernos-de-la-ue-y-las-multinacionales-farmaceuticas
Comirnaty (tozinamerán)
[8] https://cima.aemps.es/cima/pdfs/ipe/1201528001/IPE_1201528001.pdf
Emer Cooke
[9] https://en.wikipedia.org/wiki/Emer_Cooke
[10] El
VAERS es el sistema oficial de notificación de EE.UU. y sus datos proceden del
CDC y la FDA.
[11] https://docs.google.com/document/d/1RZ6PHR2ELHTJ4lnDj-OVZcP53JdWIEIvngWLfmzeAn4/edit
HECHO: las muertes debidas a las vacunas Covid en el Reino Unido
después de 6 meses son un 407 % más alta que las muertes debidas a todas las
demás vacunas combinadas en los últimos 11 años
11 DE JULIO DE 2021
[12] https://theexpose.uk/2021/07/11/fact-deaths-due-to-the-covid-vaccines-in-the-uk-after-6-months-are-407-higher-than-deaths-due-to-all-other-vaccines-combined-in-the-past-11-years/
ÚLTIMA HORA: 30,305 personas murieron dentro de los 21 días
posteriores a tener una vacuna Covid-19 en Inglaterra durante los primeros 6
meses de 2021 según datos de ONS
15 DE SEPTIEMBRE DE 2021
[13]https://theexpose.uk/2021/09/15/30k-people-died-within-21-days-of-having-a-covid-19-vaccine-in-england/
La FDA vota 16-2 EN CONTRA de las inyecciones de refuerzo
generalizadas de Covid-19
17 de septiembre de 2021,
[14] https://www.infowars.com/posts/fda-votes-16-2-against-widespread-covid-19-booster-shots/
https://www.infowars.com/posts/fda-votes-16-2-against-widespread-covid-19-booster-shots/
Vacunación de personas que han tenido covid-19: ¿por qué la
inmunidad natural no cuenta en EE. UU?
13 de septiembre de 2021
[15]https://www.bmj.com/content/374/bmj.n2101
¿Por qué el COVID-19 es menos severo en los niños? Una revisión de
los mecanismos propuestos que subyacen a la diferencia relacionada con la edad
en la gravedad de las infecciones por SARS-CoV-2
[16] https://adc.bmj.com/content/106/5/429
Circulación del SARS-CoV-2 en el ámbito escolar: una revisión
sistemática y un metanálisis
07 de septiembre de 2021.
[17]https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.09.03.21263088v1
Cinco razones por las que la inmunidad de rebaño COVID es
probablemente imposible
18 marzo 2021
[18]https://www.nature.com/articles/d41586-021-00728-2
Miocarditis asociada a la vacunación con el ARNm del SARS-CoV-2 en
niños de 12 a 17 años: un análisis estratificado de la base de datos nacional
[19]https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.08.30.21262866v1
¿Debe el Reino Unido vacunar a los niños y adolescentes contra el
covid-19?
23 de julio de 2021
[20]https://www.bmj.com/content/374/bmj.n1866
Finlandia se suma a Suecia y Dinamarca y suspende la vacuna
Moderna en jóvenes
7/10/2021
[21]https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/finlandia-se-suma-a-suecia-y-dinamarca-suspende-la-vacuna-moderna-en-jovenes/10004-4647030
Políticas de exacerbación del miedo
y censura en la gestión del Covid
[22]https://www.elsaltodiario.com/laplaza/politicas-de-exacerbacion-del-miedo-y-censura-en-la-gestion-del-covid y
La Covid, los gobiernos de la UE y las multinacionales
farmacéuticas
Políticas de exacerbación del miedo
y censura en la gestión del Covid
[1] https://www.elsaltodiario.com/laplaza/politicas-de-exacerbacion-del-miedo-y-censura-en-la-gestion-del-covid
https://diario16.com/consentimiento-informado-para-recibir-la-vacuna-covid/
https://www.lahaine.org/est_espanol.php/iconsentimiento-informado-para-recibir-la
Políticas de exacerbación del miedo y censura
en la gestión del Covid
Médica,
Técnica Superior de Salud Pública. Ex diputada, portavoz de Sanidad en el
Congreso
7/9/2021
La
concentración de poder económico y mediático hace aún más apremiante la
necesidad de que surjan voces que exijan con firmeza el debate público. Un
debate abierto y libre con perfiles no solamente científicos, sino económicos,
políticos, filosóficos y éticos.
A medida que pasa el tiempo, el necesario análisis retrospectivo
de las políticas gubernamentales y de los grandes medios de comunicación va
desvelando hechos que difícilmente se corresponden con objetivos de protección
de la salud de las poblaciones frente a la nueva pandemia.
Los interrogantes son
muchos y como veremos, salvo algunas excepciones, las líneas generales
aplicadas por los gobiernos y las corporaciones mediáticas “occidentales”
(leáse la UE y Estados Unidos) no difieren en lo sustancial.
Índice del contenido
del artículo.
1. Miedo, confusión e impotencia
2. La autorización condicional de las vacunas para
una situación de emergencia y la “inexistencia” de alternativas terapéuticas.
3. La eliminación de información que cuestiona el
discurso oficial
3. 1. ¿Quién mueve los hilos del engranaje?
4. ¿A quién se ha censurado?
Notas
1. Miedo, confusión e
impotencia
La militarización del
miedo, ante la irrupción de la crisis sanitaria, con la esperpéntica presencia
de uniformados del Ejército, la Policía y la Guardia Civil en las ruedas de
prensa para informar del Covid y la represión, a veces brutal, en las calles,
se aderezó con las terribles imágenes de personas ancianas muertas en situación
de total abandono, previa denegación de asistencia en la sanidad pública.
Mientras tanto, los hospitales privados exhibían una situación de insultante normalidad y en ellos
ingresaban personajes públicos y personas adineradas de todas las edades. Las
denuncias presentadas por familiares de personas muertas por “homicidio
imprudente, omisión del deber de socorro y denegación de asistencia
médica”, han sido archivadas por la Fiscalía.
La Fiscalía
archiva las primeras denuncias contra responsables de residencias 15/10/2020
La Comunidad
de Madrid sí permitió trasladar a los hospitales a ancianos con seguros
privados
Los ancianos
con seguro privado sí fueron trasladados de las residencias a hospitales en
Madrid
El resultado fue la
creación de una sensación de catástrofe y de riesgo de muerte general para una
enfermedad con una tasa global de letalidad de 0,8% (1).
2. La autorización
condicional de las vacunas para una situación de emergencia y la “inexistencia”
de alternativas terapéuticas.
Con el escenario del
miedo bien instalado, se impone la vacuna como única solución.
La relación entre los
gobiernos de la UE y de Estados Unidos con las multinacionales farmacéuticas en
relación con las circunstancias de autorización de las vacunas ha sido
recientemente tratado por mí en el artículo: “La Covid, los
gobiernos de la UE y las multinacionales farmacéuticas”.
La culminación del
proceso para la autorización de emergencia (en Estados Unidos) y condicional
(en la UE) requirió de dos condiciones interconectadas: convencer a la opinión
pública de que no existía tratamiento alternativo y la neutralización de la
creciente información que contradecía el discurso oficial.
Uno de los cuatro
criterios establecidos por la Food and Drug Administration (FDA)
para autorizar el uso de emergencia de un medicamento es la “inexistencia de
alternativa adecuada, aprobada, disponible”.
El primer objetivo, pues,
era situar la vacuna como única posibilidad terapéutica, desacreditando otras
medicamentos, que sin constituir la panacea —eso en medicina no existe— estaban
demostrando ser relativamente eficaces en tratamientos extrahospitalarios.
A pesar de que 56 países (2)
(aquí)
adoptaron el tratamiento ambulatorio precoz para casos de Covid con
medicamentos poco costosos, bien conocidos —la hidroxicloroquina
(HQC) y la
ivermectina forman parte de la lista de medicamentos esenciales de la OMS—,
y con una eficacia relativamente alta, no sólo fueron denigrados o
minusvalorados por los grandes medios de comunicación, sino que en EE UU llegó
a prohibirse en
las farmacias su dispensación para el tratamiento del Covid.
El desprestigio de
cualquier otro tratamiento y de los profesionales que los utilizaban abría la
puerta —en un escenario de terror e inseguridad generalizados— a las vacunas
como solución definitiva
Uno de los escándalos
editoriales más ilustrativos es el que tuvo lugar en la prestigiosa
revista The Lancet, con la publicación el 22 de mayo de 2020 de un
estudio en el que se revelaba el “peligro de muerte cardíaca” ocasionado por la
HCQ en el tratamiento de la Covid. Esta publicación, ampliamente difundida en
todo el mundo, llevó a la inmediata suspensión de ensayos clínicos con HCQ. El
4 de junio, The Lancet se retractaba.
Tres de los cuatro firmantes del artículo se retractaron y dos de ellos
reconocieron tener conflicto de intereses con la multinacional Gilead que
promovía el Redemsvir, también para el tratamiento del Covid. El artículo se retiró pero el daño ya
estaba hecho. Durante una reunión de expertos a puerta cerrada filtrada el 24 de mayo de 2020 en
Francia, los editores de The Lancet y New England
Journal of Medicine (NEJM) explicaron cómo los actores farmacéuticos
económicamente poderosos estaban corrompiendo “criminalmente” la ciencia médica
para promover sus intereses (3).
Ha habido que esperar
hasta hace pocos días para que la OMS anuncie la puesta en marcha del ensayo
llamado “Solidarity” para estudiar el tratamiento
del Covid con varios de ellos, entre ellos la hidroxicloroquina, tras
haber suspendido el ensayo correspondiente en mayo de 2020, “por precaución”.
La OMS
suspende los ensayos clínicos con hidroxicloroquina por “precaución”
La OMS decide
suspender los ensayos clínicos de Covid-19 con hidroxicloroquina “por
precaución”
OMS suspende
temporalmente los ensayos clínicos de hidroxicloroquina por seguridad
OMS suspende
temporalmente los ensayos clínicos de hidroxicloroquina por seguridad
El desprestigio de
cualquier otro tratamiento, incluida la administración de suero hiperinmune
procedente de pacientes que superaron el Covid, y de los profesionales que los
utilizaban, como veremos, abría la puerta —en un escenario de terror e
inseguridad generalizados— a las vacunas como solución definitiva.
3. La eliminación de
información que cuestiona el discurso oficial
Poco tiempo después de
surgir la pandemia, empezaron a aparecer enlaces en los navegadores de internet
a noticias no buscadas, precisamente cuando se trataba de encontrar opiniones
de expertos que podían cuestionar el discurso dominante. En estos enlaces se
califica como fake la noticia requerida y dirigían hacia informaciones
oficiales. Desde hace algunos meses, para los buscadores en lengua castellana,
el procedimiento se ha sofisticado. Páginas como newtral.es o maldita.es, actuando a la velocidad del rayo,
califican como falsa toda información emitida por científicos de cualquier
parte del mundo que cuestionen la versión imperante. Puede decirse que la
rapidez a la que actúan es directamente proporcional a la categoría profesional
del investigador emisor de la información.
Pero Spain no es
diferente. Se trata de una estrategia general centralizada en la Trusted
News Initiative-Iniciativa de Noticias de Confianza (TNI), puesta en marcha
y liderada por la BBC. La TNI se crea en 2019, pero adquiere un enorme impulso
dos semanas después de que la OMS declare la situación de pandemia por Covid, asumiendo
como objetivo “combatir la
desinformación dañina sobre vacunas” al tiempo que
“anuncia un importante proyecto de investigación”.
Los miembros de la TNI
(4) se alertan inmediatamente de la presencia de contenido inadecuado, el cual “se revisará
con prontitud para garantizar que no se vuelva a publicar la desinformación”.
Es decir, se eliminará.
International
Fact-Checking Network en el Estado español aquí
Estas empresas son las
que en cada país buscan los socios más adecuados. En el Estado
español, Newtral y Maldita actúan en colaboración con
Facebook/ Whatsapp y Google/Youtube. La empresa Newtral, de la periodista Ana Pastor,
declara un capital social inicial, en octubre de 2017, inferior a 10.000 euros
y afirma haber facturado en 2020 más de 2.500.000 de euros.
El canon, el único
discurso válido, es el oficial que proviene de la OMS o de los organismos
gubernamentales. Todo ello, a pesar de que, como corresponde a un proceso
desconocido anteriormente, las informaciones “oficiales” se revelen como falsas
o contradictorias poco tiempo después.
No se puede ocultar que las multinacionales farmacéuticas tienen un larguísimo historial de corrupción de políticos, expertos y médicos para lograr sus objetivos económicos
Lo que no se puede
ocultar, si no es con intereses espurios, es que las multinacionales
farmacéuticas tienen un larguísimo historial de corrupción de políticos,
expertos y médicos para lograr sus objetivos económicos, como ha denunciado
magistralmente Peter C.
Gotzsche (5).
Baste ahora recordar el soborno realizado por la multinacionales farmacéuticas
al Comité de Expertos de la OMS para la gripe A y denunciado por la misma
agencia internacional al día siguiente de declarar extinguida la pandemia. El
pasado mes de julio se conoció que las tres mayores empresas distribuidoras de
medicamentos y la farmacéutica Johnson & Johson habían acordado pagar
26.000 millones de dólares para hacer frente a las demandas por su
responsabilidad al promover fraudulentamente el consumo de opioides. Se generó
así la adición a los mismos de muchas centenares de
miles de personas falleciendo cerca de 70.000 por sobredosis.
3. 1. ¿Quién mueve los
hilos del engranaje?
Como corresponde al
multimillonario negocio abierto con la compra por parte de los estados de
cientos de millones de dosis de vacunas contra el Covid 19, las dos mayores
empresas de Fondos de
Inversión del mundo, Black Rock y
The Vanguard
Group son las mayores accionistas de la tres grandes
multinacionales farmacéuticas productoras de vacunas: Pfizer, Moderna y Astra
Zeneka.
Fondos de
inversión. Los nuevos amos del mundo
Deuda y
fondos de inversión: el mundo no es suficiente
Los fondos de
inversión desembarcan en el cuidado de mayores
Estos dos gigantescos
Fondos son inversores mayoritarios en las principales empresas del Ibex 35,
incluidos los grandes bancos CaixaBank, Banco Santander y BBVA, quienes a su
vez son accionistas de los principales medios de
comunicación del Estado español. Entre los dos Fondos son además accionistas mayoritarios del New
York Times y de cuatro de los seis grandes grupos que controlan los
medios de comunicación en EE.UU., y en buena parte del mundo: Time
Warner, Comcast, Disney y News Corp.
¿Cuánto
mandan los bancos en los medios?
Las
farmacéuticas y los medios de información pertenecen a dos fondos gigantes
En el Estado español no
sólo controlan ambos fondos de inversión la producción de información y la
creación de opinión a través de estos gigantes de la comunicación sino que
desde noviembre de 2020, Blackrock y otro gran fondo de inversión, CVC, se
convirtieron en los mayores propietarios del
Grupo Prisa, incluido El País y la Cadena SER, al comprar su deuda por un valor
de más de 1.000 millones de euros.
Además, Blackrock es
propietaria de parte importante del accionariado de
los principales conglomerados mediáticos del Estado español. Controla
directamente parte del accionariado del grupo Atresmedia, propietario de Antena
3 y la Sexta, y del grupo Mediaset, propietario de Cuatro y Telecinco.
Diferentes autores están
señalando el conocimiento limitado e inestable que se posee acerca del Covid
que hace que temas como la eficacia del confinamiento o de las vacunas estén en
discusión, y sobre todo, se preguntan acerca de la confiabilidad atribuible a
quienes deciden si una información es falsa o dañina. La investigadora de
bioética sueca Emilia Niemiec analizaba en un reciente informe científico
titulado “COVID-19 y desinformación: ¿Es la censura de las redes sociales un
remedio para la difusión de desinformación médica?”, si la censura podría
servir intereses políticos, comerciales u otros. En el citado informe afirmaba:
“La censura no se basa únicamente en la ciencia. Un análisis de contenido
prohibido en las redes sociales sugiere que la moderación a menudo tiene un
sesgo político“.
Diferentes autores están señalando el conocimiento limitado e inestable que se posee acerca del Covid que hace que temas como la eficacia del confinamiento o de las vacunas estén en discusión, y sobre todo, se preguntan acerca de la confiabilidad atribuible a quienes deciden si una información es falsa o dañina
En el mismo sentido, el
senador australiano Malcolm Roberts preguntó en el Senado el 11 de agosto “si
existía un posible ‘conflicto de intereses’ que le diera a Google la última
palabra sobre cómo se analiza y aprueba la información sobre la vacuna
Covid-19“. Roberts señaló al respecto que “la empresa matriz de Google y
YouTube, Alphabet, posee el 12 por
ciento de Vaccitech Ltd. a través de un fondo de
capital de riesgo GV (anteriormente Google Ventures). Vaccitech es una empresa
de biotecnología con sede en el Reino Unido que co-inventó la vacuna
AstraZeneca”. La publicación citada afirma haberse dirigido a Alphabet,
Vaccitech y Google para contrastar la información sin haber obtenido respuesta.
Este conglomerado de
poder económico y mediático está contando con la colaboración pasiva de la
mayor parte de las sociedades médicas —que subsisten en gran medida gracias a
las subvenciones de la industria farmacéutica— y la muy activa de los gobiernos
de todo color político como brazos ejecutores indispensables de todo este
engranaje de intereses.
Hablar de la
independencia de los medios de comunicación, en general, y muy especialmente en
los que concierne a la epidemia Covid y a las vacunas, parece una broma de mal
gusto y/o un insulto a la inteligencia.
4. ¿A quién se ha
censurado?
Por si alguna persona
ingenua pudiera pensar que se ha censurado a youtubers “antivacunas” o a
líderes de extrema derecha negacionista, menciono a algunas de las muchas
personalidades científicas de primer nivel y sin conflicto de intereses con la
industria farmacéutica. Este aspecto es crucial, como bien puede comprenderse,
y que está por demostrar por parte de los socios centrales y periféricos de la
TNI.
Estas personas
censuradas, denigradas y estigmatizadas como “negacionistas” o “antivacunas” no
tienen nada en común entre sí, salvo haber emitido puntos de vista críticos con
las vacunas Covid o la gestión de la pandemia, vinculados estrictamente a su
ámbito profesional o científico. Todas ellas han sido denostadas por personal
de medios de comunicación con una cualificación muy inferior o inexistente para
estos temas y para los que, insisto, está por establecer, para ellos y para sus
empresas, la ausencia de vinculación económica con las grandes corporaciones
farmacéuticas.
Luc Montagnier. Virólogo
francés. Premio Nóbel de Medicina en 2008.
Kary Banks
Mullis. Bioquímico estadounidense. Premio Nóbel de Química, inventor
de la PCR.
John
Ioannidis. Médico griego-estadounidense, director del Centro de
Investigación en Prevención de Stanford. Editor jefe del European Journal of
Clinical Investigation.
Robert W. Malone. Virólogo, inmunólogo y biólogo
molecular estadounidense. Inventor de la plataforma de tecnología ARNm.
Didier Raoult.
Infectólogo y microbiólogo francés, especialista en las enfermedades
infecciosas emergentes en la Universidad de Aix-Marsella AMU. Forma parte del
Consejo científico independiente Covid-19 que asesora al gobierno de Francia
en la lucha contra la pandemia de enfermedad por coronavirus
Karina
Acevedo. Doctora en Inmunogenética por la Universidad de Cambridge,
Posdoctorado en Epidemiología por el Instituto de Zoología de Londres. Doctora
en Zoología (Ecología Molecular).
El TNI también ha
censurado a personal médico de primera línea que ha salvado miles de vidas con
los primeros tratamientos de Covid-19. A finales del mes de julio se conoció la
noticia de que Giuseppe De Donno, exjefe de neumología del hospital Carlo Poma
de Mantua, conocido por haber usado con pacientes graves el tratamiento con
suero hiperinmune procedente de personas que habían padecido y sobrevivido al
Covid 19, había aparecido ahorcado en su casa. A pesar de que todos los
pacientes así tratados sobrevivieron a la enfermedad, De Donno fue atacado y
denigrado públicamente, hasta el punto de que abandonó su puesto y se dedicó a
la “medicina de base”. La Fiscalía ha abierto investigaciones para
esclarecer las circunstancias de su muerte y excluir un homicidio.
Giuseppe De
Donno, quien fue el neumólogo que se suicidó y pionero del plasma hiperinmune
Se suicida el
médico que inició la terapia del plasma hiperinmune contra el Covid-19
La terapia
con plasma hiperinmune disminuye la gravedad de covid-19
Se suicida
Giuseppe De Donno, el médico del plasma hiperinmune contra el COVID
Es inaceptable desde el más elemental derecho a la información la censura como instrumento para negar cualquier debate o controversia pública entre cualificados interlocutores con posiciones diferentes
Sin pretender que las
valoraciones de los científicos censurados concentren los análisis definitivos
sobre el tema, lo que es inaceptable desde el más elemental derecho a la
información es la censura como instrumento para negar cualquier debate o
controversia pública entre cualificados interlocutores con posiciones
diferentes. El hecho de que ésta sea la política general que se está implementando
en la mayoría de los países apuntala la sospecha de que se está hurtando el
debate a la sociedad, precisamente porque es la única manera de conseguir que
el miedo haga su trabajo, anestesiando la reivindicación del derecho a saber,
mientras los dueños de las farmacéuticas y de los medios de comunicación
culminan su negocio.
Resumiendo,
los propietarios de los grandes fondos de inversión del mundo son, a su vez,
los dueños mayoritarios de las principales multinacionales farmacéuticas que
están vendiendo sus vacunas a los Estados por valor de decenas de miles de
millones de euros. Y esos mismos fondos de inversión, no sólo controlan la mayor
parte de los grandes emporios mediáticos en EE UU —que a su vez controlan los
medios locales “occidentales”—, sino que son propietarios mayoritarios, directa
o indirectamente, de los principales grupos mediáticos del Estado español.
Es esta fase del
capitalismo, con el mayor grado de concentración de capital que ha conocido la
historia, la que permite el mayor grado de control social y la que,
precisamente no soporta niveles de libertad de expresión que, en su momento,
fueron consustanciales a las revoluciones burguesas. Máxima capacidad de
control y mínima elasticidad para soportar la contradicción, indicadores de la
falsa libertad que preconizan y de la decadencia del sistema.
En todo caso, el hecho de
que, por ahora, la concentración de poder económico y mediático convierta en
anécdota irrelevante el color político de los diferentes gobiernos que,
sumisos, marcan el paso de quienes realmente tienen en sus manos el poder, hace
aún más apremiante la necesidad de que surjan —y se publiquen en medios de
comunicación verdaderamente independientes— voces que exijan con firmeza el
debate público. Un debate abierto y libre con perfiles no solamente
científicos, sino económicos, políticos, filosóficos y éticos.
Voces que, como el “Yo
acuso” de Emile Zola, deben levantarse sobre la violencia que impone las
acusaciones de “negacionista”, “antivacunas” o sospechoso de connivencia con la
extrema derecha, realizadas precisamente por quienes desde posiciones
dogmáticas intentan imponer el pensamiento único, o lo que es lo mismo, el no
pensamiento.
Notas
1) “El riesgo general de muerte por
infección fue del 0,8% (19 228 de 2,3 millones de personas infectadas,
intervalo de confianza del 95%: 0,8% a 0,9%) para las muertes confirmadas por
covid-19 y 1,1% (24 778 de 2,3 millones de personas infectadas, 1,0% a 1,2 %)
por exceso de muertes”. Aunque dicha tasa, como suele ocurrir en las
enfermedades respiratorias, aumentaba sensiblemente a partir de los 50 años
(11,6%) y sobre todo, a partir de los 80 años: (11,4% al 23,2%) en hombres y
del 4, 6 al 6,5% en mujeres“. Estudio sero-epidemiológico realizado por
investigadores del Instituto de Salud Carlos III y publicado en el British
Medical Journal.
https://www.bmj.com/content/bmj/371/bmj.m4509.full.pdf
2) https://c19adoption.com/ Citado por Elizhabeth Woodworth en https://www.globalresearch.ca/covid-19-shadowy-trusted-news-initiative/5752930
COVID-19
y la sombría "Iniciativa de noticias confiables"
3) Un análisis detallado y riguroso de este proceso, realizado por la Dra.
Elizabeth Woodworth puede consultarse aquí: https://off-guardian.org/2020/06/23/the-deadly-hydroxychloroquine-publishing-scandal/
4) La BBC informó de que sus socios son:
AP, AFP; BBC, CBC / Radio-Canada, Unión Europea de Radiodifusión (EBU),
Facebook, Financial Times, First Draft, Google / YouTube, The Hindu, Microsoft,
Reuters, Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, Twitter, The
Washington Post”.
5) Gotzsche, Peter C. (2014).
Medicamentos que matan y crimen organizado . 8ª edición.
https://www.elsaltodiario.com/autor/angeles-maestro
La Covid, los gobiernos de la UE y
las multinacionales farmacéuticas
31 de
mayo del 2021
El desarrollo de la pandemia Covid 19 se ha caracterizado desde el
punto de vista mediático por una estrategia destinada a generar confusión,
miedo e impotencia. El procedimiento es un abrumador bombardeo de noticias
carentes del más elemental rigor científico —por ejemplo se usan cifras
absolutas y no tasas (relación entre el número de casos y el volumen de
población) para valorar la incidencia, de forma que cualquier comparación es
absurda— y por una ocultación sistemática de la información que plantea alguna
duda sobre la versión oficial, incluso la proveniente de las fuentes más
reputadas.
Este trabajo pretende contribuir a analizar un fenómeno muy
complejo y atravesado por poderosísimos intereses, que pone de manifiesto el
sometimiento estricto de las decisiones políticas a los intereses del gran
capital, en detrimento de la teórica prioridad de salvaguardar la vida y la
salud de sus poblaciones. La gestión de la compra de vacunas, tanto por parte
de la Comisión Europea, como del gobierno español, es un ejemplo paradigmático
del sometimiento de los objetivos de salud al negocio privado.
Índice del contenido de
este artículo
1. Desaparición de
las farmacéuticas públicas y financiación por el Estado de las multinacionales
2. El negocio del
siglo: financiación pública anticipada y exención de responsabilidad
3. Los intereses
económicos que controlan decisiones políticas
4. La trampa del
COVAX
5. Qué sabemos y,
sobre todo, qué no sabemos sobre las vacunas que se están utilizando en la UE
6- Farmacovigilancia.
El lobo guardando el rebaño
7. Prácticas
delictivas y mafiosas
8. El contrato del
siglo. La UE negocia comprar a PfizerBioNtech 1.800 millones de dosis
Conclusiones
Anexo. Acerca de las
“diferencias” entre la autorización de emergencia (FDA) y la autorización
condicional (EMA) para las vacunas contra el Covid.
Notas
1. Desaparición de las farmacéuticas públicas y financiación por
el Estado de las multinacionales
En los países capitalistas, la producción y distribución de
medicamentos se ha concentrado en grandes monopolios, al tiempo que han
desaparecido las empresas farmacéuticas públicas. Todo ello a pesar de que,
históricamente, la OMS —y la lógica sanitaria más elemental— ha recomendado la
creación en cada país de industrias públicas productoras de los medicamentos
esenciales, entre los que las vacunas y los hemoderivados ocupan los primeros
lugares. La actual pandemia Covid 19 ha puesto de manifiesto la realidad:
ningún país de la UE ha producido hasta la fecha ninguna vacuna en laboratorios
públicos [1].
Algo parecido
ocurre en España con la vacuna, también nasal, sobre la que trabaja un equipo
del CSIC, con científicos con contratos precarios e investigadores jubilados
que trabajan gratis. https://www.eldiario.es/sociedad/retrasar-edad-jubilacion-buscar-vacuna-coronavirus-facil-seria-dejarlo-siento-obligacion-moral_1_6462532.html
En España, de cada 100 euros del gasto público en sanidad, 29,6 se invierten en
medicamentos, cerca de 30.000 millones de euros al año. Las multinacionales
farmacéuticas controlan la financiación de fármacos y la prescripción. Muchas
veces lo hacen mediante soborno directo de los médicos, y en general,
influyendo decisivamente en los planes de estudio de medicina, manejando los
resortes para incluir en el Registro nuevos fármacos que no son tales [2], financiando todos los
congresos de especialidades médicas, poniendo a su servicio la investigación
pública e incluso patrocinando asociaciones de personas enfermas.
2. El negocio del siglo: financiación pública anticipada y
exención de responsabilidad
Una de las
consecuencias de la pandemia es el colosal negocio para las multinacionales
farmacéuticas, calculado en la UE, por ahora, en 50.000 millones de euros
derivados de la compra por los Estados de millones de dosis de vacunas [4]. Gigantes empresariales como GKS, Pfizer o
AstraZeneka, que como veremos más adelante encabezan las listas de sanciones
por prácticas delictivas y que exhiben anualmente unos márgenes de beneficios
que superan con creces a los de la banca, ni siquiera han tenido que arriesgar
sus inversiones. Con dinero público de los estados de la UE, entre ellos del
español, se adjudicaron por adelantado, en agosto de 2020, 2.000 millones de
euros para comprar millones de dosis de vacuna [4]. Y lo hicieron antes de que se hubiera demostrado
la validez, eficacia y seguridad de sus productos.
Todas las grandes farmacéuticas han conseguido de los gobiernos de
la UE que sean ellos quienes paguen las indemnizaciones por posibles efectos
secundarios de la vacuna. Además, están tratando de
lograr ser eximidas por completo de responsabilidad civil por
las secuelas producidas por sus medicamentos.
3. Los intereses económicos que controlan decisiones políticas
En agosto de 2010, un día después de declarar finalizada la
epidemia de gripe A, la OMS hizo
público que los miembros de su Comité de Expertos habían sido sobornados
por las multinacionales farmacéuticas fabricantes de vacunas y de antivirales,
como Tamiflú y Relenza (La Roche y GlaxoSmithkline, respectivamente). La OMS
fue acusada de haber generado una situación de alarma injustificada que llevó a
muchos países a la compra masiva de vacunas y medicamentos como los citados.
Durante todo este tiempo mantuvo en secreto los nombres de su comité de
expertos con el pretexto de “evitar presiones”.
Desde la década de los 90, la financiación por parte de los Estados
miembros a la OMS ha ido disminuyendo a medida que aumentaban los fondos
privados. Grandes fortunas como Bill Gates y multinacionales farmacéuticas
aportan el 90% del presupuesto de la OMS. La gráfica siguiente habla por sí
sola:
Pinchar sobre el cuadro, para verlo mejor.
El magnate norteamericano es accionista de una decena de
farmacéuticas, incluyendo Pfizer y AstraZeneca. La Fundación AstraZeneca en
España tiene en su nómina como asesores a directores de hospitales e
instituciones públicas de investigación [5].
Pinchar sobre el cuadro, para verlo mejor.
La evidencia de los vínculos entre los grandes farmacéuticos con
el poder económico y político es abrumadora:
El principal propietario de Pfizer es el fondo de inversiones Black Rock, el más grande del mundo en gestión de activos: 5,1 billones de
dólares en 2016, según la compañía. Black Rock tiene 9.000 millones de dólares
invertidos en la banca española y 12.000 millones en el IBEX [6].
Además, en asociación con Naturgy (antes Gas Natural - Fenosa), Black Rock
participa con el 49% en el gasoducto Argelia-España,
Medgaz.
El 11 de diciembre de 2020 el presidente de EE.UU., Donald Trump,
dio un ultimátum a Stephen Hahn,
director de la FDA,
para que autorizara ese mismo día la vacuna o se buscara otro trabajo. La
amenaza surtió efecto, la vacuna de Pfizer recibió la autorización de
emergencia al día siguiente y el gigante Walmart anunció su disposición para
distribuir la vacuna en 5.000 establecimientos de EE.UU.
La
Agencia Europea del Medicamento (EMA), facilitó la autorización de emergencia
de Pfizer en un tiempo récord y el 27 de diciembre empezó a inocularse en los
países de la UE. La EMA también recibe el 90% de sus fondos de las grandes
empresas farmacéuticas
La Agencia Europea de Medicamentos está financiada por las
farmacéuticas
Emer Cooke. La directora de la
Agencia Europea de Medicamentos trabajó para el principal lobby de las
farmacéuticas
La EMA, Agencia Europea del Medicamento, también facilitó la
autorización de emergencia de Pfizer en un tiempo récord y el 27 de diciembre
empezó a inocularse en los países de la UE. La EMA también recibe el 90% de sus
fondos de las grandes empresas farmacéuticas. Su nueva directora es vasalla
fiel de la industria farmacéutica. Tal y como publica la OMS en su biografía,
procede de la industria irlandesa del medicamento y ha trabajado como Gerente
de Asuntos Científicos y de Regulación en Bruselas para la EFPIA (Asociación de
la Industria Farmacéutica Europea), lobby del sector farmacéutico ante la UE.
Fue elegida como directora de la EMA en plena pandemia, en julio de 2020.
Ministros, consejeros... El
'lobby' y las puertas giratorias merman los recursos para Sanidad. Por
Marcos García Rey
En España, la penetración de las multinacionales
farmacéuticas en las instancias políticas ha
sido una constante cuya descripción sobrepasa los límites de este trabajo.
Valga recordar que desde el primer gobierno del PSOE en 1982 todos los
ministros y ministras de sanidad lo han sido con el plácet de la industria
farmacéutica. El primero en no contar con su visto bueno fue Ciriaco de Vicente, un hombre honrado, y esto
supuso que Felipe González designara a otro candidato, Ernest Lluch.
El fenómeno de las
"puertas giratorias" en el campo de la salud
El fichaje por parte de las farmacéuticas de altos cargos del
Ministerio de Sanidad y de las Consejerías de las Comunidades Autónomas,
incluido el ex-Ministro Bernat Soria, ha sido una constante [7]. En
plena pandemia, el Ministro de Sanidad del PSOE
participó en un importante
evento con la multinacional farmacéutica Roche —gran protagonista
del escándalo de la Gripe A y el Tamifú— patrocinado por el periódico El
País para diseñar la “sanidad del futuro”, en base al esquema de
“colaboración público-privada”, preconizado por la farmacéutica.
Un acto de la farmacéutica
Roche con el ministro Illa para “trazar las líneas de la sanidad”.
9/10/2020
El ganador del premio Nobel Richard J. Roberts denuncia la forma en la
que operan las grandes farmacéuticas dentro del sistema capitalista,
anteponiendo los beneficios económicos a la salud y deteniendo el avance
científico en la cura de enfermedades porque curar no es tan rentable como la
cronicidad. Las farmacéuticas bloquean las medicinas que curan
Peter Gøtzsche: “la industria
farmacéutica les miente a los médicos”
https://www.mundonuevo.cl/peter-gotzsche-la-industria-farmaceutica-les-miente-a-los-medicos/
El intento de eliminar del Registro a los medicamentos ineficaces
e inseguros —España tiene casi cinco veces más medicamentos registrados que
otros países de la UE— supuso en su momento el viaje a Madrid de Henry
Kissinger, consejero de la compañía norteamericana Sharp and Dome (MSD), en visita privada para
“velar por los intereses de su empresa”. Consiguió su objetivo: el asunto se
saldó con la dimisión del Director General de Farmacia, Félix Lobo.
Juan Manuel Reol, portavoz de Farmaindustria,
no sufre ese dilema que parece ocupar al director general de Farmacia: "Un
producto eficaz y seguro ofrece suficientes garantías para ser
autorizado", recalca. Lo que los expertos consideran exceso de
medicamentos, para Reol es simplemente "la libertad de elegir". Según
el portavoz de Farmaindustria, son los propios laboratorios los que deben
decidir, por criterios comerciales, si hay excesivas repeticiones de una
especialidad y si ésta ya no es competitiva.
Juan Ramón Laporte, experto en Farmacología, no
comparte el mismo criterio. "La única ventaja de tener 14.000 productos es
contribuir a la buena salud de los laboratorios", declara con
socarronería. "Todos esos productos no nos permiten tratar más
especialidades", añade. En su opinión, "un 20% de los fármacos
disponibles son inútiles o meras repeticiones". Y otro 20% "no
pasaría el registro en Europa". En concreto "los hepatoprotectores
con pocas coenzimas no serían registrados en Estados Unidos". Cree Juan
Ramón Laporte que "la Administración ha sido muy
condescendiente con los laboratorios de titularidad española por temor a la
amenaza de paro".
La
Administración y la industria farmacéutica negocian para limitar la excesiva
proliferación de medicamentos. 18/7/1986
Esos inconvenientes se
resolvieron con la creación de la Agencia Española del Medicamento, que
inicialmente fue un organismo autónomo y después una agencia estatal encargada
de facto de las decisiones políticas en ese ámbito. Se conseguía así situar la
política del medicamento fuera de las estructuras ministeriales y hacerla mucho
más controlable por las multinacionales farmacéuticas. Joan Ramón Laporte [8], máxima autoridad científica en materia del
medicamento en el Estado español, afirmó recientemente: “las Agencias del Medicamento fueron una invención del capitalismo
neoliberal de los años noventa”.
4. La trampa del COVAX
COVAX, presentada en el Foro Mundial de Davos en 2017
como una colaboración mundial con la que acelerar el desarrollo de
tratamientos, pruebas y vacunas contra la Covid-19, es una institución fundada
por la Global Alliance for Vaccines and Inmunizations (GAVI) y
por la Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (CEPI),
ambas producidas, diseñadas y financiadas por la Fundación
Bill y Melinda Gates.
COVAX se presenta como una institución “público-privada” que, como todas las que usan este eufemismo tan en boga, utiliza financiación pública, de los gobiernos, para beneficio privado. Actúa como banco comercial para la compra de vacunas a multinacionales farmacéuticas
Se presenta como una institución “público-privada” que, como todas
las que usan este eufemismo tan en boga, utiliza financiación pública, de los
gobiernos, para beneficio privado. Actúa como banco comercial para la compra de
vacunas a multinacionales farmacéuticas. Utiliza el disfraz público y benéfico
de servir para garantizar el acceso equitativo a las vacunas, cuando en
realidad su finalidad es moldear la industria mundial de fabricación de vacunas
y el mercado de consumo de vacunas en el los países pobres [9].
La creación de COVAX obedece a tres objetivos fundamentales:
proteger las patentes, evitar al máximo la distribución de vacunas procedentes
de instituciones públicas de países como China, Rusia y Cuba, e impedir que las
vacunas sean producidas directamente por países que tienen capacidad para ello,
como Sudáfrica, India o Brasil [10].
5. Qué sabemos y, sobre todo, qué no sabemos sobre las vacunas que
se están utilizando en la UE
La autorización de emergencia que han recibido todas las vacunas contra
el Covid 19 no es una aprobación como la que recibe cualquier otro medicamento,
sino que se utiliza cuando los fármacos en cuestión no han mostrado la
documentación exigida para ello. La decisión excepcional de permitir su uso se
adopta en función de una grave situación de alarma que justificaría correr los
riesgos inherentes al incumplimiento de los protocolos y controles exigidos
antes de permitir el uso de cualquier medicamento.
Pasados los momentos de shock, de confusión y hasta de pánico, en
buena medida inducidos por los medios de comunicación, cabe destacar que
la tasa de
letalidad media, en el momento más álgido de la epidemia (mayo de 2020) en España
era muy baja: 0,8% (una de las más bajas de Europa) concentrada en personas
mayores el 95% tiene más de 65 años. La comparación de esta letalidad con la
tasa de letalidad de la difteria, que en menores de 5 años era del 20%, ayuda a
relativizar adecuadamente la situación y a plantear la pregunta de si, en tales
circunstancias, es razonable prescindir de los protocolos de seguridad e
ignorar los requerimientos establecidos, precisamente cuando se trata de
administrar fármacos nuevos a centenares de millones de personas.
En los momentos en los que se escribe este artículo no ha habido
noticia de que ninguna de las empresas fabricantes de las vacunas que se están
usando en la UE esté siguiendo los protocolos exigidos para la autorización
definitiva, a pesar de los muchos millones de personas que ya han sido
inoculadas.
El derecho de patente, y por lo tanto, la ocultación de
información sobre la composición exacta del fármaco, imposibilita una
valoración contrastada tanto de la eficacia como de los riesgos de las nuevas
vacunas. El oscurantismo en los acuerdos de la UE con las multinacionales
farmacéuticas para la compra de vacunas, que previamente había
financiado, ha sido
denunciado con insistencia en el Parlamento
Europeo. Ni siquiera los eurodiputados han podido acceder a la documentación
completa de los contratos en los que se han invertido más de 2.000 millones de
dinero público.
El
oscurantismo en los acuerdos de la UE con las multinacionales farmacéuticas
para la compra de vacunas, que previamente había financiado, ha sido denunciado
con insistencia en el Parlamento Europeo
La información ofrecida por el Departamento de Salud del Reino
Unido a los profesionales sanitarios, procedente de datos de la propia empresa
acerca de la vacuna de Pfizer-BioNtech, ilustra respecto a la ausencia de
verificación de aspectos muy relevantes acerca de la seguridad y eficacia de la
misma, a pesar de lo cual se está procediendo a vacunar a millones de personas [11]. Del citado informe británico, la Coordinadora
Antiprivatización de la Sanidad (CAS) destaca lo siguiente:
- La eficacia de esta vacuna es muy pequeña si se compara con los
niveles de protección de vacunas anteriores [12]. La vacuna de Pfizer
prevendría sólo un caso leve-moderado por cada 119 personas vacunadas; es decir
los otros 118 se verían sometidos a los efectos secundarios sin obtener ningún
beneficio.
- La protección conferida se refiere solamente a casos leves o
moderados. No hay datos
acerca de la eficiencia en la prevención de casos graves (hospitalizaciones,
ingreso en la UCI) o mortalidad. Afirmar que la vacuna previene muertes carece
totalmente de fundamento. Es más, los ensayos no están diseñados para valorar
su eficacia para evitar casos graves o mortales.
- No se han completado los datos sobre toxicidad reproductiva en
animales.
- No se conocen los efectos en menores de 18 años, ni en mayores
de 65 años, a pesar de que se ha informado que la vacunación en el Estado
español empezará por este último grupo de edad.
- Se excluye la vacunación en el embarazo y en la lactancia.
También en personas con tratamiento con inmunosupresores. La contraindicación
en personas anticoaguladas está sujeta a controversia en estos momentos.
- Se desconoce el periodo de inmunidad que confiere la vacuna.
- No hay datos acerca de si se producen daños en la fertilidad.
- No hay datos acerca de la capacidad de transmisión de la
enfermedad de las personas vacunadas. No hay dato alguno que permita concluir
que la vacunación masiva terminará con la pandemia y si, por lo tanto, se puede
prescindir de las medidas de prevención.
6- Farmacovigilancia. El lobo guardando el rebaño
Ante la vacunación masiva de personas sanas y personas con
diversas patologías y tratamientos, la lógica más elemental, la prudencia más
básica y los principios deontológicos más esenciales, exigirían reforzar al
máximo todos los mecanismos de farmacovigilancia y de gestión de riesgos.
Nada de eso está sucediendo con carácter general y sistemático. En
el momento de la inoculación, en muchos lugares lo único que se le pide a la
persona es que firme el consentimiento informado y se le pregunta si tiene
alergias. No se está siguiendo con carácter general y obligatorio el protocolo
de farmacovigilancia establecido. Ni se les abre una historia clínica, ni se
les pregunta por enfermedades previas o actuales, ni se les pide información
sobre medicamentos que pueda estar tomando. A pesar de que en la propia
documentación de la empresa Pfizer se recoge la contraindicación de la vacuna
en casos de embarazo y lactancia, no se pregunta sistemáticamente a las mujeres
en edad fértil si están embarazadas o lactando, o si toman anticonceptivos.
Todo ello a pesar de que los efectos adversos graves en mujeres jóvenes casi cuadriplican los
de los hombres.
Tampoco se alerta a quienes reciben la vacuna acerca de qué
síntomas graves pudieran aparecer y qué hacer en ese caso. Es decir, no hay una
recogida sistemática de datos, no hay un protocolo ni un registro general.
Es por ello que, tal y como señala Joan Ramón Laporte, cuando la
EMA empieza a hablar de la existencia de trombosis en localizaciones atípicas
que pudieran estar producidas por la vacuna de Astra Zeneca, cae en
contradicciones sobre sus propios datos y, sobre todo, no muestra, la tabla de
recogida de datos preceptiva en todo sistema de farmacovigilancia. Laporte
aventura que la causa podría ser la enorme infradotación de medios de los
Centros de farmacovigilancia como resultado de los recortes de los últimos
años, pero, sobre todo, y estrechamente vinculada a los recortes, la normativa de
la UE sobre farmacovigilancia
que confiere una función muy destacada en este campo precisamente a la
industria farmacéutica. Según la normativa vigente, las fuentes de información
son de dos tipos: una recibe las notificaciones espontáneas que hace el
personal médico —con un subregistro importante y que no permite cuantificar con
exactitud— y el segundo son los sistemas de gestión de riesgos, cuya
responsabilidad recae en la propia industria del medicamento.
En el momento de la inoculación, en muchos lugares lo único que se le pide a la persona es que firme el consentimiento informado y se le pregunta si tiene alergias. No se está siguiendo con carácter general y obligatorio el protocolo de farmacovigilancia establecido
Por su especial
trascendencia, reproduzco a continuación las palabras de Joan Ramón Laporte en una reciente entrevista: “los sistemas de gestión de riesgos (son) una
serie de estudios que se hacen con los primeros consumidores de un nuevo
medicamento para ver qué pasa y si funcionan igual que en el ensayo clínico.
Estos planes se encargan a las propias farmacéuticas, ¡y esto es poner al lobo
a guardar el rebaño! Porque de esto no se habla. Con las señales de trombos,
AstraZeneca no ha aportado ningún dato, todo lo que se sabe es por la
notificación espontánea. Es más, si vas a la web de la EMA, y miras el
documento oficial de autorización de todas las vacunas contra la covid, allí
queda claro que el plan de seguimiento de seguridad de las vacunas está en
manos de cada compañía, pero no hay ninguna lista de los estudios que hará cada
una de ellas, ni protocolos: es algo secreto y opaco”. A continuación ilustra
la situación con un ejemplo: “Estos estudios suponen un enorme movimiento de
dinero. Un informe alemán contaba que en cinco años las farmacéuticas pagaron
más de 200 millones de euros a médicos para que participaran en estos estudios,
sin que produjeran ni un solo resultado que fuera al sistema alemán de
farmacovigilancia. ¡Utilizan la farmacovigilancia para promover la prescripción
del medicamento! ¡Pagan a cada médico participante por cada paciente al que se
le prescriba! Eso la EMA lo sabe perfectamente y no hace nada al respecto”.
7. Prácticas delictivas y mafiosas
La revista JAMA (Journal of the American Medical Association)
publicó en noviembre de 2020 un artículo
titulado “Sanciones
económicas impuestas a las grandes empresas farmacéuticas por actividades
ilegales”.
El estudio se refiere solamente a EE.UU. y recoge las sanciones impuestas por
este país entre 2003 y 2016 a 22 multinacionales farmacéuticas que producen
medicamentos para el tratamiento, test o vacunas para la Covid 19.
GlaxoSmithKline (GSK) ocupa el primer lugar con multas por valor de 9.775
millones de dólares, Pfizer el segundo, con sanciones que ascienden a 2.910
millones de dólares, Johnson and Johnson el tercero, con 2.668 millones y
AstraZeneka el undécimo con 1.172. Las multas suelen suponer el 10% de los
beneficios obtenidos por el hecho sancionado. El pago de multas está
considerado como un gasto más en la comercialización de un fármaco.
Los delitos de los que se les ha acusado son: promoción ilegal
(recomendar fármacos para indicaciones no aprobadas), interpretación falseada
de los resultados de las investigaciones, ocultación de datos y daños y
sobornos con comisiones a personal médico y políticos para obtener contratos,
entre otros. Todas ellas han obtenido millonarios contratos con la Comisión
Europea, incluida GSK
que, asociada con la francesa Sanofi (Vacuna para
el COVID-19), logró vender a la Comisión Europea 300 millones de dosis de su
vacuna que supuestamente estará disponible a mediados de este año.
La publicación de informes y resultados de investigaciones
farmacológicas en las más prestigiosas revistas científicas está financiada por
la industria farmacéutica que las utiliza como instrumento de propaganda, tal y
como ha sido reconocido por los directores de esas publicaciones [13].
8. El contrato del siglo. La UE negocia comprar a PfizerBioNtech
1.800 millones de dosis
El pasado 14 de abril, la presidenta de la Comisión Europea Úrsula
von der Leyen confirmó que la UE estaba negociando con PfizerBioNtech la compra
de 1.800 millones de dosis adicionales de su vacuna, al tiempo que se anunciaba
el aumento de precio de cada dosis a 23 dólares. En total, la UE pagará la
fabulosa cifra de 41.400 millones de euros de dinero público por un número de
dosis que multiplica por cuatro la población actual de la UE-27, 446 millones
de personas. Este desequilibrio se justifica por la llegada de nuevas “olas”
que requerirán tres o cuatro nuevas dosis de vacuna hasta 2023.
La Unión
Europea negocia la compra de 1.800 millones de vacunas Pfizer
Coronavirus: la Comisión firma un tercer contrato con
BioNTech-Pfizer relativo a 1 800 millones de dosis adicionales
https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_21_2548
La Comisión
Europea negocia con Pfizer la compra de 1.800 millones de dosis para 2022 y
2023
La UE cerrará
la mayor compra mundial de vacunas con Pfizer: 1.800 millones de dosis
Bruselas
confirma el pacto con Pfizer-BioNTech para comprar hasta 1.800 millones de
dosis para la UE
El escenario montado con los incumplimientos y los efectos
adversos de AstraZeneka ha servido para justificar que la vacuna de
PfizerBioNtech se convierta en “la columna vertebral de la vacunación europea”.
La presidenta de la Comisión Europea aprovechó para alabar “el compromiso, la
fiabilidad y la reactividad de Pfizer-BioNTech”. Estas alabanzas no sólo son
gratuitas, sino que pretenden encubrir que la multinacional farmacéutica ocupa
el infame segundo lugar en condenas por delitos de promoción de medicamentos
para indicaciones no aprobadas, ocultación de resultados adversos y, sobre
todo, en el caso que nos ocupa, sobornos a funcionarios para la obtención de
contratos [14].
Es muy interesante acceder a la comparecencia pública del Fiscal
General asociado de EE.UU., Thomas Perrelli, anunciando la histórica condena a
la multinacional farmacéutica. Pfizer-BioNtech aceptó su culpabilidad por la
promoción de fármacos para usos no aprobados y pagó 2.300 millones de dólares
[15]. ¿Alguien podría asegurar que el fabuloso contrato obtenido por Pfizer.BioNtech
con la UE es ajeno a estas prácticas tan habituales y documentadas de la
multinacional farmacéutica?.
Aunque la “estrategia del shock” esté haciendo posible que lo más
elemental se olvide, es preciso recordar, máxime ante un contrato de estas
dimensiones, con plazos temporales tan largos y que prevé inoculaciones
repetidas a millones de personas, que se trata de un fármaco no aprobado. A
pesar de que los meses transcurren y se están efectuando vacunaciones masivas,
este hecho trascendental no se menciona, ni se establecen plazos para que los
estudios necesarios para su aprobación definitiva culminen.
Conclusiones
1.- El objetivo prioritario de la obtención creciente de
beneficios, consustancial a la empresa privada, es estrictamente opuesto al de
la sanidad pública: mejorar el estado de salud de toda la población. El
capital, para desarrollarse, necesita socavar y debilitar el sistema público:
cuanto más y mejor sanidad pública, menos espacio de negocio privado, y
viceversa. Exactamente igual que los parásitos con respecto al organismo cuyos
recursos utilizan para vivir y cuya devastación es consustancial a su
desarrollo.
2.- En un escenario de profunda crisis general, de hegemonía
capitalista en la lucha de clases y cuando el espacio para las reformas hace
tiempo que se agotó, se constata que, a pesar de que la pandemia reveló las
dramáticas insuficiencias de la sanidad pública, los recursos públicos se han
destinado exclusivamente a la empresa privada. Las medidas generales de salud
pública, tanto sociales como sanitarias, se han obviado.
Tengámoslo claro: La salud también es política, por Duval
3.- Los múltiples antecedentes de
corrupción tanto de expertos de la OMS y de las diferentes Agencias del
Medicamento como de políticos, por parte de las grandes empresas farmacéuticas,
junto con las fabulosas ganancias que se están generando, permiten sospechar
que se ha construido un siniestro escenario “informativo” de miedo en la
población, para intentar justificar inversiones multimillonarias con dinero
público en vacunas producidas por las grandes multinacionales farmacéuticas.
4.- Al servicio de este descomunal negocio debe situarse el hecho
de que se hayan obtenido autorizaciones de emergencia, sin asegurar niveles de
seguridad y eficacia exigidos a este tipo de medicamentos usados masivamente en
personas sanas. Además, en el proceso de vacunación no hay noticia de la
existencia de protocolos de farmacovigilancia, con carácter general y
sistemático, que permitan conocer con rigor los efectos adversos que las nuevas
vacunas están produciendo.
5.- La evaluación de la seguridad y eficacia de un medicamento
tiene sus ritmos y sus formas. No respetarlos conlleva riesgos, máxime cuando
va a ser administrado a millones de personas sanas. El principio
hipocrático primum non nocere que debe guiar la práctica médica
ha sucumbido frente a los negocios multimillonarios. La trágica paradoja es que
precisamente las dudas de las propias multinacionales farmacéuticas acerca de
la seguridad de sus fármacos es la que ha llevado al escandaloso acuerdo de
estas empresas con la UE. Son los gobiernos respectivos, con dinero público,
los que sufragarán las indemnizaciones por efectos adversos de las vacunas.
6.- El control de las decisiones políticas por parte de las
multinacionales farmacéuticas se revela nítidamente cuando los gobiernos
esgrimen la “alarma” y la “emergencia” como razones para adoptar decisiones que
sobrepasan los límites de la prudencia. Al tiempo, se ignoran descubrimientos
realizados por organismos públicos de los propios países de la UE o se sabotean
acuerdos con países como Rusia o Cuba, de larga y avalada tradición de sus
instituciones públicas en biotecnología y en el descubrimiento de vacunas.
7.- En un mundo en el que las evidencias científicas se subordinan
a la lógica aplastante del beneficio, la producción de medicamentos por parte
de instituciones públicas es la única garantía de poder sustraer un bien tan
preciado a la acción de mafias internacionales con una capacidad tan enorme de
corrupción, de chantaje y hasta de crimen como las que describe John le Carré
en su novela El jardinero fiel. (Aquí, aquí)
Hay una incompatibilidad esencial entre negocio privado y sanidad
pública. En estos meses, y lo más duro está por llegar, se ha hecho inocultable
la depredación de vidas humanas que el capitalismo produce. La apuesta por la
vida, colocar al ser humano como prioridad social, exige destruirlo.
Anexo. Acerca de las “diferencias” entre la autorización de
emergencia (FDA) y la autorización condicional (EMA) para las vacunas contra el
Covid.
A raíz de este artículo se están produciendo controversias en
redes sociales acerca de la naturaleza diferente del trámite utilizado por la
EMA (Agencia Europea del Medicamento) con respecto al de su homóloga
norteamericana, FDA.
Ante la polémica generada por haber confundido en este artículo en
una ocasión la autorización condicional con la autorización de emergencia hago
las siguientes aclaraciones que, si bien están recogidas en el texto, requieren
una mayor pormenorización.
Agradezco a Fermín Grodira la
puntualizacción porque, como toda crítica, permite profundizar en un tema
complejo y destacar aspectos insuficientemente aclarados.
La FDA (Food and Drugs Administration),
organismo equivalente a la EMA, emitió una autorización de emergencia el 15 de diciembre de 2020
para la vacuna de la multinacional Pfizer y una semana después para la de
Moderna. Dicha autorización permite la utilización por razones excepcionales de
un fármaco no aprobado.
El 21 de diciembre la EMA, 20 días después de haber recibido la
solicitud de la empresa Pfizer, concedía su autorización condicional. La
diferencia fundamental entre ambos procedimientos es que en la autorización
condicional de la EMA las empresas fabricantes tienen que cumplir con un plan
de gestión de riesgos y asumir las responsabilidades legales.
Con respecto a la asunción por parte de las empresas farmacéuticas
de las responsabilidades legales derivadas de los efectos adversos de las
vacunas es bien conocido el acuerdo alcanzado
el verano pasado por el cual serán los gobiernos de la UE, con dinero público,
quienes se harán cargo de las indemnizaciones correspondientes.
Acerca de los planes de gestión de riesgos que debieran ser
implementados en la UE como resultado de la aprobación condicional, reproduzco
las recientes declaraciones de Joan Ramón
Laporte que también aparecen citadas en el artículo.
En la entrevista se le preguntaba: ¿Entonces es la farmacovigilancia
la que nos tiene que preocupar, más que las vacunas en sí?
He aquí su respuesta:
¡Desde luego! Hay un problema con la normativa europea de
farmacovigilancia. Hay una Directiva de 2010 que entró en vigor en 2011, y que
va muy ligada al debilitamiento de los centros regionales que comentaba. Para
todos los medicamentos, nuevos y viejos, esta farmacovigilancia depende de dos
fuentes: la notificación espontánea de los efectos adversos, que se hace desde
los años sesenta, con la talidomida, y que consiste en que sanitarios y
pacientes puedan comunicar reacciones sospechosas , como en el caso de
trombosis por Astra Zeneka. Es una fuente que permite descubrir cosas, pero no
puede cuantificar riesgos de manera precisa. La otra pata del sistema son los
sistemas de gestión de riesgos, una serie de estudios que se hacen con los
primeros consumidores de un nuevo medicamento para ver qué pasa y si funcionan
igual que en el ensayo clínico.
Y esos planes se encargan a las propias farmacéuticas, ¡y eso es
poner al lobo a guardar el rebaño! Porque de eso no se habla; con las señales
de trombos, Astra Zéneka no ha aportado ningún dato. Todo lo que se sabe es por
la notificación espontánea. Es más si vas a la web de la EMA, y miras el
documento oficial de autorización de todas las vacunas contra el Covid , allí
queda claro que el plan de seguimiento de seguridad de las vacunas está en
manos de cada compañía, pero no hay ninguna lista de los estudios que hará cada
una de ellas, ni de sus protocolos: es algo secreto y opaco. Se han hecho
estudios sobre el impacto de de esa directiva desde que entró en vigor, y lo
que se demuestra es que las farmacéuticas no cumplen con los plazos en más de
la mitad de los casos. Estos estudios suponen un enorme movimiento de dinero.
Un informe alemán contaba que en cinco años las farmacéuticas pagaron más de
200 millones de euros a médicos para que participaran en esos estudios sin que
produjeran ni un sólo dato que fuera al sistema alemán de farmacovigilancia.
¡Utilizan la farmacovigilancia para promover la prescripción del medicamento!
Pagan a cada médico participante por cada paciente al que se le prescriba! Eso
la EMA lo sabe perfectamente y no hace nada al respecto. De 2000 a 2010 se
retiraron del mercado unos treinta medicamentos por razones de seguridad, desde
que entró en vigor la Directiva en 2011 se han retirado sólo uno o dos”.
En conclusión, si bien el procedimiento seguido por la EMA para la
“autorización condicional” de las vacunas, puede parecer más garantista que la
“autorización de emergencia” de la FDA, en la práctica, en lo referente a los
dos asuntos centrales: la asunción de responsabilidades y el sistema de gestión
de riesgos, tales avales han desaparecido.
Notas
1.
Investigadores de la Universidad de Helsinki tienen desde hace meses una vacuna
contra el Covid, que se usa mediante spray nasal impidiendo la entrada y
replicación del virus, puede conservarse a temperatura ambiente y está libre de
patentes. El equipo necesita 50 millones de euro para llevar a cabo la Fase
III, cantidad ridícula frente a lo que se está invirtiendo en vacunas , que no
ha conseguido hasta la fecha. https://kaosenlared.net/finlandia-tiene-una-vacuna-para-la-covid-desde-hace-nueve-meses-y-opto-por-la-big-pharma/
Finlandia tiene
una vacuna para la covid desde hace nueve meses y optó por la ‘Big Pharma
Algo parecido
ocurre en España con la vacuna, también nasal, sobre la que trabaja un equipo
del CSIC, con científicos con contratos precarios e investigadores jubilados
que trabajan gratis. https://www.eldiario.es/sociedad/retrasar-edad-jubilacion-buscar-vacuna-coronavirus-facil-seria-dejarlo-siento-obligacion-moral_1_6462532.html
2. El número de
medicamentos autorizados y comercializados en España 13.335 es más de diez
veces superior al de pises como Noruega y más del triple que en Francia. Este
hecho no supone mejores recursos para los tratamientos, sino alto grado de
control del Registro por parte de las empresas. Las palabras de Joan Ramón
Laporte, director de la Agencia Catalana del Medicamento son concluyentes:
España financia todos los fármacos que le propone la industria. https://www.elperiodico.com/es/sanidad/20151220/laporteespana-financia-todos-los-medicamentos-que-le-propone-la-industria-4760501
3. La
utilización de la propaganda por parte de los grandes ejecutivos de Pfizer o
Moderna sobre supuestos éxitos de sus vacunas como medio para lograr aumentos
de las cotizaciones en bolsa para, a continuación, vender sus acciones da idea
de las gigantescas expectativas de negocio y de la falta de escrúpulos con que
se mueve este negocio
4. España se
incorporó al Acuerdo de Compra Anticipada de Vacunas de la UE boe.es
5. Su Directora es la ex-Secretaria de Estado de Investigación con Mariano Rajoy. También son miembros, el Director de la fundación pública de Medicina Genómica del Servicio Gallego de Salud, del Centro Nacional de Genotipado del ISCIII y miembro de la Agencia Europea del Medicamento, la Subdirectora General de Bioética de la Comunidad de Madrid. un miembro del comité de expertos en política del medicamento de la OMS y la Directora de ensayos clínicos del Hospital de Granada. En el Comité científico de la fundación AstraZeneca está el Director de Instituto Respiratorio del H. Clínic de Barcelona, el Jefe de Servicio de Oncología del H. 12 de octubre, el Director del Instituto de Investigación de Barcelona y el Jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal. hojasdebate.es
¿Qué intereses
están detrás de las políticas sanitarias?
https://hojasdebate.es/sanidad/que-intereses-estan-detras-de-las-politicas-sanitarias/
6. BlackRock es
el primer accionista de los dos grandes bancos españoles, Santander (5,38%) y
BBVA (5,917), Caixabanc (3,003%), Banc de Sabadell ( 4,994%)y Bankinter
(3,694%) También posee participaciones en grandes empresas multinacionales
españolas, como por ejemplo:Telefónica (3,883%),Repsol (3,25%),ACS (3,2%),OHL,
Gamesa (9%),IAG (6,2%),Euskaltel (3,59%),Técnicas Reunidas (3,055%). https://es.wikipedia.org/wiki/BlackRock#Espa%C3%B1a
7. Los datos
pueden consultarse aquí: dsalud.com
8. Joan Ramón
Laporte es catedrático de Farmacología de la Universidad de Barcelona y
Director del Instituto Catalán de Farmacología, organismo colaborador de la OMS.
9. COVAX, un órgano mundial de múltiples partes interesadas que puede
acarrear riesgos sanitarios y políticos para los países en desarrollo y el
multilateralismo - Amigos de la Tierra
Internacional (foei.org)
10. COVAX: la
trampa (alainet.org)
COVAX: la
trampa https://www.alainet.org/es/articulo/212039
COVAX: la
trampa https://www.sinpermiso.info/textos/covax-la-trampa
Covax: la
trampa https://www.elviejotopo.com/topoexpress/covax-la-trampa/
Covax: la
trampa
https://www.jornada.com.mx/2021/04/24/opinion/021a1eco
11. La
información científica ofrecida por el Gobierno británico puede consultarse
aquí: assets.publishing.service.gov.uk
REG 174 INFORMATION FOR UK HEALTHCARE PROFESSIONALS
Regulación 174 Información para profesionales de la salud del
Reino Unido 25 de marzo de 2022
Crítica del
medicamento como negocio e incertidumbres argumentadas acerca de la vacuna de
Pfizer-BioNTech - Versión ampliada
12. La vacuna
contra la poliomielitis confiere un nivel de protección entre 99 y 100% hasta
25 años después de la cuarta dosis. vacunas.org
13.Gotzsche, C.
Peter (2014) Medicamentos que matan y crimen organizado. El autor, médico,
biólogo y químico, que trabajó para la industria farmacéutica refleja en este
trabajo demoledor el engranaje criminal de las multinacionales farmacéuticas.
14. Ibid. nota
13.
15. Pfizer
Medical Fraud Settlement | C-SPAN.org (c-span.org)
¿Qué
intereses están detrás de las políticas sanitarias?
https://hojasdebate.es/sanidad/que-intereses-estan-detras-de-las-politicas-sanitarias/
¿Tiene Bill Gates demasiada
influencia en la OMS? 10/5/2021
La Fundación Bill y Melinda
Gates es en la actualidad el segundo mayor donante de la Organización Mundial
de la Salud.
15
contribuyentes principales
al presupuesto de los programas de la OMS 2018-2019
1º Estados
Unidos 15,9
% 893 millones
2º Bill & Melinda Gates
Foundation 9, 4 % 531 millones
3º Reino
Unido 7,7% 435
millones
4º GAVI (Alianza por la Vacuna) 6,6% 371 millones
5º
Alemania 5,2% 292
millones
https://www.swissinfo.ch/spa/-tiene-bill-gates-demasiada-influencia-en-la-oms-/46588758
¿Qué intereses están detrás de las
políticas sanitarias?
https://euredondela.wordpress.com/2021/04/21/3437/
La Covid, los gobiernos de la UE y las
multinacionales farmacéuticas.
Mundo Covid: el negocio de las
farmacéuticas. – Correo de los Trabajadores
La covid, los gobiernos de la
UE y las multinacionales farmacéuticas | Mandala
La Covid, los gobiernos de la
UE y las multinacionales farmacéuticas – OtrasVocesenEducacion.org
La Covid, los gobiernos de la
UE y las multinacionales farmacéuticas - Pia Global
Cadena de escándalos
depredación de vidas humanas Destruirlo
La Covid, los gobiernos de la
UE y las multinacionales farmacéuticas | Arsenal Terapéutico
Covid, les gouvernements de
l’UE et les multinationales pharmaceutiques – Alba Granada North Africa
Agencia
Española de Medicamentos y Productos Sanitarios
https://es.wikipedia.org/wiki/Agencia_Espa%C3%B1ola_de_Medicamentos_y_Productos_Sanitarios
14º Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas COVID-19
Fecha de
elaboración: 17 de marzo de 2022- Fecha
de publicación: 23 de marzo de 2022
En España,
desde el inicio de la pandemia hasta el 15 de marzo de 2022, se han confirmado:
11.260.040
casos de COVID-19
101.416 fallecimientos
Fuente: Actualización nº 582 (15 de
marzo de 2022), Ministerio de Sanidad.
Acontecimientos adversos
notificados en España tras la vacunación frente a COVID-19 (Periodo 27/12/2020- 05/3/2022)
Para más
información sobre la notificación de acontecimientos adversos, pulse el
siguiente enlace.
Referencias
Real Decreto 577/2013, de
26 de julio, por el que se regula la farmacovigilancia de medicamentos de uso
humano. Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad «BOE» núm. 179, de 27 de julio de 2013 Referencia:
BOE-A-2013-8191
Real Decreto
577/2013, de 26 de julio, por el que se regula la farmacovigilancia de
medicamentos de uso humano.
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2013-8191
Crítica del medicamento como negocio e incertidumbres argumentadas
acerca de la vacuna de Pfizer-BioNTech - Versión ampliada
Ante la
decisión del Gobierno PSOE-Podemos y de la UE de iniciar la vacunación masiva
de la población con el fármaco producido por la multinacional
estadounidense-alemana Pfizer- BioNTech queremos hacer públicas algunas
consideraciones que nos parecen de especial gravedad y que echamos en falta en
la gran mayoría de los medios de comunicación masivos. Son las siguientes:
Índice del contenido del documento
I. La
vacunación masiva de la infancia ha sido y es un incuestionable avance en la
reducción de la mortalidad infantil.
II. El negocio
de las multinacionales farmacéuticas atenta directamente contra la salud.
III. El inmenso
negocio que proporcionan permite dudar de la seguridad y eficacia de las nuevas
vacunas producidas por las multinacionales farmacéuticas.
III. 1. Lo
ocurrido con la Gripe A: un precedente muy cercano.
IV. Las vacunas
contra el COVID 19
IV.1.- Lo que
sabemos de la Pfizer.
IV.2.- Lo que
sabemos y, sobre todo, lo que no sabemos sobre la "vacuna" de la
Pfizer-BioNTech
IV.3. No hay
experiencia previa en la historia de la humanidad del uso de vacunas ARNm.
IV.4 Las
indemnizaciones por efectos adversos de las vacunas las pagarán los gobiernos.
Conclusiones
Referencias
I. La vacunación masiva de la infancia ha sido y es un
incuestionable avance en la reducción de la mortalidad infantil.
Quienes
escribimos este texto no tenemos relación alguna con quienes sostienen
posiciones anti-vacunas, muy al contrario. Entendemos que, de entre todos los
medicamentos, son las vacunas las que han permitido las mejoras más
significativas en la prevención de enfermedades que ocasionaban gran mortandad,
sobre todo en la infancia.
En todo el
mundo, la vacunación infantil masiva, en los países donde ha sido posible ya
que su puesta en práctica depende de la existencia de infraestructuras
sanitarias suficientes, como el mantenimiento de la cadena del frío, ha
permitido disminuir la incidencia o erradicar enfermedades que producen gran
mortandad. No obstante, siguen pesando como una losa las desigualdades sociales
y, en pleno siglo XXI, las dificultades para acceder a bienes de primera
necesidad como el agua, la luz, la vivienda, la calefacción, etc., en países
dependientes y en los barrios donde vive la gente trabajadora del centro del
imperio, siguen mostrando la determinación de la composición de clase en los
niveles de salud de los pueblos.
II. El negocio de las multinacionales farmacéuticas atenta
directamente contra la salud.
En el
capitalismo, la producción y distribución de medicamentos se ha concentrado en
grandes empresas monopolísticas, al tiempo que han ido despareciendo las
empresas farmacéuticas públicas.
La OMS, históricamente,
ha recomendado la existencia en cada país de industrias productoras de los
medicamentos esenciales, entre los que las vacunas y los hemoderivados ocupan
los primeros lugares. Si esto hubiera existido, no se hubieran producido las
infecciones masivas por Hepatitis C o SIDA, transmitidas por transfusiones o
fármacos derivados de la sangre humana procedentes de laboratorios de EE.UU.
que obtenían la materia prima mediante pago, de los sectores de la población
más vulnerables a padecer todo tipo de infecciones 1.
Las
multinacionales farmacéuticas que se embolsan el 29,6 de cada 100 euros 2 destinados a sanidad, cerca de 30.000
millones de euros al año, controlan la financiación pública 3 y la prescripción. Muchas veces lo hacen mediante soborno directo
de los médicos, y en general, influyendo decisivamente en los planes de estudio
de medicina, manejando los resortes del Registro de nuevos fármacos que no son
tales, financiando todos los congresos de especialidades médicas, poniendo a su
servicio la investigación pública e incluso patrocinando asociaciones de
enfermos.
Existen
informes que documentan la ausencia de todo tipo de escrúpulos éticos por parte
de las multinacionales farmacéuticas y su inmensa capacidad de soborno de
políticos, expertos y médicos 4. Algunos datos:
Una
investigación 5 realizada en Francia ha revelado que el 50% de los medicamentos
disponibles son inútiles, el 20% mal tolerados y el 5% peligrosos. Estos
últimos ocasionan 100.000 ingresos hospitalarios y 20.000 muertes anuales. El
coste del 50% de los medicamentos inútiles (inútiles para la salud, pero no
para las ganancias de las farmacéuticas) supone un gasto público de 15.000
millones de euros, equivalente al déficit de la Seguridad Social en ese país.
El número de
medicamentos autorizados y comercializados en el Estado español es más del
triple que en Francia, 13.535 6, lo que no indica en absoluto
más y mejor disponibilidad de fármacos, sino todo lo contrario: mayor control
del Registro por las multinacionales farmacéuticas.
El listado de
multinacionales farmacéuticas condenadas por haber provocado miles de muertes
por ocultar efectos adversos o promover indicaciones no autorizadas es enorme.
Las multas suelen suponer el 10% de los beneficios obtenidos por el hecho
sancionado 7. El pago de multas está
considerado como gasto en la comercialización de un fármaco.
La publicación
de informes y resultados de investigaciones farmacológicas en las más
prestigiosas revistas científicas están financiadas por la industria
farmacéutica que las tiliza como instrumento de propaganda, tal y como ha sido
reconocido por los directores de esas publicaciones 8.
III. El inmenso negocio que proporcionan permite dudar de la
seguridad y eficacia de las nuevas vacunas producidas por las multinacionales
farmacéuticas.
Una obviedad:
las principales multinacionales farmacéuticas están vinculadas con la
producción de armas químicas y bacteriológicas 9.
Las vacunas
destinadas a controlar una epidemia, que en nuestra época adquieren dimensiones
planetarias, crean gigantescas expectativas de negocio.
III. 1. Lo ocurrido con la Gripe A: un precedente muy cercano.
Un día después
de declarar finalizada la epidemia de la Gripe A, la OMS hizo público que los
miembros de su Comité de Expertos habían sido sobornados por multinacionales
farmacéuticas fabricantes de vacunas y de antivirales 10, como Tamiflú y Relenza (La Roche y GlaxoSmithkline,
respectivamente). La OMS había mantenido en secreto los nombres de esos
expertos con el pretexto de "evitar presiones".
La OMS recibe
el 90% de sus fondos de grandes empresas farmacéuticas y multimillonarios.
Los Gobiernos
europeos y estadounidenses pagaron miles de millones de euros y de dólares por
la compra de vacunas, Tamiflú y Relenza. Era el comienzo de la crisis,
empezaban los recortes en sanidad y el Ministerio de Sanidad - PSOE, Trinidad Jiménez - gastó casi 400 millones
de euros. Nueve años después todos esos medicamentos se destruyeron tras haber
caducado 11.
Nunca se
publicaron los resultados de ensayos que garantizaran la eficacia y se
ocultaron los que mostraban graves riesgos. La Roche convenció sin problemas a
la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para su aprobación. Por el contrario
la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA) puso condiciones
a Tamiflú y prohibió Relenza. Su director fue obligado a dimitir y ambos
medicamentos se aprobaron poco después 12.
El Comité
Consultivo de la OMS ha exigido investigar los casos de narcolepsia registrados
en doce países, en niños y adolescentes, vacunados con Pandemrix en 2010 contra
la gripe H1N1 13.
IV. Las vacunas contra el COVID 19
La pandemia de
alcance planetario desató, desde el momento de su aparición, una desenfrenada
carrera entre las multinacionales farmacéuticas y entre los Estados que poseen
instituciones biotecnológicas públicas por conseguir la vacuna que pudiera detener
el desastre.
Se creó en el
mundo una expectativa generalizada que hacía de las vacunas la panacea de la
lucha contra la pandemia y, en consecuencia, un ambiente de permisividad hacia
el incumplimiento de requisitos y plazos para la aprobación de un medicamento
como las vacunas, rodeado históricamente de cautelas especiales.
El tiempo de
experimentación y los mecanismos de seguridad exigidos a las vacunas responden
al hecho, que no se da con otros medicamentos, de que se van a inocular
masivamente a personas sanas. Por ello es imprescindible que se hayan
demostrado con niveles de exigencia muy altos, tanto la seguridad, como la
eficacia de las mismas.
Esa aceleración
de los tiempos de investigación, que supone que no se tiene noticia alguna de
los posibles efectos secundarios a medio y a largo plazo, se podría justificar
en el caso de una mortalidad elevada producida por la enfermedad en cuestión.
No se da esa
circunstancia. En vacunas como la del sarampión, cuyo proceso de
comercialización llevó varios años, la letalidad antes de la vacuna (relación
entre el número de muertos y el de enfermos) oscilaba entre el 5 y el 10%. En
el caso de la Covid 19, dato difícil de obtener ya que los datos que se ofrecen
son cifras totales de muertos y el dato tiene connotaciones políticas y
económicas evidentes, el índice de letalidad oscila entre el 0,5 y el 1%, según
la OMS 14. Es decir, el índice de
letalidad de la Covid 19 es considerablemente más bajo que el de otras
enfermedades susceptibles de vacunación y para las que se han observado los
plazos necesarios para poder determinar con seguridad que los beneficios
producidos eran considerablemente más altos que los efectos secundarios
producidos.
Existen decenas
de vacunas contra la Covid19, en diferente fase de experimentación y con
diferentes vías de investigación cuyo análisis desborda los objetivos de este
documento. No obstante destacamos que las investigaciones realizadas en
instituciones públicas como las vacunas cubanas, la rusa y alguna de las chinas
permiten a priori mayor independencia de las presiones del capital y que, de
entre todas las propuestas, son precisamente los fármacos ARN, producidos como
"vacunas" por Pfizer-BioNTech y Moderna los que utilizan
procedimientos que vulneran los más elementales niveles de seguridad exigibles.
Dado que tanto
la UE, como el gobierno español han decidido comprar millones de dosis, a un
precio que se calcula en torno a los 25 euros (cada dos dosis) de la vacuna de
Pfizer-BioNTech y han anunciado que empezarán la vacunación el 27 de diciembre,
nos centraremos en ella.
IV.1.- Lo que sabemos de la Pfizer.
Para entender
decisiones tan inusitadamente apresuradas del gobierno español, es importante
conocer que el principal propietario de Pfizer es el fondo de inversiones Black
Rock, el más grande del mundo en gestión de activos: 5, 1 billones de dólares
en 2016, según la compañía. Black Rock tiene 9.000 millones de dólares
invertidos en la banca española y 12.000 millones en el IBEX 15. Además
en asociación con Naturgy (antes Gas Natural - Fenosa), Black Rock participa
con el 49% en el gasoducto Argelia-España, Medgaz 16.
Para dar idea de las expectativas de negocio
que se abren a las empresas con las vacunas recordamos que los principales
ejecutivos de las multinacionales farmacéuticas Pfizer y Moderna promovieron la
publicación de "noticias" acerca de los éxitos de sus respectivos
ensayos clínicos con las vacunas. Esos comunicados, que eran exclusivamente
propaganda, produjeron espectaculares aumentos de las cotizaciones en bolsa de
sus acciones 17 que estos ejecutivos utilizaron para vender
gran parte de sus títulos y hacerse en un sólo día con varios millones de
dólares.
Esos anuncios
dieron lugar a los comunicados de autoridades sanitarias, como el Ministro
Illa, asegurando que se iban a comprar millones de dosis de esas vacunas. Una
reacción tan asombrosa es más comprensible si tenemos en cuenta la penetración
de Black Rock en la banca y grandes multinacionales españolas
IV.2.- Lo que sabemos y, sobre todo, lo que no sabemos sobre la
"vacuna" de la Pfizer-BioNTech
La información
acerca de los ensayos clínicos procedente de la empresa, efectuados durante dos
meses, sin contraste alguno, sin concluir los preceptivos ensayos en animales y
sin tiempo para valorar posibles daños a medio y largo plazo, se han realizado
sólo en personas sanas entre 18 y 65 años. Los estudios han concluido que,
según información de los propios laboratorios, los efectos secundarios a corto
plazo son leves.
Los datos que se ofrecen a continuación
proceden de la información que el Departamento de Salud del Reino Unido
proporciona a los profesionales de la salud sobre la vacuna contra la Covid19
de Pfizer-BioNTech 18.
La eficacia de
esta vacuna es muy pequeña, frente a los niveles de protección de otras vacunas
19. La vacuna prevendría sólo un caso leve-moderado por cada 119
personas vacunadas; es decir los otros 118 se verían sometidos a los efectos
secundarios sin obtener ningún beneficio.
La protección conferida se refiere solamente a
casos leves o moderados. No hay datos acerca de la eficiencia en la prevención
de casos graves (hospitalizaciones, ingreso en la UCI) o mortalidad. Afirmar
que la vacuna previene muertes carece totalmente de fundamento. Es más los ensayos
no están diseñados para valorar su eficacia para evitar casos graves o mortales
20. No se han
completado los datos sobre toxicidad reproductiva en animales. No se conocen
los efectos en menores de 18 años, ni en mayores de 65 años, a pesar de que se
ha informado que la vacunación en el Estado español empezará por este último
grupo de edad.
Se excluye la
vacunación en el embarazo y en la lactancia. También en personas con
tratamiento con inmunosupresores. La contraindicación en personas
anticoaguladas está sujeta a controversia en estos momentos.
Se desconoce el
periodo de inmunidad que confiere la vacuna. No hay datos acerca de si se
producen daños en la fertilidad (más adelante trataremos este tema).
No hay datos acerca de la capacidad de
transmisión de la enfermedad de las personas vacunadas.
No hay dato alguno que permita concluir que la
vacunación masiva terminará con la pandemia y si, por lo tanto, se puede
prescindir de las medidas de prevención.
IV.3. No hay experiencia previa en la historia de la humanidad del
uso de vacunas ARNm.
El concepto de
vacuna - microorganismos atenuados o muertos que se introducen en el organismo
para provocar la fabricación de anticuerpos - no es aplicable a las
"vacunas" producidas por Pfizer-BioNTech y Moderna. Se usa de forma
impropia la palabra vacuna para ocultar su verdadera naturaleza amparándose en
un término que genera confianza y seguridad en la población. Se trata de la
inoculación de ácidos nucleicos ARNm, genes sintéticos, que provocan la
fabricación de la "espiga" del virus por nuestras propias células
para la posterior generación de anticuerpos. Se trata de un experimento de
transgénesis humana a gran escala.
"No se conoce absolutamente nada de las
consecuencias de esta inyección, es la primera vez que se hace en el ser
humano. (...) Se trata más bien de terapia génica" 21.
Las
consecuencias podrían ser muy graves en relación con la fertilidad humana y con
posibles efectos patógenos en varios tipos de cáncer y enfermedades autoinmunes 22.
El análisis en profundidad del mecanismo de
acción de estas "vacunas" es imposible al estar considerado secreto
comercial.
IV.4 Las indemnizaciones por efectos adversos de las vacunas las
pagarán los gobiernos.
Las
multinacionales farmacéuticas ya han conseguido de los gobiernos de los Estados
de la UE a los que suministrará la vacuna, no sólo asegurarse indemnizaciones
en el caso de que las empresas sean condenadas a pagar por posibles efectos
secundarios de la vacuna, sino que están tratando de conseguir ser eximidas por
completo de responsabilidad civil 23.
Conclusiones
1º.- La actual
pandemia Covid19 al igual que la salud y la enfermedad en general, tienen una
determinación social y, por lo tanto, su tratamiento eficaz requiere
intervenciones sobre las condiciones de vida y de trabajo. Sus prioridades
demandan actuar para cambiar radicalmente la situación allí donde se trabaja en
condiciones de semi-esclavitud, con largas jornadas de trabajo y salarios
míseros, o en el paro, o con pensiones indignas, donde se vive en situación de
hacinamiento con falta o escasez de luz, agua y calefacción y donde la tensión,
la angustia y la inseguridad afectan gravemente la psique humana y las
relaciones sociales.
2.- Es
imprescindible actuar para cambiar radicalmente modos de producir y de consumir
como la ganadería industrial , la deforestación o la destrucción del hábitat de
especies salvajes, aspectos básicos que constituyen el caldo de cultivo para
esta pandemia y otras muchas enfermedades.
3º.- Los avances científicos han producido
medicamentos útiles, como las vacunas infantiles, que han ayudado a disminuir
la mortalidad por enfermedades infecciosas, pero la dictadura del beneficio de
la capital impuesta en este caso por las multinacionales farmacéuticas
pervierte la naturaleza del medicamento. La prioridad del beneficio a toda
costa determina que, en muchas ocasiones, el producto farmacéutico, elemento
importante del sistema de salud, genere un despilfarro de dinero público y se
convierta en productor de enfermedad, mediante la corrupción de profesionales y
políticos.
4º.- La
evaluación de la seguridad y eficacia de un medicamento tiene sus ritmos y sus
formas. No respetarlos conlleva riesgos, máxime cuando va a ser administrado a
millones de personas sanas.
5º.- La UE y
los gobiernos como el nuestro han colaborado decisivamente en la preparación
del negocio destinando a la compra coordinada de vacunas, aun sin conocer
resultados contrastados. Se han destinado para ello 1.200 millones de euros a
sufragar por los estados miembros y adoptando el escandaloso acuerdo de que
sean los gobiernos respectivos, con nuestro dinero, los que sufraguen las
indemnizaciones por efectos nocivos de las vacunas.
6º El gasto de
muchos centenares de millones de euros en un producto farmacéutico de escasa
eficacia y más que dudosa seguridad, es absolutamente injustificable cuando el
hambre se apodera de los barrios obreros, se confinan los casos de Covid en
viviendas hacinadas e insalubres mientras miles de hoteles permanecen cerrados
y su personal en ERTE. Un ejemplo concreto, en estos días, por ejemplo en
Madrid, 40 personas se han intoxicado con butano por falta de luz y un niño ha
sido ingresado con síntomas de congelación 24.
7º. -El
gobierno español ha iniciado la vacunación masiva de la población con un
producto denominado impropiamente vacuna, fabricado por la primera
multinacional farmacéutica Pfizer-BioNTech que presenta las siguientes
características: Su eficacia demostrada es muy pequeña y exclusivamente para
casos leves o moderados. No hay dato alguno que avale su utilidad para
disminuir complicaciones graves, ingresos en UCI o para aminorar la mortalidad.
Se desconocen sus efectos sobre la fertilidad humana. No se dispone de datos
sobre aspectos tales como duración de la inmunidad, interferencia con otras
vacunas, contagiosidad de la persona vacunada, etc. Se usa por primera vez en
seres humanos, no ha completado su estudio en animales y puede tener efectos
graves sobre la capacidad reproductiva y sobre diversas enfermedades.
8ª.- Los múltiples
antecedentes de corrupción de expertos (incluida la OMS y las respectivas
Agencias del Medicamento), y de políticos, por parte de las grandes empresas
farmacéuticas, junto con las fabulosas ganancias que se van a generar, permite
sospechar que se está construyendo un siniestro escenario de urgencias y
demandas acuciantes de vacunación, a costa de la seguridad más elemental, de
nuestra salud y de nuestro dinero.
9º.- Para que
los medicamentos estén al servicio de las necesidades de salud y estas no estén
supeditadas a los negocios de las empresas farmacéuticas, es imprescindible la
creación de una industria farmacéutica pública que produzca y distribuya los
medicamentos esenciales según la OMS, entre los que se encuentran las vacunas.
Referencias
1.
https://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_de_los_productos_para_hemof%C3%ADlicos
3.
Las palabras de Joan Ramón Laporte, director de la Agencia
Catalana del Medicamento son concluyentes: España financia todos los fármacos
que le propone la industria.
https://www.elperiodico.com/es/sanidad/20151220/laporteespana-financia-todos-los-medicamentos-que-le-propone-la-industria-4760501
4.
En este artículo se explican los mecanismos utilizados por la
industria farmacéutica para influir en las publicaciones científicas. http://www.nogracias.org/2020/08/12/la-distorsion-de-la-medicina-basada-en-la-evidencia-por-carlos-soler/)
5.
Velasquez, Germán (2017). http://aulacastelao.gal/wp-content/uploads/MEDICINA-Y-SOCIEDAD-INDUSTRIALx-PONTEVEDRA.pdf. Germán
Velasquez ha sido
Director del Programa Mundial de Medicamentos de la OMS
6.
https://saluddelujo.eldiario.es/datos.php
7.
Ibid.
8.
Gotzsche, C. Peter (2014) Medicamentos que matan y crimen
organizado. El autor, médico, biólogo y químico, que trabajó para la industria
farmacéutica refleja en este
trabajo demoledor el engranaje criminal de las multinacionales farmacéuticas.
9.
No sólo la Bayer, productora del gas usado en los hornos
crematorios, sino la Merck, aliada también del fascismo alemán, marcan la
vinculación científica entre el
nazismo y el imperialismo de EE.UU. , mediante la importación de centenares de
científicos alemanes, expertos en guerra química y bacteriológica.
https://www.radiorebelde.cu/comentarios/el-fort-detrick-20140909/
10.
https://elpais.com/diario/2010/06/05/sociedad/1275688803_850215.html
11.
Informe del Ministerio de Sanidad: https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/medicamentosusohumano-3/2017-muh/ni-muh_13-2017-stock-oseltamivir/
12.
Gotzsche, C, Peter (2014) Op. cit. Pags 64vy 65
13.
http://www.aepap.org/gtsiaepap/?p=1221
15.
BlackRock es el primer accionista de los dos grandes bancos
españoles,Santander (5,38%) y BBVA (5,917), Caixabanc (3,003%), Banc de
Sabadell ( 4,994%)y Bankinter
(3,694%) También posee participaciones en grandes empresas multinacionales
españolas, como por ejemplo:Telefónica (3,883%),Repsol (3,25%),ACS (3,2%),OHL,
Gamesa
(9%),IAG (6,2%),Euskaltel (3,59%),Técnicas Reunidas (3,055%). https://es.wikipedia.org/wiki/BlackRock#Espa%C3%B1a
16.
https://www.eldiario.es/economia/inversiones-espana-megafondo-confia-salida_1_1219576.html
17.
Aquí pueden consultarse los datos de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores de EE.UU:
https://www.sec.gov/Archives/edgar/data/78003/000122520820013318/xslF345X03/doc4.xml
19.
La vacuna contra la poliomielitis confiere un nivel de
protección entre 99 y 100% hasta 25 años después de la cuarta dosis. https://www.vacunas.org/eficacia-de-la-vacuna-poliomielitis/poliomielitis/
20.
https://www.bmj.com/content/371/bmj.m4037
21.
Carta abierta sobre las vacunas ARNm de Christian Perrone,
vicepresidente del Comité de Expertos sobre Vacunación de la OMS para Europa.
https://www.agoravox.fr/actualites/sante/article/crise-sanitaire-lettre-ouverte-du-229193
22.
https://cienciaysaludnatural.com/las-vacunas-contra-covid-19-podrian-afectar-la-fertilidad/
24.
https://www.eldiario.es/madrid/vecinas-canada-real_1_6509108.html
La
Administración y la industria farmacéutica negocian para limitar la excesiva
proliferación de medicamentos
Madrid - 18 JUL 1986 - 00:00 C
El médico español
cuenta con cerca de 14.000 presentaciones farmacéuticas diferentes. Un
auténtico arsenal por el que no siempre navega con soltura. Ceremonia de
confusión en la que España está a la cabeza de Europa, junto a la RFA e Italia.
Por el contrario, los países nórdicos no superan las 3.000 presentaciones.
"Que sepamos, sus ciudadanos gozan de buena salud", reconoce Félix
Lobo, director general de Farmacia y Productos Sanitarios. La necesidad de
modernizar el sector plantea, según Félix Lobo, "un pulso entre
caballeros" entre la Administración y la industria farmacéutica.
Félix Lobo se apresura
a matizar al abordar sus relaciones con la industria: "Ésta no es una
película de buenos y malos". El director general de Farmacia cree que no
es más que "un viejo tópico decir que España es un paraíso para las
multinacionales farmacéuticas. Eso pudo ser en el pasado, pero hoy esto ya no
es una selva: disponemos de unos criterios emanados de la ley de Sanidad y de
las directivas de la CEE y ahora sólo se autorizan medicamentos seguros y
eficaces apoyados por ensayos clínicos controlados", afirma Lobo, que no
acepta que exista "caos farmacéutico", pero sí cierta confusión.La
Administración tiene que pactar con una industria poderosa que cuenta con
ramificaciones, que trascienden la pura farmacopea. La política tampoco es
ajena a este emporio: el polifacético Henry Kissinger, consejero de la compañía
norteamericana Sharp and Dohme (MSD), se entrevistó con Félix Lobo en uno de
viajes a Madrid para velar por los intereses de su multinacional.
"En el mundo
europeo hay un debate abierto entre autorizar sólo fármacos necesarios o
admitir fármacos simplemente eficaces", explica Lobo. "En Noruega,
por ejemplo, sólo se registra un fármaco si es más eficaz que otro anterior. En
los países comunitarios, por el contrario, basta con que un fármaco sea eficaz,
y seguro para que sea autorizado". Un debate que "no es científico,
sino político y económico".
Juan Manuel Reol,
portavoz de Farmaindustria, no sufre ese dilema que parece ocupar al director
general de Farmacia: "Un producto eficaz y seguro ofrece suficientes
garantías para ser autorizado", recalca. Lo que los expertos consideran
exceso de medicamentos, para Reol es simplemente "la libertad de
elegir". Según el portavoz de Farmaindustria, son los propios laboratorios
los que deben decidir, por criterios comerciales, si hay excesivas repeticiones
de una especialidad y si ésta ya no es competitiva.
Juan Ramón Laporte,
experto en Farmacología, no comparte el mismo criterio. "La única ventaja
de tener 14.000 productos es contribuir a la buena salud de lo
laboratorios", declara con socarronería. "Todos esos productos no nos
permiten tratar más especialidades", añade. En su opinión, "un 20% de
los fármacos disponibles son inútiles o meras repeticiones". Y otro 20%
"no pasaría el registro en Europa". En concreto "los
hepatoprotectores con pocas coenzimas no serían registrados en Estados
Unidos". Cree Juan Ramón Laporte que "la Administración ha sido muy
condescendiente con los laboratorios de titularidad española por temor a la
amenaza de paro".
En España subsiste aún
un considerable grupo de medicamentos introducidos en el mercado cuando el país
era un coladero.
Muchos de estos
fármacos están siendo estudiados de nuevo y retirados en su caso a través del
Prosereme (programa de selección y revisión de medicamentos), pero no de manera
exhaustiva. "El Prosereme levantó algunos recelos, pero no ha supuesto
cargas excesivas para los laboratorios", afirma Lobo.
Alfonso Moreno
González, médico especializado en farmacología, estima positivos los programas
de revisión de la Administración. "Han supuesto un indudable saneamiento,
especialmente al retirar fármacos obsoletos y al sugerir cambios de composición
de otros". No obstante, reconoce que el Prosereme "sólo va a los
casos más flagrantes"
https://elpais.com/diario/1986/07/18/sociedad/522021605_850215.html