Domingo, 02
de agosto de 2020
La fuente aquí
Las
olvidadas vuelven a ser recordadas tras la “victoria” talibán
De lo ocurrido
en Afganistán antes y durante la invasión y ocupación
militar del país en 2001, y de lo que ocurrirá a partir de ahora, sólo hay un responsable:
Estados Unidos, la OTAN y quienes los apoyan. Que hoy las
mujeres afganas vuelvan a ser motivo de lamento y peticiones de ayuda a derecha
e izquierda es puro oportunismo
hipócrita y una muestra más de su utilización como objeto de propaganda
política.
Por
TITA BARAHONA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Hace 20
años, cuando George W. Bush
ordenó la ocupación militar
de Afganistán tras los atentados del 11-S, se nos hizo creer que uno de los
motivos de la intervención de las fuerzas de la OTAN era
proteger a las mujeres afganas y liberarlas del burka.
A partir de ahí, una vez instalado el gobierno afgano títere de
Washington, las afganas dejaron de preocupar a
la “comunidad internacional”, aunque la mayoría siguieron
encerradas en un burka material y jurídico.
En estos días pasados los talibanes han tomado el control del
país, tal como sus líderes pactaron con el ex-presidente Donald Trump (20 de enero de 2017-20 de
enero de 2021), y vuelven
las campañas mediáticas a tocar a rebato sobre el negro futuro que se prevé
para las mujeres afganas.
9 de marzo de 2020
La relación de Estados Unidos con los talibanes siempre ha estado
determinada por su utilidad para promover los intereses estadounidenses en la
región y los recientes esfuerzos de la administración Trump para hacer la “paz”
con el grupo no son una excepción.
Índice
¿Acuerdo
histórico o teatro del año electoral?
El pasado
aceitoso del principal negociador de EE. UU.
Afganistán
está "abierto a los negocios"
El
ascenso del narcoestado afgano respaldado por la CIA
Lo que
nos espera
Lamentos porque vivirán bajo la Sharia (ley islámica),
peticiones a la “comunidad internacional” para que las ayude, recogida de
firmas y ofrecimientos para acogerlas como refugiadas son algunas de las
reacciones que hemos podido leer y oír en estos últimos días. Así, por ejemplo,
la ex-directora de El País, Soledad Gallego, declaraba:
“No permitamos que les suceda esto a las mujeres afganas. Movilicémonos con
toda la fuerza de la que seamos capaces para ayudarlas antes de que caiga sobre
nosotros la mayor de las vergüenzas”.
La señora Gallego parece ignorar que la mayor de las
vergüenzas cayó sobre “nosotros” no solo desde que su medio
apoyara la invasión de Afganistán en 2001, sino mucho antes,
a fines de la década de 1970, cuando la CIA financió,
organizó y armó a los muyahidines afganos para derrocar a la República
Democrática de Afganistán, allanando el terreno a la toma del poder
talibán en la década de 1990, que después serviría de excusa para
la ocupación estadounidense del país asiático.
ESTUDIANTES
DE AMBOS SEXOS EN LA UNIVERSIAD DE KABUL, EN LOS AÑOS 80 DEL PASADO SIGLO XX
Durante todo ese proceso, en que Gran Bretaña y Estados
Unidos enaltecieron a las fuerzas reaccionarias del fundamentalismo
islámico contra el “comunismo”, las afganas pasaron de
ser sujetos de derechos civiles, los mismos que ya entonces gozaban las
mujeres en otros países “modernos”, a ser las
siervas de los siervos de un Estado semi-feudal. Hace no mucho lo recordábamos
en este artículo.
Lo
que nunca le contaron sobre la opresión de las mujeres afganas: una vez
tuvieron nombre.
En estos 20 años de gobiernos títeres en Afganistán, la Sharia no ha sido la ley oficial. Pero, en la práctica, poco
se le ha diferenciado, especialmente si atendemos a las mujeres más pobres de
los medios rurales. Ello sin que la señora Gallego ni otras
periodistas, políticas e intelectuales que dieron y dan su apoyo a la OTAN hayan
levantado la voz, como no lo hacen tampoco sobre la situación de las mujeres
en otros países islámicos “aliados” como Arabia
Saudita o la región siria de Idlib, ocupada por sus “rebeldes moderados”.
El fundamentalismo islámico solamente preocupa a nuestros
burgueses bienpensantes cuando se posiciona, al menos en apariencia, contra los
intereses del amo de Washington. Y les parecen tolerables -e
incluso apoyan tácita o explícitamente- otros fundamentalismos como el cristiano, que dio un golpe de Estado en Bolivia,
o el sionista, que está cometiendo un genocidio en
suelo palestino; porque responden precisamente a esos intereses.
La misma hipocresía despliega la izquierda líquida
española. La secretaria general de Unidas Podemos, Ione Belarra, ha dicho en su cuenta de Twitter que ( aquí.)
“Afganistán es
hoy la enésima expresión de una política OTAN fallida y seguidista.
No podemos desligarnos de nuestra responsabilidad de proteger la vida y los
derechos del pueblo afgano, especialmente de mujeres y niñas”.
Pues, señora Belarra, es la misma “política fallida” de
la OTAN de la que Unidas Podemos hace
“seguidismo”, como demuestran las recientes declaraciones de miembros de su
formación política a favor de la permanencia de las bases militares
estadounidenses en nuestro suelo. Y su socio, el secretario general
del PCE, Enrique Santiago, está encantado con que España sea
la sede de la próxima reunión de la OTAN.
Enrique Santiago sobre cumbre OTAN en España
11 de junio
de 2021
https://www.youtube.com/watch?v=vqlY_WrDJ1s
13/06/2021
Enrique Santiago sobre la
OTAN: Si formamos parte de una organización internacional hay obligaciones. 14/06/2021
El Secretario General del
PCE, Enrique Santiago, asume las «obligaciones» con la OTAN 16/06/2021
Enrique
Santiago: “Preferiríamos no estar en la OTAN pero hay que cumplir con las
obligaciones”
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo el lunes pasado que la llamada
comunidad internacional debe "garantizar la seguridad y dignidad del
pueblo afgano, especialmente de los más vulnerables". Esto
cuando su gobierno y los anteriores han sido cómplices
directos de que en Afganistán, solo desde enero a mayo de
2019, hayan muerto en ataques de EEUU, la OTAN y
el propio gobierno afgano 305 civiles, incluidos mujeres y
niños, y más de un centenar de soldados del ejército español allí destacado.
Anexo: Bajas españolas en Afganistán
EE.UU. huye derrotada de
Afganistán, dejando a merced de los talibanes a sus "colaboradores"
Luque: Conflicto de
Afganistán es guerra por opio lanzada por EEUU
José Luis Rodríguez
Zapatero (17 de
abril de 2004-21 de diciembre de 2011)
Invasión de Irak de 2003, Guerra de Irak
En la misma línea de cinismo e hipocresía, los lacayos de la Unión
Europea, en boca de su ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, han confirmado que tendrán que “hablar”
y "tratar" con los talibanes, vencedores de la guerra, (aquí, aquí,)
mientras no solo se niegan a hacerlo con los presidentes de Cuba o Venezuela,
cargos electos, sino que, además, les imponen sanciones, ilegales según las
leyes internacionales.
En estos días ya estamos viendo cómo los medios corporativos están
intentando blanquear al nuevo gobierno de los talibanes. En
realidad, llevan haciéndolo desde que el inquilino de la Casa Blanca decidiera negociar con ellos el traspaso de poder.
Mientras tanto -y como en ocasiones anteriores- los mismos medios
utilizan la “cuestión femenina” como arma de propaganda occidental a
través de entrevistas a “activistas” locales y grupos
de mujeres que son instrumentos, consciente o
inconscientemente, del imperialismo Otanista. Así, El País,
por ejemplo, publicaba recientemente las declaraciones de una periodista afgana que recuerda las “sevicias
a las que los talibanes sometieron a las afganas entre 1996 y 2001”, y
denuncia que éstos van a poner fin ahora a las “libertades civiles de las
que han disfrutado desde 2001”.
“Los
talibanes han empezado a ir casa por casa buscando a las mujeres activistas”,
denuncia Humira Saqib
Copiado el
artículo al final
En serio. ¿Qué tipo de libertades son las que han mantenido un nivel de
analfabetismo entre las mujeres del 87%, uno de matrimonios forzados, incluso
de niñas, de hasta el 80%, impunidad total para los delitos de violación y
otros abusos sexuales, o la prohibición de decir el nombre de una mujer en
público e incluso plasmarlo en documentos oficiales? Esto por señalar
sólo algunas de estas “libertades civiles”.
En efecto, como afirma Olga Rodríguez, parece que se quiere
“aceptar el argumento falaz de que las cosas van bien con la presencia
de tropas estadounidenses y solo empiezan a ir mal cuando estas abandonan”.
Aunque esto debería aplicárselo también a su defensa del papel de los "rebeldes
moderados" en Siria.
El cinismo ante Afganistán
Olga Rodríguez 16 de agosto de 2021 (Copiado el
artículo al final)
La Otanista
de Olga
Rodríguez
“Mundo Obrero” premia a la
perrodista Olga Rodríguez… (y mañana a Eduardo Inda)
Dudo que la Asociación Revolucionaria
de Mujeres de Afganistán (RAWA por sus siglas en inglés), mencionada en su artículo, no siga siendo
otro brazo del imperialismo estadounidense si tenemos en
cuenta que, desde su fundación en 1977, su presidenta, Meena Kewshwar Kamal (aquí) , se alineó (aquí) con la doctrina Carter contra la República Democrática de
Afganistán, a la
que llamaban la “marioneta soviética” de Kabul.
Esto le valió el generoso apoyo de los gobiernos occidentales mientras la CIA actuaba
bajo cuerda con Bin Laden.
La RAWA, que no ha tardado en publicar la
serie de prohibiciones a que se verán sometidas las afganas bajo la Sharia talibán
-reproducidas en redes
sociales-, como si
durante los últimos 20 años muchas de ellas no hayan estado vigentes, no
es la primera organización de mujeres afganas, como dice en su página web.
Ya en 1965, un año después de la Constitución que
otorgó el derecho al voto a las mujeres, se fundaba la Organización
Democrática de las Mujeres Afganas. En ese año, además, Anahita Ratebzad (aquí) fue
elegida diputada en el Parlamento. Después, bajo el gobierno de la República
Democrática, tuvo la cartera de Educación desde donde impulsó los
programas de educación igualitaria entre los sexos. En un viaje oficial a
Europa, Margaret Thatcher, más ocupada en el enaltecimiento
de los muyahidines, rehusó entrevistarse con ella.
Es altamente probable que al gobierno talibán, ya reconocido por la “comunidad
internacional”, lo presenten a partir de ahora los medios de propaganda
Otanista como un Estado Islámico “inclusivo” donde
las mujeres serán muy felices, tal como los propios portavoces talibanes
han declarado. Pero nos tememos que la situación
de la mayoría de afganas no vaya a mejorar respecto a lo que ha sido en las
últimas décadas, a no ser que surja dentro del país un movimiento
verdaderamente revolucionario capaz de forzar cambios radicales que garanticen
la igualdad social y la soberanía popular.
VÍDEO
RELACIONADO:
El Jefe del
estado mayor británico afirma que puede haber un "gobierno talibán
inclusivo"
https://www.youtube.com/watch?v=CmAf0QMHGP0
https://canarias-semanal.org/art/31164/afganistan-las-mujeres-de-nuevo-como-propaganda-otanista
Buceando en la resolución reaccionaria anticomunista del Parlamento
Europeo, que amenaza con ilegalizar la ideología comunista. Crítica del
Libro negro del comunismo: crímenes, terror, represión. Los procesos de Moscú y
el proceso de Moscú en la España republicana. (1936-1939)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2019/11/buceando-en-la-resolucion-reaccionaria_8.html
“ Declaración
del Parlamento Europeo sobre la proclamación del 23 de agosto como Día Europeo
Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo y del Nazismo
(2010 / C 8 E / 10)
Lista de firmantes
Entre otros están los del PSOE, y
aquí están algunos ellos Alexander
Alvaro, Enrique Barón
Crespo, Josep Borrell Fontelles, Inés Ayala Sender,
Proceso de paz afgano
Bandera de
los Talibanes (izquierda) y la bandera de
los Estados Unidos (derecha)
https://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_de_paz_afgano
Refugiados
afganos
https://es.wikipedia.org/wiki/Refugiados_afganos
https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Refugiados_de_Afganist%C3%A1n
En sangrienta campaña electoral, EEUU negocia con los talibán una paz
controvertida
3 agosto
2019
https://www.elmundo.es/internacional/2019/08/03/5d45959421efa06a268b4610.html
EE. UU. presenta a Afganistán el borrador de un acuerdo de paz pactado
con el Talibán
03/09/2019
https://www.france24.com/es/20190903-afganistan-acuerdo-paz-taliban-violencia
El
representante especial de Estados Unidos para la reconciliación en Afganistán, Zalmay Khalilzad, da la mano al cofundador
del Talibán, Mullah Abdul Ghani Baradar, durante la ceremonia
de la firma del acuerdo en Qatar
EE. UU. y los talibanes firman un acuerdo de
paz para retirar tropas de Afganistán
29/02/2020
EE.UU. y el
Talibán firman un histórico acuerdo que prevé la retirada de todas las tropas
estadounidenses de Afganistán
29/02/2020
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51689432
EEUU y los talibanes firman la paz en Afganistán
29/02/2020
Estados Unidos y los talibanes firman un acuerdo histórico para la
retirada de tropas de Afganistán en 14 meses
29/02/2020
EEUU y los
talibanes firman un histórico acuerdo de paz en Doha
El pacto, no
obstante, deja fuera al Gobierno afgano
29/02/2020
https://atalayar.com/content/eeuu-y-los-talibanes-firman-un-hist%C3%B3rico-acuerdo-de-paz-en-doha
EE. UU. y talibanes firman histórico acuerdo para retirar tropas
estadounidenses de Afganistán
29/02/2020
Los talibán firman hoy un acuerdo de paz con Estados Unidos
29/02/2020
https://www.elmundo.es/internacional/2020/02/21/5e4fd7b0fc6c83901f8b468e.html
Estados
Unidos y los talibanes firman un acuerdo de paz que pone en marcha la retirada
de tropas
29/02/2020
El punto de vista de los talibanes
sobre el ‘compromiso de trato’ con Biden
15 de
Noviembre de 2020
Los
talibanes instaron a la administración entrante de Biden a cumplir el acuerdo
de la administración Trump y su plan de retirada
Joe Biden
Desde el 20
de enero de 2021
https://es.wikipedia.org/wiki/Joe_Biden
La
administración de Biden revisará el acuerdo de paz entre EEUU y los talibanes
23.01.2021
El acuerdo
de paz entre EEUU y los talibán cumple un año entre dudas y un aumento de la
violencia en Afganistán
28/02/2021
Joe Biden defiende
la retirada y culpa a Afganistán: "Los líderes han huido" | RTVE
https://www.youtube.com/watch?v=hsdlK7J-Hq4
Emitido en
directo el 16 agosto 2021
Primera
comparecencia del presidente de EE.UU., Joe Biden, tras la caída del gobierno
afgano y la toma del control del país por parte de los talibanes. Biden ha
afirmado que la misión de su país en Afganistán nunca fue crear "una democracia unificada y
centralizada", sino evitar los ataques terroristas contra suelo
estadounidense. "Defiendo mi decisión vehementemente. (...) Los
líderes políticos de Afganistán se han rendido y han huido del país. Las
fuerzas militares han colapsado", ha afirmado el presidente de EE.UU.
Biden comparece cuando las críticas arrecian tanto dentro como fuera de Estados
Unidos contra por la caótica retirada de EE.UU. de Afganistán, mientras las
fuerzas estadounidenses evacúan a miles de ciudadanos de su país y a sus
aliados tras la caída de Kabul en manos de los talibanes.
Los cuerpos de las mujeres pobres generan nuevos nichos de ganancia al
capital
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/03/los-cuerpos-de-las-mujeres-pobres.html
Por la vida
y el empleo: hagamos del 8 de marzo un día de lucha de las trabajadoras. Por
área de feminismo del Espacio de Encuentro Comunista (EEC)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/03/por-la-vida-y-el-empleo-hagamos-del-8.html
Juan Andrade Apuntes para una historia del PCE
https://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/06/juan-andrade-apuntes-para-una-historia.html
Alfredo Grimaldos. Claves de la Transición 1973-1986 (para adultos) De la
muerte de Carrero Blanco al referéndum de la OTAN
https://eljanoandaluz.blogspot.com/2020/04/alfredo-grimaldos-claves-de-la.html
El hundimiento del engranaje de la Transición: de aquellos polvos vienen
estos lodos
https://eljanoandaluz.blogspot.com/2020/04/el-hundimiento-del-engranaje-de-la.html
“Los
talibanes han empezado a ir casa por casa buscando a las mujeres activistas”,
denuncia Humira Saqib
Dubái - 17 AGO 2021 - 13:21 CEST
“Los
talibanes han empezado a ir casa por casa buscando a las mujeres activistas”,
asegura la conocida periodista y defensora de los derechos de la mujer Humira
Saqib, que a sus 41 años recuerda con nitidez las sevicias a las que los
extremistas sometieron a las afganas durante su dictadura (1996-2001). Su denuncia contrasta con los
mensajes de tranquilidad que emiten los portavoces talibanes. No se fía. Como
muchas otras mujeres, ha optado por esconderse.
“Las
activistas estamos atrapadas aquí, nos escondemos en casas de amigos o
familiares y no podemos salir [a la calle] por el riesgo que corremos”, resume
Saqib en un rápido intercambio de mensajes.
No es
paranoia. A mediados de julio, los islamistas secuestraron a Zahra Jalal, la
representante de la provincia de Khost en la Red de Mujeres en Gobernanza
Urbana. Otra activista, Maryam Durrani, escapó de Kandahar, donde promovía la
educación de las niñas, cuando estaba a punto de caer en manos de los
islamistas. Desde principio de mes había recibido varios mensajes que le
advertían de que su vida estaba en peligro.
“Los
talibanes acosan y amenazan con regularidad a las mujeres en las zonas que
controlan”, apunta Femena, una red de apoyo a las feministas de Oriente Próximo
y Asia. La organización ha recogido la firma de 1.200 activistas afganas e iraníes
pidiendo protección para los civiles, así como que se reconozca a las afganas
como ciudadanas en igualdad de condiciones con los hombres.
Existe un
extendido temor entre las mujeres (y los jóvenes) de que los talibanes van a poner fin a las
libertades civiles de
las que han disfrutado desde 2001. Los portavoces de la milicia envían señales
contradictorias: no ocultan que su objetivo es instaurar un régimen gobernado
por la ley islámica (sharía), pero mantienen la ambigüedad sobre el acceso a la
educación o al trabajo de las féminas.
“Dicen que
vayamos a trabajar y a estudiar, que llevemos una vida normal, pero en Herat no
dejan que las mujeres y las niñas acudan a las universidades”, señala Saqib. En
efecto varias estudiantes han relatado en los últimos días como les impidieron acceder al recinto
universitario.
También hay testimonios de empleadas a las que se les ha rechazado en sus
puestos de trabajo.
De momento,
sin embargo, los barbudos no han cortado internet (cuando gobernaron,
prohibieron la televisión y el cine) y tampoco han impuesto la obligatoriedad
de que las mujeres solo puedan salir a la calle ocultas bajo un burka y
acompañadas por un hombre de su familia, como entonces. Muchas, como Saqib,
temen que sea cuestión de días.
De hecho, el
temor a que cambien las tornas ya está induciendo a tomar medidas. Por ahora,
algunas prefieren no aventurarse fuera de casa y si lo hacen, adoptan una
vestimenta más conservadora, evitando los colores llamativos. Otras, como A.
I., temen que tendrán que aparcar su pasión por la música o el deporte. Pero el
ambiente empieza a oscurecerse: en algunas cadenas de televisión han remplazado
las populares series indias y turcas por otras islámicas.
La
presidenta de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, Shahrzad Akbar, ha
recordado a través de Twitter que “funcionarios, empleados del gobierno,
exmilitares, periodistas, mujeres activistas, defensoras de derechos humanos,
jueces y fiscales, personas que han trabajado con fuerzas extranjeras, todos
tienen miedo porque a pesar de ser civiles, todos han sido objeto de ataques de
los talibanes”. Por eso ha pedido a la milicia que, “ahora que sus fuerzas han
tomado Kabul, se responsabilice de las vidas de los ciudadanos”.
Saqib, por
su parte, pide al resto de los países que “trabajen para salvar las vidas de
las activistas, las defensoras de los derechos humanos y las periodistas”.
Desde su escondite en algún lugar de Kabul también defiende que “no se echen a
perder 20 años de avances y se dé a la gente una garantía internacional de que
protegerá su vida”
La Otanista de
Olga Rodríguez
El PCE prepara la conmemoración del centenario de la Revolución de
Octubre y la compara con las revoluciones de colores. Se va a premiar a una
OTANISTA y la responsable de ATTAC España en la fiesta del PCE
https://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/09/el-pce-prepara-la-conmemoracion-del.html
El cinismo
ante Afganistán
En un mundo
idílico podemos creer en los unicornios. Pero en la vida real las invasiones
militares buscan intereses propios que a menudo chocan con los de la población
autóctona. En medio de todo ello, las mujeres suelen ser un argumento de quita
y pon
Claves — El asalto de Kabul: qué
ha pasado en Afganistán y por qué ha pasado tan rápido
16 de agosto
de 2021
En 2001
miles de periodistas, analistas y políticos clamaron en favor de una
intervención militar en Afganistán como respuesta a los ataques del 11S que Al
Qaeda perpetró en Estados Unidos. La propaganda estadounidense, para convencer
a la comunidad internacional, aseguró que además liberaría a las mujeres
afganas de la opresión del régimen talibán. Si viviéramos en un mundo idílico
podríamos creer que los Ejércitos armados no arrojan bombas, solo construyen
paz. Pero como no vivimos en un mundo idílico es obligación analizar la
realidad para no caer en la trampa de cualquier propaganda.
Los mismos
que defendieron aquella intervención militar, la ocupación del territorio
afgano, la imposición de la fuerza armada e incluso los múltiples ataques
estadounidenses que en todos estos años han matado a población civil, son los
que ahora lamentan la situación en la que queda el país con el avance de los
talibanes. De forma asombrosa desvinculan por completo la presencia de EEUU y sus aliados de
la OTAN durante veinte años en el país de todo lo que ha ocurrido en Afganistán
desde 2001.
Nada alcanza
el horror impuesto por el régimen talibán en su día, cuando las mujeres no podían
salir a la calle sin la compañía de un hombre, ni estudiar, ni reír en público,
ni hacer ruido al andar. Pero en dos décadas de ocupación militar ni EEUU ni
sus aliados lograron evitar que Afganistán siga siendo uno de los peores países
del mundo para las mujeres, como han advertido organizaciones de derechos
humanos, activistas y periodistas afganas, sin conseguir nunca suficiente
reacción internacional. Ahora la toma del país por los talibanes amenaza con
empeorar aún más sus vidas.
Dos tercios de las
jóvenes afganas no están escolarizadas y el 75% afrontan matrimonios forzosos,
en muchos casos antes de cumplir 16 años
Uno de
los peores países para las mujeres
"No uso
el transporte público, evito la calle y los lugares públicos, el acoso es
continuo o incluso diría que ha aumentado últimamente, tanto verbal como
físico", denunciaba en 2019 en una conversación una activista afgana que
me pidió mantener su anonimato. Dos
tercios de las jóvenes afganas no están escolarizadas, el 80% de las mujeres
siguen siendo analfabetas, más de la mitad han sufrido violencia machista en el
seno de su propia familia y el 75% afrontan matrimonios forzosos, en muchos
casos antes de cumplir 16 años. Todo ello, cuando aún estaban las tropas de
la OTAN en el país, antes de que los talibanes conquistaran territorio y
llegaran hasta Kabul.
Durante los
veinte años de presencia militar extranjera se han seguido registrando ataques
a mujeres cuando se desplazan a la escuela o al trabajo. Los porcentajes de
violaciones y de casos de violencia machista son muy elevados, así como los
índices de abusos sexuales cometidos por las fuerzas de seguridad.
Hay quienes solo elevan
su voz ahora que EEUU se marcha. Pareciera que quisieran aceptar el argumento
falaz de que las cosas solo empiezan a ir mal cuando las tropas estadounidenses
se van.
ONG,
activistas y periodistas han denunciado durante años la situación de las
afganas, pero Europa consideró que Afganistán era un país seguro para ellas y
prefirió no aceptarlas como personas refugiadas que asumían riesgos si eran
deportadas. Casi nadie puso el grito en el cielo entonces, a pesar de que
muchas huían de agresiones sexuales, violencia de género sistematizada,
discriminación y ausencia de futuro. Hay
quienes solo han querido elevar su voz ahora que Estados Unidos y sus aliados
se marchan. Pareciera que consciente o inconscientemente quisieran aceptar el
argumento falaz de que las cosas van bien con la presencia de tropas
estadounidenses y solo empiezan a ir mal cuando estas abandonan.
Lo cierto es
que en 2015 y 2016 miles de personas refugiadas afganas llegaron a Europa,
desesperadas, en busca de una salida. Superaban en número a los refugiados
sirios e iraquíes. En Grecia, en Macedonia, en Serbia o Hungría nos rogaban a
los periodistas que contáramos sus historias. Salvo excepciones, los países
europeos consideraron que no eran merecedoras de ayuda. Durante cuatro décadas Afganistán ha sido uno de los países que más personas
refugiadas ha generado. Pero los Gobiernos europeos apenas han aceptado a medio millón.
Mujeres
afganas a las puertas de un colegio electoral, en 2004. Kabul. Olga
Rodríguez Constitución de Afganistán
Despilfarro
en 'seguridad' y violaciones de derechos humanos
En 2021 casi
la mitad de la población afgana está en situación de necesidad humanitaria. En
veinte años miles de millones de dólares de EEUU han ido a parar a la compra de
armamento y la inversión en 'seguridad'. Mucho menos se invirtió en educación,
sanidad pública, gobernanza, desarrollo, democratización, infraestructuras.
Cada vez que he estado en Afganistán me he topado con decenas de historias de
mujeres maltratadas, viudas abandonadas, jóvenes violadas o menores que han
intentado suicidarse porque no les permiten estudiar y son obligadas a casarse
a temprana edad. La emancipación de las mujeres se limita a las grandes
ciudades, y de forma parcial. Aún así, en áreas urbanas como Kabul o Herat
muchas han podido acceder a la universidad.
En todos
estos años de atrás la corrupción era palpable para cualquiera: eternos
proyectos que recibían millones de dólares y que no terminaban de ver la luz,
cargos altos y medios que viajaban en cochazos blindados despilfarrando dinero
y oportunidades y que tras ello se iban del país y, sobre todo, una estrategia centrada excesivamente en la
militarización, en la guerra, en armamento. No hacía falta ser un lince
para darse cuenta de ello. El caos era evitable, pero ¿querían todos los
participantes en esa guerra evitar el caos?
La
honestidad de muchos empleados de organismos internacionales que han trabajado
en Afganistán se ha topado de bruces una y otra vez con evidentes dinámicas de
corrupción –proyectos fantasma, retrasos perpetuos en los planes, desvío de
fondos, debilidad de las instituciones– que podíamos detectar quienes íbamos y
veníamos. Si testigos externos eran capaces de percibir el saqueo y el despilfarro
en el ámbito militar frente a necesidades mucho más cruciales, ¿cómo no iban a
verlo los responsables de la ocupación?
Como ha
pasado en tantos países ocupados o intervenidos militarmente por tropas
extranjeras, Afganistán se convirtió en un polvorín con demasiadas armas que
ahora están tomando los talibanes. Ya en 2004 la población se quejaba de que
los tanques estadounidenses que se paseaban por pueblos y ciudades apuntaban
sus cañones hacia abajo, hacia la calle, hacia la gente. Las tropas estadounidenses
han sido percibidas en sectores importantes de la población como elementos
hostiles. No en vano, la cárcel secreta de Bagram, gestionada por EEUU, fue
escenario de torturas y violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Entre
sus paredes se generaron traumas y enorme sufrimiento, al igual que en
Guantánamo, por donde pasaron algunos de los hombres que ahora engrosan las
filas de los talibanes.
Hace unas horas la
afgana Fatima Ayub recordaba que 'hace 11 años las fuerzas estadounidenses
asesinaron a 8 miembros de mi familia mientras dormían'
Ataques
de EEUU y sus aliados contra civiles
En estos
veinte años de ocupación militar se han registrado multitud de ataques contra
civiles perpetrados por las tropas de Washington y sus aliados. Solo entre enero y mayo de 2019 los ataques
de EEUU y la OTAN mataron a 145 civiles,
la mitad de ellos mujeres y niños. En total las fuerzas estadounidenses y sus
aliados –incluidas las fuerzas afganas– mataron en ese periodo a más civiles –305– que los talibanes.
Entre enero
y noviembre de 2008 los ataques de las fuerzas internacionales –principalmente
los bombardeos estadounidenses– provocaron la muerte de unos cuatrocientos civiles, muchos de ellos mujeres y niños. Buena
parte de los casos, dados a conocer
por testigos directos, fueron denunciados por oficiales de la Administración
afgana y reconocidos por la propia OTAN. En
algunas operaciones durante estas dos décadas de atrás los aviones
estadounidenses han matado a más de
noventa civiles en un solo ataque.
Hace unas
horas la activista
afgana Fatima Ayub recordaba en las redes sociales que "hace once años las
fuerzas estadounidenses asesinaron a ocho miembros de mi familia, mientras
dormían en plena noche. ¿Qué nueva miseria aguarda ahora?". Y añadía:
"La mayoría de la gente es incapaz de darse cuenta de que 20 años de
guerra produjeron el peor resultado posible. Entonces, ¿por qué ayudaría más
violencia y muerte?".
La paz solo llega con inversión en educación y sanidad públicas, con
libertad, con democracia, con políticas de igualdad. No con injerencias
militares al servicio de intereses ajenos a los de la población, ni con
"inversiones" corruptas, ni con bombas, ni con el suministro de
armamento. Eso solo perpetúa la violencia.
En 2004
Abdul, un refugiado afgano alojado en la periferia de Kabul –cuya historia
relato en el libro El hombre mojado no teme la lluvia– me decía que
"si Estados Unidos gastara menos en esfuerzos militares y más en planes
humanitarios, quizá esta población aceptaría mejor a sus tropas". En
2006, en la capital afgana, entrevisté por segunda vez a Massuda Jalal, una médica que se había presentado un par de años antes
como candidata en las elecciones presidenciales:
"Las
afganas siguen sufriendo como siempre –me dijo Massuda– Son víctimas de
matrimonios forzados a muy temprana edad, muchas soportan la violencia
doméstica y apenas tienen acceso a un asesoramiento legal. Es para alarmarse:
Hay una expresión que aún se usa en las áreas rurales que dice que una mujer debería tener su primera regla en casa de su
marido, y algunos padres se empeñan en hacer que sus hijas lo cumplan".
Esos señores de la guerra han sido,
en muchos casos, los aliados de Estados Unidos en el país
Los
'señores de la guerra' aliados de Washington
Ese mismo
año la diputada Malalai Joya recibió insultos y amenazas en el
propio Parlamento después de que ella acusara a algunos diputados de haber sido
criminales de guerra. En 2007 fue inhabilitada por un periodo de tres años.
Varias organizaciones internacionales mostraron su apoyo a Malalai, así como seis
mujeres Premio Nobel e intelectuales como Naomi Klein o Noam Chomsky. La
asociación Paz Ahora emitió un comunicado en el que señalaba que "el 21 de
mayo de 2007, con una amplia mayoría, el Parlamento dominado por señores de la
guerra y narcotraficantes inhabilitó a Joya por un periodo de tres años y
ordenó al Tribunal Supremo que abriera diligencias contra ella". Esos
señores de la guerra han sido, en muchos casos, los aliados de Estados Unidos
en el país.
En estos
años, con las tropas extranjeras en suelo afgano, mujeres emprendedoras y
pioneras han recibido continuas amenazas y agresiones. Muchas fueron
asesinadas. Entre ellas, la periodista Zakia Kaki, directora de una radio en la
provincia de Parwan, con programas dedicados a los derechos humanos, la educación
y la emancipación de las mujeres. En junio de 2007 le dispararon siete tiros
delante de su hijo de ocho años. Ser mujer y libre en Afganistán es
difícilmente compatible. Las integrantes de la organización afgana RAWA[jj1] [jj2] llevan
denunciándolo desde 1977. Algunas viven en Afganistán; otras muchas han optado
por refugiarse en el extranjero.
En 2008
lamentaron en un comunicado que tras la invasión de su país "los
sufrimientos y actos depravados contra las mujeres no se han reducido; es más,
ha aumentado el nivel de opresión y la brutalidad que día a día afecta a la
población más débil de nuestra sociedad. El gobierno corrupto y mafioso y sus
guardianes internacionales están jugando de manera desvergonzada con el
intolerable sufrimiento de las mujeres afganas, al que usan como su instrumento
de propaganda ante la gente engañada de todo el mundo".
En 2019,
dieciocho años después de la invasión y ocupación estadounidense de Afganistán,
justificada por muchos porque iba a "liberar a las mujeres", Estados
Unidos inició una negociación con los talibanes, excluyendo la presencia de
mujeres en las reuniones y sin poner encima de la mesa la necesidad de luchar
contra la violencia machista a través de medidas legislativas.
En ese
momento diputadas y activistas afganas exigieron participar, pero Washington
las mantuvo fuera en los primeros encuentros. "Están negociando a puerta
cerrada, sin transparencia, los talibanes quieren aplicar la sharia, estamos
muy preocupadas", me dijo entonces Sima Samar, directora de la Comisión
Independiente de Derechos Humanos de Afganistán. El cambio de Gobierno en
Washington no ha significado una modificación en los planes. El presidente Joe Biden apostó por proseguir
con lo trazado por el Gobierno de Trump: negociación con los talibanes y
retirada de tropas.
La situación geográfica de Afganistán
explica que a día de hoy siga siendo un tablero clave de lo que en el siglo XIX
se llamó el Gran
Juego.
Afganistán,
como 'una cabra entre dos leones'
Afganistán,
punto estratégico de Asia Central, importante lugar de paso para posibles rutas
de hidrocarburos, comparte frontera con Irán y China, entre otros países. Su
situación geográfica explica que a día de hoy siga siendo un tablero clave de
lo que en el siglo XIX se llamó el Gran Juego, cuando Reino Unido y Rusia se
disputaban la influencia en la región. Londres no logró dominar del todo aquel
territorio y su tropas terminaron derrotadas y expulsadas en 1919. En los años
setenta Estados Unidos no dudó en financiar a muyahidines para que lucharan
contra la URSS en territorio afgano. Aquellos señores de la guerra que
recibieron millones de Washington se convertirían posteriormente en el germen
de los talibanes.
Desde
entonces Afganistán, un Estado bisagra, es un escenario en el que ya no solo
Moscú o Washington, sino China y algunos países de la región –Irán, India,
Pakistán– se disputan intereses y liderazgo. En 1897 un por entonces joven
periodista llamado Winston Churchill, futuro primer ministro británico,
destinado en Afganistán con las tropas inglesas, escribió que aquel era un país
en el que "todo hombre es un soldado" y en el que "la mano de
todo hombre está contra la del otro, y todos a su vez contra el
extranjero".
En 1900, el
emir afgano Abdul Rahman Khan, tras veinte años en el poder –y con un país en
el que se habían librado ya dos guerras contra los ingleses y que servía de
escenario para el pulso que mantenían Londres y Moscú– se preguntó cómo
Afganistán, que se encontraba "como una cabra entre dos leones o como un
grano de harina entre dos enormes ruedas de molino, podría sostenerse en medio
de las piedras sin ser reducido a polvo".
Ayer Europa rechazaba aceptar a refugiadas
afganas, ante demasiados silencios. Hoy la hipocresía pública lanza SOS por
ellas
Washington
invadió Afganistán porque quería demostrar que respondía ante los atentados del
11S. Su objetivo no fue mejorar la vida de los afganos o democratizar el país.
En veinte años de ocupación lo ha dejado claro. En un mundo idílico podemos
creer en los unicornios. Pero en la vida real las invasiones con ejércitos
buscan intereses propios que a menudo chocan con los de la población autóctona.
Y en medio de todo ello, las mujeres suelen ser un argumento de quita y pon
para justificar operaciones militares y estrategias geopolíticas.
Ahora parece
que las afganas preocupan, al fin. Veinte años tarde. No son las únicas que
viven una terrible opresión. Pero la geopolítica decide quiénes merecen
atención y quiénes no (ahí están las saudíes, por ejemplo). Las personas
refugiadas en Europa son estigmatizadas en demasiados sectores, algunos de los
cuales ahora se echan las manos a la cabeza ante la situación de Afganistán. Ayer
Europa deportaba a la población afgana o la encerraba en centros de
internamiento, ante demasiados silencios. Hoy la hipocresía pública lanza SOS
por ella. Esperemos que ahora sí toque.
https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/cinismo-afganistan_129_8223398.html
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