En este documento, aclaro
algunos conceptos que utiliza la izquierda reformista
Frente Popular
o Frente interclasista, opuesto al Frente único obrero
Pueblo
Pueblo
trabajador
La Segunda República Española, al definirse
por la Constitución de 1931 como una República
de trabajadores de toda clase, acentuaba el componente popular (en el
sentido de pueblo llano o pueblo trabajador)
de la soberanía.14
El concepto de Frente Popular, fue creado por Stalin en el
VII Congreso de la III Internacional Comunista, aplicado por
el PCE en la
II República.
El PCA propone un “frente popular” con Podemos y Equo “para la revolución
democrática” en España y Andalucía
05/09/2014
Del V al
VII Congreso Mundial
El V Congreso Mundial de la Internacional Comunista se
celebró en Moscú entre
junio y julio de 1924,
después de la muerte de Lenin
El VI Congreso Mundial de la Internacional Comunista tuvo
lugar entre julio y septiembre de 1928 en Moscú. En el
nuevo contexto del comienzo de la grave crisis económica soviética, se
aprobaron la consigna de "clase contra clase", que oficializó el
comienzo del llamado "Tercer Periodo", aunque sin criticar la Nueva Política
Económica. Con la escena política de la URSS dominada ya
por Stalin, se proclamó la
cercanía de una "crisis del capitalismo"
y la necesidad una "política extremista" que luchara con igual
virulencia contra el liberalismo y el fascismo; en
tal contexto los socialistas que acataban los dictados de la democracia debían
ser atacados como "socialfascistas" y considerados como el "principal enemigo
a batir", lo cual redujo la popularidad de los comunistas entre los
partidos de izquierda a
nivel mundial.
. El VII Congreso Mundial
de la Internacional Comunista se reunió en agosto de 1935 en Moscú. Tras el
auge de los fascismos, y el fracaso de la política ultraizquierdista
aprobada en el anterior congreso, se dio paso a la política de frentes
populares donde los comunistas sí buscarían aliarse con otros grupos
de izquierda (incluidos los aborrecidos socialistas),
política auspiciada insistentemente por Stalin, quien ya
era gobernante supremo de la URSS, tras eliminar a sus rivales en la Gran Purga.
En este periodo se oficializó la ruptura entre Stalin y Trotski, y éste
último tuvo que refugiarse fuera de la URSS mientras sus seguidores fueron
encarcelados o asesinados por el nuevo régimen.
La política de clase contra clase definida anteriormente por la Komintern impidió
una alianza efectiva de los partidos comunistas para participar en tales
alianzas democráticas. Esta posición varió tras la destrucción de la República de Weimar y hacerse con el
poder Adolf Hitler en Alemania. La Komintern y la
política exterior soviética (resoluciones VII Congreso (1935) cambiaron su
línea y propiciaron una postura más flexible y de acercamiento a todas las
fuerzas democráticas, que facilitaran la formación de gobiernos democráticos de
amplia base.
Se propuso -en 1932- un frente único de los
trabajadores.2 Esos frentes
únicos, de modo que no se extendían únicamente a la clase trabajadora (es
decir, a las bases de los partidos y sindicatos comunistas, sindicalistas
revolucionarios y socialdemócratas) incluso
soslayando la clásica premisa de que la defensa de la democracia no podía ser
llevada a cabo sino bajo la dirección y con objetivos proletarios. Así
por ejemplo, en España, fue el Partido Comunista el primero que lanzó las coaliciones
electorales del Bloque Obrero y Campesino, y, más tarde, la del Bloque
Popular, se permitió que el Gobierno del que, por imitación a lo ocurrido en
Francia, se acabaría conociendo como del Frente Popular, fuese exclusivamente liberal, sin ninguna
participación socialdemócrata, y, menos aún, marxista. Contra dicho Gobierno
puramente centrista fue contra el que se rebelaron los militares sediciosos.
Posteriormente la presión popular favoreció el acercamiento del liberalismo progresista y las fuerzas
que se llamaron en algunos países Partidos Radicales (por ejemplo, el Partido Radical de
(Chile) o el Partido
Radical y el Radical Socialista en Francia). No así en España, donde
el Partido Radical de Lerroux, había
perdido la mayoría de sus votantes y sólo mantenía unos escaños vestigiales.
Una aproximación a la controvertida biografía del
dirigente comunista Jesús Hernández
Cita:
1932- 1939
Tras su periodo de formación
en la URSS Jesús Hernández Sánchez regresó a España en 1932,
asumiendo la responsabilidad de agitación y propaganda en la nueva dirección
del partido designado por Kominter.
En diciembre de 1933
participó, con Dolores Ibárruri, Pasionaria en las sesiones del XIII Plenario
del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista (I.C.), y en agosto de 1.935
hizo lo propio en el VII Congreso de la I.C., al que acudió como segundo
responsable oficial de la delegación española, tras José Díaz. A comienzos de
1.936 se hizo cargo de la dirección de Mundo Obrero, y tomó parte activo en la
campaña electoral que en febrero daría el triunfo al Frente Popular y le
llevaría a ser elegido diputado por Córdoba.
Desencadenada la guerra
civil, los gobiernos de Largo Caballero y Negrín le elevaron a la cartera de Instrucción
Pública, que ocuparía entre septiembre de 1.936 y abril 1.938.
Guy Hermet Los comunistas en España
El viraje del Frente Popular…………………………………. 11
La fórmula del Frente Popular
difiere de las del Frente único obrero y Alianza obrera, propuestas
anteriormente por los comunistas y los socialistas, porque no sólo preconiza la
unidad de acción de las organizaciones obreras, sino también una colaboración
con los partidos burgueses republicanos y ”antifranquistas”. Lo que implica la
adhesión sin reservas del PCE al Estado republicano establecido en 1931. Esta
nueva política fue adoptada por la Komintern a partir de 1934, tal vez con el
fin de tranquilizar a Inglaterra y Francia, y asegura su poyo a la URSS frente
a la Alemania de Hitler.
Texto: Programa del Frente Popular
“Los partidos republicanos Izquierda
Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en representación del
mismo y de la Unión General de Trabajadores. Federación Nacional de Juventudes
Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista, Partido Obrero de
Unificación Marxista , sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus
doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de
fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata
contienda electoral y de norma de gobierno que habrán de desarrollar los
partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas obreras, en el
caso de victoria. Declaran ante la opinión pública las bases y los límites de
su coincidencia política y. además, la ofrecen a consideración de las restantes organizaciones
republicanas y obreras por si estiman conveniente a los intereses nacionales de
la República venir a integrar en tales condiciones el bloque de izquierdas que
debe luchar frente a la reacción en las elecciones generales de diputados a
Cortes (...)”.
COMENTARIO
1-CLASIFICACION
Es una fuente de origen primario y naturaleza
política que tiene la forma de un manifiesto-programa de carácter
electoral, tal como se puede ver en el propio documento al señalar que
diferentes formaciones políticas se han puesto de acuerdo ante una “inmediata contienda electoral”, cuyos autores son los
representantes de los partidos firmantes citados en el texto.
Por su parte, la temática del texto completo
sería todo el programa electoral de las formaciones políticas que lo
suscriben; pero al ser un documento incompleto el que aquí se presenta, su temática
específica es el señalar que esas formaciones han llegado a unos acuerdos
básicos, así como un llamamiento a otras fuerzas políticas y sociales para
adherirse a la coalición. Va dirigido a la opinión pública española y a
las organizaciones republicanas y obreras en general.
La fecha del documento tiene que ser
necesariamente 1936, año en el que se celebraron unas elecciones generales
donde participaron coaligadas las formaciones políticas citadas en el mismo
(I.R., U.R., P.S.O.E., P.C.E., P.S y P.O.U.M.); a su vez, es anterior a la
fecha de los comicios (16 de febrero) y posterior a la convocatoria electoral
(principios de enero de 1936). En concreto, el acuerdo fue suscrito el 15 de
enero y dado a conocer al día siguiente.
2-IDEA PRINCIPAL: Señalar
que esas formaciones han llegado a unos acuerdos básicos, así como un
llamamiento a otras fuerzas políticas y sociales para adherirse a la coalición.
3-IDEAS SECUNDARIAS:
3.1-En el
texto se dice que el bloque de izquierdas, o sea, el Frente Popular, «debe
luchar frente a la reacción en las elecciones generales de diputados
a Cortes». ¿Por qué surge esta coalición de fuerzas? ¿Qué significaba ese luchar
frente a la reacción?
El avance de los fascismos a principios de los años
treinta hizo que la Internacional Comunista planteara la necesidad de llegar a
alianzas entre socialistas, comunistas y partidos burgueses de izquierda contra
ese fascismo que se consideraba como un enemigo común, rompiendo así una
política de enfrentamiento con estas fuerzas, especialmente los socialistas,
que se vino a denominar de clase contra clase( precedente de esos
acuerdos fue el suscrito en Francia en 1934 entre socialistas y comunistas, al
que fue invitado a participar el Partido Radical, y el pacto entre socialistas
y republicanos de izquierda españoles, con la posterior adhesión del P.C.E.,
tras los sucesos de octubre de 1934 -revolución de Asturias). Pero donde se
consagró la idea de esos Frentes populares fue en el VII Congreso de la
Internacional Comunista, celebrado en el verano de 1935: Aquí se abandonó la
política de clase contra clase, que implicaba el enfrentamiento con los
socialistas, y se propugnó la colaboración entre las organizaciones
progresistas.
En el caso español, el primer intento de aglutinar
las fuerzas de la izquierda tuvo lugar en 1934, cuando la presencia en el
Gobierno de hombres de la C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas
Autónomas), amenazaba la propia existencia de la Segunda República.
Esta formación política. que logró la mayoría
relativa en las elecciones de 1933, estaba compuesta por una mezcla de grupos
donde predominaban empresarios y propietarios agrícolas y contaba con las
simpatías de la Iglesia y de los sectores más conservadores del país. Su líder
era José María Gil RobIes, y figuraban desde hombres claramente democráticos,
hasta otros próximos al fascismo.
En 1936, la posibilidad de una victoria de la
C.E.D.A. en las elecciones convocadas y de que a ella se unieran las
formaciones políticas fascistas como Falange Española y de las J.O.N.S., fue lo
que impulsó el acuerdo entre comunistas, socialistas y la izquierda burguesa en
enero de 1936. Éste fue el origen del Frente Popular español.
Para los frentes populistas españoles, luchar
contra la reacción significaba luchar contra los fascismos cuya
amenaza era una completa realidad en el contexto de la crisis mundial de
principios de los años treinta. Los fascismos se habían consolidado en Italia y
después en Alemania y se presentaban como movimientos salvadores de una
civilización y de unos valores que, según sus líderes, la democracia burguesa y
el marxismo amenazaban con destruir. En ese ascenso al poder los fascistas buscaron
una aproximación a las capas más conservadoras de la sociedad que veían
en esos fascismos freno al socialismo y el comunismo.
Una vez logrado el poder por los fascismos, las
promesas de reformas sociales cayeron en el olvido y se implantó el terror como
forma de gobierno contra todo lo que se apartara de su ideología irracional:
determinados grupos étnicos, intelectuales, dirigentes obreros, líderes
políticos de izquierda, gente liberal, etc., fueron las víctimas de una
verdadera orgía de violencia. Por ello, luchar contra la reacción
significaba algo más que combatir al fascismo y a las fuerzas que lo
sustentaban. Representaba también la defensa de la vieja herencia ilustrada y
liberal, que hizo posible la revolución burguesa, con todo lo que esa herencia
significaba de libertad y tolerancia, así como de los logros sociales que había
conseguido el movimiento obrero internacional tras largos años de lucha.
3.2-El Frente Popular de 1936 se presenta como
una gran alianza electoral de la izquierda republicana con partidos y
organizaciones obreras. ¿Cuáles son esas fuerzas políticas
y sociales señaladas en el texto? ¿Quiénes eran sus dirigentes?
-«Izquierda Republicana» y «Unión
Republicana» fueron dos
partidos de la llamada izquierda burguesa, resultantes de la fusión de otros
pequeños partidos nacidos en las vísperas de la proclamación de la Segunda
República. «Izquierda Republicana» se constituyó con
afiliados de Acción Republicana, O.R.G.A. (Organización Republicana Gallega
Autónoma) y Partido Radical Socialista, liderados respectivamente por Manuel
Azaña, Casares Quiroga y Marcelino Domingo. Por su parte, «Unión
Republicana» se gestó con el Partido Radical Demócrata de Diego
Martínez Barrios y disidentes del Partido Radical de Lerroux. Tanto un partido
como otro fueron formaciones integradas por intelectuales y gentes de clase
media con afanes renovadores y progresistas. Por ello, estos partidos de
izquierda burguesa sobresalieron por las grandes personalidades que los
dirigieron, especialmente Manuel Azaña, varias veces
Presidente de Gobierno y desde 1936 Presidente de la República.
De los partidos obreros, el más importante, sin
duda, fue el «Partido Socialista» Obrero Español, que en dos
ocasiones -1931 y 1936- logró el mayor número de escaños en el Congreso de los
Diputados. La excelente organización y el prestigio de sus líderes explican en
buena parte ese destacado papel que desempeñó el antiguo partido de Pablo
Iglesias. Entre esos líderes estaban Julián Besteiro, Indalecio Prieto y
Francisco Largo Caballero. El primero presidió las Cortes
Constituyentes y los segundos desempeñaron diferentes carteras ministeriales. A
su vez, Prieto representaba el sector más moderado del socialismo español,
partidario de la colaboración con la izquierda burguesa desde antes incluso de
ser proclamada la República, mientras que Largo Caballero abanderaba la
corriente obrerista y más radical, defensora incluso de la acción
revolucionaria; ligados al P.S.O.E. estaban las «Juventudes Socialistas» y
la «Unión General de Trabajadores», organización sindical
socialista cuyo secretario general era Largo Caballero.
El «Partido Comunista» de
España había nacido de una escisión del P.S.O.E. al no aceptar este partido su
ingreso en la Tercera Internacional (Internacional Comunista). La línea
dogmática y stalinista que le caracterizó en sus orígenes se fue atenuando
desde 1932 al acceder a su dirección nuevos dirigentes, como José Díaz y
Dolores Ibárruri «Pasionaria). Su indiscutible antifascismo le llevó,
en 1936, a proponer la creación del Frente Popular. En este sentido cabe
destacar que sus Juventudes se fusionaron con las Socialistas, dirigidas por Santiago
Carrillo, en un primer intento de componer la unidad de todas las
fuerzas obreras.
Las otras dos formaciones, el «Partido Obrero
de Unificación Marxista» y el «Partido Siudicalista», fueron
minoritarias. El primero era un grupo trotskista, disidente del P.C.E., con líderes
como Andrés Nin y Joaquín Maurín, y el segundo un partido
de corte anarquista cuyo líder y fundador fue Ángel Pestaña,
antiguo dirigente de la C.N.T.
Todas estas organizaciones firmaron el pacto
por el que se constituyó el Frente Popular en enero de 1936.
3.3-También dice el texto que las fuerzas del
Frente Popular «han llegado a comprometer un plan político común [...] que
habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda, con el
apoyo de las fuerzas obreras, en caso de victoria».
¿Cuál fue el programa base o plan político común del
Frente Popular?
El programa del Frente Popular abarcaba un conjunto
de propuestas que se podrían resumir en las siguientes.
a) Amnistía para todos los represaliados tras
los sucesos de octubre de 1934: Significaba el rechazo a
la durísima represión con que fueron castigadas la revolución de Asturias y la
declaración nacionalista de Cataluña en octubre de 1934. Así, en los acuerdos
del Frente Popular se planteaban, si ganaban las elecciones, además de la
amnistía, la readmisión de funcionarios represaliados, el pago de reparaciones
a las familias de las víctimas, la exigencia de responsabilidades a los cuerpos
de seguridad y policía…
b) Reanudación de la reforma agraria
que los gobiernos conservadores habían interrumpido: La reanudación de la reforma
agraria era otra demanda de los firmantes del Frente Popular, una reforma
agraria iniciada en 1932 e interrumpida al año siguiente. Pero conviene señalar
que la propuesta de 1936 era bastante moderada,( tanto es así que no se aceptó
la petición socialista de nacionalización de la tierra), con medidas tan poco
revolucionarias como dar más facilidad a los campesinos para la concesión de
créditos, rebajarles la presión fiscal, fomentar la enseñanza agrícola, etc.
c) Restablecimiento del «imperio de la Constitución»
y, dentro de ello, del Estatuto de Autonomía de Cataluña, suspendido
tras los hechos de octubre de 1934: El restablecimiento del «imperio de la
Constitución» representaba una vuelta al espíritu progresista, laico y
renovador de 1931, que las formaciones conservadoras habían ido diluyendo desde
que asumieron el Gobierno. Así, propusieron revisar la Ley del Tribunal de
Cuentas, la Ley de Orden Público, la reorganización de la Justicia
restringiendo el fuero militar y la restauración del Estatuto de Cataluña: Esto
último suponía no solamente satisfacer las aspiraciones de este territorio,
sino el punto de partida para la consolidación del estado regional que
propugnaba la Constitución, cosa que se haría realidad con nuevos estatutos de
autonomía.
d) Continuación de los programas de reformas
sociales y educativos, paralizadas desde que
las derechas habían llegado al poder en 1933: Los propósitos del Frente Popular
convergían en intensificar los proyectos de transformación iniciados en el
primer bienio de la República. De este modo se acordó abordar una revisión
de la legislación social para dar mayor protagonismo al obrero, incentivar
actividades productivas para paliar la grave crisis económica que
ensombrecía el panorama de la República, un mayor control de la banca
-aunque no la nacionalización demandada por los socialistas-, etc. Y en esta
misma línea también propusieron las izquierdas una aceleración de las
reformas educativas, frenadas por la derecha desde 1933, para hacer posible
con ello una auténtica transformación del país; estas medidas se pueden
calificar más como reformistas que como revolucionarías, o sea, frutos de un
consenso entre formaciones muy diversas, como las que suscribieron el pacto de
1936 y que de esta forma podían «dejar a salvo los postulados de sus
doctrinas», como recoge el preámbulo de dicho pacto; todo ello
constituía, pues, «un plan político común
que habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda con el
apoyo de las fuerzas obreras...», y que en principio debería
servir para ganar unas elecciones e impedir la llegada de las derechas
autoritarias al poder.
3.4-“Los
acuerdos suscritos se ofrecen a la
consideración de la restantes organizaciones republicanas y obreras”.
Contiene un llamamiento a la toma de postura y adhesión favorable hacia los
acuerdos por parte de las organizaciones no firmantes.
El Frente Popular estuvo constituido por fuerzas
políticas y sociales muy diferentes entre sí y, aunque pudieron acordar unos
principios básicos, sus posicionamientos de cara al futuro fueron desiguales.
¿Cuáles eran esos posicionamientos?
Para los republicanos de izquierda el Frente Popular
se entendía como una reedición de antiguos pactos con los socialistas -a los
que ahora se unían otros grupos, unos pactos similares a los que habían
permitido el triunfo de la izquierda en las elecciones que instauraron la
república en 1931. Esta idea era asumida también por los sectores más moderados
del socialismo.
Pero para el
ala izquierda del P.S.O.E., la alianza era más que nada circunstancial y ante
un enemigo común de toda la izquierda, burguesa o proletaria: el fascismo. Esta
era la postura que asumía el sector del P.S.O.E. y de la U.G.T. de Francisco
Largo Caballero a quien se le empezó a llamar el «Lenin español» porque sus
defensores entendían que el dirigente debería jugar el mismo papel que el líder
bolchevique en la revolución de 1917: apoyarse en las fuerzas burguesas para
acabar con un enemigo común, ( en 1917 ese enemigo común era el zarismo y en
1936 el fascismo) y luego imponerse sobre esos colaboradores circunstanciales.
En lo que se refiere al Partido Comunista, el pacto
con las demás formaciones debería seguir más allá de unas elecciones y
constituir el punto de partida para una colaboración más profunda a fin de
consolidar un auténtico bloque de progreso.
Por último la gran duda ante el Frente Popular
estaba en el papel que fuera a desempeñar la C.N.T. el poderoso sindicato
anarquista: La tradicional postura apolítica de esta organización le hacía
defender siempre el abstencionismo electoral, lo que en muchos casos
significaba restar votos a las fuerzas
progresistas y, por tanto, un apoyo indirecto a las derechas. De aquí ese
llamamiento que se hace implícitamente en el texto a la C.N.T., diciendo que
los acuerdos suscritos se «ofrecen a la consideración de las restantes
organizaciones republicanas y obreras»; la duda se resolvió de una manera favorable a
los deseos de la alianza de las izquierdas: la C.N.T. no se adhirió al Frente
Popular como era previsible pero recomendó el voto a las
candidaturas de izquierda. La presencia de un líder histórico del anarquismo
español, como Ángel Pestaña y su Partido Sindicalista, en el Frente Popular, y
declaraciones en favor de la participación electoral de dirigentes como Durruti,
hizo que en la jornada del 16 de febrero de 1936 muchos anarquistas decidieran
acudir a las urnas y esta presencia fue decisiva para el triunfo electoral de
las izquierdas.
4-CONTEXTO HISTÓRICO:
Se encuadra en la última etapa de la II
República: El Frente Popular.
Para comprender el texto que estamos comentando
hemos de referirnos al origen y puntos programáticos
del FP:
Contexto Internacional:
Los Frentes populares surgieron en Europa para contrarrestar el avance de los
fascismos a principios de los años treinta. La Internacional Comunista planteó
la necesidad de llegar a alianzas entre socialistas, comunistas y partidos
burgueses de izquierda contra ese fascismo que se consideraba como un enemigo
común, rompiendo así una política de enfrentamiento con estas fuerzas, especialmente
los socialistas, que se vino a denominar de clase
contra clase. Precedente de esos acuerdos fue el suscrito en Francia en
1934 entre socialistas y comunistas, al que fue invitado a participar el Partido
Radical, y el pacto entre socialistas y republicanos de izquierda españoles con
la posterior adhesión del P.C.E., tras los sucesos de octubre de 1934
(revolución de Asturias). Pero donde definitivamente se consagró la idea de
esos Frentes populares fue en el VII Congreso de la Internacional Comunista,
celebrado en el verano de 1935.
Contexto español:
En lo que respecta al caso español, en 1936, la
posibilidad de una victoria de la C.E.D.A. en las elecciones y de que se unieran las formaciones políticas
fascistas como Falange Española y de las J.O.N.S determinó la firma de este FP.
Para los frentepopulistas españoles, luchar
contra la reacción significaba luchar contra los fascismos cuya amenaza
era una completa realidad en el contexto de la crisis mundial de principios de
los años treinta; representaba también la defensa de la vieja herencia
ilustrada y liberal, que hizo posible la revolución burguesa hacia el
liberalismo.
De momento, las elecciones de febrero de 1936 fueron
ganadas por el Frente Popular y el líder de la izquierda republicana Manuel
Azaña, fue nombrado Jefe de gobierno por el
Presidente de la República Alcalá Zamora. Los acuerdos del
pacto de enero empezaron a aplicarse inmediatamente (Ver libro,
pág.334-335): Reanudación de la reforma agraria, amnistía, restablecimiento
de la Generalidad de Cataluña, comienzos de los debates de otros estatutos de
autonomía, etc. Pero pronto Alcalá Zamora fue destituido y Azaña fue
designado en su sustitución como Presidente de la República, (este
nombramiento de Azaña fue la primera señal de debilidad del pacto
frentepopulista porque era el hombre más adecuado para llevar a cabo el
programa reformista, pero al ser nombrado Presidente de la República perdió la
mayoría de sus poderes ejecutivos. Azaña se vio obligado a nombrar al frente
del Ejecutivo,(Gobierno) a Casares Quiroga, un hombre de su confianza pero poco
adecuado para enfrentarse a los problemas del país: Las derechas se dedicaron a
boicotear todas las medidas reformistas del Gobierno; la izquierda más radical
quería cambios más revolucionarios. Ambas cosas eran de extraordinaria
gravedad. Pero sobre todo el peligro venia de una derecha cercana al fascismo
que no estaba dispuesta a asumir ni siquiera un programa de mínimas reformas(
Una de las “justificaciones” del “alzamiento” era la de acusar al Frente
Popular de preparar la revolución comunista, pero repasando su programa vemos
que sus propuestas se califican más como reformistas que como revolucionarías,
o sea, frutos de un consenso entre formaciones muy diversas, como las que
suscribieron el pacto de 1936 y que de esta forma podían «dejar a salvo los postulados de sus doctrinas», como recoge el
preámbulo de dicho pacto. Todo ello constituía, pues, «un plan político común ¡...] que habrán de desarrollar los partidos
republicanos de izquierda con el apoyo de las fuerzas obreras...», y que en
principio debería servir para ganar unas elecciones e impedir la llegada de
las derechas autoritarias al poder).
El resultado final
es de todos conocidos: La derecha fue preparando minuciosamente un alzamiento
militar y la izquierda radical le fue abonando el terreno y la justificación
con su excitación revolucionaria. De este modo, lo que pudo haber sido un
freno al fascismo y un nuevo intento de modernización de España se fue al
traste por los extremismos de uno y otro signo. Igual que ocurriera en muchas
otras ocasiones.
5-PROCESO HISTÓRICO EN EL QUE SE ENMARCA,
(Cambios y permanencias).
“La construcción del estado liberal “es
un proceso histórico que en España ha sido largo y costoso: El texto que
comentamos supone precisamente un hito muy importante que muestra la
permanencia en nuestra historia de las ideas liberales a través del tiempo y la
cercanía de su consecución en el periodo que nos ocupa.
Arranca este proceso histórico de otro anterior que
nos remonta a la crisis del Antiguo Régimen, con la llegada de las ideas
liberas y revolucionarias francesas que inician un largo camino en la
implantación del nuevo ideario liberal en nuestro país que, si en un principio
hizo tambalearse el sistema antiguo a través de las medidas adoptadas durante
el reinado de Fernando VII-recordemos el papel de las Cortes de Cádiz con la
primera Constitución española de 1812 o la llegada efímera por primera vez de
los liberales al poder.
Será con Isabel II cuando este proceso de
construcción del estado liberal tome fuerza, una vez organizados y
afianzados en el poder los partidos políticos liberales en su triple versión,
(moderados, progresistas o Unión liberal), lo cual permite que el estado cambie
sus instituciones evolucionando hacia
orientaciones más acordes con el arraigo de las nuevas ideas en el XIX:
La subida al poder del liberalismo conlleva, pesar
de las diferencias entre sus distintas tendencias, la instauración de
constituciones, (Estatuto Real de Martínez de la Rosa, Constitución moderada de1845, Constit.”non
nata” progresista de 1856), que suponen una democratización del sistema
político; el funcionamiento de nuevos códigos legislativos complementarios
mejorando diversos aspectos de la vida social
del país y la evolución económica con la incipiente industrialización y
mejora de las comunicaciones (ferrocarril) irán afianzando esta construcción del
nuevo estado liberal poco a poco, a pesar de los intentos fallidos carlistas de
defender el absolutismo (1ªguerra carlista de
1833-40, 2ª guerra carlista 1846-49).
La revolución “Gloriosa” de 1868 quiere
ser un paso más avanzado en el proceso en el que intervienen ya partidos
nuevos,(como el demócrata o los republicanos unionistas y federales), que
exigen cambios más radicales para avanzar en el las reformas y convertir a
España en un estado liberal: Aunque permanecen aún resquicios del
absolutismo,(3ªguerra carlista 1872-76), la Constitución de 1869 es una muestra
del avance de las libertades reconocidas y el proyecto de constitución federal,
la “non nata” de 1873, en plena Primera República regula derechos y libertades
de los españoles con marcada tendencia democrática.
La vuelta a la monarquía borbónica y todo el
período de la Restauración
supone en este proceso un
afianzamiento del ideario liberal porque los partidos en el poder serán ahora
definitivamente quienes permanezcan durante todo el período, (Alfonso XII y
Alfonso XIII), excepto durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), en
el poder. Junto a ellos, partidos nuevos que defienden ideas basadas en el
liberalismo y adaptadas a las nuevas circunstancias históricas del momento,
harán su aparición junto al obrerismo y la defensa de las libertades
democráticas,(anarquismo, socialismo, republicanismo, comunismo).El problema
del sistema de la Restauración no estuvo en el contenido, sino en la forma de
ponerlo en práctica ya que la corrupción política, el caciquismo y la
manipulación de votaciones previstas como “males necesarios” en el sistema de
turnos de partidos en el poder previstos en la Constitución de 1876
(Constitución basada en ideas liberales pero ambigua en su redacción para
contentar a los dos partidos dinásticos mayoritarios en turno),ensombrecieron
la práctica de un sistema basado en un estado liberal.
La caída de la monarquía de Alfonso XIII que da paso
a la instauración de la II República, pone de relieve las ansias de
consolidar un sistema liberal y los esfuerzos de cambiar las estructuras
profundas del país con reformas que permitan el desarrollo definitivo de la
democracia española y la evolución hacia una España moderna y nueva, pero las
circunstancias históricas y la persistencia de ideologías tradicionales,
defensoras de un pasado español que consideran glorioso, suponen una
involución, ( paso atrás), en el proceso de consolidación del estado liberal
con el estallido de la guerra civil y el advenimiento del franquismo, que hará
tabla rasa de lo conseguido en el período anterior. Hasta la muerte del
dictador, en 1975, no se reanudará el camino abierto para lograr el paso
definitivo-Transición- al estado democrático.
El Frente
Popular abrió las puertas a Franco
M. Casanova
(Memorias de un combatiente de las Brigadas
Internacionales)
En el capítulo
XVII. el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM)
Libro, escrito por un trotskista, que acusa al POUM de
ser antiestalinista y antitrotskista y tomar una postura de centrista, por
estar en contra la III Internacional comunista que dirigida por Stalin, y estar
en contra de la IV Internacional que dirigida por Trotski.
En este partido milité durante dos años 1978-1979, por
lo tanto coincido con el escritor.
EL POUM EN
LA HISTORIA
Los
conceptos de clase y el pseudoconcepto de casta. Artículos relacionados
Este enlace
desenmascara el concepto de pueblo y el de ciudadano, como conceptos
interclasista
Desmitificando el concepto de República burguesa.
Karl Marx
Las
luchas de clases en Francia de 1848 a 1850
Alianza Obrera (Segunda República Española)
UHP. La lucha por la unidad obrera en la revolución del 34*
La Cosecha Anticapitalista edita la principal obra de Maurín: Revolución
y contrarrevolución en España y bibliografía complementaria
Hacia la segunda revolución, de Joaquín Maurin
V. I. Lenin: Cinco años de la revolución rusa y perspectivas de la
revolución mundial (capitalismo de Estado)
"Testamento" político de Lenin. I. Lenin Carta al Congreso (22
dic. 1922 - 4 enero 1923)
Los crímenes de Stalin Nikita Krutchev
MANIFIESTO
DEL FRENTE POPULAR. FEBRERO 1936
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 1 EL NACIMIENTO DE LA SEGUNDA REPUBLICA
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 2 EL FRENTE POPULAR
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 3 LA GUERRA DE LAS COLUNNAS
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 4 LA BATALLA POR MADRID
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 6 LA CAMPAÑA DEL NORTE Y LAS CONTRA OFENSIVAS REPUBICANAS
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 5 LOS OTROS FRENTES
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 6 LA CAMPAÑA DEL NORTE Y LAS CONTRA OFENSIVAS
REPUBICANAS
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 7 ATAQUE REPUBLICANO EN TERUEL
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 8 LA SOCIEDAD EN GUERRA
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 9 DE LA ALFAMBRA AL EBRO
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 10 OFENSIVA SOBRE CATALUÑA
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 11 RESISTENCIA DESESPERADA
LA GUERRA
CIVIL ESPAÑOLA CAPITULO 12 EL DESFILE DE LA VICTORIA
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