Es indudable
que son malos tiempos para el comunismo. Ni las ideas comunistas ni la gran
mayoría de partidos que se autodenominan comunistas pasan por su mejor momento.
Durante décadas, y especialmente desde la desaparición de la Unión Soviética,
el señuelo del “estado del bienestar”, acompañado por diferentes
burbujas, hizo creer a la clase trabajadora que existía un capitalismo bueno
donde el poder económico toleraría una cierta distribución de la riqueza y unas
condiciones laborales que permitirían a los trabajadores una vida digna. Este
capitalismo bueno haría innecesario el mero concepto del comunismo. Se suele
contraponer este capitalismo bueno al neoliberalismo actual, como si las dos
cosas no fueran la misma.
La explosión
sucesiva de las diferentes burbujas eliminó pronto esta ilusión, pero en lugar
de que esto provocara un renacimiento de las ideas comunistas hemos asistido a
un reforzamiento del capitalismo. En lugar de cuestionar las bases del sistema
capitalista, nuevos partidos han surgido que, sin poner en duda las bases del
actual sistema económico, pretenden parchear algunos de sus defectos con una
vuelta a medidas socialdemócratas de imposible implantación. Esos partidos
niegan la misma existencia de las clases sociales y abogan por alternativas
horizontales y ciudadanistas, ignorando los diferentes intereses que tienen las
distintas clases sociales.
Esta visión
inunda ahora la práctica totalidad de partidos de izquierda con representación
institucional, e incluso ha contaminado de forma irremediable a muchos de los
partidos comunistas europeos. La profusión de alternativas ciudadanistas,
desclasadas, y que niegan el conflicto de clases fundamental para entender el
capitalismo está haciendo un enorme favor al sistema económico actual. Éste está
logrando imponer condiciones cada vez más duras a la clase trabajadora sin
apenas voces que lo cuestionen más allá de ciertos matices. En una situación en
la que el capitalismo debería mostrar una extrema debilidad está consiguiendo
salir reforzado.
En esta
situación, un grupo de comunistas, en su gran mayoría sin adscripción política
a ningún partido, lanzó la idea de un Espacio de Encuentro Comunista que
sirviera para unir a los comunistas en un espacio donde trabajar juntos por una
reconstrucción del comunismo. La tarea es desde luego enorme, dado el
desequilibrio de fuerzas entre el capital y los que se oponen a él. Hace ya
varios meses que se organizó la primera asamblea de este Espacio de Encuentro
Comunista, donde camaradas de toda España pudimos ver la necesidad de un
espacio así que aglutinara a todos los y las comunistas sin distinción de
procedencias y solo con la tarea de trabajar juntos.
Con mucho
esfuerzo y trabajo el proyecto ha seguido avanzando. Unos meses después se
produjo la segunda asamblea donde se formaron una serie de comisiones para
organizar el Espacio de Encuentro y dotarlo de la solidez ideológica que es
indispensable para cualquier movimiento comunista.
Las
comisiones formadas han estado haciendo un enorme trabajo que ha desembocado en
la propuesta de un conjunto de documentos tanto ideológicos como organizativos
que deben ser el germen de lo que pueda llegar a ser el Espacio de Encuentro.
Los
días 12 y 13 de marzo se celebrará en Madrid la tercera asamblea del Espacio de
Encuentro Comunista que discutirá estos documentos. Es evidente la importancia de esta
tercera reunión, ya que se trata de revisar, discutir y aprobar los que
podríamos llamar los “papeles fundacionales” del Espacio de
Encuentro Comunista. Con este trabajo centramos dónde nos encontramos a nivel
de programa político, relaciones internacionales, igualdad, organización, etc.
En una situación actual donde la misma idea de comunismo es apenas conocida por
la mayoría de la clase trabajadora, esta base política es un paso fundamental e
imprescindible para organizar la acción.
La situación
actual de muchos partidos de izquierda, y el avance de soluciones amorfas cuyos
resultados estamos ya viendo en ayuntamientos gobernados por esta “nueva
política”, está creando una enorme decepción en los militantes comunistas y
socialistas de estos partidos tradicionales de la izquierda española. La
tentación, tras años o décadas de militancia, de irse a casa y dejar la
actividad política puede ser grande. La decepción ante el vaciado ideológico de
partidos a los que se han dedicado muchos años de trabajo tiene por fuerza que
desembocar en apatía y desencanto. Sin embargo, estoy convencido que el Espacio
de Encuentro Comunista constituye una alternativa muy valiosa para comenzar la
necesaria reconstrucción de la lucha contra el capitalismo.
Esta tercera
asamblea del Espacio es fundamental, ya que trata de fijar las bases
programáticas y organizativas de lo que debe ser un movimiento comunista. No se
trata de despreciar la acción política, pero es evidente que antes de plantear
la acción hay que dotarse de los mecanismos ideológicos necesarios para que
dicha acción no se quede en protesta estéril. Esta tercera asamblea abordará
ese aspecto fundamental. Durante los últimos años hemos visto decenas de
protestas, algunas muy numerosas, que han quedado en nada por la falta de base
ideológica para orientar esas protestas a una acción efectiva.
Es indudable
que el buen trabajo hecho es solo el primer paso, y que queda mucho por hacer.
La vertebración territorial el Espacio y su extensión a todos los lugares
posibles son un reto importante. El atraer a todos los comunistas es también
una tarea compleja. El Espacio de Encuentro no aspira a sustituir a los
partidos políticos ni a convertirse en una herramienta electoral, sino que su
misión es el aunar el esfuerzo de todos los comunistas para una lucha más
eficaz frente al capitalismo.
Sin embargo,
espacios como éste han de ser creados con el objeto de permitir a los viejos y
nuevos participantes en el movimiento comunista la discusión ideológica y sobre
la dirección que debe tomar la lucha.
Desde aquí,
por ello, quiero hacer un llamamiento a todos los y las comunistas a unirse al
Espacio de Encuentro Comunista. La oportunidad de construir un lugar de trabajo
entre comunistas es una tarea ardua pero que merece la pena en el erial
ideológico en el que cada vez se sumerge más la izquierda institucional.
A pesar de
que ésta es ya la tercera asamblea general, el trabajo aún plantea muchos
interrogantes, especialmente en cómo puede un Espacio de Encuentro Comunista
influir en la clase trabajadora y hacer avanzar las ideas comunistas en una
situación de victoria casi absoluta del capitalismo. Es por tanto un momento
para unir fuerzas y tratar de aportar todos nuestro trabajo.
Tercera
asamblea del Espacio de Encuentro Comunista
HACIA LA TERCERA ASAMBLEA DEL ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA
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