08 de
octubre de 2014
Mientras que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, negaba públicamente en
enero de 2012 que su país fuese a firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con
la Unión Europea, un alto cargo de su Cancillería negociaba en secreto con la
Comisión Europea la firma de un agresivo texto que amenazaba la joven
Constitución del país. La Carta Magna, que el propio Correa firmó en 2008, veía
amenazados con el Tratado europeo más de 40 artículos que
protegían pilares como la gestión del agua, la salud, la contratación
pública o la soberanía alimentaria y de la biodiversidad, entre otros.
Así lo revelan nueve cables diplomáticos –fechados
entre el 22 de noviembre de 2011 y el 18 de enero de 2012– a los que ha tenido
acceso La Marea, publicados Associated Whistleblowing Press (AWP).
La información fue recibida a través de una colaboración con la AWP, mediante
su plataforma EcuadorTransparente.org, de la red de Filtrala (la
plataforma confidencial de envío de documentos en la que este medio trabaja
con eldiario.es, Diagonal y Mongolia).
La mayoría de cables los escribió el embajador de Ecuador ante
la UE, Fernando Yepez, que alertó al viceministro de relaciones
exteriores, Kintto Lucas, izquierdista, del cambio de
rumbo con el que amenazaba el ala tecnócrata del gobierno de Correa, favorable
al TLC. Yepez desconocía entonces si la operación contaba con el visto
bueno de Correa.
En su misiva del 4 de enero de 2012, el embajador alertó a Lucas
sobre una comunicación de otro viceministro, Francisco Rivadeneira,
cercano a las corrientes neoliberales: “La lectura que esa
comunicación suscita en las autoridades de la Unión Europea es clara, precisa y
unívoca: el Ecuador quiere negociar su adhesión al TLC concluido con Colombia y
Perú, que es el único instrumenta [sic] sobre la mesa de negociaciones (…) Es
indudable”. Esta postura era opuesta a la línea que siempre había
defendido Correa.
En la campaña de las elecciones de 2006, que ganó
su movimiento Alianza País, la candidatura de Correa abanderó
una férrea oposición a los TLC. Lo recuerda Alberto Acosta, ex
ministro de Energía y ex presidente de la Asamblea Nacional Constituyente
(2007-2008). Decepcionado, recuerda en una entrevista con La Marea,
la evolución del presidente desde que se conocieron en 1991: “Llegamos a
establecer una amistad muy estrecha. Entre nuestras luchas estaba la de contra
el TLC. Correa llegó a decir que se cortaría una mano, pero que no
firmaría un TLC”, enfatiza Acosta, que recuerda el libro que escribieron
juntos, El rostro oculto del TLC. Yepez también hace referencia al mismo
libro en uno de los cables diplomáticos. Y recuerda que él también escribió,
en 2001, un manuscrito en el que condenaba los TLC, titulado Política
Internacional del Ecuador en el Siglo XXI.
Tensiones
de la UE y la Cancillería
Los correos también ponen en evidencia dos grandes tensiones.
Por un lado, reflejan el chantaje del todo o nada al que estaba
sometiendo la UE a Ecuador, aprovechando que se acercaba el
vencimiento del acuerdo comercial anterior (el SGP, más suave y pensado para
países en desarrollo). “Que nuestro país sea excluido del SGP+ es un elemento
de presión por parte la Comisión Europea y de ciertos sectores empresariales”,
aseguró el diplomático desde Bruselas el 22 de noviembre de 2011. Estas
presiones de la UE servían para plantear a Ecuador el TLC como la “única
alternativa para evitar la pérdida de acceso a este mercado y sus
eventuales efectos económicos, comerciales y sociales”. La UE se negó a renovar
el SGP alegando que el Banco Mundial ya cataloga a Ecuador como país de renta
“media alta”.
Por otro lado, los cables ponen de manifiesto la división interna en
la Cancillería ecuatoriana, entre la corriente tecnocrática, favorable al
TLC; y la izquierdista, contraria al acuerdo.
En enero de 2012 se produjo un acalorado cruce de correos entre Yepez y
Rivadeneira, en los que se acusan mutuamente de impulsar iniciativas en contra
de la línea marcada por Correa. El primero, criticando las negociaciones de
Rivadeneira sobre el TLC. El segundo, acusando a Yepez de poner palos en la
rueda del proceso. Fue el propio ministro de Relaciones Exteriores, Comercio e
Integración, Ricardo Patiño, quien terminó mediando en la discusión.
Contundente, zanjó en un correo el 17 de enero: “La decisión de nuestro
Gobierno es desarrollar el diálogo con MERCOSUR y paralelamente avanzar las
conversaciones con la Unión Europea. Conocidos los resultados de ambos
procesos, tomaremos las decisiones definitivas”.
Sin pelos en la lengua, el embajador había definido el Tratado como
“propio del modelo de desarrollo neoliberal impulsado en la década de los 90”.
Y destacó: “Se encuentra reñido con la letra y espíritu de nuestra
actual Constitución, así como con las Leyes de Empresas Públicas y de la
Economía Popular y solidaria”.
Un año después del envío de estos cables, el presidente separó el
departamento de comercio del ministerio de asuntos exteriores, dando al
tecnócrata Rivadeneira rango de ministro.
Consecuencias
para los ciudadanos de Ecuador
El TLC supondrá la supresión de aranceles y la
liberalización del comercio entre la UE y Ecuador. El acuerdo
beneficiará a grandes empresarios exportadores de productos no petroleros de
los que carece Europa (banano, cacao, camarones, flores, brócoli…), pero
“destrozará a los productores que tienen que competir en inferioridad de
condiciones con los europeos, con precios muy inferiores debido a
las grandes subvenciones que reciben de la UE”, apunta Paulina Muñoz, portavoz
de Ecuador Decide, una
plataforma contra el TLC. Muñoz destaca el impacto que tendrá en sectores como
el lácteo, la industria cárnica o el agua mineral, entre otros. El de la patata
–curiosamente, un alimento que importó Europa de América Latina, siglos atrás–
también se enfrentará a los agresivos precios de las empresas europeas
subvencionadas por la UE.
Pero el TLC no sólo afectará a las relaciones comerciales y a la
protección de las empresas ecuatorianas. También amenaza, entre otros muchos, a
los derechos de propiedad intelectual. Esto provocará, según los
opositores al Tratado, que el precio de los medicamentos se encarecerá por
la concesión de patentes a multinacionales farmacéuticas. Además,
empresas europeas de servicios médicos, bancarios, de telecomunicaciones y de
servicios ambientales podrán desembarcar en el país con más facilidades para
competir con las empresas nacionales.
El director de Economía de la Universidad San Francisco de Quito, Pablo
Lucio, asegura que hubo un punto de inflexión la visita que realizó Correa a la
canciller alemana, Angela Merkel, en 2013. “Merkel le hizo ver que el
margen de negociación era mínimo”, asegura Lucio. “Ahora tenemos que esperar
que el tratado lo aprueben los 25 países, un proceso que durará al menos un año
y medio”, calcula. Así, el TLC entraría en vigor a mediados de 2016. La
incógnita está en si la UE prolongará el acuerdo actual, que vence el 31 de
diciembre de 2014, o si Ecuador tendrá que afrontar costosos
aranceles hasta entonces.
Aunque las primeras conversaciones sobre el TLC arrancaron en
2007, según Yepez, Correa siguió haciendo manifestaciones públicas
contrarias al acuerdo. Por este motivo, el embajador ante la UE solicitó en
reiteradas ocasiones que el gobierno ecuatoriano abandonase el doble discurso:
Luego de más de cuatro años de proceso negociador y pronunciamientos tan
claros por parte del Jefe del Estado, no hay lugar para equívocos, juegos de
palabras y falsos tecnicismos para dar cabida a los intereses de las partes,
que generan expectativas infundadas, confusiones y afectan la seriedad y
transparencia que caracterizan la política exterior. Nada más perjudicial que
continuar con aproximaciones ilusorias que nunca cambiarán la esencia de un
instrumento que ha sido rechazado por el Jefe del Estado.
¿El TLC pudo haberse fraguado al margen del presidente? “En el gobierno
de Ecuador nada se hace sin la supervisión de Correa”, explica un
antiguo miembro de la Cancillería, que añade dos otros dos detalles: “El
presidente es economista de formación y tiene a Europa como referencia
internacional”.
Desde la llegada de Correa al gobierno en 2006, y tras haber reconstruido
la educación, sanidad e infraestructuras de un país pobre como era Ecuador, el
ex cargo de la Cancillería afirma que Correa ha terminado abrazando
el “neoliberalismo”, al igual que hizo, en España, Felipe González.
El interminable viaje a la derecha de
Rafael Correa
Las últimas
medidas adoptadas en materia económica por el Gobierno de Ecuador abren un
debate sobre el cambio de rumbo del proyecto político de Rafael Correa.
08/10/14
Rafael
Correa triunfó en las elecciones de 2006 con un proyecto político basado en
un proceso constituyente inspirado en la refundación del Estado, el
arrinconamiento de los grupos económicos que históricamente habían dominado el
país a través de una corrupta y deslegitimada “partidocracia”, y en darle la
puntilla al sistema económico neoliberal, hasta entonces vigente.
Bajo esta
lógica política, los conflictos entre el Gobierno y las instituciones
de Bretton Woods han sido permanentes, por lo menos hasta hace poco. Apenas
tres meses después de que iniciara su mandato, Rafael Correa expulsó y declaró
“persona no grata” al representante del Banco Mundial (BM) en el país. En aquel
momento, el mandatario ecuatoriano declaró: “Aquí tenemos un país altivo,
soberano y digno, y no vamos a aceptar chantajes de ninguna burocracia
internacional”.
“Aquí
tenemos un país altivo, y no vamos a aceptar chantajes de ninguna burocracia
internacional”, dijo Correa poco después de asumir
Coherentes
con esta posición, las delegaciones del Gobierno ecuatoriano en los diversos
foros internacionales donde han tenido presencia, se han caracterizado por
un cuestionamiento permanente al Fondo Monetario Internacional (FMI) y
al BM. “Remendar el sistema Bretton Woods, que no controlamos, no
tiene sentido para los países en desarrollo”, diría el propio presidente Correa
en la Cumbre de la ONU, en junio de 2009, sugiriendo la abolición de ambas
entidades financieras internacionales.
Unos meses
antes, en noviembre de 2008, a través de una auditoría independiente, Ecuador
documentaba centenares de irregularidades e ilegalidades en contratos de deuda con
prestamistas internacionales. De esta manera, el Gobierno declaraba el cese de
pagos del 70% de la deuda externa en bonos. Meses después, alcanzaba un acuerdo
con la mayoría de sus acreedores para readquirir esta deuda.
Con esta
operación y la inversión de 800 millones de dólares, el país logró liberarse de
3.000 millones de deuda externa, lo que le supuso un ahorro de unos 7.000
millones de dólares. Sin embargo, esta medida supuso una mayor
dificultad para conseguir nuevos préstamos en los mercados
financieros, lo que convirtió a China –con un tipo de interés mucho más
elevado– en la tabla de salvación de la economía ecuatoriana.
Según
Alberto Acosta, cofundador de Alianza País y presidente de la Asamblea
Constituyente, “esto supuso un monto global entre créditos y ventas anticipadas
de petróleo superior a 10.000 millones de dólares con los chinos”, de los
cuales –según datos del Ministerio de Finanzas– quedaba un saldo de 6.300
millones de dólares.
El último
incidente notable del jefe de Estado ecuatoriano con el Banco Mundial tuvo
lugar en Asunción, en octubre de 2011. Allí, Correa abandonó la sala
donde se desarrollaba la Cumbre Iberoamericana ante la intervención de la
vicepresidenta del Banco Mundial, Pamela Cox, tras acusarla de haber
“chantajeado” a su país en el pasado. “Al menos que empiece pidiendo disculpas
por el daño que le ha hecho a América Latina y al resto de países del planeta”,
manifestó el mandatario visiblemente molesto por la presencia de la funcionaria
internacional.
Reencuentro
con el BM y FMI
Pese a todos
los discursos y gestos, en julio de 2013 el Banco Mundial otorgaba un
crédito al Estado ecuatoriano por 205 millones de dólares para la
realización del metro de Quito y, un mes después, otros 100 millones para
mejorar los servicios de agua, sanidad y transporte en la municipalidad de Manta.
Este cambio conllevó la eliminación en el discurso oficialista de las críticas
contra la institución presidida por Jim Yong Kim.
Pese a
todos los discursos, en 2013 el Banco Mundial otorgaba un crédito a Ecuador por
205 millones de dólares
Según señala
Jorge León, analista político ecuatoriano, “Correa promueve en el Gobierno desde hace algún tiempo
a un sector político cercano a tradiciones de la Iglesia católica en
detrimento de la izquierda; de hecho, en la cúspide del poder apenas quedan
personas alineadas a esa tendencia ideológica”.
En abril de
este año, el Banco Mundial duplicaba la línea de crédito a este país
andino. Y, dos meses después, Ecuador aceptaba el monitoreo por parte
del FMI de su economía, lo que permitió la emisión de 2.000 millones de
dólares en bonos del Estado. Según Acosta, “esta operación se hizo a un interés
del 7,95%, es decir, incluso superior al de los préstamos chinos”.
De igual
manera, el pasado junio el país transfería más de la mitad de sus
reservas de oro al poderoso grupo de inversión Goldman Sachs para
asegurarse liquidez. En paralelo, se cerraba un acuerdo comercial con la Unión
Europea.
En paralelo
se cerraba un acuerdo comercial con la UE. Para Paul-Emile Dupret, asesor
para asuntos de comercio internacional del grupo Izquierda Unitaria del
Parlamento Europeo, “desafortunadamente es una simple y acelerada adhesión al leonino acuerdo de libre
comercio de última generación ya firmado con Colombia y Perú”.
Según señala este asesor belga, la Comisión Europea no accedió de ninguna
manera a negociar un acuerdo comercial para el desarrollo, como pedía Ecuador
al principio.
A pesar de
esto, el ministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, quien con
anterioridad ejerciera como gerente del banco Citibank, niega que se
haya firmado un acuerdo asimétrico y contraproducente para el
desarrollo endógeno del país, indicando que se han diseñado estrategias para
“tratar de compensar a los grupos afectados”.
Según Óscar
Ugarteche, coordinador del Observatorio Económico de América Latina, estamos
asistiendo a un discreto viraje político. “El Gobierno está adoptando
medidas de carácter ortodoxo que rechazó durante mucho tiempo. ¿Hay algo
más ortodoxo que planear la eliminación de subsidios y la reestructuración de
subvenciones? Es lo que siempre pide el FMI”, afirma este reconocido académico
peruano.
En todo caso
queda para la reflexión una frase utilizada por el presidente Correa: “Básicamente
estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación,
antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí
es nuestra intención tener una sociedad más justa y equitativa”.
Reducción de
la pobreza y desigualdades
Las 500
mayores empresas que operan en Ecuador registraron ingresos de más de 78.000
millones de dólares, lo que supone un crecimiento del 7% en relación a
2012. El salario básico pasó de 292 dólares en 2012 a 340 dólares en el
presente año.
Con respecto
a la reducción de la pobreza, Ecuador es uno de los países con mejores
resultados en América Latina. En 2006, la pobreza afectaba al 37,6%.
En la actualidad, al 25,6%. El desempleo se sitúa en el 7,31%, aunque según
datos de la OIT la economía informal en el país es del 52,2%.
Las
desigualdades persistentes en el país se notan especialmente en la posesión de
la tierra: unas 6.000 familias ligadas a la agroindustria concentran más del
70% de las parcelas cultivables, mientras que 700.000 familias de pequeños productores
apenas tienen acceso al 20%. Ecuador es considerado como uno de los países con
mayor desigualdad de acceso a la tierra del subcontienente.
El
Gobierno de Ecuador quita importancia a los cables sobre el TLC en un contexto
tenso para Correa
Diez
claves sobre los tratados de libre comercio e inversiones
Qué es un
TLC, Moneda Nacional e Inversión Extranjera por el Ec. Rafael Correa Ph.D.
Publicado
el 28/7/2013
10
razones para decir NO al Tratado de Libre Comercio (TLC)
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Rafael Correa y el aborto
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buscarán veto de Rafael Correa a texto sobre aborto por violación
En Asamblea
se retira moción sobre aborto no punible tras advertencia de Correa (VIDEO)
Despenalización
de aborto, Entrevista al Presidente Rafael Correa en Oromar Tv, 10/10/13
Rafael
Correa, presidente de Ecuador, dijo estar en contra del matrimonio homosexual,
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Publicado
el 4/6/2013
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Publicado
el 4/6/2013
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