sábado, 30 de septiembre de 2017

Andrés Nin 1937 Declaración Final a la Policía (21 de junio de 1937) y otros documentos.



Fuente: Fundación Andreu Nin; 

Traducción: para Marxists.org por Louise McTavish.




El 16 de junio de 1937, un grupo de agentes de policía detuvo a Andrés Nin en Barcelona. Cuatro declaraciones hechas frente a la policía de Madrid aparecieron en documentos judiciales, el último de los cuales consiste en lo ocurrido el 21 de junio de 1937. Esta declaración final nunca se ha escuchado y así es un relato resumido, con omisiones notables, de la vida y las acciones revolucionarias de Nin. Desde el 22 de junio, perdemos todo rastro de él. Se sabe que fue brutalmente torturado y asesinado por agentes estalinistas. Por lo tanto, este texto es el último testamento conocido de Andrés Nin. Sólo sus asesinos hubieran podido añadir algo más.

El 21 de junio de 1937, a las 15.20 horas, la persona cuyo nombre se indica en el margen declara que:

  • Nació en Vendrell (Tarragona) y tiene 45 años. Está casado con Olga Taréeva, nacida en Moscú. Se casaron oficialmente en Riga en 1930, aunque ya se habían casado en Moscú (URSS) en 1922, pero en un momento en que la URSS no fue reconocida por España, y se volvió a casar en Riga para obtener validez en España.
  • Es el hijo de Manuel y Antonia.
  • Tanto su madre como su padre trabajaban en la industria de la zapatería, y ninguno de ellos tenía ningún tipo de actividad política de ningún tipo.
  • Comenzó su educación primaria en Vendrell, y luego estudió en la escuela secundaria del Instituto de Tarragona. Recibió su educación superior en la Normal de Barcelona, ​​donde recibió un certificado de enseñanza, y pasó a ser tutor privado durante tres años.
  • Su título de profesor terminó en 1911 y comenzó a enseñar a mediados de 1914 en la Escuela Oranciana de Barcelona y en el Ateneo Obrero de Barceloneta.
  • Vivió en Barcelona desde 1909, trasladándose allí poco después de la "Semana Trágica".
  • En 1914 terminó su trabajo como profesor para concentrarse en el periodismo y trabajó para el "Poble Catalá", un diario nacionalista de izquierda, así como para la "Revista Pedagógica", las publicaciones literarias del Instituto de Estudios Catalanes .
  • Su carrera política comenzó en 1911, cuando se incorporó al Partido Socialista y se convirtió en secretario de Juventudes Socialistas y miembro de la división de Barcelona.
  • La primera vez que fue arrestado fue en 1911 o 1912 (no hay registro exacto), por estar involucrado en disturbios estudiantiles en Barcelona. Fue liberado a las 5 o 6 de la mañana, al igual que todos los demás que habían sido arrestados por causar disturbios.
  • Fue arrestado nuevamente a principios de 1914 por publicar un artículo titulado "Los Miserables", en el que defendía la Cataluña revolucionaria. Se le puso en libertad condicional, mientras permaneció uno de los acusados, durante cinco o seis días, o dos o tres días, no puede recordar muy bien, antes de ser puesto en libertad, como ya se ha mencionado. En 1915 y 1916, pasó por un período de inestabilidad financiera, tuvo que dar lecciones privadas y ocasionalmente escribir artículos y traducciones, etc. Este período duró hasta principios de 1916, cuando el poeta José Carner, amigo personal del declarante, ayudó él para entrar en relaciones con la casa comercial Tusell Hnos, que lo envió a Egipto para organizar la exportación de productos españoles a Egipto. Se quedó en el país hasta febrero de 1917,
  • Al regresar a España, la casa comercial le pidió hacer un viaje de negocios por la Península Ibérica, y aunque esta vez no estaba haciendo ningún trabajo político activo, seguían afiliados. El final del viaje coincidió con el anterior período de la huelga general de 1917, que provocó protestas. Mientras pasaba por Oviedo, se puso en contacto con el centro de trabajo y mantuvo conversaciones con Teodomiro Mendéndez, Isidoro Acevedo y Manuel Llaneza, entre otros colegas. Fue atrapado en la huelga general en Valladolid, donde fue arrestado por la policía mientras bebía café. La policía registró su habitación y equipaje y lo liberó después de 24 horas, creyendo que podría ser arrestado por estar en compañía de un socialista, que fue, durante ese tiempo, Pérez Solís.
  • Al regresar a Barcelona, ​​decidió cortar todos los vínculos con los negocios y reanudó sus actividades políticas y sociales, aún con el ala izquierda más alejada del Partido Socialista. En sus inicios, al igual que en 1913-1916, trabajó muy activamente en el semanario "Justicia Social", el periódico más lejano que el Partido Socialista publicó en su momento.
  • Continuó con su vida socialista con incidentes comunes a una vida política agitada.
  • Su siguiente arresto ocurrió en enero de 1920, cuando fue arrestado por un cierre patronal y por haber sido atrapado en una reunión ilegal de todos los delegados sindicales de la CNT en Cataluña, que eran el jefe del Sindicato de Profesiones Liberales. Permaneció en la cárcel por 6 meses.
  • Un total de 62 personas fueron arrestadas por el mismo delito.
  • Fueron detenidos utilizando equipo de la ex-guardia civil, la policía y partes del servicio de alarma. Sospecha que el informante podría haber sido un trabajador del metal, según rumores de los detenidos, aunque no recuerda su nombre.
  • Los detenidos fueron algunos de los últimos que comparecieron en la corte y dieron su puesto de prisionero en el gobierno. Él, como los demás detenidos, fue liberado por el gobernador, que reemplazó al ex conde Salvatierra, con quien entrevistó a Teodomiro Menéndez. Como se entiende, fue entrevistado para procesar su liberación y para liberar al gobernador Bas. Después de superar mucha resistencia, según lo que dijo Bas, quien era jefe de la Policía de Arlegui, a pesar de haber dado al gobernador órdenes de liberarlo, la policía de Arlegui no cumplió.
  • Cuando fue puesto en libertad, fue arrestado por la policía y llevado a Arlegui. Después de algunas advertencias, fue puesto en libertad al día siguiente.
  • Continuó con su vida política y dejó España en mayo de 1921 para dirigir el Congreso Constitucional de la Unión Internacional del Trabajo. Comenzó a trabajar en Berlín en la oficina de los Sindicatos del Trabajo de Europa Central, ya sea a principios o mediados de 1921. Fue detenido a mediados de septiembre en la casa donde se encontraba en la policía alemana. Cree que fue arrestado por la escuadra política y permaneció en prisión hasta el 5 o 6 de enero.
  • Supone que su arresto surgió de la traición de una mujer de Baviera, que era el vínculo entre él y el Partido Comunista Alemán. No pudo recordar su nombre, pero se convenció de ella cuando vio una publicación que se refería a agentes provocadores, en la que aparecieron numerosas fotografías. En una de estas fotos, vio a la mujer que tenía entre 30 y 35 años de edad, de estatura media, de piel oscura, magra, y con una apariencia histérica. La edición del libro en cuestión la presentó como uno de los muchos agentes provocadores de Baviera, y fue editada por el Partido Comunista Alemán. A pesar de que no recuerda perfectamente, cree que fue presentado a ella por su colega Max Zieze, para establecer un vínculo. Este colega en particular fue el que mantuvo la relación más estrecha con el declarante.
  • Cuando fue puesto en libertad, fue expulsado de Alemania y fue puesto en un barco que lo llevó de vuelta a Rusia.
  • La razón de su arresto en Alemania se debió a una solicitud de extradición del gobierno español, debido al ataque de Eduardo Dato, que se produjo un mes antes de que dejara España para Moscú. Para no ser extraditado, llevó a cabo un gran número de actos públicos en Berlín, pidiéndoles que no aceptaran la petición del gobierno español.
  • El pasaporte que usó para entrar en Alemania era un falso y bajo un nombre falso. Era un pasaporte belga, y mostraba un apellido que correspondía a la traducción al alemán de la palabra "relojero". No se hicieron cheques cuando se expidió el pasaporte, y como ya se mencionó, regresó a Rusia en enero. Allí continuó sus actividades políticas como secretario de la Unión Internacional del Trabajo, miembro del Partido Comunista, representante del Sindicato Internacional del Trabajo en el Comité Ejecutivo de la Unión Internacional del Trabajo, miembro del Soviet de Moscú. No se trasladó a Rusia hasta finales de 1924, año en el que fue a Italia como representante de la Internacional para organizar trabajos y pasaportes falsos para la organización. Se marchó de nuevo como ciudadano belga y regresó con este mismo pasaporte hasta llegar a Viena,
  • Fue a Italia para aprender italiano perfecto. Durante su estancia, no fue hostigado por la policía y regresó a Rusia para marzo de 1924, como ya se mencionó. Salió de nuevo en diciembre de 1925 para ir a París en una misión especial para la organización. Fue arrestado al salir de las instalaciones de la Confederación Unitaria de Trabajo, y tenía su pasaporte (incluido el falso que pertenecía a un nacional suizo) confiscado. Cuando fue visto ante la corte del magistrado de la Policía, fue sentenciado a un mes de cárcel y fue deportado. Regresó una vez más a Rusia con un pasaporte ruso que la embajada soviética le dio con su verdadero nombre.
  • Sospecha que esta detención fue provocada por una queja procedente de un ciudadano español, ya que el superintendente que lo detuvo conoció su nombre completo así como las actividades que habían tenido lugar en España y en Barcelona para ser más específico, lo que indica que el agente provocador había dado todos los detalles que conocía de su vida. No sabe quién era exactamente esa persona.
  • Una vez que regresó a Rusia, permaneció allí hasta que fue expulsado del Partido en 1927, aunque permaneció en la Unión Soviética hasta 1930. Fue detenido en 1930 en Moscú el mismo día de su partida a España. Fue detenido por un período de tres o cuatro horas hasta que fue puesto en el tren y acompañado a la frontera.
  • Recuerda que cuando fue arrestado en Berlín, coincidió con el arresto de Luis Nicolau, uno de los acusados ​​en el asunto Dato. Esta fue la única ocasión en que su detención coincidió con el arresto de otra persona.
  • No recuerda haber conocido a agentes provocadores, pero puede haber oído en la calle Valdoncella de Barcelona, ​​en 1919, que un presidente de la Unión de Mecánicos, que anteriormente había sido informante del Sindicato Libre, había sido asesinado a balazos.
  • Llegó a España entre el 18 y el 20 de septiembre de 1930, continuando sus actividades revolucionarias como militante de la Oposición Comunista de Izquierda, que dirigía Trotsky. Mantuvo una relación directa con ellos, y fue arrestado en diciembre, dos meses después de su llegada a España. Permaneció en una prisión del gobierno durante dos meses. Recuerda que nadie hizo nada para liberarlo y que más tarde reanudó sus actividades, dando numerosas conferencias y escribiendo muchas obras literarias, especialmente las traducciones del ruso.
  • Fue detenido nuevamente en 1932, piensa en abril o marzo, pero no lo recuerda exactamente, en las instalaciones de la Izquierda comunista junto con otros colegas. Entre los colegas que recuerda, se encontraban Enrique Fernández, conocido por su alias Ferson, José Metge, Molins y Fabrega, Carlota Durany, Francisco de Cabo, aunque hubo otros que no puede recordar. Todas estas personas eran miembros de la Izquierda comunista, y fueron detenidas durante 15 días sin ser procesadas.
  • En el mismo año fue arrestado el 25 de diciembre y fue denunciado por un juez militar de Algeciras, se cree que por el delito de excitación de la sedición. Fue trasladado de Barcelona a Algeciras a principios de 1933, donde permaneció prisionero hasta el 14 o 15 de marzo, antes de ser puesto en libertad bajo fianza por dos mil pesetas. Permaneció en Algeciras hasta principios de mayo, ya que el juez no le permitió marcharse hasta que el pleito fue enviado a la sesión plenaria.
  • Fue detenido tras ser sorprendido con una carta que pertenecía a un soldado llamado Manuel Tenorio, escrito por la mencionada persona. Posteriormente, los cargos fueron derribados para dar lugar a la amnistía concedida por el gobierno Lerroux-Gil Robles en 1933, creyendo que el hallazgo de la carta fue un afortunado accidente de las actividades de Tenorio. Ninguna otra persona fue investigada.
  • Aparte de sus arrestos, pasó por varios juicios por crímenes impresos y de habla, sin ser arrestado por ninguno de ellos.
  • No fue detenido de nuevo hasta el día 16 en el comité ejecutivo del POUM
  • Se refiere al día 16 del mes actual
  • Respecto a su estancia en Barcelona durante los acontecimientos revolucionarios de mayo, recuerda también que los días 4, 6 y 7 de ese mes, bebió café por la noche en el bar de un café llamado Sicoris, que está situado en la Plaza del Teatro, donde entró por la puerta lateral cuando estaba cerrada.
  • Después de 1934, rompió todos los lazos con Trotsky, aunque puede haber recibido una carta de él después de esta fecha, pero dirigida al departamento, o quizás a él personalmente y en un tono formal.
  • Se repite una vez más, que eso no tiene nada que ver con el tema del espionaje que se le ha acusado.
  • No tiene nada más que decir y lo que ha dicho es cierto, firmando como prueba de ello, con la fecha antes mencionada.
Firma: Andrés Nin.

21 de junio de 1937







                                                 Olga Taréeva y Andreu Nin



La situación política y las tareas del proletariado (Escrito: Junio de 1937)
Proyecto de “Tesis políticas”, elaboradas por Nin, para presentarla al Congreso nacional del POUM, el 19 de junio de 1937. Dicho Congreso no llegó a celebrarse a causa de la represión.

Fuente:


Otra fuente:

Andrés Nin.  La situación política y las tareas del proletariado (Junio ​​de 1937)

Originalmente pensado como un informe político para la Conferencia Nacional POUM 1937, que no tuvo lugar porque el partido fue prohibido[1]

Traducido para David Beetham, ed., Marxistas en la cara del fascismo (Manchester University Press, 1983).
Descargado con agradecimiento de la ¿Qué Siguiente? archivo.
Marcado por Einde O'Callaghan para el Archivo de Internet de los marxistas.



                                            (YO)


Los acontecimientos que han tenido lugar en España desde el Congreso Constitucional del POUM celebrado en Barcelona el 29 de septiembre de 1935, han confirmado que la posición fundamental de nuestro Partido al declarar que la batalla no es entre la democracia burguesa y el fascismo sino entre el fascismo y el socialismo, y al clasificar nuestra revolución como socialista-democrática, era completamente exacta.


La experiencia de 1931-5 había demostrado más que la incapacidad de la burguesía para resolver los problemas fundamentales de la revolución democrático-burguesa y la necesidad de que las clases trabajadoras se pusieran resueltamente a la cabeza del movimiento emancipador para llevar a cabo la revolución democrática y para iniciar la revolución socialista. La persistencia de las ilusiones democráticas y de la alianza orgánica con los partidos republicanos conduciría fatalmente al refuerzo de las posiciones reaccionarias y, en un futuro próximo, al triunfo del fascismo como único escape de un régimen capitalista incapaz de resolver su contradicciones internas dentro del marco de las instituciones democrático-burguesas.

La lección de Asturias, donde el proletariado, al asumir resueltamente el liderazgo del movimiento en octubre de 1934, dio un golpe mortal a la reacción, y que desde Cataluña, donde al mismo tiempo la incapacidad e irresponsabilidad de los partidos pequeñoburgueses era evidente una vez más, no se aprovechó, como resultado de la ausencia de un gran partido revolucionario. Los partidos socialistas y comunistas, en lugar de aprovechar la lección de octubre al empujar a la alianza obrera, que había dado resultados tan espléndidos en Asturias, canalizando todas las fuerzas para asegurar la hegemonía de las clases trabajadoras, volvieron a someter al proletariado el frente popular, a los partidos republicanos burgueses, que después de su retumbante fracaso en octubre prácticamente habían desaparecido de la escena política.


El período inmediatamente anterior a las elecciones del 16 de febrero se caracterizó por la galvanización de los partidos republicanos, gracias a los esfuerzos de los socialistas y comunistas oficiales y por un cierto renacimiento de las ilusiones democráticas entre las masas que, sin embargo, el vehemente deseo de obtener amnistía para los prisioneros y convictos de octubre que por la confianza en los partidos republicanos. Este deseo fue tan unánime, y el movimiento tan abrumador, que nuestro Partido no tuvo más remedio que unirse a él, manteniendo intacta su personalidad e independencia y ejerciendo una dura e impiedosa crítica a los partidos republicanos. Esta táctica, que nos salvó del aislamiento, nos permitió acercarnos a las amplias masas, hasta entonces fuera de nuestro alcance, y difundir nuestros principios entre ellos.


La conducta de los republicanos izquierdistas en el poder, después del 16 de febrero, fue una confirmación absoluta de nuestras previsiones. Desde el principio, se estableció una profunda división entre el gobierno y el poderoso impulso de las masas que lo obligaron a emitir el decreto de amnistía y comenzó un vasto y profundo movimiento de huelgas. Desde abajo se exigía una acción rápida y enérgica junto con una política de logros revolucionarios y de medidas rigurosas contra la reacción cada vez más insolente. Desde arriba se llevó a cabo una política de pasividad, de indulgencia fatal, política cuyo lema parecía no cambiar nada, no asustar a nadie ni dañar los intereses de las clases explotadoras. El resultado de esta política fue el levantamiento militar-fascista del 19 de julio de 1936. Aquella temprana mañana de julio, las explosiones de cañones y el crujido de ametralladoras despertaron de sus sueños a los obreros que todavía tenían ilusiones de democracia. La victoria electoral del 16 de febrero no había aclarado el problema creado en nuestro país. La reacción fascista recurrió a argumentos más enérgicos que la papeleta de votación. Utilizando la posición privilegiada que les concedía el propio gobierno republicano, manteniéndolos en las posiciones estratégicas más importantes, la gran mayoría de los oficiales del ejército, al servicio de las clases reaccionarias, iniciaron la Guerra Civil. La reacción fascista recurrió a argumentos más enérgicos que la papeleta de votación. Utilizando la posición privilegiada que les concedía el propio gobierno republicano, manteniéndolos en las posiciones estratégicas más importantes, la gran mayoría de los oficiales del ejército, al servicio de las clases reaccionarias, iniciaron la Guerra Civil. La reacción fascista recurrió a argumentos más enérgicos que la papeleta de votación. Utilizando la posición privilegiada que les concedía el propio gobierno republicano, manteniéndolos en las posiciones estratégicas más importantes, la gran mayoría de los oficiales del ejército, al servicio de las clases reaccionarias, iniciaron la Guerra Civil.


                                                      (II)


El levantamiento militar-fascista provocó una formidable reacción entre las clases trabajadoras, que se lanzaron resueltamente a la batalla y, a pesar de la pasividad, en algunos casos, y la traición, en otros, de los partidos republicanos, cuyos representantes oficiales se negaron a entregar las armas a los trabajadores, aplastaron la insurrección en los centros industriales más importantes del país.


Esta decidida intervención de los trabajadores tuvo enormes consecuencias políticas. En realidad, los órganos burgueses del poder fueron destruidos. Se establecieron comités revolucionarios en todas partes. El ejército permanente se derrumbó y fue reemplazado por las milicias. Los trabajadores cocinan posesión de las fábricas. Los campesinos asaltan la tierra. Los conventos e iglesias fueron destruidos por los fuegos purificadores de la revolución. En unas pocas horas, o en pocos días, los obreros y campesinos resolvieron por acción revolucionaria directa los problemas que la burguesía republicana no había podido resolver en cinco años, es decir, los problemas de la revolución democrática - y comenzaron la revolución socialista con la expropiación de la burguesía.


Durante cierto tiempo los órganos del poder burgués no eran más que una sombra. Los comités revolucionarios ejercían el poder real, formando una red densa en todas las regiones no ocupadas por los rebeldes.


Sin embargo, en este período inicial el impulso revolucionario fue mucho más fuerte en Cataluña que en España. Cataluña fue indudablemente al frente de la revolución porque, gracias a la influencia del POUM, la CNT y la FAI, que no se unieron al frente popular, el oportunismo republicano democrático había penetrado menos en las masas trabajadoras.


La insurrección fascista entonces, destinada principalmente a sofocar al movimiento revolucionario obrero, aceleró muy rápidamente, dando a la lucha de clases una violencia inaudita y planteando directamente el problema del poder: fascismo o socialismo. Lo que pretendía ser una contrarrevolución preventiva se convirtió en una revolución proletaria, con todas las características distintivas del mismo: aflojamiento del mecanismo del Estado burgués, decadencia del ejército, fuerzas coercitivas del Estado y de las instituciones judiciales, armado de las clases trabajadoras que atacaban y dañaban el derecho a la propiedad privada, la intervención directa de los campesinos que expropiaban a los terratenientes y finalmente la convicción de las clases explotadoras de que su dominación había terminado.


En las primeras semanas posteriores al 19 de julio, se generalizó la convicción de que el pasado no podía regresar, de que la República democrática había sido superada. Y el impulso de la revolución fue tan fuerte que los partidos pequeñoburgueses proclamaron el fin del gobierno capitalista y la necesidad de emprender la transformación socialista de la sociedad española.


La única manera inmediata de coordinar el empuje de las masas para crear un poder fuerte, basado en los organismos que habían salido de las entrañas de la revolución, como una expresión directa de los deseos de quienes habían desempeñado los papeles principales en la lucha contra el fascismo. Este fuerte poder no podía ser otro que un gobierno de obreros y campesinos. Esta posición, apoyada por el POUM desde el momento en que se puso de manifiesto el carácter de la lucha, se topó con la oposición de todos los partidos populares y sobre todo del Partido Comunista y contra la indecisión de la CNT cuya ideología anarquista le impidió darse cuenta de la importancia fundamental y decisiva del problema de poder.


Mientras tanto, con la ayuda de una campaña tenaz y sistemática, se rompían dos ideas con consecuencias desafortunadas para el desarrollo victorioso de la lucha de la clase obrera. La primera de estas ideas se expresó en estos términos: "Primero gane la guerra, entonces la revolución se cuidará a sí misma”. Según la segunda, consecuencia directa de la primera, los obreros y campesinos están luchando contra la guerra actual para mantener la República democrática parlamentaria y, por lo tanto, no se puede hablar de una revolución proletaria. Más tarde esta idea sufrió un cambio insospechado: la dramática batalla que causó gran derramamiento de sangre y arruinó el país, se convirtió en "una guerra por la independencia nacional y la defensa de la patria".

Desde el principio nuestro Partido adoptó una postura de firme oposición frente a estas ideas contrarrevolucionarias.


                                               (III)


La fórmula "Primero gane la guerra, entonces la revolución cuidará de sí misma" es básicamente incorrecta. En la batalla que se está desarrollando en España en este momento, la guerra y la revolución no son sólo dos términos inseparables, sino sinónimos. La guerra civil, un estado más o menos prolongado del conflicto directo entre dos o más clases sociales, es una de las manifestaciones más agudas de la lucha entre el proletariado, por una parte, y la gran burguesía y los terratenientes, los otros, asustados por el avance revolucionario del proletariado, intentan: o establecer un régimen de dictadura sangrienta, que consolide los privilegios de sus clases. La lucha en las líneas de frente de las batallas no es más que una extensión de la lucha en la parte trasera. La guerra es una forma de política. Esta política es lo que guía la guerra en todos los casos. Los ejércitos siempre defienden los intereses de una clase particular. Se trata de saber si los obreros y campesinos del frente están luchando por el orden burgués o por una sociedad socialista. La guerra y la revolución son inseparables en el momento actual en España como lo fueron en Francia en el siglo XVIII y en Rusia en 1917-20. ¿Cómo podemos separar la guerra de la revolución, cuando la guerra no es más que la culminación violenta del proceso revolucionario que se ha venido desarrollando en nuestro país desde 1930 hasta nuestros días?


En realidad, la fórmula "Primero gana la guerra..." oculta la intención efectiva de frustrar la revolución. Las revoluciones tienen que llevarse a cabo cuando las circunstancias son favorables, y estas circunstancias rara vez nos son ofrecidas por la historia. Si no aprovechamos los tiempos de mayor tensión revolucionaria, el enemigo de clase reconquistará gradualmente posiciones y terminará estrangulando la revolución. La historia del siglo XIX y la historia más reciente de la posguerra (Alemania, Austria, Italia, China, etc.) ofrecen numerosos ejemplos en este sentido. Apagar la revolución hasta que se gane la guerra equivale a dejar libres las manos de la burguesía para que aprovechando la disminución de la tensión revolucionaria, pueden restablecer su mecanismo de opresión para prepararse sistemática y progresivamente para la restauración del dominio capitalista. La guerra - ya hemos dicho - es una forma de política. Los regímenes políticos siempre sirven a una clase particular de la cual son la expresión y el instrumento. Mientras la guerra continúa, las políticas deben ser hechas: servir a quién; ¿cuáles intereses de clase? Esta es toda la pregunta. Y la garantía de una victoria rápida y segura en el frente radica en fuertes políticas revolucionarias en la retaguardia, capaces de inspirar a los combatientes con el espíritu y la confianza necesarios para la batalla; capaces también de promover la solidaridad revolucionaria del proletariado internacional, la única en la que podemos confiar, para crear una sólida industria de guerra para reconstruir la economía, trastornada por la guerra civil, por las bases socialistas, para formar un ejército eficiente al servicio de la causa proletaria, que es la de la humanidad civilizada. El instrumento de estas políticas revolucionarias no puede ser otro que un gobierno obrero y campesino.


                                                       (IV)


En toda Europa, desde la guerra imperialista, como en Rusia en 1917, el mayor obstáculo que se opone al avance victorioso de la revolución proletaria es el reformismo, agente burgués del movimiento obrero. Paradójicamente, sucede que el más característico exponente del reformismo castrador en nuestro país es el Partido Comunista de la propia España y su filial el Partido Socialista Unificado de Cataluña, ambos afiliados a una Internacional, la Internacional Comunista que surgió como consecuencia de la ruptura ideológica y orgánica con el reformismo. Prisionero de la burocracia soviética, que ha dado la espalda a la revolución proletaria internacional para depositar todas sus esperanzas en los países "democráticos" y en la Sociedad de Naciones, el comunismo oficial ha abandonado definitivamente las políticas revolucionarias de clase para volverse hacia una alianza con los partidos democráticos burgueses (frente popular) y preparar a las masas psicológicamente para la próxima guerra mundial. De ahí que el eslogan «Lucha por la independencia nacional», traducido al lenguaje de la política internacional, signifique «subordinación de la España revolucionaria a los intereses del bloque imperialista franco-británico», de la que también es miembro la URSS. Las consecuencias fatales de estas políticas no han tardado mucho en hacerse sentir: especular con las dificultades de la guerra y las posibles complicaciones internacionales, el reformismo, apoyado eficientemente por los representantes de la burocracia estalinista, que a su vez han especulado con el apoyo de la URSS, ha conseguido socavar sistemáticamente las conquistas revolucionarias, preparando el terreno para la contrarrevolución. Nuestra eliminación del gobierno de la Generalidad, los intentos de formar un ejército popular "democrático" y "neutral", la represión de las milicias de retaguardia y el restablecimiento de la ley y el orden sobre la base del restablecimiento del antiguo mecanismo y la censura de la prensa. son las etapas más importantes de este proceso contrarrevolucionario, que seguirá inflexiblemente hasta que el movimiento revolucionario esté totalmente aplastado si la clase obrera española no decide reaccionar rápida y vigorosamente, reconquistando las posiciones adoptadas en los días de julio y haciendo avanzar el socialismo revolución. 


En la presente situación, inequívocamente revolucionaria, la consigna de "lucha por la República parlamentaria-democrática" no puede servir a otros intereses que los de la contrarrevolución burguesa. Hoy más que nunca "la palabra democracia no es más que una tapadera para impedir que el pueblo revolucionario se levante y ataque, libre, intrépidamente y por sí solo, la construcción de la nueva sociedad" (Lenin). Como lo ha demostrado el marxismo revolucionario, la República democrática no es más que una forma camuflada de dictadura burguesa. En el apogeo del capitalismo, cuando éste representaba un factor progresivo, la burguesía podía permitirse el lujo de conceder a las clases trabajadoras una serie de libertades "democráticas" -muy limitadas y llenas de condiciones, debido a su dominación económica y política-. Hoy en la era imperialista, "La etapa final del capitalismo", la burguesía, para superar sus contradicciones internas, se ve obligada a recurrir al establecimiento de regímenes de brutal dictadura (fascismo) que destruyen hasta las insignificantes libertades democráticas. En estas circunstancias, el mundo se enfrenta a un dilema fatal: el socialismo o el fascismo. Los regímenes "democráticos" deben inevitablemente ser transitorios e inconsistentes, con la dificultad añadida de que al calmar a los trabajadores y despojarlos de sus sueños, están preparando efectivamente el terreno para la reacción fascista. El mundo se enfrenta a un dilema fatal: el socialismo o el fascismo.


Para justificar su monstruosa traición al marxismo revolucionario, los estalinistas sostienen que la República democrática que proponen será una República democrática distinta de las demás, una república "popular" de la que habrá desaparecido la base material del fascismo. Es decir, que escandalosamente dejan a un lado la teoría marxista del Estado como instrumento de dominación de una clase para caer en la utopía del Estado democrático que está "por encima de las clases", al servicio del pueblo, con el propósito de engañar a las masas y preparar la consolidación pura y simple del régimen burgués. Una República de la que ha desaparecido la base material del fascismo, no puede ser más que una República socialista, ya que la base material del fascismo es el capitalismo.

Nota
1. La crítica de Nin a la estrategia del frente popular en España, y el papel del Partido Comunista en ella, tenía como objetivo servir de base para una discusión sobre la estrategia política en la conferencia nacional del POUM en junio de 1937, pero el partido fue proscrito antes de que pudiera tomar lugar. Esta traducción está tomada de David Beetham, ed., Marxists in Face of Fascism (Manchester University Press, 1983). El original se puede encontrar en el sitio web de Fondación Andreu Nin ( www.fundanin.org ).




Andrés Nin Internet Archive 1892-1937/ Andrés Nin  Archivo de Internet 1892-1937


Qué es y qué quiere el Partido Obrero de Unificación Marxista


Este texto reproduce íntegramente el folleto publicado por el Comité Ejecutivo del POUM en febrero de 1936, destinado a dar a conocer los principios fundamentales del nuevo partido creado en septiembre de 1935, a partir de la fusión del Bloque Obrero y Campesino y la Izquierda Comunista. Su redacción fue fundamentalmente obra de Nin y de Maurín. Fue reeditado como suplemento de La Batalla en el exilio, en 1972.




El PCE de José Díaz y Dolores Ibárruri «Pasionaria», a la cabeza de la lucha por la independencia nacional de España
José León Villalta    Rebelión   6 de febrero del 2004



El Partido Comunista de España de José Díaz y Dolores Ibárruri «Pasionaria», a la cabeza de la lucha por la independencia nacional de España 
José León Villalta. 



La bandera nacional ondeará en los actos del Partido Comunista de España



«Si la Monarquía continúa obrando de manera decidida para restablecer la democracia, en unas próximas Cortes nuestro partido podría considerar la Monarquía como el régimen constitucional democrático. Si no fuera así, no tendríamos ningún compromiso en ese sentido. Hemos defendido la República, y las ideas de nuestro partido son republicanas; pero hoy, la opción no es entre Monarquía o República, sino entre dictadura o democracia




Vida, obra y muerte de Andreu Nin



Cartas desde la cárcel de los presos del POUM al Gobierno republicano. Sentencia al POUM. 29 de Octubre de 1938


Victor Serge 1937 Adiós a Andrés Nin


Juan Andrade El asesinato de Andrés Nin: sus causas, sus autores, junio de 1939


Julián Gorkin.  El sacrificio de Andrés Nin




Primera campaña de difamaciones y calumnias, en la que se identificaba al POUM con el fascismo internacional, se intensificó desde finales de 1936 y en los primeros meses de 1937


España Traicionada (Stalin y la guerra civil) Ronald Radosh, Mary R. Haberck (eds). Primera parte.


Andrés Nin. La acción directa del proletariado y la revolución española (Julio de 1936)


Víctor Alba. Sobre el frente único proletario, documentos complementarios



1931-1936. REPÚBLICA Y REVOLUCIÓN. El movimiento obrero y sus partidos. Teoría aplicada




Descripción


Entre 1931 y 1936 se produce el mayor número de huelgas laborales, económicas y políticas de la Historia de España, donde las movilizaciones obreras alcanzan en amplitud y profundidad todos los sectores productivos. La afiliación a partidos obreros y a sindicatos —con circulación de prensa y propaganda revolucionaria—, incorpora millones de trabajadores a luchas reivindicativas en un permanente enfrentamiento con la patronal, la Guardia Civil y los diferentes gobiernos republicanos.


En el tratamiento de la teoría de Marx y sus aplicaciones prácticas, ha primado la propaganda sobre el rigor analítico. La práctica totalidad de estudios sobre la actuación de los partidos obreros han sido normalmente realizados para exponer —cuando no justificar— el comportamiento político y los puntos de vista de cada uno de ellos. Existen múltiples y variadas obras sobre la intervención de cada una de estas organizaciones en dichos acontecimientos. Son muchas menos las realizadas sobre una exposición crítica respecto de sus presupuestos ideológicos. Pero no hay ninguna que aborde al mismo tiempo el comportamiento de todas ellas respecto de los mismos planteamientos teóricos y su actuación simultánea.


Para entender los motivos por lo que la Guerra Civil se realiza por medios exclusivamente militares por parte de los partidos obreros mayoritarios, en lugar de utilizar los métodos y objetivos revolucionarios que realizan los trabajadores a través de sus sindicatos desde el 19 de julio, es imprescindible examinar el comportamiento de la clase obrera desde 1931 en paralelo a la evolución e intervención política de las organizaciones marxistas.

No es posible entender ni el estallido de la Guerra Civil ni su evolución y desenlace, sin examinar la actuación del movimiento obrero y sus partidos durante el período republicano anterior.

AUTOR

Antonio Rubira León es Licenciado en Historia —con la especialidad en historia contemporánea de España— y Doctor en Ciencias políticas, ambas por la UNED. Ha centrado sus investigaciones en el análisis comparativo entre la teoría política de Marx y la aplicación práctica que sus diferentes expresiones organizadas han llevado a cabo: socialismo, comunismo y estalinismo. El estudio sobre la intervención política del partido bolchevique en la Revolución rusa y la III Internacional hasta 1922, y la realizada posteriormente por el estalinismo —especialmente en la Segunda República y la Guerra Civil española— constituye el análisis de su tesis doctoral, «Marxismo y estalinismo en la acción política de la Segunda República española 1931-1936. Teoría y práctica» en que se basa este libro.








Tesis Doctoral de Antonio Rubira León. Marxismo y estalinismo en la acción política de la Segunda República Española 1931-1936. Teoría y práctica

Autores: Antonio Rubira León
Directores de la Tesis: Jaime Pastor Verdú (dir. tes.)
Lectura: En la UNED (España) en 2015


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INTRODUCCIÓN.
Hipótesis y objetivos                                                     14
Tratamiento historiográfico                                        20  
Método de investigación y Fuentes                           29

1 - MARX Y EL MARXISMO ESPAÑOL EN 1931        34

1.1           El pensamiento político de Marx                          38
1.2 El estalinismo                                                           43
1.21 El partido                                                                48
1.22 El Estado                                                                 51
1.23 La Internacional Comunista                                54
1.231 La revolución China                                            54
1.232 El VI Congreso                                                     58
1.24 La Oposición de izquierdas                                  59
1.25 El estalinismo consolidado en 1931                   61
1.3 Las organizaciones marxistas españolas             64
1.31 La tradición socialdemócrata                              64
11.311 El PSOE                                                               67
1.32 La referencia revolucionaria                               70
1.321 El PCE                                                                    71
1.322 La OCE                                                                   74
1.323 El BOC                                                                   76

2 - EL CAMBIO DE RÉGIMEN POLÍTICO                     78

2.1 El PSOE                                                                       85
2.2 El PCE                                                                         90
2.3 El BOC                                                                        92
2.4 La OCE                                                                        93
2.5 El contexto internacional                                        94
2.6 Una burguesía débil                                                 96
2.7 Un proletariado fuerte                                            99
2.8 Un campesinado por ganar                                  101
2.9 El factor anarcosindicalista                                   103

3 - LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICO- BURGUESA  107

3.1 La Referencia teórica                                             111
3.11 La experiencia de la Revolución Rusa. Teoría y práctica 113
3.111  1905                                                                    113
3.112 De febrero a octubre de 1917                         115
3.2 El proyecto reformista del PSOE                         117
3.21 Las reformas laborales                                       118
3.22 Los Jurados Mixtos                                              119
3.23 La represión del movimiento obrero: la función del Estado  120
3.24 El Golpe de Sanjurjo                                           124
3.3 El PCE y la Revolución Democrática                   126
3.4 La OCE y la Revolución Socialista                        129
3.5 El BOC y la Revolución Democrática- Socialista  130
3.6 Las reformas democráticas                                  132
3.61 La Constitución                                                     136
3.62 La Reforma Agraria                                              138
3.63 La Cuestión nacional                                            144

4 - EL FRACASO DEL PROYECTO REFORMISTA       151

4.1 La frustración socialdemócrata                           155
4.11 La reacción levanta cabeza                                156
4.12 Auge del movimiento obrero                            157
4.13 El análisis del PSOE                                              158
4.14 Las valoraciones comunistas                             160
4.15 La derrota electoral de 1933                             162
4.2 La división interna del PSOE                                163
4.21 La campaña electoral de Largo Caballero       165
4.3 El Estalinismo controla el PCE                             168
4.31 La expulsión de Bullejos                                     168
4.32 Métodos de funcionamiento                            171
4.33 Valoración del Comunismo anti- estalinista  173
4.4 El triunfo del Fascismo en Alemania                  174
4.41 El reformismo                                                      176
4.42 El estalinismo                                                      177
4.43 El trotskismo                                                        180
4.44 Análisis y consecuencias                                    182

5 – EL FRENTE ÚNICO                                                  185

5.1 Frente único                                                           190
5.11 Trabajo sindical                                                   192
5.12 Frente político                                                     196
5.2 Agudización de la lucha de clases                      199
5.3 El PSOE prepara la revolución                            203
5.4 Las Alianzas Obreras                                            206
5.41 El comunismo anti- estalinista                         208
5.42 El reformismo                                                     209
5.43 El estalinismo                                                     211
5.5 La Huelga Campesina                                          212
5.6 Verano de 1934                                                    217
5.61 El estalinismo                                                     218
5.62 El trotskismo                                                      221
5.63 El reformismo                                                    224
5.7 La Huelga General de octubre                           231
5.71 Cataluña                                                              232
5.72 Madrid                                                                 234
5.73 Los fundamentos militares                              235
5.74 La revolución de Asturias                                237
5.75 Valoraciones                                                      240

6 – EL FRENTE POPULAR                                          243

6.1 La correlación de fuerzas                                   246
6.2 Estrategias políticas                                            250
6.21 El VII Congreso de la Internacional Comunista  250
6.211 El Cambio en la orientación política del PCE 253
6.22 División política de la socialdemocracia           257
6.221 Influencia del giro de la Tercera internacional 260
6.23 El comunismo antiestalinista                              261
6.231 El BOC                                                                   261
6.232 La ICE                                                                    262
6.233 El POUM                                                               264
6.3 El partido revolucionario                                       264
6.31 El debate en torno a las Juventudes Socialistas 265
6.32 La división del trotskismo español                     267
6.33 La creación del POUM                                          269
6.4 Coalición electoral y programa de gobierno      272
6.41 Programa electoral del Frente popular             272
6.42 Protagonismo de la pequeña burguesía           275
6.5 Los partidos marxistas                                            276
6.51 El PSOE                                                                    277
6.52 El PCE                                                                      281
6.53 El POUM                                                                 284
6.54 La victoria electoral: votos y diputados           286
6.6 El Gobierno del Frente Popular                           287
6.61 La preparación del golpe de Estado                 289
6.62 Movilizaciones obreras: febrero-abril              290
6.63 La socialdemocracia                                            294
6.64 El estalinismo                                                        295
6.65 El comunismo antiestalinista                             298
6.66 El Gobierno y el Parlamento                             300
6.67 Fractura abierta en el PSOE                               302
6.68 Explosión huelguística: mayo-julio                   306
6.69 Consideraciones políticas                                   312

7 – LA REVOLUCIÓN                                                    320

7.1 La correlación de fuerzas                                     327
7.11 La oligarquía económica                                    327
7.12 La pequeña burguesía liberal                            232
7.13 El movimiento obrero                                         334
7.14 El aislamiento internacional                              337
7.15 La posición de la URSS                                        339
7.2 Dualidad de poderes                                             341
7.21 Los comités obreros                                            342
7.22 Recomposición burguesa                                   347
7.23 La referencia soviética de 1917                        351
7.3 Cataluña                                                                  356
7.31 La lucha política                                                   360
7.32 Gobierno de coalición                                         361
7.33 El POUM                                                                364
7.4 Reflujo y contrarrevolución                                 369
7.41 Sin dirección revolucionaria                              371
7.42 La contrarrevolución estalinista                       372
7.421 La ayuda militar soviética                                374
7.422 La estrategia contra la revolución                 375
7.5 Consideraciones teórica                                      378

CONCLUSIONES                                                           382

BIBLIOGRAFIA                                                              398


Citas del libro, sobre la posición que tiene Antonio Rubira León, sobre el POUM. Repite lo que dice Trotski, como un loro.

El libro tiene muchas notas aclaratorias, que no tiene su Tesis doctoral.

CONCLUSIONES

El comunismo anti-estalinista del BOCPOUM -más acorde con el marxismo revolucionario en los objetivos de transformación del capitalismo y tácticas de frente único-, tiene supeditado su intervención política a la ambigua e indeterminada consideración de la revolución democrático-socialista. Su expresión más clara se produce tanto en octubre de 1934 en Cataluña, como en 1936 con la entrada en el Frente Popular en febrero y en la Generalitat en septiembre: en ambas situaciones adopta una táctica de supeditación interclasista, al tiempo que rechaza una estrategia independiente al margen de la CNT-FAI en la lucha por el poder político.


El marxismo revolucionario de Trotsky, única organización que tiene una postura de clase al margen de la pequeña burguesía hacia la lucha por el poder del Estado planteando la revolución socialista desde 1931, rechaza las tácticas y estrategias del POUM y se encuentra descabezada organizativamente en el Estado español a partir de 1934, sin capacidad de poner en práctica sus propuestas. No todo proceso revolucionario culmina en revolución. La demostración empírica de la realización de ambas situaciones el verano de 1936 verifica la tesis central del presente trabajo: la clase obrera hace la revolución a pesar de no tener dirección política para impulsarla. Y al mismo tiempo, el hecho de producirse como respuesta al golpe de Estado, demuestra la connotación revolucionaria de la lucha de clases hasta el 18 de julio de 1936. Para conseguir diferenciar el proceso objetivo protagonizado por la clase trabajadora con una actuación revolucionaria de carácter socialista, de la intervención subjetiva desde la dirección de sus organizaciones con una orientación política democrático-burguesa, se ha utilizado un método de análisis dialéctico: la permanente vinculación de ambos, tanto en su reflejo mutuo como en su impulso diferenciado. Por lo tanto, la investigación no se ha basado únicamente en la constatación empírica de los hechos, sino en la interrelación de estas variables en el marco de la lucha de clases durante la Segunda República, culminada en revolución y contrarrevolución en 1936.

2 – TEORÍA POLÍTICA APLICADA


De esta forma, tanto en la teoría política como en la experiencia histórica, las organizaciones marxistas españolas tienen un comportamiento contrario a su referencia ideológica durante la revolución del verano de 1936. La política interclasista del Frente Popular colaborando con los republicanos liberales en su programa electoral de febrero y su acción parlamentaria, y la entrada en sus gobiernos en septiembre sin impulsar la revolución que hace la clase obrera desde julio, es la antítesis de su referencia teórica y práctica.


Mientras el reformismo socialdemócrata confirma su desvinculación con el pensamiento revolucionario de Marx y Engels, tanto el PCE abiertamente en contra, como el POUM incapaz de llevarlo a cabo en la práctica aunque lo defienda, ni tienen una postura de independencia de clase ni luchan por el poder político para sustituir el Estado burgués en 1936. Desde estos parámetros sobre táctica y estrategia en una situación revolucionaria, solo la alternativa trotskista los reclama, sin capacidad organizada para llevarla a cabo. Por lo tanto, la hipótesis central de este trabajo y el objeto del mismo, se revela como hilo conductor en los hechos durante la Segunda República: el comportamiento de grandes sectores de la clase obrera en luchas y movilizaciones sociales a través de huelgas, ocupaciones de tierras, fábricas y enfrentamientos armados con el Estado, no es un movimiento sincrónico con la intervención política de la dirección de sus organizaciones. Por el contrario, en los momentos que exponen un enfrentamiento de clase por encima del proceso huelguístico en demandas laborales, es profundamente discordante: huelga general campesina y revolución de octubre en 1934. La primera mitad de 1936 ofrece además una situación diacrónica por la significación cualitativa del proceso de huelgas generalizadas y ganadas a la patronal, que exponen la mayor correlación de fuerzas a favor del movimiento obrero sin alternativa política de sus partidos. Sin embargo, donde la situación expone un comportamiento en dirección abiertamente contraria, es cuando los trabajadores hacen la revolución el verano de 1936 sin planificación ni organización de sus direcciones políticas, y éstas reconducen la misma hasta anularla.


La tesis central de este trabajo: a pesar del comportamiento revolucionario de la clase obrera llevado a su máxima expresión sin una dirección que la impulse, no encuentra ninguna organización política que plantee la lucha por la conquista del poder político y del Estado.


Una de las premisas teóricas incluida en el propio título del trabajo, es la confirmación por la vía de los hechos de la diferencia cualitativa entre marxismo y estalinismo. La primera connotación que las distingue es el tipo de vinculación entre la teórica política y su actuación práctica desde un punto de vista de clase, y la segunda, ser la antítesis del Bolchevismo del que se reclama. El reformismo del PSOE a pesar de la verborrea revolucionaria de Largo Caballero, es consecuente con la concepción socialdemócrata de rechazar la revolución socialista. El comunista anti-estalinista del POUM participa desde dentro del proceso revolucionario e intenta potenciarlo aunque no tenga la táctica y la estrategia para dirigirlo. El trotskismo es la única referencia del marxismo revolucionario con un planteamiento de lucha por el poder político basado en la revolución rusa, pero no tiene capacidad organizativa para llevarlo a cabo. Por el contrario, el estalinismo -que al igual que el trotskismo y el POUM se reclama bolchevique-, es la única organización que actúa conscientemente en sentido contrario, luchando desde el primer momento contra la revolución obrera, y posteriormente reprimiendo trabajadores y organizaciones que la defienden. Su comportamiento político no solo es la antítesis de su referencia teórica y práctica, sino que ésta es utilizada como coartada para actuar en sentido contrario. Cuando la clase obrera protagoniza la derrota de la sublevación militar desmantelando las estructuras del Estado y el sistema capitalista el verano de 1936, la dirección del PCE se posiciona en contra de los órganos de poder de los trabajadores y lucha contra ellos. El estalinismo justifica en la guerra contra el fascismo la defensa de la revolución democrático burguesa, adoptando abiertamente la táctica y la estrategia de la pequeña burguesía liberal contra la revolución socialista. El estalinismo confirma que no tiene una base teórica propia, pues representa únicamente los intereses internos y externos de la burocracia soviética en la URSS, acomodando su intervención en el movimiento obrero internacional en función de éste único parámetro.

El comunismo antiestalinista del BOC de Maurín que gana a la ICE de Nin para construir el POUM, mantiene la equidistancia entre trotskismo y estalinismo en la actuación política. Defiende la revolución socialista por medio de tácticas y estrategias que no conducen a ella. Desde una posición empírica basada en la mera oferta de su programa político ante la clase obrera en su labor sindical, y la denuncia el carácter reformista de la dirección del PSOE y del estalinismo del PCE, no tiene en cuenta la relación dialéctica entre la dirección y la base en un período revolucionario. La propia creación del POUM en 1935 optando por rechazar la posibilidad de convertirse en un polo de referencia entre las bases del sector de Largo Caballero y las más radicalizadas aún en las JJSS -Octubre segunda etapa-, no solo propicia su aislamiento de ellas, sino la absorción de éstas por el estalinismo. Pero cuando pone de manifiesto su distanciamiento de la concepción del marxismo revolucionario de Lenin y los bolcheviques, es en su comportamiento en la revolución del verano de 1936 en Cataluña.

La supeditación táctica y estratégica a la actuación de la CNT-FAI y la entrada en el Gobierno de la Generalitat, más allá de una táctica interclasista, vuelve a significar una concepción mecanicista en la relación masa-partido, pues la ausencia de alternativa estratégica a desempeñar un papel independiente en los Comités obreros y las Milicias armadas para luchar por el poder político y derribar el capitalismo y el Estado burgués, le aleja aún más de las bases revolucionarias anarcosindicalistas con las que lucha conjuntamente. Su constatación empírica se expresa en los hechos de mayo, donde no es una referencia diferenciada a la CNT-FAI en su lucha para evitar la contrarrevolución del estalinismo y el Estado burgués, con la eliminación del poder obrero en Cataluña. Resultado de asumir la dirección de la ICE la política del BOC, tanto en formar un partido independiente en 1935, como sobre todo en las tácticas del Frente Popular, la falta de alternativa a la CNT-FAI en los Comités obreros y la participación en el Gobierno liberal de Companys, constituye un aspecto cualitativo en su actuación discordante con el marxismo revolucionario. En ambos procesos -organizativo y político-, el POUM analiza la realidad para adaptarse a ella y no para cambiarla, es más un analista de la situación con una posición revolucionaria, que protagonista en llevarla a cabo. De esta manera, su comportamiento es contrario a la posición teórica de Marx y Engels en la independencia de clase en la acción política y lucha por el poder en una situación revolucionaria, como de la práctica de Lenin y los bolcheviques en su táctica y estrategia desde su participación minoritaria en los soviets desde febrero, hasta ser mayoritaria en octubre de 1917.

El trotskismo, como expresión política del marxismo revolucionario de la Oposición de Izquierdas Internacional dirigida por Trotsky, tiene las consideraciones tácticas y estratégicas más concordantes con la posición política de Marx y Engels en la independencia de clase en la lucha por el poder político, así como en la actuación del partido bolchevique en 1917 para luchar por la revolución socialista en el Estado español durante la Segunda República. Los análisis políticos de la OCE-ICE a través de Comunismo entre 1931 y 1934, constituyen la mayor aportación teórica en la defensa la revolución socialista, para conseguir los objetivos democrático-burgueses a través de la misma. Sin embargo, la desarticulación organizativa provocada por la orientación de la mayor parte de dirigentes de la ICE a las tesis del BOC creando el POUM, deja la alternativa de Trotsky en análisis y referencia teórica, y no en una intervención política que constate su viabilidad. No obstante, la importancia política más relevante de su alternativa revolucionaria son las críticas a la actuación del POUM. A través de ellas se propone una aplicación dialéctica y no mecánica en la expresión cualitativa que da lugar a una intervención desde posiciones minoritarias. Trotsky, con objeto de cambiar la correlación de fuerzas entre organizaciones y su influencia el proceso revolucionario, propone luchar por el poder político desde los órganos de poder obrero. De esta forma, su planteamiento es la defensa de la experiencia de la Revolución Rusa, basada en la evolución de la influencia bolchevique en los soviets de febrero a octubre de 1917.

La combinación de todos estos factores provoca que la mayor revolución obrera del siglo XX en Europa después de la rusa, tenga el mayor descabezamiento político en su dirección: unas organizaciones porque no quieren -PSOE-, otras porque no saben -POUM- otras porque no pueden -Trotskistas- y otras porque están en contra -El PCE-.

3 – LIMITACIONES EN EL CAMPO DE INVESTIGACIÓN

De esta forma, solo hay dos opciones desde el punto de vista de organizaciones marxistas, que aceptan tanto los planteamientos de Marx como la experiencia de Lenin: el POUM y el trotskismo. Mientras el POUM a través de sus dirigentes y reducida bibliografía defienden que las diferencias con la Revolución Rusa hacen insalvable su aplicación táctica y estratégica, los análisis de Trotsky durante los acontecimientos y su aún más escasa bibliografía, mantiene lo contrario. Más allá de conjeturas históricas y teóricas, hay un hecho tangible: el POUM interviene como fuerza política organizada en los acontecimientos en los que no aplica la táctica y estrategia bolchevique, mientras el trotskismo no puede intentar su aplicación al carecer de estructura organizada aunque la defienda. Por lo tanto, es un campo de estudio abierto para avanzar no solo en base a hipótesis, sino teniendo en cuenta los parámetros que los hechos comunes en el comportamiento de la clase obrera permite contrastar: existen más analogías que diferencias en los órganos de poder creados por los trabajadores, para posibilitar una intervención política similar a la Revolución Rusa




Revisita Comunismo (1931-1934)



Trotsky, el POUM y los hechos de mayo. Andy Durgan



Wilebaldo Solano. La larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin


Extracto (capítulos 48 y 49) del libro La Guerra Civil Española – Revolución y Contrarrevolución por Burnett Bolloten



Primera campaña de difamaciones y calumnias, en la que se identificaba al POUM con el fascismo internacional, se intensificó desde finales de 1936 y en los primeros meses de 1937


Pacto Ribbentrop-Mólotov


Acuerdo de crédito germano-soviético (1939)


Revolucionarios, no asesinos


Seseña Nuevo, Toledo 7 DIC 2008


Sobre la inocencia




Cazarabet conversa con...   Antonio Rubira León, autor de “1931-1936. República y Revolución. El movimiento obrero y sus partidos. Teoría política aplicada” (Laertes)



Julián Gorkin, la vida de un luchador. Marc Ferri Ramírez


Elecciones Municipales 12 de abril de 1931

Trotskista
EL MARXISMO Y EL FRACASO DEL SOCIALISMO ORGANIZADO EN ESPAÑA, 1879-1936
Por PAUL HEYWOOD

Trotskista
G. MUNIS. JALONES DE DERROTA PROMESA DE VICTORIA


Estalinista
Tesis doctoral El PCE en la Guerra Civil. Fernando Hernández Sánchez
Director: Dr. D. Juan Avilés Farré  2010

Andrés Nin. Los problemas de la revolución española


Juan Andrade. Crítica de la Crisis del movimiento comunista Tomo I: De la Komintern al Kominform de Fernando Claudín


Andrés Nin El problema del poder en la revolución



Revolución y contrarrevolución en España



Julián Gorkin, la vida de un luchador. Marc Ferri Ramírez



Leon Trotsky ESCRITOS SOBRE ESPAÑA
 1930- 1932


Leon Trotsky  LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA (1930-1939)



Escritos sobre España - Tomo I y II





La Revolución española. Volumen I 1930-1936




La Revolución española. Volumen II 1936-1940



Resultados y Perspectivas. Tres concepciones de la Revolución Rusa



Historia de la Revolución Rusa. Febrero 1917


Historia de la Revolución Rusa. Octubre 1917



Informe de la delegación siberiana



León Trotsky  NUESTRAS TAREAS POLÍTICAS

Redactado: En 1904.