La consigna
de la huelga indefinida es errónea, por dos razones fundamentales.
Primera,
porque oculta las verdaderas razones del fracaso, no tanto en convocatoria como
a la hora de lograr sus objetivos, de las dos anteriores HG, con todo lo que
ello supone de impedir el que se afronte su solución y una estrategia correcta,
así como amparar y perpetuar dichas causas reales, t favorecer con ello,
inconscientemente, a quien esté interesado en que las cosas sigan así.
Estas causas
residen básicamente en que dichas HG se convocaron bajo una estrategia propia
del sindicalismo de conciliación que caracterizó al llamado capitalismo
keynesiano. Ese sindicalismo de conciliación, una vez el capital rompió
unilateralmente el pacto social en que se basaba dicha etapa del capitalismo,
sólo podía conducir a un sindicalismo cada vez más ineficaz, puesto que el
capital ya no busca acomodar en su seno los sindicatos a cambio de esto y de
aquello, y de hecho es un sindicalismo que, en las actuales circunstancias,
juega a favor del capital, puesto que contiene por un lado la confrontación
social, y por otro hace esto a cambio de nada, llevando como consecuencia, a
medida que se hace más patente la ineficacia del mismo, a la erosión de las
organizaciones sindicales, otro de los objetivos buscados prioritariamente por
el capital en esta etapa neoliberal.
Es esta la
causa, y no que las anteriores huelgas fueran de 24 horas, de 48 o de lo que
fueran. Es eso lo que hay que luchar pro cambiar, un camino difícil, en el que
hay que enfrentarse a los prejuicios y temores de la gente.
Se trata
para nosotros de usar la convocatoria de huelga, por la que hemos luchado junto
con muchos otros trabajadores conscientes, y que tanto esfuerzo ha costado
arrancar, para plantear la necesidad de ese cambio, y también en un terreno más
concreto: el de que la propia huelga sea un hito que sirva para aunar las
luchas sectoriales, etc., y a la vez se enmarque en una estrategia de
movilización continua, y que sirva para impulsar esta, en la que se combinen
las diferentes formas de lucha: huelgas de empresa, sectoriales, manifas, etc.
La segunda
razón por la que la consigna de huelga general indefinida es errónea, es que
hace completa abstracción de la realidad, también en otro sentido: el de las
posibilidades que hay realmente de convocar y sostener una HG indefinida.
Porque parece que se olvida que para un trabajador hacer huelga no es gratis,
se necesitan recursos de resistencia my bien preparados, una buena
organización, también una solidaridad internacional bien organizada, y la
claridad política que aporte determinación y confianza. No se da ni
remotamente, en el momento actual, ninguna de estas condiciones. Plantear la
consiga de la HG indefinida, es convocar a la gente a un fracaso asegurado. En
la medida en que la gente no es tonta y se va a dar cuenta de esto, está
asegurada el fracaso de la convocatoria. En ese sentido, esa consigna es una
consigan rompe-huelga.
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