La identidad
andaluza en el flamenco
http://www.jaleoandalucia.org/web20/documentos/flamenco1.pdf
Flamenco y revolución
Por Luis Mariano García Sábado, 24 de Noviembre de 2012
A pesar de
haber sido utilizado por el españolismo y la clase dirigente, el flamenco ha
servido, desde sus orígenes, de medio de expresión popular de las injusticias y
la opresión. "Trabajo de sol a sol, Las ganancias son pal amo, Pá mí solo
es el sudor”
El flamenco es la
expresión musical más auténtica de la cultura andaluza. Es el resultado de
someter el folclore andaluz tradicional, de origen castellano, árabe y judío, a
un proceso de evolución y estilización, principalmente a cargo del pueblo
gitano. El origen popular, las duras circunstancias socioeconómicas de quienes
participaban de él, y la carga emocional con la que se interpreta, han dado
como resultado una serie de estilos musicales de alto nivel expresivo, que han
servido originariamente al pueblo andaluz para expresar su realidad.
El flamenco como
tal surgió formalmente a finales del S. XVIII, pero las condiciones que
determinaron su aparición datan de mucho antes. Como hecho histórico de partida
podríamos tomar el fin de la "Reconquista" por parte de los Reyes
Católicos y la constitución del Estado español, en el año 1492. Esta fecha
supuso, entre otras cosas, el comienzo del proceso de homogeneización según los
valores castellanos al que se sometió a la población en los territorios bajo su
control, y que se ha continuado dando, con mayor o menor intensidad, hasta
nuestros días. Un pueblo muy influyente en el flamenco, y que ha sufrido esta
persecución hacia su cultura y sus formas de vida con especial intensidad, ha
sido el pueblo gitano. El orden social que se estableció tras la reconquista,
basado en el absolutismo, el poder feudal y eclesiástico, el acoso a las
minorías y la desigualdad, influyó en gran medida en la aparición de una expresión
popular que acabó convirtiéndose en el flamenco.
El flamenco nace de la injusticia
Las circunstancias
socioeconómicas en Andalucía hicieron que los romances tradicionales andaluces
mudaran su temática original (leyendas, amores, batallas...) hasta expresar la
realidad social y personal del pueblo andaluz. Así nacían, a finales del S.
XVIII, las Tonás y las Soleás, primeras expresiones del cante flamenco:
Las lindes del olivar,Anchas pá los don mucho,
Estrechas pá los don ná
Soleá1
A partir de aquí,
y con la posterior incorporación de la guitarra, comienzan a proliferar los
diferentes estilos, como las Bulerías, que resultan de aumentar el ritmo de la
Soleá. Surgen también estilos originales creados por el pueblo gitano, como la
Seguirilla, un estilo de cante muy utilizado para expresar el lamento.
En una primera
instancia los cantes carecían de contenido político y de un sentido colectivo
de las reivindicaciones. Esto cambió con el primer acontecimiento histórico
destacable que vivió el flamenco: la invasión napoleónica. Este acontecimiento
se vivió de forma especial en Cádiz y su entorno, ya que las tropas francesas
no llegaron a tomar la ciudad. Esto fue un motivo de orgullo colectivo que
propició la aparición de una familia de cantes nuevos de carácter jovial, cuya
muestra principal son las alegrías:
Un baluarte invencible,Fue la Isla de León,
Porque con los gaditanos,
No pudo Napoleón
Alegrías de Cádiz2
En Cádiz se
respiraban aires progresistas, que cuestionaban el poder establecido y
defendían la soberanía popular. Así lo expresa otro cante de aquella época, el
Mirabrás:
A mí qué me importaQue un rey me culpe.
Si el pueblo es grande
Y me abona.
Voz del pueblo, voz del cielo.
Que no hay más ley,
Que son las obras.
Mirabrás3
En esta época se
rechazó, a través del flamenco, el absolutismo de Fernando VII y la política
imperialista de la corona española, por la que muchos acababan luchando en las
guerras coloniales a través del servicio militar. Este imperialismo español
propició así mismo el contacto con los afro-americanos de las colonias,
surgiendo cantes mestizos que relacionaban directamente la baja Andalucía con
las colonias a través de la música. Son los llamados Cantes de ida y vuelta,
siendo ejemplos de estos la Rumba, las Colombianas, el Tango o la Milonga.
La postura social
del flamenco supuso una gran evolución. Ya no es tanto la visión romántica de
asumir la realidad como viene y resignarse a aceptarla con el lamento como
única respuesta, sino la voz del pueblo en los acontecimientos y el rechazo a
los motivos de su precaria situación.
Expresión del movimiento obrero
El flamenco, en su
evolución, también ha servido para expresar problemáticas propias de la clase
trabajadora, tales como la explotación, las condiciones laborales, la
migración, el reparto de la tierra o el asociacionismo proletario. Esta
realidad se ha expresado, entre otros, por los estilos propios surgidos del
campo andaluz: los Cantes del Campo. Como ejemplo, tenemos los Cantes de
Trilla, cuyo compás lo marca el ritmo del trillo sobre la era:
Trabajo de sol a sol,Trabajo de sol a sol,
Las ganancias son pal amo,
Pá mí solo es el sudor”
Trillera4
Otro ejemplo
significativo de esto son los Cantes de las minas, pertenecientes a la familia
de los Cantes de Levante. Surgieron en las cuencas mineras de Linares, Murcia y
Almería, debido a la gran emigración que se produjo hacia estas zonas desde
toda Andalucía en el S.XIX. En estos cantes es muy típico que aparezcan
conceptos propios del marxismo como la plusvalía, la acumulación, y la
explotación capitalista.
Minero, ¿pá que trabajas,Si pá ti no es el producto?
Pá el patrón son las alhajas,
Para tu familia el luto,
Y para ti la mortaja
Fandangos Mineros5
En la línea de los
cantes anteriores surgieron los Martinetes, que son los cantes de las fraguas,
oficio muy ejercido por el pueblo gitano.
Otro tema que se
ha expresado a través del cante flamenco ha sido la represión sufrida por los
movimientos de trabajadores y trabajadoras en la lucha por sus derechos.
En el último
tercio del S. XIX la influencia del internacionalismo obrero llega al poniente
andaluz, sobre todo a través de la zona de Jerez de la Frontera, que destaca en
aquel entonces por su gran producción y exportación de vino. El movimiento
obrero, unido a las duras condiciones en que se vivía en el campo, las malas
cosechas, etc., hizo que comenzaran las huelgas y las reivindicaciones, con la
consiguiente represión. El flamenco, como expresión popular, sirvió para
denunciar estos sucesos:
Tó lo tienen preparao,Los civiles en los cortijos,
Por eso matan a obreros,
Para agradar a los ricos.
Cante a la represión6
"Le pregunté a mi morena,
Que por qué me despreciaba,
Y me contestó serena,
Que en la asociación entrara.
Cante al asociacionismo obrero7
Capitalismo y nacional-flamenquismo
A comienzos del S.
XX, el flamenco había alcanzado una gran difusión, lo que impulsó la
profesionalización de los y las intérpretes, así como de los espectáculos. Se
convirtió en una posibilidad de negocio. Al entrar en los circuitos
comerciales, a través principalmente de los Cafés Cantantes y posteriormente de
la Ópera Flamenca, los y las artistas tuvieron que dirigir sus cantes hacia un
público más abierto, lo que hizo que tanto para los “Señoritos” que comenzaban
a aficionarse al flamenco, como para el gran público en general, los cantes
tuvieran que dejar de lado sus reivindicaciones y adaptar sus letras a las
nuevas circunstancias. Se puede distinguir entonces entre el “flamenco de uso”,
más ligado a la forma y al fondo tradicional, y el “flamenco de cambio”, ligado
al espectáculo, a lo comercial y accesible y asimilable por la clase dominante8.
Esta nueva
realidad del flamenco se combinó con la necesidad de la clase dirigente
española de dotar al Estado de una identidad cultural propia. Este objetivo se
venía persiguiendo ya desde finales del S.XIX, cuando las crisis coloniales y
las revoluciones liberales amenazaban al españolismo, y llegó a su máximo
desarrollo con la llegada del franquismo.
El régimen
utilizó, entre otros, elementos de la cultura andaluza para dotar al estado de
un folclore propio. El flamenco, previa adaptación y censura, sirvió a este
fin, influyendo en la canción española que proliferó durante la época. Pasaron
años oscuros para el flamenco, que había de interpretarse sin esencia. La
mayoría de los y las artistas se adaptaron, como pudieron, a las nuevas
circunstancias. Otros se exiliaron, y algunos no sobrevivieron a la guerra y a
la represión.
El flamenco y la izquierda
Para encontrar
intérpretes especialmente comprometidos socialmente hubo que esperar, en primer
lugar, a que la profesionalización del cante diera intérpretes conocidos, y en
segundo lugar, a la gran convulsión social de los años de la II República.
Cuando ésta se proclamó, la mayoría de los y las artistas flamencos se
proclamaron partidarios de la misma. Los cantes dedicados a la libertad, la
República, a la bandera tricolor, o a los Capitanes Galán y Hernández fueron
muchos en estos años.
Entre quienes
interpretaban el republicanismo flamenco cabe destacar, por su relevancia y su
compromiso, los nombres de Guerrita, Corruco de Algeciras, Antonio Mairena
(maestro enciclopédico y gran impulsor del flamenco), José Cepero, La Niña de
los Peines (considerada la mayor artista de su época y que defendió el ideal de
mujer libre y republicana), o el Chato de las Ventas. Éste último cantaor creó
los llamados Fandangos Republicanos, un tipo de cante de naturaleza
reivindicativa. Murió fusilado en Badajoz. Durante la guerra, hubo artistas que
cantaron a los soldados en el frente republicano. Tal es el caso de Juanito
Valderrama o Antonio Chaqueta.
Los y las artistas
que tomaron parte por la República corrieron suertes muy dispares. Muchos no
sobrevivieron a la guerra y a los primeros años de posguerra, muriendo en el
frente o por la represión, caso del Corruco de Algeciras y del Chato de las
Ventas. Otros tuvieron que exiliarse para evitar la persecución. Quienes
permanecieron en el Estado español tuvieron que adaptarse a las nuevas
circunstancias. Algunos, como el caso de José Cepero, tuvieron muchas
dificultades para subsistir como artistas al ser señalados como “rojos”. Todos
los que se quedaron tuvieron que dejar de lado la parte reivindicativa del
cante flamenco para trabajar en los años del franquismo. El flamenco de verdad
pasó a la clandestinidad, y estaba perseguido.
Quiere decir con pasión,Este fandango que canto,
España es republicana,
Y lo es de corazón,
¡Abajo la ley tirana!
Fandango Republicano de El Guerrita9
En los últimos
años del franquismo y en la transición resurgió el flamenco reivindicativo en
toda su plenitud. Son muchos los y las artistas del flamenco que cantan a la
libertad y la justicia, a la democracia, y al autonomismo andaluz. Así, podemos
citar a Enrique Morente, un cantaor muy comprometido socialmente durante toda
su carrera. A comienzos de los 70, sufrió la censura por un disco homenaje a
Miguel Hernández, en el que no se permitió incluir el poema “Andaluces de
Jaén”. Morente fue un defensor del andalucismo, movimiento al que cantó. Grabó
también canciones inspiradas en la obra de Federico García Lorca (poeta muy
unido al flamenco y al pueblo gitano), destacando el genial disco de
flamenco-fusión Omega, en el que canta poemas de la obra lorquiana Poeta en
Nueva York, de marcado carácter anticapitalista.
Sin salir de
Granada, hay que nombrar a Curro Albaycin, artista y estudioso del flamenco
cercano al comunismo (inauguró con su cante sedes del PCE). Cantó los Tangos
del Obrero. Su militancia le costó un intento de asesinato por un simpatizante de
Fuerza Nueva, que le disparó al grito de “Ya no recitas más a Lorca”.
También hay que
destacar a Manuel Gerena, el cantaor más perseguido en los 70. Sufrió cientos
de detenciones, generaba siempre una gran expectación y durante mucho tiempo se
prohibieron sus actuaciones en todo el estado. Otros artistas de gran
conciencia social fueron Luis Marín (militante de la Organización
Revolucionaria de Trabajadores, ORT) y El Piki, que grabó un disco homenaje a
Blas Infante, gran impulsor del andalucismo político. Ambos murieron
atropellados.
Un artista muy
destacado de esta época fue Camarón de la Isla. Considerado por muchos el
cantaor más grande que ha dado el flamenco, fue una figura controvertida.
Interpretaba de forma genial el flamenco tradicional, pero además, inició el
desarrollo del Nuevo Flamenco con su disco La Leyenda del Tiempo, en el que se
incluían por primera vez ciertos tipos de ritmos, instrumentos y formas de
interpretación. Sus dotes para el cante tradicional, unido a la revolución
musical que supuso su nueva forma de hacer flamenco (a la que no le faltaron
críticas), contribuyeron a la difusión de éste y abrieron las puertas del
flamenco a nuevas fusiones y mestizajes, fomentando su universalidad. Con
Camarón el mensaje del flamenco pasó de los tablaos, los festivales y las
peñas, al mundo entero.
Por último, citar
a El Cabrero, el cantaor protesta más importante en la actualidad, cercano al
anarcosindicalismo y gran intérprete de los Fandangos Republicanos. La crítica
social está muy presente en sus intervenciones:
No critiques a mi copla,Y apréndela tú también,
Que corra de boca en boca,
Pá que el pueblo sepa bien,
Quién lo engaña y quién lo explota.
Fandango Republicano de El Cabrero10
Desde sus orígenes
el flamenco ha servido como medio para expresar la injusticia. Las condiciones
de vida han mejorado en general, pero la gran mayoría de las reivindicaciones
históricas del flamenco siguen vigentes, y más ahora que estamos sufriendo el
mayor retraso en derechos desde hace décadas. El flamenco es cultura viva, y
por lo tanto evoluciona, pero cierta forma de sentir las cosas y expresarlas es
intrínseca a este, estando determinada por el carácter y la historia de sus
protagonistas.
La Andalucía que canto,Es la flamenca de veras,
Que está llorando por dentro,
Y se rebela por fuera.
Cante de El Piki11
Artículo publicado
en la revista anticapitalista La
hiedra
Notas
1. Grimaldos,
Alfredo, 2011: Historia Social del flamenco. Ediciones Península, Barcelona.
2. Ortiz Nuevo, Jose Luis, 1985: Pensamiento político en el cante flamenco. Editoriales andaluzas unidas, Sevilla.
3. Ibid, p. 80
4. Rs Piqueras, Lola; Ríos J. Carlos, 2009: La identidad andaluza en el flamenco. Editorial Atrapasueños.
5. Ortiz Nuevo, Jose Luis, 1985: Pensamiento político en el cante flamenco. Editoriales andaluzas unidas, Sevilla.
6. Ibid., p. 142
7. Ibid., p. 119
8. Rs Piqueras, Lola; Ríos J. Carlos, 2009
9. Pinilla, Juan: 2011: Las voces que no callaron. flamenco y Revolución. Editorial Atrapasueños, Sevilla.
10. Chain Revuelta, Francisco Javier, 2012: Letras de Fandangos Republicanos El Cabrero. Disponible en: http://grandesmontanas1204.blogspot.com.es/2012/04/fandangos-republicano... [entrada 8/4/2012]
11. Pinilla, Juan: 2011
2. Ortiz Nuevo, Jose Luis, 1985: Pensamiento político en el cante flamenco. Editoriales andaluzas unidas, Sevilla.
3. Ibid, p. 80
4. Rs Piqueras, Lola; Ríos J. Carlos, 2009: La identidad andaluza en el flamenco. Editorial Atrapasueños.
5. Ortiz Nuevo, Jose Luis, 1985: Pensamiento político en el cante flamenco. Editoriales andaluzas unidas, Sevilla.
6. Ibid., p. 142
7. Ibid., p. 119
8. Rs Piqueras, Lola; Ríos J. Carlos, 2009
9. Pinilla, Juan: 2011: Las voces que no callaron. flamenco y Revolución. Editorial Atrapasueños, Sevilla.
10. Chain Revuelta, Francisco Javier, 2012: Letras de Fandangos Republicanos El Cabrero. Disponible en: http://grandesmontanas1204.blogspot.com.es/2012/04/fandangos-republicano... [entrada 8/4/2012]
11. Pinilla, Juan: 2011
El Cabrero Fandangos republicanos
El cabrero-porque nunca me vendio
El cabrero- prometen la luna
Juan Pinilla
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La Niña de los Peines
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"Andalucía. Su comunismo
libertario y su cante jondo”
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