miércoles, 27 de febrero de 2019

Manuel Sutherland. Breve glosario marxista de las finanzas, la especulación y demás obsequios de la economía capitalista.






Manuel Sutherland   04-11-2010

“Debemos emprender activamente la labor de educación política de la clase obrera, de desarrollo de su conciencia política.”

                                                                                                  Lenin[i]


Lejos de ser exhaustivo, se presenta un diminuto glosario relacionado a la explicación que hay detrás del funcionamiento “financiero” en el capitalismo. Acá abordaremos lo que pocas veces se dice y lo que tratan de ocultar los que aspiran vendernos a los explotadores como inocentes víctimas del destino.


Finanzas: Sector económico relativo a las cuestiones bancarias, bursátiles y a los grandes negocios mercantiles. Se preocupa por administrar flujos monetarios indispensables para el capital de la empresa.



Lo que no nos dicen: Las finanzas no son todo el sistema capitalista, ni su corazón. Usando una frase de Henri Houben, las finanzas son apenas la piel del sistema capitalista, su parte fenoménica. En las finanzas NO HAY CREACIÓN de valor nuevo. En las finanzas no hay producción de riquezas nuevas como en la industria o en el agro. En las finanzas todo trabajo es improductivo, allí sólo se recicla la plusvalía que los capitalistas no logran reinsertar en el proceso productivo, por las dificultades (debido a la sobreproducción) que existen para valorizar el capital. En las finanzas los capitales van rodando de mano para tratar hincharse a costa de otro. Crecen básicamente de dos formas:


1. Con la compra de acciones a una empresa que usa ese dinero para invertirlo en la economía real y extraer la plusvalía necesaria para cubrir el valor y el interés que genera el título.


2. Con la mera y más salvaje especulación. Así, la casi totalidad agentes económicos compran acciones, bonos o divisas para venderlas apenas suban de precio y así ganarse un diferencial, conceptualizado como ganancia especulativa. La persona que compró 100 dólares EEUU a 430 Bs. espera venderlos a un precio mayor al que pagó. La ganancia que se obtiene allí es por enajenación, es decir, lo que pierde uno es lo que gana el otro, de esa forma, lo que hacen es arrebatarse de acuerdo al azar especulativo, dineros producidos por el trabajo de millones, que van a parar al bolsillo de pocos. En ese juego, los grandes financistas (por su mayor cuantía de capital, su más completa información y contactos) arruinan a los pequeños capitales financieros y se apropian sin trabajar, de sumas fabulosas. En el mundo, en 1998 el mercado de divisas era 50 veces más grande en volumen del tamaño del comercio y la inversión internacional. (B. Jetín, La Tasa Tobin). Según el Banco Internacional de Pagos, cerca del 75% de las transacciones financieras realiza su ciclo de compra y venta en menos de 2 semanas, y un 40% lo realiza en menos de 3 días.



Casa de Bolsa: es una organización privada que brinda facilidades para que sus miembros, introduzcan órdenes y realicen negociaciones de compra venta de valores, tales como acciones de sociedades o compañías anónimas, bonos públicos y privados, certificados, títulos de participación etc.

Lo que no nos dicen: En las casas de bolsas se realizan transacciones en las cuales se traspasan de mano en mano, cantidades de trabajo que han sido expropiadas en formas de plusvalía. Así, decenas de personas con escasa información de fábricas o plantaciones decide por medio de la especulación, el destino de millones de trabajadores al desviar fondos de un lado a otro. Así, jugadas de financieras dejaron a varios accionistas de la empresa World Com millonarios y a la vez arruinaron a miles de ahorristas y dejaron sin empleo a cerca de 20 mil familias. En la bolsa de valores, se teje una inmensa red de corrupción donde las grandes corporaciones dominan a las firmas calificadoras de riesgo, para que realicen todo tipo de tretas contables, a fin de estafar a millones de personas. La falsificación de balances financieros de la empresa ENRON (una de las quiebras más grandes de la historia) hecha por la calificadora Anderson es apenas una muestra de lo que son capaces.



Casas de Cambio: es una organización o centro que permite a los clientes cambiar una divisa por otra.


Lo que no nos dicen: Son otra organización meramente especulativa, cuya finalidad es vender las divisas caras y comprarlas baratas, es decir extraer por enajenación una ganancia especulativa. Viven de lo que le pueden quitar al usuario, ese margen, constituye su ganancia. En Venezuela, a raíz del control de cambio y las dificultades expresas para conseguir divisas, las casas de cambio emprendieron una oleada de negociaciones fraudulentas: suplantación de identidad, falsificación de firmas, declaraciones patrimoniales falaces y un muy largo etc. con el fin de adquirir divisas. En esa inmensa red de trampas y estafas, lograron sobornar a muchos funcionarios, engañar a amas de casa y timar a empleados de bajo rango que ahora están en la cárcel.


Crisis Financiera vs. Crisis sistémica del capital:
 para la burguesía la crisis de 1929, 1974, 2008 y etc. son crisis financieras. Particularmente la crisis de 2008-2009, la catalogan como un fenómeno aterido al ámbito de las bolsas de valores. Así, la crisis fue causada por la irresponsabilidad de aventureros y alocados inversionistas que querían ganar mucho dinero muy rápido. La crisis –dicen- se debe a la falta de confianza de los inversionistas y por falta de regulación estatal en las finanzas. La solución es devolver lo que catalogan como “confianza” para que los inversionistas regresen al mercado y todo se solucione. Esta explicación la machacan los inefables encorbatados (Alberto Padilla en CNN) que en televisión hablan de lo que no pueden explicar.



Lo que no nos dicen: la realidad de la crisis, es que el derrumbe financiero es apenas una expresión de una profunda crisis sistémica del capital, en la cual, los derrumbes, sólo son expresiones cíclicas de un colapso paulatino y del caos del sistema capitalista en todos sus escenarios: social, político y ético. La causa central de la catástrofe capitalista, estriba en la sobreproducción devenida de la anarquía en la producción que se manifiesta en el juego avaricioso de la búsqueda de la máxima ganancia. Esto a su vez se sustenta por las dos contradicciones cardinales del sistema:



La producción cada vez más socializada de mercancías, versus la apropiación privada más concentrada del resultado de la venta de las mercancías. La depauperación relativa y absoluta de la clase trabajadora (y a la vez consumidores en masa). Esto arruina a las empresas y atiza el desempleo.


Prueba de lo anterior es que al estallar los inicios de la depresión en 2008, la producción industrial mundial decreció en 20%, la venta de autos bajó un 25% y la de acero en un 30% [ii]. Salvo WorldCom que quebró en el 2002, en el año 2008 se han dado las 3 quiebras más grandes de la historia de Estados Unidos: Lehman Brothers (2008), Washington Mutual (2008), y General Motors (2008) [iii]. La bancarrota de CIT (2009) se unió a este clan para ser la quinta quiebra más grande de la historia.

Inflación: La inflación se define como el aumento continuo y generalizado del nivel general de precios de los bienes y servicios (ByS). Cuando hablamos de nivel precisamente nos referimos a una canasta que consta de los ByS considerados más significativos.


Lo que no nos dicen: Es que la inflación hace que haya que pagar más dinero (es decir entregar más horas de nuestro trabajo) para adquirir la misma cantidad de ByS, lo cual, no hace más que aumentar los niveles de explotación que sufre el proletariado, al eventualmente tener que trabajar más para recibir lo mismo, o incluso menos. Los procesos inflacionarios afectan más al proletariado que no tiene como refugiarse de la inflación, debido a que no puede comprar divisas, oro o propiedades inmobiliarias que le permitan mantener el valor sus ingresos. Los procesos de inflación son útiles para los explotadores en aras de abaratar la fuerza de trabajo, es decir, pagar menos salario por la misma cantidad de trabajo. Así, se puede relanzar un proceso de acumulación con mayor ventaja en la competencia global.



Especulación: se define como cualquier compra (o venta) de un bien con la intención de reventa (o recompra) en una fecha ulterior con la sola motivación de una modificación en el precio que le genere un beneficio monetario. Especular implica adquirir un bien NO para consumirlo ni para agregarle valor alguno.

Lo que no nos dicen: Es que -como expresa Marx- no hay diferencia entre un comerciante y un especulador. Es, exactamente lo mismo, todo aquel que compra algo con la esperanza de revenderlo luego a un precio más alto, es un especulador. El comerciante, no agrega valor al producto, sólo lo adquiere con la finalidad de venderlo más costoso, es decir, especular. Por tanto todas las cadenas de distribución final o minoristas, viven exclusivamente de la especulación. Así, lejos de mejorar el producto, sólo lo adquieren con el fin de encarecerlo en aras de ganancia. Los bancos hacen lo propio, especulan con el dinero creado por la clase obrera, se lo alquilan a ella misma, o a quienes explotan a obreros. Los bancos utilizan todos sus ahorros y el capital sobrante (plusvalía que el capitalista no puede rentablemente reingresar al proceso productivo) para directamente usarlo en compra y ventas de acciones, bonos y préstamos que permitan obtener ganancias especulativas que devienen del ejercicio de arriesgar en el juego azaroso de la especulación (casino) financiero, capitales ajenos. Por ello, al quebrar, los grandes banqueros huyen con fortunas a paraísos fiscales donde escondieron dinero de millones de personas. Claro, los ahorros de los trabajadores se desvanecen en la fuga y el trabajo de toda su vida, pensión o ahorros para la vejez, o la pequeña inversión en un local, desaparece por arte estafa. Un documental gaucho, La dignidad de los nadie, ilustra este hecho. Nota aparte es la noción del director de la Escuela de Economía de la UCV, José Guerra, quien “argumenta” que los bancos producen riqueza…esa tontería es repetida por todas las escuelas de economía del planeta.


Desabastecimiento:
 Desproveer a una persona física o jurídica, o a toda una comunidad o país, de los productos que necesita, o impedir que les lleguen. Actos que suceden por vía artificial (negación a producir o distribuir) o por vía productiva (escasez de insumos, dificultades de importación etc.)

Lo que no nos dicen: El desabastecimiento generalmente es artificial. La burguesía se organiza para impedir a toda costa que la población acceda a bienes de primera necesidad como alimentos. Así, se realiza una medida de presión contra gobiernos de índole progresista. De esa forma, utilizan sus recursos para forzar cambios políticos o eliminar leyes que benefician a la colectividad. El caso político arquetípico es el Chile de Salvador Allende, cuya presteza democrática y respeto por gran parte de la propiedad privada, le valió una oleada de sabotajes tremendos que desmoralizaron a la población, crearon caos y facilitaron la ascensión del fascismo. El segundo caso se da en plena realidad en Venezuela. La burguesía responde a las medidas del gobierno con escasez artificial, ante el control de precios vigente, así, si la leche tiene un precio tope de X, la burguesía argumenta que no es rentable producir a ese precio, y por ello la exporta a nivel de contrabando, cierra la fábrica o inventa variar presentaciones del mismo producto que escurran la regulación. Más absurdo aún, es creer que como el exministro de Comercio: Eduardo Samán, que el Control de Precios es un arma en la lucha de clases contra la burguesía. Semejante desvarío ha sido su bandera de “lucha” contra el empresariado local. Tamaña tontería, es una apología a la ideología regulacionista que indica la posibilidad de regimentar externamente (en este caso, políticamente) el desarrollo de la acumulación capitalista. Dicha política, abiertamente reformista y claudicante, le hace creer a los incautos que podemos “domesticar” al capital y que no es necesario expropiar y poner la producción bajo control de la planificación organizada y participativa de los trabajadores. Regular, trae consigo escasez (obviamente artificial), respuesta que tarde o temprano ofrece la burguesía ante limitaciones exógenas de su tasa de ganancia. De esta escasez, emana la carestía, la inflación sostenida, la caída en la calidad de los productos y un vertiginoso aumento de los márgenes especulativos en la venta de productos. Eduardo Sartelli, escribió un maravilloso y breve ensayo relacionado al regulacionismo de la escuela francesa, imperdible.


Privatizaciones: Vender al sector privado de la economía un activo mueble o inmueble propiedad del sector público. Se aplica especialmente a empresas públicas. Sinónimo de desnacionalizar.


Lo que no nos dicen: La ventas del erario público están generalmente exentas de toda regulación, por lo cual, cada venta trae consigo una serie de actos de corrupción que estriban en ventas muy por debajo del valor de los activos del Estado, con la excusa de que no son “rentables”. Con esa consigna, la burguesía se apropia de activos de altísimo valor, a precios de remate. Esos montos se establecen por negociaciones fraudulentas y sobornos descarnados a las autoridades públicas. La empresa nacional de Gas Argentina estaba tasada por PETROBRAS en 25 mil millones de dólares, la pandilla de Menen, la re-mató en 2 mil 500 millones de dólares, 10 veces menos. No sólo eso, las privatizaciones se dan en empresas generalmente rentables (como VIASA en Venezuela) o con grandes recursos naturales a disposición de transnacionales (el agua en Bolivia) lo que le permite a la burguesía más poderosa saquear recursos pagando centavos de dólares. La privatización lleva aparejada una ola brutal de despidos, de reducciones de beneficios laborales, terrorismo laboral, un empeoramiento y encarecimiento drástico de los servicios que prestaba anteriormente. La privatización es muy buena para la burguesía y terrible para la clase obrera. Aunque el Estado venezolano mantenga la mayoría (más de 60%) de las acciones de la explotación de hidrocarburos en las Empresas Mixtas (aprobadas por una Asamblea Nacional, integrada 98% por chavistas, que engavetó la reforma a la neoliberal Ley del trabajo), es un hecho que el 40% restante, se constituye como una desnacionalización de una parte vital del tesoro público. Esta desnacionalización o privatización completa de una parte del subsuelo criollo, aparte de ser anticonstitucional, representa un retroceso tremendo en la soberanía de los recursos no renovables del país. Una vulgaridad entreguista, menos mal que los anteriores Convenios Operativos, pero igualmente lesiva a los intereses más elementales de la clase obrera del país. Una nacionalización real y al menos nacionalista, hubiera sido estatizar el 100% de nuestras actividades petroleras principales y no venderle en calidad de accionistas o socios, a las transnacionales ecosidas, un bien tan preciado como nuestro petróleo.


Tratados para evitar la Doble Tributación: 
Acuerdos entre países para evitar que las empresas cuya casa matriz se ubica en un país exportador de capitales, tenga que pagar dos (2) veces impuestos sobre la renta. Es decir, evitar que Mac Donalds, pagué una serie de impuestos en Venezuela que deba volver a cancelar en EEUU.


Lo que no nos dicen: Los tratados para evitar la doble tributación, son un desarrollo de las empresas imperialistas de grandes capitales que tratan solamente de pagar impuestos (reducidos) en sus países de origen, a pesar que la plusvalía que extraen es arrebata a trabajadores locales. Así, la FORD explota duramente a los obreros de los países de capitalismo más débil, es decir los de menor escala de acumulación y la plusvalía o trabajo excedente que les quita en forma de ganancias, es enteramente repatriado a Detroit para pagar impuestos allá y no por ejemplo, en Venezuela. Con los acuerdos especiales de alto gobierno que firman en sus países de origen, las transnacionales pueden cancelar impuestos bajísimos y acrecentar sus ganancias. Según el investigador Luís Britto García, los acuerdos para evitar la doble tributación que firmó el chavismo en el 2000-2001, auspiciado por la imperialista OMC, hacen que Venezuela pierda alrededor de 17 mil millones de dólares anuales por la ruin elusión a la que se acogen las empresas transnacionales. Con ello, se hubieran podido construir 566 mil casas de 30 mil dólares cada una, anualmente.


Lavado de Dinero: 
Traducción bastante literal del “money laundering” inglés. Es más correcta la expresión “blanqueo de capitales”. Se trata, en cualquier caso, de la práctica ilegal de convertir mediante algún subterfugio el dinero procedente de actividades ilegales en dinero legal.


Lo que no nos dicen: Es una actividad común y frecuente de los Bancos y demás instituciones financieras. Como en el arquetípico caso de la película Cara Cortada, los narcotraficantes, paramilitares, políticos corruptos y un largo etc. “blanquean” el dinero que proviene de toda clase de crímenes. Allí, los la delincuencia de traje, ubica cantidades exorbitantes de fondos como por ejemplo la venta de armas en conflictos bélicos (prohibido por la ONU) en acciones, títulos, certificados o bonos de empresas de “maletín”. Los bancos y demás instituciones saben perfectamente de donde viene cada centavo y se encargan de higienizarlos con una red de mecanismos ligados a “paraísos fiscales” y una serie de espacios aptos para esa actividad. La creación de bingos, casinos, casas de apuestas, prostíbulos que tanto denuncia Luís Britto, es una forma un tanto más chapucera de lavar los recursos que los paramilitares, corruptos y demás lumpen, obtienen de actividades delincuenciales.


Manuel Sutherland manuel1871@gmail.com


Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM) www.alemistas.org


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[i] V.I. Lenin, Qué Hacer, Por dónde empezar… (1902), Edición Digital, extraída de www.marxists.org.
V. I. Lenin. ¿QUÉ HACER?


[ii] Los Datos de la crisis sistémica son extraídos de Stefan Engel en su último trabajo, Economía Política Burguesa ante lso escombros,Edición Verlag Neuer Weg, (2009) Pág. 6 y 38.

[iii] Véase la continuación del análisis en La gran depresión de 1929, el caos (2009) dentro de la Crisis Sistémica del Capital y la absurda teoría de la conspiración (Zeitgeist y variantes). Artículo (noviembre, 2009), disponible en http://www.kaosenlared.net/noticia/depresion-1929-caos-2009-dentro-crisis-capital-tonta-teoria-conspiraci



Breve glosario marxista de las finanzas, la especulación y demás obsequios de la economía capitalista
Por: Manuel Sutherland (*) | Martes, 02/11/2010




La gran depresión de 1929, el caos (2009) dentro de la Crisis Sistémica del Capital y la absurda teoría de la conspiración (Zeitgeist y variantes

Por: *Manuel Sutherland | Miércoles, 04/11/2009

  Hace 80 años estalló la crisis más dura que hubo de confrontar el modo de producción capitalista. El jueves negro del 24 de octubre de 1929, naufragó el mercado de valores de New York y miles de inversionistas vieron perder inmensas cantidades de dinero en un santiamén. Fue la más significativa crisis de sobreproducción que había conocido la joven historia del capital. Esa explosión dentro del caos general del sistema, fue apodada como “La Gran Depresión”, pero la Crisis que vemos 8 Décadas después, amenaza en hacer ver al '29 como un pequeño estornudo.



Algunos datos del gran desplome de la Economía Mundial


   En 1929 el mercado global apenas daba sus primeros pasos. No era aún la internacionalización febril, sin embargo, la ligazón de los mercados era importante y el crush del mercado inicialmente brotado en EEUU se propagó rápidamente por los demás países capitalistas con especial énfasis en los países capitalistas más avanzados.


   En solo unas infaustas horas del 24 de octubre 13 millones de acciones que se colocaron a la venta no encontraron a ningún comprador, lo que ocasionó la ruina por insolvencia crediticia de cientos de especuladores y miles de ahorristas.  Pero el impacto más grave no fue el financiero, sino la drástica disminución de la producción industrial que entre 1929 y 1932 cayó en un 38 por ciento a escala mundial y en un 50 por ciento en EEUU. Es decir, se produjo apenas la mitad de lo que se había producido apenas el año anterior, una real catástrofe.

   La crisis demostró abiertamente la falsedad de la teoría (metafísica) económica burguesa que hablaba de crecimiento estable y superación de los inconvenientes sociales que están ligados intrínsecamente al capitalismo. Sistema ineficaz e ineficiente que sólo se sostiene por el tenaz esfuerzo de las clases opresoras -latifundistas y burgueses- en explotar a millones de trabajadores.



Cuáles son las verdaderas causas de la crisis del '29 y como se reflejan en la actualidad



   La crisis del '29 y la actual son crisis son de sobreproducción y de allí sus fenómenos subalternos como: subconsumo, fusiones, quiebras generalizadas etc. La causa de la anárquica sobreproducción radica en dos contradicciones fundamentales del sistema: la producción cada vez más socializada de las mercancías versus la apropiación cada vez más privada y concentrada del resultado de la venta de las mercancías;  y a la depauperación relativa y absoluta en la que se encuentran los productores y la vez consumidores en masa de las mercancías que ya no se pueden vender. Esto significa que la plusvalía no podrá realizarse, es decir; que no se venderán las mercancías que permitan que el empresario tenga ganancias y cubra los costos en capital variable -salarios- y en capital constante -maquinarías y materia prima-



   En este proceso, la variable clave es la tasa de ganancia, que los marxistas con sobrada evidencia empírica aseguramos está en pleno descenso a nivel mundial. Claro, exceptuando el caso de nuestro capitalismo rentístico que facilita las “patrióticas” tasas de 200% y 300% todo ello debido a las distorsiones político-económicas de nuestra estructura (im)productiva.


   Ahora en el 2008-2009, cuando asistimos al inicio de la fase depresiva dentro de la crisis sistémica del capital, vemos la forma como los “humanitarios” empresarios finlandeses botaron al mar millones de litros de leche de alta calidad y como burgueses brasileros hicieron lo mismo con el café y los estadounidenses con el maíz; a fin de evitar un desplome mayor de los precios. Lo que evidencia la gravedad de la sobreproducción y la imposibilidad de vender sus mercancías. Lo cual presiona los precios a la baja y reduce las ganancias. Lo anterior trae como consecuencia, que sea más rentable destruir las mercancías antes que regalarlas, debido a que concederlas a los millardos de personas en situación de pobreza, haría que los precios bajasen aún más.



Solamente el alto grado de concentración y centralización del capital ha podido frenar un poco esta tendencia a la baja de precios gracias a una disminución drástica de la oferta. Sin embargo, para quienes critican la teoría de la sobreproducción desde teorías pseudomarxistas (como la de la conspiración o la de la superespeculación financiera) es vital entender que el indicador básico de medición empírica de la sobreproducción no radica en el stock o inventario “congelado”. No, la esencia de la medición estriba en la Capacidad Ociosa, es decir, en la capacidad instalada sobrante dentro de la industria. En una entrevista que le realizamos, junto con la holandesa Tessa Marsman, al economista belga Henri Houben, nos cuenta sobre este respecto, que el índice de sobreproducción para la rama automotriz europea, está muy por encima de los 30 millones de autos anuales. Lo cuál trae grandes costos sociales y evidencia la ineficiencia y anarquía de un sistema que desaprovecha las capacidades técnicas de producir lo que realmente requiere la población para cubrir sus necesidades fundamentales en materia de transporte (autobús, tren, trolebús etc.)



Explicaciones delirantes, conspirativas y anticientíficas de “izquierdistas” sobre la Crisis


   Un compañero que asiste a las sesiones de la Cátedra de economía política marxista abierta a todo público y que  realizamos en la UBV y la UCV, llegó con un video que “explica” la crisis, que se titula Zeitgeist. El video era hecho por anarquistas estadounidenses que se niegan a estudiar marxismo y tratan de explicar la crisis mundial como una criminal conjuración de multimillonarios contra el pueblo. Este delirio es conocido como la teoría de la conspiración. Este Detritus Ideológico es a veces mezclado con ideas del imperialismo. Estos pequeñoburgueses, aparte de negar absurdamente la ley del valor y la sobreproducción, tercamente insisten en ver todas las crisis de la historia del modo de producción capitalista, como una acción premeditada de un grupito de banqueros y príncipes de la realeza europea.


   Ellos dicen que los capitalistas son un bloque homogéneo que sabe cuándo y cómo producir para no “excederse” en la oferta de sus productos y que además controlan a su antojo la tasa de ganancia. Pero claro, ellos no desean ganar las venezolanas tasas de ganancias de 300%, porque son unos tipos “moderados”, unos capitalistas que detestan el máximo beneficio.



   Este embellecimiento del sistema se usó para decir que por culpa de Rockefeller y otras familias ricachonas, fue la crisis de 1929. Pero semejante teoría -por irracional- es repetida por quienes quieren hablar de capitalismo y se rehúsan a leer El Capital de Marx. Esta teoría deja entrever que el sistema es esencialmente maravilloso, y se conecta con otras ideas más pequeñoburguesas como las de Naomi Klein, quien desea combatir el neoliberalismo con liberalismo, es decir, criticar al capital transnacional para realzar al capital chico, PYMES, empresas familiares etc.


            Una tesis tan alocada con la conspirativa, indicaría que el sistema es estable, que no sufre de crisis, depresiones o contratiempos. Que no existe la anarquía de la producción, la sobreproducción y que todo lo que se produce se vende eternamente sin problemas. Lo que sucede –según ellos- es esa casta de diabólicos (Bilderberg Group, Rey de Bélgica, Los Rochas, Rockefeller, Skull and Bones), príncipes y banqueros que dominan el planeta y causan todos los desastres (incluidas evidentemente todas las crisis). Afirmar que ellos son dueños de TODAS las empresas importantes y que las quiebran adrede es no tener el más mínimo temor al ridículo. Con una proposición así, la solución a los males del sistema sería tan simple como matar a los 300 maldicientes dueños del mundo y dejar que el armonioso capitalismo de pequeñas empresas (Naomi Klein) reine en la tierra. Solamente la derrota tremenda del movimiento obrero a nivel mundial y la victoria esplendorosa del anticomunismo más enfermizo, puede ser caldo de cultivo para una metafísica tan atrasada y chapucera como la de la conspiración  y sus variantes.



Algunos datos de la crisis del '29 y la que inicia en el 2009


   Si volvemos a la crisis del ’29, notamos que a pesar de ser el epicentro el estallido de la burbuja financiera, no es esa la causa sino la consecuencia de un proceso de sobreproducción, en el cual hay excesiva cantidad de capitales que no logran reproducirse -acumular- y que son lanzados al ruedo de la especulación de casino -Keynes sic.-  Así, vemos que el aparato reciclador de plusvalía -el banco- es de las primeras ramas comerciales que empiezan a quebrar en masa. Por ello, en el ‘29 se fueron a la bancarrota 9000 bancos, y ahora -2009- se prevé que sólo en EEUU quiebren 6000. En las finanzas es donde se muestran de forma más cruda los problemas del capital, pero ese sector es, como diría Henri Houben, apenas la piel del capital o una parte sobrevalorada del proceso de acumulación donde no se genera valor y sólo se redistribuyen las ganancias provenidas del corazón del sistema: La producción de bienes.


   En la Alemania de 1930, la producción industrial disminuyó en 58%. Pero hoy según mi amigo Stefan Engel del PCML de Alemania, la producción manufacturera en ese país se contrajo en 32,5% y la automotriz bajó un 31,5%. Un “análisis” liviano indicaría que: “La crisis del 29-34 fue peor” Pero no, los capitales que ahora se han perdido son al menos decenas de veces más elevados que los evaporados en el ´29. Época donde había muchos sectores de la economía atrasados que estaban lejos de integrarse a al mercado global. Por ello, al apenas estallar los inicios de la crisis 2008 vemos que la producción industrial mundial decreció en 20%, la venta de autos bajó un 25% y la de acero en un 30%.


Hay datos que evidencian la gravedad de la depresión dentro de la crisis sistémica del capital con suma claridad y muestran la magnitud de las bancarrotas a nivel global. El grupo financiero estadounidense CIT, especializado en préstamos para pequeñas empresas se declaró en quiebra (2 de noviembre de 2009). La CIT tiene activos valorados en 71.000 millones de dólares y su bancarrota se constituye en la quinta quiebra más grande en la historia de Estados Unidos, después de la de Lehman Brothers (2008), Washington Mutual (2008), WorldCom (2002) y General Motors (2008). Nótese que salvo World Com (donde el grupo Cisneros perdió mucho dinero) las más grandes quiebras se han dado en estos dos años de inicio de la depresión.


   Lo expuesto anteriormente explica los millones de empleos que se perderán, como consecuencia natural de las más fuertes depresiones del sistema capitalista dentro de su acontecer sistémico -Anwar Shaikh contabiliza 150 ciclos del capitalismo en EEUU-.



Soluciones viejas para problemas muy antiguos que los empresarios nos tratan de disfrazar


   La crisis es sistémica, no es “fabricada” en las salas de té del Rey de Holanda ni por los dueños de inmensas corporaciones. La crisis no es financiera, se desarrolla en el sector industrial, no se restringe a la economía de “papel”. La crisis no llegó “ahora” al sistema, el sistema es caótico y subsiste en el medio de una perenne crisis: alimenticia, productiva, ecológica, ética, cultural y por supuesto socio-económica. Dentro de la crisis hay caídas y auges relativos en los cuales jamás mejora sustancialmente la calidad de vida del trabajador y estas crisis con sus altas y bajas son la constante de cada día en el capitalismo.


   En los estallidos depresivos el Estado no interviene para ayudar a los pueblos, sólo lo hace para tratar de rescatar la tasa de ganancia de sus empresarios, es decir, facilita las condiciones de explotación para ayudar a su burguesía. Las “nacionalizaciones” o millonarias compras del estado; son un premio redondo para los gerentes y dueños de fábricas y bancos corruptos.  Solo queda un camino para ponerle fin a la crisis para siempre, La Revolución Socialista; el acto donde los opresores dejan de oprimir y los explotados empiezan a dirigir la sociedad de manera planificada con el único objetivo de satisfacer las necesidades fundamentales de toda la población.

*Manuel Sutherland (Ccs. 04-11-2009)  Coordinador de Formación de la Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM)




http://www.simon-bolivar.org




Rosa Luxemburgo. Reforma o revolución



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