Este Feminismo 'low cost' es ciego a las clases sociales,
sólo ve identidades de género, raza, religión, nacionalidad u orientación
sexual.
Hablemos
claro: el enorme interés que en los últimos tiempos están mostrando los medios
corporativos y los llamados independientes por las mujeres y
el feminismo, responde a un interés por hegemonizar una corriente muy concreta
del feminismo que no plantea ningún tipo de amenaza al sistema
capitalista y sirve a la vez de herramienta para entorpecer la unidad de la
clase trabajadora, a la que pertenecemos la mayoría de mujeres, y borrar la
conciencia de que vivimos en una sociedad de clases. [1]
La
sobre-exposición mediática de lo que se quiere hacer pasar por “el
feminismo” no es solamente un asunto local, de medios como El
País y los digitales Público y eldiario.es, de los que
después me ocuparé; sino un fenómeno que en Occidente tiene su epicentro en
el Imperio USA, en su versión Demócrata, con tintas más marcadas
desde que Trump ganara las elecciones presidenciales en 2016.
El calificado como “tsunami feminista” comenzó con la Women's Global March en enero de 2017
(y aquí) en protesta por la victoria de Trump. Este
evento fue orquestado tras bambalinas por mujeres del derrotado Partido
Demócrata, con el apoyo de la plataforma Move on vinculada a
la Open Society Foundation del multimillonario George Soros. [2]Los medios lo anunciaron a bombo y platillo, por lo que tuvo un amplio
seguimiento. Un mes después, las promotoras ideaban la organización de
una International Women's Strike (Huelga Internacional de Mujeres),
para el 8 de Marzo siguiente. Los objetivos electoralistas de todo
este show, con su cartel de celebrities, se pusieron de
manifiesto en la segunda Marcha Global de Mujeres, realizada en enero
de 2018, con el fin declarado de sumar mujeres a las candidaturas del Partido
Demócrata de cara a las elecciones de medio mandato (mid-term elections)
celebradas recientemente.[3].
El
feminismo que airean los medios referidos posee, resumidamente, las siguientes
características:
1)
asimila mujeres y feminismo, implicando falsamente la ecuación: mujer igual a
feminista;
2) cifra la
emancipación femenina en la presencia de mujeres en las esferas de poder
(político, empresarial, académico y mediático), posiciones a las que sólo
acceden las y los de una determinada clase social;
3) apela a
unas “esencias femeninas” que supuestamente nos dotan de
valores más positivos para ejercer la política y el liderazgo empresarial;
4) hace un
uso abusivo de los conceptos “género”, “perspectiva de género”, “patriarcado” y
“heteropatriarcado”; [4]
5)
predica la sororidad entre todas las mujeres;
y
6) como
retoño de la ideología posmoderna, este feminismo low cost es
ciego a las clases sociales, sólo ve identidades de género,
raza, religión, nacionalidad u orientación sexual.
Lo
llamo feminismo low cost porque cualquiera puede
adquirirlo sin gran coste político o personal. De ahí que hasta empresarias
millonarias como Ana Patricia Botín o Madonna, y políticas de
ideología neoliberal, como Hillary Clinton, se atrevan a llamarse
feministas, aunque no hayan demostrado ningún compromiso serio con las mujeres
de menos recursos. De hecho, el banco de la señora Botín, que ahora
presume de tener mayor proporción de altas ejecutivas, las sigue desahuciando
sin ofrecerles ninguna alternativa. [5]
Eldiario.es, criatura de la Open
Society, y sobre todo Público, que lo es de Mediapro, son en
España los abanderados de este feminismo, que ya es hegemónico
en las instituciones. En realidad, fue un grupo de mujeres periodistas,
académicas y políticas, vinculadas a Podemos y sus marcas
blancas, quienes, desde la tribuna de Público, y tomando como referencia
la experiencia norteamericana, organizaron la Huelga de Mujeres del 8
de Marzo pasado. Con la cobertura de que gozó antes de la celebración,
ampliada por otros medios como El País y la Cadena Ser, el
éxito de convocatoria estaba asegurado. Fue, en efecto, la huelga más
mediática y alabada de la historia; porque, ¿cuándo se ha visto que la
preparación y desarrollo de una huelga se apoye desde los grandes medios y haga
titulares si no es para denostarla? [6] Ello no significa que no nos
parezcan respetables los motivos legítimos de las miles de personas que
siguieron la convocatoria.
La
llamada Comisión 8-M, presentada como la organizadora de la
pasada Huelga del 8 de Marzo y de la que ya se anuncia para este año, [7] es
una entidad anónima, ya que en su página web no figuran,
curiosamente, los nombres de las asociaciones que la componen (sólo las
adhesiones). Conocemos, sin embargo, la identidad de quienes hicieron de
portavoces de ella en la anterior convocatoria: profesoras especializadas en
estudios de género o derechos humanos, [8] colaboradoras de El
Salto y Píkara Magazine, diputadas de Podemos y En Marea, e
integrantes de Feminismos Sol.
Todos
los numerosos artículos publicados en los medios citados califican el 8-M de
2018 como un hecho “histórico”, al igual que se hizo con
las Marchas norteamericanas. Ya cualquier evento que ellas y ellos
promueven “hace historia” y supone una “revolución”, de la cual hasta ahora
-por cierto- no hemos visto resultados materiales las mujeres de a pie. “El
espíritu del 8-M ha llegado para quedarse”, vimos en titulares. Para la
directora de Público, Ana Pardo Vera, el gabinete de “feministras” nombrado
por Pedro Sánchez fue producto de este “espíritu”.[9] Y con esta renta espiritual se han
organizado eventos en los “Ayuntamientos del cambio”, donde siempre
participan las mismas.[10] Son las “Mujeres que cuentan” [11] y los lobbies de periodistas de elite como
el Balcony Group, creado para “impulsar y acompañar a las
mujeres hacia puestos de responsabilidad en los medios de comunicación”.[12]
El “espíritu
del 8-M” se ha posado también sobre los señores de la
derecha, que el año pasado presentaron la campaña#NoSinMujeres, para
boicotear los eventos académicos que no cuenten con la presencia de una mujer
al menos entre los expertos ponentes. Sus padrinos son nada menos que
el director de investigación macroeconómica del BBVA, un ex-consejero
de gobierno y fundador de Afi, think tank vinculado al Banco
de Santander; un miembro de la Fundación Elcano, y periodistas
como Joaquín Estefanía.[13] [y aquí] Últimamente se incentiva, con
la rebaja del Impuesto de Sociedades, la incorporación de mujeres a los
consejos de administración de las empresas.[14] Y Público sigue dando
publicidad a exitosas -y por supuesto glamourosas- empresarias
expertas en “visibilidad femenina”, que predican una suerte
de feminismo de auto-ayuda para directivas y emprendedoras. [15]
Si
hasta 2009 fue la Federación de Organizaciones Feministas del Estado
Español la coordinadora que organizaba los Encuentros Estatales, que
integraban un abanico de corrientes;[16] ahora es la revista CTXT,
asociada a Público, la que convoca -por sugerencia de Joaquín
Estefanía- Jornadas Feministas, como la celebrada recientemente en
Zaragoza, con la reducida presencia en las mesas de ponentes de
las promotoras de la Comisión 8-M. Escuchándolas se diría que viven
en un mundo sin clases, donde sólo quedan mujeres “racializadas”,
marginadas o trans; y donde las palabras capitalismo o anti-capitalista, si se
mencionan, es de pasada. Incluso en alguna intervención se utiliza el término
patriarcado como sustituto de capitalismo. [17] Clara Serra, portavoz de Podemos en
la Asamblea de Madrid,[18] presentó en estas Jornadas el
libro Un feminismo del 99%, introducido por la
norteamericana Nancy Fraser, la misma que, durante las
primarias del Partido Demócrata que enfrentó a Clinton contra Sanders, apoyó
a la primera, cuyas “hazañas feministas ”dentro y fuera de su país
son de sobra conocidas.[19]
Según Serra, el
feminismo avanza porque llegan muchas mujeres a la política, citando a Ada
Colau y -cómo no- a la norteamericana Alexandria Ocasio-Cortez, la
niña mimada de los medios corporativos a la que presentan como la esperanza
blanca de la “izquierda” del Partido Demócrata -verdadero
oximoron-, cuando aún no ha demostrado absolutamente nada, más allá de
declaraciones de intención. Y se pregunta la podemita ¿Qué ha pasado
para que el proyecto feminista del “neoliberalismo progresista” de Clinton
haya fracasado? La respuesta a esto la dio Michelle
Obama -otra super-dama a la que se pone la vitola de feminista-, cuando
dijo que “algo falla en las cabezas de las mujeres norteamericanas”. En
efecto, tanto allá como acá la autocrítica por las derrotas está fuera de
discusión; todo se reduce a echar balones fuera: la culpa la
tiene Rusia o los abstencionistas, o es que estamos locas. [20]
Por
supuesto, en el repertorio de lugares comunes que exhibió la
señora Serra no podía faltar el referido a que las mujeres somos las
únicas suficientemente organizadas para parar el ascenso del fascismo, consigna
que también allá y acá se ha hecho viral.[21] Irene Montero, que
reapareció recientemente como reina regente de Podemos, rodeada de su
nutrida corte de damas de honor, dijo que “La revolución de las mujeres es
la fuerza más poderosa para hacer frente a los trillizos reaccionarios”.[22] Y, como es preceptivo en las entradas
reales, tuvo su anuncio previo en Público, donde se informó que el
acto buscaba “visibilizar un proyecto de país alejado de Vox y sus
cómplices, un país que cuide, que ponga la vida en el centro...”. [23] Es decir: un país de cuidadanas y cuidadanos que
harán que el capitalismo se interese por la vida y no por la explotación del
trabajo para extraer plusvalía. Y el conejo sale de la chistera.
Lo
hemos dicho en otras ocasiones: este feminismo de saldo, cocinado en los
medios “progres” como Público, eldiario.es, El País,
The New York Times o el Huffintong Post, es
esencialmente un movimiento de corte liberal-posmoderno, profundamente
burgués, que sólo aspira a la igualdad entre hombres y mujeres en las alturas,
en su propia clase. Las demás, seamos blancas, negras, payas, gitanas,
lesbianas o trans, seguiremos siendo desahuciadas, explotadas, oprimidas,
destinadas a los trabajos más precarios, despojadas de derechos sociales, de
ayudas en caso de maltrato y despedidas si se nos ocurre la osadía de ser
madres, a no ser que sea para los señoritos y señoritas que nos compran -o nos
roban- nuestros hijos.
El
objetivo de este feminismo de saldo al que se apuntan incluso las mujeres y
los hombres que son nuestros explotadores o sus aliados -muchos más
del 1%-, es precisamente impedir la unidad de nuestra clase, combatir
la conciencia de clase; cuando lo cierto es que al fascismo sólo lo va a parar
nuestra organización unitaria contra la barbarie del capital, sin que ello
signifique que renunciemos a la lucha contra el machismo y
las causas estructurales que lo reproducen. No permitamos que nos roben
conmemoraciones que son nuestras, porque surgieron de nuestra lucha contra la
explotación y la opresión. Por eso, hagamos que el 8 de Marzo vuelva
a ser el Día de la Mujer Trabajadora. Tampoco permitamos que usurpen
herramientas de lucha que nos pertenecen, como es la huelga. Por eso,
en la situación crítica en que nos encontramos, ante la ofensiva del capital,
ninguna huelga puede ser realmente efectiva si no es una Huelga
General -de mujeres y hombres- que pare la producción. Este es el único
lenguaje que los explotadores y explotadoras entienden.
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Notas:
[1] Esto no
viene de ahora, sino de finales de los 70, cuando arranca el nuevo ciclo de
acumulación en el que nos hallamos, y con él la ideología posmoderna que lo
justifica, con su mantra del “fin del trabajo”.
[2] Lo
informamos en este medio. Véase http://canarias-semanal.org/not/21921/la-marcha-internacional-de-mujeres-o-la-artera-instrumentalizacion-del-feminismo/
[3] Un
análisis más amplio de estas mid-term, también en este medio: http://canarias-semanal.org/art/23993/en-los-estados-unidos-ha-ganado-el-feminismo-o-el-flautista-de-hamelin
[4] Sobre
el abuso del término “género” me ocupé en otro lugar: http://canarias-semanal.org/not/22787/un-genero-que-vende-feminismo-posmoderno-contra-feminismo-emancipador/
[5] Véase,
por ejemplo: https://www.publico.es/economia/desahucios-inmobiliaria-santander-amenaza-desahuciar-decenas-familias-pobres-edificio-renta-protegida-coruna.html
[6]
Por ello son totalmente falaces argumentos como que “solo tenemos que
comparar las cifras de las manifestantes del 8 de marzo de apenas hace cinco
años (…) con las que hemos vivido en los dos últimos años. La afluencia
multitudinaria a las concentraciones del 8 de marzo de 2017 ya hizo presagiar
que el feminismo iba ganando músculo. Y ese músculo se manifestó el Día de la Mujer
de 2018”:
Esta
profesora universitaria pretende hacernos creer que la publicidad y la
propaganda difundidas por prensa, radio y TV no tienen ningún efecto en las
audiencias.
[7] El
País se adelantó en octubre pasado en avisar de que en 2019 tendremos otra:
[8] Algunas
ocupan o han ocupado cargos importantes en la FUHEM (Fundación Hogar del
Empleado), que promueve la educación concertada y es vivero de políticos y
políticas de altos vuelos.
[10] Por
ejemplo, el encuentro Feminismo, Medios e Igualdad, organizado por
el Ayuntamiento de Madrid, en el que se denunciaba “la desigualdad de género en
los medios y el periodismo”, contó con Manuela Carmena, la ministra Carmen
Calvo, la periodista Pepa Bueno, la directora del Intermedio, Carmen Aguilera;
la del País Semanal, Montserrat Domínguez; la citada de Público; y la de La
Marea, Magda Banderas, entre otras. Como vemos, todo queda en familia: https://www.publico.es/sociedad/feminismo-pdli-ayuntamiento-madrid-organizan-i-encuentro-feminismo-medios-e-igualdad.html
[11] Siempre
las mismas, para “visibilizar el talento femenino”:
[12]
Acto celebrado en el Instituto Internacional Americano de Madrid, con el patrocinio
de la Cámara de Comercio de EEUU en España: https://www.publico.es/sociedad/medios-mujeres-periodistas-lideres-suman-primera-linea-batalla-igualdad.html
Pero
la primicia se dio en inglés en el medio Bloomberg: https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-05-15/spain-s-top-economists-sign-petition-to-include-women-in-panels:.
[14] https://www.eldiario.es/economia/Hacienda-ingresar-millones-beneficios-fiscales_0_857064424.html
[16] Llama
la atención que en el lapso de diez años no se haya realizado ninguna otra
convocatoria de este tipo.
[17] Todas
las intervenciones, por mesas, están disponibles en YouTube.
[18] La
misma que, en una emisión de La Tuerka, dijo que “las mujeres fantasean con
la violación”. Si ella lo hace, es su problema;
pero a las demás no tiene derecho a meternos en ese saco deleznable.
[19] Además, la señora Fraser, ex-gloria del
feminismo liberal made in USA, preguntada por un periodista sobre el motivo de
que hubiese tantas jóvenes seguidoras de Sanders, se salió por la tangente
machista respondiendo: “¿A dónde van las chicas?” Implicando que van a donde
hay hombres.
[20] La
señora Obama hizo esta declaración en la reunión de la United State of Women
(USOW) de 2018: https://www.youtube.com/watch?v=T9_EPyozCAc
[21] Las
mujeres, menos las fascistas, claro, y las PePeras como Isabel Díaz Ayuso, que
rechazan el “feminismo radical”, expresión hilarante aplicada al feminismo
low-cost, como la de "comunista" aplicada a Podemos.
[22] https://www.publico.es/politica/irene-montero-revolucion-mujeres-fuerza-poderosa-frente-trillizos-reaccionarios.html El mismo
discurso de ese “mundo violeta” que estrena asiento en el congreso de EEUU y
nos va a salvar de la barbarie de Trump:
Del “New
York Times” a “Público”: Las cocinas mediáticas del feminismo low-cost
Del “New
York Times” a “Público”: Las cocinas mediáticas del feminismo low-cost
Ana Patricia
Botín. Por qué me considero
feminista y tú también deberías
Por qué Ana Botín se considera feminista: "Además de la fortaleza
individual, necesitamos cambios estructurales"
20/08/2018
La Marcha Internacional de mujeres o la artera instrumentalización del
feminismo
Las señoras de la guerra: Crítica del feminismo burgués y posmoderno
La señora Clinton y su techo de cristal.
17 de
noviembre de 2016
Tita
Barahona
La señora
Clinton y su techo de cemento: sobre la incongruencia del discurso liberal y
feminista posmoderno
17 de
noviembre de 2016
Tita
Barahona
Feminismo emancipador o revolucionario. Las mujeres revolucionarias de la clase trabajadora contra el feminismo burgués. El origen del 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora.
Aconsejo leer en comentario, he puesto una recopilación de textos relacionados.
"Revolución
de color" en contra de Donald Trump. George Soros detrás de las protestas
anti-Trump.
21 de enero
de 2017
Se demuestra
que George Soros y otras fundaciones, financia el movimiento feminista
interclasista, como botón de muestra, la celebración del 8 de marzo del 2017 y
del 2018.
Ante la
campaña del feminismo burgués, Ana Botín y Meghan
Marklese se declara feminista.
La Marcha
Internacional de mujeres o la artera instrumentalización del feminismo
Desenmascarando
la hipocresía de las ONGs “humanitarias” al servicio del imperialismo, deciden
qué países deben ser intervenidos militarmente, fabricando pruebas falsas.
Segunda parte.
Desenmascarando el engendro del movimiento 15 M o Spanish Revolution. Las
tides o mareas ciudadanas de colores. Tercera parte.
Desenmascarando las primaveras o revoluciones de colores en el mundo (la
no violencia al servicio del imperialismo). Cuarta parte
Las mujeres en la Libia pos-Gadafi: Bajo una abaya de silencio cómplice. De cómo se utiliza la “identidad de género” para ocultar la “identidad de clase”.
ResponderEliminarhttp://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/08/las-mujeres-en-la-libia-pos-gadafi-bajo.html