13/2/2013 Fundado el Movimiento Andaluz de la Izquierda Soberanista
x MAIS :: Más artículos de
esta autora/or:
Como
andaluces y como revolucionarios, nos levantamos por la tierra y por la
libertad, como nos reclamaba Blas Infante
Tras cerca de dos años de confluencia
política, sincronización estratégica y trabajo común cotidianizado, los
colectivos e independientes que conforman la Mesa Andaluza de la Izquierda
Soberanista, han acordado constituirse en un frente de unidad de acción
estructurado. En el Movimiento Andaluz de la Izquierda Soberanista (MAIS).
El 10 de abril de 2011, en la ciudad de
Córdoba, cuatro colectivos de la izquierda soberanista andaluza: Andalucía
Comunista, Juventud Independentista Revolucionaria Andaluza, Jaleo!!! y Nación
Andaluza, fundaban la Mesa Andaluza de la Izquierda Soberanista, una
coordinadora que nacía con la vocación de aunar fuerzas y esfuerzos en torno a
“la defensa de los derechos, libertades e intereses sociales y políticos de las
clases populares de nuestro país”. Con tal motivo se firmó una declaración de
principios que contenía tres puntos concretos básicos e irrenunciables en los
que sintetizábamos nuestros objetivos:
1º Lograr una ruptura democrática global
con el régimen político continuista actual: su Constitución, su autonomismo y
sus instituciones.
2º La instauración de un periodo
transitorio y constituyente propio, que deberá incluir el previo reconocimiento
de Andalucía como nación y de los andaluces como pueblo, así como la
consiguiente restauración de nuestra soberanía nacional y popular, de una forma
completa, inmediata e incondicional.
3º La proclamación de una República
Andaluza. Una república propia, de características democrático-populares, en la
que se asegure la preeminencia de los intereses colectivos sobre los
particulares, garantizando la supremacía de los de las clases populares
andaluzas.
Tras más de un año de trabajo en común,
al que se incorporó una nueva organización, Red Roja Andaluza, así como
numerosos soberanistas revolucionarios andaluces a título individual, la Mesa
decidió dar un paso adelante y profundizar en el marco unitario de actuación,
como forma de dotarnos de una estructura capaz de hacer realidad los tres
puntos referidos. En Junio de 2012 se iniciaron los encuentros y debates con
vistas a posibilitar esta nueva meta. Un proceso que ha concluido este día 10
en Málaga, con la aprobación de la constitución del Movimiento Andaluz de la
Izquierda Soberanista, así como de los dos documentos base sobre los que se
conforma: el Manifiesto Fundacional y el de Fines y Estrategias del MAIS.
El Movimiento nace de la constatación,
como afirmamos en el Manifiesto Fundacional, de “la inexistencia de un
referente político en Andalucía, que por su carácter amplio, unitario,
soberanista, de clase, extra-institucionalista y popular, sea capaz de generar
un contrapoder popular andaluz, que enfrente con éxito al Estado Español en la
perspectiva de construir una vía andaluza hacia el socialismo”. De la necesidad
de configurar “un bloque político unitario, coherentemente andaluz y
anticapitalista, radicalmente soberanista y revolucionario, transformador de la
realidad de nuestra tierra, con vocación de contribuir mediante él a la
construcción de un poder popular andaluz, al margen y contra las instituciones
del Estado Español y la burguesía, y cuyas únicas metas sean alcanzar la
independencia nacional y social, sentando las bases de una revolución
socialista en nuestro país”. Un movimiento carente de ambigüedades ideológicas
amparadas en el “realismo”, traiciones programáticas embozadas de “moderación”
y oportunismos cortoplacistas maquillados como “participaciones” y
“candidaturas”, y cuyo único fin, declarado sin ambages, es: “hacer realidad
una Andalucía independiente y socialista. La plena liberación nacional y social
del Pueblo Trabajador Andaluz”.
Reiteramos el llamamiento ya efectuado
hace dos años al resto de las fuerzas políticas, de los colectivos sociales y
de las individualidades de la Izquierda Soberanista Andaluza, a todos los
revolucionarios andaluces, a formar parte de éste proyecto y organismo de
actuación unitaria y conformación organizada del movimiento de liberación
nacional andaluz. A unirse al Movimiento Andaluz de la Izquierda Soberanista
(MAIS) para continuar con la lucha por la tierra y la libertad, por la
independencia nacional y la revolución socialista en Andalucía. La emprendida
por Blas Infante. Aquella por la que vivió y dio su vida.
¡Viva Andalucía Libre y socialista!
MANIFIESTO FUNDACIONAL DEL MAIS
ANDALUCÍA, UNA NACIÓN OPRIMIDA
Andalucía constituye una nación, es
decir, una comunidad humana, el pueblo andaluz, que se ha ido desarrollando y
diferenciando a lo largo de la Historia sobre un territorio específico, nuestra
tierra, y que presenta toda una serie de características singulares en sus
diversos aspectos vitales: cultural, lingüístico, social, político, económico,
etc.
La Andalucía contemporánea se ha venido
desarrollando históricamente desde la conquista de Al Ándalus por parte de los
reinos del Norte de la Península Ibérica y de la ocupación por el castellano,
como un pueblo oprimido y una nación colonizada, un país del que potencias
extranjeras se han servido y aprovechado dejando a Andalucía y los andaluces en
el subdesarrollo forzoso y la dependencia política. Esta situación de
subdesarrollo y dependencia se agravó aún más con la introducción del modo de
producción capitalista en los restos del Imperio, ya reconvertido en el Estado
Español durante el siglo XIX, quedando Andalucía en una situación de mayor
marginalidad si cabe, con una gran burguesía terrateniente, esencialmente
foránea, que debido a sus características coloniales e intereses agrarios
impidió sistemáticamente el desarrollo económico y social andaluz,
facilitándolo en otros lugares del Estado Español.
En la división de funciones adjudicadas
a los territorios bajo el yugo del nuevo Estado, expresión geopolítica del
imperialismo capitalista, a unos países reducidos a regiones administrativas, a
Andalucía le asignan el papel de colonia interior asentado sobre una economía
primaria extractiva y sobre el latifundismo, limitado a proporcionar materias
primas y mano de obra barata. En este contexto, la falta de industrialización y
los altos índices de paro son estructurales, ideados e inducidos por el Sistema
como parte de esta conformación subsidiaria. Por ello, el pueblo trabajador
andaluz está sometido a una doble opresión. A la explotación capitalista por
burgueses, monopolios y oligarcas, se suma el colonialismo interno que deforma
su economía y nos convierte en meros suministradores de obreros, servicios,
turismo y productos agrarios baratos para otras zonas del Estado y Europa. En
el caso de la mujer a una triple, sumando la patriarcal.
Ni que decir tiene que al expolio
económico le siguió un expolio cultural e identitario que trajo consigo la
total manipulación de las señas de identidad andaluzas, siendo presentadas,
tras remodelarlas, como la “esencia de la españolidad” por el gran capital
español, para amparar y justificar la existencia de éste falso Estado-nación,
dotándole de un supuesto común étnico-cultural y, por otro lado, para facilitar
esta relación opresiva y explotadora centro-periferia, por lo que desde el
Estado se ridiculiza sin piedad, se vacía de contenido y tergiversa la cultura
andaluza, así como su modalidad lingüística, para infundir sentimientos de
inferioridad que contribuyan al sometimiento.
LA LIBERTAD, DERECHO Y NECESIDAD POPULAR
Hoy, en un contexto de profunda crisis
del modo producción capitalista, un país como Andalucía se ve aún más desprotegido
ente las decisiones de los grandes centros de poder internacionales, de las
decisiones de grandes multinacionales y de los Estados imperialistas debido a
la carencia de poder para decidir. Por ello, las consecuencias de esta crisis
para un país como Andalucía son aún más graves, como así lo demuestran todas
las estadísticas que consultemos. Ante esto, la clase obrera y el conjunto de
sectores populares andaluces trabajadores se han de defender. Pero para hacerlo
han de poseer capacidad política y jurídica que lo posibilite. Recuperar y
utilizar su derecho a la soberanía nacional, a disponer de su tierra, sus
riquezas, su trabajo y su cultura, creando instituciones libres y soberanas
propias, verdaderamente democráticas y capaces de estar a su exclusivo servicio
y de satisfacer todas sus necesidades.
Como toda nación y pueblo, Andalucía y
el pueblo andaluz poseen derecho a detentar y ejercer su libertad, su soberanía
nacional y popular. Esta soberanía no se concede o se elige, nos pertenece por
derecho propio. Pero en nuestro caso, la lucha por nuestra soberanía no es sólo
una cuestión de principios y libertades, sino una necesidad social y económica
prioritaria. Sólo con la construcción de un poder soberano andaluz al servicio
del conjunto del Pueblo Trabajador Andaluz podremos hacer frente con éxito a la
crisis del capitalismo. Sólo creando las bases de un modo de producción en que
lo común y lo colectivo estén por encima de intereses explotadores e
individuales, asegurando que cada ser humano pueda existir y desarrollarse
libremente, podremos asegurarle al Pueblo Trabajador Andaluz el futuro de paz,
justicia y libertad que se merece. Liberación nacional y social forman parte
del mismo combate emancipador.
Frente a aquellas teorías ilusorias que
aspiran a una “revolución simultánea” en todo el planeta, defendemos que el
verdadero internacionalismo consiste en empezar la revolución en tu propia
tierra, en el entorno de tu propia realidad. Sabemos, además, que la liberación
nacional es un requisito previo imprescindible para emprender la liberación
social, la edificación de una sociedad socialista y de una democracia popular.
La lucha de liberación nacional, desde parámetros revolucionarios, no excluye
sino que incluye la solidaridad y el internacionalismo de clase y entre
pueblos. Sólo desde un poder obrero y popular soberano andaluz podremos
contribuir a una nueva realidad internacional en la que pueblos y trabajadores
del mundo podamos convivir en paz y hermandad, en la unidad y el apoyo mutuo
desde la libertad, haciendo realidad nuestro himno: “Sea por Andalucía libre,
los pueblos y la Humanidad”.
LA SOBERANÍA COMO ALTERNATIVA
REVOLUCIONARIA
En mitad de esta situación, destaca la
existencia de una izquierda desarticulada y acomplejada, incapaz de ver más
allá de las instituciones del Sistema. De denunciar sin ambigüedades al régimen
y a sus instrumentos del poder continuista, españolista y capitalista. Que
carece de programa propio y está a rémora de la falsa “izquierda” del régimen;
el PSOE, IU, CC. OO. y UGT. Incapaz de actuar de una forma autónoma y coherente
con respecto a ella y al propio Sistema. El electoralismo barato, que lleva a
la izquierda “alternativa” a presentarse a cuanto proceso electoral coloca
delante de sus ojos el régimen, es sólo otra manifestación de la falta de
independencia política de dicha izquierda, incapaz de diseñar un calendario
político propio. De ser vanguardia, en lugar de “cola crítica” y meros
teloneros de la pseudo “izquierda” colaboracionista.
También la de un nacionalismo andaluz
igualmente deslavazado y acobardado, que no ha sabido superar las bases
regionalistas, españolistas e interclasistas insufladas por ese falso
“andalucismo” representado por el PA y todos aquellos que han traicionado a
Blas Infante, arrebatándole a su ideario lo que contiene de libertador y
revolucionario, transformándolo en un sucedáneo inicuo asumible por el régimen,
que se adapta a los intereses del sistema y se convierte en otro instrumento
para mantener la alienación identitaria, la explotación económica, la
subordinación política y la opresión nacional de nuestro pueblo. Ese
“andalucismo” que en lugar de luchar por el reconocimiento nacional de
Andalucía acepta un “marco constitucional” que lo excluye y lo imposibilita.
Que en lugar de combatir por recuperar la soberanía andaluza acata un Estado
que se la apropia y se la impide. Que en lugar de propugnar y propagar el
ejercicio de su autogobierno por los andaluces defiende una “autonomía” que lo
niega, sustituyéndolo por una mera concesión de delegación de ejecución de
competencias del Estado.
Mientras la Junta de la Dependencia de
Andalucía, gobernada por la coalición PSOE IU, fieles a sus amos españoles y
burgueses, recorta sin cesar derechos que tanta sangre costaron obtener al
pueblo trabajador andaluz, la izquierda y el nacionalismo domesticados echan la
culpa al gobierno central del PP. Con la excusa de “sumar fuerzas”, “no ser
sectarios” y “la excepcionalidad del momento”, comparten pancarta y
manifestación “anti-recorte” y “alternativas”, con los mismos partidos que
igualmente recortan desde la Junta, y con los mismos sindicatos que los apoyan
y forman parte del poder. Con esos mismos políticos que firmaron la congelación
de las pensiones que perciben los obreros de los distintos pueblos de este
Estado impuesto tras toda una vida dedicada al trabajo, entre otras muchas
imperdonables traiciones. Con esos mismos sindicalistas que llevan décadas
colaborando en la destrucción de empleos, disminuciones de salarios y
restricciones en derechos laborales y sociales.
Esa izquierda y ese andalucismo inconsecuentes,
apoyos del régimen y sus teloneros que, como IU y el PA, en lugar de defender
la reconstrucción nacional andaluza y el autogobierno que exigía nuestro pueblo
el 4-D, apoya una Constitución continuista y un Estatuto de Autonomía que sólo
es descentralización administrativa. Que mantiene nuestra dependencia nacional,
la alienación social y la explotación popular. Esos que ahora se parapetan en
la queja de que los recortes “vengan impuestos” por Madrid, el FMI o Maastrich,
para justificar su entreguismo y subordinación al Sistema, es la misma
izquierda y el mismo andalucismo que, como ciertos movimientos sociales, han abandonado
el verdadero internacionalismo y el socialismo, defendiendo el proyecto
capitalista del “Estado del bienestar”, a pesar de que dicho “bienestar” fuera
edificado gracias al excedente obtenido por el imperialismo con el saqueo del
“Tercer Mundo”, y que sólo es sostenible sobre la base de la continuidad del
saqueo. Un “bienestar” que se ideó y mantuvo, no como vía de igualación o
justicia social, sino como espejismo que impidiese un avance hacia el
socialismo. Un reparto de migajas, apariencias de democracia y equidad, que ya
no le son necesarias al Capital tras la “caída del muro”.
Esa misma izquierda y nacionalismo
inconsecuentes que, como algunos de esos auto-denominados como
“anticapitalistas” y “antiimperialistas”, aplaudieron las invasiones de la OTAN
en los territorios del Estado Yugoslavo o el Libio, y ahora la agresión
genocida contra el Sirio o la ocupación de Azawad, acatando servilmente las
versiones del sistema que las disfraza de “revoluciones populares” o de “luchas
antiterroristas”. Esos que creen que la lucha contra el imperialismo se reduce
a pasear una vez al año hasta las inmediaciones de las Bases. Esos que, al
igual que ciertos movimientos sociales, han abandonado el auténtico
internacionalismo y la solidaridad entre pueblos y se han transformado en
altavoces propagandistas de los argumentos imperialistas.
Frente a estas izquierdas y
nacionalismos colaboracionistas y entreguistas, se impone la necesidad de una
izquierda andaluza, coherentemente rupturista con el régimen, su marco
político, social y económico, sus instituciones y organizaciones sustentadoras.
Que niegue sus bases: democracia representativa, autonomía, libre mercado y
estado del bienestar; contraproponiéndoles democracia directa, soberanía,
socialismo y poder popular, y combata al Sistema levantando la bandera de la
liberación nacional y social.
LA INDEPENDENCIA Y EL SOCIALISMO COMO METAS
LA INDEPENDENCIA Y EL SOCIALISMO COMO METAS
Pese a todo lo expuesto, sigue sin
existir un referente político en Andalucía, que por su carácter amplio,
unitario, soberanista, de clase, extra-institucionalista y popular, sea capaz
de generar un contrapoder popular andaluz, que enfrente con éxito al Estado
Español en la perspectiva de construir una vía andaluza hacia el socialismo.
Como consecuencia, surge la necesidad de aunar fuerzas y esfuerzos en esta
dirección. De ahí que nosotros; obreros/as, parados/as, estudiantes de clase
trabajadora, andaluzas y andaluces conscientes y de conciencia,
anticapitalistas sin complejos, militantes de organizaciones políticas e
independientes, revolucionarios sin cortapisas, constituimos este movimiento
común para rellenar ese vacío organizativo existente en Andalucía.
En contraposición a izquierdas y
andalucismos que amparan, justifican y forman parte del régimen, con sus
políticas institucionalistas y su actividad institucionalizada, que contribuyen
al mantenimiento de la subordinación y adormecimiento popular, militantes de
diferentes organizaciones e independientes no organizados hemos decidido crear
este frente de unidad de acción estructurada, para edificar un bloque político
unitario, coherentemente andaluz y anticapitalista, radicalmente soberanista y
revolucionario, transformador de la realidad de nuestra tierra, con vocación de
contribuir mediante él a la construcción de un poder popular andaluz, al margen
y contra las instituciones del Estado Español y la burguesía, y cuyas únicas
metas sean alcanzar la independencia nacional y social, sentando las bases de
una revolución socialista en nuestro país.
Contra el reformismo y el españolismo,
contra los partidos y sindicatos vendidos. Por una izquierda andaluza
revolucionaria: soberanista, anticapitalista, antiimperialista y
antipatriarcal.Que luche por una República Andaluza al servicio del pueblo
trabajador andaluz. Porla liberación nacional y social, construyendo un poder
andaluz de carácter popular, soberano y socialista, acabando con el marco
estatal y constitucional actual; su “autonomía” e instituciones burguesas
“representativas”, con el sistema capitalista y las políticas imperialistas,
abandonando la Unión Europea, el Euro y la OTAN.
Como andaluces y como revolucionarios,
nos levantamos por la tierra y por la libertad, como nos reclamaba Blas
Infante. Vengaremos siglos de opresión contra el pueblo trabajador andaluz, y
no cejaremos hasta lograr destruir las cadenas de la esclavitud española y
capitalista que imposibilitan la existencia de una Andalucía libre. Con estos
fines se ha funda el Movimiento Andaluz de la Izquierda Soberanista, con la
misión de dinamizar políticamente un amplio movimiento popular que luche
consecuentemente por estos objetivos.
FINES Y ESTRATEGIAS DEL MAIS
FINES
FINES
El Movimiento Andaluz de la Izquierda
Soberanista (MAIS), se propone, como fines últimos, hacer realidad una
Andalucía independiente y socialista. La plena liberación nacional y social del
Pueblo Trabajador Andaluz. Estos fines se concretizarán mediante las siguientes
metas:
1º) La Superación del marco político,
jurídico y constitucional actual. Lograr en Andalucía una ruptura democrática
global con el régimen continuista, postfranquista, españolista y capitalista
actual; su Estado, constitución, autonomismo e instituciones administrativas.
2º) La instauración de un periodo
transitorio y constituyente propio en nuestro país, que incluya el previo
reconocimiento de Andalucía como nación y de los andaluces como pueblo, con la
consiguiente restitución de nuestra soberanía nacional y popular, de una forma
completa, inmediata e incondicional. Que conlleve la institucionalización de
nuestro derecho a decidir, del derecho de autodeterminación permanente del
pueblo trabajador andaluz.
3º) Lograr que el proceso culmine con la
proclamación de una República Andaluza. Una república libre y soberana, de
características democrático-populares, que instaure un poder popular andaluz
efectivo mediante prácticas de democracia horizontalista y directa, y que
asegure a través de la misma la preeminencia de los intereses sociales
colectivos sobre los particulares, así como una plena capacidad popular de
decisión y de control sobre la totalidad de las estructuras políticas y
administrativas del país.
4º) La edificación en dicha República
Andaluza de una economía socialista, destinada y supeditada a cumplimentar las
necesidades sociales y colectivas, y no al consumismo o al lucro personal,
mediante la planificación popular de sus líneas maestras, así como de la
nacionalización de la tierra y de las aguas, de los recursos naturales
(agrícolas, ganaderos, piscícolas, mineros, fluviales. etc.), de los
industriales, energéticos, comerciales, constructores, de locomoción,
financieros, bancarios, etc. De todos aquellos necesarios para asegurarle una
existencia digna, equitativa, igualitaria y libre al Pueblo Trabajador Andaluz.
5º) La práctica efectiva y cotidianizada
por dicha la República Andaluza de la solidaridad y el internacionalismo entre
los pueblos trabajadores, apoyando con todos los medios a su alcance las luchas
soberanistas, antiimperialistas, anticapitalistas y antipatriarcales en el
resto del Planeta. Impulsando la creación de estructuras internacionales
estables de apoyo muto e interrelación global, tanto políticas, como sociales,
económicas y culturales.
ESTRATEGIAS
Para ir creando las condiciones que
hagan posible alcanzar las metas propuestas e ir, a un tiempo, aumentando el
nivel de concienciación y de lucha popular, nos proponemos:
1º) La construcción de un gran bloque
socio-político amplio, que asuma la necesidad de rebasar el marco legal
constitucional y autonómico. Que reclame, conciencie y trabaje por la
recuperación de la soberanía nacional y popular del Pueblo Trabajador Andaluz,
como tarea prioritaria para poder superar las distintas problemáticas sociales
y económicas.
2º) Denunciar sin cortapisas a todos
aquellos colectivos y estructuras de poder burgués y español, que disfrazadas
de organismos y organizaciones “andaluzas”, de “izquierdas”, “obreras” o de
“revolucionarias”, solo sirven a los intereses del gran capital español y al
mantenimiento de la dependencia y la alienación de nuestro pueblo, estando
marcados por el mismo españolismo, el mismo reformismo, el mismo
social-fascismo cómplice y la misma traición andaluza y de clase del PA, el
PSOE, IU, el PCE, etc. Combatir toda idea o proyecto de “unidad andalucista”
interclasista o de “unidad de la izquierda” entre estas falsas “izquierdas” con
la auténtica izquierda andaluza; la soberanista y revolucionaria.
3º) Impulsar al Sindicato Andaluz de
Trabajadores/as, para que llegue a convertirse en la gran central untaría de la
clase obrera andaluza, así como fortalecer el sindicalismo revolucionario,
asambleario, de base y opuesto a la burocracia sindical entreguista, vertical y
amarilla, de estructuras sindicales al servicio del poder burgués, como CC.
OO., UGT o CSIF, mediante la defensa y la construcción de un bloque sindical
alternativo que suponga y conlleve la unidad de acción en la lucha del
sindicalismo de clase andaluz, y combatiendo cualquier idea o intento de
“unidad sindical” o de actuación, entre el SAT y/o el resto del sindicalismo de
clase y los del régimen: “mayoritarios”, “independientes” y “profesionales”.
4º) Reforzar y promover la conciencia
nacional andaluza, rescatando nuestra identidad frente a toda usurpación
cultural por parte del imperialismo español, como el medio para impulsar la
concienciación colectiva popular, a través de la potenciación de un gran bloque
asociativo cultural, identitario y de recuperación de nuestra memoria
histórica, conformado mediante la coordinación de los centros andaluces,
ateneos populares y otros colectivos similares, así como del impulso de medios
de contrainformación andaluza y revolucionaria.
5º)Generar poder popular andaluz,
auto-organización obrera y tejido social autónomo, con una línea de actuación
en las poblaciones, barrios y puestos de trabajo, que impulse tanto el
protagonismo popular y obrero como su activación política, defendiendo la
acción y la democracia directa, haciendo con ello que las clases populares
peleen, por y para ellas, al margen de “representantes” sustituidores y contra
las instituciones del régimen, concebidos como métodos de concienciación y
confrontación anticapitalistas y antiestatalistas.
6º)Fortalecer la autodefensa popular,
frente a la constante represión y los montajes del Estado fascista español
contra todos aquellos militantes o luchadores sociales que ponen en cuestión el
engranaje institucional heredero y continuador del régimen fascista, mediante
la concienciación popular y el impulso de coordinadoras antirepresivas. Luchar
asimismo por la libertad de todos los presos políticos y represaliados del
sistema imperialista y capitalista, no solamente andaluces, sino del resto de
pueblos del mundo.
7º) Impulsar estrategias que conlleven
rebasar los límites impuestos por el capitalismo, incitando a la autogestión y
el activismo socioeconómico popular y obrero: promoviendo la ocupación de
fincas, fábricas y edificios, la detención de desahucios, la expropiación de medios
y recursos, el cooperativismo económico-social, la autosolidaridad para
solucionar carencias y necesidades inmediatas, y cualquier otra experiencia
alternativa al Sistema.
8º) Defender la propagación de un
ecologismo andaluz y anticapitalista, que parta de la subordinación de uso del
territorio: de la tierra, el subsuelo, el litoral y las aguas del país, al
interés comunitario. Propugnar un desarrollo compatible con la conservación, la
protección y la regeneración del medio ambiente y las especies autóctonas, así
como de la utilización de materiales y formas de explotación no agresivas con
el medio ni los seres humanos. Lograr una Andalucía sin energía atómica; que no
la cree, utilice o almacene sus residuos.
9º) Luchar por acabar con la sociedad
patriarcal, machista y sexista impuesta a Andalucía, erradicando cualquier
tipología y combatiendo toda formulación de discriminación por razón de género
u opción sexual. Potenciando movimientos auto-organizados feministas y LGTBIde
liberación, desde parámetros antisistema y dentro de marcos andaluces.
10º) Erradicar el fascismo, el racismo,
la xenofobia y el españolismo en Andalucía, desde la conciencia
internacionalista y de clase de que trabajador andaluz es todo aquel que vive y
trabaja en Andalucía, independientemente de su lugar de origen y procedencia,
así como de su documentación. Defender y concienciar de la equivalencia de
todas estas filosofías reaccionarias y de la necesidad de confluencia y
coordinación en un mismo movimiento y una misma lucha del activismo
antifascista, antirracista y antiespeñolista de nuestro país.
11º) Pelear por una Andalucía de paz,
desmilitarizada y desnuclearizada, defendiendo la eliminación de la presencia
de ejércitos y armamento militar del país, y el desmantelamiento de las bases
militares del imperialismo otánico en suelo andaluz, para no padecer ni ser
cómplices de la ocupación, explotación, saqueo y agresiones a otros pueblos o
al nuestro, impulsando la lucha contra las bases extrajeras: españolas,
estadounidenses y británicas impuestas, y por su desaparición, a través de
plataformas antimilitaristas y anti-bases.
12º) Solidarizarnos sin complejos con
los gobiernos revolucionarios o antiimperialistas existentes. Denunciar
cualquier supuesta “revolución”, “democratización” o “primavera” promovida por
el imperialismo contra los pueblos trabajadores, como ha sucedido en Libia,
Siria o Irán, impulsando plataformas antiimperialistas y anticolonialistas.
13º) La defensa del derecho de todos los
pueblos y de todas las naciones del mundo a la plena posesión y el libre
ejercicio de sus soberanías e independencias, mostrando nuestra oposición a su
ocupación, pertenencia a un estado impuesto, colonización y explotación de sus
recursos por terceros, así como a la negación de sus derechos a la
autodeterminación.
¡Viva el Pueblo Trabajador Andaluz!
¡Viva Andalucía libre y socialista!
¡Viva el Movimiento Andaluz de la
Izquierda Soberanista!
Movimiento Andaluz de la Izquierda
Soberanista (MAIS): maisnacional@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario