Por Nicolás
García Pedrajas
El sábado 26 tuvo lugar la primera reunión del Espacio
de encuentro comunista (https://encuentrocomunista.wordpress.com/).
Esta reunión fue posible gracias al esfuerzo del grupo promotor que ha
realizado un trabajo magnífico de preparación del primer encuentro. Ahora que
ya han pasado unos días dejo aquí mi reflexión, quizás más calmada y objetiva
que si la hubiera hecho el mismo domingo.
La primera conclusión que se puede sacar es de índole
personal. Fue una enorme satisfacción ver reunirse a más de 150 camaradas para
hablar de cómo construir juntos un espacio netamente comunista, sin disimulos
ni avergonzándose de ser comunistas, como desgraciadamente es tan común en la
actualidad. Harto de contemplar el espectáculo penoso de algunos partidos que
se autodenominan comunistas esta reunión supone un estímulo extraordinario para
seguir trabajando por la clase trabajadora.
El encuentro transcurrió con enorme camaradería y sin
apenas incidentes entre los asistentes, más allá de alguna persona que creía
que venía a otra cosa u otros que no saben aceptar unas mínimas reglas de
comportamiento para que todos y todas podamos participar en un encuentro de
este tipo. Siempre puede haber alguien que no acepta unas mínimas reglas de
participación o que viene a un encuentro así con una agenda propia, pero fue
una muy pequeña minoría a la que hay que ignorar.
El transcurso del encuentro, por razones que aquí
expondré, me confirmó la enorme necesidad de crear un espacio de encuentro como
el que se está tratando de construir. La asistencia de persona con y sin
adscripción política militante demostró que se trata de un encuentro abierto en
el cual todo el mundo es bienvenido, siempre que tenga claro que viene a un
encuentro de comunistas. Aquí no va a haber discusión de los principios ideológicos.
Una parte importante de los asistentes tomaron la
palabra durante las discusiones, y hubo dos temas muy recurrentes en las
intervenciones de la gran mayoría de asistentes. El primero de ellos fue el
sentimiento de soledad. La victoria ideológica del capitalismo en prácticamente
todos los ámbitos, unido al abandono de la defensa del comunismo de la mayoría
de partidos que se autoproclaman comunistas, ha hecho que la mayoría de
personas que se sienten y piensan como comunistas hayan adquirido el síndrome
del perro verde. Uno se siente aislado y llegar a dudar de sus propias
convicciones. La sola mención de la palabra comunismo provoca en la mayoría de
la gente un efecto parecido al insulto. En esta situación es fácil caer en la
melancolía, la desesperación o el pasotismo. Es por ello que crear un espacio
de encuentro comunista tiene tanta importancia. Creo que para la mayoría de
nosotros el encontrar un espacio donde compartir nuestras ideas fue muy
reconfortante.
El segundo tema que está en la mente de todos es el qué
hacer. Todos queremos saber cómo luchar contra un sistema capitalista que
cada vez deja menos espacio a la clase trabajadora. Es evidente que esta
pregunta es la más importante del movimiento comunista en la actualidad, y
también que es la más difícil de responder. En parte porque lleva una trampa
dentro de ella. Si preguntamos qué podemos hacer a corto plazo para
cambiar el sistema, entonces no hay respuesta. Lo primero que debemos asumir es
que la batalla contra el capitalismo es a largo plazo, ninguna victoria en unas
elecciones, por abrumadora que sea, va a tener un efecto profundo sobre el
sistema actual. El capitalismo ha sabido blindarse con estructuras
supranacionales para minimizar cualquier efecto parlamentario local. La democracia burguesa
actual tiene unos límites muy claros, ninguna opción diferente al capitalismo1 será
aceptable.
Es por ello que debemos pensar a largo plazo. Y es
además para tratar de dar respuesta a esta pregunta básica una de las razones
fundamentales del nacimiento de este espacio de encuentro comunista. No podemos
malgastar nuestro escaso tiempo en proyectos ciudadanistas desclasados o en
partidos convertidos en meras maquinarias de poder o entregados a líderes
mediáticos en un vano afán de ganar un puñado de votos. Debemos empezar a
construir nuestro propio camino y dejar de transitar el que nos han marcado
desde el capitalismo.
Este primer encuentro nos recordó también la necesidad
de recuperar la cultura de la colaboración entre camaradas. Estamos demasiado
acostumbrados al recelo y la desconfianza y a ahondar en las diferencias en
lugar de preocuparnos en lo que nos une. Si queremos que este espacio tenga
continuidad y sea útil debemos de hacer un esfuerzo de colaboración. También
debemos estar preparados para la presencia de personas cuyo objetivo es
destruir y no construir. Para estas personas la única solución es dejarle claro
que este no es el lugar para reproducir viejas batallas ni para el comunismo
de porro y litrona.
Es posible que los más importante de este primer
encuentro haya sido el encontrar a tantos y tantas camaradas interesados en
buscar un espacio donde trabajar por la superación del capitalismo, hartos ya
de los discursos socialdemócratas y asistencialistas en los cuales se ha sumido
la izquierda, incluida la teóricamente comunista, española. Todos ellos con la
idea clara de servir a la clase trabajadora, no a la pequeña burguesía. El
objetivo es tratar entre todos de plantear cómo podemos caminar en la batalla
contra el capitalismo.
Sin embargo, no debemos olvidar que esta primera
reunión es solo el primer paso. Ahora empieza lo más complicado, la vertebración
del espacio. Es necesario para ello que se creen las estructuras necesarias
para su funcionamiento, dejando claro desde el primer momento que se trata de
una organización para trabajar y no al revés, como desgraciadamente ocurre en
la mayoría de los partidos comunistas organizados. No estamos hablando en
ningún caso de un proyecto cortoplacista con interés electoral. El que venga
con esa idea está perdiendo su tiempo.
Junto con esta organización, que será el objeto de una
próxima reunión, se decidió también comenzar a trabajar en la elaboración de un
programa político. Es evidente que aunque no se trate de un proyecto de partido
es necesario que el espacio de encuentro defina claramente sus objetivos
políticos. No se puede trabajar en algo si no se tiene claro qué es ese algo.
No se trata de un programa de mínimos, porque este término ha sido usado con
frecuencia para esconder las renuncias de los partidos de izquierda, sino de un
programa donde se recojan los principios del comunismo basados en el marxismo.
El camino es largo y el trabajo mucho, pero al menos
estamos en condiciones de empezar a caminar por una senda propia, en lugar de
por el callejón sin salida que nos han marcado.
Y después de esta primera reunión del espacio de
encuentro comunista es evidente que los y las comunistas no estamos solos.
“Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que
tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre,
para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los
trabajadores!”
1Hablar
de neoliberalismo es caer en una trampa. No existe el neoliberalismo, existe el
capitalismo, que es en sí mismo un sistema depredador. Usar la palabra
neoliberalismo es tanto como reconocer que existe una versión del capitalismo
humana que se puede contraponer al liberalismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario