8/03/2022
Por Hernán Ouviña
Fragmento
del prólogo del libro “La Revolución es magnífica. Encuentros con Rosa
Luxemburgo”, coordinado por el sociólogo marxista argentino Hernán Ouviña
Este 5 de marzo se cumplió un nuevo aniversario
del nacimiento de la militante revolucionaria Rosa
Luxemburgo(5 de marzo de 1871- 15 de enero de 1919 (47 años).
Aprovechamos la ocasión para compartir un fragmento del prólogo del libro
"La Revolución es
magnífica. Encuentros con Rosa Luxemburgo", coordinado por Hernán Ouviña, junto con la participación de una
diversidad de colectivos y organizaciones populares de Nuestra América.
Un fantasma recorre Nuestra América
En ocasión
del centenario del asesinato de Rosa Luxemburgo en enero de 2019, iniciamos una
serie de conversatorios, presentaciones, charlas-debates y especialmente
talleres de formación política -la mayoría de ellos apoyados por la Fundación
Rosa Luxemburgo-, que contaron con la participación activa de una diversidad de
organizaciones, colectivos y movimientos populares de Nuestra América. En
conjunto, estos encuentros buscaron revitalizar la vida y obra de la
revolucionaria polaca-alemana desde una perspectiva integral y no dogmática, atendiendo
a sus aportes como marxista heterodoxa y militante de izquierda
anticapitalista, pero a la vez dando cuenta de ciertas aristas y contribuciones
menos conocidas, que tienen enorme vigencia para estos tiempos, como la defensa
de la naturaleza y el buen vivir, el protagonismo de las mujeres, las
construcciones antiburocráticas, el antimilitarismo y la lucha antirracista y
anticolonial.
Así, durante
tres años, el intercambio y los debates fueron dando lugar a una reflexión más
profunda que sopesara la actualidad de Rosa para las luchas populares
contemporáneas en la región, en estrecha vinculación con la coyuntura de crisis
abierta a nivel continental y global, agudizada hasta el paroxismo a partir de
la inédita irrupción de la pandemia, que trastocó nuestra cotidianeidad de
manera brutal e hizo más palpable aun la "inseguridad de la existencia
social", rasgo que sin embargo, al decir de Luxemburgo, es algo
constitutivo de la sociedad capitalista desde su génesis misma.
Un fantasma
pareció recorrer América Latina y el Caribe cada vez con mayor fuerza y
temeridad: el de Rosa Luxemburgo. Su espectro sobrevoló -y aún hoy circunda-
las revueltas y huelgas políticas de masas desplegadas en Ecuador, Chile,
Colombia y Haití, al igual que muchas de las resistencias e iniciativas de los
sectores más combativos del movimiento obrero y los pueblos indígenas, del
campesinado y los feminismos plebeyos, del estudiantado y las comunidades
migrantes en diferentes latitudes de Abya
Yala.
Más allá de
sus matices y posibles diferencias, podemos afirmar que, en conjunto, este
crisol de luchas evidencia que vivimos un tiempo histórico acorde con el
luxemburguismo. Sin embargo, sería ingenuo leer estas resistencias solamente
desde el optimismo de la voluntad. Rosa también resulta actual por sus
advertencias acerca de la inminencia de un "colapso" sistémico y por
su temor ante una barbarie que amenaza con destruir el planeta y todas las
formas de vida que él cobija, tanto humanas como no humanas. Para bien y para
mal, las resonancias, influencias y apropiaciones de la obra de Rosa
Luxemburgo, que han sido y son realizadas en y desde nuestro continente, forman
parte de una historia que aún no es plenamente Historia.
Para bien,
porque Rosa dista de ser una marxista anclada meramente en su época y su
contexto específico, como algo situado sin más en el pasado. Por el contrario,
hoy su obra -entendida como la conjunción de lo pensado, sentido y actuado por
ella- se nos presenta tremendamente actual e imperecedera: sus conceptos y
reflexiones, la agudeza de sus críticas, advertencias y denuncias, sus apuestas
exploratorias en materia de organización y acción política, son premonitorias y
de enorme vigencia, no sólo para cepillar a contrapelo lo acontecido durante el
siglo XX, sino también y sobre todo para analizar -e incidir en- las luchas
emancipatorias y los procesos socio-políticos más radicales que se despliegan
en el sur global. Para mal, porque todavía no se ha reconstruido, en toda su
riqueza y complejidad, la recepción y recreación de la obra de Rosa Luxemburgo
en América Latina y el Caribe.
Esta es una
tarea pendiente de suma importancia, que en forma parcial y aproximativa se
está intentando subsanar desde hace algunos años, y a la que este libro
colectivo pretende también contribuir.
Destellos luxemburguistas
Creemos
pertinente partir de una escueta periodización o desdoblamiento de los ciclos
de la lucha de clases en el sur global durante el último siglo, en tres grandes
momentos-procesos, dentro de los cuales el espectro de Rosa se despliega,
influye y aporta a la revitalización del marxismo latinoamericano y de las
construcciones de base en un sentido más amplio, en clave crítica y
revolucionaria, contribuyendo a potenciar las luchas anti-sistémicas en nuestro
continente.
El primero
de ellos se sitúa en los años posteriores al asesinato de Rosa, ocurrido en
enero de 1919 en Berlín. Un contexto de aguda inestabilidad, creciente
represión y contraofensiva derechista asola a Europa y a otras latitudes del
planeta, en simultáneo a la consolidación del stalinismo al interior de la URSS
y en el seno de las izquierdas. La figura de José Carlos Mariátegui (1894-1930), marxista peruano y uno de los más
originales intelectuales militantes de América Latina, se destaca por su
sugerente apropiación del legado luxemburguista (el Amauta resaltará de ella
"su doble capacidad para la acción y para el pensamiento, para la
realización y para la teoría" y el hecho de ser al mismo tiempo "un
cerebro y un brazo del proletariado alemán") y por las notables afinidades
que ostenta con respecto al derrotero de Rosa como revolucionaria incómoda para
la época. En ambos casos, estamos en presencia de figuras "trágicas",
cuya vida se trunca abruptamente, que batallan tanto contra el reformismo y las
lecturas positivistas del marxismo, como con aquellas visiones que pretendían
hacer de la revolución rusa un "modelo" a replicar en todo tiempo y
lugar.
La unidad
indisoluble entre teoría y acción, el punto de vista de la totalidad como
principio epistemológico del marxismo, la crítica al eurocentrismo que imbuía
en aquel entonces a la inmensa mayoría de la izquierda, la denuncia de las
lógicas imperiales de despojo en la periferia capitalista, la revalorización de
las formas comunitarias de vida social, la defensa enconada del
internacionalismo sin descuidar el análisis situado de la realidad, la opción
hacia formas organizativas más democráticas y la confianza en la capacidad
autoemancipatoria de las masas, son algunos de los puntos en común que les
hermana. Sus destinos también son similares: excomulgados por la III
Internacional y gran parte de los partidos comunistas, al poco tiempo de
fallecer, sus apellidos pasaron a ser sinónimo de error político y debilidad
teórica, deviniendo herejías que debían ser combatidas con igual esmero.
Más allá de
esta resonancia evidente, serán en su mayor parte mujeres de izquierda,
sensibles a la lucha antipatriarcal no disociada de la crítica al capitalismo,
quienes batallen contra el olvido del legado luxemburguista en América Latina
durante esas décadas. Destacamos dos que debaten su obra y recuperan sus
aportes en varios artículos y discusiones públicas, en una época sombría
signada por las ortodoxias del más diverso pelaje. Por un lado, Nydia Lamarque,
poeta, traductora y activista feminista argentina, que dicta conferencias
acerca de la vida de Rosa y publica, tanto en su país como en Perú, un extenso
texto en el que reconstruye el itinerario biográfico y político de Luxemburgo.
Por el otro,
Rosa Scheiner, militante comunista e impulsora de la liberación de las mujeres,
furibunda crítica del reformismo y una de las pocas que podía escribir y firmar
sus artículos con nombre propio en aquel entonces, quien en las páginas de la
revista Izquierda recupera a Rosa como "símbolo de la rebeldía
proletaria".
Aun cuando
en los años '40 y '50 algunas corrientes y marxistas disidentes difunden sus
ideas y retoman su original visión del socialismo, para tomar distancia de las
matrices hegemónicas de la izquierda y ensayar lecturas heterodoxas
-destacándose en Brasil la figura señera de Mario Pedrosa y el periódico
Vanguardia Socialista-, lo cierto es que la década del '60 y '70 serán un
segundo tiempo de resurgimiento y ebullición de las luchas populares, que
permiten rescatar la obra de Rosa Luxemburgo, e incluso del espartaquismo como
apuesta original, al compás de las rebeliones vividas en buena parte del sur
global.
Esta nueva
insubordinación global que tiene como años emblemáticos a 1967, 1968 y 1969,
torna propicia la exhumación de Rosa como militante anticapitalista e integral.
En las multitudinarias manifestaciones contra la guerra en Vietnam, junto a
pancartas de H? Chí Minh y el Che Guevara, sobresalen las de su inconfundible
rostro. El mayo francés, el otoño caliente italiano y el movimiento estudiantil
y de izquierda extraparlamentaria en Alemania, revitalizan también sus ideas y
propuestas. Si ya la revolución cubana había abierto tempranamente un período
de recreación del pensamiento crítico en América Latina, movimientos insurgentes
y rebeliones populares en diversos territorios de nuestro continente traen al
presente sus aportes.
Dentro de la
constelación de corrientes de la nueva izquierda que irrumpe con fuerza en
aquellos años, cabe resaltar a un grupo político-cultural argentino, conocido
como Pasado y Presente que, en franca ruptura con las tradiciones más ortodoxas
del marxismo, publica una revista homónima y una serie de Cuadernos en formato
de volúmenes mensuales, en el marco de los cuales precisamente dan a conocer
varios libros y artículos de Rosa Luxemburgo, inéditos hasta ese entonces en
lengua española. En medio de un contexto signado por una cruenta dictadura
militar, el grupo Pasado y Presente difunde sus ideas en la ciudad de Córdoba,
que se ve estremecida por una huelga política de masas con tintes
insurreccionales, conocida como el "Cordobazo", donde la
proliferación de barricadas y el enfrentamiento con las fuerzas policiales
desborda incluso a las dirigencias sindicales y partidarias desde una sana y combativa
espontaneidad
En esa
coyuntura tan convulsionada en Argentina, esta nueva generación reconoce que
"el pensamiento de Rosa Luxemburgo se nos presenta de una actualidad
sorprendente. Es quizás esa actualidad lo que atemoriza tanto a los dogmáticos
y los impulsa a seguir silenciando a la gran revolucionaria". El 68
mexicano y su multitudinario movimiento estudiantil también la tendrán como
referencia. José Revueltas, uno de los más originales
filósofos militantes del Comité General de Huelga de la UNAM (quien impulsará
con insistencia reagrupamientos políticos bajo el común denominador del
espartaquismo), relatará cómo esa juventud rebelde decidió tomar por aquellos
años "otra vez del brazo y la condujo entre millones de manifestantes a la
delicada, dulce, enérgica Rosa Luxemburgo".
En paralelo,
la corriente marxista de la teoría de la dependencia, nacida en Brasil y
amamantada en Chile, apelará a Rosa y su lectura del imperialismo, para
formular una lectura dialéctica e interrelacionada entre centro y periferia mundial,
denunciar el subdesarrollo impuesto a nuestra región y abogar por una salida
socialista frente a la encerrona de las variantes "modernizadoras" y
"desarrollistas" de la época. Rui Mauro Marini, Vania Bambirra y
Theotonio Dos Santos, junto a toda una pléyade de intelectuales orgánicos/as
forjados/as bajo el influjo de la revolución cubana y la politización vivida en
territorio chileno con el triunfo de la Unidad Popular, harán un uso disruptivo
del luxemburguismo y de sus críticas contra el reformismo.
Como se
puede comprobar revisando las fechas de edición de los libros y materiales que
abordan la obra de Rosa en nuestro continente, la bibliografía de su propia
autoría o bien centrada en ella tiene su mayor difusión durante los años '70.
Sin duda hay un contexto latinoamericano y global que requiere herramientas
teórico analíticas y de intervención militante, que vayan a contramano de los
dogmatismos predominantes hasta ese entonces, y los escritos de Rosa resultan
-ejercicio de traducción y actualización mediante- una brújula potente en aquel
conmovedor tiempo histórico de crisis capitalista, donde la politización de las
clases populares y el ascenso de las luchas constituye una invariante condición
de época.
Su obra
resurge en este momento tan álgido con una enorme potencialidad, para
reinventar el marxismo y ensayar apuestas políticas de un socialismo
anti-autoritario y radical, a contramano de toda lógica burocrática o puramente
parlamentarista, privilegiando el protagonismo popular desde abajo, a tono con
un sentir más acorde a los enormes desafíos de una coyuntura donde se trata
ante todo de ser realistas y exigir lo imposible.
No obstante,
el reflujo que le sucede a este período de protesta y descontento planetario,
signado por una contrarrevolución que supuso un ejercicio generalizado del
terrorismo estatal y paramilitar en gran parte del sur global durante los años
setenta y ochenta, así como el estatismo autoritario y la ofensiva neoliberal
desplegada en Europa en esas décadas, combinadas con el desconcierto y la
desazón como consecuencia de la implosión de los regímenes autodenominados
socialistas, hacen menguar la vitalidad del marxismo como concepción del mundo
y brújula para la acción transformadora.
Finalmente,
el nuevo ciclo de luchas populares e impugnación al neoliberalismo en la región
que irrumpe durante los años '90 y a comienzos del siglo XXI, fue la gran
oportunidad para que Rosa retorne como una referencia teórico-política cada vez
más importante de las resistencias desplegadas, a lo largo y ancho de Abya
Yala, por movimientos sociales, colectivos y organizaciones populares de nuevo
tipo.
El llamado
Caracazo de 1989 en Venezuela, la rebelión indígena del Inti Raymi en
territorio ecuatoriano en 1990 y los levantamientos vividos en los años
sucesivos, la conmemoración de los cinco siglos de resistencia a la opresión
colonial en 1992 y el alzamiento zapatista el 1 de enero de 1994 en Chiapas
(México), la guerra del agua y del gas en Bolivia, el 19 y 20 de diciembre de
2001 en Argentina, así como un sinfín de procesos de insubordinación de masas,
resultaron hitos precursores de esta nueva fase de protesta y descontento, pero
también de autoafirmación y construcción de poder popular que, con vaivenes y
altibajos, se mantiene en pie más allá de las alternancias gubernamentales de
uno u otro pelaje ideológico.
Estas luchas
mancomunadas, en los últimos años parecen haber cobrado un nuevo impulso, de la
mano de los movimientos feministas, antirracistas, plebeyos, juveniles e
indígena-comunitarios en contra del extractivismo, la mercantilización y
precariedad de la vida, la represión estatal o paramilitar y las múltiples
formas de violencia sobre los cuerpos-territorios. En particular, durante 2019,
2020 y 2021, se han vivido a escala regional huelgas políticas de masas y
revueltas callejeras (la mayoría de ellas de carácter espontáneo, aunque con
evidentes conexiones con luchas de largo aliento que las preceden y alimentan
su radicalidad/masividad), en países como Haití, Chile, Colombia, Ecuador y
Perú, que tornan más vitales aún las elucubraciones de Rosa al respecto.
Traducir a Rosa: diez ideas-fuerza
para no naufragar
Aquel
carácter parcialmente marginal que tuvo Rosa durante tanto tiempo dentro del
crisol de las izquierdas -y en un plano más general, en el seno de iniciativas
emancipatorias internacionalistas- hoy ha sido en buena medida dejado atrás. La
notable revitalización y "traducción" de su obra, acaso sea
consecuencia de este nuevo ciclo de luchas anti-sistémicas que, si bien hunden
sus raíces en una memoria histórica de mediana y larga duración, tiene a
octubre y noviembre de 2019 como momento constitutivo.
Lo que se
desencadenó en esos meses a escala continental e incluso mundial, fue el
rechazo frontal al neoliberalismo como expresión contemporánea de la
contraofensiva capitalista, heteropatriarcal, racista e imperial, a través de
una reactivación del antagonismo, la confrontación abierta y la acción directa
en las calles, donde la huelga política de masas y las primeras líneas resultaron
instrumentos claves y transversales de anudamiento y orientación política. Por
cierto, con Rosa sabemos que es preciso no ver a estos levantamientos como algo
puramente espontáneo, sino desde un prisma volcánico o bajo el ropaje de esos
viejos topos que cavan de manera paciente durante mucho tiempo, hasta lograr
cual magma salir a la superficie e irrumpir imprevistamente ante los ojos
atónitos de incrédulos, conservadores y posibilistas. (...)
Si bien son
numerosos los aportes que Rosa brinda para la actual coyuntura latinoamericana,
nos interesa enunciar al menos algunas de sus principales contribuciones, que
hemos tenido la oportunidad de relevar, contrastar, aprender de -y poner en
diálogo con- movimientos, colectivos y plataformas organizativas de diferentes
países de Nuestra América, en el marco de talleres de formación política
realizados entre 2018 y 2021, la mayoría de las cuales circundan las páginas de
este libro. En apretada síntesis, dichas ideas-fuerzas pueden resumirse en:
1. El punto
de vista de la totalidad, la dialéctica revolucionaria y la praxis
crítico-transformadora, como principios epistémico-políticos de un marxismo no
esquemático ni mecanicista, que involucra no solamente una interpretación
global de los procesos y fenómenos sociales -los cuales, lejos de ser vistos
como fijos o inmutables, resultan históricos-, sino también una lectura de la
intervención en la realidad misma, donde la lucha de clases y la voluntad
activa de las masas son fundamentales en la construcción de su porvenir.
2. El
análisis del entrelazamiento de capitalismo y colonialismo, para entender de
forma más compleja las dinámicas de explotación, endeudamiento, dominio y
despojo que implican una relación violenta, asimétrica y desigual entre los
centros y las periferias globales, a partir de una óptica que considera al
capitalismo como un sistemamundo constitutivamente conflictivo, imperial y en
constante búsqueda de nuevos mercados, que dista de ser homogéneo y armónico en
su configuración y despliegue.
3. La vocación
por amalgamar la denuncia de la misoginia, la confrontación contra el
patriarcado y el fomento del protagonismo de las mujeres, con el impulso y la
relevancia de la lucha de clases, de manera tal que estas diferentes y
complementarias modalidades de opresión puedan combatirse desde una perspectiva
integral. Múltiples colectivos y organizaciones feministas, ancladas en una
lucha "interseccional", hoy levantan la figura de Rosa en
movilizaciones y procesos de autoafirmación en todo el sur global, como una
referencia clave que, en su época, osó impugnar el monopolio del pensamiento y
el quehacer político por parte de los varones, y caracterizar a las mujeres
trabajadoras como "las más
desposeídas de derechos de todos los desposeídos", aunque sin dejar de
criticar a aquel feminismo burgués que, disociando estas luchas, tendía a
subestimar y hasta beber de los frutos de la dominación de clase.
4. La
estrecha relación entre socialismo y democracia, que supone reformular el
vínculo entre ambos en función de una perspectiva no instrumental, donde medios
y fines se articulan y condicionan mutuamente, a punto tal que el camino es tan
importante como la meta, por lo que el ejercicio de una democracia socialista
que trascienda las lógicas liberal-burguesas delegativas y pueda hermanar
libertad e igualdad, no comienza de acuerdo a Rosa "recién en la tierra
prometida", sino que debe prefigurarse aquí y ahora, en cada resquicio de
la vida cotidiana.
5. El
activismo en contra de la guerra, la represión estatal y el militarismo, que
hoy se actualiza al calor de lo que el zapatismo define como "cuarta
guerra mundial", y que ciertas feministas consideran que tiene al cuerpo
de las mujeres y disidencias como principal botín y territorio de disputa. Las
huelgas internacionales llamadas con cada vez más fuerza los 8 de marzo,
apuntan justamente a denunciar esta violencia sistémica al grito de
"¡Vivas nos queremos!".
6. La
crítica a los formatos ultra-centralistas y burocráticos de organización, que
deben ser sustituidos según ella por una organización-proceso, en constante
movimiento y dinamismo, democrática y participativa, experimental y abierta al
aprendizaje colectivo, en función de los vaivenes de la lucha de clases y de la
espontaneidad de las masas. Este tipo de apuesta se advierte en infinidad de
movimientos socio-territoriales, colectivos y espacios de auto-organización
popular, surgidos en las últimas décadas en América Latina al calor de las
resistencias contra el neoliberalismo, que además han sabido generar, tal como
pregonaba Rosa, puentes de mutua interacción e instancias de confluencia,
durante las sucesivas "oleadas" de lucha callejera, entre activistas
que sí se encuentran organizados/as y sectores que, a pesar de no estarlo,
demuestran un enorme espíritu de resistencia, creatividad y grandes niveles de
autoconciencia.
7. La
búsqueda por articular de manera dialéctica reforma y revolución, que en
palabras de Rosa implica "la unión
de la lucha cotidiana con la gran tarea de la transformación del mundo",
de manera tal que la primera potencie la conquista de "reformas no
reformistas", habilitando mecanismos de ruptura y focos de contrapoder, a
contramano de todo gradualismo y aportando al fortalecimiento de una visión
estratégica global que, al mismo tiempo, reimpulse aquellas exigencias y
demandas parciales, desde una perspectiva subversiva, emancipatoria y
contra-hegemónica de largo aliento.
8. El
internacionalismo como principio político indeclinable. El anti-imperialismo y
la solidaridad activa entre las clases oprimidas del mundo, para ella no estaba
supeditada a conveniencias pragmáticas o coyunturales, sino que constituía una
actitud ética y una convicción estratégica, que debía ejercitarse a nivel
cotidiano y poniendo el cuerpo, no a través de discursos y documentos que se
agotaran en la mera retórica de la denuncia. Hoy esta convicción se actualiza
como un certero antídoto ante la exacerbación de los nacionalismos, el racismo
y la xenofobia, al grito de consignas como "¡Globalicemos la lucha,
globalicemos la esperanza!", que claman los movimientos campesinos
latinoa- mericanos, y de acciones directas transfronterizas coordinadas por
organizaciones feministas, disidencias y comunidades migrantes que enhebran
huelgas políticas en diversos rincones del planeta.
9. La
exigencia del reconocimiento pleno de la plurinacionalidad, en aquellos
territorios y casos concretos en los que la autoadministración territorial, la
libertad cultural y el uso/recuperación de la lengua autóctona, ameritan ser
asumidas como demandas genuinas de pueblos y naciones subyugados, sin que ello
equivalga necesariamente a "secesionismo". Esta iniciativa, que Rosa
concibe para realidades como la del vasto y abigarrado territorio ruso, tiene
evidentes puntos de contacto con la reivindicación hecha por varios pueblos y
nacionalidades indígenas en América Latina, quienes lejos de exigir una
separación completa o la creación de un Estado propio en una clave mono-étnica
o monolingüe, abogan por un reordenamiento territorial amplio y de carácter plurinacional,
donde se supriman las lógicas jerárquicas y racistas y se abra paso a un
proceso real de descolonización integral.
10. La
extrema sensibilidad y empatía ante la naturaleza, que permite caracterizarla
como una de las primeras marxistas que dota de centralidad a la cuestión
ecológica y ambiental, al reivindicar una férrea defensa de la totalidad de los
seres vivos, así como de la tierra, frente a la voracidad, contaminación y
violencia que el capitalismo impone en su sed de acumulación y constante
despojo. Existe en Rosa una "afinidad electiva" con las luchas
anti-extractivistas, el Buen Vivir y la cosmovisión de numerosos pueblos
indígenas, comunidades afrodescendientes y organizaciones campesinas
latinoamericanas, que postulan que la naturaleza, al igual que los seres
humanos, tiene derechos que no pueden ser sacrificados en el altar del mal
llamado "progreso".
Todas estas
ideas-fuerzas configuran de conjunto un faro de referencia ineludible para
refundar al socialismo como proyecto civilizatorio alternativo, frente a la
barbarie que nos pretende imponer el capitalismo, el patriarcado y la
colonialidad, ya que a diferencia de muchos referentes del marxismo que hoy
dejan de ser leídos, o cuyos escritos y propuestas se nos presentan como añejas
y parte de lo viejo que aún no termina de morir, Rosa se destaca por su
jovialidad, radicalismo e indisciplina, y por su extrema actualidad para este
convulsionado siglo XXI que ansiamos transformar de raíz. De ahí que traerla al
presente sea, a la vez, una oportunidad para reinstalar estos debates
estratégicos en el corazón mismo de las experiencias y proyectos emancipatorios
que afloran en nuestro continente. (...)
zur.uy
https://www.lahaine.org/mundo.php/encuentros-con-rosa-luxemburgo
Libro: La
revolución es magnífica. Encuentros con Rosa Luxemburgo
5 marzo,
2022
Descarga gratuita del libro aquí
https://zur.uy/libro-la-revolucion-es-magnifica-encuentros-con-rosa-luxemburgo/
Libro: La
revolución es magnífica. Encuentros con Rosa Luxemburgo
Índice
Presentación.
Rosa de los vientos
Hernán
Ouviña…
I.
Feminismos populares y despatriarcalización
II.
Formación política, cultura y educación popular
III. Luchas
contra la acumulación por despojo, soberanía alimentaria y buen vivir
IV. Derechos
de los pueblos, represión estatal, descolonización y antimilitarismo
V. Reforma y
revolución: reinventar la política desde abajo para evitar la barbarie
https://revolucionesdotnet.files.wordpress.com/2022/03/la-revolucion-es-magnifica-para-descargar.pdf
Releer a
Rosa: lo reciente, lo rescatado
https://www.rosalux.org.mx/releer-rosa
El legado
anti-militarista de Rosa Luxemburgo
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2022/03/el-legado-anti-militarista-de-rosa.html
Bolívar
Echeverría. Rosa Luxemburgo: espontaneidad revolucionaria e internacionalismo.
Obras escogidas de Rosa Luxemburgo.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/08/bolivar-echeverria-rosa-luxemburgo.html
Rosa
Luxemburgo: Sufragio femenino y lucha de clases (1912), La mujer proletaria
(1914). Cuestión de táctica [Sobre Bélgica] 4 de abril 1902.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2019/04/rosa-luxemburgo-sufragio-femenino-y.html
[Libro] Raya
Dunayevskaya Rosa Luxemburgo La liberación femenina y la filosofía marxista de
la Revolución
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2017/12/libro-raya-dunayevskaya-rosa-luxemburgo.html
[Libro] Raya
Dunayevskaya Rosa Luxemburgo La liberación femenina y la filosofía marxista de
la Revolución
https://praxisenamericalatina.org/wp-content/uploads/2019/11/Rosa-Luxemburgo.pdf
[Libro] Raya
Dunayevskaya Rosa Luxemburgo La liberación femenina y la filosofía marxista de
la Revolución
http://rosalux.org.mx/sites/default/files/node_gallery/rosa_luxemburgo_por_dunayevskaya.pdf
El Gobierno
más "feminista" de la historia se olvida de las trabajadoras
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2022/03/el-gobierno-mas-feminista-de-la.html
Leo Jogiches: Una carta de prisión a Sophie Liebknecht del 7
de septiembre de 1918
Rosa Luxemburgo: Cartas de Amor
[Libro] Carlos Marx Historia de su vida por Franz Mehring
Rosa
Luxemburg y el derecho de autodeterminación. Una revisión crítica en el
centenario de su muerte.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/12/rosa-luxemburg-y-el-derecho-de.html
“El
proletariado socialista no puede, ni en tiempos de paz, ni en tiempo de guerra,
renunciar a la lucha de clases y a la solidaridad internacional”
Rosa
Luxemburgo
Rosa
Luxemburgo: Guerra a la guerra
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/10/rosa-luxemburgo-guerra-la-guerra.html
Rosa
Luxemburgo. El Programa de Espartaco. ¿Qué quiere la Liga Espartaco? Nuestro
programa y la situación política 1918
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/10/rosa-luxemburgo-el-programa-de.html
Rosa
Luxemburg . ¿Qué quiere la Liga Espartaco? Programa del Partido Comunista
alemán
Escrito: 14
de diciembre de 1918.
https://www.marxists.org/espanol/luxem/1918/12/14.htm
Rosa
Luxemburgo. Discurso ante el congreso de formación del Partido Comunista Alemán
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/11/rosa-luxemburgo-discurso-ante-el.html
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