Descripción
Entre 1931 y
1936 se produce el mayor número de huelgas laborales, económicas y políticas de
la Historia de España, donde las movilizaciones obreras alcanzan en amplitud y
profundidad todos los sectores productivos. La afiliación a partidos obreros y
a sindicatos —con circulación de prensa y propaganda revolucionaria—, incorpora
millones de trabajadores a luchas reivindicativas en un permanente
enfrentamiento con la patronal, la Guardia Civil y los diferentes gobiernos
republicanos.
En el tratamiento de la teoría de Marx y sus aplicaciones prácticas, ha primado la propaganda sobre el rigor analítico. La práctica totalidad de estudios sobre la actuación de los partidos obreros han sido normalmente realizados para exponer —cuando no justificar— el comportamiento político y los puntos de vista de cada uno de ellos. Existen múltiples y variadas obras sobre la intervención de cada una de estas organizaciones en dichos acontecimientos. Son muchas menos las realizadas sobre una exposición crítica respecto de sus presupuestos ideológicos. Pero no hay ninguna que aborde al mismo tiempo el comportamiento de todas ellas respecto de los mismos planteamientos teóricos y su actuación simultánea.
Para entender los motivos por lo que la Guerra Civil se realiza por medios exclusivamente militares por parte de los partidos obreros mayoritarios, en lugar de utilizar los métodos y objetivos revolucionarios que realizan los trabajadores a través de sus sindicatos desde el 19 de julio, es imprescindible examinar el comportamiento de la clase obrera desde 1931 en paralelo a la evolución e intervención política de las organizaciones marxistas.
No es posible entender ni el estallido de la Guerra Civil ni su evolución y desenlace, sin examinar la actuación del movimiento obrero y sus partidos durante el período republicano anterior.
AUTOR
Antonio
Rubira León es Licenciado en Historia —con la especialidad en historia
contemporánea de España— y Doctor en Ciencias políticas, ambas por la UNED. Ha
centrado sus investigaciones en el análisis comparativo entre la teoría
política de Marx y la aplicación práctica que sus diferentes expresiones
organizadas han llevado a cabo: socialismo, comunismo y estalinismo. El estudio
sobre la intervención política del partido bolchevique en la Revolución rusa y
la III Internacional hasta 1922, y la realizada posteriormente por el
estalinismo —especialmente en la Segunda República y la Guerra Civil española—
constituye el análisis de su tesis
doctoral, «Marxismo y estalinismo en
la acción política de la Segunda República española 1931-1936. Teoría y
práctica» en que se basa este libro.
Tesis Doctoral de Antonio Rubira
León. Marxismo y estalinismo en la acción política de la Segunda República
Española 1931-1936. Teoría y práctica
Autores:
Antonio Rubira León
Directores
de la Tesis: Jaime Pastor Verdú (dir. tes.)
Lectura: En
la UNED (España) en 2015
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INTRODUCCIÓN.
Hipótesis y
objetivos
14
Tratamiento
historiográfico 20
Método de
investigación y Fuentes
29
1 - MARX Y EL MARXISMO ESPAÑOL EN 1931 34
1.1
El
pensamiento político de Marx 38
1.2 El
estalinismo 43
1.21 El
partido
48
1.22 El
Estado 51
1.23 La Internacional
Comunista
54
1.231 La revolución
China
54
1.232 El VI
Congreso 58
1.24 La
Oposición de izquierdas 59
1.25 El
estalinismo consolidado en 1931 61
1.3 Las
organizaciones marxistas españolas
64
1.31 La tradición
socialdemócrata 64
11.311 El
PSOE 67
1.32 La referencia
revolucionaria 70
1.321 El PCE
71
1.322 La
OCE 74
1.323 El BOC
76
2 - EL CAMBIO DE RÉGIMEN POLÍTICO 78
2.1 El
PSOE 85
2.2 El
PCE 90
2.3 El
BOC
92
2.4 La
OCE
93
2.5 El contexto
internacional 94
2.6 Una burguesía
débil 96
2.7 Un proletariado
fuerte
99
2.8 Un
campesinado por ganar 101
2.9 El
factor anarcosindicalista 103
3 - LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICO- BURGUESA 107
3.1 La Referencia
teórica
111
3.11 La
experiencia de la Revolución Rusa. Teoría y práctica 113
3.111 1905
113
3.112 De
febrero a octubre de 1917
115
3.2 El
proyecto reformista del PSOE
117
3.21 Las
reformas laborales 118
3.22 Los
Jurados Mixtos 119
3.23 La
represión del movimiento obrero: la función del Estado 120
3.24 El
Golpe de Sanjurjo 124
3.3 El PCE y
la Revolución Democrática 126
3.4 La OCE y
la Revolución Socialista 129
3.5 El BOC y
la Revolución Democrática- Socialista
130
3.6 Las
reformas democráticas 132
3.61 La
Constitución 136
3.62 La
Reforma Agraria 138
3.63 La
Cuestión nacional 144
4 - EL FRACASO DEL PROYECTO REFORMISTA 151
4.1 La
frustración socialdemócrata 155
4.11 La
reacción levanta cabeza 156
4.12 Auge
del movimiento obrero 157
4.13 El
análisis del PSOE 158
4.14 Las
valoraciones comunistas 160
4.15 La
derrota electoral de 1933 162
4.2 La
división interna del PSOE 163
4.21 La
campaña electoral de Largo Caballero 165
4.3 El
Estalinismo controla el PCE 168
4.31 La
expulsión de Bullejos 168
4.32 Métodos
de funcionamiento 171
4.33
Valoración del Comunismo anti- estalinista
173
4.4 El
triunfo del Fascismo en Alemania
174
4.41 El
reformismo 176
4.42 El
estalinismo 177
4.43 El
trotskismo 180
4.44
Análisis y consecuencias 182
5 – EL FRENTE ÚNICO 185
5.1 Frente
único 190
5.11 Trabajo
sindical 192
5.12 Frente
político 196
5.2
Agudización de la lucha de clases 199
5.3 El PSOE
prepara la revolución 203
5.4 Las
Alianzas Obreras 206
5.41 El
comunismo anti- estalinista 208
5.42 El
reformismo 209
5.43 El
estalinismo 211
5.5 La
Huelga Campesina 212
5.6 Verano
de 1934 217
5.61 El
estalinismo 218
5.62 El
trotskismo 221
5.63 El
reformismo 224
5.7 La
Huelga General de octubre 231
5.71
Cataluña 232
5.72 Madrid 234
5.73 Los
fundamentos militares 235
5.74 La
revolución de Asturias 237
5.75
Valoraciones 240
6 – EL FRENTE POPULAR 243
6.1 La
correlación de fuerzas 246
6.2
Estrategias políticas 250
6.21 El VII
Congreso de la Internacional Comunista
250
6.211 El
Cambio en la orientación política del PCE 253
6.22
División política de la socialdemocracia
257
6.221
Influencia del giro de la Tercera internacional 260
6.23 El
comunismo antiestalinista 261
6.231 El BOC
261
6.232 La ICE
262
6.233 El POUM 264
6.3 El
partido revolucionario 264
6.31 El
debate en torno a las Juventudes Socialistas 265
6.32 La
división del trotskismo español 267
6.33 La
creación del POUM 269
6.4
Coalición electoral y programa de gobierno
272
6.41
Programa electoral del Frente popular 272
6.42
Protagonismo de la pequeña burguesía
275
6.5 Los
partidos marxistas 276
6.51 El PSOE
277
6.52 El PCE
281
6.53 El POUM
284
6.54 La
victoria electoral: votos y diputados 286
6.6 El
Gobierno del Frente Popular 287
6.61 La
preparación del golpe de Estado 289
6.62
Movilizaciones obreras: febrero-abril 290
6.63 La
socialdemocracia 294
6.64 El
estalinismo
295
6.65 El
comunismo antiestalinista 298
6.66 El
Gobierno y el Parlamento 300
6.67
Fractura abierta en el PSOE 302
6.68
Explosión huelguística: mayo-julio 306
6.69
Consideraciones políticas 312
7 – LA REVOLUCIÓN 320
7.1 La
correlación de fuerzas 327
7.11 La
oligarquía económica 327
7.12 La
pequeña burguesía liberal 232
7.13 El
movimiento obrero 334
7.14 El
aislamiento internacional 337
7.15 La
posición de la URSS 339
7.2 Dualidad
de poderes 341
7.21 Los
comités obreros 342
7.22 Recomposición
burguesa
347
7.23 La
referencia soviética de 1917 351
7.3
Cataluña 356
7.31 La
lucha política 360
7.32
Gobierno de coalición 361
7.33 El POUM
364
7.4 Reflujo
y contrarrevolución 369
7.41 Sin
dirección revolucionaria 371
7.42 La
contrarrevolución estalinista 372
7.421 La ayuda
militar soviética 374
7.422 La
estrategia contra la revolución 375
7.5
Consideraciones teórica 378
CONCLUSIONES 382
BIBLIOGRAFIA 398
Citas
del libro, sobre la posición que tiene Antonio Rubira León, sobre el POUM.
Repite lo que dice Trotski, como un loro.
El libro
tiene muchas notas aclaratorias, que no tiene su Tesis doctoral.
CONCLUSIONES
El comunismo
anti-estalinista del BOCPOUM -más
acorde con el marxismo revolucionario en los objetivos de transformación del
capitalismo y tácticas de frente único-, tiene supeditado su intervención
política a la ambigua e indeterminada consideración de la revolución
democrático-socialista. Su expresión más clara se produce tanto en octubre de
1934 en Cataluña, como en 1936 con la entrada en el Frente Popular en febrero y
en la Generalitat en septiembre: en ambas situaciones adopta una táctica de
supeditación interclasista, al tiempo que rechaza una estrategia independiente
al margen de la CNT-FAI en la lucha por el poder político.
El marxismo
revolucionario de Trotsky, única organización que tiene una postura de clase al
margen de la pequeña burguesía hacia la lucha por el poder del Estado
planteando la revolución socialista desde 1931, rechaza las tácticas y
estrategias del POUM y se encuentra
descabezada organizativamente en el Estado español a partir de 1934, sin
capacidad de poner en práctica sus propuestas. No todo proceso revolucionario
culmina en revolución. La demostración empírica de la realización de ambas
situaciones el verano de 1936 verifica la tesis central del presente trabajo:
la clase obrera hace la revolución a pesar de no tener dirección política para
impulsarla. Y al mismo tiempo, el hecho de producirse como respuesta al golpe
de Estado, demuestra la connotación revolucionaria de la lucha de clases hasta
el 18 de julio de 1936. Para conseguir diferenciar el proceso objetivo
protagonizado por la clase trabajadora con una actuación revolucionaria de carácter
socialista, de la intervención subjetiva desde la dirección de sus
organizaciones con una orientación política democrático-burguesa, se ha
utilizado un método de análisis dialéctico: la permanente vinculación de ambos,
tanto en su reflejo mutuo como en su impulso diferenciado. Por lo tanto, la
investigación no se ha basado únicamente en la constatación empírica de los
hechos, sino en la interrelación de estas variables en el marco de la lucha de
clases durante la Segunda República, culminada en revolución y
contrarrevolución en 1936.
2 – TEORÍA POLÍTICA APLICADA
De esta
forma, tanto en la teoría política como en la experiencia histórica, las
organizaciones marxistas españolas tienen un comportamiento contrario a su
referencia ideológica durante la revolución del verano de 1936. La política
interclasista del Frente Popular colaborando con los republicanos liberales en
su programa electoral de febrero y su acción parlamentaria, y la entrada en sus
gobiernos en septiembre sin impulsar la revolución que hace la clase obrera
desde julio, es la antítesis de su referencia teórica y práctica.
Mientras el
reformismo socialdemócrata confirma su desvinculación con el pensamiento
revolucionario de Marx y Engels, tanto el PCE abiertamente en contra, como el
POUM incapaz de llevarlo a cabo en la práctica aunque lo defienda, ni tienen
una postura de independencia de clase ni luchan por el poder político para
sustituir el Estado burgués en 1936.
Desde estos parámetros sobre táctica y
estrategia en una situación revolucionaria, solo la alternativa trotskista los
reclama, sin capacidad organizada para llevarla a cabo. Por lo tanto, la
hipótesis central de este trabajo y el objeto del mismo, se revela como hilo
conductor en los hechos durante la Segunda República: el comportamiento de
grandes sectores de la clase obrera en luchas y movilizaciones sociales a
través de huelgas, ocupaciones de tierras, fábricas y enfrentamientos armados
con el Estado, no es un movimiento sincrónico con la intervención política de
la dirección de sus organizaciones. Por el contrario, en los momentos que
exponen un enfrentamiento de clase por encima del proceso huelguístico en
demandas laborales, es profundamente discordante: huelga general campesina y
revolución de octubre en 1934. La primera mitad de 1936 ofrece además una
situación diacrónica por la significación cualitativa del proceso de huelgas
generalizadas y ganadas a la patronal, que exponen la mayor correlación de
fuerzas a favor del movimiento obrero sin alternativa política de sus partidos.
Sin embargo, donde la situación expone un comportamiento en dirección
abiertamente contraria, es cuando los trabajadores hacen la revolución el
verano de 1936 sin planificación ni organización de sus direcciones políticas,
y éstas reconducen la misma hasta anularla.
La tesis
central de este trabajo: a pesar del comportamiento revolucionario de la clase
obrera llevado a su máxima expresión sin una dirección que la impulse, no
encuentra ninguna organización política
que plantee la lucha por la conquista del poder político y del Estado.
Una de las
premisas teóricas incluida en el propio título del trabajo, es la confirmación
por la vía de los hechos de la diferencia cualitativa entre marxismo y
estalinismo. La primera connotación que las distingue es el tipo de vinculación
entre la teórica política y su actuación práctica desde un punto de vista de
clase, y la segunda, ser la antítesis del Bolchevismo del que se reclama. El
reformismo del PSOE a pesar de la verborrea revolucionaria de Largo Caballero,
es consecuente con la concepción socialdemócrata de rechazar la revolución
socialista. El comunista
anti-estalinista del POUM participa desde dentro del proceso revolucionario e
intenta potenciarlo aunque no tenga la táctica y la estrategia para dirigirlo.
El trotskismo es la única referencia del
marxismo revolucionario con un planteamiento de lucha por el poder político
basado en la revolución rusa, pero no tiene capacidad organizativa para
llevarlo a cabo. Por el contrario, el estalinismo -que al igual que el
trotskismo y el POUM se reclama bolchevique-, es la única organización que
actúa conscientemente en sentido contrario, luchando desde el primer momento
contra la revolución obrera, y posteriormente reprimiendo trabajadores y
organizaciones que la defienden. Su comportamiento político no solo es la
antítesis de su referencia teórica y práctica, sino que ésta es utilizada como
coartada para actuar en sentido contrario. Cuando la clase obrera protagoniza
la derrota de la sublevación militar desmantelando las estructuras del Estado y
el sistema capitalista el verano de 1936, la dirección del PCE se posiciona en
contra de los órganos de poder de los trabajadores y lucha contra ellos. El
estalinismo justifica en la guerra contra el fascismo la defensa de la
revolución democrático burguesa, adoptando abiertamente la táctica y la
estrategia de la pequeña burguesía liberal contra la revolución socialista. El
estalinismo confirma que no tiene una base teórica propia, pues representa
únicamente los intereses internos y externos de la burocracia soviética en la
URSS, acomodando su intervención en el movimiento obrero internacional en
función de éste único parámetro.
El comunismo antiestalinista del BOC
de Maurín que gana a la ICE de Nin para construir el POUM, mantiene la
equidistancia entre trotskismo y estalinismo en la actuación política. Defiende la revolución socialista por medio de tácticas y estrategias
que no conducen a ella. Desde una posición empírica basada en la mera
oferta de su programa político ante la clase obrera en su labor sindical, y la
denuncia el carácter reformista de la dirección del PSOE y del estalinismo del
PCE, no tiene en cuenta la relación
dialéctica entre la dirección y la base en un período revolucionario. La
propia creación del POUM en 1935 optando
por rechazar la posibilidad de convertirse en un polo de referencia entre las
bases del sector de Largo Caballero y las más radicalizadas aún en las JJSS
-Octubre segunda etapa-, no solo propicia su aislamiento de ellas, sino la
absorción de éstas por el estalinismo. Pero cuando pone de manifiesto su
distanciamiento de la concepción del marxismo revolucionario de Lenin y los
bolcheviques, es en su comportamiento en la revolución del verano de 1936 en
Cataluña.
La
supeditación táctica y estratégica a la actuación de la CNT-FAI y la entrada en
el Gobierno de la Generalitat, más allá de una táctica interclasista, vuelve a
significar una concepción mecanicista en la relación masa-partido, pues la
ausencia de alternativa estratégica a desempeñar un papel independiente en los
Comités obreros y las Milicias armadas para luchar por el poder político y
derribar el capitalismo y el Estado burgués, le aleja aún más de las bases
revolucionarias anarcosindicalistas con las que lucha conjuntamente. Su constatación
empírica se expresa en los hechos de mayo, donde no es una referencia
diferenciada a la CNT-FAI en su lucha para evitar la contrarrevolución del
estalinismo y el Estado burgués, con la eliminación del poder obrero en
Cataluña. Resultado de asumir la dirección de la ICE la política del BOC, tanto
en formar un partido independiente en 1935, como sobre todo en las tácticas del
Frente Popular, la falta de alternativa a la CNT-FAI en los Comités obreros y
la participación en el Gobierno liberal de Companys, constituye un aspecto
cualitativo en su actuación discordante con el marxismo revolucionario. En
ambos procesos -organizativo y político-, el POUM analiza la realidad para
adaptarse a ella y no para cambiarla, es más un analista de la situación con una
posición revolucionaria, que protagonista en llevarla a cabo. De esta manera,
su comportamiento es contrario a la posición teórica de Marx y Engels en la
independencia de clase en la acción política y lucha por el poder en una
situación revolucionaria, como de la
práctica de Lenin y los bolcheviques en su táctica y estrategia desde su
participación minoritaria en los soviets desde febrero, hasta ser mayoritaria
en octubre de 1917.
El
trotskismo, como expresión política del marxismo revolucionario de la Oposición
de Izquierdas Internacional dirigida por Trotsky, tiene las consideraciones
tácticas y estratégicas más concordantes con la posición política de Marx y
Engels en la independencia de clase en la lucha por el poder político, así como
en la actuación del partido bolchevique en 1917 para luchar por la revolución
socialista en el Estado español durante la Segunda República. Los análisis
políticos de la OCE-ICE a través de Comunismo
entre 1931 y 1934, constituyen la mayor aportación teórica en la defensa la
revolución socialista, para conseguir los objetivos democrático-burgueses a
través de la misma. Sin embargo, la desarticulación organizativa provocada por
la orientación de la mayor parte de dirigentes de la ICE a las tesis del BOC
creando el POUM, deja la alternativa de Trotsky en análisis y referencia
teórica, y no en una intervención política que constate su viabilidad. No
obstante, la importancia política más
relevante de su alternativa revolucionaria son las críticas a la actuación del
POUM. A través de ellas se propone una aplicación dialéctica y no mecánica
en la expresión cualitativa que da lugar a una intervención desde posiciones
minoritarias. Trotsky, con objeto de cambiar la correlación de fuerzas entre
organizaciones y su influencia el proceso revolucionario, propone luchar por el
poder político desde los órganos de poder obrero. De esta forma, su planteamiento es la defensa de la experiencia de la
Revolución Rusa, basada en la evolución de la influencia bolchevique en los
soviets de febrero a octubre de 1917.
La
combinación de todos estos factores provoca que la mayor revolución obrera del
siglo XX en Europa después de la rusa, tenga el mayor descabezamiento político
en su dirección: unas organizaciones
porque no quieren -PSOE-, otras
porque no saben -POUM- otras porque
no pueden -Trotskistas- y otras
porque están en contra -El PCE-.
3 – LIMITACIONES EN EL CAMPO DE
INVESTIGACIÓN
De esta
forma, solo hay dos opciones desde el punto de vista de organizaciones
marxistas, que aceptan tanto los planteamientos de Marx como la experiencia de
Lenin: el POUM y el trotskismo.
Mientras el POUM a través de sus dirigentes y reducida bibliografía defienden que las diferencias con la
Revolución Rusa hacen insalvable su aplicación táctica y estratégica, los análisis
de Trotsky durante los acontecimientos y su aún más escasa bibliografía, mantiene lo contrario. Más allá de conjeturas
históricas y teóricas, hay un hecho tangible: el POUM interviene como fuerza
política organizada en los acontecimientos en los que no aplica la táctica y
estrategia bolchevique, mientras el trotskismo no puede intentar su aplicación
al carecer de estructura organizada aunque la defienda. Por lo tanto, es un
campo de estudio abierto para avanzar no solo en base a hipótesis, sino teniendo
en cuenta los parámetros que los hechos comunes en el comportamiento de la
clase obrera permite contrastar: existen más analogías que diferencias en los
órganos de poder creados por los trabajadores, para posibilitar una
intervención política similar a la Revolución Rusa
Revisita
Comunismo (1931-1934)
Trotsky, el
POUM y los hechos de mayo. Andy Durgan
Wilebaldo
Solano. La larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin
Extracto
(capítulos 48 y 49) del libro La Guerra Civil Española – Revolución y
Contrarrevolución por Burnett Bolloten
Primera campaña de difamaciones y calumnias, en la que se identificaba al POUM con el fascismo internacional, se intensificó desde finales de 1936 y en los primeros meses de 1937
Pacto
Ribbentrop-Mólotov
Acuerdo de
crédito germano-soviético (1939)
Revolucionarios, no asesinos
Sobre la inocencia
Cazarabet
conversa con...
Antonio Rubira León, autor de “1931-1936. República y Revolución. El
movimiento obrero y sus partidos. Teoría política aplicada” (Laertes)
Julián
Gorkin, la vida de un luchador. Marc Ferri Ramírez
Elecciones
Municipales 12 de abril de 1931
Trotskista
EL MARXISMO
Y EL FRACASO DEL SOCIALISMO ORGANIZADO EN ESPAÑA, 1879-1936
Por PAUL
HEYWOOD
Trotskista
G. MUNIS. JALONES
DE DERROTA PROMESA DE VICTORIA
Estalinista
Tesis
doctoral El PCE en la Guerra Civil. Fernando Hernández Sánchez
Director:
Dr. D. Juan Avilés Farré 2010
Andrés Nin.
Los problemas de la revolución española
Juan
Andrade. Crítica de la Crisis del movimiento comunista Tomo I: De la Komintern
al Kominform de Fernando Claudín
Andrés Nin
El problema del poder en la revolución
Revolución y
contrarrevolución en España
Julián
Gorkin, la vida de un luchador. Marc Ferri Ramírez
Leon
Trotsky ESCRITOS SOBRE ESPAÑA
1930- 1932
Leon
Trotsky LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA
(1930-1939)
Escritos
sobre España - Tomo I y II
La
Revolución española. Volumen I 1930-1936
La
Revolución española. Volumen II 1936-1940
Resultados y
Perspectivas. Tres concepciones de la Revolución Rusa
Historia de
la Revolución Rusa. Febrero 1917
Historia de
la Revolución Rusa. Octubre 1917
Informe de
la delegación siberiana
León
Trotsky NUESTRAS TAREAS POLÍTICAS
Redactado: En 1904.
Gracias por compartir tu trabajo que se presenta de mucho interés. Salud
ResponderEliminar( www.facebook.com/askalagun )