Por Luis Arce Borja
Jueves, 18 de Abril de 2013
Foto: Fidel Ernesto Vázquez
La vida y la muerte tienen diferente dimensión en el mundo
capitalista. La desvalorización del ser humano es una aberración originada por
la perversión enajenante del sistema imperialista.
En todo el transcurso de la historia
de la lucha de clases y dominación de los imperios, todo se ha reducido a los
intereses de los poderosos. La vida y la muerte, la moral y la ética, los
sentimientos y mismo la solidaridad, se han convertido apéndices del poder, en
algo hipócrita sin sentido y útil solamente para reforzar el poder.
El mundo se estremeció el 15 de abril,
cuando un niño de ocho años y dos adultos fueron muertos en un atentado en
Boston (Estados Unidos). Los
medios de comunicación de las potencias señalaron: el mundo entero se
conmocionaba con un nuevo atentado en Estados Unidos”. La famosa cantante Pink
lloró y dijo: "Nuestros pensamientos y oraciones están con todos aquellos
afectados por las explosiones de Boston". Barak Obama aseguró que el peso
de la justicia caerá sobre los responsables. Todos los gobernantes del mundo se
pronunciaron contra este ataque en el corazón de los Estados Unidos. Argentina
condenó "firmemente" y calificó de "acto criminal" el
atentado en Boston. China, Rusia, Europa, Brasil, Guatemala, Chiles, etc. etc.,
dijeron lo mismo.
Es justo llorar la muerte de un niño
y dos adultos. Pero sería más justo que los mismos que ahora sufren y se
lamentan los estragos de un atentado, harían lo mismo por la muerte injusta de
cientos de niños inocentes en Afganistán, Irak, Libia y otros países atacado
por las tropas norteamericanas y la Unión Europea. Un niño, sin tomar en cuenta
su color, su estatura, su medio social, su educación, debe tener el mismo valor
en cualquier parte del mundo. Nadie debe matarlo, nadie debe torturarlo, nadie
debe hacerle daño, nadie debe violarlo. Estados Unidos llora la muerte de un
niño ahora, pero nunca ha soltado una lágrima por los niños afganos asesinados
por sus soldados. Nunca ha tenido un gesto de solidaridad con los cientos de
niños torturados y violados por sus militares.
El problema es que los Estados
Unidos, y las potencias imperialistas de Europa asesinan y masacran a pueblos
enteros. Cerca de un millón de civiles asesinados en Irak, y hasta ahora que se
sepa nadie ha establecido un día de conmemoración de estas víctimas de una
guerra injusta. En los países ricos no hay un solo lamento por estos atroces
crímenes en los que se cuenta cientos de niños masacrado por militares
norteamericanos. En febrero del 2013, el Comité sobre los Derechos del Niño de
la ONU con sede en Ginebra denuncio la muerte de cientos de niños afganos,
asesinados en los últimos 5 años por las fuerzas militares USA. Dijo que las
muertes infantiles causadas por soldados de EE.UU. en Afganistán se duplicaron
entre 2010 y 2011. Según esta institución, muchos niños fueron capturados y
sometidos a tortura. "Las fuerzas estadounidenses detuvieron a cientos de
niños en Afganistán. Muchos de ellos se quedaron sin acceso a asistencia
jurídica, educación o servicios de rehabilitación desde hace más de un
año", indica el informe de la ONU. Agrega también que los niños menores de
edad fueron detenidos junto con adultos, algo que va en contra de las normas
internacionales. Algunos de ellos, además, fueron sometidos a torturas.
En abril del 2012 la Misión de
Asistencia de la ONU en Afganistán (Unama) entregó un informe donde detallaba
que 110 niños habían muerto y 68 resultaron heridos en un bombardeo mixto de
tropas de la OTAN y los Estados Unidos. La “Operación Libertad” de Estados
Unidos para invadir Afganistán se inició el 7 de octubre del 2001. Hasta la
actualidad, esta guerra de conquista ha dejado, aparte de los niños torturados
y muertos, más de 20 mil civiles asesinados. El 6 de abril 2013 en un ataque
aéreo realizado por la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN mato diez
niños y una mujer de Afganistán. Los niños tenían entre dos meses y siete años
de edad. El 30 de marzo del 2013, la OTAN lanzó proyectiles desde su
helicóptero en la ciudad de Ghazni. Fueron asesinados dos niños.
El asesinato de niños no solo es un
hecho dramático en Afganistán o Irak. En agosto del 2011, la prensa publicó que
aviones de la OTAN comandados por pilotos norteamericanos en un solo ataque
mataron a 85 civiles entre ellos 33 niños, 32 mujeres y 20 hombres. Como dio
cuenta un medio de comunicación: “Ellos (la OTAN) no diferencian entre
soldados, niños y ancianos”, dijo Abdulkader Al-Hawali, un estudiante de quinto
año de Medicina en el hospital de la cercana Zlitan, donde las autoridades
dicen que se trasladó a algunos de los muertos y heridos.
Los atentados del 11 de septiembre de
2001 con cerca de 3 mil víctimas sirvieron a los Estados Unidos de símbolo para
acelerar sus planes de invasiones militares a nivel mundial. Los atentados en Boston, sin saber
aún quienes son los autores, serán una herramienta más para ampliar los planes
“antiterroristas” y militaristas del gobierno de Obama al interior de este
país, y extender su política de agresión imperialista a nivel mundial. Este
atentado, que aún no tiene reivindicación, es útil también para desviar la
atención de los verdaderos problemas de la pobreza y desocupación creciente que
afecta a la población norteamericana.
Artículos relacionados:
Estados Unidos,
la fábrica del terrorismo mundial y el atentado en Boston
Caza al “terrorista”, multa al empresario
Por Shangay Lily domingo,
21 de Abril de 2013
Estos días los EEUU han vuelto a dar una
clase magistral de la hipócrita doble moral de la retórica capitalista.
Por un lado
hemos visto la cacería desproporcionada, omnimediática, invasiva, de un par de
jóvenes hermanos, Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev, refugiados políticos en EEUU sin
vínculos aparentes con grupos terroristas de los que se
sigue sin haber demostrado su implicación en un asesinato en masa tildado de
“atentado terrorista” aunque no se haya reivindicado nada político, y por el
otro a un empresario sin escrúpulos, Adair Green, dueño de la fábrica de
fertilizantes en West que explotó, que había sido multado en varias ocasiones
por poner en peligro a sus empleados y habitantes de Waco y al medio ambiente,
y que ha matado a 35 personas por ahora,
60 desaparecidos, cientos de heridos y hogares y escuelas del pueblo reducidos
a astillas.
El tratamiento mediático de ambos
casos es extraordinariamente llamativo.
En el primero, la retórica
patriotera, grandilocuente, criminalizadora de los movimientos sociales (no han
dejado de repetir lo mala que es la gente cuando tiene móviles políticos o
piensa distinto al régimen pertinente), infantil incluso (los conceptos de “bien”
y “mal” han chorreado por los circunloquios de los locutores como cancioncillas
para aprender el abecedario en parvularios coloniales), ha sido un mantra
repetido hasta la extenuación. El adoctrinamiento, las consignas, la
demonización que la cacería humana que los dos hermanos apuntados como
culpables del atentado (sin dar ninguna prueba fehaciente más allá de unas
fotos borrosas y cierta semejanza entre las mochilas) ha propiciado, nos ha
servido de repaso de esa crucial asignatura que es “Criminalización de los
movimientos sociales” hasta volver a aprendernos de memoria sus tramposas
dicotomías: buenos/malos, víctimas/verdugos, conocidos/desconocidos,
nacionales/extranjeros, ellos/nosotros…
Por supuesto, la islamofobia
rápidamente ha sido declarada prima donna de todo este espectáculo.
Se han vuelto a hacer verdaderos malabares dialécticos para recordar que los
peores malvados del mundo son los musulmanes (especialmente los que se niegan a
entregarle su petróleo a los EEUU). Y aunque los EEUU hayan financiado, formado
y casi inventado a los terroristas chechenos —como ya hicieron con los
talibanes y Al-Qaeda— para intentar socavar a su rival ruso, de repente se ha
presentado al pueblo checheno como una oscura etnia de animales asesinos que
sólo viven para el terrorismo. “Los hermanos eran chechenos e islamistas, eso
lo explica todo”, resumió inmediatamente la maquinaria propagandista cuando la
gente empezó a rascarse la cabeza ante la incongruencia de todo. Normal, ¿un
atentado terrorista en el que no se reivindica nada?, ¿unos malavados
terroristas que se quedan en su casa, en su localizable entorno, cuando tienen
familia, posibilidades y protectores en Daguestan? ¿El hermano mayor había
pasado 6 meses en Daguestan y Chechenia hace poco, preparándose con grupos
terroristas según han insinuado, y se autoinmola por atracar una tienda de
comestibles aquí? ¿Qué terroristas son esos que parecen poner en escena una
autoinmolación que engrandezca la maquinaria represiva estadounidense y permita
mensajes tan bochornosos como el que la policía de Boston tuiteó anoche
diciendo “CAPTURADO!!! La caza ha terminado. La búsqueda se acabó. El terror ha
terminado. Y la justicia ha ganado“? (el subrayado es mío).
Lo siento, pero anoche cuando vi las
fotos del hermano pequeño (19 años) tirado en el suelo, con el rostro cubierto
de sangre, famélico (un policía le levanta la sudadera y confirmamos que
llevaba sin comer desde el lunes), sin rastro de bomba lapa ni armas, como un
animal acorralado rodeado de fieras, sentí pena por él y rechazo por esa
maquinaria represora. Sé que está mal, que seguramente sea el asesino de
personas, pero lo único que parecía era un chaval de 19 años acosado por un
monstruo propagandístico que necesita nuevas víctimas cada cierto tiempo. Y
cuando escucho esa retórica de película cutre de héroes fascistas y villanos
extranjeros, sentí náuseas. ¿No va a plantearse nadie el debate de las armas,
de la explotación del planeta, de la frustración que la corrupción capitalista
crea?, me preguntaba.
La única respuesta es que va a ser
tratado como ”Enemy Combatant”, o sea como en Guantánamo, no va a tener ningún
derecho y nadie va a poder cuestionar su culpabilidad. Amnistía Internacional ha denunciado
repetidas veces esta monstruosa figura. Hasta el Comité
Internacional de la Cruz Roja ha mostrado dudas sobre la legalidad de esta
categoría en la que no se aplican ni la Convención de
Ginebra ni se le considera prisionero de guerra (básicamente no se le considera
persona y pierde sus derechos humanos). Nuestros amigos de Rebelión han
denunciado este procedimiento que se salta las más elementales normas
democráticas y de los derechos humanos:
“El 17 de octubre de 2006 el presidente Bush firmó la Military
Comissions Act que legalizaba las comisiones militares, tribunales militares
creados por un decreto presidencial tras los atentados del 11 de setiembre.
Para justificar la puesta en marcha de estas jurisdicciones tan liberticidas
que incluso violan el propio código militar se apeló a la situación de
urgencia. Esos tribunales se crearon para juzgar a extranjeros sospechosos de
terrorismo para la Administración pero sobre los que no se cuenta con pruebas
aceptables para la jurisdicción civil o militar.”
“Esta ley introduce en el Derecho la noción de enemigo
combatiente ilegal. Da a esta incriminación un carácter directamente político
al designar a «personas comprometidas en actividades hostiles hacia EEUU o que
favorecen voluntariamente y materialmente tales actividades…». Esta definición
es tan vaga que puede aplicarse incluso a movimientos sociales y a acciones de
desobediencia civil. Lo que es aún más grave en tanto que la noción de
combatiente enemigo se aplica también a los nacionales. Los combatientes
enemigos ilegales pueden ser transferidos a las comisiones militares. Los
combatientes enemigos de nacionalidad americana pueden recurrir a la
jurisdicción civil para solicitar un Habeas Corpus.”
Las preguntas son muchas. Pero hay
siempre una respuesta que debe silenciar a cualquier voz crítica: “Mencionaron
el Islam en una página, son chechenos”. Y a esto hay que sumarle que muchas
televisiones les caracterizan de rusos, no chechenos, para recuperar ese miedo
al comunismo ancestral en los EEUU.
Por otro lado tenemos al corrupto
empresario de la fábrica de fertilizantes de West: Adair Green. Sabía que su
empresa era peligrosa, se lo habían avisado:
La planta de fertilizantes de West (Texas) fue
investigada en 2006 por las autoridades federales y locales sobre sus medidas
de seguridad, según recordaron hoy varios medios estadounidenses.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) multó a la compañía en
marzo de 2006 con 2.300 dólares porque el plan de seguridad de la empresa no
cumplía con los requisitos federales, según apuntó el diario USA Today.
En concreto hacía referencia a que no tenía un plan formal de
mantenimiento escrito y pocos registros sobre la capacitación dada a los
empleados.
La compañía corrigió las deficiencias y actualizó su plan en
2011, según certificó la EPA, que ha enviado un equipo de expertos a controlar
la calidad del aire en la zona y los alrededores de donde se produjo la
explosión.
La compañía fue además investigada por la Comisión de Calidad
Medioambiental de Texas en 2006 después de recibir una queja en junio de ese
año sobre un fuerte olor a amoniaco procedente de la planta, situada a 32
kilómetros al norte de Waco (Texas).
Fertilizantes West, fundada en 1958 y propiedad de la compañía
Adair Grain, almacenaba 24,5 toneladas de nitrato de amonio, pero según una
información del diario local Dallas Morning News la empresa había
asegurado que no representaba ningún riesgo de fuego o explosión.
Incluso señala, en lo que define como el peor escenario posible,
que sería un escape de amoniaco durante 10 minutos, el cual, previsiblemente,
no causaría heridos.
Pero este no es un terrorista. Los
medios no dicen nada de él, ninguna foto proponiendo al pueblo que le cace,
ningún asalto a la intimidad de su familia (y eso que él no ha muerto a tiros),
ningún acoso a su intimidad, ninguna campaña para desvelar su intimidad. No es
un terrorista. Aunque haya asesinado por avaricia a 35 personas (que podrían
ser 60, dicen), aunque haya destruido el medio ambiente, aunque haya podido
envenenar a muchas personas y nos enteremos dentro de décadas, aunque tuviese
todos los medios para ganar un poquito menos y no asesinar a personas, este no
es un terrorista. Porque representa los “ideales” del sistema, del imperio USA,
del monstruo capitalista neoliberal que mata de hambre a 3/4 partes del planeta
para que una minoría viva malgastando.
A este criminal sólo le van a poner
una multa, como mucho. Como aclaró el reportero David Lindorff a la televisón
rusa RT en su artículo La explosión de la planta
fertilizadora de West evidencia las carencias reguladoras:
RT: Teniendo en
cuenta la pérdida de vidas y la propiedad destruida, tendrá que enfrentar la
compañía condenas o será algún responsable condenado criminalmente?
Bueno, en primer lugar nunca verás ninguna demanda criminal
contra esta compañía, eso no ocurre aquí. Eso está descartado. Lo que puede
ocurrir es algún tipo de multa contra la compañía por algún tipo de violación,
pero será simbólica, y cobrarán el seguro y reconstruirán la planta, y estoy
seguro de que la reconstruirán en el mismo sitio en el que está ahora. Así es
como funciona.
En este capitalismo neoliberal que
los EEUU han impuesto al planeta que llamamos “civilizado”, un empresario es un
ídolo, por muy corrupto, criminal y desalmado que sea. Lo estamos viendo cada
día en España, en donde los casos de empresarios ladrones, que dejan a
jubilados, desvalidos y niños sin hogar, que roban a discapacitados
(Undargarín), que causan muertes y suicidios, son saludados como ejemplos y
reciben premios y genuflexiones desde el Gobierno (el del PSOE incluido).
Y cualquier persona que, desesperado
ante la miseria, injusticia y atropellos en los que se ve obligado a vivir, es
una terrorista si a su protesta une cualquier crítica política. Y no me digáis
que estos han asesinado a personas, de ser así se merecen la cárcel, en España
estamos viendo a personas pacíficas, generosas, que luchan contra esta
corrupción empresariada, bancaria, y son tildados igualmente de terroristas.
Los presidente democráticamente elegidos (un saludo al gran Maduro) son
tildados de terroristas y dictadores también, porque se oponen a los intereses
empresariales de las corruptas corporaciones españolas, europeas,
estadounidenses (y sus emporios mediáticos que mienten para estigmatizar al enemigo),
es la criminalización de los movimientos sociales que hemos importado
alegremente. La máquina capitalista debe avanzar. Los buenos siempre ganan.
Aunque sean familias reales corruptas, presidentes de una comunidad de
ladrones, policías violadores, curas pederastas, banqueros asesinos,
presidentes que venden su país y a su pueblo… los buenos siempre ganan. A los
terroristas se les caza.
Y una mierda. No vamos a parar. Se
puede. Pero no quieren.
Fuente:
Unos comentarios del artículo escrito
en El Público
Fotografías: ¿Detectan a paramilitares
privados actuando en atentados de Boston?
La influencia de la CIA en el
"terrorismo checheno” de Boston
Evidencias
Fotográficas: Atentado en Boston (USA)
En el mismo día se debatía en el
parlamentos la ley CISPA (censurar
internet) y la segunda enmienda, que significa que cualquier individuo puede
tener armas. El gobierno comunicó a un hombre probara hacer atentado) que la
pólvora que se utilizar fuera de uso convencional para incrementar su precio.
Sobre el "auto atentado"
de Boston
Boston Maratón rumores del
bombardeo
Montaje del soldado amputado las
dos piernas fue antes del atentado, los niños de 8 años, la mujer muerta, el
Facebook y el vídeo del episodio de “Padre de Familia” sobre unos atentados en
Boston)
Actores en el atentado de Boston (en imágenes en google)
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