Por beniezu Viernes, 12 de Abril de 2013
IU, CCOO, UGT y PSOE, ¿son de
izquierdas?, ¿Son un peligro o un apoyo para el Sistema capitalista? En este artículo
hay suficiente material para debatir estas y otras cuestiones. Cuestiones que
son de la máxima importancia para todo aquel que se considere un militante
revolucionario y de izquierdas
¿Qué es la izquierda y que es la derecha?
Previamente deberíamos definir los conceptos de Izquierda y
derecha, pues aunque en apariencia parece que son conceptos simples y están
asumidos por la generalidad, no es así. Existe una gran confusión sobre estos
términos que están requiriendo un debate profundo en el mudo de la izquierda
pues desde la derecha se ha tergiversado y degenerado este concepto con fines
calculadamente perversos con la finalidad de hacerle perder su vigencia como
entidad antagónica natural al capitalismo (a la derecha) y por extensión
también el de anular el discurso ideológico de la propia izquierda.
Pero como en todo debate por algo tenemos que partir, el autor
de este trabajo se va tomar la licencia de exponer su personal opinión sobre
los conceptos de izquierda y derecha, matizando que son meras opiniones para
abrir el necesario debate
El límite o la raya roja que define derecha e izquierda, debería
ser también radical, de la misma naturaleza antagónica que históricamente ha
marcado las diferencias de intereses de clase al capital y al trabajo. Son por
su propia naturaleza irreconciliables. El crecimiento parasitario del
capitalista es siempre a costa del sufrimiento y el hurto al trabajador. Y es
también una regla del capitalismo que a más miseria y padecimientos de los
trabajadores, las ganancias y el lucro del capital es proporcionalmente mayor.
Y así, desde esta perspectiva podremos decir que esta realidad
traducida a términos políticos de derecha e izquierda, que los que apoyan y
legitimaban al Estado al servicio del capital, defendiendo el sistema
capitalista y combatiendo al socialismo, se les puede considerar de DERECHAS. Y
serán considerados como de IZQUIERDAS aquellos anticapitalistas, que
deslegitimizan al Estado al servicio del capital, con todas sus estructuras de
poder, para cambiarlo por el Estado socialista que estará al servicio de los
trabajadores y de las clases popular. Del pueblo, en una palabra.
La guerra ideológica del sistema contra la izquierda
Últimamente parece que está de moda el término de
“apoliticismo”, o más bien forma parte de la ceremonia de confusión a la que el
Sistema nos pretende arrastrar con sus nada nuevos estereotipos alienantes, del
tipo; ni de derechas ni de izquierdas, comunismo y capitalismo es la misma
cosa, todas las políticas son corrupción, etc. etc. El esquema es tan burdo e
infantil que hasta parece de Perogrullo incidir en su falsedad. Los
“indignados” españoles han asimilado esta falacia de la forma más primitiva que
lo podría hacer un analfabeto político, a pesar de su presunta formación
universitaria.
Es sabido que los conceptos antagónicos necesariamente tienen
una referencia en la cual sustentan su definición, El bien y el mal, la fuerza
y la debilidad, lo nuevo y lo viejo, etc. Pero últimamente y curiosamente en el
terreno político, los conceptos de “izquierda” y “derecha” son tabú, no existe
una referencia que le defina a cada uno como tal ni se define su antagonismo.
Más bien la tendencia es identificarlos como algo negativo, sinónimo de
corrupción.
E incluso no se les trata como conceptos sino como meros
clichés. Los ideólogos del sistema rehúyen entrar en definiciones, es sencillamente
el resultado de una planificación estratégica del sistema pues el tema de la
DESPOLITIZACION en torno a estos conceptos políticos forma parte del mismísima
fundamento ideológico de la ideología capitalista moderna.
Las fundaciones “culturales” del régimen Juan carlista FAES e IDEAS, subvencionadas por todos nosotros, tienen mucho que
ver con esta insana labor de lavar cerebros en el mundo cultura popular e
universitaria al que nos han sometido durante décadas. Los “think tank”,
fabricantes de ideas del sistema, han centrado su labor fundamentalmente en la
despolitización del ciudadano del estado, en reducir y tergiversar la cultura
política, en la creación de clichés y estereotipos vacíos con la finalidad de
crear analfabetos políticos entre las masas, incluido el mundo universitario, y
cuyos resultados son enormemente palpables en la actualidad.
Unas masas que no tienen ni idea de que es lo que separa la
derecha de la izquierda , que es lo mismo que decir que miran pero NO VEN
DIFERENCIAS POLITICAS hoy y ahora, entre una clase social , trabajadora, que
está más que nunca maltratada, despreciada ,súper explotada y desposeída de sus
derechos .( se puede decir que lleva camino a equipararse al mismo nivel de
hace cien años atrás) y otra clase social , la burguesía la hegemónica
capitalista, unas cada vez más minoritarias elites, que acumula más poder
económico y político jamás logrado en toda su historia como clase social. Las
sufridas masas trabajadoras, miran viven y soportan esta cruda realidad, pero
son incapaces de discernir lo que ocurre. Es como si habrían manipulado su
cerebro desproveyéndole su capacidad analítica, que es lo que en realidad, el
sistema, ha hecho con ellos.
Estamos ante un esquema de despolitización y desideologización
perfectamente planificado y estructurado durante décadas, y así tras la comedia
de la transición se escenifico una falsa izquierda, el PSOE, para que se
enfrentase electoralmente a la eterna derecha españolísima del estado. Los
españolitos, se creyeron eso de que podían escoger entre derechas e izquierdas,
tal y como lo hacen las “democracias” occidentales. La verdad es que aquellas
masas de votantes, tras cuarenta años franquistas del lavados de sus cerebros,
no tenían mucha idea de lo que suponen ambos términos. Quien tenía el deber de
explicarlo era una izquierda que hasta entonces fue el PCE, pero que además de
venderse a la derecha, integrándose en las instituciones, también dejaría de
comportarse como izquierda.
Tal es el grado de analfabetismo político al que habían sido
inducidas las masas, que tragaban todo lo que se les echaban. Y así, “educados”
bajo estas premisas no ha sido nada difícil que en los tiempos de corruptelas
generalizadas que corren, los criterios políticos de las masas hayan llegado a
identificar como de la misma camada de sinvergüenzas a la derecha y a la
izquierda, cuando lo que ha ocurrido ha sido que los protagonistas de todo el
desaguisado de corrupciones y medidas totalitarias anti populares que siempre
han favorecido al capital y al poder financiero han sido siempre derecha pura y
dura. Pues no olvidemos que al PSOE, cuando ha gobernado lo ha hecho como lo
hace un partido de derechas
Muchos de los intelectuales que se llaman de “izquierda” olvidan
intencionadamente que es lo que separa una política de derechas de otra de
izquierdas. Y no hace falta ser “intelectual” para descubrir esto, solo tenemos
que ver qué sector de la sociedad es el mayoritariamente beneficiado de la
gestión política de un gobierno. Que solo puede ser para beneficiar los
intereses del pueblo trabajador mayoritario en la sociedad o para beneficiar
los intereses de una insignificante minoría, oligárquica, pero muy poderosa,
pues tiene a su servicio todas las estructuras del estado; económicas, ideológicas,
militares, judiciales, financieros etc. fortalecidas y asentadas por siglos del
dominio de las oligarquías. Y como vemos, es bien simple la raya roja que
separa la derecha de la izquierda.
El izquierdismo teatral del PSOE
Un PSOE, al que se le bautizó como “izquierda” que un día decía
en Euskal Herria que si al derecho a la autodeterminación y al mes siguiente,
que todo el mudo es español como lo dijo el Caudillo, y además organizaba los
escuadrones de la muerte del GAL, instituía la tortura como práctica política para
combatir el independentismo, al mejor estilo de las dictaduras bananeras. Un
día decía que no a la entrada a la OTAN y al de dos meses, tras alcanzar el
gobierno, que sí que había que hacerlo y además, fiel al Imperio, mandaba
tropas a Afganistán, a matar musulmanes, tal y como lo hizo su “contrario”
Aznar en Irak y que en Madrid costó la vida a 191 personas, en aquel demencial
atentado de Atocha etc. Todo un ejemplo de auto afirmación de derecha pura y
dura en su actuar, además de su carencia absoluta de la más mínima dignidad y
seriedad para gobernar. Al llamado PSOE se le podrá llamar cualquier cosa,
oportunistas, veletas, lacayos del capital, agencia de servicios, rastreros….
todo menos socialistas e izquierdistas.
Históricamente ,desde la 1° internacional socialista fundada a
finales del siglo XIX ha sido siempre asumido por las izquierdas mundiales,
comunistas ,socialistas y anarquistas, que el enemigo natural de la clase
trabajadora es el capitalismo, señalando por tanto al capitalismo ,y el estado
a sus servicio, los enemigos a derrotar . Ciertamente siempre fue así hasta que
sectores de esas izquierdas, que ya venían participando dentro de las
instituciones burguesas, proponiendo reformas del sistema desde dentro, se
transformaron de meros colaboradores del sistema a formar parte del mismo y sin
más, aceptando entrar en el sistema y ponerse a su servicio.
Y así durante muchas décadas se fue configurando una nueva
Internacional socialista que se fundó Oficialmente en 1951, y es allí cuando se
desechó, pues eran un estorbo para sus cabecillas con ambiciosos planes
personales, los postulados marxistas de la lucha de clases y el papel dirigente
de la clase trabajadora en el proceso de construcción del socialismo. De ahí
para adelante su discurso político paso a ser meramente populista y demagogo,
prometiendo humanizar el capitalismo, prometer grandes cosas, utilizando
siempre el carisma de partido “socialista obrero” para engatusar a unas masas
de trabajadores que ya comenzaban a disponer de un status económico aceptable,
y no les fue difícil domesticarles. A partir de ahí todo fue una descarada
sumisión y colaboración con el sistema, pasando también a ser partidos
políticos de la derecha pura y dura. Pero no por eso renunciaron a los
logotipos de “socialistas” y de “izquierdas “pues el engaño y la demagogia
también iría a formar parte de sus bagaje ideológico. Y al día de hoy podemos
comprobar hasta dónde ha llegado la “humanización” del capitalismo que aquellos
“socialistas” propugnaban y que otros muchos socialdemócratas en la oposición
incomprensiblemente también siguen con la misma cantinela. La mayor parte de
aquellos antiguos partidos socialistas se han transmutado en partidos de la más
cruda e inhumana derecha neoliberal, incluso, serviles al hegemónico poder del
capital del Imperio no dudan en desencadenar invasiones “humanitarias” de
rapiña como lo hacía los colonialistas decimonónicos.
El utilitario izquierdismo de IU y compañía
Algo parecido podremos decir hoy y ahora de IU, que aunque no
han tenido, oportunidad de desempeñar cargos de responsabilidad en las
instituciones centrales, no por su falta de predisposición servil, sino porque
el sistema, allá en la “transición”, les asigno otras labores más de acuerdo a
su papel de “servicios “al estado; el de legitimarlo. Para la eterna derecha
hispana, era muy importante que la histórica “izquierda” española lo hiciese
para así cumplir con los requisitos de un “estado homologable como
“democrático”, puesto que! hasta los “comunistas “participaban en el ¡¡ Y por
otra parte la de domesticar, aturdir y manipular ideológicamente a toda su
militancia, cosa en la que ha tenido un notable “éxito”.
¿Podríamos llamar “izquierda a una IU con este papel dentro de
un sistema rabiosamente de derechas? La derecha siempre ha temido a una
izquierda autentica, y suele combatirla con dureza. Porque sabe que es su
enemigo natural. Pero como es obvio no es el caso este régimen no tiene por qué
temer a nuestra IU. No es que no represente ningún peligro para este Régimen,
sencillamente porque forma parte del
propio Régimen, del mismo modo que CCOO UGT y PSOE, y otros partidos y
sindicatos que se proclaman de izquierdas pero pierden el culo por ganar un
pedazo de poder en las instituciones.
Son los que, vestidos de Izquierda, cumplen la función de
domesticar y desproveerle de su mejor arma a la clase trabajadora, su
conciencia de clase, para intentar frenar la inevitable confrontación que se ha
de dar tarde o temprano con su enemigo natural, el capitalismo. La misión de
estos partidos y sindicatos socialdemócratas o de centroderecha, es la de la
contención de su energía potencialmente revolucionaria, Impedir que su
conciencia de clase sea activada y expandida en el mundo del trabajo. Y lo
hacen de manera sigilosa, bajo encargo del propio Estado Capitalista, pues no
olvidemos que sus altos cargos forman parte de su plantilla institucional
La evolución del PCE a postulados de colaboración con el Sistema
es similar a sus colegas del PSOE, aunque guardando las distancias. La vergonzosa
traición de Carrillo y otros dirigentes del PCE en la legitimación de la
“transición” tuvo su continuidad con IU como coalición electoral de comunistas
y otros “progresistas” integrándose en las instituciones al servicio del
sistema capitalista, con la doble finalidad de legitimar estas y desarmar a la
clase trabajadora.
Desde una visión rigurosa y seria de los movimientos
revolucionarios no nos vale el cuento de que desde "dentro de la
fortaleza”, al enemigo se le puede controlar y destruir mejor. Históricamente
está demostrado que estas tácticas no suelen responder a una finalidad
revolucionaria, más bien suelen ser la disculpa de los oportunistas para entrar
en la “barra libre” que el sistema da a sus colaboradores. Tácticas que siempre
han revertido a favor del enemigo, pues estos presuntos “infiltrados” en el
sistema, al final suelen ser caballos de trolla en el movimiento obrero y de la
izquierda. Y no podría ser de otra forma. Es tal fácil que ocurra como quien
pretenda cazar víboras entrando en su nido y acabe siendo “picado”. Y entrar
dentro de este Estado neo franquista, un auténtico NIDO de corrupción, acabara
siendo también picado por las víboras que anidan en él, los corruptos. Se
entenderá mejor esto en los enlaces que incluido sobre la corrupción en el
Estado (1) y (2)
Y como sé que más de un militante o simpatizante de estos
sindicatos o partidos me va tildar alegremente de enemigo y que estoy haciendo
el juego a la derecha o al PP, como suele ser habitual en aquellos que no
tienen argumentos para rebatir unas críticas de sus penosas trayectorias
políticas y que están expuestas con argumentos claros y rigurosos. Tengo que
insistir además en que es muy grave lo que hacen, y lo peor es que lo hacen con
engaños, haciéndose pasar por comunistas y socialistas, cuando no lo son. Su
contenido político es pura socialdemocracia pues pretender mejorar, humanizar
el sistema capitalista, no es más que una vulgar política “gatopardiana”
cambiar algo para que todo siga igual. Y esa no es una política de izquierdas.
La misión de la izquierda no es arreglar los problemas del sistema capitalista,
es destruirlo y sustituirlo por un sistema socialista. Si estos falsos
“izquierdistas” quieren humanizar el sistema, que lo hagan, pero que no
suplanten la identidad de izquierda, y se presenten como lo que son, una
derecha moderada, socialdemócratas que quieren un sistema capitalista más
“humano”.
Los dirigentes socialdemócratas de IU y similares pretenden ser
los representantes civilizados del sistema, pues no se acostumbrarían sin él,
sin sus poltronas y sus prebendas. Sus críticas al sistema capitalista
neoliberal nunca dejara de ser una mera ilusión justificativa de su falta de
compromiso con una izquierda rupturista ,pues no quieren aceptar que tal y como
está el neoliberalismo galopante que está arrasando y proletarizando, aunque
sería mejor decir , mandando al desempleo a medio mundo ,incluidas las clases
medias, y que nos está arrastrando inevitablemente a un caos inimaginable .Y
que siendo consecuentes con la penosa realidad ya solo nos queda una
alternativa a este caos; el socialismo
Y estos falsos izquierdistas con sus engaños están
distorsionando la correlación de fuerzas, entre derecha e izquierda, están
creando la falsa ilusión a la clase obrera y a todos aquellos que se sienten de
izquierdas, y desprecian el sistema capitalista. Les hace creer que están
siendo representados por elementos sociológicamente de la izquierda cuando la
realidad es que son de orientación política del centro derecha, o socialdemócratas.
Cuando penosa realidad es que en la actualidad no existe una
organización potente que tenga un reconocimiento de masas lo suficiente como
para que pueda representar a las izquierdas. Lo que hace que en la práctica,
hoy y ahora en el estado español, solo existe representatividad política
institucional de la derecha, en sus diversos matices, desde la extrema derecha
hasta la centroderecha o socialdemocracia, pero todos de la derecha, pues todos
ellos, en mayor o menor medida aceptan y legitiman al capitalismo, y a las
formas actuales del estado que lo representa. Porque nunca debemos de olvidar
que lo que define y separa a la derecha de la izquierda es el modelo de estado
que se propugna y defiende.
Y aquí si podemos hablar de honrosas excepciones que comienzan a
surgir como representantes de una autentica izquierda rupturista, y me refiero
a los nacionalismos periféricos que en su propia tierra sí que tienen peso pero
que a nivel del cómputo estatal, son insignificantes.
Y esta positiva realidad, debería ser un motivo de reflexión y
debate entre la militancia revolucionaria de izquierdas, donde, como sabemos,
aún persisten muchas fobias e incomprensiones hacia estos nacionalismos
periféricos que sin duda, crean obstáculos para enfrentar, en un futuro más
cercano de lo que creemos, al necesario debate sobre la creación de algún
organismo o frente internacional anti antimonárquico e incluso anti sistema. Y
digo INTER-NACIONAL porque los nacionalismos en el estado no solo existen, sino
que además están dando un ejemplo al resto de las formaciones del estado. Y lo
están haciendo desde postulados rupturistas y de izquierda, lejos del
oportunismo y colaboración de otros que se denominan de izquierdas. Un ejemplo
de organización conexión e integración entre las masas, un ejemplo en la
acumulación de fuerzas contra un enemigo en común.
Dos formas sustancialmente diferentes de enfrentarse con el
poder
Y de este modo se podrá percibir las sustanciales diferencias
que se producirán tras las luchas y movilizaciones de una u otra orientación.
En aquellas manifestaciones y huelgas, convocadas por estos sindicatos y
partidos reformistas , que siempre lo harán desde su condición de “ciudadanos”,
de individuos sin pertenencia a clase social alguna, nunca desde una condición
de clase trabajadora, movilizando a los trabajadores bajo consignas imprecisas,
demagógicas y sin fundamento y que al final de cada jornada siempre quedara un
sentimiento de derrota y frustración, pues nada se suele conseguir, por muy
grande que fuese la movilización. Porque el sistema es consciente que la
CANTIDAD humana movilizada no le preocupa, pues para el esta masa seguirá
siendo una masa amorfa, la suma de individuo que se mueven por intereses
individualistas que desconocen, porque han sido inducidos ello, a desconocer
los conceptos de la conciencia de clase, de la solidaridad y de la unidad de
intereses .El sistema sabe que estas masas andarán desorientadas carentes de
una dirección que le pueda perjudicar. Y que al término de la movilización cada
uno se irá para casa, y seguirá hablando de futbol o de sus problemas
individuales, sintiéndose frustrado y solitario en un mundo de problemas.
Y es este tipo de movilizaciones inoperantes, estériles y
frustrantes las que promociona el sistema capitalista a través de sus
sirvientes, porque hace desahogar momentáneamente a unas masas que se suelen
creer los encendidos discursos triunfalistas y demagogos de sus presuntuosos
“lideres”
Mientras que cuando se convocan las movilizaciones bajo
parámetros de clase trabajadora y estas se desenvuelven como tal, el sistema se
preocupa porque estas están fuera de su comando, y sabe que ahora no se va
enfrentar a energías tontas y controlables por sus amigos. Ya no son aquellas masas
amorfas y desorientadas. Y aunque en un principio su número no sea grande, su
espíritu se va expandir como una marea pues se van a ir activando por la propia
praxis de las luchas, puesto que estas masas ya son portadoras de esa
conciencia de clase que esta adormilada y es consustancial a su naturaleza,
como algo instintivo y visceral solo necesitan el catalizador de la acción. Y
aquí el sistema va percibir la diferencia y le va preocupar mucho, pues es la
CALIDAD de unas masas en acción con conciencia de clase lo que más teme, porque
estas, ahora si le conocen, y le van a atacar directamente a su corazón.
Y la gran diferencia de como encauzar las luchas y
movilizaciones siempre será el poso que queda tras las batallas, que ahora no
serán de frustración porque entre las masas en lucha se percibirá que su moral
va en aumento. La conciencia de clase se tornara más arraigada en cada
militante o combatiente. Una especie de instinto de clase irá creciendo y
consolidándose en cada acción de masas y en las sucesivas luchas, y de este
modo nunca quedara esa sensación de derrota sino que todo lo contrario. Quedará
un poso positivo en el aumento de la moral, la experiencia y del potencial
combativo.
Y este potencial ideológico de las masas, en torno a su
conciencia y a su identidad de clase, será la mejor y la más contundente arma
que las masas trabajadoras, van a disponer para su lucha contra el capitalismo
y su estado.
Resumen
Hoy y ahora la realidad de la correlación de fuerzas contra el
estado en muy débil, la izquierda está muy desfragmentada y desorganizada, y
apenas si tiene representantes en las instituciones burguesas. Aunque esto es
negativo tampoco vamos a ser tan ingenuos de creer que estas instituciones son
el paradigma de la democracia y del posibilismo. Conocemos el margen de sus
escasas posibilidades de aprovechamiento pero no están los tiempos como para ir
despreciando oportunidades de tomar posiciones al enemigo. Es mucho más
importante ser reconocido por amplias capas de la clase trabajadora como sus
representantes ideológicos y organizativos que disponer de representación
institucional. Porque esto último nunca traerá lo primero. Mientras que el
reconocimiento de las masas trabajadoras, por muy pequeño e embrionario que
este sea, traerá como consecuencia final el reconocimiento y el afianzamiento
institucional.
Pero aquí, quisiera matizar, que la definición hecha del
concepto de Izquierda, lo ha sido en términos teórico- estratégicos desde una
perspectiva revolucionaria, que siempre serán términos rígidos pero que
trasladados al terreno táctico pueden flexibilizarse o adaptarse a las
circunstancias concretas. Y estas circunstancias concretas en el estado español
son el propio Estado monárquico neo franquista, que reúne las características
de un estado totalitario impuesto por la fuerza y que sus enemigos
antimonárquicos, en constante aumento, pueden y deben ser considerados como
potencialmente aliados de la izquierda aunque no pertenezcan ni políticas ni
sociológicamente a esta. Pues habría que considerarlos como derecha moderada o
socialdemocracia.
Quiere esto decir que desde la izquierda revolucionaria en una
coyuntura de alianzas y de acumulación de fuerzas el objetivo TACTICO mediato a
alcanzar sería un Estado Republicano, posponiendo el objetivo ESTRATEGICO del
Estado socialista, a un segundo término , a una etapa superior.
Y aquí estaríamos ya entrando en un terreno práctico que sería
precipitado hacerlo, pues primero debemos esclarecer los conceptos políticos
teóricos que nos serán extremadamente necesarios para entrar en debates más
profundos como para analizar la realidad sociopolítica que nos rodea y elaborar
la estrategia a emplear.
La tarea más apremiante para la izquierda es la de toma de
conciencia de la necesidad de crear una vanguardia organizada, conectada y
coordinada con las masas trabajadoras. Todos y cada uno de los grupos,
plataformas, partidos, militantes etc. debemos concienciarnos de la gravedad
que supone la carencia de una organización que asuma los postulados reales de
la izquierda, es decir; los de la lucha de clases y la dirección de estas
luchas por la praxis de la clase trabajadora junto a la militancia de
vanguardia .
Es preciso que se vaya consolidando esa fusión entre masas y
vanguardia, que se creen vínculos de identidad, embrionariamente al comienzo
pero debe comenzar a caminar. Lo más difícil será el comienzo pero una vez
arranque será imparable, porque las condiciones objetivas y subjetivas están
dadas. Y será el comienzo de que las masas de la izquierda real y rupturista
con el Estado comiencen a tener sus representantes políticos con nombres y
apellidos .Es prioritario la existencia de una representación real de la
izquierda revolucionaria y rupturista en la calle, en algunas instituciones o
fuera de ellas.
La inexistencia de esa representatividad de la izquierda en si
es muy grave, pero más grave es aun que otros farsantes se adjudiquen la
representación de la “izquierda” cuando su naturaleza es socialdemócrata o
simple centroderecha, cuando no vulgares social oportunistas, que distorsionan
el panorama de la correlación de fuerzas.
Desde una perspectiva de izquierda y de una estrategia de
acumulación de fuerzas, debemos sacar el debate de si deberíamos de considerar
a una socialdemocracia rupturista como aliada, en las luchas contra el estado,
sin duda. Pero para eso primero hay que demarcar bien la naturaleza de cada
cual y los campos de actuación. La demagogia y la ambigüedad son el estilo de
la derecha. Desde la izquierda debemos ser claros y concisos en nuestros planteamientos
y en nuestra estrategia. No podemos permitir que se engañe a la clase
trabajadora haciéndose pasar por sus representantes a quien no lo es, solo para
manipularles mejor.
Y así lo primero que debería hacer la socialdemocracia es
definirse, sin la más mínima ambigüedad, si es rupturista con el estado
monárquico actual o simplemente lo quiere mejorar reformándolo. Aquí no puede
haber ambigüedades. Siempre será mejor un enemigo declarado que un falso amigo
que mañana te traicionara.
Y lo que nunca debemos olvidar es la propia naturaleza
ideológica de estas clases medias, siempre sumidas entre la indefinición y la
ambigüedad, entre ser demócratas vocacionales o entre sus prejuicios elitistas
pequeño burgueses que siempre serán les harán vascular entre dos mundos
antagónicos, entre el socialismo o el fascismo. Las terceras vías ya pasaron a
la historia.
Desde la izquierda todo aquel que sea potencialmente un liado
táctico debe ser bien venido, pero marcando cada parte siempre su territorio.
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