27 de agosto
de 2014
Por Marat
La historia de la humanidad puede ser contemplada de muchas formas. Una de ellas, clave a mi modo de ver, es como “historia de la lucha de clases”, que decía Marx. Y si no, que se lo pregunten a Warren Buffett. Otros prefieren hablar sólo de lucha contra "la casta" y de toda una terminología destinada a desdibujar la realidad del origen de la opresión de unas clases sobre otras y a infantilizar las mentes.
A mí que, como marxista, me parece muy cierta la frase que expresó la mente más poderosa que ha dado la causa revolucionaria, me interesa particularmente en estos días otra interpretación de la historia de la humanidad: como historia de la indecencia, de la Inquisición, del linchamiento político, de la indignidad de la masa lapidadora, del oscurantismo fascista contra la libertad de expresión, de los corderos cuando se convierten en borregos obedientes al dictado de los que mueven los títeres, de aquellos a los que sus culos envidian la porquería que sale por sus bocas, de los difamadores profesionales, de los que gritan “crucifícale” -por cierto, a esta gente le gusta hablar mucho de Jesucristo- contra el que se atreve a salirse del redil y pensar por sí mismo, de los canallas indecentes que temen al libre pensamiento, de los que ayer gritaban y jaleaban “¡Viva Willy Toledo!” porque apoyaba, en un error del que recientemente ha salido por su propio pie, y hoy gritan “A la hoguera con él”, de los fanáticos fanatizados por manipuladores de idiotas sin remedio, de los que encuentran en la calumnia su única arma contra los hombres libres, de los miserables generalitos que lanzan a los tontos infectados de odio contra quienes se les oponen o siquiera osan contradecirles. Ignoraba que hay sujetos que tienen la misma inquina liberticida hacia unos pocos tuits -los de Willy Toledo- que Jorge Fernández Díaz, Gallardón o la señora Cifuentes hacia la libertad de expresión y opinión. Lo digan o no son partidarios de la Ley Mordaza a la que algunos sí que hemos combatido en las redes y en la calle.
El caso de Willy Toledo, porque la despótica y salvaje muestra de deshonestidad, obscenidad y abyectos ataques contra su persona tan sólo porque ha señalado la evidencia de que Podemos está desnudo y de que es otra respuesta más que se da a sí mismo el propio sistema es ya un caso en sí mismo, daría para muchas horas de reflexión sobre el pensamiento totalitario y los huevos que la serpiente ha incubado.
No voy a reproducir aquí los insultos, las mentiras, la maledicencia, las infamias, las agresiones verbales, los calificativos que hasta hace sólo unos días empleaba contra Willy Toledo la gentuza de "Intereconomía", donde empezó, durante todo un año, la carrera televisiva de Pablo Iglesias Turrión (PIT, que no Brad), “Libertad Digital”, “La Razón” u otros medios de la Brunete Mediática que han hecho famoso a este nuevo fuhrercito conductor de masas exaltadas que disfrutan en sus Autos de Fe contra el disidente. Hoy esos mismos términos, de los medios de in-comunicación fascistas los emplean ellos. Hasta le han recordado que su padre es un famoso médico. Que sea un médico comunista les importa menos, si no es para hacer ejercicio de su anticomunismo.
No, no voy a reproducir esos insultos, no ya porque al hacerlo me ensuciaría con la bajeza de quienes los vomitan, o porque me den asco dichas descalificaciones, sino porque ese ascazo infinito hasta la arcada me lo producen los alevines fascistas de Podemos.
Tampoco voy a hacer una panegírico de Willy Toledo ni a hablar de en cuántas causas comprometidas se ha pringado hasta las cachas, son cientos. Tan sólo quiero destacar una: un actor comprometido en la defensa de la no criminalización de los inmigrantes que sobreviven de la miseria del “top manta”. Cuando lo supe pensé para mis adentros: “He ahí un hombre decente carente de corporativismo profesional alguno”. Es decir, alguien que defiende al más débil, aunque ello no sólo no le dé beneficio alguno sino pérdidas. Pérdidas en su profesión, hasta el ostracismo y el cierre de todas las puertas. Está claro: Willy Toledo es un tonto, no como esos listos de Penélope Cruz y Javier Bardém, que tras criticar los crímenes de Israel en Gaza, en cuanto el lobby judío de Hollywood les apretó un poco las tuercas, empezaron a decir aquello de “Donde dije pongo digo Diego”. Esos sí que saben, esos sí que son listos.
Yo quiero muchos tontos, ilusos e ingenuos como Willy Toledo, tontos que cuando ya muy viejitos se pregunten, en esa insobornable pregunta que todos nos hacemos algún día, sobre si sus vidas han merecido la pena, puedan mirarse las manos y ver que están llenas, llenas de compromiso, de militancia por la humanidad (que no necesita de partido alguno, aunque los partidos son necesarios), de amor por los más débiles, de heridas de las que deja el habérsela jugado, de la sabiduría que queda al equivocarse y acertar, de la libertad en el alma del hombre libre que piensa por sí mismo. Y puedan sonreír pensando que aportaron sus granos de arena. Esos hombres y mujeres son los que hacen playa con sus trillones de granos de arena.
Yo he hablado sólo una vez con Willy. El no me recordará. Fue en un acto en Vallecas, organizado por Madres Contra la Represión. Fui a pedirle su apoyo para otro acto, que daba nacimiento a una plataforma por las libertades. Me dijo que en la fecha en que íbamos a hacerlo estaría en Cuba pero que no nos quedaríamos sin apoyo. Cogió el móvil y, después de intercambiarnos números, llamó a su amigo Alberto San Juan y le dejó un mensaje para que se pusiera en contacto conmigo. A los pocos días San Juan me confirmaba su participación en dicho acto. Ese es Willy Toledo. No sé si Alberto San Juan comparte o no sus opiniones sobre Podemos. Tampoco me importa. Lo que me importa es que si un día se expresa como Willy al respecto no se encuentre con el pelotón de ejecución de los que fusilan desde las redes porque aún no pueden hacerlo en vivo.
Desde muy antiguo, los hombres y las mujeres que han tratado de tener opiniones propias -esos a los que George Brassens dedicó su canción “La mala reputación”- han sido apaleados, ninguneados, insultados, agredidos físicamente, matados o quemados vivos porque los inquisidores, los que temen a la libertad de expresión, los que odian al que no actúa al dictado de los fabricantes del mainstream totalitario saben que una mente no troquelada ni jibarizada, que un ser humano que piensa por sí mismo es un peligro. Sobre todo un peligro para el poder, que no es sólo el del Estado, los medios de información/desinformación o el del dinero. Poder es también la capacidad de manipular mentes ajenas para despersonalizarlas, hacerlas actuar como robots, eliminar todo pensamiento propio, autónomo y crítico e inyectarlas de odio para lanzarlas contra el discrepante. Poder es la capacidad para crear sectas en lugar de corrientes de pensamiento. Poder es la capacidad para crear pequeños hombrecitos, esos temerosos de ser libres y de pensar por sí mismos, en lugar de delegarlo en sus generalitos, como les acusaba el pensador comunista Wilhelm Reich.
A Sócrates le hicieron beber la cicuta por haber negado a los dioses y corromper a los jóvenes. A Giordano Bruno la Iglesia Católica lo quemó en la hoguera por desafiar la verdad teológica única, a Galileo se le censuró y se le obligó a retractarse de sus teorías, a pesar de lo cuál ha pasado a la historia por su magnífica frase, “Eppur si muove”, a Miguel Servet también se le condenó a morir en la hoguera, esta vez a manos de los calvinistas. Javier Krahe tiene una irónica canción sobre la preferencia de la hoguera por parte de esos fiscales defensores del pensamiento bajo llave.
A Mussolini le gustaba dar ricino a sus enemigos políticos, a Hitler y a sus escuadras, entre sus muchas monstruosidades, les iba quemar libros y a Franco y sus falangistas fusilar al amanecer en la tapia de los cementerios, para tener parte del trabajo hecho. George Bernanos, el católico conservador francés denunciaría estos crímenes en su obra “Los grandes cementerios bajo la luna”. El estalinismo optó por los procesos de Moscú contra los mejores militantes comunistas, algo que tantos comunistas, quienes lo somos desde la razón y no desde el fanatismo, tan anticomunista por irracional, rechazamos horrorizados.
Willy Toledo no es un pensador. Es un activista y un militante contra la opresión del ser humano por otro ser humano pero piensa, se equivoca y acierta con su propia cabeza. Quizás en el fragor de los insultos de estos días Willy empiece a comprender aquello que no había comprendido en su día. Que Podemos es hijo del anticomunismo, de la ingeniería política y de la reacción sólo antipolíticos pero no contra la opresión capitalista que significó el 15M
Pero lo que tienen en común estos fusiladores desde la palabra -lo harían con las armas si gozaran de la necesaria impunidad para sus delirios de dictadura del silencio- es la soberbia del que ya se cree triunfador, el miedo de quien sabe que, sin embargo, más mentes libres se les irán oponiendo y la adulación a sus lidercitos del neoconverso que busca hacer méritos, a ver si le cae un mendrugo de carguito en los nuevos espacios institucionales que pronto esperan conquistar.
Fue Miguel de Unamuno quien en los primeros días de la Guerra Civil española respondió al grito de la irracionalidad y la estupidez del criminal Millán Astray que acababa de gritar “¡Viva la muerte!” con aquella obra magnifica de la racionalidad y la defensa del derecho a la palabra: “Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha...” Me atrevo a afirmar que ni vencerán ni convencerán porque cuando se suman la soberbia, la estupidez, la maldad, la difamación, la vocación de carcelero y de censor, más temprano que tarde los seres humanos libres, los librepensadores acabaremos siendo legión que nos opondremos a la victoria de los nuevos fascistas. Muchos han empezado a comprender lo que aún no habían comprendido de este nuevo partido-movimiento antipartido "neocasta", que la infamia, la insídia y la vesania con la que están atacando a Willy Toledo en estos días es el anticipo de la Nueva Era que nos trae Podemos
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Puede que también le interese:
Causas de la crisis interna de Podemos: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/09/causas-de-la-crisis-interna-de-podemos.html
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