Martes,
diciembre 3, 2013
Desde que el pasado jueves 28 de noviembre el
Presidente ucraniano Víktor Yanukovich tomó la decisión de suspender la firma
de un acuerdo comercial y político con la Unión Europea (UE), se han desatado
un conjunto de reacciones en los sectores pro-europeístas tanto dentro como
fuera del país.
La prensa
occidental está dando una amplia cobertura mediática a las movilizaciones que
los sectores partidarios de la llamada “integración europea” están llevando a
cabo en Kiev, la capital, exigiendo la renuncia del Ejecutivo y reclamando
pasar a formar parte del bloque europeo.
El principal
argumento que brindan tanto los ‘mass media’ como los grupos europeístas
respecto al hecho de que Yanukovich haya dado la espalda a la UE es que ha
recibido presiones por parte de Moscú, que según estás fuentes, habría llegado
a amenazar a Ucrania con un boicot de tipo comercial.
Pero más
allá de este análisis simplista, existen algunos elementos importantes que
están siendo obviados por analistas y medios de comunicación: ¿Qué tipo de
políticas lleva emprendiendo el Gobierno de Yanukovich durante estos últimos
años? ¿Cuál es la tendencia ideológica de los grupos que secundan las
recientes protestas? y ¿Cuáles son las consecuencias que tendría la famosa
“integración europea” para la clase trabajadora del país?
Las recetas neoliberales de Yanukovich
La pobreza
generalizada fruto de las políticas del Gobierno bajo las directrices dictadas
por el Fondo Monetario Internacional (FMI) es actualmente uno de los
principales problemas socio-económicos en Ucrania.
Los últimos
datos dados a conocer por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
confirman que su nivel de pobreza es uno de los más altos entre las repúblicas
ex soviéticas.
Más del 25
por ciento de los habitantes de Ucrania es indigente y un 3 por ciento de ellos
vive con menos de 5 dólares al día. Estos son datos dados a conocer por
investigaciones sociológicas, los cuales se traducen en que alrededor de 11
millones de personas consumen menos que lo definido por las normas sociales
locales.
Básicamente,
casi uno de cada ocho ciudadanos pertenece a la categoría de extrema pobreza.
Los expertos sugieren que esto afecta más a las mujeres que a los hombres, más
a las personas ancianas que a los jóvenes y a las familias con niños.
La pobreza
en Ucrania provoca una rápida disminución de la población. Según los datos
oficiales, este índice desciende anualmente en unas 400.000 personas.
El precio de
la electricidad en los hogares ucranianos ha subido un 139 por ciento desde
2011-, mientras el FMI presiona para que se eleve el precio del gas y realiza
además grandes presiones sobre el gobierno para seguir privatizando servicios
de importancia estratégica.
Protestas contra los recortes sociales
En 2011 se
realizaron importantes movilizaciones contra los recortes sociales en Ucrania.
Miles de personas trataron de acceder al Parlamento para protestar contra las
políticas económicas promovidas por el presidente Yanukovich.
En aquel
momento, la antigua república soviética estaba tratando de reducir el gasto
público para poder optar a un crédito de unos 11 millones de euros del FMI. El
Gobierno ya aprobó una reforma fiscal, recortes al sistema de pensiones y una
reducción de los subsidios sociales que recibían varios colectivos.
Las
protestas contra los recortes, que se multiplicaron durante unos meses,
forzaron a Yanukovich a suavizar algunas de sus medidas.
La integración: más endeudamiento y recortes
En reuniones
mantenidas durante estos últimos meses en Vilna, representantes de la UE
exigieron a Ucrania el cumplimiento de una serie de requisitos para poder formar
parte del bloque, entre los que se encontraban, por ejemplo, la privatización
total de sectores clave de la economía como la minería, la aviación, la energía
y el transporte.
Tras la
ruptura de los acuerdos de asociación con la UE, el propio comisario de
Ampliación y Política de Vecindad Europea, Stefan Füle, afirmó que se perdía
“una oportunidad histórica para revertir la tendencia desalentadora de
reducción de la inversión extranjera directa en Ucrania” y se lamentó por “no
poder dar un nuevo impulso a las negociaciones con el FMI para un préstamo”.
Lo que no
detalló Füle es que la concesión de un nuevo préstamo del FMI implicaría un
re-endeudamiento que vendría acompañado de otro paquetazo neoliberal de
reformas como la congelación de salarios y pensiones, la subida del precio
de la energía y recortes en el gasto público con tal de devolver el dinero
prestado.
De hecho, el
primer ministro de Ucrania, Nikolái Azárov, señaló que las políticas del FMI
fueron “la gota que colmó el vaso” y que inclinó a Kiev a renunciar de momento
a la firma del Acuerdo de Asociación con la UE.
El primer
ministro criticó las duras exigencias del FMI para refinanciar los créditos
concedidos a Ucrania en 2008 y 2010: “incremento de las tarifas de gas y
calefacción para la población en un 40 por ciento, congelación de los salarios,
notorio recorte del gasto público, recorte de las subvenciones energéticas”.
Otro hecho
que no se menciona tiene que ver con un Programa respaldado por la Unión
Europea que preveía que en 2016 todas las minas de carbón de Ucrania fueran
privatizadas. El país cuenta con 200 minas, el 93 por ciento de las cuales son
propiedad del Estado. Ucrania cuenta con 117.300 millones de toneladas de
reservas de carbón, siendo uno de los mayores productores del mundo.
¿Quién apoya las protestas pro-europeístas?
No es
casualidad que las protestas que se están llevando a cabo estos días se
produzcan en la Plaza de la Independencia, donde casualmente en el año 2004
estalló la llamada “Revolución Naranja”, impulsada por grupos opositores
financiados por la CIA para revertir la entonces victoria electoral del mismo
Yanukovich, un buen aliado de Rusia, incómodo para los intereses económicos
europeos en el país.
Entre los
impulsores de las actuales movilizaciones se encuentra el líder de extrema
derecha Oleh Tyahniboh o Yuri Lutsenko, ex ministro del Interior que
afirmaba con orgullo en la plaza que “La República Socialista Soviética de
Ucrania está muriendo hoy aquí. Estamos asistiendo a su funeral”.
En las
marchas también se ha detectado la presencia de militantes de la organización
ultraderechista “UNA-UNSO”, y su líder, Andriy Shkil, así como la del
boxeador de peso pesado y candidato a la presidencia del país, Vitaly
Klitschko, quien en realidad dispone de permiso de residencia en Alemania,
donde paga sus impuestos, un hecho muy criticado y que podría imposibilitarle
su carrera hacia la Rada (el Parlamento ucraniano).
Algunos de
los disturbios producidos en la sede de la Municipalidad de Kiev, por
ejemplo, fueron protagonizados por un grupo de encapuchados que se
autoidentificaron como militantes de derecha.
Fuente: http://www.librered.net/?p=30799
Los salarios
mínimos europeos oscilan entre 1.874 euros en Luxemburgo y 155 en Bulgaria
Madrid 13 FEB 2013
Fuera de la
UE, en el caso de Rusia, este salario está fijado en 5.205 rublos (unos 128
euros), mientras que en el caso de la vecina Ucrania lo está en 104 euros.
Revolución
naranja y la CIA
Ucrania:
¿Una nueva “Revolución Naranja” que hizo la CIA para dar cabida a los intereses
capitalistas?
Liga
Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional
Partido
Revolucionario de los Trabajadores (España)
Batkivschyna o la de Ucrania Unión “Patria” es un
partido político dirigido por Yulia
Tymoshenko co dirigido por la Revolución
Naranja . [9] Ella obtuvo el tercer lugar en la lista de The World 100 Mujeres más
Poderosas 2005 de la revista Forbes . [10]
Fracasa
intento de golpe parlamentario en Ucrania
3 de
Diciembre del 2013
Cita:
También este
martes, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ofreció su apoyo a
los manifestantes que en Ucrania reclaman lazos más estrechos entre su país y
la Unión Europea (UE) y pidió al Gobierno que escuche sus demandas.
«Hay una
evidencia muy poderosa de que hay gente que quisiera asociarse a Europa», dijo
a la prensa tras reunirse con sus colegas de la OTAN en Bruselas. «Estamos con
la gran mayoría de ucranianos que quieren ese futuro para su país», agregó
Kerry citado por DPA.
Por su
parte, los 28 países miembros de la OTAN pidieron este martes que el Gobierno
ucraniano y la oposición comiencen un diálogo «y lanzar un proceso de
reformas», según reportó AFP.
El documento
acordado por la alianza militar de las potencias occidentales dice que Ucrania
«es clave para la seguridad euroatlántica», y que «la OTAN continúa
comprometida en el apoyo» a lo que llamó «proceso de reformas».
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