En Berlín
Londres, 5 de agosto de 1890
...He leído en el Deutsche Worte de Viena una crítica
del libro de Paul
Barth [1] escrita
por ese pájaro de mal agüero que se llama Moritz Wirth[2] Esa crítica también me ha producido
una impresión desfavorable en cuanto al libro mismo. Pienso hojearlo, pero debo
decir que si el bueno de Moritz cita exactamente el pasaje en que Barth afirma
que en todas las obras de Marx sólo ha podido hallar un ejemplo que demuestra
la dependencia de la filosofía, etc., de las condiciones materiales de vida
--aquel en que Descartes declara que los animales son máquinas--, sólo
conmiseración puede despertar en mí un hombre capaz de escribir tales cosas. Y
puesto que ese hombre no ha comprendido todavía que si bien las condiciones
materiales de vida son el primum agens[*], eso no
impide que la esfera ideológica reaccione a su vez sobre ellas, aunque su
influencia sea secundaria, ese hombre no ha podido comprender en modo alguno la
materia sobre la cual escribe. Sin embargo, repito, estas noticias no son de
fuente directa, y el bueno de Moritz es un amigo peligroso. La concepción
materialista de la historia también tiene ahora muchos amigos de ésos, para los
cuales no es más que un pretexto para no estudiar la historia. Marx había dicho
a fines de la década del 70, refiriéndose a los «marxistas» franceses, que «tout
ce que je sais, c'est que je ne suis pas marxiste»[**]. «Lo
único que sé es que no soy marxista»
También en la Volks-Tribüne ha habido una discusión
acerca de si la distribución de los productos en la sociedad futura se hará de
acuerdo con la cantidad de trabajo o de otra manera[3]. La cuestión ha sido enfocada desde un
punto de vista muy «materialista», en oposición a ciertas frases idealistas
sobre la justicia. Pero, por extraño que esto parezca, a nadie se le ocurrió
pensar en que el modo de distribución depende esencialmente de la cantidad de
productos a distribuir, y que esta cantidad varía, naturalmente, con el
progreso de la producción y de la organización social y que, por tanto, tiene
que cambiar también el modo de distribución. Sin embargo, para todos los que
han participado en la discusión, la «sociedad socialista» no es algo que cambia
y progresa continuamente, sino algo estable, algo fijo de una vez para siempre,
por lo que también debe tener un modo de distribución fijo de una vez para
siempre. Razonablemente, lo único que se puede hacer es: 1) tratar de descubrir
el modo de distribución que se haya de aplicar al principio, y 2)
tratar de establecer la tendencia general que habrá de seguir
el desarrollo ulterior. Pero acerca de esto no encuentro ni una sola palabra en
toda la discusión.
En general, la palabra «materialista» sirve, en Alemania, a muchos
escritores jóvenes como una simple frase para clasificar sin necesidad de más
estudio todo lo habido y por haber; se pega esta etiqueta y se cree poder dar
el asunto por concluido. Pero nuestra concepción de la historia es, sobre todo,
una guía para el estudio y no una palanca para levantar construcciones a la
manera del hegelianismo. Hay que estudiar de nuevo toda la historia, investigar
en detalle las condiciones de vida de las diversas formaciones sociales, antes
de ponerse a derivar de ellas las ideas políticas, del Derecho privado,
estéticas, filosóficas, religiosas, etc., que a ellas corresponden. Hasta hoy,
en este terreno se ha hecho poco, pues ha sido muy reducido el número de
personas que se han puesto seriamente a ello. Aquí necesitamos masas que nos
ayuden; el campo es infinitamente grande, y quien desee trabajar seriamente,
puede conseguir mucho y distinguirse. Pero, en vez de hacerlo así, hay
demasiados alemanes jóvenes a quienes las frases sobre el materialismo
histórico (todo puede ser convertido en frase) sólo les sirven para
erigir a toda prisa un sistema con sus conocimientos históricos, relativamente
escasos --pues la historia económica está todavía en mantillas--, y pavonearse
luego, muy ufanos de su hazaña. Y entonces es cuando puede aparecer un Barth
cualquiera, para dedicarse a lo que, por lo menos en su medio, ha sido reducido
a la categoría de una frase huera.
Pero todo esto volverá a encarrilarse. Ahora, en Alemania, tenemos fuerza
suficiente para aguantar muchas cosas. Uno de los servicios más grandes que nos
ha prestado la ley contra los socialistas[4] ha sido el de habernos liberado de la pegajosa
importunidad de los «estudiosos» alemanes con barniz socialista. Ahora ya somos
lo bastante fuertes para digerir incluso a esos «estudiosos» alemanes, que
vuelven a adoptar aires de gran importancia. Usted, que ha hecho realmente
algo, habrá notado por fuerza qué pocos de los literatos jóvenes que se cuelgan
al partido se toman la molestia de estudiar Economía política, historia de la
Economía política, historia del comercio, de la industria, de la agricultura,
de las formaciones sociales. ¡Cuántos conocen a Maurer sólo de nombre! La
suficiencia del periodista tiene que suplirlo todo, y así anda ello. A veces,
parece como si estos caballeros creyesen que para los obreros cualquier cosa es
buena. ¡Si supiesen que Marx no creía nunca que incluso sus mejores cosas eran
bastante buenas para los obreros y que consideraba un crimen ofrecer a los
obreros algo que no fuese lo mejor de lo mejor!...
.
Traducido del alemán.
________________________
NOTAS
[1] Trátase del libro de P.
Barth Die Geschichtsphilosophie Hegels und Hegelianer bis auf Marx und
Hartmann («Filosofía de la historia de Hegel y de los
hegelianos hasta Marx y Hartmann») publicado en Leipzig en 1890.
[2] Deutsche Worte («Palabra
alemana»): revista económica y político-social austríaca que se publicó en
Viena de 1881 hasta 1904.
El artículo de M. Wirth "La arbitrariedad respecto de Hegel y las persecuciones contra él en la Alemania actual" fue publicado en 1890, en el Nº 5 de la revista.
El artículo de M. Wirth "La arbitrariedad respecto de Hegel y las persecuciones contra él en la Alemania actual" fue publicado en 1890, en el Nº 5 de la revista.
[3] Berliner Volks-Tribüne («Tribuna
popular de Berlín»): semanario socialdemócrata, afín al grupo semianarquista de
los «jóvenes», se publicó desde 1887 hasta 1892.
Los materiales referentes a la discusión en torno a la cuestión «A cada cual el producto íntegro de su trabajo» se publicaron en el periódico desde el 14 de junio hasta el 12 de julio de 1890.
Los materiales referentes a la discusión en torno a la cuestión «A cada cual el producto íntegro de su trabajo» se publicaron en el periódico desde el 14 de junio hasta el 12 de julio de 1890.
[4] La ley de excepción contra los socialistas fue
promulgada en Alemania el 21 de octubre de 1878. En virtud de esta ley fueron
prohibidas todas las organizaciones del Partido Socialdemócrata y las
organizaciones obreras de masas, suspendida la prensa obrera, confiscadas las
publicaciones socialistas y represaliados los socialdemócratas. Bajo la presión
del movimiento obrero de masas, la ley fue derogada el 1 de octubre de 1890.
Fuente: C.
Marx & F. Engels, Obras Escogidas, en tres tomos, Editorial
Progreso, Moscú, 1974.
Digitalización: Juan Rafael Fajardo, para el Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
Digitalización: Juan Rafael Fajardo, para el Marxists Internet Archive, mayo de 2001.
Jules Guesde
Friedrich
Engels Carta a E. Bernstein 2 de noviembre de 1882
Sobre el delicado Lafargue publicó correspondencia
por Malon en la escisión, Engels escribió a Marx 6 de noviembre de, 1882
"El Proletario Lafargue me envió que contiene el auto de procesamiento
dictado contra él por el Congreso St Etienne. Un factum verdaderamente
bakuninista, bastante débil en verdad. Él confía esencialmente en las
cartas de Lafargue a Malon que contienen los caprichos del momento,
contradictorios entre ellos. Parece que Malon los publicó en voz baja, sin
temor a la reproducción de sus cartas de Lafargue. Él no está equivocado:
estos señores usan los documentos en el momento oportuno, si Lafargue regresa
con las letras de Malon, es mostaza después de la cena. Yo tu envía
la cosa mañana. "
(...) No conozco la letra de Lafargue en el proletario. No
dejaré de escribir a París para conseguirlo, pero será difícil. Si aún lo
tiene, por favor envíelo. Te lo devolveré. Además, que Malon está en
guardia, Lafargue tiene varias cartas comprometedoras de él.
El absurdo artículo de Picard [ 1 ] fue negado positivamente en Le Citoyen . El
propio Marx lo leyó. Por cierto: la persona que lo envió a usted después
de pasajes resaltados en lápiz azul no sabe francés: se hace hincapié en la
formulación como machista ciudadano frase que Picard pone
en boca de los explotadores burgueses : Liga patriotas ... de los
cuales Gambetta es la cabeza . Anoto en rojo. A
Picard le gusta la oposición en Guesde y es para hacerle un nicho que
ha contrabandeado el artículo. Si hubiera sido posible dar una copia
adecuada a este periódico, esta idiotez no habría pasado.
Pasemos ahora a la "conducta nada honorable de los
escritores del Ciudadano en el caso Godard ". Resulta que
estamos perfectamente al tanto del caso, las partes interesadas, así como los
no interesados, se han turnado para contarle a Marx durante su estancia en
París. Luego de una intervención en una reunión, Godard se dirigió al
personal editorial de Citizen. Como siempre mantiene cierta
ternura personal para sus ex hermanos anarquistas, Guesde lo
recibió muy afectuosamente. En medio de una entrevista pacífica, sin
ningún pretexto, Godard le da a Guesde un golpe violento en la cara. Los
otros llegan al rescate: Godard, con una cobardía muy anarquista, se retira a
un rincón: no vamos a ser maltratados, ¡él, el prisionero ! Y
esta gente del Ciudadano, como niños reales, en lugar de
administrar un buen temperamento, toman consejo y deciden: que
efectivamente era necesario liberarlo porque era un prisionero ! Sin
ser corregido, desafortunadamente, Godard tomó los campos clave. Pero a la
noche siguiente, cuando la mayoría de los redactores ausentes eran conocidos,
una docena de anarquistas armados con palos, etc. irrumpieron en la oficina y
exigieron "satisfacción". Massard resistió, sin embargo, y tuvieron
que regresar con las manos vacías. Pero ahora la Federación del
Centro está informada, y organizó varias noches una guardia de los
trabajadores: caballeros anarquistas no han regresado.
Pero le ruego que me informe a partir de ahora sobre los hechos que
serían " nada menos que honorables " , etc.
Debo concluir de todo el contenido de su carta que no recibe
regularmente Le Ciudadano y que, aparte de la Igualdad y proletaria
que estás reduce los compañeros de París informa que, a su vez, señaló
a su propia información de Malon and Co., que, con toda probabilidad, mostró
una gran credulidad hacia ellos. Pero en mi opinión, el órgano del partido
será en ningún caso se deje llevar en su juicio sobre el movimiento obrero en
otro país por los compañeros que están en una capital extranjera y cambian a
menudo de residencia ...
Cuando sigas repitiendo que el "marxismo" está en gran
descrédito en Francia, no tienes otra fuente que esta: Malon de segunda
mano. Lo que se llama "marxismo" en Francia es ciertamente
un artículo muy especial, hasta el punto que Marx le dijo a Lafargue:
" Lo cierto es que no soy marxista”. Pero si el
ciudadano filmado el verano pasado con 25,000 copias y adquirió una
posición tal que Lissagaray puso su reputación en juego para conquistarlo,
todavía parece contradecir un poco este presunto descrédito. Pero lo que
contradice aún más es que este descrédito no impide que estas personas tengan
suficiente crédito que, expulsados del Ciudadano, están derritiendo el
mismo día un nuevo periódico grande y, a pesar de las disputas del
dueño del ex ciudadano, mantenerlo con vida durante quince
días, gracias al apoyo único de los trabajadores y pequeño burgueses (trabajadores
y pequeños industriales, escribe Lafargue), y encontrar un capitalista con el
que tratarán mañana sobre el destino final del periódico: sí o no . Cuando
los hechos hablan tan fuerte, Malon haría bien en mantener su
"descrédito" por él.
Por otro lado, el crédito del Sr. Malon es tan grande que cuando,
en L'Intransigeant , le pidió a Rochefort que pagara mejor, él
respondió: " Te pagaré más si escribes menos" . ¡De
modo que Malon se esfuerza por fundar un diario en París sin tener un centavo
en el bolsillo, para mostrar cuánto vale su crédito!
¡Pero suficiente! Le pedí a Lafargue que le envíe Igualdad a
cambio del Sozialdemokrat, y hoy escribe que está
actuando. Si L'Egalité no llegara regularmente, una línea
sería suficiente: una postal para P. Lafargue, 66, boulevard de Port-Royal,
París.
notas
Texto resaltado : en francés en el texto .
[ 1 ] Engels se refiere al artículo de Léon
Picard sobre los alemanes en París, publicado en Le Citoyen el
3 de septiembre de 1882 bajo el título " L'Affaire de la rue
Saint-Marc ". Este artículo, bastante chovinista, estaba
dirigido contra una asociación de gimnastas alemanas de París.
Cartas de
Frederick Engels 1882
Engels a Eduard Bernstein en Zurich
Fuente: MECW
Volumen 46, p. 353;
Primera publicación: en su totalidad, en Marx Engels Archives, Moscú, 1924;
Transcrito: Andy Blunden
Londres,
2-3 de noviembre de 1882
Estimado Sr. Bernstein:
Todavía no han recibido pruebas ( acaba de llegar 3/11 ). Por
otro lado, han obtenido de Bebel el Acta del Seguro de Accidentes y de Salud
de 1882, pero no la anterior, que representa el verdadero socialismo
de Bismarck, sin las divisiones parlamentarias. Esto me gustaría mucho,
quizás junto con otros asuntos relacionados con el Banco de Seguros de
Accidentes; sin eso no puedo hacer nada.
Muchas gracias por Marquis Posener [apodo de la Bolsa de valores
para Märkisch-Posener Railway Company] . No necesito todos los
detalles con respecto a los ferrocarriles restantes. Los precios
de principios o mediados de 1879 (antes de que se supiera nada sobre
la nacionalización) serían suficientes. La diferencia entre entonces y
ahora sería una prueba suficiente de la forma en que el estado ha comprado a la
burguesía.
En muchos aspectos, Lassalle era un buen jurista y, además, había
estudiado su derecho romano de herencia lo suficiente como para impresionar a
los juristas según su conocimiento. (Impresionar era su expresión
favorita, mientras contemplaba la Piedra Rosetta en el Museo Británico, le dijo
a Marx: "¿Debería, piensas, dejar de lado seis meses para impresionar a
los egiptólogos?") En Alemania todos uno tiene que hacer es elaborar algún
punto de acuerdo con una teoría particular, y los juristas de hoy han olvidado
que la teoría elaborada por Lassalle fue levantada palabra por palabra
de la Filosofía del Derecho e Historia de Hegel y, además,
no se sostiene si se aplica a la ley romana de herencia; esto no
evolucionó a partir de lo que Hegel llamó 'la voluntad'; más bien,
evolucionó de la historia de los romanos gens, el grupo de
parentesco tribal del que, de hecho, pocos juristas saben mucho. Por
cierto, solo dije que me vería obligado a demoler la leyenda de Lassalle como
un pensador original, y eso es absolutamente esencial.
No había visto la carta de Lafargue en el Prolétaire y
ciertamente pediré que me la envíen desde París, aunque es poco probable que la
tenga. Si aún la tiene, me gustaría que me la envíe; lo tendrás de
regreso. Por cierto, Malon debería estar en guardia; Lafargue tiene
un montón de cartas comprometedoras de él.
El artículo absurdo de Picard ciertamente ha sido
rechazado en el Citoyen, como Marx vio con sus
propios ojos. Vamos a eso, el hombre que te lo envió, marcado en azul, no
sabe francés; él ha subrayado como una observación chovinista
del paso de Citoyen que Picard atribuye a los
explotadores burgueses ... ligue des patriotes ... no Gambetta
est la tête ! [explotadores burgueses ... liga patriótica ... de
la cual Gambetta es el jefe]Lo he marcado en rojo. Picard disfruta
oponiéndose a Guesde y, a modo de broma desagradable a este último,
contrabandeó el artículo en el periódico; si un departamento editorial
apropiado fuera una posibilidad allí, esta tontería no habría ocurrido.
Ahora, para el "nada menos que un rendimiento acreditable presentado
por los editores del Citoyen en el affaire Godard". Por
casualidad, sabemos todo sobre esto, ya que Marx había escuchado a menudo el
cuento cuando estuvo en París, tanto de los que habían participado como de los
que no habían tenido nada que ver con eso. Después de un incidente en una
reunión, Godard fue a la oficina de redacción del Citoyen, donde
recibió una amable recepción por parte de Guesde, quien todavía tiene algo de
debilidad, de un personalnaturaleza - para sus antiguos hermanos
anarquistas. En medio de una conversación tranquila, Godard, sin ninguna
excusa, repentinamente le propinó a Guesde un golpe violento en la
cara. Los demás se pusieron de pie, y Godard, como el cobarde anarquista
que era, se refugió en un rincón; seguro que no lo tratarían mal, a un prisionero . Y,
en lugar de golpearlo en la pulpa, los infantiles Citoyen caps
conferidos juntos y decidieron qu'en effet il fallait le lâcher
parce qu'il - était prisonnier [que en realidad debería ser dejar
ir porque era un prisionero]!! Godard se fue apurado, triste de decir, sin
disculparse. Pero a la noche siguiente, cuando se sabía que la mayoría de
los editores estaban ausentes, una docena de anarquistas armados (con garrotes,
etc.) entraron por la fuerza a la oficina y, con amenazas, exigieron
satisfacción de algún tipo. Massard, sin embargo, se mantuvo firme, y
tuvieron que retirarse con las manos vacías. Pero ahora se informó
a la federación del centro ; por varias noches pusieron a
los hombres de trabajo en guardia, y los messieurs les anarchistes no
regresaron.
Pero ahora le pediría que me diera una idea del tipo de cosas en las que
se supone que 'nada menos que acreditable', etc., ha consistido.
La esencia de su carta apunta a la conclusión de que no está obteniendo
el Citoyen con regularidad y, por lo tanto, además de Égalité y Prolétaire,tienen
que depender de las cuentas proporcionadas por camaradas en París que, a su
vez, dependen exclusivamente de los servicios de Malon and Co., respecto de los
cuales su credulidad parece no haber asumido proporciones
insignificantes. En mi opinión, sin embargo, el órgano del Partido no debe
en ningún caso permitir que su juicio sobre un movimiento obrero en un país
extranjero sea influenciado indebidamente por camaradas en la capital de ese
país que, después de todo, son una población cambiante. Las asociaciones
alemanas en el exterior son sin duda las peores fuentes de información sobre el
movimiento en el extranjero; rara vez tienen una vista de pájaro y
generalmente tienen sus conexiones particulares con la exclusión de otras, lo
que significa que no pueden participar en la vida cotidiana y el desarrollo del
movimiento a su alrededor; finalmente, persisten en la creencia de que,
incluso hoy en día, todavía tienen un significado más que pasajero para
las masas en realidad dentro de Alemania. ¿Qué hubiera sido de nuestra libertad
de formarse una opinión sobre el movimiento inglés o el no movimiento, si
hubiéramos prestado la más mínima atención a la mayoría cambiante de la London
Society? ¿Y no son las asociaciones alemanas en Nueva York igualmente
acríticas en su actitud hacia el movimiento obrero estadounidense? Toda
asociación desea, por encima de todo, ser considerada importante, y por lo
tanto, en ausencia de un liderazgo muy enérgico e inteligente, caerá presa
fácil de cualquier extranjero que conozca las cuerdas. ¿Le hemos prestado
la más mínima atención a la mayoría cambiante de la London Society? ¿Y no
son las asociaciones alemanas en Nueva York igualmente acríticas en su actitud
hacia el movimiento obrero estadounidense? Toda asociación desea, por
encima de todo, ser considerada importante, y por lo tanto, en ausencia de un
liderazgo muy enérgico e inteligente, caerá presa fácil de cualquier extranjero
que conozca las cuerdas. ¿Le hemos prestado la más mínima atención a la
mayoría cambiante de la London Society? ¿Y no son las asociaciones
alemanas en Nueva York igualmente acríticas en su actitud hacia el movimiento
obrero estadounidense? Toda asociación desea, por encima de todo, ser
considerada importante, y por lo tanto, en ausencia de un liderazgo muy
enérgico e inteligente, caerá presa fácil de cualquier extranjero que conozca
las cuerdas.
Tampoco tiene ninguna otra fuente, es decir,
aparte de Malon en segunda mano , por su reiterada afirmación
de que en Francia el "marxismo" sufre una marcada falta de
estima. Ahora bien, lo que se conoce como "marxismo" en Francia
es, de hecho, un producto totalmente peculiar, tanto que Marx dijo una vez a
Lafargue: " Ce qu'il ya de certain c'est que moi, je ne suis pas
Marxiste ". [Si algo es cierto, es que yo mismo no soy
marxista] Pero si, el verano pasado, el Citoyenfue capaz de
vender 25,000 copias y lograr una posición tal que Lissagaray arriesgó su
reputación para poder controlarla, ¿no le parecería algo incompatible con la
falta de estima que usted insiste? Aún más incompatibles, sin embargo, es
el hecho de que dicha falta de autoestima no impide que esos tipos de disfrutar
de una estima tan grande que les permitan, después de haber sido arrojado por
accidente fuera del Ciudadano, para poner en marcha un
importante diario nuevo el auto el mismo día y, apoyado casi
exclusivamente por trabajadores y pequeño burgueses (ouvriers et petit
industriels como lo dice Lafargue), para mantenerlo funcionando
durante casi una quincena a pesar del hostigamiento de los propietarios del
viejo Citoyen,y encuentre un capitalista con quien va a negociar el
destino del periódico, o no mañana. Los hechos hablan tan
claramente por sí mismos que Malon sin duda tendrá que tragarse su "falta
de estima". Sin embargo, es tan grande la "estima" en la
que se encuentra el propio Sr. Malon que, tras solicitar a Rochefort un aumento
de la tarifa que le pagan por sus artículos Intransigentes ,
recibió la respuesta: " Je vous paierai plus si vous écrivez"
moins . ' [Te pagaré más si escribes menos.]Uno de estos días,
Malon debería intentar fundar un diario en París sin siquiera un cuarto de
dólar en el bolsillo, y luego podría mostrarnos cuál es su aprecio. disfruta es
capaz de hacer.
Pero suficiente. Le he pedido a Lafargue que envíe el Égalité al Sozialdemokrat a
modo de intercambio, y hoy él escribe para decir que lo hará, a cambio de lo
cual envía amablemente al Sozialdemokrat al Égalité. Si
la Égalité no llega con regularidad, solo tiene que colocar
una línea en una postal a P. Lafargue, 66 boulevard de Port-Royal, París.
En cuanto a los artículos de Vollmar, el primero en particular, ya que
estaba directamente en contra de aquellas personas que cuestan lo que
pueden, están clamando por la derogación de la Ley Antisocialista, fue
muy bueno y dio en el clavo. El segundo lo leí bastante antes de un viaje,
con 3 o 4 personas hablando a mí alrededor. De lo contrario, no habría
tomado la visión indulgente que de hecho hice del lenguaje excesivamente
ferviente que, en conclusión, aboga por el uso del Partido. Bebel tiene
razón acerca de este punto que, sin embargo, creo que toma demasiado en
serio. La verdadera debilidad del segundo artículo (que sí lo señalé, pero
le di poca importancia) radica en su idea infantil de la revolución que está
por comenzarpor el mundo entero dividiéndose '¡Un Guelph! A
Waibling! ', En 2 ejércitos, en un lado nosotros mismos, en el otro la
totalidad de la' masa reaccionaria única’. Es decir, la revolución es
comenzar con el quinto acto, no con el primero, en el que las masas
de los partidos de oposición se ponen hombro con hombro contra el gobierno y
sus errores y así triunfan, con lo que uno tras otro de los partidos
individuales entre los vencedores pierde su eficacia y se sale de la carrera ,
hasta que finalmente la masa del pueblo se vea forzada de nuestro lado, en cuya
coyuntura puede tener lugar la batalla decisiva tan aclamada por
Vollmar. Sin embargo, en este contexto, el punto era secundario; lo
que importaba era la demostración de que, si los señores del "ala derecha"
se salieran con la suya, deberíamos poder librarnos de la Ley antisocialista en
condiciones que, si bien son más perjudiciales para el Partido que las Anti- La
propia Ley Socialista, permitiría a estos señores publicar hojas como la de
HamburgoGerichts-Zeitung, etc., y pasarlos como órganos del
partido. En esto, estoy totalmente de acuerdo con Vollmar y, de hecho,
escribí y le conté a Bebel tanto.
Ayer saqué a su nombre, 137 alte Landstrasse, Riesbach, un giro postal
por 12 / - = 15.10 frs en pago de la suscripción de Marx y. Amablemente
recuérdame cuando esto vuelva a ocurrir.
Felicidades por entrar en su séptimo mil.
Atentamente,
FE
FE
En vista de su enmienda en el prefacio, ya no hay ninguna llamada a
aludir a la Conferencia de Wyden, y por lo tanto, la eliminaré. Amablemente
envíeme 2 pruebas justas. La prueba se iniciará hoy o mañana.
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