Estudio de un movimiento político clandestino Ruedo ibérico 1972
Introducción...................................................................................................................................
El
poderío pasado: los comienzos de la guerra
civil.........................................................1
Génesis del
PCE...........................................................................................................................1
Infancia difícil..............................................................................................................................5
El viraje del Frente
Popular........................................................................................................11
La guerra civil. El apogeo del
PCE............................................................................................13
El PCE de la guerra civil. ¿Un partido
aburguesado por su reclutamiento? ..............................21
2. La clandestinidad........................................................................................................................25
La época de ajuste de cuentas.....................................................................................................25
Las primeras organizaciones
clandestinas..................................................................................27
Las esperanzas
frustradas...........................................................................................................29
Instalación en el exilio. La guerra
fría........................................................................................30
La
desestabilización...................................................................................................................33
La política de reconciliación nacional. La vía
pacífica..............................................................37
El partido atacado por su izquierda. Las
escisiones...................................................................43
El PCE en el movimiento comunista internacional.
La crisis checoslovaca y sus consecuencias internas........................... 48
3. La organización del movimiento comunista español................................................... 53
La estructura
formal..................................................................................................................53
El poder en el partido. El funcionamiento
real...........................................................................55
La implantación del
partido........................................................................................................58
El financiamiento .......................................................................................................................61
Los medios de propaganda
.........................................................................................................64
La formación de militantes.........................................................................................................67
Efectivos y origen de los militantes
...........................................................................................68
El reclutamiento
.........................................................................................................................72
Los dirigentes. Las grandes figuras del
partido..........................................................................73
Los comunistas
disidentes..........................................................................................................76
4. La imagen del comunismo en España...................................................................................80
El PCE, partido del orden. Los comunistas,
exilados entre los exilados..............................80
Los”rojos”: elección entre”Cristo y Lenin”.............................................................................82
El héroe comunista. Los comunistas vistos por ellos mismos y por sus
simpatizantes.............90
El anticomunismo de
izquierda..................................................................................................96
Los católicos y el comunismo....................................................................................................97
La imagen del comunismo según los
sondeos...........................................................................99
5. Las funciones políticas del comunismo en España..............................................................102
Las funciones de un
partido clandestino
..................................................................................102
El programa comunista.............................................................................................................104
El relevo del franquismo
..........................................................................................................109
La función de socialización y renovación de una élite obrera
.................................................112
La función de legitimación
del régimen. El espectro del comunismo.....................................117
Conclusión...............................................................................................................................123
Índice
Siglas.............................................................................................................................130
Bibliografía...............................................................................................................................133
Introducción
Incluso sus mismos adversarios rinden homenaje al valor de los comunistas
españoles quienes, hombres perseguidos que desde hace más de treinta años,
sacrifican su libertad y a veces su vida por fidelidad a un ideal político. Y
esa dignidad casi trágica de los republicanos en el exilio, sean o no
comunistas, no suscita menos admiración y simpatía aunque estén matizadas por
cierta incomprensión.
Sin embargo, estos sentimientos, propios a todos aquellos cuya
experiencia política ha sido marcada por la guerra civil, o que, siendo más
jóvenes, manifiestan ahora un interés casi afectivo por la vida política de
España, no pueden justificar por sí solos la publicación de un libro consagrado
a los comunistas españoles, y mucho menos proporcionar su materia. ¿Puede un
libro de este tipo ser otra cosa que un martirologio, una especie de catálogo
de lemas anticomunistas que el franquismo no ha dejado de utilizar para
justificarse? ¿Es, al mismo tiempo, útil para conocer los mecanismos políticos,
posible en cuanto a la documentación disponible, y oportuno, estudiar el
comunismo español, no bajo un punto de vista histórico sino en su realidad
actual?
A nuestro parecer se puede responder afirmativamente a este triple
interrogante. No es necesario insistir mucho sobre el interés intrínseco de un
estudio sobre organizaciones comunistas clandestinas. En efecto, el campo de
investigación que ofrecen los grupos políticos clandestinos de todas
tendencias, hasta ahora, ha sido especialmente descuidado por los politólogos,
que se dedican casi exclusivamente al estudio de los partidos legales. Por otra
parte, hasta ahora los especialistas del comunismo no se interesaron apenas
sino por tres tipos de partido comunista: los grandes partidos de masas que
funcionan legalmente en los países de democracia occidental (1); los
partidos que ocupan el poder en los Estados socialistas; y los partidos del
Tercer mundo (2). En
contrapartida, los investigadores continúan ignorando otras categorías de
partidos comunistas; esto es lo que pasa especialmente a los que tienen que
enfrentarse con regímenes autoritarios de tendencia conservadora, a los
partidos clandestinos, como tales, lo mismo que a los partidos de los países
capitalistas medianamente desarrollados y poco más o menos próximos de la fase
del "despegue económico".
He aquí la razón de ser de este estudio: el movimiento comunista español
se halla en una situación que se caracteriza precisamente por la existencia
simultánea de estos diversos rasgos. Además, no puede menos que poseer un
interés suplementario de las investigaciones paralelas que se efectúan en el
Centro de Estudios de Relaciones internacionales sobre los movimientos
comunistas de Portugal, Turquía y Grecia.
Cabe preguntarse si es posible estudiar los grupos comunistas españoles a
partir de la documentación disponible actualmente. Los estudios de partidos
políticos son raros, incluso en los países de democracia a la occidental en los
que su existencia no se ve amenazada ni faltan las fuentes de documentación.
Pero estos estudios son más raros aún, cuando no totalmente inexistentes, en
los países que no reconocen una existencia legal a los partidos. Tal es la
situación en la España franquista en la que los partidos están prohibidos y
donde el Movimiento que salió de la Falange pretende monopolizar la expresión
de cierto pluralismo político.
Prácticamente, no existen monografías serias sobre los partidos políticos
españoles, ya sea en su forma actual, ya en la forma legal que presentaban bajo
la segunda República. A lo sumo, hay un buen estudio sobre la Falange (3) (esto
es, sobre un movimiento político y una etapa de la historia de España más bien
que sobre un partido) y diversas obras de propaganda procedentes de los mismos
partidos o, al contrario, de fuentes próximas al gobierno (4). Del
mismo modo, también pueden citarse, aunque no sea más que a título de
información, algunas obras de carácter histórico referentes al anarquismo y a
los partidos bajo la monarquía parlamentaria(5).
Al estudiar simultáneamente un movimiento político clandestino y un
partido español, nuestro trabajo se orienta en dos direcciones apenas
exploradas. La falta de estudios anteriores consagrados a los comunistas
españoles, y los obstáculos que se oponen a la observación directa de agrupaciones
políticas ilegales no podían menos de hacer surgir ciertas dificultades de
documentación. Sin embargo, un trabajo previo de exploración general nos ha
revelado que las posibilidades de información sobre el tema no eran del todo
inexistentes y que, del mismo modo, los círculos comunistas españoles ofrecían
materia abundante para justificar un estudio monográfico.
En conjunto, el balance de la documentación disponible es bastante
positivo en lo que se refiere a los orígenes del PCE y al periodo de existencia
legal, bajo la segunda República y durante la guerra civil (6). Lo
mismo puede decirse, aunque con ciertas reservas, de los primeros años que
siguieron a la victoria de la zona nacionalista, a propósito de los cuales se
puede utilizar el testimonio, probablemente muy parcial, de los responsables
disidentes del partido que lo abandonaron durante la guerra mundial o
inmediatamente después de ésta (7).
Al contrario, las posibilidades de documentación son prácticamente
inagotables en lo que se refiere a los temas del anticomunismo difundido por la
propaganda oficial, la prensa y otros medios de información del régimen
franquista, o por los movimientos de la oposición republicana no comunista. En
este caso no hay más que seleccionar esta multitud de publicaciones aparecidas
a partir de 1936.
Asimismo es posible conocer, de manera más o menos suficiente, los
programas del PCE, e incluso de los movimientos disidentes, gracias a la prensa
clandestina (8) y
a colecciones de obras publicadas en Francia por editores vinculados al Partido
Comunista de España o al Partido Comunista francés (9).
Especialmente, las recientes obras de Santiago Carrillo dan numerosas
precisiones en este terreno (10),
así como, aunque de distinta forma, la investigación que Michel Adam ha
consagrado a los temas de la oposición comunista en España entre 1945 y
1963 (11).
En resumen, la única laguna importante para conocer la ideología y posiciones
comunistas se debe al hecho de no haber sido publicadas integralmente las actas
de los tres congresos del partido posteriores a la guerra, en 1953, 1960 y
1965. Las únicas fuentes disponibles, a este respecto, son los documentos
fragmentarios aparecidos en Mundo Obrero y en algunas otras
publicaciones clandestinas o editadas en el extranjero, y asimismo las obras de
Santiago Carrillo, que acabamos de mencionar.
No cabe la menor duda de que las dificultades de información continúan
siendo mucho mayores y a veces insuperables cuando se trata de captar la fuerza
actual y la realidad concreta del PEC o de los partidos comunistas rivales. Por
razones de seguridad y, quizá también, para dejar cundir ciertas sospechas
sobre su importancia real, las publicaciones de estos partidos no dan
prácticamente ninguna precisión sobre sus efectivos, el origen de sus
militantes, su organización, la difusión de su prensa y consignas. Por otra
parte, no se puede dar mucho crédito a las informaciones relativas a su
influencia real en las huelgas, manifestaciones obreras o estudiantiles y otros
actos de oposición al régimen actual; cada movimiento exagera todo lo posible
su participación en estos acontecimientos, cuando no se atribuye todo el
mérito. Por las mismas razones, sería peligroso fiarse demasiado de las
informaciones de los diferentes órganos de la prensa clandestina sobre los
conflictos y rivalidades que oponen el PCE a los movimientos disidentes
"antirrevisionistas".
En este terreno hay que contar, por una parte, con las comparaciones, un
tanto discutibles, hechas a partir de las raras informaciones publicadas por la
prensa legal o clandestina española y por los diarios, revistas y algunas obras
de origen extranjero(12).
Por otra parte, hemos intentado completar y comparar los datos dispersos así
obtenidos con las "impresiones" que podían sacarse de entrevistas con
personas consideradas como informadas de la realidad, de la frecuentación de
las reuniones de comunistas españoles en Francia, o incluso de la lectura de
novelas que tratan de los comunistas aunque sólo sea incidentalmente.
Estos procedimientos son discutibles desde el punto de vista científico y
multiplican las posibilidades de error y de falseamiento de la interpretación
de los hechos. Asumimos este riesgo ya que nos parece imposible evitarlo en el
estudio de un movimiento político clandestino. Pero, en resumidas cuentas, ¿es
oportuno publicar hoy los resultados de tal investigación? ¿No se corre el
riesgo con ello de presentar una realidad fugaz, dar demasiada importancia a la
coyuntura, o a la imaginación literaria? ¿No existe el peligro de dar
demasiadas precisiones sobre lo que se ha llegado a conocer y, por esto mismo,
prestar una ayuda involuntaria a quienes persiguen a los comunistas españoles?
En cuanto al primer punto cabe pensar efectivamente que la publicación de un
estudio sobre el movimiento comunista español hubiera sido prematuro hace unos
años, dado el inmovilismo que caracterizó largo tiempo la situación política de
la España franquista. Durante todo el periodo transcurrido entre 1939 y 1960,
aproximadamente, las apreciaciones sobre las oposiciones al régimen eran, en
cierto modo, gratuitas a causa de la solidez del poder establecido y del débil
eco que aquéllas suscitaban en la masa de la población.
Hoy las cosas ya son muy diferentes. El desarrollo económico del país, la
aparición de la agitación obrera y estudiantil, la apertura, en España misma,
de un debate casi público sobre el posfranquismo empiezan, en efecto, a
modificar sensiblemente el juego político y a transformar -ciertamente de una
forma muy tímida aún- la naturaleza del sistema de gobierno instaurado después
de la guerra civil. Hasta tal punto que ya no es ilusorio preguntarse qué papel
desempeñan los comunistas en este contexto en curso de transformación.
Por su parte, el peligro que podía suponer la eventualidad de algunas
indiscreciones puede evitarse tomando ciertas precauciones referentes a la
publicación y presentación de las informaciones reunidas. Cuando se trata de
datos concretos sobre estructuras y personas, nuestra norma consiste en
mencionar solamente los que hemos recogido de fuentes impresas o a
multicopista, legales e ilegales, pero accesibles a todos los que se dediquen a
un estudio sistemático de este tema. Al contrario, las raras informaciones verdaderamente
inéditas recogidas en conversaciones, o por otros cauces, son reproducidas de
forma suficientemente imprecisa para no traicionar ningún secreto por
insignificante que parezca.
Una vez expuestas las circunstancias y razones que animaron la realización
de este trabajo, tenemos que añadir algunas precisiones sobre su concepción y
problemática. En general, los estudios consagrados a partidos políticos legales
los enfocan sobre todo bajo su aspecto manifiesto, en su realidad humana y
organización, en tanto que elementos más o menos integrados en un conjunto
político nacional. Todo lo que se refiere a organización, efectivos, y
propaganda y resultados electorales de estos partidos es particularmente
privilegiado. Ahora bien, es totalmente inútil servirse de tales criterios a
propósito de organizaciones clandestinas que no pueden manifestarse por medio
de elecciones, cuya propaganda sólo puede circular a escondidas, y para las que
una de las principales preocupaciones consiste en disimular lo más posible su
realidad concreta.
Además, parece ser que el valor subjetivo de los partidos clandestinos,
la imagen que la población se forma de ellos bajo la influencia de recuerdos o
de propagandas opuestas, tienen tanta importancia, por lo menos, como su realidad
material, más aún que en los partidos legales. La misma ideología y los
programas, que sólo se pueden conocer sin dificultad desde el extranjero, son
más imaginados que conocidos por la población a que van dirigidos.
El carácter clandestino del movimiento comunista español nos lleva a
conceder una particular importancia a las funciones latentes que desempeña en
el sistema franquista, más bien que a su papel manifiesto, que parece bastante
insignificante. Sin embargo, el acento privilegiado que recae sobre el símbolo,
positivo o negativo, representado por el comunismo en España, no debe llevarnos
a descuidar el análisis de su organización, ideología, potencial humano y
acción. Centrar demasiado nuestro trabajo sobre la imagen del comunismo nos
llevaría tal vez a "descubrir el secreto de polichinela", intentando
demostrar lo que es de sobra conocido, y no permitiría establecer una relación
suficiente entre las representaciones y los objetos concretos que ellas
reproducen en parte, o contradicen. En consecuencia, se mantiene el equilibrio
entre el análisis global del tema del comunismo en España, y la referencia, lo
más exacta posible, a las organizaciones que son sus portavoces. Partiendo de
este principio, nuestra problemática se basa en dos series de hipótesis, unas
referentes a la función global del comunismo y del anticomunismo en el Estado
franquista, y las otras relacionadas con los problemas que se les plantean a
las mismas organizaciones comunistas, estudiadas en tanto que conjuntos
relativamente autónomos.
Aunque, en el primer momento, parezcan bastante contradictorias, las
hipótesis que se sitúan en el plano del sistema político global tienden, según
nuestra opinión, a completarse. La primera, desarrollada por Salvador de
Madariaga (13),
sostiene que la represión y la propaganda ejercidas por el régimen franquista
refuerzan objetivamente el prestigio del comunismo: la prohibición de toda
actividad política favorece los partidos más preparados para la acción
clandestina, esto es, ante todo el PCE. Al mismo tiempo, la propaganda oficial,
al atribuir al Partido Comunista, todos los actos de oposición, incluso
aquellos de que no es responsable, y acusar de comunistas indistintamente a
todos los que se oponen al régimen, aumenta su importancia. Salvador de
Madariaga opina igualmente que, al desacostumbrar a los españoles a la
información libre y a la participación política, el régimen los condiciona en
el sentido de la aceptación pasiva de una "revelación venida de
arriba", que es, según él, una de las características esenciales de las
prácticas comunistas (14).
Pero, viceversa, se puede pensar que la exaltación de la amenaza
comunista y la misma existencia de una organización comunista sirven al régimen
al proporcionarle una justificación. La tesis del "complot
rojo" (15) es
la que se invoca con más frecuencia para legitimar la intervención de los jefes
militares contra el gobierno legal en 1936. Del mismo modo, a partir de esta
fecha, la propaganda del régimen jamás ha dejado de alegar la persistencia de
un proyecto revolucionario comunista para justificar su carácter represivo y
presentarse como el único baluarte eficaz contra la "subversión
marxista" (16).
Es cierto que la acción y las actitudes de las dos partes adversas son
más equívocas desde hace unos años, en función de la liberalización iniciada
por el régimen en 1962, y de la aparición de una nueva oposición de extrema
izquierda, con frecuencia animada por comunistas disidentes. No obstante, estos
cambios parecen afectar más bien las relaciones entre el PCE y las otras
organizaciones revolucionarias clandestinas que el equilibrio global de un
régimen que, a pesar de ciertas mitigaciones, continúa siendo fiel a sus
opciones autoritarias y anticomunistas.
A este respecto, las hipótesis que pueden formularse para el análisis
interno del movimiento comunista español, aparentemente, no son menos
contradictorias en apariencia que las formuladas a propósito de su inserción en
el conjunto del sistema político. En efecto, en un sentido la tendencia,
general de los partidos comunistas a convertirse en reductos culturales y
sociales debía ser todavía más clara en los partidos clandestinos. La
clandestinidad contribuye inevitablemente a establecer lazos particularmente
sólidos entre militantes expuestos a los mismos peligros y que comparten los
mismos valores, prácticamente ignorados por el resto de la población. Además,
el exilio prolongado de un buen número de miembros del Partido Comunista de
España, así como el ostracismo que practican con ellos la mayoría de los otros
refugiados republicanos, debía igualmente aumentar su cohesión y su fidelidad a
unos valores comunes y a una misma organización protectora.
Pero, al mismo tiempo, la constatación de múltiples puntos de fricción,
que contribuyen a la fragmentación actual del PCE, corrobora la hipótesis
contraria, que atribuye un poder de división a la situación de clandestinidad.
En primer lugar, las tensiones crónicas que separan a los dirigentes emigrados
y a los comunistas del interior, parecen confirmarla. Lo mismo sucede
probablemente en lo que concierne a la división más reciente de estos últimos
en fracciones más o menos antagonistas, que, en parte, tal vez se deban a la
compartimentación y al verbalismo impuestos a toda organización ilegal.
En definitiva, el conjunto de hipótesis que acaban de presentarse se
resumen en una idea sencilla: la clandestinidad produce efectos positivos en
cuanto al prestigio del comunismo en España, por lo menos, en comparación con
el de las otras fuerzas de oposición, pero, al mismo tiempo, lleva consigo
consecuencias negativas en otros terrenos, especialmente en lo que concierne a
la acción, la implantación efectiva y la unidad. La ambigüedad de esta proposición
inicial demuestra de antemano hasta qué punto las conclusiones que se saquen de
los razonamientos que siguen serán también discutibles y ambiguas. Todavía
tenemos que hacer constar que los dos primeros capítulos consagrados a la
historia del movimiento comunista en España, antes y después de la guerra
civil, solamente aportan una información bruta, indispensable para la
comprensión de las actitudes de los españoles comunistas y de los españoles en
general, frente al comunismo, pero, a menudo, distante de la realidad actual.
Esta será analizada esencialmente en los otros tres capítulos dedicados
respectivamente a la organización comunista, a la imagen del comunismo en
España y a las funciones políticas desempeñadas en el régimen franquista por el
PCE y los grupos comunistas disidentes.
Añadamos, para matizar la distinción hecha aquí entre el Partido
Comunista de España y las otras formaciones comunistas, que aquélla, en gran
parte, no es sino una precaución de lenguaje un tanto convencional. De hecho, a
continuación vamos a tratar particularmente del PCE (17) solo;
y esto, no por ignorancia de los grupos rivales actuales -que entran igualmente
en el campo de este estudio- sino porque el PCE "original" coincidió
largo tiempo con la casi totalidad del movimiento comunista en España, porque
aún conserva hoy una supremacía bastante neta sobre éste, y porque continúa
representando al comunismo para la masa de los españoles.
NOTAS
1. Estudiados, por ejemplo, en el
coloquio sobre los partidos comunistas francés e italiano organizado por la
Fundación nacional de Ciencias políticas, el 1 y 2 de marzo de 1968.
2. Tema de un coloquio organizado
en mayor de 1968 por el Centro de Estudios de Relaciones internacionales de la
Fundación nacional de Ciencias políticas de París.
4. Tales como la historia oficial
del partido publicada por el PCE (Historia del Partido Comunista de España (versión
abreviada), La Habana, Editora política 1964 285 p.) o el requisitorio
anticomunista lanzado por E. Comín Colomer (Historia del Partido Comunista
de España, primera etapa, Madrid, Editora nacional, 1967, 2 vol., XVI-653,
765 p.).
5. Véase a este respecto G.
Fernández de la Mora: "La estasiologia en España",Revista de
Estudios Políticos, 116, marzo-abril de 1961, p. 5-48. Hay que señalar
igualmente un breve pero excelente estudio de conjunto de los partidos
españoles debido a J.J. Linz: "The Party System of Spain: Past and
Future" p. 197-282 en S.M. Lipset S. Rokkan, ed.: Party System and
Voter Alignments, New York, The Freepress, 1967. Véase también C.M.
Lorenzo: Les anarchistes espagnols et le pouvoir, París, Seuil, 1961,
431 p., J. Becarud, G. Lapouge: Anarchistes d'Espagne, París, André
Balland, 1970, 164 p.
6. A este respecto hay que citar
especialmente el libro de D.T. Cattell: Communism and the Spanish Civil
War, Berkeley, Los Angeles, University of California Press, 1955, XII-290
p. La historia oficial del PCE y la "contrahistoria" publicada en
Madrid por E. Comín Colomer proporcionan igualmente numerosas informaciones
sobre este periodo. Además, la mayor parte de las numerosísimas obras sobre la
guerra civil reservan un espacio importante al estudio del PCE.
7. Véase, en particular: E. Castro
Delgado: J'ai perdu la foi á Moscou, Gallimard, 1950, 352 p.;
"El Campesino" (V. González): La vie et la mort en URSS (1939-1949),
París, Les Iles d'Or, Plon, 1950, 222 p.; J. Hernández: La grande
trahison. París, Fasquelle, 1953, 255 p.
8. El bimensual Mundo
Obrero, órgano oficial del PCE, aparece regularmente. El PCE también
publica las revistas Nuestra Bandera y Realidad así
como diversos periódicos especializados. Los dos partidos
"prochinos", publican Mundo Obrero (ML),Vanguardia
Obrera y una revista teórica titulada Revolución Española.
11. M. Adam: Etude sur les
thèmes de 1'opposition communiste en Espagne de 1945 á 1963, París 1965,
353 p. a multicopista (Memoria DES, Ciencia política).
12.
La fuente más precisa a este respecto es: "Spain", p. 144-148
en Yearbook on International Communist Affairs 1966, Stanford
University Press, Stanford, 1967.
15. Véase a propósito del
"complot comunista" B. Bolloten: The Grand Camouflage, Londres,
Pall Mall Press, 1960, XII-350 p. Como todos los regímenes de inspiración
fascista, el franquismo se presentó primero como "un anticomunismo"
(la expresión está tomada de Maurice Duverger en Institutions
politiques et droit constitutionnel, 10ª edición. París, Presses
Universitaires de France, 1968, p. 379).
16. Max Gallo, en su Historia
de la España franquista, menciona en cada capítulo declaraciones oficiales
referentes a tal "complot".
17. Dividido, desde septiembre de
1970, entre las dos tendencias dirigidas por Santiago Carrillo y Enrique
Líster.
Bibliografía
ofrece el libro:
Broué, Pierre y Témime, Emile: La Révolution et la guerre d'Espagne.
París, Les Editions de Minuit, 1961, 544 p. [Edición española: La revolución y
la guerra de España (Primera parte) ]
Claudín,
Fernando: La crisis del movimiento comunista. I. De la Komintern al Kominform.
París, Ruedo ibérico, 1970, 704 p. [La crisis del movimento comunista. De la
Komintern al Kominform, primera parte ]
Maurín,
Joaquín: Revolución y contrarrevolución en España. (sl), Ruedo ibérico, 1966,
290 p. Contiene, en relación a las ediciones de 1935 y 1957, un capítulo
suplementario sobre los comienzos del comunismo en España. [Hacia la segunda revolución]
Soria, Georges: Trotskyism in the Service of Franco,
Facts and Documents on the Activities of the POUM. New York, International Publishers
(sf), 48 p. Tentativa de justificación de las acciones emprendidas durante la
guerra civil contra los ”trotsquistas” del POUM. [Trotskyism in the Service of
Franco] Uribe, Vicente: Todos unidos
Trotskismo
al servicio de Franco
Un
registro documentado de la traición por el POUM en ESPAÑA
Georges Soria
Londres
Londres
Lawrence y Wishart
Bibliografía que he buscado que hace referencia el libro
José Díaz
Ramos: Tres años de lucha. Por la unidad, hacia la victoria
Informe
pronunciado en el Pleno del CC del PC celebrado en Valencia los días 5 a 8 de
marzo de 1937
[VIDEO]
Pleno del PCE en 1937: Por la unidad hacia la victoria
Tesis doctoral El PCE en la Guerra Civil. Fernando Hernández Sánchez
Los leninistas-
trotskistas acusa al POUM de traición de pasarse al enemigo y los leninistas-
estalinista acusaron de ser trotskista, de traición y de estar al servicio de Franco. El único partido marxista revolucionario que había.
Contra la
traición del POUM y sus apologistas de ayer y hoy
Trotskismo
vs. frentepopulismo en la Guerra Civil Española.
Cita:
El POUM se había pasado al enemigo
de clase al firmar en enero de 1936 el “Pacto Electoral de la Izquierda”
León Trotsky, escritos sobre España (La revolución española al día)
La represión de la Revolución Española.
El
P.O.U.M. nunca fue trotskista
Vida,
obra y muerte de Andreu Nin
En defensa del POUM
Trotski y el POUM: un balance
[El
marxismo en España (1919-1939)] Historia del BOC y del POUM
Qué es y qué quiere el Partido Obrero de Unificación Marxista
Operación Nikolai. El secuestro y asesinato de Nin (1992) M. D. Genovès
Estalinismo
y antiestalinismo en España
Juan
Manuel Vera
Declaración
del Partido Comunista de España
Por la reconciliación nacional, por una solución democrática pacífica del problema español
Junio de 1956
Por la reconciliación nacional, por una solución democrática pacífica del problema español
Junio de 1956
Partido Comunista de España
HISTORIA DEL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA. (Versión abreviada 1960)
Redactada por una comisión del Comité Central del Partido, formada por la
camarada Dolores Ibárruri, que la ha presidido, y por los camaradas Manuel
Azcárate, Luis Balaguer, Antonio Cordón, Irene Falcón y José Sandoval.
Así destruyó Carrillo el PCE
Enrique Líster
Santiago Carrillo
España, primer ensayo de democracia popular
El origen del concepto de Frente Popular o Frente interclasista
Frente Popular o Frente Único Proletario y el Populismo de Podemos
"PODEMOS" – o como imperialismo comenzará su plan para frenar y
desviar la lucha de las masas
Como se gestó la pinza, entre Julio Anguita y José María Aznar. El lado
fascista de Julio Anguita y de Pablo Iglesias.
El homenaje de Cataluña a Nin y la reacción estalinista vergonzante desde
Red Roja
Homenaje
a Andreu Nin en el Parlamento de Catalunya: Anticomunismo de izquierdas
disfrazado de memoria histórica y revolución
Sobre la
autoría del artículo del Homenaje a Nin del Parlament de Catalunya
Trotsky justificando la represión de la insurrección de Kronstadt
Valentín González
Vida y muerte de Valentín González “El Campesino”
Valentín González "El Campesino" (1/5)
Valentín González "El Campesino" (2/5)
Valentín González "El Campesino" (3/5)
Valentín González "El Campesino" (4/5)
Valentín González "El Campesino" (5/5)
Niños de Rusia
Jesús Hernández Tomás
JESUS
HERNANDEZ TOMAS
(1907 -
1971)
NOTA
BIOGRAFICA
Jesús
Hernández Tomás (1907-1971), fue fundador del PCE y Ministro
de Instrucción Pública de la República Española durante la Guerra Civil
(1936-1939). Posteriormente fue expulsado del PCE y adherido a la
tendencia proyugoslava.
ESCRITOS
Pasionaria secretaria general del PCE, Jesús Hernández expulsado por
traidor (1942)
Protagonistas
de la España democrática. La oposición a la dictadura 1939-1969
Sergio Vilar y la oposición a la dictadura de Franco
Informe pronunciado por el comunista José Díaz en
Valencia, noviembre de 1937
Para
aplastar a Franco, más unidos que nunca dentro del Frente Popular
La lección política principal de José Díaz
Entrevista a Fernando Hernández Sánchez, autor del libro "Guerra o
Revolución. El Partido Comunista de España en la guerra civil"
“El PCE
se convirtió en la guerra en el mejor partido republicano de la historia de
España”
Entrevista a Fernando Hernández Sánchez sobre "Guerra o Revolución.
El Partido Comunista de España en la guerra civil" (II)
“El PCE
fue, a mi juicio, el partido que mantuvo una visión más compleja del conflicto”
Perder la guerra fue perder la revolución entrevista a Fernando Hernández
Sánchez
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PCE (II)
DE LA RECONCILIACIÓN NACIONAL A LA CRÍSIS DE LA TRANSICIÓN
Por Francisco Erice Sebares
Profesor Titular de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo
Guerra Civil y Revolución
Mayo de
1937
La revolución traicionada
La revolución traicionada
La
Revolución y la Guerra Civil española
Sumario
- Introducción
- I ° parte
- Parte II °
XI.
Epílogo
José Díaz dando un discurso IX 1936
Operación Nikolai. El secuestro y asesinato de Nin (1992) M. D. Genovès
Las fracturas del comunismo español en el exilio: el caso de Jesús
Hernández
Fernando Hernández Sánchez
JESÚS
HERNÁNDEZ: FUNDADOR DEL PCE Y VÍCTIMA DEL ESTALINISMO
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