4 de agosto de 2015
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG ALEGRÍA:
Animo a todos los comunistas que se identifique con esta propuesta, la asistencia
a este encuentro.
Por Marat
El esforzado lector que responda a todas estas preguntas será premiado
con la Orden de Lenin Niño
Dándole vueltas a esto de la rendición de Syriza, el ciudadanismo
interclasista, la tribu podemita, sus rebajas ideológicas permanentes, los
Ahora en Cómún y toda la retahíla de contribuciones ni de izquierdas ni de
derechas o, de izquierda sí “ma non troppo”, se me ha ocurrido lanzarles una
pregunta, con su preámbulo correspondiente: “Dado que ya sabemos lo que puede
esperarse de esta “gente”, ¿qué de les ocurre que podría hacerse desde la
izquierda revolucionaria, es decir, desde la izquierda comunista?
Tranquilos, que no cunda el pánico, dejen que la orquesta del Titanic
siga tocando alegremente en cubierta. Tómense como actitud irónica la visión de
algunas escenas de “Y la nave va” de Fellini. Relájense esos
que intentan escapar a la pregunta desde la consabida pose de egipcio, dénle
una vuelta los ortodoxos que creen que recurriendo a las palabras sagradas del
Kremlin le hacen la cobra a la pregunta.
L´inchiesta se descompone en otras muchas preguntas, a cuál más sencilla
e impertinente. Se las voy exponiendo según me nacen del caletre:
¿En el contexto de capitalismo financiero e industrial desregulado internacionalmente, capaz de transferir su dinero de un país a otro en una fracción de segundo, cómo meterle la zancadilla desde una posición revolucionaria? Tómense un rato para sobreponerse a la pregunta.
¿Si ciudadano es = a consumidor de la banca, de los servicios
públicos/privados, de cualquier cosa porque ciudadanos somos todos, víctimas y
verdugos, trabajador/asalariado/explotado es = a…….? Muchos puntos suspensivos.
Miren dentro de su realidad los ilusos que se creían que eran clase media pero
descubrieron que habían descendido a la realidad del paro y a una
condición que les repugna admitir que son. No esquiven, la pregunta está ahí, delante
de sus ojos.
Si la “democracia” es tan opuesta no al capitalismo, palabra que a tantos
les irrita pronunciar porque, en el fondo, es su “Eldorado” mental, sino al
BCE, el euro, la UE no, claro (cuidado, que les muerde, pero les sigue gustando
por aquello de que un día llovió dinero de allí, sin preguntarse a cambio de
qué) y el FMI, ¿porqué todos los poderes económicos la reclaman y demandan de
ellos más transparencia, justo lo que hacen los partidos emergentes?
¿Si muchos de mis lectores creían que gobierno era = a poder y han
descubierto que no es así, porqué les ofende que se lo recuerde cuando opino en
mis textos sobre Syriza, Podemos o IU?
¿Si la crisis capitalista remite durante un período en el que parezca
recuperarse la macro y la microeconomía (la de las familias trabajadoras), qué
puede hacer una izquierda comunista, no para resistir, porque nos han derrotado
de la peor manera cuando la crisis era más aguda, sino para recuperar su
discurso, fortalecerse y avanzar en términos reales y no de la ficción parlamentaria?
¿Es posible la recuperación de una cultura comunista que no huela a
naftalina ni suene a textos bíblicos ni tampoco a travestismo reformista?
¿Cómo? Cuéntenmelo después de la publicidad.
¿Cómo crear una conciencia política que penetre en la clase trabajadora y
que no nos subordine al “cretinismo parlamentario” sino que sea capaz de crecer
sin depender de él y crear poder social?
¿Es posible encontrar puntos de unión entre las diversas culturas
comunistas que no pasen por las etiquetas, los nominalismos, las
descalificaciones mutuas y las verdades eternas sino que se basen en la
lealtad, la cooperación solidaria, la voluntad de encuentro, el esfuerzo en el
pensamiento y la reflexión y la unidad de acción en las luchas?
¿Sobre qué planteamientos asentar la unidad ideológica de una clase
trabajadora fragmentada en multitud de categorías que no han cambiado su
condición de explotada pero que han logrado hacerla creer que está
desapareciendo porque ya no lleva mono de trabajo?
¿Se puede seguir asegurando hoy que no se es comunista sino se milita en
un partido comunista, cuando la inmensa mayoría de quienes actualmente se
reconocen como tales no están organizados bajo tal forma, y no existen partidos
de vanguardia porque ésta ha de ser reconocida y toda vanguardia exige su
retaguardia?
¿Debemos los comunistas encontrar espacios de igualdad en la relación que
permitan pensar, elaborar, debatir y luchar codo con codo a los que no estamos
organizados bajo las formas clásicas con los que sí lo están? ¿Pueden
enriquecernos a todos estas nuevas fórmulas? ¿Podría nacer de ahí una nueva
organización comunista bajo la idea de no imposición de partido guía sino de
voluntad de encuentro y aprendizaje entre todos?
¿Cuáles podrían ser hoy esos puntos de encuentro en lo práctico, desde
una concepción laica y revolucionaria de la política, con unos objetivos de
lucha inmediata que nos permitieran ir preparando un programa político (no
electoral) de acumulación de fuerzas en el objetivo de derrocar el capitalismo
para iniciar una sociedad socialista?
Todas esas preguntas y muchas otras que exceden a mi inteligencia y a mi
capacidad van a ser planteadas a partir de Septiembre.
A finales de ese mes un grupo de marxistas realizaremos una primera
reunión abierta a todos los comunistas con y sin apellidos. Nacerá entonces un espacio
de encuentro comunista que será presentado previamente con el objetivo
de convocarnos a todos los que creemos en la lucha de clases, combatimos el
ciudadanismo y el populismo, perseguimos la centralidad de la clase trabajadora
en las luchas y pretendemos la destrucción del capitalismo para abrir paso al
socialismo sin caer en electoralismos espurios.
Pónganse las pilas. Traten de hacerse en voz alta las preguntas
planteadas y muchas otras más necesarias que nunca porque el futuro exige de
toda nuestra inteligencia y de toda nuestra capacidad de desafío.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario