31 agosto,
2015
No son
buenos tiempos para las ideas comunistas. A pesar de que la “crisis” económica
ha dejado al descubierto las costuras del sistema capitalista, la mayoría de
las respuestas de la izquierda política han sido enormemente pueriles.
Ningún
análisis profundo desde la óptica del marxismo se ha realizado. Las críticas al
capitalismo como un sistema económico intrínsecamente injusto han sido
sustituidas por absurdas apelaciones al bipartidismo como origen de los males
de la actual crisis. Se ha lanzado la idea que otro modelo social es posible
dentro del capitalismo, aunque la evidencia les golpee en la cara con la
realidad una y otra vez.
La misma
idea de crisis como algo coyuntural ha sido una referencia común en los
políticos de la izquierda. En lugar de admitir que la actual crisis es
simplemente un estadio normal del capitalismo, que es un sistema de acumulación
de capital por su propia naturaleza y que el término crisis simplemente se
aplica a una situación concreta cuando el deterioro del nivel de vida de las
clases trabajadoras alcanza a la clase media.
El abandono
de las ideas marxistas por parte de los partidos socialistas primero y
comunistas después no es un fenómeno nuevo. Hace décadas que los partidos
socialistas pasaron a la social-democracia primero y al social-liberalismo
después. Posteriormente los partidos comunistas fueron siguiendo esa senda. Es
imposible encontrar rastro de ideas comunistas en partidos como el PCF francés
o el extinto PCI italiano. En Europa es posible que solo el KKE griego y el PCP
portugués sigan siendo partidos realmente comunistas dentro de los partidos con
representación parlamentaria.
En España la
situación del PCE está cumpliendo los mismos pasos que el PCF y el PCI. Hace
años que el PCE abandonó el comunismo real por el parlamentarismo. Su presencia
en los lugares de trabajo, su imbricación con el sindicalismo y su movilización
en el conflicto fueron sustituidas por su participación en las instituciones.
Esta participación ha tenido el efecto de producir alguna buena ley y alguna
buena actuación, pero desde luego no ha conseguido ninguna mejora significativa
en la naturaleza del sistema económico que tenemos. La participación de IU en
el gobierno de la Junta de Andalucía de la legislatura anterior es el ejemplo
perfecto de esta situación.
La apuesta
actual del PCE por un movimiento desclasado pequeño burgués como Ahora en Común
es la última campanada de las doce para el PCE. La carroza se ha convertido en
calabaza y cualquier militante de buena fe que siga siendo comunista sabe que
el cambio no tiene vuelta atrás. La pérdida del PCE para la causa comunista
tiene un efecto muy importante para las ideas comunistas en este país. Aunque
como hemos dicho su deriva (des)ideológica había empezado hace años, el PCE
sigue siendo para mucha gente el referente comunista en España.
Precisamente
ahora que las ideas comunistas son más necesarias que nunca, precisamente ahora
que el capitalismo muestra su rostro más descarnado sin pudor, precisamente
ahora que la clase trabajadora se encuentra más desorientada en la búsqueda de
un referente político, precisamente ahora los partidos comunistas se baten en
retirada.
Por ello, se
hace más necesario que nunca construir un espacio de encuentro comunista donde
todas aquellas personas que quieran trabajar juntas bajo los principios del
marxismo puedan empezar la construcción de algo que llevará mucho tiempo, pero
que es la única alternativa al capitalismo y su canibalismo social inherente.
Hay que
reconocer que ha habido compañeros y compañeras de partidos comunistas
minoritarios que han mantenido firmes sus convicciones. Sin embargo, estos
partidos han demostrado también sus limitaciones. Es importante ser generosos
en el momento actual y pensar en un espacio de encuentro marxista en cual todos
estén invitados. A nadie se le debe pedir que abandone su actual militancia o
que adquiera una nueva. Solo debe ser necesario la defensa clara de los
principios comunistas y las ganas de trabajar por una sociedad donde el
capitalismo solo sea un mal recuerdo.
La tarea es
titánica y las armas pocas, pero no hay otra salida. El ciudadanismo desclasado
y los mesías de tertulia son solo macabras bromas de las que el capital se ríe
mientras aprieta un poco más el tornillo de la prensa bajo la cual se encuentra
la clase trabajadora.
Aunque se
trate de un reto muy difícil, un espacio de encuentro así permitirá al menos
que los comunistas trabajen juntos por algo que merezca la pena, mejor que en
partidos en los cuales la podredumbre alcanza ya la raíz.
Hay
iniciativas ya en este sentido y creo que pronto tendremos noticias de algo muy
bueno que se empieza a gestar.
Salud y
república
PROPUESTA:
“JUGUEMOS A LA REVOLUCIÓN EN VERANO”
CONVOCATORIA
POR UN ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA
UN PUNTO DE
ENCUENTRO
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