Wilebaldo Solano La larga marcha por
la verdad sobre Andreu Nin 1
NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Este documento
está en un capítulo del libro El POUM en la historia. Andreu Nin y la revolución
española de Wilebaldo
Solano. Le he añadido algunos enlaces complementarios.
Estas son las fuentes que he utilizado, reproduce los mismos textos,
pero con algunas diferencias.
La larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin
·
Un folleto de 1939
·
La resistencia del POUM
·
Las revelaciones de Jesús Hernández
·
El fin de una larga marcha
·
El crimen fue en Alcalá de Henares
·
Un ensayo de democracia popular
Andreu Nin
1892- 1937
Este
artículo analiza las revelaciones y la repercusión extraordinaria del
documental Operación Nikolai proyectado en 1992 por la
TV3 catalana. Asombrosamente dicha película no fue proyectada por TVE ni otra
cadena de proyección nacional a pesar de la campaña desarrollada al efecto por
la Fundación Andreu Nin, que contó con el apoyo de destacados intelectuales y
artistas.
Pocas veces
ha sucedido algo igual en los tiempos modernos: ha bastado un filme-reportaje,
el realizado por los periodistas de TV3 María Dolors Genovés y Llibert Ferri
bajo el título de Operación Nikolai y presentado al público de Cataluña la
noche del 5 de noviembre de 1992, para resolver el enigma de Andreu Nin,
aclarar definitivamente el sentido y los objetivos de la represión contra el
POUM y facilitar una nueva visión histórica de la revolución y de la guerra
civil de 1936-39 en España.
Parece
realmente un milagro, pero no lo es. Operación Nikolai es un film excelente, de
una gran belleza y tan dramático como conmovedor. Pero es, ante todo y sobre
todo, el resultado de una investigación seria y profunda, que ha durado seis meses
y que ha supuesto un esfuerzo enorme para el equipo que la ha llevado a cabo.
Lo mejor de ese esfuerzo ha consistido en penetrar en los archivos de la
Internacional Comunista y del propio KGB y en mostrar al mundo las pruebas
materiales y los documentos irrefutables que explican la conspiración contra el
POUM y el secuestro y asesinato de Andreu Nin en Alcalá de Henares, en junio de
1937, por la banda del general Orlov, instrumento de la GPU y de Stalin en la
España revolucionaria de los años 30.
Como he
dicho ya en otros lugares 2 ,
Operación Nikolai es un documental de confirmaciones y de revelaciones. En
primer lugar confirma casi todo lo que los militantes del POUM habíamos
explicado y repetido durante largos años, incluso en los frentes y en la clandestinidad
durante la guerra civil, en las prisiones y los campos de concentración dura la
segunda guerra mundial y durante la dictadura franquista. Casi todo lo esencial
está en nuestra prensa de la clandestinidad – sobre todo en la del periodo de
1937-39, bajo el régimen de democracia
popular de Negrín – y del exilio, en los folletos y libros publicados por
militantes o ex-militantes poumistas, en las obras de historiadores como Burnett Bolloten o Pierre Broué y en multitud de
publicaciones del mundo entero, incluso en algunas de dirigentes estalinistas m
nte men ás o menos arrepentidos.
Un folleto de 1939
A este respecto, me parece importante recordar dos obras: un
modesto folleto titulado El asesinato de Andrés Nin, escrito por Juan Andrade
en 1939, y Yo fui un ministro de Stalin 3 , libro de Jesús Hernández, que fue ministro
de Instrucción Pública y miembro del Buró Político del Partido Comunista de
España durante la guerra civil. El folleto de Andrade, nunca
1 Edición digital de la Fundación Andreu Nin, diciembre
2002. Vea www.fundanin.org donde hay
muchos documentos, artículos etc sobra lLa guerra civil española
2 Wilebaldo Solano: ”Operación Nikolai, o la verdad
sobre Andreu Nin”. Cuadernos 90, diciembre de 1992, Barcelona.
3 Jesús Hernández [ex-ministro de la República Española y
ex-miembro del Comité Ejecutivo del Komintern], Yo fui un ministro de Stalin,
México, Editorial América, 1953 (edición española: Madrid, G.del Toro, 1974).
Vea Comunistas y ex-comunistas sobre el asesinato de Nin y la
represión contra el POUM (con un extracto extensivo del libro)
– Ed
publicado en
España, síntesis de las informaciones recogidas por el comité ejecutivo del
POUM entre 1937 y 1938, estuvo a punto de ser publicado en París por las
ediciones Spartacus de René Lefebre en 1939, pero la Gestapo destruyó las formas
en la imprenta que iba a lanzarlo (era en la época del Pacto Hitler-Stalin) y,
por suerte, alguien salvó un juego de pruebas y lo depositó en la Biblioteca
Nacional de París. Eso me permitió obtener una fotocopia años después y
entregarla a René Lefebre, que la editó en 1975, en un librito titulado
Espagne: Les fossoyeurs de la Revolution Sociale. 4
4 Espagne: Les fossoyeurs de la Revolution Sociale,
Paris, Spartacus, 1975. Incluye el folleto de Juan Andrade.
En El
asesinato de Andrés Nin se resume la odisea del líder del POUM desde su
detención en Barcelona hasta su asesinato cerca de Alcalá de Henares, se da la
lista completa, con nombres y apellidos, de la Brigada especial española que
utilizó Orlov, con sus jefes Fernando Valentín y Jacinto Rosell (a la que
pertenecía el policía Jiménez que aparece en Operación Nikolai), se acusa
directamente a los coroneles estalinistas Burillo y Ortega, a David Vázquez y
Gabriel Morón, se habla del chalet de Alcalá de Henares donde se practicaron
las torturas y se dice : ”Hay un hecho que no ofrece la menor duda. Fue Orlov
el que decidió la muerte de Nin... El ministro de Justicia, Manuel de Irujo,
que tenía el sincero deseo de evitar el atentado contra Nin, envió a Madrid a
dos agentes de policía de su confianza con la misión de buscar el lugar en que
se encontraba Nin. Los dos agentes operaron con tal diligencia que no solamente
llegaron a saber dónde se hallaba Nin, sino que, además, consiguieron verle.
Fue después del rapto de la prisión de Alcalá de Henares...Los dos agentes
fueron a ver al general Miaja [Jefe del Ejército del Centro] y le dijeron que
Nin se encontraba en una checa del general Orlov. El general Miaja llamó al
general Orlov y le dijo que tenía que entregar al detenido a las autoridades
del Estado. Orlov respondió que estaba dispuesto a hacerlo, pero que sólo
podría entregarlo al ministro de Gobernación en persona... Julián Zugazagoitia,
ministro de Gobernación, se trasladó a Madrid y, cuando vio a Orlov, éste se
limitó a decirle que Andrés Nin había desaparecido del lugar en donde se
hallaba. Zugazagoitia regresó tranquilamente a Valencia sin tomar ninguna
medida”. El general Orlov, jefe de la GPU, tenía más poderes y más fuerza que
los ministros de Justicia y de Gobernación de la República.
La resistencia del POUM
Es hora de
recordar que estas iniciativas de Irujo y de Zugazagoitia, así como las
pequeñas reticencias de Negrín y de Manuel Azaña, presidente de la República,
fueron la consecuencia de la intensa movilización del POUM y de la Juventud Comunista
Ibérica en defensa de Nin y de los demás dirigentes y militantes detenidos tras
el golpe estalinista del 16 de Junio, que pasó por encima de las autoridades de
la Generalitat de Cataluña y del gobierno de la República. Como el partido se
había preparado para una posible clandestinidad después de las Jornadas de
Mayo, la reacción fue inmediata. El 17 de junio, sin más espera, se constituyó
un nuevo comité ejecutivo del POUM en base a los que no habíamos sido detenidos
(Gironella, Molins i Fábrega, Solano) y luego Arquer, Rodes y Farré Gassó, los
dirigentes más prestigiosos de Lérida, y el secretario de la organización de
Barcelona, Josep Martí. Mientras en Barcelona y otra ciudades aparecían los
famosos carteles preguntando ”¿Dónde está Nin?”, el nuevo CE estableció el
contacto con Josep Rovira y la 29ª División que combatía en el frente de
Aragón, dio consignas para la actividad clandestina, preparó la salida de La
Batalla y Juventud Obrera, inició una campaña para salvar a Nin y a los demás
compañeros detenidos (en particular Andrade, Gorkin, Bonet, Rey y Escuder, que
fueron conducidos por el itinerario de Nin hasta las checas de Madrid), ayudó a
Olga Nin, María Teresa Andrade y Natalia Bonet a exigir a los ministros de la
República (Irujo y Zugazagoitia, entre otros) la liberación de sus compañeros
en Valencia, organizó la llegada a España de tres delegaciones internacionales
animadas por diputados laboristas de izquierda como James Maxton y Fenner
Brockway, provocó la solidaridad de las personalidades más importantes de la
CNT (Federica Montseny, Juan Peiró, Juan López) y de la izquierda socialista
(Largo Caballero, Araquistain, Baraibar, Hernández Zancajo). Los meses de
junio, julio y agosto fueron de una frenética actividad y probaron que el POUM era
una fuerza más sólida de lo que muchos imaginaban. Y la mejor prueba de ello se
ha encontrado en los archivos del KGB y de la Internacional Comunista.
En una carta
descubierta en Moscú, Erno Gerö, el Pedro que dirigía el PSUC desde La Pedrera
de Barcelona, se quejaba de que era difícil mantener la campaña contra nuestro
movimiemto ya que ”los del POUM y los anarquistas son considerados como
camaradas por los militantes del PSUC porque lucharon duramente contra la
sublevación militar-fascista”. En otra carta similar, Togliatti, que dirigía el
PC de España desde Valencia, se quejaba de que la represión y la campaña contra
el POUM no daba los resultados esperados, acusaba a González Peña, ministro de
Justicia del gobierno Negrín de ”haber caído bajo la influencia del trotskismo
durante un viaje a México”, lamentaba el ”fracaso” del proceso contra el POUM y
atacaba a Negrín por haber cedido a la ”presión del Partido Socialista (que
amenazó con provocar una crisis), de la II Internacional y de todo tipo de canallas”.
Estas cartas dan una idea de la catadura política y moral de los principales
agentes de Stalin en España.
Estos
documentos, que seguramente serán publicados pronto íntegramente (y no con los
cortes que se practicaron en las cartas de Togliatti reveladas hace tiempo por
los comunistas italianos) desmienten claramente a los historiadores que han
sostenido que el POUM desapareció en junio de 1937. No, el POUM hizo frente a
la represión con energía y con coraje. No pudimos salvar a Nin. No pudimos salvar
a Marciano Mena, comisario político del castillo de Lérida, fusilado
ignominiosamente por hombres del PSUC. No pudimos salvar a Juan Hervás,
secretario de la Escuela Nueva Unificada de Cataluña, Comisario de
Transmisiones de la Generalitat, ni a Jaime Trepat, asesinados en el frente de
Aragón por ser militantes del POUM. Pero salvamos a Andrade, Gorkin, Bonet,
Rey, Escuder y otros camaradas para los que la prensa de Carrillo pedía que
entrara en juego el piquete de ejecución. Los textos de esta naturaleza fueron
reproducidos y comentados en Juventud Obrera, el periódico ilegal que tuve el
honor de dirigir desde julio de 1937 hasta abril de 1938 y se pueden consultar
en las hemerotecas.
Andrade,
Gorkin, Bonet, Rey y Escuder fueron arrancados de las checas estalinistas de
Madrid y trasladados a la Cárcel Modelo de Valencia y, meses después, a la
Prisión del Estado de Barcelona. Todo esto fue posible gracias a la acción
militante del POUM, a su prensa y a sus publicaciones clandestinas, entre las
que hay que destacar el libro La represión y el proceso contra el POUM, escrito
por Andrés Suárez (Ignacio Iglesias) en 1938 sobre la base de toda la
documentación que le procuró el CE del POUM, y reeditado en 1974 por Ruedo
Ibérico en París [con el título Un episodio de la revolución española: el proceso contra el
POUM]. Y también gracias a la formidable campaña
internacional organizada en París por Narcis Molins i Fábrega y Víctor Serge y
a la preciosa colaboración de la izquierda socialista francesa de Marceau
Pivert, Daniel Guérin y Lucien Weitz. La inteligencia política de Víctor Serge,
la apasionada militancia de Molins i Fábrega, y la laboriosidad de Lucien Weitz
(que montó la agencia de prensa Independent News y el Bureau d'Information
Franc-britannique), se conjugaron para desarrollar una actividad sostenida por
las organizaciones del Buró de Londres, del Buró Internacional de las
Juventudes Revolucionarias y, prácticamente, de todas las fuerzas marxistas o
socialistas revolucionarias independientes que existían entonces en Europa y
América.
Esta tarea,
que supuso decenas de actos públicos en París, Londres, Bruselas, Amsterdam,
Nueva York,etc. y centenares de artículos y de declaraciones políticas,
impresionó a Negrín y a sus ministros y contribuyó poderosamente al fracaso
estrepitoso del proceso contra el POUM, reconocido por Togliatti y Gerö.
Barcelona no era, no podía ser, Moscú, pese a que los enormes retratos de
Stalin colocados grotescamente en la Puerta de Alcalá de Madrid y en la Plaza
de Cataluña barcelonesa dieran una penosa impresión de servil subordinación al
Kremlin. Por lo demás, mientras la mayor parte de los intelectuales españoles
mantenían un silencio atroz ante la represión contra el POUM y el asesinato de
Nin, las figuras más ilustres de la inteligencia francesa, André Gide, André
Breton, Roger Martin du Gard, Francois Mauriac, Geórges Duhamel, seguidas por
muchos otros, clamaban su protesta contra una acción que desacreditaba ante el
mundo la lucha del pueblo de España contra el franquismo.
Después de
la victoria de Franco, en los años más terribles de la acción clandestina en
España, y durante la segunda guerra mundial y tras el hundimiento de Hitler y
Mussolini, los dirigentes estalinistas prosiguieron las campañas contra el POUM
con una ferocidad increíble, incluso en las prisiones de España y de Francia,
en los maquis del Mediodía francés (donde asesinaron a Joan Farré Gassó,
secretario del POUM de Lérida, y estuvieron a punto de hacer lo mismo con Juan
Andrade) y en los campos de concentración de Alemania. En realidad, tales
campañas se continuaron hasta la publicación del informe secreto de Nikita
Jruschov sobre los crímenes de Stalin en el XX congreso del PCUS, el 25 de
febrero de 1956. 5
5 Nikita Jruschov, Los crímenes de Stalin, París, Ediciones de
La Batalla, 1957. Este folleto fue publicado por el POUM, con
un prólogo de su comité ejecutivo. Nunca lo publicó el Partido Comunista de
España, ni tampoco el PSUC.
Las revelaciones de Jesús Hernández
Tres años
antes de este acontecimiento, el ex-dirigente comunista Jesús Hernández había publicado en
México Yo fui un ministro de Stalin, libro que armó un revuelo considerable.6 Los estalinistas se apresuraron a
denunciarlo como un “panfleto anticomunista” de un “renegado”.
Teniendo en
cuenta el papel de Hernández durante la guerra civil, en la que apareció como
un dócil ejecutante de las instrucciones de Moscú, fueron muchos los que
prestaron poco interés a sus revelaciones y a sus críticas de la política del
Kremlin. Nosotros, tras una serena reflexión y una rápida confrontación de todo
lo que sabíamos sobre la represión contra el POUM y el asesinato de Nin y las
revelaciones y precisiones de Hernández, decidimos consagrar dos números de La
Batalla, nuestro órgano en el exilio de Paris, a reproducir y comentar los
extractos más importantes de Yo fui un ministro de Stalin: ”Esta confrontación
– escribía yo el 20 de Marzo de 1953 – nos permite afirmar que Jesús Hernández
dice en general la verdad y hace toda una serie de revelaciones que ayudan a reconstituir
la mecánica interna de uno de los escándalos más vergonzosos de la historia de
las luchas sociales de España... Fernández aclara definitivamente que la
persecución contra el POUM fue ordenada por Moscú – por Stalin mismo – y
realizada por los agentes de la GPU destacados en España a ese efecto; que
Slutzki y Orlov, solícitamente secundados por Vittorio Vidali, Antonov Ovseenko,
Gaikins, Togliatti, Codovila, Stepanov, Wenceslao Roces y muchos otros montaron
la sangrienta farsa, fabricaron las pruebas de nuestra colusión con Franco,
organizaron la campaña contra nuestro partido, efectuaron el golpe policíaco
del 16 de junio, detuvieron y secuestraron a nuestros compañeros, torturaron y
asesinaron a Nin, inventaron el rapto de Alcalá de Henares y prepararon el
proceso contra la dirección del POUM”.7
El
periodista Llibert Ferri, uno de los realizadores de Operación Nikolai, me dijo
durante el rodaje del film que el libro de Jesús Hernández – al que por cierto
cita en un artículo de la revista catalana L'Avenç de enero de 19938 – le había
producido una fuerte impresión, sobre
6 Vea nota 3
7 Wilebaldo Solano, ”El sacrificio de Andrés Nin”, La Batalla,
nº 116, París, 24 de abril de 1953.
8 Llibert Ferri, ”Nikolai : Claror, ombra i penombra”,
L'Avenç, revista catalana de historia, Barcelona, enero de 1993.
todo después
de haber descubierto los documentos encontrados en los archivos del KGB en
Moscú. Por eso, él, como nosotros, tampoco pone en duda lo esencial del
minucioso relato de Jesús Hernández. Así, pues, podemos llegar a la importante
conclusión de que los datos y consideraciones de El asesinato de Andrés Nin, el
folleto escrito por Juan Andrade en 1939 y publicado al fin años después por
Spartacus en París, y el relato de Yo fui un ministro de Stalin de Jesús
Hernández han sido confirmados en lo fundamental por la investigación efectuada
en Moscú, Madrid, Roma y Barcelona por el equipo de María Dolors Genovés y
Llibert Ferri, autores de Operación Nikolai. En ello reside uno de los valores
más notables del film de TV3. De ahí que resulte bastante pueril la discusión
que han querido iniciar algunos acerca de si hay pocas o muchas revelaciones en
Operación Nikolai. Hay las suficientes, apoyadas en una documentación que
despeja numerosos equívocos, para confirmar de un modo rotundo casi todo lo que
sabíamos y suponíamos hasta hace unos meses. Y, por eso mismo, la opinión
pública catalana y la prensa de Barcelona han tributado al film el homenaje que
merece.
El fin de una larga marcha
El fin del
enigma Nin cierra la larga marcha que emprendimos el 16 de junio de 1937, en la
que no ha habido dudas ni pausas; ni siquiera en los años terribles de la
clandestinidad política y de un exilio interminable. Pero es evidente que el
fin del franquismo y la crisis mundial del estalinismo abierta por la muerte de
Stalin y el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS, y profundizada por la
perestroika, ofrecieron nuevas posibilidades para nuestra campaña por la verdad
sobre Nin. De ahí que en 1987 decidiéramos crear un organismo adaptado a la
nueva situación. Así surgió la Fundación Andreu Nin. Un grupo de conocidos
militantes del POUM coincidimos con varios simpatizantes de nuestras ideas en
Barcelona y en Madrid. El Ministerio de Cultura no tardó en inscribir la nueva fundación
bajo el patrocinio de Francesc de Cabo, Wilebaldo Solano, Enric Panadés,
Enrique Rodríguez, Mariano Sánchez, Pelai Pagés, Enrique del Olmo, Eugenio
Fernández Granell, Luis Miguel Sáenz y otros amigos y compañeros de diversas
tendencias.
La Fundación
Andreu Nin se entregó enseguida a un trabajo de información que consistió en
organizar conferencias y debates, comenzando por Madrid y Barcelona, en
publicar libros como Los sucesos de Mayo de 1937 (Una revolución en la
República), folletos como el de homenaje a Enrique Rodríguez Arroyo (Quique) o
”El proceso de 1938 contra el POUM” y boletines especiales de documentación
sobre la revolución y la guerra civil, sobre Joaquín Maurín, Andreu Nin, George
Orwell, el POUM y la problemática de la mujer, o con motivo de los centenarios
de Andreu Nin o de Víctor Serge o promover el importante homenaje a León
Trotsky que se celebró en Madrid en febrero de 1989. Cabe destacar también los
numerosos homenajes a Andreu Nin en El Vendrell, su ciudad natal, siempre entusiastas
y conmovedores. Y, asimismo, el gran homenaje de la ciudad de Sabadell a Nin en
febrero de 1997. Este último resultó especialmente significativo porque fue
organizado con el concurso del Ayuntamiento de la gran ciudad industrial,
dirigido por el PSUC, y con su alcalde Antoni Farré.
Todas estas
actividades se desarrollaron en el marco de la campaña internacional que se
fijó por objetivo conocer la verdad sobre la muerte de Nin aprovechando la
nueva situación creada en Europa por el desmoronamiento del estalinismo y la
aparición de la perestroika en la URSS. En 1989, la Fundación Andreu Nin
decidió dirigirse a todos los partidos y organizaciones de izquierda, así como
a los intelectuales progresistas, para reclamar su concurso con vistas a
obtener del gobierno de Gorbachov la apertura de una investigación sobre la
tragedia de Nin y el acceso a los archivos soviéticos. En la URSS había
comenzado el período de las grandes rehabilitaciones de los compañeros de Lenin
asesinados por Stalin y en la propia prensa comenzaba a hablarse de la
represión estalinista en España durante la guerra civil [contra militantes de
la izquierda]. El momento no podía ser más oportuno. Las reacciones fueron
rápidas y contundentes. El PSC-PSOE y el PSUC (el partido de los comunistas de
Cataluña) se pronunciaron en términos muy claros sobre el caso de Nin y del
POUM. El consejo nacional del PSC pidió al comité federal del PSOE su apoyo
total a la petición de la Fundación Andreu Nin dirigida a las autoridades soviéticas”para
investigar los hechos relativos al secuestro y al posterior asesinato de Andreu
Nin”. Por su parte, el PSUC, que fue en el pasado uno de los principales
adversarios del POUM, hizo pública una declaración en la que se podía leer lo
siguiente: ”el PSUC y Treball rectifican una vez más, formal y definitivamente,
cualquier calumnia sobre Andreu Nin, se adhieren a las iniciativas de la
Fundación Andreu Nin y abren las páginas de sus publicaciones a todas aquellas
contribuciones que nos puedan llegar en memoria de este histórico dirigente del
POUM”.
Estos hechos
fueron seguidos de una serie de apoyos desde diversos horizontes y, más tarde,
en junio de 1990, se produjo un acontecimiento que merece ser subrayado. Una
delegación de la Fundación Andreu Nin fue recibida en la embajada de la URSS en
Madrid para presentar una carta firmada por más de trescientos intelectuales y
militantes de diversas tendencias políticas y sindicales dirigida a Mijail
Gorbachov, al gobierno soviético y a la Comisión de Rehabilitaciones del PCUS pidiendo
el ”esclarecimiento del caso Andreu Nin”. La delegación formada por Eugenio
Fernández Granell, Vicente Molina Foix, Francesc de Cabo, Enrique Rodríguez,
Alberto Aranda y yo mismo, tuvo una larga conversación con los diplomáticos
soviéticos (que, por cierto, se interesaron mucho por las hijas de Nin y nos
entregaron un folleto que acababa de publicarse en Moscú, titulado Nombres
rehabilitados (Bujarin, Rikov, Zinoviev, Kamenev, Sokolnikov, Riutin).
Finalmente, nos prometieron que la carta sería entregada personalmente a Mijail
Gorbachov. Entre las personas que apoyaron nuestra acción se encontraban: Pere
Gimferrer, Monserrat Roig, Juan Goytisolo, Pedro Sabando, Manuel Azcárate,
Santos Juliá, Jordi Carbonell, Juan Pablo Fusi, José Angel Valente, Albert
Rafols Casamada, Manuel Vázquez Montalbán, Raimon Obiols, Jorge Herralde, Juan
Genovés y un largo etcétera de más de 300 nombres.
No obtuvimos
rápidamente la respuesta que esperábamos. Pero supimos por varios emisarios que
fueron a Moscú que Gorbachov parecía dispuesto a aclarar las cosas. Esto fue
confirmado a finales de octubre de 1990, cuando Gorbachov pasó por Barcelona y
uno de sus adjuntos, Valeri Zaglatin, acogió favorablemente una nueva demanda
de los diputados socialistas Joan Reventós y Raimon Obiols. Por otra parte, la
apertura de ciertos archivos soviéticos y en particular el de la Internacional
Comunista favoreció la campaña por Nin. El PSC, la Esquerra e Iniciativa per
Catalunya, con Ribó, exigieron públicamente que el gobierno de la Generalitat
solicitara informes sobre el ”caso Nin”. Todo esto contribuyó a facilitar la
encuesta de María Dolors Genovés y Llibert Ferri realizaron en Moscú y que les
permitió no sólo el acceso a los archivos de la Internacional Comunista, sino
penetrar incluso en el archivo del KGB y en la sección relativa al general
Orlov. El resultado es conocido: el documental de la televisión catalana TV3
que aclara definitivamente el drama de Nin y su asesinato cerca de Alcalá de
Henares.
El crimen fue en Alcalá de Henares
Como el
documental Operación Nikolaï, realizado por la Televisión catalana TV3, no ha
tenido, desgraciadamente, la excelente difusión internacional de Tierra y
Libertad de Ken Loach, vale la pena que facilitemos una información más precisa
sobre el tema central del asesinato de Nin. Tras su detención en Barcelona el
16 de junio de l937, el secretario político del POUM fue trasladado a Valencia
y Madrid por el equipo del general Orlov. Luego lo dejaron en la prisión de
Alcalá de Henares, donde no se registró su entrada. De allí se lo llevaron a un
chalet que ya no existe y donde solían residir el general Hidalgo de
Cisneros y su esposa Constancia de la
Mora Maura, que estaba muy ligada a los servicios secretos rusos. Fue allí
donde Nin fue objeto de terribles torturas y donde resistió con un coraje
extraordinario a los que se proponían arrancarle una confesión como las que
lograban en Moscú. El objetivo era obtener algo que permitiera justificar la
represión contra el POUM y atenuar el efecto de los procesos de Moscú poniendo
de relieve que en la España combatiente también había “traidores trotskistas” y
también los liquidaban.
El fracaso
de las torturas condujo al crimen, ordenado por Moscú. En un breve comentario,
el periodista Enric Company, resumió en El País lo que se explica en “Operación
Nikolai”: “Lo mataron cinco hombres: Alexander Orlov y Jusik, ambos miembros
del NKVD, más tres españoles de los cuales sólo se conocen unas iniciales: L.,
A.F., I.L. Junto a ellos estaban también, como espectadores y tétricos
cómplices, otro agente del NKVD, el húngaro Erno Gerö (Pedro) y su chofer, del
que sólo se conoce el nombre de Víctor. Que fueron ellos lo contó el propio
Orlov en una carta que envío a sus jefes el 24 de Julio de 1937. Es la que, con
los borrones que tapan los apellidos de los tres españoles, pudieron ver ayer
los telespectadores de TV3.”
En lo que se
refiere al lugar del crimen, el documental Operación Nikolai revela lo esencial
gracias al telegrama enviado por Juzik a Moscú, donde se dice lo siguiente:
“N”, de Alcalá de Henares a Perales de Tajuña, a mitad camino, a unos 100
metros de la carretera, en el campo. Bom, Orlov, Juzik, dos españoles. El
chófer de Pierre es Víctor.”(Archivos de Moscú- SRER.32476). En un
artículo consagrado al asesinato de Nin, publicado en un libro de la
Eciclopedia Catalana, María Dolors Genovés escribe: ”Si se intenta descifrar el
texto de Juzik, se obtiene lo que sigue: ” N es Nikolai – Nin y la carretera
que va de Alcalá de Henares a Perales de Tajuña, cerca de Madrid, el punto
donde asesinaron al líder poumista. El Archivo del NKVD se negó a facilitar más
datos sobre la identidad real de los autores. Conocemos los seudónimos: Bom,
Svied y Juzik eran agentes de los servicios soviéticos. Detrás de Svied se
escondía Alexander Orlov y detrás de Juzik, José Escoy, intérprete de Orlov y
autor de texto falso en el que intentó mezclar al POUM con la Falange. El
telegrama cita como cómplices a dos españoles, los miembros de la Brigada
Especial L y A F., Pierre, es decir, Pedro y su chófer, Víctor.” 9
9 Vea el artículo Operación Nikolai (asesinato de
Andreu Nin) por Maria Dolors Genovés
Operación Nikolai o el asesinato de Andreu
Nin.
El mismo artículo con otro formato
Operación
Nikolai o
el asesinato de Andreu Nin. Maria
Dolors Genovés
Este artículo copiado otro trabajo El terror estalinista en Barcelona 1938 (Agustín Guillamón)
Después de
la presentación de Operación Nikolai en Barcelona y los numerosos comentarios
de la prensa, el gobierno regional de Madrid, presidido por el socialista
Joaquín Leguina, ordenó una encuesta y se realizaron excavaciones en los
alrededores de Perales de Tajuña para tratar de encontrar los restos de Nin. La
tarea, realmente difícil, resultó inútil. Así es que todavía no sabemos dónde
fue enterrado el dirigente del POUM. El general Orlov no fue molestado por
nadie en España. Pero el 9 de julio de 1938 recibió un telegrama de Moscú en el
que se le ordenaba que se presentara inmediatamente en París. Orlov, que
conocía el sistema y sus métodos, decidió romper con el Kremlin y huir a los
Estados Unidos con su esposa y su hija. Y, como los asesinos del tipo de Orlov
tienen mucho miedo, envió una carta a Iejov, jefe supremo del NKVD, en la que
hacía el balance de los “servicios prestados” a Moscú y daba una lista de los
documentos que estaban en su posesión. Orlov decía en su carta. ”Sentí que se
estaba preparando una trampa para cogerme y yo soy inocente. La purga del
aparato que se está realizando también quiere sacrificarme. Por eso sabía que
mi destino está fijado y que me espera la muerte. Todo esto pese a haber
arriesgado mi vida por el Partido y la causa” (Archivos
de Moscú-SRER.76659). En la lista de los documentos en su posesión figuraba
también: ”Toda la historia del asunto Nikolai y Nikolaivski. Tengo una copia
del documento escrito por Juzik”. Digamos, para concluir esta triste y terrible
historia que Orlov se puso a las órdenes de los servicios secretos de los
Estados Unidos y que algunos investigadores están convencidos de que mantuvo al
propio tiempo contactos con Iejov y el NKVD. En todo caso, en los Archivos del
KGV de Moscú hay un departamento en el que figuran carpetas de todos los
asuntos en los que intervino Orlov.
El éxito de
Operación Nikolai y el triunfo internacional de Tierra y Libertad contribuyeron
a consolidar la revalorización histórica del POUM, que es hoy una realidad
evidente e indiscutible. Tuvimos la suerte de poder aportar los esfuerzos de
los militantes del POUM a ambas realizaciones y, luego, de intervenir en los
numerosos actos que se celebraron en España y en Europa para presentar o
discutir sobre ambas películas. Es imposible citarlos todos. Pero no podemos
por menos que evocar los de Madrid y París, como también los celebrados en las
Universidades de Estrasburgo, Toulouse y Grenoble o en el gran coloquio de Asís
(en Italia). Si bien Operación Nikolai no ha logrado todavía la difusión que
merece fuera de Cataluña, a falta de una versión en castellano, la versión
francesa de la cadena internacional ARTE ha tenido una considerable difusión
europea. En lo que se refiere a Tierra y Libertad, el éxito ha
resultado impresionante por doquier, incluso en países como Japón, Sudáfrica o
Bolivia.
Pero ahora
se plantean ya otros problemas. En primer lugar, hay que proseguir las investigaciones
realizadas en Moscú y en otros lugares. Hay que sacar de los archivos todos los
documentos necesarios para aclarar de un modo definitivo la intervención de
Stalin en la revolución y la guerra civil de 1936-39, el papel del estalinismo
en España y sus consecuencias en el desarrollo del movimiento obrero y
socialista en nuestro país.
En su
artículo de L'Avenç, Llibert Ferri explica las condiciones en que él y María
Dolors Genovés lograron el acceso a los archivos de la Internacional Comunista
y del KGB y, además, insiste en que hay que proseguir la investigación para
descifrar muchas cosas que están todavía en la penumbra. Por ejemplo: cómo y
cuándo se decidió la acción contra el POUM y contra Nin, qué papel tuvo en ello
el propio Stalin y si es cierto, como asegura Jesús Hernández, que la
delegación de Togliatti envió a Moscú un telegrama en el que se decía ”Asunto
N. resuelto por procedimiento A”. Nosotros, al igual que Víctor Serge y ahora
el hijo de Antonov-Ovseenko, pensamos que el asesinato de Nin fue ordenado por
Stalin y que acabará por encontrarse la prueba documental que lo confirme.
La tarea de
investigación tiene que fijarse otros objetivos a fin de colmar los huecos que
han dejado los esfuerzos de búsqueda de los militantes e historiadores del
POUM, el libro de Jesús Hernández, las consideraciones de Fernando Claudín en
La crisis del movimiento comunista 10
y el propio film Operación Nikolai. López Raimundo ha afirmado recientemente
que la responsabilidades del PSUC en el caso de Nin ”no han sido demostradas”.
Es realmente asombroso que se puedan decir cosas semejantes cuando la
investigación que ha sido la base de Operación Nikolai demuestra que el húngaro
Erno Gerö, el Pedro que dirigía el PSUC, estaba en Alcalá de Henares con el equipo
de torturadores y asesinos y que su mano derecha, el militante del PSUC
Victorio Sala, intervino activamente en la represión contra el POUM y en la confección
de Espionaje en España 11, el libro infame con el que se quiso
justificar todo lo que era injustificable, incluso las cosas más absurdas y
delirantes. Por lo demás, la simple lectura de la prensa del PSUC de 1937-39
basta para demostrar que los amigos de López Raimundo, con Comorera, Valdés y
demás, al frente, consagraron un esfuerzo especial a la preparación,
justificación y ejecución de todos los actos represivos contra el POUM.
10 Fernando Claudín, La crisis del movimiento comunista,
tomo I, París, Ruedo Ibérico, 1977. Vea La crisis del movimento comunista. De la Komintern al
Kominform, primera parte.
11 Max Rieger, Espionaje en España, Barcelona, Ediciones
Unidad, 1938.
Un ensayo de democracia popular
La
responsabilidad de los estalinistas del PCE y del PSUC es perfectamente visible
en Operación Nikolai y casi nadie la pone en duda actualmente. El propio
Partido Comunista francés acusa en un libro reciente 12 a los comunistas soviéticos y españoles de ser responsables del
asesinato de Nin y de la represión contra el POUM. Es cierto que el policía
Javier Jiménez, testigo capital en Operación Nikolai, podía haber explicado
mejor el sentido de la Brigada especial de Madrid y sus relaciones con gentes
como Santiago Carrillo, que había sido comisario de Orden Público de la Junta
de Defensa de Madrid y no ministro como suele decir para presumir en la gran
prensa. Pero parece ser que Jiménez reserva”lo más grave” para sus memorias,
que no se publicarán hasta después de su muerte. En cuanto a Carrillo, es
posible que Orlov no necesitara de sus servicios en aquella época. Ahora bien,
pese a que ha dicho en varias ocasiones que lo de Nin fue ”un acto abominable”,
jugó su papel como predicador ardiente de las fábulas estalinistas, reclamando
la supresión de Juventud Obrera y pidiendo nuestro fusilamiento. De haber
intervenido en el film, hubiera dicho cualquier cosa menos la verdad.
Los trabajos
de investigación no deben de impedir la tarea más importante y necesaria: el
nuevo análisis, fundado en la documentación que se nos había ocultado, del
período histórico comprendido entre las Jornadas de Mayo de 1937 y el
derrumbamiento de la España antifranquista en 1939. Desde la caída de Largo
Caballero y la represión contra el POUM, Stalin y su política predominaron en
la España republicana. Se hizo en nuestro país el primer ensayo de democracia
popular. Se frenó y desvió el proceso revolucionario. Se anuló la autonomía de
Cataluña. Se eliminó políticamente al POUM, a la CNT y a la izquierda
socialista y se ensayaron todas las técnicas y todos los métodos puestos en
práctica a partir de 1946-47 en Polonia, Rumania, Checoslovaquia, Alemania
Oriental, Hungría, Albania, etc.: infiltración del aparato del estado,
conquista de posiciones clave en el gobierno, el ejército, la policía, los
servicios secretos, monopolio creciente de la información (prensa, radio,
cine), censura o represión de toda acción que pudiera poner en peligro la
política establecida por el Kremlin en función de sus intereses y con total
menosprecio del proceso revolucionario iniciado en julio de 1936.
Esa política
fue aplicada por los equipos de consejeros políticos, militares, diplomáticos y
policiales controlados por la GPU. Sus nombres son conocidos ahora, pero se
mantuvieron secretos entonces. Algunos, como Antonov-Ovseenko y el embajador
Rosenberg, como los generales Goriev o Berzin fueron ejecutados a su regreso a
la URSS; otros, como Gerö (Pedro) o Togliatti (Alfredo), tuvieron más suerte y
pudieron aplicar lo que habían aprendido en España en sus propios países: en
Hungría o en Italia, en Alemania Oriental o en Polonia, con los resultados que
todos conocemos. Pero las principales víctimas fueron los trabajadores y los
pueblos de España, ya que la democracia popular 13 les condujo al derrumbamiento y a la dictadura franquista.
12 Carlos Serrano, Le Parti Communiste français et la
guerre d´Espagne, Editions Messidor, Paris, 1987.
13 Algunos historiadores y ciertos periodistas han
escrito que aplicar la noción de democracia popular a la España republicana de
1937-1939 es un error. Pues bien, se equivocan lamentablemente. La mejor prueba
de ello es que el propio Carrillo declaró sentenciosamente en la Conferencia de
Partidos Comunistas celebrada en Moscú en 1969 que ”no había que olvidar que
España había sido la primera democracia popular de Europa”. En fin, nosotros,
que vivimos y sufrimos la experiencia, no podemos desmentir a Santiago Carrillo
[nota del autor].
La
larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin
Lunes 7 de
julio de 2008. Nodo50 | Descargar artículo en PDF
Wilebaldo
Solano
Texto
fechado el 8 de febrero de 1993 y publicado en la revista Utopie Critique,
Paris, nº 4, cuarto trimestre de 1994. La versión que publicamos incorpora la
ampliación del texto incluida por el autor en el libro Le POUM: Révolution dans la guerre d´Espagne
(Paris, Syllepse, 2002).
Número 93
de Viento Sur: Monográfico sobre el POUM (PDF - 2.5 MB)
Jesús
Hernández
Yo era un
ministro de Stalin - extracto
Jesús
Hernández Yo fui un ministro de Stalin
Las causas
de la derrota de la república española: informe elaborado por Stoyán Mínev,
alias "Stépanov y Moreno", delegado en España de la Komitern durante
los años 1937 1939, para el Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista,
Moscú, (abril) de 1939 edición, traducción directa del original ruso y notas,
Ángel Encinas Moral.
Índice,
digitalizado http://www.gbv.de/dms/sub-hamburg/505635836.pdf
El libro
tiene 287 páginas
Digitalizada
por la biblioteca digital hispánica, aquí se puede ver.
Ver
fragmento 58 páginas desde la
portada del libro es en total 63, hasta el capítulo I
Primera
campaña de difamaciones y calumnias, en la que se identificaba al POUM con el
fascismo internacional, se intensificó desde finales de 1936 y en los primeros
meses de 1937
Los crímenes
de Stalin. Nikita Khrushchev Informe Secreto al XX Congreso del PCUS, 25 de
febrero de 1956
El terror
estalinista en Barcelona 1938 (Agustín Guillamón)
Andreu
Nin y la lucha por la verdad histórica
El POUM en
la historia. Andreu Nin y la revolución española
PRÓLOGO (Wilebaldo Solano)
I. EL
PARTIDO OBRERO DE UNIFICACIÓN MARXISTA Y LA JUVENTUD COMUNISTA IBÉRICA
2. La
política revolucionaria del POUM.
3. La
Juventud Comunista Ibérica en la revolución y la guerra de España.
6. Un
período capital en la historia del POUM: el primer año de exilio en Francia .
II.
ANDREU NIN EN SU TIEMPO
2. Recuerdos
de Andreu Nin.
3. El último
día con Andreu Nin.
4. La larga
marcha por la verdad sobre Andreu Nin.
III.
VIDAS PARALELAS
2. Andreu
Nin y León Trotsky.
3. Andreu
Nin y Víctor Serge.
IV. RECUERDOS MILITANTES
1. El
ejemplo de Sneevliet.
2. En
memoria de Narcis Molins i Fábrega.
3. Recuerdo
de Josep Rovira.
4. El último
adiós a Aquilino Moral.
5. Semblanza
de Juan Andrade.
6. En
memoria de Enrique Rodríguez.
7. A la memoria
de Enric Panadés.
8. En
recuerdo de José Grimalt.
9. Homenaje
a Claude Bourdet.
10. Los
nuestros: Alberto Aranda.
11. Adiós a
Pilar Santiago.
APÉNDICE
DOCUMENTAL
1. El
estalinismo y el POUM (extracto del informe de Luigi Longo de 1939).
2. Tres documentos
de León Trotsky.
3. Cartas
desde la cárcel de los presos del POUM al gobierno.
— Carta de
14 de julio de 1938.
— Carta de
22 de julio de 1938.
— Carta de
19 de enero de 1939.
4. Editorial
de Treball sobre Andreu Nin (diciembre de 1989).
NOTAS (al
final de cada capítulo) E ÍNDICE ONOMÁSTICO
Cartas desde la cárcel de los presos del POUM al Gobierno republicano. Sentencia al POUM. 29 de Octubre de 1938
ResponderEliminarhttp://eljanoandaluz.blogspot.com.es/2017/09/cartas-desde-la-carcel-de-los-presos.html