Por Shangay Lily Lunes, 20 de Mayo de 2013
Alba López es una joven de su tiempo. A sus 20 años sólo ha
conocido la democracia en España...
De acuerdo que en su Vallecas natal también ha visto un
alarmante incremento del acoso policial a las clases trabajadoras, pero en
general creció creyendo que esas coloridas historias de mujeres que no pueden
abrirse cuentas corrientes, viven encerradas en sus cocinas esperando al amo
patriarcal fregando de rodillas, o necesitan un permiso escrito del marido o el
padre para ciertos actos legales era una extravagancia del pasado. Algo que
muchas y muchos feministas valientes habían borrado de nuestro catálogo de
vergüenzas.
Hasta que el pasado jueves decidió ir a manifestarse
pacíficamente frente a la sede del PP para mostrar su indignación por la ley
antiaborto que el partido de las oligarquías, obedeciendo a la misógina Iglesia
y a los franquistas que cada día salen de sus madrigueras con mayor chulerio,
está anunciando como solución para salir de la crisis (entrando en la Edad
Media).
Esta acción se llamó #EscracheGallardón o #EscracheFeminista, aunque no se permitió ni colocar
una triste pegatina en la blindada sede del PP de Génova, así que más bien fue
un escrache a las feministas.
Alba creía que iba a ejercer su derecho democrático a
manifestarse, pero de repente se dio cuenta de que no, de que a lo que iba era
a subirse a la máquina del tiempo. Parada en la estación Franco pasando por las
de Machismo, Misoginia, Esclavitud y Valle de los Caídos.
Según me contó la estupefacta Alba: “Llegamos a la calle Génova
mucho antes de la hora convocada, las 19.00 horas, para esperar a las
compañeras. A eso de las 18.30 ya estábamos junto a la sede Popular. Cual no
fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que la policía ya tenía tomada la zona.
Había una presencia policial desproporcionada que impedía acercarse al puerta
de la sede pepera. Como aún no había llegado nadie, éramos menos de 10,
nos sentamos en esos maceteros de piedra que tienen en la acera de enfrente”.
Parece ser que Cifuentes, en su campaña por agradar a la
ultraderecha cristofascista, había dado carnet de matón y barra libre a sus
secuaces. Otra vez. Porque a los pocos segundos de sentarse, sin carteles o
ropas que les identificase, la policía se dirigió a ellas, por el mero hecho de
ser mujeres, y le pidió la identificación. Tras la protestas de rigor, tuvieron
que acabar sacando el carnet so pena de ser trasladadas al furgón. Cuando Alba
le pidió al policía que le acababa de identificar su número de placa, tras
recordarle que debía llevar la identificación visible como
Cifuentes afirmó haber impuesto, “el policía se descojonó en mi cara
y ante mi insistencia me dijo un agresivo ‘no, yo no te tengo que dar nada’ que
acompañó de bromas a sus compañeros sobre lo desgraciadas que éramos. Acto
seguido nos ordenaron que pasásemos a la acera de enfrente porque aquella era
un vía pública y allí no podíamos estar”.
¿O sea que las vías públicas son para que no pueda estar el
público? ¿En realidad han llegado a convencerse de que vía pública quiere decir
‘cortijo privado del PP’?
A pesar del chulerío, Alba volvió a pedirle la placa que debían
llevar visible y ante la negativa del policía le hizo una foto. Este acto,
absolutamente legal, provocó que varios agentes la rodeasen y le exigiesen que
borrase la foto o le requisaban el móvil. Ante lo cual Alba se vio obligada a
borrar cualquier prueba de su posible verdugo (Cifuentes, candidata a alcaldesa
de Madrid, ¿te atreves a seguir afirmando que tu policía se identifica? O eres
muy cínica o no sabes hacer tu trabajo ni controlar el orden de una ciudad que
aspiras a gestionar).
El caso es que un par de manifestantes, mujeres de mediana edad,
se habían quedado en la puerta de la sede del Partido Popular, negándose a
marcharse de la vía pública porque, pues eso, es “pública” (argumento bastante
fácil de asimilar, ¿no?). Y entonces fue cuando el monstruo se quitó la
máscara. Alba no daba crédito cuando vio a la policía rodearlas, emprenderla a
empujones con ellas y gritar un insulto que congeló el tiempo e hizo retroceder
a todos los presentes a lo peor de la posguerra.
“Escuché a uno de los policías gritarle a la señora un
repugnante ‘No sé qué haces aquí, vete a tu casa a fregar que es donde tienes
que estar’ que despertó la ira de todas nosotras. Le llamamos machista y unas
cuantas cosas más. Como respuesta le arrearon, delante mía, un puñetazo en la
cara a una de las compañeras, a mi novia la agarraron del brazo y la amenazaron
y a otra de las dos resistentes la cogieron y la lanzaron como un saco de
patatas volando por la calle Génova, con tan mala suerte que cayó encima de
nosotras y mi móvil salió disparado y se destrozó. Me he quedado sin móvil”.
Entre la agresión a las compañeras, el móvil y el jaléo, Alba
llegó a pensar que había oído mal, pero luego confirmó con otros tuiteros que
eso exactamente era lo que el miembro de la policía (democrática y sometida a
la Constitución con su resplandeciente artículo 14), le había dicho.
También se hizo eco del vejatorio comentario del policía
neardental este artículo titulado Tócale el pito a Gallardón.
Y eso, recordad fue antes de la manifestación en la que se
repitieron los insultos vejatorios hacia la mujer, el desprecio y la incitación
a la violencia hacia la mujer (que eso es esa repugnante expresión del policía
que representa a las fuerzas del órden público y tiene un puesto con
responsabilidades constitucionales). Cuando un grupo de manifestantes (a los
que jamás permitieron acercarse a la sede de Génova y multaron jugosamente)
decidió dirigirse a la puerta de la residencia de Gallardón, la violencia más
salvaje se desató como se puede ver en este video que casi estuvieron a punto
de impedir que se grabase:
Pero lo verdaderamente aterrador es el intento de la policía de
meterle una navaja al agredido, otro montaje policial como el de
Alfon, y
la rapidez con la que, al darse cuenta de que les estaban grabando y gritando
“le intentan meter una navaja que no es suya”, un policía se la lleva
disimuladamente y aborta el montaje policial. Se ve detalladamente en el minuto
5 del video.
¿Quién le ha dado instrucciones a la policía de hacer ese juego
sucio para criminalizar a manifestantes pacíficos? ¿Cristina Cifuentes? ¿Tus
ambiciones patriarcales son tan poderosas que te tiras piedras a tu propio
tejado promoviendo el desprecio, el odio y la discriminación de la mujer?
Quizás sea que las de tu clase privilegiada no se considera una mujer, sino una
señora. Señora de. Y el aborto nunca ha sido un problema para vosotras, como
bien explica esta pintada:
El Partido Popular está promoviendo una verdadera guerra contra
la mujer, una guerra con víctimas mortales de las que luego se desentiende. Y
las mujeres, los hombres (hijos, hermanos, amigos, amantes de mujeres) y la
sociedad que ha dicho repetidamente estar en un 80% a favor de la posibilidad
de abortar en condiciones seguras para quien no tenga otro remedio, no vamos a
permitir que nos robéis la paz que el feminismo trajo a este mundo habitado en
un 51% por mujeres.
A PROPÓSITO DEL CONCEPTO LIBERTAD BAJO EL CAPITALISMO EN
CRISIS
CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓN DE LA PLATAFORMA EN DEFENSA DE LAS
LIBERTADES DEMOCRÁTICAS (PDLD) EN VÍDEOS E IMÁGENES
Presentación de PDLD.
Intervención de Shangay Lily, aRtivista y blogger Diario Público
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