viernes, 8 de noviembre de 2013

CON L@S TRABAJADOR@S DE LA LIMPIEZA DE MADRID




Publicado el 7 noviembre, 2013 por PDLD |

En el manifiesto fundacional de la Plataforma en Defensa de las Libertades Democráticas (PDLD) afirmábamos “recortes sociales y recortes de las libertades son dos caras de la misma moneda”

Como organización de la clase trabajadora, que se reclama de izquierdas y por la consecución del socialismo como forma de sociedad, hemos mantenido esa idea como base de nuestra acción política, sabedores de que, cuando los recortes sociales se hayan completado, tocará elevar la reivindicación política a un nivel superior.

Esta es una posición que hemos trasladado a todos los espacios que hemos ido creando, entre otros los que rechazan la criminalización de la protesta social, que es, ante todo, una protesta de la clase trabajadora y que lo será, de un modo más marcado, en los próximos tiempos.

Desde este pronunciamiento político, la Plataforma en Defensa de las Libertades Democráticas (PDLD) quiere expresar toda su solidaridad con los trabajadores de la limpieza de Madrid capital, ya que no son empleados públicos del Ayuntamiento de Madrid, sino de contratas privadas, a la que la “señora” Botella ha animado a aplicar la fórmula del despido para que a la empresa, privada, le salgan las cuentas del beneficio capitalista, tras la reducción de un 40 % del gasto en la partida correspondiente del Ayuntamiento de Madrid respecto a 2007.

El despido de 1.144 trabajadores de parques, jardines y limpieza del Ayuntamiento de Madrid, que realizarán las grandes empresas OHL, Sacyr (Valoriza) y FCC (recuerden sus nombres) es un acto de violencia terrorista en el contexto de una crisis que nos ha dejado en las peores condiciones laborales, contractuales y de despido hasta donde alcanza nuestra memoria colectiva.

En este marco es obsceno el comportamiento de los piquetes mediáticos del capital, en el que cabe incluir de un modo penoso a los supuestamente progres, que han propagado hasta la saciedad imágenes de basura esparcida por las calles y se han dedicado con entusiasmo a contarnos las molestias que causa la huelga a una “ciudadanía” a la que hace mucho tiempo quieren sus enemigos de clase narcotizada y desclasada. Para eso no hacen falta sujetos como Marhuenda ni como Alfonso Rojo. Basta escuchar en SER Madrid a individuos como Carmelo Encinas para ver cómo se intenta dar “argumentos” al Gobierno del PP para que endurezca al máximo criminalización de la protesta social en su futuro Código Penal que el PP para destruir los derechos de manifestación y rebeldía de la clase trabajadora: “vandalismo”, “violencia”, “amenazas”. Lo mismo cabe decir de El País o Público ¿Acaso pretenden que las huelgas se hagan en el desierto de Almería, en domingo y con servicios mínimos del 80 %, como aplicaba en su día Esperanza Aguirre a los trabajadores del transporte?

Las huelgas, sean de servicios públicos, de sectores estratégicos o de cualquier otro colectivo de trabajadores, sólo tienen fuerza si presionan y son capaces de condicionar a la patronal a través de sus medidas de fuerza. Es innegable que supondrán en algún momento molestias a lo que llaman ciudadanía que también se compone de otros trabajadores que, en su momento, se verán abocados a tener que hacer ruido para que su protesta no quede en el olvido social. Es hora de abandonar esas actitudes inconsecuentes que piden solidaridad sólo cuando le afectan a un@, pero que son ajenas a ella cuando la necesitan otr@s. Pronto, tod@s nosotr@s estaremos abocad@s a pasar por la trituradora del capital y sus instituciones. Como trabajador@s estamos necesitad@s de comprender que nos necesitamos tod@s en una unidad indestructible de clase. No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos ni demostrar combatividad pidiendo perdón por anticipado.

Cuando a l@s periodistas les afecta lo que eufemísticamente se conoce como “regulación de contrato”, aquell@s deben entender que una parte de su éxito o de su fracaso está en su voluntad de darse cuenta de que son trabajador@s y de que su principal arma de presión es la huelga y la solidaridad de y con otr@s trabajador@s. Si buscan solidaridad sin haberla dado antes, puede que encuentren la que hayan sembrado a bajo precio la mayoría de ell@s.

No ignoramos que la mentira llamada libertad de información se desenmascara cuando se habla de libertad de empresa, que pone a la primera al servicio de la segunda, pero ha de haber un sentido de la coherencia que se rebele ante los mandatos del capital que, desde sus empresas, cargan como policías armados por el monopolio de la palabra contra los débiles que se rebelan contra su condición, aunque esos débiles circunstanciales no sean periodistas.

En otro orden de cosas, nos preocupa la aparición de cajas de resistencia de apoyo a la huelga de limpieza, ajenas a los sindicatos y gestionadas por grupos distintos a la misma. Sabemos, por experiencia, que, cuando una caja de resistencia no la controlan los propios trabajadores a través de sus sindicatos, hay quien/es busca/n condicionar a la propia huelga con unas intenciones desconocidas y, como mínimo, sospechosas.

Hacemos un llamamiento a la sociedad madrileña y, en especial a su clase trabajadora, a acompañar con paciencia, buen talante, comprensión y apoyo solidario la huelga de los trabajadores de la limpieza del Ayuntamiento de Madrid. Nadie escogería como primera opción limpiar la basura ajena. Y nadie debe ser condenado al despido ni a la reducción del 43 % de su salario como “premio” a no ser despedido.

NINGÚN TRABAJADOR/A DE LA LIMPIEZA DE MADRID DESPEDIDO/A. RESPETO A UNAS CONDICIONES SALARIALES DIGNAS PARA TODA LA PLANTILLA.

FUERA BOTELLA DEL AYUNTAMIENTO DE MADRID Y EL PP DEL GOBIERNO ESPAÑOL

CON L@S TRABAJADOR@S. POR LAS LIBERTADES.

 


 


 

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