NOTA DEL
EDITOR DE ESTE BLOG: L e añadido dos enlaces que articulista hace referencia.
Por Silvia
Ribeiro
[12.02.2011]-
Un reporte de Jeremy Scahill publicado en The Nation (Blackwater’s Black Ops, 15/9/2010) reveló que el ejército mercenario más grande del mundo, Blackwater (ahora llamado Xe Services) le vendió servicios clandestinos de espionaje a la trasnacional Monsanto. Blackwater cambió de nombre en 2009, luego de hacerse famosa en el mundo por las denuncias sobre sus abusos en Irak, incluidas masacres de civiles.
Un reporte de Jeremy Scahill publicado en The Nation (Blackwater’s Black Ops, 15/9/2010) reveló que el ejército mercenario más grande del mundo, Blackwater (ahora llamado Xe Services) le vendió servicios clandestinos de espionaje a la trasnacional Monsanto. Blackwater cambió de nombre en 2009, luego de hacerse famosa en el mundo por las denuncias sobre sus abusos en Irak, incluidas masacres de civiles.
Sigue siendo
el mayor contratista privado del Departamento de Estado de Estados Unidos en
"servicios de seguridad", es decir para practicar el terrorismo de
Estado dándole al gobierno la posibilidad de negarlo.
Muchos
militares y ex oficiales de la CIA trabajan para Blackwater o alguna de las
empresas vinculadas que creó para desviar la atención de su mala fama y generar
más lucros vendiendo sus nefastos servicios -que van desde información y
espionaje hasta infiltración, cabildeo político y entrenamiento paramilitar- a
otros gobiernos, bancos y empresas trasnacionales. Según Scahill los negocios
con trasnacionales -como Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como
Barclays y Deutsche Bank- se canalizan a través de dos empresas que son
propiedad de Erik Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence Solutions y
Terrorism Research Center. Éstas comparten oficiales y directivos de
Blackwater.
Uno de
ellos, Cofer Black, conocido por su brutalidad siendo uno de los directores de
la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en 2008 como directivo de Total
Intelligence, concertando el contrato con la compañía, para espiar e infiltrar
a organizaciones de activistas por los derechos de los animales, contra los
transgénicos y otras sucias actividades del gigante biotecnológico.
Contactado
por Scahill, el ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto se negó a hablar, pero
posteriormente confirmó a The Nation que habían contratado a Total Intelligence
en 2008 y 2009, según Monsanto solamente para hacer seguimiento de
"información pública" de sus opositores. Dijo además, que Total
Intelligence era una "entidad totalmente separada de Blackwater".
Sin embargo,
Scahill cuenta con copias de los correos electrónicos de Cofer Black
posteriores a la reunión con Wilson de Monsanto, donde les explica a otros ex
agentes de la CIA, usando sus direcciones electrónicas de Blackwater, que la
discusión con Wilson fue que Total Intelligence se convertiría en el
"brazo de inteligencia de Monsanto", espiando activistas y otras
acciones, incluido "que nuestra gente se integre legalmente a esos
grupos". Monsanto pagó a Total Intelligence 127 mil dólares en 2008 y 105
mil dólares en 2009.
No asombra
que una empresa de "ciencias de la muerte" como Monsanto, que se ha
dedicado desde sus orígenes a producir tóxicos y desparramar venenos, desde el
Agente Naranja hasta los PCB (policlorobifenilos), agrotóxicos, hormonas y
semillas transgénicas, se asocie con otra empresa de matones.
Casi al
mismo tiempo que la publicación de este artículo en The Nation, la Vía
Campesina denunció la compra de 500 mil acciones de Monsanto, por más de 23
millones de dólares por la Fundación Bill y Melinda Gates, que con esto se
terminó de sacar su careta de "filantrópica". Otra asociación que no
sorprende.
Se trata de
un casamiento entre los dos monopolios más brutales de la historia del
industrialismo: Bill Gates controla más de 90 por ciento del mercado de
programas patentados de computación y Monsanto cerca de 90 por ciento del
mercado mundial de semillas transgénicas y la mayoría del mercado global de
semillas comerciales. No existen en ningún otro rubro industrial monopolios tan
vastos, cuya propia existencia es una negación del cacareado principio de
"competencia de mercado" del capitalismo. Tanto Gates como Monsanto
son muy agresivos en la defensa de sus mal habidos monopolios.
Aunque Bill
Gates intente decir que la Fundación no está ligada a sus actividades
comerciales, todo lo que ésta hace demuestra lo contrario: gran parte de sus
donaciones terminan favoreciendo las inversiones comerciales del magnate,
además de que en realidad no "dona" nada, sino que en lugar de pagar
impuestos a las arcas públicas, invierte sus ganancias donde le favorezca
económicamente, incluida como propaganda de sus supuestas buenas intenciones.
Por el contrario, sus "donaciones" financian proyectos tan
destructivos como la geoingeniería o la sustitución de medicinas naturales y
comunitarias por medicamentos patentados de alta tecnología en las zonas más
pobres del mundo. Qué coincidencia, el ex secretario de Salud Julio Frenk y
Ernesto Zedillo son consejeros de la Fundación.
Al igual que
Monsanto, Gates se dedica también a tratar de destruir la agricultura campesina
en todo el planeta, principalmente a través de la llamada "Alianza para
una Revolución Verde en África" (AGRA). Ésta funciona como caballo de
Troya para despojar a los campesinos africanos pobres de sus semillas
tradicionales, sustituyéndolas por semillas de las empresas primero, y
finalmente por transgénicos. Para ello, la Fundación contrató en 2006,
justamente a Robert Horsch, un director de Monsanto. Ahora Gates, venteando
mayores ganancias, se fue directo a la fuente.
Blackwater,
Monsanto y Gates son tres caras de la misma figura: la máquina de guerra contra
el planeta y la mayoría de la gente que lo habita, sean campesinos y
campesinas, indígenas, comunidades locales, gente que quiere compartir
información y conocimientos o cualquier otro que no quiera estar en la égida de
lucro y destrucción del capitalismo.
Silvia
Ribeiro es Investigadora del Grupo ETC.
(Tomado de
ARGENPRESS.info)
Máquinas
de guerra: Blackwater, Monsanto y Bill Gates
Máquinas de guerra: Blackwater, Monsanto y Bill Gates
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