Le he añadido al
artículo, el artículo de Manuel Vázquez Montalbán y el artículo de Manuel
Navarrete que hace referencia Pepe Gutiérrez Álvarez
El homenaje unánime que la izquierda
catalana dedicó a Nin, sugiere en no poca medida que el PCE todavía no ha hecho
lo que toca hacer al respecto. El acto nos revela las miserias de lo que queda
del estalinismo.
Ahora ya solo falta que el PCE, hago lo que le corresponde hacer sobre el
caso Nin. De momento es el único partido comunista del Estado Español que no ha
pedido disculpas por su complicidad, con el hecho más conocido de su vertiente
estaliniana, de una historia que hay que superar.
Ya lo han hecho ICEV, el PCC y el PSUC viu en el acto de homenaje que la
izquierda catalana en su práctica totalidad, dedicó a Andreu Nin en el un acto
extraordinario en el Parlament. Es verdad que desde los años sesenta, han sido
mucho los representantes partidario que han hecho han asumido esta
cuestión, el primero de todo, Manuel Sacristán.
En los ochenta, Manuel Vázquez Montalbán escribió algunas páginas, como La sombra de Nin es
alargada, un artículo en el que Manolo se
remite a la perestroika gracias a la cual se rompieron con todas
aquellas “coartadas para el terror: la coartada del verdugo y la profunda
coartada de la víctima, que, como el sándalo, perfumaba el hacha que la
abatía”. Se refiere al “informe sobre la detención e interrogatorio de Andreu
Nin nos recuerda un episodio emblemático del estalinismo a la catalana y a la
española”. Está claro que “cualquier renacimiento del caso va a ser utilizado
por la derecha cultural y política española para señalar la barbarie roja, como
si la derecha pudiera descubrir barbaries en el ojo ajeno”, pero no menos
“obvia” es dicha “utilización” como lo “es la división de la izquierda ante la
reaparición del cadáver de Nin”. Reaparición (reiterada tiempo después), que
plantea bien “de hacer justicia a los dobles perdedores de la guerra, los
poumistas”, o paradójicamente ocurre que “la socialdemocracia descubre en
el caso Nin una prueba metafísica de la maldad intrínseca del bolcheviquismo de
ayer, de hoy y de mañana”. Montalbán llama a que “los comunistas catalanes no
asuman el caso Nin como propio”, pero “no ha habido una reflexión del
colectivo, del intelectual orgánico colectivo llamado partido y mientras no la
haya la sombra de Nin seguirá siendo algo más que un efecto óptico y algo peor:
una zona oscura de la propia conciencia”. Lo único que ha habido ha sido
tomas de posiciones personales, algunas tan tempranas y tan rotundas como la de
Manuel Sacristán.
Montalbán criticaba igualmente el “avestrucismo, y lo liga con el “caso
Comorera”, igualmente “tapado”, aunque -a nuestro parecer- fuese por motivos
bastante diferentes. No creo que se deba olvidar que Comorera fue víctima de
unos métodos que él no había dudado en aplicar. El propio secretario general
del PSUC, Rafael Ribó, declaraba a la revista El Temps que el partido ha
asumido esos dos puntos oscurísimos de su historia y traslada a los
historiadores la responsabilidad de decir la última palabra. Todavía no, creo.
Todavía es preciso decir muchas penúltimas palabras que serían más políticas
que históricas. Todavía un debate sereno sobre Nin y Comorera sería tan
interesante para los políticos como para los historiadores. A los políticos
siempre les interesa un tema que conduce al de la alienación y la militancia
religiosa y los historiadores pueden ver dos películas por el mismo precio. La
película de por qué ocurrieron las cosas que ocurrieron (en blanco y negro) y
la película de cómo se debate hoy lo que ocurriera ayer (en technicolor).
En tiempos de la “perestroika” de la Fundació Andreu Nin llevó a cabo
una reclamación directa a las autoridades soviéticas y escribió una carta
abierta al PSUC. En la carta se reclama de Treball, órgano de dicho partido,
una rectificación de "las calumnias que durante los años 36 y siguientes
se publicaron en los órganos del PCE y del PSUC, donde se acusaba a Nin y a sus
compañeros del POUM de agentes a sueldo del fascismo".
Desde una editorial de Treball, el último PSUC trataba de “responder con
toda claridad y solemnidad a las demandas solicitadas. Y lo hace claramente en
un sentido positivo. Hace muchos años que el PSUC revisó críticamente los
graves errores cometidos en el período estalinista. Estos errores no disminuyen
el heroísmo y los aciertos que prodigó nuestro partido durante la guerra y en
el largo período franquista posterior. En esta revisión no ahorramos la discusión
sobre los hechos de mayo de 1937, de los que todavía hay muchas versiones
legítimas (…) En lo que se refiere a la muerte de Andreu Nin,
consideramos necesario investigar los hechos reales. La hipótesis de la
intervención de agentes estalinistas parece bastante probable para muchos de
los conocedores de la materia. Si en la investigación aparecen
responsabilidades ligadas al PSUC, no seremos nosotros los que las escondamos,
sino todo lo contrario; muchos hechos de nuestra historia reciente demuestran la
voluntad de transparencia que nos guía...Andreu Nin forma parte del cuadro de
honor de los dirigentes de la izquierda catalana de este siglo. El conocimiento
de su vida (y de su muerte) es una asignatura que tenemos que estudiar todos
los que nos consideramos herederos de su generación. Por lo tanto, el PSUC y
Treball rectifican una vez más, formal y definitivamente, cualquier calumnia
contra Andreu Nin, se adhieren a las iniciativas de la Fundación Andreu Nin y
abren las páginas de sus publicaciones a todas aquellas contribuciones que nos
puedan llegar en memoria de este histórico dirigente del POUM”.
No se trata para nada de negar la diversidad de posiciones, así por
ejemplo, el PCC mantiene una Fundación dedicada a Pere Ardiaca, representante
del comunismo militante que tanto contribuyó a la reconstrucción del movimiento
obrero y popular en resistencia, pero todavía incapaz de ofrecer un análisis
autocrítico También quedó claro que Alfredo Clemente valoraba al Nin marxista
revolucionario y condenaba el sectarismo, pero seguía creyendo en las mismas
fórmulas, pero eso forma parte de un debate mucho más amplio. El debate sobre
el balance del socialismo del siglo XX que acabó de la peor manera posible. Se
trata de condenar unos procedimientos que ahora se utilizan como
descalificación. De estalinistas se trataron mutualmente, euros y prosoviéticos
en la crisis que acabó dando al traste al PSUC, que gustaba compararse con el
PCI y que gozaba de una implantación no menor.
Ahora el concepto se le aplica a la dirección del PSUC vio por parte del
sector anguitista. Anoto que en una elocución –creo que en una fiesta de
Treball- del secretario general anterior de esta formación, Albert Escofet fue
mucho más rotundo en este punto del estalinismo en el PSUC que Joan Herrera,
que Joan Joseph Nuet y que Clemente.
Este último declaró en el Parlament que había gente de su partido que no
estaría de acuerdo con su declaración. Los que nos hemos movido entre viejos
comunistas ya sabemos a quienes se refiere Alfredo. A antiguos militantes
nostálgicos de cuanto todo estaba mucho más claro para ellos, cuando las cosas
funcionaba por “campos”, pero no lo escuchará hablar en un debate sobre la
cuestión. Los recuerdos de un día en una sala a rebosar en un acto en que
tomaban la palabra Julio Anguita y Livio Maitán, el líder histórico de la IV
Internacional italiana, por entonces miembro de Refundazione. Livio
repetió una frase del finado Fausto Bertinotti, vocalizando muy bien en
castellano: Comunismo y estalinismo son dos conceptos incompatibles. Y no hubo
ni un garraspeo.
Culturalmente, la batalla contra el estalinismo está ganada. Queda mucha
gente que apoya tal o cual actuación, muchos comunistas que siguen creyendo en
la primacía de los aparatos, minorías que odian lo que llaman “anticomunismo de
izquierdas”, pero su decadencia es cada vez más perceptible. Hace tiempo
echaban mano a Ludo Martens y personajes semejantes, pero ya nadie se acuerda
de ellos. Lo del Parlament fue en ese sentido representativo: no quedaba
ninguna fracción de izquierda, ninguna pluma, nada fuera del homenaje
clamoroso. Los que la quieran encontrar tendrá que buscar los anónimos
irredentos que publican notas furiosas increíblemente freakies, en los márgenes
libres como los que permiten el diario Público o Kaosen la red.
La única nota abiertamente proestalinista que se puede encontrar en Red
Roja. Aparece
firmada por un tal José Guillen, a todas luces el seudónimo de Manuel Navarrete. El mismo hecho es ya de por sí singular, al revés de lo que ocurre
normalmente, el texto no ha sido reproducido en otras páginas, en cuando al
seudónimo se entiende que no se quiere comprometer a Red Roja. Es una lástima,
porque no tiene desperdicio.
El artículo no es otra cosa que un ejercido de escolástica airada, muy
propia del autor. Navarrete no necesita conocer la historia ni mucho menos
debatir con ella, se la hace a la medida. Es una texto típico de la fase
gloriosa del estalinismo, lo que proclama es sagrado, simplemente porque lo
dice él, no hay lugar para el matiz, un par de ejemplos, Nin criticó el Frente
Popular pero aún y así el POUM formó parte de la coalición, por otro lado, el
gobierno republicano no tomó medidas contra los golpistas aunque estaba al día
de sus movimientos, ¿no plantea esto ninguna duda? Desde ese Olimpo de la
verdad por encima de cualquier duda, se dedica a increpara a Nuet y a Clemente.
En otros tiempos esto se habría solventado de otra manera. Lo digo porque el
estilo del autor no puede ser más cainista.
El líder de Red Roja llega a escribir, ¿Dónde está hoy Nin, en Washington o
en Berlín?
Esta es la fibra de Koba, la que convierte al discrepante en traidor. De
Nin, llegaron a decir que se reunía con Franco, como de Trotsky se reunía con
Hitle. Hubo militantes honestos y embruitecidos por la fe, que llegaron a
creer semejante ignominia. Militantes como Lise Ricol López quien en Roja
primavera (1996, Madrid, Ed. Del Oriente y del Mediterráneo), escribe:
“En aquel tiempo, yo creía, como la mayoría de los comunistas que Trotsky
–calificado de agente de Hitler- era el instigador de ese `golpe´ (julio de 1936),
cuando en realidad lo condenó con dureza desde el primer día (…) También
denunció, con justeza, la transposición de la política estalinista en España
mediante los consejeros soviéticos que trabajaban en ministerios claves,
especialmente en los del Interior y de la Guerra. Del mismo modo, puso al
descubierto los mangoneos del Gepeú en la represión que siguió a la derrota del
golpe de mano y su responsabilidad –desmentida siempre- en el asesinato de Nin
y de otros dirigentes del POUM tras su detención. Su `desaparición´ se
interpretó en la casi totalidad de los órganos de prensa y las radios como la
prueba de que se habían pasado al campo de Franco para escapar de la justicia
popular…Fue mucho después, al vivir en mi propia carne y saber, por las revelaciones
de Kruschev, en 1956, de los crímenes de Stalin, cuando llegué a conocer la
verdad y a comprender que nunca deben aceptarse incondicionalmente las
afirmaciones, análisis y órdenes de los dirigentes políticos o religiosos.
¿Acaso no es la duda, como recalcaba entre otros Kart Marx, la principal
cualidad del ser humano?” (pp., 384-385).
De semejante furia del tal José
Guillén o Manuel Navarrete, se pueden deducir muchas cosas. Citemos solamente
una: que la izquierda catalana en su conjunto debe de andar entre el Washington
o en el Berlín nazi al lado de Andreu Nin.
Fuente
Manuel Navarrete
Este
otro artículo que va en la misma línea de este estalinista
Mayo del 37 no existe
Aconsejo
leer los comentarios del artículo
Le he añadido la película y
el libro que hace referencia Manuel Navarrete
Película: Tierra y
Libertad (1995)
Bibliografía de George Orwell
M.Navarrete calumnió a Marat y salió
“escardao”
Manuel
Navarrete se dirige a mí como andaluz que soy yo
Mirar este Facebook, los
estalinistas se manifiesta con el homenaje a Andreu Nin
Albert Escusa es uno de los teóricos del estalinismo en el
Estado español.
De Gustavo Bueno a los nazbol, pasando por
todo lo que arrastran sus "discípulos" (1) y (2)
Cita:
http://www.youtube.com/user/xlaIIIrepublicaPCPE (fíjense en la sección actividad reciente, el
primer amigo y pinchen sobre NazBol87. Luego miren en la columna a la
derecha del vídeo sobre NazBol History y después de visto ese vídeo
sobre Hail Stalin!
Domenico Losurdo es otro estalinista que tiene mucha
influencia entre los estalinistas en el Estado español.
El homenaje de Cataluña a Nin y la reacción estalinista
vergonzante desde Red Roja
(4) Operación
Nikolai. El secuestro y asesinato de Nin (1992) M. D. Genovès : Doblado al
castellano
(11) El
terror estalinista en Barcelona (1938). Del asesinato de Nin a la represión
obrera [Capítulo 4].
(14) El
terror estalinista en Barcelona (1938). Biografía de "Pedro".
[Capítulo 1]
Los periódicos
digitales La república, como la mancha obrera escribe solamente los
estalinistas
Homenaje a
Andreu Nin en el Parlamento de Catalunya: Anticomunismo de izquierdas
disfrazado de memoria histórica y revolución
José Guillén
Cuando el anticomunismo se disfraza de
revolución
José Guillén
Vídeo
del homenaje a Andreu Nin en en el
Parlament.
Homenaje a Andreu Nin en el Parlamento de Catalunya: Anticomunismo de izquierdas disfrazado de memoria histórica y revolución : laRepublica.es
ResponderEliminarMiércoles, junio 26, 2013
José Guillén
http://www.eroj.org/comun/AndresNin.html