Al
artículo le he añadido algunos enlaces, la fuente es este http://emisionenelvientredeunaballena.wordpress.com/2013/07/10/objetivo-de-las-elites-desacreditar-las-viejas-autoridades/
“Cuando queremos modificar la actitud o
incidir en algún comportamiento, después de examinar las fuentes de las
creencias establecidas, se debe, o bien desacreditar las viejas autoridades, o
bien crear nuevas autoridades articulando una corriente de opinión contra la
vieja creencia o a favor de la nueva”
Cuando vemos que el capitalismo global,
mediante sus medios de comunicación, ataca directamente al sistema bipartidista
(sobre todo al PP) o ataca a la monarquía, bombardeando a la población con
casos y más casos de corrupción; esto indica que nos encontramos, muy
posiblemente, en la fase de desacreditación de lo viejo. Obsérvese, por cierto,
que se saca la corrupción pero no se cuestionan las políticas, eufemísticamente
llamadas, de austeridad, que en la práctica son de auténtica eugenesia.
¿Qué va a ser lo nuevo? ¿Qué es lo único
que no se desacredita?
La respuesta es fácil, el sistema
capitalista. Milton
Friedman llevaba décadas anunciando que lo que quieren es
un Estado o gobierno mínimo, mera oficina donde el capitalismo global campe
a sus anchas en busca de mayores ganancias y dominio, sobre todo dominio. Total
control de los lobbys FMI, Banco Mundial o Banco Central Europeo (sí, digo
bien, lobbys) sobre la economía mundial, en un sistema falso de libre mercado
que muchos creerán verdadero, aunque tal cosa no pueda darse en la práctica sin
llegar a los grandes monopolios y desigualdades que sufrimos hoy día.
En España muy probablemente Esperanza
Aguirre, liberal hasta la médula, y dentro de la derecha del PP, la que más
a la derecha está, cumpla con este objetivo de las élites de cambiar las
estructuras del sistema, los medios la adoran, y por tanto, el pueblo la adora.
Qué “casualidad” que ni Aguirre ni Aznar aparecen en las cuentas del PP.
Aguirre, por cierto, es invitada habitual del club
Bilderberg. Aguirre, la del Tamayazo,
que más ha hecho por privatizar la
sanidad y educación públicas.
Toda esta corrupción siempre ha existido,
es inherente al sistema capitalista, cuando los medios lo sacan todo de golpe
es porque buscan unos objetivos. Recuerda a cuando los grandes periódicos
hicieron un pacto para echar del poder a Felipe González y sacaron a la luz
toda la corrupción del PSOE. La diferencia es que esto es mucho más gordo, es
un ataque total a las instituciones o autoridades, pero no al sistema capitalista.
Al fin y al cabo, esto mismo se está
haciendo en Egipto, aunque con grandes dificultades, porque el pueblo egipcio
está muy cabreado, y cuando ven que el nuevo títere no cumple las promesas
salen de nuevo a la calle. Forma parte del proceso de recolonización de EEUU en
Oriente Medio.
Sea cuales sean los objetivos, nada nuevo
y nada bueno nos aguarda cuando los que están detrás del cortinón son los
dueños de los grandes capitales, es decir, los grandes explotadores del género
humano.
Son décadas de bombardeo de propaganda
ideológica, seguramente nos venderán las formulitas fáciles salidas del Tea
Party: eso de que todo se soluciona con un mero cambio en la ley electoral,
las
nuevas tecnologías pueden garantizar la democracia y las libertades, las Listas
Abiertas (tan fácilmente manipulables), y todo el pensamiento mágico que te
puedas imaginar en la supuesta era tecnocrática del fin de las ideologías. Pero
nada, repito, nada, que ataque los privilegios de dominio de los poderes
fácticos, que obviamente son los grandes bancos y los grandes capitales que
poseen los medios de producción, recursos energéticos, etc; y que no es
precisamente el don nadie de Mariano Rajoy. Nada nuevo bajo el sol, José
Antonio Primo de Rivera ya lanzaba esa propaganda que trataba de
desideologizar las políticas antisociales disfrazándolas de “ciencia”
Gente como George
Soros, el mayor y más astuto especulador del mundo, se han dedicado a
fomentar todo tipo de pensamiento supersticioso, “juntémonos a hacer yoga para
salvar el mundo”, el auge de las pseudociencias que han provocado un aumento de
la mortalidad, sobre todo infantil, en EEUU e Inglaterra; las escuelas
buenrollistas de pensamiento mágico tipo Waldorf, el pseudofeminismo de las Pussy
Riot o Femen, la ambigüedad política de la Asociación
DRY, el Foro Social
Mundial financiado por las fundaciones Carnegie y Ford, y un largo etc de
comecocos a nivel local o mundial que fomentan el pensamiento infantil,
totalmente involutivo, irracional, y por supuesto, ineficaz.
Quizás lo que más y más rápidamente puede
emancipar y desalienar al trabajador es entender el concepto de “conciencia de
clase”:
“Capacidad de los individuos que
conforman una clase social de ser consciente de las relaciones sociales
antagónicas -ya sea económicas, políticas, etc,- que se aduce siendo la
condición original de la organización de una sociedad de clases y de actuar de
acuerdo a ellas para beneficio de sus intereses.
Para esta corriente de pensamiento la
explotación de la burguesía sobre el proletariado es un hecho y el poder
entender esta situación como derivada de la lógica del antagonismo fundamental
de clases es conciencia de clase. Su opuesto sería la alienación; la
imposibilidad de ver la explotación capitalista en la propia vida cotidiana.”
La creación de la clase media sirvió para
romper el antagonismo de clases, la consciencia de clases. El trabajador de
clase media ilusamente se creyó que era un capitalista.
Ahora que era el momento de recuperar esa
conciencia de clase, los ingenieros que crearon el 15M
vendieron al pueblo un discurso “ciudadanista”, donde supuestamente un
capitalista es lo mismo que un trabajador, puesto que
ambos son ciudadanos. Esto supone una distorsión total de la realidad. Yo
confío, que con el esfuerzo de todos, acabemos superando el engaño ideológico.
La ideología más peligrosa es la que se asimila sin darnos cuenta.
Cierro el artículo con una cita de Julio
Anguita:
“El toro debe ser bravo, es decir, el
“toro tonto”. El toro bravo es el que enviste al capote, y el torero se lo pasa
por aquí, por allá, hasta que lo cansa, lo aburre y lo mata. Cuando nos
plantean desde los poderes económicos, “este es el culpable”, nos están
toreando: manoletina, gaonera, chicuelina, naturales, derechazos, y entramos
una y otra vez.”
Incluyo en el propio artículo el
comentario que hizo en Facebook, Diego CG, que creo da en el
clavo. Muy posiblemente estemos en los comienzos de una nueva transición
engañifa.
Diego
CG:
De hace unos meses. Las conspiraciones
sólo existen si no se está atento.
Además, cualquiera que vea la
articulación de textos como éste junto con la famosa tesis de las élites
extractivas y la clase política (http://politica.elpais.com/politica/2012/09/08/actualidad/1347129185_745267.html)
que tanto está dando la vuelta al mundo con sus diferentes adaptaciones
nacionales, sabe por dónde van los tiros.
Los mismos periódicos y medios de gran
tirada han “ofrecido” ya sus propuestas de cambio, a su vez reforzadas por
determinados movimientos en la protesta indignada (Asociación Democracia Real
Ya, Movimiento
de Ciudadanos hacia la República Constitucional, por ejemplo) que aportan
tesis similares. Lo fundamental para ellos son dos cuestiones: cambiar la ley
electoral y la ley de partidos.
La ley electoral hacia el sistema
mayoritario con pequeñas circunscripciones, argumentando que así el político se
vinculará más a sus electores, y obviando que de siempre se han utilizado estos
diseños institucionales que favorecen el bipartidismo (con alguna variante
regional tipo CiU y PNV) para frenar a partidos que no pueden articular
determinada dimensión (mediática, financiera) de campaña a escala nacional y
que quedan excluidos de las instituciones en el momento en que se abandona la
proporcionalidad (mucho más que con el sistema vigente, que también es
insuficiente) y mueren sin representación los votos que no obtienen candidato
en cada mini-circunscripción. El foco de las candidaturas en lo local
garantizan además que la estrategia agregada a escala nacional de Gobierno o
legislatura, siempre quede en manos de “asesores” y “expertos”, para quien lo
entienda.
La ley de partidos que buscan estas
propuestas desvincularían parcial o totalmente a estos de la financiación
estatal (para que no vivan del erario público, ni echen raíces en el Estado, y
se basen más en sus afiliados, se dice), por lo que la financiación privada,
donaciones, sobres, lobbying, etc, tomarían más protagonismo. Además, se
proponen elecciones primarias internas a los partidos (por la transparencia y
la democracia, claro), lo que da un giro mediático y de “personalidades de
líderes” a los procesos de cambio de dirección, e inserta a los medios de
comunicación en la campaña, con todo su poder para orientar el voto entre
incautos.
Así se garantizarán un nuevo sistema de
partidos más estable y económico, con menor riesgo al asumir “políticas
impopulares”.
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