NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG: Le he añadido el film turco El valle de
lobos.
Por
Thierry Meyssan
La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe
del Estado iraquí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista
conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y
organizado por Washington pueda desmoronarse en una semana ante un grupo
yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede
creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria
realmente condenan su acción en Irak? Thierry Meyssan revela el lado oculto de
las cartas.
RED VOLTAIRE | 16 DE JUNIO DE 2014
El «Medio Oriente
ampliado» (Greater Middle East), según el estado mayor de las fuerzas
armadas de Estados Unidos. Mapa publicado en 2006 por el coronel
estadounidense Ralph Peters.
Desde el año 2001, el estado mayor de las fuerzas armadas de
Estados Unidos ha venido tratando de dividir el «Medio Oriente ampliado»
en una multitud de pequeños Estados étnicamente homogéneos. El mapa del Medio
Oriente rediseñado por Washington se publicó en julio de 2006 [1]. Y según
ese mapa Irak debía dividirse en 3 partes: un Estado sunnita,
un Estado chiita y un Estado kurdo.
El fracaso de
Israel ante el Hezbollah libanés, en el verano de 2006 [2], y el de
Francia y el Reino Unido ante el Estado sirio, en 2011-2014, podían hacer
pensar que aquel plan había quedado en el olvido. Pero no ha sido así. El
estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos está tratando
de reactivarlo a través de los condottieri de
hoy: los yihadistas.
Esa es la perspectiva que permite analizar correctamente
los acontecimientos de la semana pasada en Irak. A la hora de explicarlos,
la prensa internacional insiste en la ofensiva del Emirato Islámico en Irak y
el Levante (EIIL, también conocido en árabe como Daesh), ofensiva que en
realidad sólo es parte de una operación mucho más amplia.
Ofensiva
coordinada del EIIL y los kurdos
En sólo una semana, el EIIL ha conquistado lo que podría convertirse en
un emirato sunita mientras que los kurdos conquistaban lo que debería pasar a
ser un Estado kurdo independiente.
El ejército iraquí, entrenado y armado por Washington, simplemente dejó
en manos del EIIL toda la región de Ninive. Pero también abandonó la región de
Kirkuk, que rápidamente cayó bajo el control de los pershmergas del Kurdistán iraquí.
La estructura misma de la cadena de mando iraquí facilitó el derrumbe
de sus fuerzas: los oficiales superiores estaban obligados a obtener la
anuencia de la oficina del primer ministro antes de realizar cualquier
movimiento de tropas, condición que les impedía dar prueba de iniciativa a la
vez que los llevó a acomodarse como reyezuelos en las zonas bajo su mando.
En tales condiciones, resultaba extremadamente fácil para el Pentágono
comprar a ciertos oficiales para que se encargaran de incitar a sus soldados a
desertar.
También desertaron los parlamentarios al ser convocados por el primer
ministro, impidiendo así que el parlamento votara la proclamación del estado de
urgencia… por falta de quorum, lo cual dejó al gobierno
sin posibilidades de responder rápidamente ante la grave situación.
Ya sin otra opción para salvar la unidad del país, el primer ministro
al-Maliki recurrió a todos sus posibles aliados. Se dirigió,
en primer lugar, al pueblo iraquí en general y,
en particular, a la milicia chiita de su rival Moqtada al-Sadr (el
Ejército del Mahdi), así como a los Guardianes de la Revolución iraníes (el
general Qassem Suleimani, comandante en jefe de la fuerza al-Qods,
se encuentra en Bagdad en este momento). Y finalmente recurrió a
Estados Unidos pidiéndole que inicie bombardeos aéreos contra las fuerzas
del EIIL.
La prensa occidental está señalando, no sin algo de razón, que la
manera de gobernar del primer ministro al-Maliki ha sido a menudo
lesiva tanto para la minoría sunnita como para los laicos del Partido Baas
ya que se ha mostrado principalmente favorable a los chiitas.
Se trata, sin embargo, de un argumento que debe ser relativizado y
llevado a sus justas proporciones ya que, en las recientes elecciones
legislativas del 30 de abril, los iraquíes acaban de reiterar su respaldo
a la coalición de Nuri al-Maliki, que obtuvo un 25% de los votos, o sea
3 veces más sufragios que el movimiento de Moqtada al-Sadr, mientras
que el resto de los votos se diluía al dividirse entre una multitud de
pequeños partidos.
La preparación de la ofensiva contra la autoridad de Bagdad.
La ofensiva del EIIL, por un lado, y la de los Pershmergas por
el otro venía preparándose desde hace tiempo.
El nacimiento del Kurdistán iraquí se inició bajo la protección de
Estados Unidos y de Gran Bretaña, con la imposición a Sadam Husein de
la zona de exclusión aérea decretada entre las dos invasiones occidentales
desatadas contra Irak (1991-2003). A partir del derrocamiento de Sadam
Husein, el Kurdistán iraquí adquirió un alto nivel de autonomía y ha caído
en la esfera de influencia israelí. Resulta por consiguiente impensable
que Tel Aviv no haya intervenido en la toma de Kirkuk. En todo caso,
el hecho es que el actual gobierno regional de Erbil ha extendido su
jurisdicción a todo el conjunto del territorio iraquí que los planes del estado
mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos habían asignado a la
formación del Kurdistán independiente.
El EIIL es una milicia tribal sunnita a la que se integraron
los combatientes de al-Qaeda en Irak al terminar el
mandato de Paul Bremer III en Irak y con el
traspaso del poder político a los iraquíes. El 16 de mayo de 2010, un
responsable de al-Qaeda en Irak, Abu Bakr al-Baghdadi, liberado en
circunstancias aún desconocidas, es nombrado emir. Este personaje
se esforzará posteriormente por poner el EIIL bajo la autoridad de
al-Qaeda.
A inicios de 2012, combatientes del EIIL crean en Siria el grupo
conocido como Jabhat al-Nusra –o sea, Frente de Apoyo al Pueblo del
Levante– como rama siria de al-Qaeda. Durante julio de 2012, Jabhat al-Nusra
se desarrolla al calor de la reanudación de la ofensiva
franco-británica contra Siria. Pero a fines de 2012, Washington decide
finalmente clasificarlo como «organización terrorista», a pesar de las
protestas del ministro francés de Relaciones Exteriores, quien llega a declarar
públicamente que los “chicos” de al-Nusra «están haciendo un buen trabajo»
(sic) [3].
Los éxitos de los
yihadistas en Siria, hasta el primer semestre de 2013,
modificaron el nivel de atracción que podían ejercer sus diferentes
grupos. El proyecto oficial de revolución islamista global promovido por
al-Qaeda comenzó a verse rápidamente como algo utópico mientras que la creación
de un emirato o Estado islámico en algún territorio bajo control yihadista
parecía mucho más realista, e incluso al alcance de la mano. Esto último
es lo que da lugar a la idea de confiar a los defensores de ese proyecto
el rediseño de Irak que las fuerzas armadas de Estados Unidos
no lograron concretar cuando invadieron y ocuparon ese país.
El cambio de imagen del EIIL se produce durante la primavera de
2014, con la liberación de los prisioneros occidentales que ese grupo tenía en
su poder –alemanes, británicos, daneses, españoles, estadounidenses, franceses
e italianos. Las primeras declaraciones de los liberados confirmaban punto por
punto las informaciones de los servicios de inteligencia de Siria: el EIIL
está bajo la dirección de oficiales estadounidenses, franceses y sauditas.
Sin embargo, los prisioneros liberados daban rápidamente marcha atrás
y contradecían después sus primeras declaraciones sobre la identidad de
los individuos con quienes habían tenido contacto durante su cautiverio.
En ese contexto se produce la ruptura entre el EIIL y al-Qaeda, en mayo
de 2014. A partir de ese momento, el EIIL adopta una postura de rivalidad
mientras que al-Nusra se mantiene como rama oficial de al-Qaeda en Siria.
Pero todo eso no es más que una cuestión de apariencias. En realidad,
esos grupos cuentan, desde su creación misma, con el respaldo de la CIA,
que los utiliza contra los intereses de Rusia –como ha podido verse en
Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Chechenia, Irak y Siria.
En mayo, habiendo dejado de ser la representación regional de una
organización mundial (al-Qaeda) para convertirse por sí mismo en una
organización regional, el EIIL se preparó para desempeñar el papel
que desde hace tiempo se le había asignado.
Aunque está encabezado en el terreno por el ya mencionado Abu Bakr
al-Baghdadi, el EIIL se halla en realidad bajo la autoridad del príncipe
saudita Abdul Rahman al-Faisal, hermano de los príncipes Saud al-Faisal
–ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita desde hace 39 años– y
Turki al-Faisal –ex director de los servicios secretos y actual embajador
de Arabia Saudita en Washington y Londres.
En mayo pasado, los príncipes al-Faisal compraron una fábrica de
armamento en Ucrania. A partir de entonces, importantes cargamentos
de armamento pesado han estado llegando por vía aérea a un aeropuerto militar
turco. Y desde ahí, el MIT (los
servicios secretos de Turquía) ha estado enviando ese armamento al EIIL en
trenes especiales. Es prácticamente imposible que
semejante cadena logística haya podido montarse sin la OTAN.
La ofensiva
del EIIL
El pánico que se ha apoderado de la población iraquí ante el avance
del EIIL tiene que ver con la envergadura de los crímenes que esa organización
ha cometido en Siria, como degollamientos públicos de «musulmanes renegados»
e incluso crucifixión de cristianos. Según William Lacy Swing
–ex embajador de Estados Unidos en Sudáfrica y posteriormente en la
ONU y actual director de la Oficina de Migraciones Internacionales (OMI)–,
al menos 550 000 iraquíes han preferido huir ante la ofensiva de los
yihadistas.
Esas cifras demuestran cuán errados están los estimados occidentales que
afirman que el EIIL sólo dispone de 20 000 combatientes en total, en
Siria e Irak. La verdadera cifra es probablemente tres veces
más alta, o sea unos 60 000 combatientes. La diferencia
entre ambas cifras corresponde exclusivamente a la cantidad de extranjeros,
reclutados en todo el mundo musulmán y muchos de los cuales ni siquiera
son árabes. El EIIL se ha convertido por lo tanto en el principal ejército
privado del mundo y su papel recuerda el de los célebrescondottieri del
Renacimiento europeo.
Y es probable que el EIIL siga desarrollándose, gracias al botín de
guerra que está reuniendo en Irak. En la ciudad de Mosul, el EIIL se apoderó de
los fondos del distrito de Ninive, 429 millones de dólares en dinero
contante y sonante, suma que le permitiría pagar a todos sus combatientes
por espacio de un año. También se apoderó de numerosos Humvees [Vehículo
militar multipropósito de fabricación estadounidense corrientemente utilizado
por las fuerzas armadas de Estados Unidos] y de al menos
2 helicópteros de combate que incorporó de inmediato a su
equipamiento. Como los yihadistas no tienen posibilidades de formar
pilotos, la prensa internacional da por sentado que esos helicópteros
serán utilizados por ex oficiales baasistas formados en tiempos
de Sadam Husein, lo cual es altamente improbable en el contexto
de guerra entre baasistas laicos y yihadistas que sirve de telón de fondo a la
guerra en Siria.
Reacciones
internacionales
Los partidarios de Arabia Saudita en la región ya estaban a la espera de
la ofensiva de los peshmergas y del EIIL. En Líbano, el presidente
Michel Sleiman, quien en enero pasado concluía una alocución lanzando un sonoro
«¡Viva Arabia Saudita!» en lugar de un «¡Viva el Líbano!»,
trató por todos los medios de lograr una prórroga de 6 meses de su mandato
presidencial –que ya expiró el 25 de mayo– para estar aún al mando cuando
se presentara la actual crisis.
En todo caso, es la incoherencia lo que está caracterizando las
reacciones internacionales ante la crisis iraquí. Todos los Estados,
sin excepción alguna, condenan las acciones del EIIL en Irak y
se pronuncian contra el terrorismo. Pero algunos –como
Estados Unidos y sus aliados– ven en el
EIIL un aliado objetivo contra el Estado sirio, y varios (Estados Unidos,
Arabia Saudita, Francia, Israel y Turquía) son incluso gestores de su actual
ofensiva en Irak.
En Estados Unidos, el debate público muestra una oposición entre los
republicanos –que están exigiendo un redespliegue militar en Irak– y los
demócratas –que denuncian la grave inestabilidad suscitada por la intervención
militar de George W. Bush contra Sadam Husein. Toda esa batalla oratoria permite
ocultar el hecho que los actuales acontecimientos responden a los
intereses estratégicos del estado mayor estadounidense y que este último está
además directamente implicado en ellos.
Es también muy posible que Washington no haya jugado limpio con Ankara ya
que el EIIL parece haber tratado de apoderarse de la tumba de Solimán Schah, en
el distrito sirio de Raqqa. Ese santuario es propiedad de Turquía, que incluso
dispone de una pequeña guarnición en el lugar, en virtud de la cláusula de
extraterritorialidad incluida en el Tratado de Ankara, impuesto por los
colonizadores franceses en 1921. Pero tampoco sería imposible que esa supuesta
acción del EIIL haya sido en realidad una provocación orquestada por
Turquía, cuyo gobierno ya había estudiado en otro momento esa variante para
utilizarla como justificación de una intervención abierta del ejército turco en
Siria [4].
Más grave resulta el hecho que durante la toma de Mosul el EIIL tomó prisioneros
a 15 diplomáticos turcos con sus familias y a 20 miembros de las fuerzas
especiales turcas en el consulado de Turquía, lo cual provocó la cólera de
Ankara. El EIIL arrestó además a varios choferes turcos de transportes
pesados, quienes fueron posteriormente liberados. Resultado: después de haber
garantizado la logística de la ofensiva del EIIL, Turquía se siente
traicionada y no se sabe –al menos por el momento– si esa
traición es cosa de Washington, de Riad, de París o de
Tel Aviv. Esa situación recuerda lo sucedido el 4 de julio
de 2003, cuando el ejército estadounidense arrestó a 11 miembros de las
fuerzas especiales turcas en Sulaimaniyeh (Irak), incidente popularizado por el
film turco El
valle de los lobos [5]. Aquel episodio
dio lugar a la crisis más importante de los 60 últimos años
entre Turquía y Estados Unidos.
En este caso, la hipótesis más probable es que Ankara no tenía
previsto participar en una ofensiva tan amplia y que fue sólo con la
operación ya en marcha que descubrió que el objetivo de Washington era la
creación del Kurdistán. Lo cual probablemente no entraba en los
planes de Ankara ya que –según el mapa publicado en 2006 por el Pentágono–
el Kurdistán incluiría una porción de territorio turco. En efecto,
las “amputaciones” previstas en el plan estadounidense no sólo son para
los enemigos de Washington. También afectan a los “amigos” y todo ello parece
indicar que el arresto en Mosul de los diplomáticos turcos y de los miembros de
las fuerzas especiales de Turquía tuvo como objetivo impedir que Ankara tratara
de sabotear la operación.
Al llegar el jueves a Ankara, proveniente de Amman, la representante
especial de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU,
Samantha Power, condenó hipócritamente las acciones del EIIL. La presencia en
el Medio Oriente de esta ardiente promotora del intervencionismo moral de
Washington hace pensar que se ha previsto algún tipo de reacción de
Estados Unidos en ese escenario.
Irán anunció por su parte que está dispuesto a ayudar a salvar el
gobierno del chiita al-Maliki con el envío de armas y consejeros militares,
pero sin implicar combatientes. Un posible derrocamiento del Estado iraquí
favorecería a Arabia Saudita, gran rival regional de Teherán, en momentos en
que el príncipe saudita Saud al-Faisal –hermano del verdadero patrón del EIIL–
acaba de invitarlo a negociar.
Fuente
[1] «Blood borders: How a better Middle East would
look», por Ralph Peters,Armed
Forces Journal, edición de junio de 2006.
[2] Ver L’effroyable imposture:
Tome 2, Manipulations et désinformations, por Thierry Meyssan, éd. Alphée 2007.
[3]
Citado in «Pression militaire et
succès diplomatique pour les rebelles syriens», por Isabelle Mandraud (con Gilles Paris), Le Monde,
14 de diciembre de 2012.
[5] «El anti Hollywood
turco denuncia los crímenes estadounidenses», por
Mireille Beaulieu, Red Voltaire, 5 de mayo de 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario