Por beniezu Lunes, 16 de septiembre de 2013
Pero lo primero, previo al debate, creo
que deberíamos hacernos unas elementales preguntas sobre su naturaleza real, no
mediática, de la Constitución española actual.
¿Acaso
se abrió un proceso constituyente en el Estado español tras la muerte del
Dictador?
¿Porque
no se preguntó al pueblo, si dicen que es soberano, si quería monarquía o la
restitución de la II República usurpada por el dictador Franco?
¿Por qué
no se definió, preguntando, primero que tipo de Estado quería el pueblo,
Monarquía o República, y luego abrir un proceso constituyente para configurar
la Constitución?
¿Sera verdad que “La
soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del
Estado”. Según el Artículo 1°, párrafo 2° de la Constitución. Y
podría, por mayoría refrendada, proclamar la III República, o será
solo pura retórica?
¿Sera legal
considerar al ciudadano menor de edad, o disminuido
mentalmente, para responder a estas cuestiones?
Las
respuestas a estas y otras cuestiones, como veremos, son necesarias para
entrar en el debate que encabeza este artículo.
Últimamente, indignados, “apolíticos” sindicatos, partidos, “Frentes cívicos”,
“gurús” de la política etc. hablan mucho sobre la Constitución española,
cuestionándola sobre la necesidad de transformarla, retocarla, actualizarla, o
simplemente que se cumpla, pues, más de un despistado piensa que el problema es
que su contenido es válido pero no se cumple. Pero siempre lo hacen con
la boca pequeña, bajito no ocurra que incomoden a la “fiera fáctica”. Se
entienden sus peticiones por razones obvias, tal es el descalabro en
descomunales formas de corrupción y tremendos recortes cuando no hachazos
en el estado de bienestar de las clases trabajadoras, al que le han sumido en
un estado de incertidumbre y desconfianza hacia unos políticos y su
modelo de Estado. Pero sobre todo hacia los profesionales de la política que
han estado engordando con este Régimen .Y tal es el grado de
desorientación política, analfabetismo político sería más expresivo decir, que
una gran numero de ellos, se creyó aquello de que nadaban en una “modélica
transición”, con una Constitución democrática maravillosa, y que los
problemas en el que ahora estamos sumergidos son por causa de que los
políticos corrupto incumplen una Constitución valida o que tal vez que habría
que modificar algunos de sus artículos para actualizarlos.
Pero todos estos “opositores” se cuidan mucho de hablar de deshacerse de la
Constitución actual y cambiarla por otra nueva más justa. Tampoco se habla del
origen malsano que el engendro, que no es otro que la odiosa dictadura
franquista, y tampoco de la necesidad de abrir un proceso
constituyente tras restituir la República violentamente
usurpada, cosa que significaría la formación de un nuevo Estado. Pero
esta cuestión les desborda, no desean ni mencionarla.
Y También existen en amplias capas de la
población madurita y de mediana edad, en su subconsciente más bien, o en la
memoria histórica transmitida a sus descendientes, un cierto pánico a entrar
directamente en el tema de nombrar a la vicha que aun continua en los cuarteles
y que a veces suele gruñir para avisar su presencia y marcar
territorio. Por razones que sabemos, y estas obvias razones son las que
deberían estimular y servir de acicate para que una izquierda
consecuentes y autentica se moviese para provocar los cambios. Pero
nada de eso sucede, por ahora, porque, tras setenta y cuatro años de dominación
política por el mismo poder factico y poderoso, este se ha blindado con
poderosas defensas de todo tipo que hace difícil, pero no imposible, su
derrumbe. Setenta y cuatro años son muchos, aunque en los últimos treinta y
cuatro, bastante mimetizado en sus formas, pero ni aun así se ha movido
de sus posiciones de poder conquistadas en aquella sanguinaria “cruzada”.
Esta “izquierda” oficial que tenemos por
aquí, homologada por el Régimen para legitimarse en “democracia”, discapacitada
de sus auténticas funciones políticas, se han acomodado a los pesebres
estatales, donde se alimentan plácidamente, no de pienso precisamente, ha
sufrido una mutación política, ya no habla de lucha de clases, ni siquiera de
clases sociales, ni de socialismo ni del estado capitalista a transformar
y ni mucho menos a destruir, hablan de ciudadanos apolíticos y de reformar el
Sistema capitalista, de mejorarlo (¿ dónde se ha visto una “izquierda”
mejorando el sistema de la derecha para que perviva. ?) de cambiar el gobierno
o algo, para que el sistema continúe y todo siga igual. Se han transformados
también en “indignados apolíticos” a un paso de alimentar un populismo
azul.
También con
tantas barbaridades políticas neoliberales de un gobierno servil a la Troika;
imposiciones, recortes y corrupción, el cabreo colectivo se está
generalizando entre las masas día a día, en forma de manifestaciones
masivas y otras formas de evidenciar la indignación. Estas masas también
están comenzando a cuestionar las formas de gobernar y proponen,
dicen, hacer cambios, en el gobierno y en la Carta Magna pues, piensan,
que la actual tiene graves fallos, encubre y provoca actitudes
corruptas ,injustas, y antidemocráticas .
Todos estos Colectivos de indignados, “apolíticos” y demás opositores “leves” y
descafeinados, pues ninguno cuestiona el Sistema, ni quiere romper con él, ven
al Gobierno de turno y algunos de sus políticos, como la
causa y el origen de todas las maldades, y proponen ,como si sería el talismán
del equilibrio social-económico, depurar una supuesta “clase
política” ( es curiosa y sospechosa esta actitud de desconocer la
existencia de las clases sociales y se inventan una nueva e inexistente “clase
política”, término que es más bien una consigna de laboratorio político ) y
reformar la Constitución sin más .
La verdad sea dicha, no se puede decir que estos “apolíticos” estén muy
duchos en el conocimiento de las funciones y la naturaleza política del
concepto “constitución”, ni tan siquiera en la formación elemental de
conceptos políticos básicos. Y no lo están porque quien tendría la
obligación de instruirles, las organizaciones de la izquierda, (teóricamente la
izquierda oficial, el PCE y los sindicatos) no sola no lo hacen
sino todo lo contrario, se afanan en desclasar y alienar a sus
bases, y eso, cuando no se dedican también a intentar sacar provecho propio de
su ignorancia. Y esto, pretenden hacerlo en la degeneración máxima de sus funciones
políticas , que deberían ser , la formación y concienciación de la clase
trabajadora para desplazar al capital en el control del Estado o al menos tomar
posiciones en sus instituciones para defenderla.
Esta faceta de
proponer reformas o “mejoras” en la Constitución modificando algunos de
sus artículos “conflictivos”, dentro del ordenamiento jurídico-político
Estatal actual, del modelo de estado actual, o incluso pedir una
nueva Constitución y hacerlo sin más, despreciando la necesidad del
conocimiento de la materia que se quiere modificar o cambiar, es decir del
conocimiento de la materia política, a transformar , denota
una tremenda falta de rigor , responsabilidad y seriedad en sus
propuestas “políticas”, valga la paradoja para unos que se dicen “apolíticos”
Es como si un arquitecto quisiera construir un puente y se vanagloria de
su desprecio y desconocimiento de las leyes de la física. Parece que lo
haría por su intuición y por inspiración divina, poco futuro podría
tener este puente. En cierto modo no culpo a estos “apolíticos” de su
ignorancia atrevida, porque esta ignorancia, el “analfabetismo político” no lo
han cultivado ellos, se les ha sido inducido por el propio Sistema. Pues la
ignorancia del pueblo, es una de las mejores armas que el Poder dispone y
desarrolla para así poder manipular y teledirigir a las masas en su beneficio
propio. Y puestos ya a desenmascarar las múltiples contradicciones de
estos “apolíticos” hagamos una lista de algunas de ellas.
LA CONSTITUCIÓN COMO “MANUAL” DE
CONTROL DE CLASE
La
Constitución, dicho sea en lenguaje coloquial, suele ser una especie de manual
de huso donde se marcan los valores y el espíritu que va regir todas las
ordenanzas políticas y sociales. Suele ser la referencia legal en que los
poderes del estado van apoyarse para organizar, controlar y gobernar a
sus ciudadanos. ¿Y quién ha escrito ese manual? pregunta obligada, porque
depende y mucho de quien lo haga para que su lectura vaya favorecer
a unos sectores concretos de la sociedad, y eso suele suponer, que los
otros sectores sean perjudicados. No nos creamos ese cuento de la burguesía de
que sus gobiernos “gobiernan para todos los ciudadanos del país”
Eso falacia era más fácil de tragar en aquella etapa del “Estado de
bienestar” cuando el Sistema capitalista rebosaba en recursos y estabilidad.
Pero, esa afirmación se cae por si misma dando una mirada a los numerosos y
multinacionales escenarios del caos y del derrumbe de la economía del bienestar
actuales creados por las crisis endógenas del propio sistema capitalista,
donde la mayoría, los trabajadores, son más pobres que nunca y una minoría, los
capitalistas, cada vez más ricos y poderosos. En el actual estado capitalista
neoliberal, no se ve por ningún lado la imparcialidad del Estado sino todo lo
contrario.
El propio Sistema estimulando la ignorancia política hace que
se conformen cabezas duras de mollera y tengan dificultad de asimilar que
la sociedad está dividida en dos clases, de que son dos clases
diferenciadas, con intereses, no solo opuestos sino que antagónicos, porque la
riqueza de unos supone la pobreza de otros.
El concepto
“ciudadano” que tanto emplean los “apolíticos” ya viene cargado de
un contenido tremendamente político pues rechaza la composición de la sociedad
en clases sociales, como lo hace la ideología burguesa. Es decir, todos somos
“ciudadanos, el banquero y el oligarca que desahucia y explota y el
trabajador al que tras exprimirle le han arrojado a la calle como algo
inservible e improductivo. Todos somos ciudadanos, afirman.
Podemos
ser “ciudadanos “para ir al futbol o a la playa juntos, pero no lo somos en la
política ni en el reparto de las riquezas. En la política es la propia
burguesía quien escribe la Constitución y sus normas para su
beneficio propio, y en el reparto de la riqueza, es la burguesía quien marca
las diferencias de clase al apropiarse de la plusvalía del trabajador, la parte
del león, dejándole las migajas al proletariado, y deshaciéndose de él cuando
ya no es productivo.
Me parece
importantísimo incidir en este aspecto del conocimiento del hecho de las
clases sociales y de su incidencia política en la sociedad, puesto que es de
tal envergadura que su consideración o su desconocimiento en la elaboración del
contenido de la Constitución va condicionar totalmente la naturaleza de ella,
que sea equitativa y justa o que sea sectaria e injusta, es decir que esté al
servicio de una minoritaria casta privilegiada o de la inmensa mayoría de la
sociedad pues va determinar quién o quienes y en qué medida, serían los
destinatarios beneficiados de las ordenanzas de la carta magna.
Y hablando ya en
términos legales y democráticos, para la configuración de una
Constitución imparcial lo lógico sería que los representantes
políticos de los intereses de las clases sociales, comunidades, nacionalidades
etc. fuesen los que elaborasen y redactasen, entre todos, esa Constitución en
consenso.
Y como
es fácil de entender, dependerá, en primer lugar, que se reconociese la
propia entidad legal y política de esos grupos y sectores que no es poco
pues no olvidemos que en el Estado español, en su Constitución, no se reconoce
otra nacionalidad que la española, ni tampoco tiene entidad ni esta legislada
la clase trabajadora como grupo diferenciado de la clase capitalista. Con lo
cual si no tiene entidad legal, “no existe”. Y así, en la apertura de un
supuesto escenario de un proceso constituyente, como algunos
“izquierdistas” proponen, nos encontraríamos con que la clase dominante que
controla el Estado y el poder, ya estaría partiendo con una gran ventaja
en la elaboración de la nueva constitución. Esta ventaja, si no lo remediamos,
seria en realidad la prerrogativa que les da haber ganado la guerra a
“los rojos separatistas”. Porque no podemos olvidar que quienes escribieron la
Constitución actual fuero los herederos de Franco sin la más mínima
participación de ninguna izquierda ni de ninguna nacionalidad
sometida.
Pero esto del reconocimiento de grupos y clases sociales, nacionalidades
etc. y el consenso entre todas ellos es política ficción que nunca ocurre
en aquellos estados donde domina y controla la burguesía, es decir, el
“Occidente político” y ya ni hablemos donde controlan los neo franquistas .Ya
son siglos que la burguesía tiene las riendas en aquellos territorios de
Occidente que controla y no recurre a las clase “inferiores” para redactar su
Carta Magna. Lo más generoso que suele considerar lo hace redactando en
términos de tolerancia participativa de la clase trabajadora en el juego
“democrático”, permitiendo partidos y sindicatos de “izquierdas y
derechas “pero que han sido facilitados, o creados sibilinamente con falsas
banderas, supuestos partidos representantes de obreros que llevan
rimbombantes nombres de “socialistas” y “democráticos” etc. con el fin de
mostrar una falsa representatividad. Históricamente siempre lo ha hecho
así, y ejemplo grafico lo tenemos en el llamado PSOE, un partido de la derecha
pura y dura al servicio siempre del capital oligárquico hegemónico. Incluso en
casos se he portado como de extrema derecha bananera organizando escuadrones de
la muerte, el GAL es un ejemplo. Y haya donde existe un auténtico y
representativo organismo de la clase trabajadora lo ha sido en función de sus
propias luchas y de disponer de una buena organización y dirección, siempre
aguantando los embates y persecuciones del Sistema
Y aquí, entramos de lleno en el terreno político práctico. Quien redacte
la Constitución, la clase social que lo haga, cuando ha conseguido el control
político por mayoría parlamentaria, lo hará para defender sus intereses de
clase, que se traducirán en el control, y a veces dominio radical, económico y
político de una clase sobre la otra. Cuando es la burguesía quien lo redacte,
lo hará con mucho sigilo, en términos ambiguos y grandilocuentes
para no despertar susceptibilidades en la clase dominada, Lo hará siempre
en parámetros de “ciudadanos” y de “país” desconociendo la división de la
sociedad en clases y sus intereses antagónicos, pero que nadie lo dude
que el sujeto de social de su función política prioritaria lo serán las
clases dominantes oligárquicas
Un ejemplo actual tremendamente pedagógico lo tenemos en Venezuela y sus
políticas Bolivarianas Los partidos de la izquierda han conseguido la mayoría
absoluta en numerosas elecciones escrupulosamente democráticas, y lo
primordial y necesario que han hecho ha sido modificarla la Constitución
venezolana. Modificar aquellos valores retrógrados que configuraban las
diversas constituciones venezolanas, y que fueron redactada por sus
burguesías criollas tras la independencia de la corona de España, para
favorecerse a sí mismas desconociendo olímpicamente los intereses, y hasta la
propia existencia, de las clases mayoritarias más humildes; las clase
trabajadora y los pueblos indígenas, que siempre habían sido tratados como
esclavos o meras mercancías sin voz ni boto
Las mayorías aplastantes conseguida por el Movimiento Bolivariano les
permitió modificar la Constitución para adecuarla a los intereses de
estas clases al mismo nivel de derechos políticos y humanos que las
clases burguesas. En perjuicio, claro está, de las oligarquías de la derecha,
pues la anterior Constitución les favorecía en perjuicio de la miseria
del pueblo trabajador.
Este ejemplo de Venezuela es también un ejemplo clarificador de la hipocresía
“democrática” de las clases burguesas oligárquicas que jamás suelen
aceptar ser desposeídas de su pode político y de sus privilegios
económicos conseguidos de forma totalitaria, esclavitud al principio y falta de
libertades y derechos para las clases humildes después. Se negaran
siempre a aceptar las reformas, implantadas por los métodos
democráticos de las urnas. El golpe de estado fracasado y la guerra
mediática de mentiras y calumnias desatada durante todos los
mandatos del fallecido Chávez y que aún continúan con Maduro, con la intención
de poder derrocarlo del poder y volver a recuperar sus privilegios de clase y a
sus antiguas prácticas de opresión y desigualdad, lo atestiguan.
Pues para
estas clases hegemónicas burguesas, la democracia es válida cuando les favorece
a sus intereses, cuando les perjudica, y ha permitido que las clases
trabajadoras dominadas se alcen con el poder político, recurren a mil
estrategias para deslegitimarlo y derrumbarlo. La Rebelión militar de
Franco, aunque lo presentaron como una “cruzada”, una más, solo fue la rebelión
de las siempre eternas oligarquías retrogradas clericales y
terratenientes de la España conservadora y cavernaria, que utilizaron a Franco
para alzarse contra el Frente Popular progresista y popular que les iba a
desposeer de sus eternos privilegios de clase y acabar con las
tremendas desigualdades e injusticias. El golpe de estado de Pinochet al
Frente Popular de Allende en Chile, etc.etc. Son unos más de los
innumerables casos donde las burguesías, cuando sus privilegios peligran,
se desprenden de sus vestimentas democráticas y se transforman en partidarios
del dominio totalitario y de la dictadura. Porque nunca podremos
olvidar, la historia está repleta de ejemplos, que el concepto de democracia,
para la burguesía como clase social dominante, no tiene valor absoluto sino
relativo a sus intereses de clase.
COMO
SE CONFIGURÓ ESTA CONSTITUCIÓN
Y ahora, antes de hablar de cambios parciales en la Constitución
española, para mejorarla se dice, sería bueno que nos preguntemos. ¿Esta
Constitución por su origen, desde un punto de vista políticamente
correcto y democrático, es legítima? ¿Quién la redactó?, ¿Entre sus
ponentes, acaso había partidos políticos representantes de las clases sociales
más humildes? ¿Había representantes de las nacionalidades del Estado? ¿Acaso
hubo elecciones libres que configurarían representantes político-sociales
y sus correspondientes mayorías y minorías para que redactasen la nueva
Constitución? Nada de eso. Los únicos ponentes – escribientes fueron los
herederos del Franquismo, la clase social de la burguesía, en su modalidad
fascista, derecha pura y dura en versión carpetovetónica formada por las
alianzas oligarca-militar- clerical- feudal. Aquellos que adoptaron
el “Movimiento nacional” para defender sus intereses y privilegios acumulados
por siglos de explotación y maltrato a los sufridos pueblos del Estado. Y que
decidieron, a la muerte de Franco y con la ayuda de la UE, y del Imperio
Yanqui, y de sus servicios secretos darle un barniz adecuado para
homologarlo entre las “democracias” de Occidente.
Pues no olvidemos el interés geoestratégico que el Estado español tenía a los
ojos de Occidente , ya lo fue con el propio Franco en vida, que permitió llenar
el territorio de bases Yanquis ,y que no dudaron en diseñar , y apoyar la
comedia de una “transición” del franquismo a la “democracia”. A las
“democracias” Occidentales les interesaba, y les venía muy bien,
disponer en la nómina de su “bloque anticomunista” al Estado español”. Un
aliado incondicional contra el comunismo, al que lo integraron de
inmediato en la OTAN, sin importarles en absoluto que todos sus “poderes
independientes” fuesen franquistas convencidos y confesos. No solo no les
importó entonces sino que en la actualidad, sin la URSS, han
seguido apoyando y legitimando toda la farsa.
Da que pensar la curiosa forma de racionalizar los conceptos político de
algunos de los que se dicen “apolíticos”. Dicen estar de acuerdo con esta
Constitución, o al menos no la cuestionan y solo proponen parches y
reformas. Y no se les ocurre hacer una mirada retrospectiva a su origen,
que está cargada de un siniestro historial de violentos crímenes, imposiciones
y conculcaciones de los más elementales derechos humanos, incluso de
crímenes de lesa humanidad, y que, no olvidemos, sus actuales herederos del
Franquismo nunca han renegaron ni pedido perdón por ello, sino que
incluso últimamente se están vanagloriándose de serlo en homenajes
oficiales a sus símbolos. Este ADN fascista que arrastran, es
la clave de todos los problemas de su nefasta gestión, de su corrupción
y de sus atropellos a la ciudadanía, que están surgiendo y surgirán con
más virulencia pues son el resultado de su origen autoritario y
fascista. ¿Acaso se puede sacar agua limpia de un pozo infectado de
fascismo?
Pero no
son solamente los autodenominaos “apolíticos” “indignados” y
“protestantes”, los que están errando en sus planteamientos al desconocer el
ADN franquista de la actual Constitución. También nuestros falsos
“representantes” de la clase trabajadora, la llamada “izquierda” institucional
IU, CCOO, UGT, USO, e incluso el PNV y CIU, hacen lo mismo cuando
desconocen su naturaleza neo franquista. O quizás su actitud sea aún
peor, puesto que se les suponía “políticos” en ejercicio. Y es incomprensible
su pasividad cuando en su día fueron ninguneados olímpicamente por los
poderes facticos cuando se escribió la Constitución,
considerándoles cero a la izquierda ,nunca mejor dicho, o quizás menores de
edad que no daban la talla para entender el “destino en lo universal de España”
Debemos
recordar cómo fue aceptada esta Constitución con la bendición del
Secretario general del PCE Santiago carrillo, que en aquellas fechas, era
la máxima autoridad de la izquierda en el Estado español, entregando, con
esta gran traición, a los herederos del franquismo, como una rendición, todo el
potencien revolucionario acumulado en organización, concienciación, experiencia
y luchas acumuladas durante cuarenta años de enfrentamientos contra la
dictadura. Todos aquellos sacrificios y experiencias humanas, no sirvieron para
nada. Se puede afirmar que fueron para la basura de la historia. Tras
aquella ignominiosa traición, así fue como se derrumbó el Partido, la moral, y
las esperanzas emancipadoras de los trabajadores, Hoy tenemos a la vista
sus desastrosos frutos, una mermada militancia desengañada y
aturdida y unos cuadros que se mueven, tras la pérdida del norte de la lucha de
clases, deambulando entre el oportunismo institucional como militancia profesional
y la rastrera salida personal de la “barra libre “de la corrupción, que
el Régimen les ofrece a sus fieles guardianes y legitimadores.
Y también hay
que decirlo, la gran traición del PNV al aceptar y reconocer las migajas de la
“autonomía”, despreciando y degradando el sacrificio de miles de gudaris que
lucharon contra Franco defendiendo la libertad y la soberanía vasca, y que en
la actualidad, ya muy acomodado entre esas “migajas” aparcado complacido
a la sombra del Estado español pues le proporcionan muy buenos resultados y
protección en sus negocios, que no son precisamente de naturaleza nacionalista.
LA
CONSTITUCIÓN COMO HERRAMIENTA DEMOCRÁTICA
Se supone que cuando se configura una Constitución esta debe servir para
defender los intereses, digamos, del pueblo mayoritario, y entre esos intereses
además de los económicos, culturales, sociales etc. derivado del estado de
bienestar, está el valor sagrado de la democracia. ¿Pero que entendemos
por democracia? ¿Es un valor absoluto para todas las clases sociales y
nacionales de un estado?
Llama la atención, la candidez de aquellos que se llaman
“apolíticos” cuando opinan sobre la “democracia” como si sería un valor
absoluto y permanente, cuando solo es un instrumento relativo y condicionado a
la clase social que la aplica y la disfruta. Ellos hablan de ella como un
cliché ambivalente que se aplica para todo. Desde la izquierda consecuente
siempre se ha considerado a la democracia como un valor a aplicar a la
clase trabajadora que es en realidad la clase mayoritaria en la sociedad, y
este valor que se confiere a la mayoría, en sí mismo, ya está legitimando
el propio concepto izquierdista de la democracia
Pues no olvidemos que el concepto de “mayorías” es la base ideológica del
propio “sufragio universal” burgués, del consenso entre diferentes donde lo
democrático es aceptar la “imposición” política a la parte minoritaria acordada
por la mayoría por medio del voto. Mayoría que se suele dilucidar
electoralmente y siempre dentro de unas reglas limpias, democráticas e
igualitarias para todos los que participan en este juego. Este principio
teórico sobre la democracia es también el discurso de la burguesía, pero
solo aparentemente, pues en su Sistema burgués, las reglas del juego electoral
están muy lejos de ser limpias en el plano de la igualdad de oportunidades y en
la representatividad de los agentes sociales que participan.
Y esto es así porque la clase dominante ,( por estas tierras de Occidente ) la
burguesía es la que marcas las reglas al escribir la Constitución excluyendo a
los demás sectores de la sociedad, desconociendo su identidad de clases
sociales y nacionalidades y marcando y diseñando el sistema electoral
tremendamente partidista, siempre marcado las cartas a su favor. Luego si
las reglas de juego están amañadas los resultados del juego electoral no serán
ni honestos ni representativos ni legítimos. Un ejemplo claro y conciso
lo tenemos en las últimas Elecciones Generales en el Estado Español,
aparentemente democráticas, pues el PP ganó por mayoría absoluta. Y podemos
comprobar que, a pesar de que ha sido una mayoría de la población, la que le ha
votado, (forzosamente de extracción humilde y trabajadora) no es para
ella para quien está gobernando sino más bien para las minoritarias
oligarquías forradas de dinero y poder es fácil deducir que algo falla en
el esquema democrático Cierto, el origen de este distorsión política está
en QUIEN Y COMO han escrito las reglas de juego en forma de Constitución.
El
“truco” está en que el terreno y la reglas de juego no son democráticos
por causa del contenido de la CONSTITUCIÓN (del propio Estado
derivado de ella ) que están cojas en representatividad y en el propio diseño
de las normas electorales, que han sido diseñados para favorecen a los dos
partidos mayoritarios, los pilares del Régimen, (fue así como se quiso diseñar
la ”transición”) Pero el mayor problema está en que las clases trabajadoras no
están respaldadas por un partido o frente que las represente, Este
régimen y su Constitución está configurado para que participen en la liza
electoral el PP y el PSOE, ciertamente el PP representa a las clases más
cavernarias y derechosas del Estado a los herederos directos de Franco, pero no
existe a nivel estatal una izquierda verdadera y representativa del mundo
trabajador. Un partido que se halle identificado con los trabajadores, con su
práctica política de clase, defendiéndoles y represándoles en la lucha
diaria, y que estos trabajadores se hallan identificado con el cómo su
vanguardia representativa. No existe.
. Alguien
recuerda a este PSOE de pacotilla que cuando ha estado gobernando, haya hecho
algo positivo por la clase trabajadora. Los recuerdos nos llevaran a
aquellas reconversiones salvajes que dejaron millones de trabajadores en el
paro, a recortes salvajes y a lamer al capital a la mínima y
otras muchas felonías que interesaban a las oligarquías. Y
eso cuando no se ha dedicado hacer la guerra sucio emulando a las
peores repúblicas bananeras, GAL, Roldan, etc. torturando y persiguiendo a las
disidencias del Estado
El
Estado creó una “izquierda virtual” de laboratorio, que no tiene nada que ver
con aquel histórico PSOE de Pablo Iglesias. Este de ahora es más bien una
“Agencia de Servicios” al servicio del Estado, casi una copia del PP solo que
con vestimenta de “socialista” para completar el escenario “democrático”
y escenificar la “libertad de elegir” a las masas. Entre la derecha y la
“izquierda “Que podemos esperar de la capacidad de elección política de la
inmensa mayoría del Estado español, de su mermada educación política, dura e
intencionadamente disminuida y deformada, bailando entre dos partidos, que
ofrecían; “el hambre y las ganas de comer”. Impresentables ante la
sociedad por sus trayectorias, de maltratar perseguir y robar a las clases
trabajadora y de imperdonables prácticas de corrupción
La
minoritaria burguesía, cuando está en el poder, el concepto de
"democracia", lo entiende y acepta no como un valor absoluto sino
relativo a sus intereses económico-políticos. Si estos peligran por el empleo
de la democracia, no dudara en aplastarla, organizando y financiando un golpe
de estado e implantara una dictadura para perseguir a la democracia, provocara
un baño de sangre cruento , cuanto más impacte más memoria
colectiva creara, y por medio del terror amedrentara a la población
durante algunas décadas hasta que se creen las “condiciones de paz”( este es el
esquema habitual de diseño de contra insurgencia) aquella “paz” que instituyo
Franco “la paz de los cementerios”, cuyo máximo exponente lo tenemos en las
docenas de miles de víctimas republicanas enterrados en fosas comunes, cuyos
familiares aún no se atreven a reclamarlos porque aún tienen el miedo en
sus huesos. Unas “condiciones” que han sido creadas basada en el terror y
en su recuerdo y en la ignorancia inducida a las nuevas generaciones, y es con
estas condiciones “idóneas” donde el analfabetismo político es el dominante en
la ideología de las masas Y es aquí donde la burguesía se transforma en
"demócrata" Este es su modelo de estado democrático ideal. El
que les permita a su clase social siempre estar en el control del estado
Y claro tras esta terapia de choqué a la que fueron sometidos los
pueblos del Estado, a la muerte del dictador, sus herederos y beneficiarios del
Régimen consideraron que ya el Estado franquista y sus valores estaba lo
suficientemente “atados y bien atado” como para “cambiar algo para que
todo siguiese igual”, es decir que “sus españolitos” ahora ya
estaban preparados para ejercer la “democracia”, y nos endiñaron aquella
“transición”, cuyos poderes cavernarios seguirían siendo los mismos
solo que, ahora, decorados de “democráticos”
Y nos olvidemos el principio de la democracia y los derechos fundamentales de
las mayorías van siempre unidos, podremos afirmar que un gobierno que responde
a los intereses de la mayoría, es un gobierno democrático, y también podemos
afirmar que aquel gobierno que beneficia a una minoría no tiene nada de
democrático, aunque lo parezca .
Cuando intenté copiar el artículo me salió
así
http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/68439-la-constitución-española-¿para-qué-y-a-quién-sirve?-¿una-nueva-constitución-o-su-reforma-cuál-es-el-debate?.html
He tenido que buscar el artículo en
google para encontrar la fuente
Como no tiene el enlace en el artículo los artículos que ha escrito, lo
pongo aquí beniezu
Su blog es este http://beniezu.blogspot.com.
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