7/1/2014
Paso a paso,
persona a persona, debemos recorrer el camino, que solamente se abre con la
lucha, para construir nuestro propio poder. Paso a paso, persona a persona,
debemos recorrer el camino, que solamente se abre con la lucha, para construir
nuestro propio poder.
La Ley de
Presupuestos para 2014i anula, desde el pasado 1 de enero, el derecho a la
asistencia sanitaria a las personas sin trabajo que hayan agotado las
prestaciones y subsidios por desempleo y que pasen más de 90 días en el
extranjero. Dado el creciente número de personas, la mayor parte jóvenes, que
se ven obligadas a emigrar en busca de empleo - se calcula que 2013 salieron
600.000 personas y en que 2012 lo hicieron 476.000 – la repercusión de esta
medida puede ser muy importante.
La medida
añade a la exclusión de los inmigrantes sin papeles del derecho a la sanidad a
un colectivo indeterminado de personas, pero sin duda creciente debido a los
elevados índices de desempleo y de precariedad, especialmente entre los
jóvenes. El 56% de paro juvenil y más del 75 de empleo precario son cifras
estremecedoras, que se unen al cerca del 24% de personas entre 15 y 29 que ni
estudian, ni trabajan. La marcha al extranjero para trabajar y/o estudiar es la
vía de escape de una situación sin salida que utilizan cada vez más jóvenes.
Pero lo peor
es que el proceso no se detiene aquí. La finalidad central del Real Decreto
16/2012 que lleva por cínico título “medidas urgentes para garantizar la
sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad
de sus prestaciones”es la introducción del concepto de “asegurado” (artº1).
Este criterio es absolutamente inaceptable en un sistema sanitario financiado
casi exclusivamente a través de los impuestos, que cada vez más son indirectos
y que los pagamos todas las personas. El criterio sirve al objetivo de ir
sumando requisitos e ir expulsando a los sectores con menos recursos del acceso
a la sanidad pública.
Este Real
Decreto ya obligaba a las personas mayores de 26 años que no estuvieran
afiliadas a la Seguridad Social, y que no cobraran prestación o subsidio de
desempleo a declararse como “sin recursos” en una oficina de la Seguridad
Social para tener acceso a la cartilla sanitaria.
El camino
que nos preparan, si no lo paramos, es sin lugar a dudas el de Grecia. De las
personas paradas, griegas o inmigrantes, están excluidas de la asistencia
sanitaria todas aquellas menores de 55 años que no hayan estado inscritos en la
oficina del paro durante al menos doce meses y hayan cotizado 600 jornadas
laborales, con un aumento de 100 jornadas por cada año para las mayores de 30
años. En el caso de las paradas de más de 55 años, el requisito es que hayan
estado doce meses al menos inscritos en el paro y hayan cotizado tres mil
jornadas. Cerca de la mitad del millón doscientas mil personas desempleadas no
tienen asistencia sanitaria. Cuando se le diagnostica un cáncer a una persona
sin seguro, “el sistema simplemente hace caso omiso de ella”, “No puede acceder
a la quimioterapia, ni a la cirugía, ni siquiera a medicamentos sencillos”ii.
Cada vez
está más claro que, junto a la destrucción y concentración de capital, las
políticas de los gobiernos persiguen la destrucción de los sectores sociales
que el capital no necesita como mano de obra y que considera un lastre porque
consumen grandes recursos: personas mayores pobres, paradas pobres y enfermas
crónicas pobres. Hay datos suficientes para afirmar que, a diferencia de lo que
los gobiernos declaran, la eliminación física de estos grupos sociales
constituye un objetivo y no una consecuencia “no deseada”, pero “inevitable” de
sus políticas.
El
ensañamiento con las personas jóvenes, que no tendrán jamás derecho a una
pensión mínimamente digna, a quienes se condena vivir entre la precariedad y el
paro, y a quienes se les niega ahora el derecho a la asistencia sanitaria en el
caso de que se vean obligadas a salir al extranjero para trabajar, es un escarnio
fruto de un capitalismo podrido que muestra su cara más bárbara: la destrucción
de los sectores de la clase obrera que no necesita para la producción y
especialmente de la juventud.
Si ese es el
futuro que nos preparan, a nosotras y nosotros nos corresponde tomar las
decisiones necesarias para impedirlo. Paso a paso, persona a persona, debemos
recorrer el camino, que solamente se abre con la lucha, para construir nuestro
propio poder.
En cuanto a
la nueva medida de exclusión de la sanidad pública, la respuesta debe ser
decidida. La juventud, junto a la clase obrera inmigrante y las organizaciones
populares, deben organizar la movilización para echar atrás esa nueva norma
criminal.
La
organización y la fuerza se construyen paso a paso, y ésta es una buena
oportunidad para avanzar en la conciencia de clase y para la construcción de la
unidad con la clase obrera inmigrante. A medida que el poder muestra su rostro
más bárbaro, más gente es capaz de identificarlo. Ahora la tarea es levantar la
respuesta del pueblo.
Los parados que abandonen el estado
español por más de 90 días, perderán el derecho a la asistencia sanitaria
Sábado.4 de enero de 2014
Primero te
animan a buscar trabajo fuera, y luego aprovechan y te retiran la sanidad.
Parados
de larga duración que salgan del país, definitivamente excluidos del sistema
sanitario
Juana
Martínez Fonseca — Madrid
Se ha
publicado, en el Boletín Oficial del Estado del 26 de diciembre de 2013, la Ley
22/2013 de Presupuestos Generales del Estado para el año 2014, en la que,
gracias a las enmiendas propuesta por el Partido Popular (PP) y aprobadas
recientemente por el Congreso de los Diputados, se establece que las personas
sin trabajo, que hayan agotado la prestación y los subsidios por desempleo, y
que se ausenten del país más de 90 días en un año, perderán el derecho a la
asistencia sanitaria.
Como Acta
Sanitaria había informado (Ver “Parados que salgan del país, a punto de
ser los siguientes excluidos del sistema sanitario“), ya que se aprobaron
dichas enmiendas, todo aquel que reúna estas condiciones será considerado
“no residente” y, si regresa a España, ya no gozará del derecho a la atención
sanitaria.
Puntualmente,
la modificación hecha a la Ley 16/2003 de “cohesión y calidad del Sistema
Nacional de Salud” determina que “tendrán la condición de asegurado” quienes se
encuentren en la siguiente situación: “d) Haber agotado la prestación o el
subsidio por desempleo u otras prestaciones de similar naturaleza, encontrarse
en situación de desempleo, no acreditar la condición de asegurado por cualquier
otro título y residir en España”.
Asimismo, se
incorporó una nueva disposición adicional al Texto Refundido de la Ley
General de la Seguridad Social, que señala:”Disposición adicional sexagésima
quinta. Pérdida de residencia a efectos de prestaciones de la Seguridad Social [...] 2.
A efectos del mantenimiento del derecho de las prestaciones sanitarias
en las que se exija la residencia en territorio español, se entenderá que
el beneficiario de dichas prestaciones tiene su residencia habitual en España
aún cuando haya tenido estancias en el extranjero siempre que éstas no
superen los 90 días a lo largo de cada año natural”. Era de esperarse que
estas enmiendas fueran aprobadas, por la mayoría que ostenta el PP en el
Congreso, y ahora es un hecho, ya que la nueva normativa tiene efectos desde el
1 de enero de 2014 y vigencia indefinida. Teniendo en cuenta la emigración
económica forzada de la que están siendo víctimas muchas personas,
especialmente jóvenes que no encuentran la forma de subsistir en este país, es
de esperarse que el número de excluidos, afectados por esta reformas legales,
sea realmente significativo.
Hay que
tener en cuenta que, según las Proyecciones para el 2013 del Instituto Nacional
de Estadística (INE), se calcula que alrededor de 600.000 personas abandonaron
el país el año que acaba de terminar, en 2012 los registros del INE evidencian
que 476.748 personas emigraron de España. En cuanto a las vulneraciones de
derechos fundamentales, ya Médicos del Mundo señalaba que el sistema sanitario
español “desechaba” 2.392 personas al día, cuando dentro de los colectivos
excluidos no se encontraban los desempleados de larga duración emigrantes, es
por lo tanto de esperarse que éstas aumenten en gran medida.
La enfermedad del vih durante los últimos 3 años y el dolor difícil de comer y la tos son pesadillas, especialmente el primer año En esta etapa, el sistema inmunológico está gravemente debilitado, y el riesgo de contraer infecciones oportunistas es mucho mayor. Sin embargo, no todas las personas con VIH desarrollarán el SIDA. Cuanto antes reciba el tratamiento, mejor será su resultado. Empecé a tomar el ARV para evitar una muerte prematura pero tenía fe en Dios de que algún día me curaría. Como paciente de VIH, se nos aconseja tomar tratamientos antirretrovirales para reducir la posibilidad de transmitir el virus a otros, hace unas semanas busqué en Internet si podía obtener información sobre el tratamiento del VIH con hierbas medicinales, en mi búsqueda vi el testimonio de alguien que se ha curado del VIH, su nombre era Achima Abelard y otra patente del virus del herpes, Tasha Moore, que también dio testimonio sobre este mismo hombre, llamado Dr. Itua Herbal Center. Me conmovió el testimonio y me puse en contacto con él a través de su Email.drituaherbalcenter@gmail.com. Hablamos y me envió una botella de medicina herbal que tomé según sus instrucciones. Después de beberla me pidió que me hiciera una prueba de que como terminé mi vida de sufrimiento de la patente del VIH, estoy curada y libre de las píldoras de Arv. Le estoy eternamente agradecido, Drituaherbalcenter. Aquí su número de contacto +2348149277967... Me aseguró que puede curar las siguientes enfermedades... VIH, cáncer, virus del herpes, Hpv, pilotes, erección débil, enfermedad de Lyme, epilepsia, glaucoma.., Tumor cerebral, psoriasis, cataratas, degeneración macular, enfermedad cardiovascular, diarrea crónica, enfermedad pulmonar, próstata agrandada, osteoporosis, enfermedad de Alzheimer,
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