Copiado del Libro Juan Andrade, La revolución española día a día. Edita:
Editorial Nueva era y publicaciones trazo.
171
“La
Batalla”, 3 de marzo de 1937
Continúa en
la Prensa obrera de Madrid, la polémica en torno a lo que vienen llamando “excesos partidistas”. Estas extralimitaciones a que se alude, se
refieren concretamente al partido comunista, que, aprovechando las posiciones
que ha logrado conquistar mediante ciertas circunstancias, trata de obtener
privilegios en detrimento de las demás organizaciones y partidos. Los
comunistas han venido, durante bastante tiempo, hablando de la necesidad de la
unidad, de dejar de lado todos los partidismos para no ocuparnos más que de la
guerra; pero, al propio tiempo, aprovechaban la lealtad ingenua de los demás
sectores, para alimentarse de ella y ejercer una especie de imperialismo partidista.
Prevaliéndose
de estas posiciones, obtuvo éxito en la campaña realizada contra nuestro Partido
campaña que encontró el asentimiento pasivo de las demás organizaciones, a
pesar de que en su fuero interno estaban convencidas de que era un crimen
político el que se cometía contra nuestro Partido. Abusando aún más de sus
condiciones, han intentado también mirar la influencia de los demás sectores, y
es, precisamente al hacer esto cuando comienzan ya a reaccionar los demás
contra el imperialismo partidista de
los comunistas oficiales.
La censura
en Madrid está casi por entero en poder de los stalinianos. Ni que decir tiene
que la utilizan con fines partidistas, y, por tanto, contra las demás
fracciones. Cuando se publica “El Combatiente Rojo” en Madrid, desde las
columnas de “Mundo Obrero” (89) y de “Ahora” (90) se
lanzaban todas las injurias que la mentalidad de asalariados de los redactores
concebía, contra nuestro Partido. Se fijaban, además, en las calles de la
capital, pasquines y carteles contra nuestro Partido, acusándole de formar
parte de la quinta columna, aliados
de Franco y de la Gestapo, etcétera, etc. Cuando nuestros camaradas madrileños
trataban de contestar a semejante ofensiva, surgía inmediatamente un staliniano
en forma de censor que lo impedía, que ni siquiera permitía el recurso de la
defensa contra graves acusaciones.
Envalentonados,
seguramente, por la impunidad con que han podido llevar a cabo toda esta labor
contra nosotros, han ampliado su campo de operaciones en la censura tratando de
aplicar los mismos procedimientos y dando lugar a fuertes protestas de la
prensa obrera y a que la Junta de Defensa de Madrid haya tenido, finalmente que
intervenir para modificar el régimen de censura. Ya no son los “trotskistas contrarrevolucionarios, amigos
de la Gestapo”, los que se manifiestan contra la táctica absorbente del
stalinismo, sino toda la Prensa obrera de Madrid, a excepción de los órganos
directamente controlados por ellos, como son “Mundo Obrero” y “Ahora”.
“Claridad”, “El
Socialista”, “Castilla Libre”, “El Sindicalista”, “CNT”. (91), se han manifestado rotundamente sobre la forma en que el
stalinismo realiza su labor de proselitismo, aprovechando los cargos oficiales
y recurriendo incluso a las coacciones. “Claridad”, que tantas ternuras ha
tenido siempre para el comunismo oficial, dice, por ejemplo: “Hace falta que
todos, absolutamente todos, nos demos cuenta, dice, por ejemplo: “Hace falta que todos, absolutamente todos,
nos demos cuenta, del momento en que vivimos y nos olvidemos en el puesto que
se nos designe, del carnet político que tenemos. De esta forma, podremos seguir
adelante sin tropiezos de ninguna especie, pero si se insiste en mantener una
política partidista, nosotros también tenemos una masa de opinión, acaso la más
numerosa, a la que en cualquier momento podremos apelar, con las consecuencias
que se deriven del caso”.
La reacción
ha sido tan unánime por parte de toda la Prensa obrera, que el propio “Mundo
Obrero” se ha visto en la necesidad de defenderse en un editorial que titula “Respuesta a los que atacan al partido
comunista, Estamos orgullosos de que el pueblo español nos haya distinguido con
su confianza”. El artículo está redactado en un tono completamente
defensivo, justificativo, que no recuerda en nada el estilo petulante y
fanfarrón acostumbrado en los escritos stalinianos. El artículo está centrado
en demostrar que ha procedido correctamente en toda ocasión y en recordar que
ha sido el iniciador de todas las campañas realizadas para ganar la guerra.
Para ello pone el testimonio de los camaradas afiliados al partido comunista
que han caído en todos los frentes de batalla. Sin embargo, nosotros tenemos
que aludir a que han sido numerosos los nuestros que han muerto en lucha, y,
sin embargo, el stalinismo no lo tiene
en cuenta y no sólo desea negarnos el pan y el agua, sino que incluso excita a
los trabajadores atrasados a la violencia física contra nuestros compañeros.
El
stalinismo ha ido quizás demasiado deprisa en sus planes y ha llegado a herir
la susceptibilidad proselitista, aunque
no política de las demás organizaciones. El imperialismo partidista ha
tropezado con el recelo de aquellos a quienes se trataba de manejar
colonialmente, aunque procurando que no se diesen cuenta. No parece que en
España tenga todo ganando el comunismo oficial para el futuro a pesar de que
tiene muy buenos valedores.
Sin embargo,
no se trata de un problema meramente de competencia proselitista. Para nosotros
es mucho más: una cuestión política fundamental. El stalinismo trata de
realizar una táctica de absorción, puramente imperialista para imponer al
proletariado normas completamente extrañas a sus deseos presentes.
“La
Batalla”, 3 de marzo de 1937
(89) “Mundo Obrero”, portavoz oficial y
central del PCE.
(90) “Ahora”, publicaciones comunista
madrileña.
(91) “Claridad” órgano central de la UGT,
publicado en Madrid; “El Socialista” portavoz oficial del PSOE; “Castilla Libre”
y “CNT”, publicaciones confederales de Madrid; “El Sindicalista” órgano de
prensa del Partido Sindicalista, también publicado en Madrid.
Introducción
del [libro] España Traicionada (Stalin y la guerra civil) Ronald Radosh, Mary
R. Haberck (eds)
Juan
Andrade. España en poder del estalinismo
Primera
campaña de difamaciones y calumnias, en la que se identificaba al POUM con el
fascismo internacional, se intensificó desde finales de 1936 y en los primeros
meses de 1937
El proceso
contra el POUM (Un episodio de la Revolución española)
El terror
estalinista en Barcelona 1938 (Agustín Guillamón)
Libro Juan Andrade, La revolución
española día a día. Edita: Editorial Nueva era y publicaciones trazo.
ÍNDICE
NOTAS
POLITICA DIARIAS
La verdad
significación de la reunión del parlamento 19
A pesar de
la revolución persiste la vieja burocracia 23
El mando
único y el control político de las milicias combatientes 25
Se ha
reunido el Parlamento del 16 de febrero 27
Para los
militantes comunistas sólo deberes sin derechos. 31
La unidad
sindical es ahora más posible que nunca 33
El problema
de los evacuados y el problema de estos 35
La
significación del mitin del Gran Price 39
Sobre las
alusiones frecuentes a un gobierno fuerte 41
Sigue
planteado el problema del mando único 43
Los
camaradas extranjeros en la Revolución Española 45
El “calumnia
que algo queda”, o una táctica desacreditada. 49
La propuesta
de armisticio y el deseo de estrangular nuestra revolución 51
La actitud
de la CNT es la solución de la crisis 53
Acerca del
carácter y la significación del nuevo consejo de la Generalidad 55
La crisis de
la Generalidad y el movimiento revolucionario internacional
57
¿Es que las
fracciones obreras renuncian a la libertad de crítica? 59
Sobre la
educación política de los nuevos adherentes a las organizaciones
obreras 61
No se trata
de un prurito sino de un problema político 63
Llevar la
guerra hasta el fin significa ultimar la revolución social 65
La prensa
debe estar, exclusivamente, al servicio de los intereses
revolucionarios 67
Los nuevos
órganos de expresión revolucionaria y los parlamentos 73
Hay que
contener las actividades de los grupos incontrolados; pero también hay que
impulsar la revolución 75
El balance
del año 77
Las
aspiraciones políticas de los combatientes
79
Las
revoluciones ofrecen también sus peligros posteriores 81
Solidaridad
proletaria internacional en torno a nuestro partido 83
Las fuerzas
coactivas definen el carácter del régimen
85
La
intervención germano-italiana en España
87
Unidad
política y unidad sindical 89
Los
demócratas burgueses quieren sobrevivir
91
La calumnia
como arma burguesa 93
La admisión
de nuevos militantes en las organizaciones obreras 95
Por un nivel
de vida de guerra 99
Odios
imposibles 101
Los
anarquistas en la revolución 105
De la teoría
a la práctica anarcosindicalista 107
De la
comprensión a la acción 109
Contrarrépublica 111
Filtraciones
burguesas 113
Unidad
sindical 115
Se
intensifica la ofensiva 119
Jóvenes y
viejos 121
Voluntarios
extranjeros 123
Ambiente
valenciano 125
Artículo de
Prieto 127
Censura
“proletaria” 129
Ejemplo
malagueño 131
Primer
paso 133
Ganar una
guerra 135
En torno a
Málaga 137
Posición
clara 139
Solidaridad
tácita 141
Más sobre
Málaga 143
Moral de
guerra 145
Unidad
sindical 147
Intervención
internacional 149
La guerra es
la guerra 151
Hegemonía
proletaria 153
Selección de
mandos 155
Actividad
militante 157
Aliados
naturales 159
Conjunción revolucionaria 161
Defensa de
la revolución 163
Unificación
sindical 165
Hablar
claro 167
Absorción
intolerable 169
Imperialismo
partidista 171
¡Madrid,
Madrid! 173
Nuestra bandera 175
Espíritu
gregario 177
Desaliento
fascista 179
Frente revolucionario 181
Concepto de
responsabilidad 183
Revolución y
retaguardia 185
La columna
de hierro 187
¡Atención a
Madrid! 189
Ofensiva
italiana 191
El partido
en pie 193
Imperialismo
fraccional 195
Responsabilidad
revolucionaria 197
Reanimación
proletaria 199
Ocho
meses 201
Nacionalización
de extranjeros 203
Quinta
columna 207
Reivindicaciones
inmediatas 209
Saturación
fraccional 211
Partido y
sindicatos 213
Gobierno
fuerte 215
Discrepancias
socialcomunistas 217
Problemas
vitales 219
Ofensivas
económicas 221
Continuamos
igual 225
Habla
Araquistain 227
Sondeos de
paz 229
Revolución o
contrarrevolución 231
Cuestiones
fundamentales 233
14 de
Abril 235
Frente
revolucionario 237
Disolución
significativa 239
Manifestaciones
contrarrevolucionarias 241
Pactos y
conductas 243
Respuesta proletaria 245
“CNT-POUM” 247
Vigilancia
Revolucionaria 249
“La
Batalla”, 2 de mayo de 1937
COMENTARIOS
Lenin y
el Leninismo
La
composición social de los dirigentes fascistas 269
Solidaridad
criminal 271
Burócratas
satisfechos 273
La crisis
periódicas de la Generalidad 275
NOTAS 279
PROBLEMAS
DE LA REVOLUCION Y DEL MOVIMIENTO OBRERO
Lenin y la
guerra 285
Marxistas
revolucionarios y anarquistas en la Revolución Española 293
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