6 de diciembre de 2021
La fuente del artículo se puede leer aquí. Y reproducido aquí
La llamada en el mundo angloparlante “cultura
de la cancelación” se está convirtiendo en una nueva Inquisición.
¿Quiénes se benefician de la llamada “cultura de la
cancelación”, a qué intereses está sirviendo?
https://twitter.com/TitaBarahona2
¿A qué niveles de manipulación o confusión intencionada
estamos llegando? El pasado mes de noviembre, el Consejo Escolar de Toronto
(Canadá) suspendió un acto en el que la Premio Nobel de la Paz de 2018, Nadia Murad, iba a presentar su libro titulado “Yo seré la
última: Historia de mi cautiverio y mi lucha contra el Estado Islámico”. El motivo alegado fue que podía ofender a los alumnos
musulmanes. Del mismo modo, para el diario El País, la difusión de las
fotografías de mujeres afganas en falda corta y cara descubierta (años 70)
puede provocar “islamofobia”.
Por Tita Barahona para Canarias-semanal.org-
Hemos
señalado en alguna otra ocasión (y aquí)que
cuanto más avanza la desigualdad social en los países del centro capitalista,
más se preocupan las elites dirigentes en reforzar la política de las identidades,
que implica una
supuesta defensa de los derechos de mujeres, homosexuales, poblaciones
indígenas, minorías raciales, personas transexuales, discapacitadas, grupos
religiosos, etc., obviando que dentro de cada uno de estos
grupos hay diferencias
de clase (económicas, educativas, residenciales, entre
otras).
Aunque es lamentablemente cierto que existe la discriminación por
sexo, edad, nacionalidad, orientación sexual, etc., el hecho de convertirlas en identidades y
poner el acento en ellas tiene por finalidad obscurecer la estructura clasista en
la que se sustenta el sistema
capitalista. Y son precisamente los partidos llamados progresistas,
de influencia
posmoderna, que pasan por ser la “izquierda” del
espectro político institucional, los abanderados de esta tendencia (en
otros lugares llamada woke). (Y aquí, aquí, aquí, aquí)
Una
tendencia que está llevando a excesos tanto de censura descarada como de
manipulación mediática y simplificación de temas que son
complejos y tienen, por tanto, distintos niveles de análisis. Así, censurar
actos, charlas, libros, cuentas en redes sociales, etc., se está convirtiendo
en un deporte nacional -llamado “cultura de la
cancelación”- en
países como Reino
Unido, Estados
Unidos o Canadá,
y que se extiende como mancha de aceite al resto del mundo.
Se trata de una “cultura
de la cancelación” que incluye la quema de libros, por
si pensábamos que los tiempos de la Inquisición habían
pasado a la historia. En algunas escuelas católicas de Canadá se
llegaron a quemar, en
2019, varios miles de ellos, incluidos tebeos de Astérix y Tintín, por
considerarse que propagaban estereotipos
sobre las poblaciones indígenas. Esto en un país cuyos grupos
indígenas sufren todavía una notable discriminación.
La
racha de los índices expurgatorios ha llegado
también a Cataluña,
donde bibliotecas de colegios han depurado cuentos tradicionales como Caperucita
Roja, por sexistas,
mientras el colmo del sexismo, la pornografía, sigue libre llegando a los
móviles de niños y adolescentes. En Reino
Unido, grupos de “transactivistas” quemaron
los libros de Harry Potter,
porque su autora fue acusada de “tránsfoba” por
decir públicamente que el sexo (varón-mujer) existe. (Sobre este hecho en
Reino Unido se puede leer aquí, aquí)
Algunos artículos
sobre la autora de los libros Karry Potter
Joanne K.
Rowling,
acusada entre otras cosas de tránsfoba (se puede leer (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí,)
Canadá volvió a reabrir el debate sobre los
excesos de esta “cultura de la cancelación”, cuando en noviembre pasado el Consejo Escolar de Toronto suspendió el acto en
el que la Premio Nobel de la Paz de
2018, Nadia Murad,
iba a presentar su libro titulado “Yo seré la última: Historia de mi cautiverio y mi lucha contra el
Estado Islámico”. El motivo alegado fue
que podía ofender a los alumnos
musulmanes.
Se puede leer algunos artículos sobre la suspensión del acto de Nadia Murad (aquí, aquí). Portada su
libro aquí
Nadia Murad,
víctima del Estado Islámico y conferenciante “cancelada” por los “guardianes de
la inclusividad”
La señora Murad, perteneciente a una
minoría étnico-religiosa, la yazidí,
especialmente perseguida por el Estado
Islámico por considerarla pagana, fue secuestrada junto a otras
mujeres por estos “rebeldes
moderados” -como los llamaba la Casa Blanca-, convertida
en esclava sexual, torturada y violada en grupo como
castigo por intentar fugarse, algo que finalmente consiguió después de tres
meses de infierno y gracias al refugio que le brindó una familia musulmana (sunita).
La
presentación del libro de Murad pudo
enseñar a esos alumnos musulmanes los horrores a los que pueden conducir
ciertas interpretaciones de los “textos sagrados”. Sin
embargo, se dio
más prioridad a no “ofender” a musulmanes que a la exposición y denuncia de las
ofensas a las que Nadia Murat fue sometida por ser mujer y yazidí.
La censura de su charla añadió una ofensa más, pero esta vez en nombre del “progresismo” y
la “inclusividad”
¿Cabe mayor irracionalidad?
Porque, vamos a ser serios: en
todas las religiones hay grupos fundamentalistas, pero no todas las personas que las
profesan lo son y, es más, pueden llegar a ser firmes
opositoras de esos fundamentalismos. Esto parece ignorarse. Es como si una
conferencia sobre el Opus
Dei o los Legionarios
de Cristo se cancelara con la excusa de que podría ofender a los cristianos,
u otra sobre los judíos
ortodoxos (donde la situación de las mujeres no es mejor
que en ambientes islamistas) sobre la base de que podría ofender a todos los judíos.
Sin
embargo, ahora resulta que cualquier crítica a los excesos del fundamentalismo islámico,
como el que hoy gobierna en Afganistán,
es fomentar la “islamofobia”. Así
lo consideraba hace poco un artículo de El
País, en el que se trataba de justificar el uso del burka y
veía sospechosas motivaciones “ideológicas” en
la difusión de las fotografías que
muestran cómo vestían muchas mujeres
en Kabul en la década de 1970, cuando no
había códigos de vestimenta obligatorios como en la actualidad.
Es la misma postura que contempla como “empoderante” el uso del hiyab aun
cuando vemos que muchas jóvenes de familias musulmanas lo llevan no por convicción sino por presión familiar y comunitaria.
Pero no critique o no opine usted sobre este tipo de coacciones, que sufren
solo las mujeres, porque los
y las “progres” la tacharán de “islamófoba” y de
hablar desde el “privilegio” de
ser “mujer
blanca”, aunque recién la hayan desahuciado o no tenga
suficiente para alimentar a sus hijos.
Y es la misma lógica -si se puede llamar así- que censura o silencia cualquier
postura crítica con las leyes
de la “identidad de género” (o leyes trans)
estampando el sello de “transfobia”; la
que obliga a dejar
sin subvenciones a refugios
para mujeres maltratadas o víctimas de violencia sexual porque en ellos no se admite a “mujeres
con pene” -como ha ocurrido en algunos países-; la que impide que se
publiquen leyes prohibiendo la ablación
del clítoris porque también "ofende" al
colectivo trans. Las
ofensas a las mujeres más vulnerables no cuentan.
Por
no “ofender” a las personas trans, "no binarias",
"dos-espíritus", "poliamorosas" y todas las demás identidades de nuevo cuño,
inventadas para dar de comer a ciertas industrias, ya no se puede hablar de varones y
mujeres, sino de “personas
gestantes”, “personas
inseminantes” y otros neologismos similares,
que, si no los aceptas, serás una “tránsfoba”.
Las asociaciones que componen el lobby trans han
llegado al extremo de pedir a los biólogos que cambien el nombre a las
llamadas células-madre (ofende
también). Y en el museo de Ciencias Naturales de Londres han
logrado que sus directivos prometan cambiar el módulo sobre la reproducción
humana -titulado “¿Niño o Niña?”-,
porque no es una
“narrativa inclusiva”.
Que todo esto es un despropósito lo
saben muchas personas de todas las orientaciones políticas; pero lo peor es
que el
reconocerlo abiertamente se está dejando a los medios de la derecha y
ultraderecha; porque el resto cierra la puerta a cualquier
cuestionamiento, debate o disentimiento con la postura “oficial” del progresismo woke, al
que se adhiere, que ve
fobias (miedos irracionales) donde solo hay razonamientos.
Así
le resulta muy fácil a ese progresismo
woke (licuado posmo-socioliberal en que se ha
convertido la “izquierda”) asimilar las posturas críticas con
el islamismo o el transgenerismo con la ultraderecha, del mismo
modo que hace con quienes cuestionan al actual gobierno, “el más
progresista de la historia”, a
imitación de lo que ocurre en EE.UU,
donde las elites
demócratas gobernantes tachan de “pro-Trump” a
todo quisque que ose poner en cuestión sus políticas.
Las y los anticapitalistas,
quienes luchamos por una auténtica transformación
social, debemos denunciar alto y claro este tipo de manipulaciones,
preguntarnos quiénes
se están beneficiando de esta llamada “cultura
de la cancelación”, a dónde nos
dirige, a qué
intereses está sirviendo realmente, cuando vemos que la voz de la sensatez se está
arrinconando en un terreno muy peligroso, que es el del fascismo.
https://canarias-semanal.org/art/31730/cuando-las-criticas-razonadas-se-convierten-en-fobias
Documentos complementarios
El transgenerismo y la “izquierda woke”: ideas
retrógradas disfrazadas de progresismo (vídeos)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/12/el-transgenerismo-y-la-izquierda-woke.html
Woke https://en.wikipedia.org/wiki/Woke
Cancelar
la cultura https://en.wikipedia.org/wiki/Cancel_culture
Cultura
de la cancelación
https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_la_cancelaci%C3%B3n
La cultura de la cancelación, a examen
https://fronteraediciones.com/la-cultura-de-la-cancelacion-a-examen/
El consejo escolar de Toronto rechaza una charla de
la Nobel Nadia Murad, torturada
por los yihadistas, porque podría "fomentar la islamofobia"
https://www.elmundo.es/cultura/2021/11/24/619e2749fdddff3ca58b45fb.html
Nadia Murad: censurar incluso a la víctima
https://www.larazon.es/cultura/20211125/men7uehbobdvhliovawpm2f3mq.html
Islamofobia https://es.wikipedia.org/wiki/Islamofobia
Los atentados del 11 de septiembre de 2001
https://es.wikipedia.org/wiki/Atentados_del_11_de_septiembre_de_2001
Los atentados del 11 de marzo de 2004 en España
https://es.wikipedia.org/wiki/Atentados_del_11_de_marzo_de_2004
SOS racismo alerta de la
aparición de 'islamofobia' después del 11-M
22 de Abril de 2004
http://www.elmundo.es/elmundo/2004/04/21/solidaridad/1082545606.html
11 de marzo de 2004 en Madrid: ¿fue realmente un
atentado islamista? PRIMERA Y SEGUNDA PARTE
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2014/03/11-de-marzo-de-2004-en-madrid-fue.html
OTAN perpetró el 11-M para hacer presente en Europa
la "amenaza terrorista islámica” e implantar la islamofobia en España
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2014/03/otan-perpetro-el-11-m-para-hacer_13.html
La red Gladio en España. Los antecedentes
terroristas de la OTAN
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2014/04/la-red-gladio-en-espana-los.html
Lo que nunca le contaron sobre la opresión de las
mujeres afganas: una vez tuvieron nombre.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/09/lo-que-nunca-le-contaron-sobre-la.html
Afganistán: las mujeres, de nuevo, como propaganda
Otanista
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/09/afganistan-las-mujeres-de-nuevo-como.html
Cómo el nuevo acuerdo de paz entre Estados Unidos y
Afganistán reavivó a un "talibán favorable a los negocios"
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/09/como-el-nuevo-acuerdo-de-paz-entre.html
Cita:
Sin embargo, ahora resulta que cualquier crítica a los excesos
del fundamentalismo
islámico, como el que hoy gobierna en Afganistán, es
fomentar la “islamofobia”. Así lo consideraba
hace poco un artículo de El País, en el que
se trataba de justificar el uso del burka y veía sospechosas
motivaciones “ideológicas” en la difusión de las fotografías que muestran cómo
vestían muchas mujeres
en Kabul en la década de 1970, cuando no
había códigos de vestimenta obligatorios como en la actualidad.
Las fotos
nostálgicas de las afganas en minifalda siempre vuelven
NOELIA RAMÍREZ |
26 AGO 2021
https://smoda.elpais.com/feminismo/problema-memes-nostalgicos-de-las-mujeres-afganas-minifalda/
'El País' publica un
tuit en el que afirma que las imágenes de afganas en minifalda provocan
islamofobia
El País censura que se recuerde que las mujeres
podían vestir libremente en Afganistán en los años 70
Crujen a ‘El País’
por afirmar que las imágenes de universitarias en minifalda en Kabul promueve
la islamofobia
La estrategia de Trump en Afganistán, inspirada por una foto de mujeres
en minifalda
Cómo era la vida en Afganistán en los años 70
https://www.abc.es/internacional/abci-como-era-vida-afganistan-anos-70-nsv-202108171325_noticia.html
Cultura de la cancelación en google
En inglés: Cancelar la
cultura
https://en.wikipedia.org/wiki/Cancel_culture
Cultura
de la cancelación
https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_la_cancelaci%C3%B3n
Cómo los nazis fueron pioneros en la 'cultura de cancelación' Si bien es una
política que tiene su origen en las primeras fases
de la Alemania Nazi hacia los judíos y quienes no participaban del
nacional-socialismo.6
La cultura de la cancelación, a examen
https://www.elindependiente.com/espana/2021/10/31/la-cultura-de-la-cancelacion-a-examen/
“Estás cancelado”. La cultura de
la cancelación y sus implicaciones sociales
https://observatorio.tec.mx/edu-news/cultura-de-la-cancelacion
Qué es la
cultura de la cancelación que sufren famosos como J.K. Rowling
https://www.huffingtonpost.es/entry/cultura-de-la-cancelacion_es_5f06e395c5b63a72c33d9465
Cultura de
la cancelación
https://elpais.com/noticias/cultura-de-la-cancelacion/
¿Qué es la «cultura de la cancelación? La práctica de moda en
la ultraizquierda
Una carta española contra la censura y la cultura de la
cancelación
150 prestigiosos intelectuales firman una carta alertando del
auge de la intolerancia en la izquierda
Carta sobre justicia y
debate abierto
https://harpers.org/a-letter-on-justice-and-open-debate/
Qué es la cultura de la cancelación y qué significa estar “cancelado”
“Cultura de la cancelación”: qué significa y
cómo entenderla
https://www.primicias.ec/noticias/cultura/discute-habla-cultura-cancelacion/
Tres razones
por las cuales la cultura de la cancelación es ineficaz (y tres que demuestran
que es contraproducentes)
La cacería de brujas
moderna: la cultura de la cancelación
https://esferapublica.org/nfblog/la-caceria-de-brujas-moderna-la-cultura-de-la-cancelacion/
Cultura
de la cancelación: el peligro de destruir a alguien en minutos
https://buenavibra.es/entretodos/valores/cultura-de-la-cancelacion/
Inquisición de género: Caperucita Roja
censurada por “sexista”
La escuela Tàber de Barcelona http://www.taber.cat/
https://www.facebook.com/Escola-T%C3%A0ber-559908000839584/
Un colegio retira 'Caperucita Roja' y 'La Bella
durmiente' de su biblioteca por sexistas
https://www.elmundo.es/cataluna/2019/04/11/5caeede5fc6c833e068b45d2.html
La
tercera fase del proyecto Biblioteca y Género incluye la realización de un
vídeo, en el que participarán los alumnos, que está inspirado en los minutos
del 0 al 1:48 del vídeo titulado La fea verdad de los libros
infantiles.
https://www.youtube.com/watch?v=Z1Jbd4-fPOE
La escuela de
Barcelona aclara la polémica sobre los cuentos infantiles
Escuela prohíbe 'La Caperucita Roja' y otros 200 cuentos
por ser "tóxicos y sexistas"
Una escuela de Barcelona retira el cuento de 'La Caperucita Roja' por
"sexista"
Una escuela de Barcelona retira 200 cuentos de
su biblioteca por sexistas
https://www.lasexta.com/noticias/sociedad/escuela-barcelona-retira-200-cuentos-biblioteca-sexistas_201904115caef5a40cf2c866b01ebc7c.html
'Caperucita Roja', vetada en un colegio de Barcelona por
sexista
Retiran de una escuela pública
‘La Caperucita Roja’ por “sexista”
Vetada ‘La Caperucita
Roja’ por sexista
https://www.euribor.com.es/2019/04/11/vetada-la-caperucita-roja-por-sexista/
Una escuela retira títulos como 'Caperucita Roja' y 'La Bella
durmiente' por sexistas
Vetada ‘La Caperucita
Roja’ por sexista
https://blogs.comillas.edu/informefamilia/2019/04/11/vetada-la-caperucita-roja-por-sexista/
Vetada
‘La Caperucita Roja’ por sexista
Una
escuela de Barcelona retira 200 cuentos infantiles de su biblioteca al
considerarlos "tóxicos"
Barcelona - 11 ABR 2019
- 18:23 CEST
La escuela Tàber de Barcelona, cuya
titularidad corresponde a la Generalitat, ha decidido someter a revisión el
catálogo de títulos que forman parte del catálogo de su biblioteca infantil.
Después de analizar los libros destinados a niños y niñas de hasta seis años
decidieron retirar 200 títulos que
consideran “tóxicos” porque reproducen patrones sexistas, lo que supone el 30%
del fondo. En el 60% de los cuentos el problema es menos grave, mientras que
solo encontraron un 10% que estaba escrito desde una perspectiva de género.
Otros centros también trabajan en adquirir libros más igualitarios.
Se acerca la Diada de Sant Jordi, una cita
ideal en la que guarderías y escuelas recuperan la leyenda o en que muchos
padres acudirán en busca de un cuento para sus hijos. Una ojeada al amplio
catálogo de cuentos sobre el héroe que acaba con el dragón revela que la
mayoría de títulos recoge los estereotipos en que el personaje masculino es el
héroe valiente que debe salvar a la temerosa princesa. Pero en el mercado
empiezan a irrumpir títulos alternativos como Santa Jordina (Inés Macpherson, editorial La
Galera) o La revolta de Santa Jordina (Lyona
y David Fernàndez, editorial Ámsterdam), donde la chica es la heroína y donde,
por cierto, el dragón no tiene por qué morir.
La leyenda de
Sant Jordi es
uno de los retirados en la escuela Tàber, pero también La bella durmiente o La
Caperucita Roja, según avanzó ayer la televisión municipal
Betevé. No obstante, Anna Tutzó, una de las madres que forma la comisión que
revisó el catálogo, prefiere no dar títulos porque considera que lo importante
es poner el foco en el problema de fondo, que va más allá de los cuentos
tradicionales. “Además, estos son minoritarios, también afecta a libros para
aprender el abecedario, los colores o los hábitos. La sociedad está cambiando y
es más sensible a la cuestión de género, pero esto no se está reflejando en los
cuentos”, apunta.
Sin paridad ninguna en
‘Los tres cerditos’
JACINTO ANTÓN
Esto
se está desquiciando. Buscar que los cuentos tradicionales se ajusten a las
nuevas ideas de la sociedad, aunque sean buenas, es aberrante. Precisamente una
de sus virtudes es su carácter transgresor. ¿Hemos de preocuparnos porque no
haya paridad en Los tres cerditos —seguramente alguien pondría
el grito en el cielo si fueran Las tres cerditas— o poca
en Blancanieves (7x1+la reina/bruja, que es mala), que además
muestra maltrato familiar?, ¿es sexista La ratita que barría la
escalera? ¿Sería mejor que la fea fuera patita? Tiembla uno al pensar
en que lo siguiente será entrar a saco en la novela de aventuras. Sin paridad
en Los tres mosqueteros (y Milady=mala), Beau Geste, Tres
lanceros bengalíes, Las cuatro plumas... Un poco de cordura, por favor.
Las
situaciones más habituales que hallaron, abunda Tutzó, es asociar la
masculinidad a valores como la valentía y la competitividad. “También en las
situaciones de violencia, aunque sean pequeñas gamberradas, es el niño el que
la realiza contra la niña. Con ello se da un mensaje de quien puede ejercer la
violencia y contra quién”, añade.
La
preocupación por el tipo de libro que leen los pequeños se está extendiendo en
muchas escuelas. En el colegio Montseny de Barcelona también van a empezar a
revisar el catálogo, aprovechando el proceso de informatización. Y también
anuncia que retirarán los que consideren sexistas.
En la escuela Fort
Pienc, el AMPA también ha creado una comisión de igualdad de género que, entre
otras cosas, mira con lupa el contenido de los libros. La escuela no tiene
biblioteca, pero el curso pasado las familias compraron decenas de libros para
crear un espacio tranquilo en el patio para que aquellos alumnos que quisieran
pudieran cambiar la pelota por un libro. Entonces, miraron que ninguno de ellos
fuera sexista. “Es muy importante el tipo de libros que leen los niños porque
los libros tradicionales replican los estereotipos de género y está bien tener
a disposición libros que rompan con ellos”, explica Estel Crusellas, presidenta
del AMPA de la escuela Fort Pienc. Esta madre, además, defiende la importancia
de cuidar el tipo de lectura cuanto más pequeño es el alumno. “Con cinco años
los niños ya han consolidado los roles de género, saben qué es ser niño o niña
y qué implica. Así que es esencial trabajar con perspectiva de género en la
etapa infantil”.
La revisión del
catálogo de infantil de la escuela Tàber se hizo el pasado año y ahora están
abordando los que afectan a primaria. En este caso, asegura Tutzó, no se han
planteado retirar ningún título. “En la primera infancia los niños son esponjas
y absorben todo lo que hay a su alrededor, así que pueden naturalizar los
patrones sexistas. En cambio, en primaria los estudiantes ya tienen más
capacidad crítica y los libros pueden ser una oportunidad para aprender, para
que ellos mismos se den cuenta de los elementos sexistas”. Desde la escuela
Montseny, también coinciden en que en primaria este tipo de libros son otra
herramienta para aprender desde una mirada crítica. Ester Murillo, madre del
AMPA de este centro considera además que “esta concienciación sobre los
contenidos de los libros debe ser compartida tanto por las familias como por
los profesores, que deben interiorizarlo y transmitirlo en el aula”.
https://elpais.com/ccaa/2019/04/10/catalunya/1554930415_262671.html
Quema de libros: Escuelas canadienses despiertas destruyen
casi 5.000 libros considerados 'ofensivos' para los pueblos indígenas
Las escuelas en Ontario se
enfrentan a una reacción violenta después de quemar o destruir libros
considerados ofensivos para las Primeras Naciones, incluidos cómics clásicos
como Tintin y Asterix .
La quema de libros, etiquetada
como un acto de "purificación de llamas", fue realizada por primera
vez en 2019 por la Junta Escolar Católica de Providence, una junta escolar de
habla francesa en el suroeste de Ontario que administra 23 escuelas primarias y
siete escuelas secundarias.
Según un informe de
la emisora en francés Radio Canada, en el primer incidente se
quemaron ceremonialmente libros y las cenizas se usaron como fertilizante para
plantar un árbol. Se planearon otras quemaduras, pero se detuvieron debido a
la pandemia de coronavirus.
“ Enterramos las cenizas
del racismo, la discriminación y los estereotipos con la esperanza de crecer en
un país inclusivo donde todos puedan vivir en prosperidad y seguridad”, decía
un video creado por la junta escolar para estudiantes.
Suzy Kies, una supuesta "custodia del
conocimiento indígena", defendió la quema de los libros, diciendo:
"La gente entra en pánico por la quema de libros, pero estamos hablando de
millones de libros que tienen imágenes negativas de los pueblos indígenas, que
perpetúan los estereotipos, que son realmente dañinos y peligrosos ".
Sin embargo, informes más recientes han
alegado que Kies, quien se describe a sí misma como "una mujer indígena
urbana de ascendencia Abenaki y Montagnais", y ha trabajado con el Partido
Liberal del Primer Ministro Justin Trudeau como copresidente de su Comisión
Aborigen, en realidad no es indígena en todos.
Radio Canadá dice que
encontraron que después de buscar registros históricos y consultar con los
consejos de las Primeras Naciones, Kies no tenía absolutamente ningún antepasado de las Primeras Naciones desde 1780.
Dominique Ritchot, coordinadora de la
Sociedad Genealógica Franco-Canadiense, dijo que Kies podría tener antepasados
de las Primeras Naciones del siglo XVII, un rasgo que comparte con miles de
otros canadienses franceses.
El líder del Partido Liberal y actual primer ministro Justin
Trudeau comentó sobre la quema de libros y dijo: "A
nivel personal, nunca aceptaría la quema de libros". Pero también
señaló que no corresponde a los no indígenas “decirles a los indígenas cómo
deben sentirse o actuar para promover la reconciliación”.
Trudeau transmitió un mensaje similar durante
el verano cuando decenas de iglesias canadienses fueron vandalizadas o
incendiadas en reacción al supuesto descubrimiento de tumbas sin nombre en
escuelas residenciales canadienses.
El líder del Partido Conservador,
Erin O'Toole, fue menos ambiguo en sus comentarios y dijo: “Un gobierno
conservador estará comprometido con la reconciliación. Pero el camino
hacia la reconciliación no significa derribar Canadá. Condeno
enérgicamente la quema de libros”.
Dado que la indignación por la destrucción, la Junta de
Educación Católica Providencia ha anunciado que va a hacer una
pausa en la quema de libros.
Un portavoz de la junta, Lyne
Cossette, también expresó su conmoción después de enterarse de que la Sra. Kies
puede que en realidad no sea indígena, diciendo: "Estábamos seguros de que
Suzy Kies era de ascendencia indígena ... Habíamos confiado en su
palabra".
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