Tratado de Brest-Litovsk de
1918 Frenazo a la Revolución
Comunismo
de guerra. La implementación de este sistema duró desde el invierno de 1918 hasta
la primavera de 1921.
Nueva
Política Económica o capitalismo de Estado. Su implementación de este
sistema duró desde el 21 de marzo de 1921 hasta 1928.
Temas
tratados:
Lenin y el taylorismo soviético, el
capitalismo de Estado en Rusia, los Estados Unidos de Europa, socialismo en un
solo país, textos de Rosa Luxemburgo, textos de comunistas de izquierda.
Tratado de Brest-Litovsk de
1918 Frenazo a la Revolución
Guy Sabatier
El “acoplamiento” monstruoso de Lenin y de Hindenburg.
(Rosa Luxemburgo)
Primera
Guerra Mundial. Empezó el 28
de julio de 1914 y
finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando
Alemania aceptó las condiciones del armisticio.
Firma de
armisticio entre Rusia y Alemania de Brest-Litovsk (15 de diciembre de 1917). A
izquierda, el Príncipe Leopoldo de Baviera firmando el tratado. A
derecha, Adolf Joffé, presidente de la delegación del
Gobierno bolchevique
ÍNDICE
I- Puesta a punto sobre la extensión
de la revolución.
pág. 13
- ¿La paz o
la revolución?
- Después de
Brest-Litovsk: el abandono de la revolución mundial y la defensa del Estado
ruso. Compromiso con los imperialismos.
- Capitalismo
de Estado. Sustitutismo. Terror.
24
- Compromiso con los campesinos y los nacionalistas. Cons- trucción de un ejército
de Estado. 31
- La
oposición de los comunistas de izquierda. Sus aspectos positivos y
negativos. 37
-
Diferencias radicales entre el curso de una revolución burguesa y el de una
revolución proletaria. 45
- La III Internacional: un refuerzo de la
defensa del Estado ruso. 54
II- Brest-Litovsk: los hechos y su significado pág. 69
A- Contexto histórico del tratado
69
- El II
Congreso de los soviets y la paz. 69
- La crisis
de los imperialismos. 72
- La
necesidad de la guerra revolucionaria.
74
- La
política de las negociaciones. 80
- La presencia de Trotsky. 85
- Un tratado
contra la extensión de la revolución. 90
- Mapa: la
situación militar después de Brest-Litovsk 94
B- Las tesis presentes en el seno del
Partido Bolchevique 97
- La tesis de Lenin. 99
- La tesis de Trotsky 105
- La tesis de las Izquierdas. 109
III- Brest-Litovsk: ayer y hoy
117
- El
carácter decisivo del tratado de Brest-Litovsk.
117
- Una indispensable reflexión teórica a este
respecto. 119
- El mito de
la colusión «germano-bolchevique». 121
- La ruptura de 1914 y el peso ideológico del
pasado. 126
- Las
mistificaciones democráticas y nacionales contra la revolución proletaria
mundial. 130
IV- Textos anexos: 135
I- Intervención de Hugo Eberlein en el congreso de fundación de la III Internacional (Fundada el 2 de marzo de 1919 y se
disuelve el 15 de mayo de 1943)
(I-Intervención de Eberlein (Albert), delegado del
P.C. alemán al congreso de fundación de la III Internacional (3ª jornada, 4 de
marzo de 1919) 135
II- Lista de los comunistas de izquierda en 1918 141
Izquierda
comunista https://es.wikipedia.org/wiki/Izquierda_comunista
III- Extracto del texto «Sobre la construcción del
socialismo» de Osinski
(III-Extracto
del artículo de N. Osinski titulado «Sobre la construcción del socialismo»
aparecido en «El Comunista» (números 1 y 2) en abril de 1918 como crítica del
texto de Lenin «Las tareas inmediatas del poder de los soviets») 142
IV- «La política exterior de la U.R.S.S.», artículo
extraído de «L’Internationale», revista del grupo Union Communiste, ver nota al final - nº 33, 10 de diciembre de
1937): 145
Tratado de
Rapallo (1922) https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Rapallo_(1922)
La III
Internacional Instrumento del Estado ruso
149
Las 21 condiciones para la admisión a la Internacional Comunista
Conclusión
151
V- Política exterior o solidaridad obrera. (Simon
Rubak) 155
VI- La tragedia rusa (la capitulación
de Brest-Litovsk) por Rosa Luxemburgo (septiembre de 1918) 163
Bibliografía 173
Apéndice
Una clarificación necesaria sobre las
posiciones de los socialistas revolucionarios de izquierda (Rusia 1917/1918)* 177
I- Octubre 1917/julio 1918: un
período fundamental 179
II- Tratado de Brest-Litovsk: un papel decisivo en la
disgregación del proceso revolucionario
183
III- Algunos elementos para desarrollar una crítica revolucio-
naria, y no bolchevique, de los socialistas-revolucionarios de izquierda 190
ANEJOS
A- Algunos puntos de referencia cronológicos útiles
sobre la historia de los S.R. de izquierda 202
a) Contra la
paz de Brest-Litovsk, ¿por qué tipo de guerra?
b) Contra la
pena de muerte, ¿por qué tipo de violencia?
c) ¿Qué
relaciones con los campesinos?
B- La represión de los bolcheviques contra los S.R. de
izquierda 206
A
continuación 207
¿EL PODER DE
ESTADO O LA REVOLUCIÓN?
http://grupgerminal.org/?q=system/files/Tratado.pdf
http://www.left-dis.nl/e/tratado.pdf
Rosa
Luxemburgo. La tragedia rusa (la capitulación del proletariado
revolucionario ruso al militarismo alemán) con la firma del Tratado
Brest-Litovsk de 3 de febrero de 1918).
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/06/rosa-luxemburgo-la-tragedia-rusa-la.html
Programa, estatuto, actas y otros documentos, del Partido Obrero
Socialdemócrata de Rusia. (Adoptado por el II Congreso del Partido) 1903.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2021/05/programa-estatuto-actas-y-otros.html
- El carácter decisivo del tratado de
Brest-Litovsk. Pág. 117
Hace
referencia a este texto de Lenin
Obras de V.I. Lenin Tomo VIII (1917-1918)
Una
lección dura pero necesaria pág.
230
Publicado el 25 (12) febrero de 1918 en la edición vespertina del núm. 35
de “Pravda”
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas07-12.pdf
- Una indispensable reflexión teórica a este
respecto. Pag.119
Hace
referencia entre otros, este texto de
Carlos Marx
Carlos
Marx Crítica del programa de Gotha 1875
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2017/12/carlos-marx-critica-del-programa-de.html
K.
Marx. GLOSAS MARGINALES AL PROGRAMA DEL
PARTIDO OBRERO ALEMAN
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/critica-al-programa-de-gotha.htm
Crítica del
Programa de Gotha
https://es.wikipedia.org/wiki/Cr%C3%ADtica_del_Programa_de_Gotha
K.
MARX. CRITICA AL PROGRAMA DE GOTHA
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/index.htm
CRÍTICA DEL
PROGRAMA DE GOTHA Carlos Marx
CRÍTICA DEL
PROGRAMA DE ERFURT Federico Engels
https://www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs/Critica_programa_Erfurt_Gotha.pdf
Karl Marx La guerra civil en Francia- La Comuna de París (1870-1)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/06/karl-marx-la-guerra-civil-en-francia-la.html
Resumen, La guerra civil en Francia, de Carlos Marx
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2011/12/resumen-la-guerra-civil-en-francia-de.html
- La ruptura de 1914 y el peso ideológico del
pasado. Pág. 126
Hace
referencia a Anton Pannekoek 1873-1960
1936: Los consejos obreros
https://www.marxists.org/espanol/pannekoek/index.htm
Los
consejos obreros de Anton Pannekoek
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2011/08/los-consejos-obreros-de-anton-pannekoek.html
Anton Pannekoek. Lucha de clase y nación 1912 (Contra el nacionalismo,
contra el imperialismo y la guerra: ¡revolución proletaria mundial!)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2019/04/anton-pannekoek-lucha-de-clase-y-nacion.html
Obras de V.I. Lenin Tomo VIII (1917-1918)
Una
lección dura pero necesaria pág.
230
Publicado el 25 (12) febrero de 1918 en la edición vespertina del núm. 35
de “Pravda”
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas07-12.pdf
- Las mistificaciones democráticas y
nacionales contra la revolución proletaria mundial. Pág. 130
Textos que
hacen referencia:
Rosa Luxemburgo. El folleto Junius: La crisis de la socialdemocracia
alemana. 1915
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/12/rosa-luxemburgo-el-folleto-junius-la.html
Rosa Luxemburgo. Tesis sobre las tareas de la socialdemocracia
internacional (1916)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/11/rosa-luxemburgo-tesis-sobre-las-tareas.html
V.I. Lenin
El folleto de Junius (desde la página 3
hasta la 9)
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas06-12.pdf
VI Lenin. El Folleto de Junius
Escrito:
Escrito en julio de 1916 en inglés
https://www.marxists.org/archive/lenin/works/1916/jul/junius-pamphlet.htm
Capitalismo de Estado. Sustitutismo. Terror. Pág. 24 la fuente aquí
La
«descomposición interna» del poder de los soviets, el peligro de la cual
subrayaban las izquierdas, iba a realizarse poco a poco, prácticamente al ritmo
de las capitulaciones y de los compromisos salidos del rechazo a encarar la
guerra civil revolucionaria.
La
identificación socialdemócrata entre la
nacionalización y la socialización desembocó inmediatamente en una política
económica que se resumía en la instauración de un capitalismo de Estado presentado como el paso ideal al
socialismo: «Cuando la clase obrera haya aprendido a defender el orden de
Estado contra el espíritu anárquico de la pequeña propiedad, cuando haya
aprendido a organizar la gran producción a escala del Estado, sobre las bases
del capitalismo de Estado, entonces tendrá, permítaseme la expresión, todos los
triunfos en la mano y la consolidación del socialismo estará asegurada» ( Ver Lenin, «Sobre el infantilismo de izquierda y las
ideas pequeñoburguesas», Obras completas, tomo 27, ed. Sociales). Lenin persistía en subrayar,
por otro lado, que él había preconizado esta política económica antes del
derrocamiento de Kerensky en un texto de septiembre de 1917 titulado «La catástrofe inminente y los medios para
conjurarla»: «El socialismo no es
otra cosa que la etapa inmediatamente consecutiva al monopolio capitalista de
Estado... El capitalismo monopolista de Estado es la preparación material
más completa del socialismo, la antesala del socialismo...». Además, y esto
explica la búsqueda de relaciones económicas privilegiadas con Alemania que
desembocará en Rapallo, él recomendaba inspirarse en el ejemplo de este país
como modelo de capitalismo de Estado:
«Se da el caso que es el Alemán el que encarna hoy, al mismo tiempo que un
imperialismo feroz, los principios de disciplina, de organización, de
colaboración armoniosa sobre la base de la industria moderna, mecanizada, del
recuento y del control más rigurosos. Ahora bien, es justamente esto lo que nos
falta. Justamemte lo que debemos aprender...» (Ver «La tarea principal de nuestros días», Obras completas, tomo 27, p.
164 -marzo de 1918- ed. Sociales). Hay que remarcar que la identificación entre
la nacionalización y la socialización no era simplemente patrimonio de Lenin;
sufriendo igualmente el conjunto del movimiento revolucionario el peso de la
socialdemocracia arrastraba esta concepción equivocada; así, incluso las
izquierdas se ilusionaban con el valor de las nacionalizaciones: su oposición a
Lenin en el plano económico se limitaba a reclamar una nacionalización integral
y un verdadero «control obrero». En el primer congreso panruso de los consejos
económicos regionales (final de mayo de 1918), Lomov declaró: «La
centralización burocrática (...) está paralizando las fuerzas del país. Se quita
a las masas todo poder creador real en todos los sectores de nuestra economía»
(Ver M. Brinton, «Los bolcheviques y el
control obrero», p.119, cuaderno nº 24-25 de Autogestión y socialismo).
Presentando los temas del control «por abajo» contra el de «por arriba», de la
«gestión obrera» contra la «de los capitanes de industria», dieron nacimiento a
continuación a las concepciones «economistas» de la oposición obrera (Kollontai, Chliapnikov) que, criticando el «jacobinismo» de
Lenin, iban a intentar dar la primacía a los sindicatos en relación al partido.
Sin embargo, las críticas de las izquierdas frente a «una política del trabajo
destinada a imponer una disciplina a los trabajadores bajo el manto de
autodisciplina, la introducción del trabajo obligatorio, el salario a destajo y
la prolongación de la jornada de trabajo» » (Ver «Tesis sobre la situación actual» en el nº 1 de la revista de las
izquierdas «El Comunista», extracto citado por Brinton, p.109), y más generalmente sus críticas frente a la
utilización del sistema Taylor, de
los industriales capitalistas, de los acuerdos económicos con el imperialismo,
reflejaban una reacción de clase que estaba ligada a su posición sobre la
necesidad de la guerra revolucionaria. Además, a pesar de sus ilusiones sobre
la nacionalización, presentían claramente lo que sería el capitalismo de Estado
con el que soñaba Lenin: «Nosotros somos partidarios de la construcción de una
sociedad proletaria por la creatividad de clase de los trabajadores mismos y no
por los decretos imperativos de los capitanes de industria (...). Si el
proletariado mismo no sabe crear las condiciones necesarias de una organización
socialista del trabajo, nadie puede hacerlo en su lugar. Y nadie puede
constreñirle a ello. Si contra los obreros se levanta el garrote, éste se
encontrará o en manos de una fuerza social o del poder soviético mismo. Pero el
poder soviético se verá obligado entonces a buscar el apoyo de otra clase (el
campesinado, por ejemplo) contra el proletariado y, por ahí mismo, se
autodestruirá en tanto que dictadura del proletariado. El socialismo y la
organización socialista serán establecidos por el proletariado mismo o no serán
establecidos; en su lugar, aparecerá otra cosa: el capitalismo de Estado» (Ver
Osinski, nº 2 del «Comunista», citado por Brinton, p.110-111).
La «descomposición
interna» del poder de los soviets fue facilitada por la concepción
substitutista de la mayoría bolchevique y de Lenin con respecto a la dictadura
del proletariado: ésta podía ser asumida, en nombre de la clase obrera, por el
partido o por el secretario general, es decir, ¡una sola persona! La visión
política de Lenin concordaba perfectamente con sus opciones económicas: «...En
cuanto a la segunda cuestión, la importancia de un poder dictatorial personal
desde el punto de vista de las tareas específicas del momento, hay que decir
que toda gran industria mecánica, que constituye precisamente la fuente y la
base material de producción del socialismo, exige una unidad de voluntad
rigurosa, absoluta, que regule el trabajo común de cientos, de miles y de
decenas de miles de hombres. En el plano técnico, económico e histórico, esta
necesidad es evidente, y todos los que han meditado sobre el socialismo la han
reconocido siempre como una de sus condiciones. Pero ¿cómo puede asegurarse una
rigurosa unidad de voluntad? Por la sumisión de la voluntad de miles de
personas a la de una sola» (Ver Lenin, «Las tareas inmediatas del poder de los soviets», Obras completas, tomo 27, p.243,
ed. Sociales). Este substitutismo tomaba también la forma de la identificación
del partido y del Estado; una vez más, tenía sus raíces en los aspectos
socialdemócratas del análisis de Lenin sobre el Estado. En efecto, a pesar de
ciertas perspectivas revolucionarias contenidas en su libro «El Estado y la Revolución»
(perspectivas recogidas de Marx mismo o sacadas de los escritos de Pannekoek de los años 1912/13), Lenin no concebía la
destrucción del Estado capitalista más que como un «vuelco» de la dirección de
este aparato en provecho del partido que se apoya en el proletariado y que
realiza en la ocasión un verdadero «golpe de Estado» para apoderarse del poder
según las modalidades próximas a las definidas por Blanqui. Así, para la toma
del palacio de Invierno en Petrogrado, no quiso que el problema de la
insurrección fuese debatido por los soviets pues estimaba, al contrario que
Trotsky, que la base de ésta debía ser lo más estrecha posible. Excepto en el
uso de la violencia respecto al legalismo socialdemócrata, la mayoría
bolchevique, como Marx antes de la experiencia de la Comuna de París, quedaba
prisionera de la teoría de «conquista del aparato de Estado». El Estado
capitalista en cuanto tal no era destruido: ¡el Estado burgués «derrocado»
cedía el lugar a un Estado llamado proletario! Asimilando el partido al
proletariado e identificándolo con el Estado, Lenin escribía, inmediatamente
después de la insurrección de octubre de 1917, un artículo de título revelador:
«¿Conservarán los bolcheviques el poder?».
Tomo VII
(1917-1918)
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas07-12.pdf
Puesta en
marcha en diciembre de 1917 (al mismo tiempo que la apertura de las
conversaciones de Brest-Litovsk), la policía «política» (Checa), en tanto que
prolongación del substitutismo del partido y como brazo inquisidor del aparato
de Estado, iba a contribuir fuertemente a la aceleración del ritmo de la
«descomposición interna». Fue la instauraciòn de un régimen de Terror que se
justificó por la necesidad de la represión contra la burguesía que los soviets
debían asumir, pero que de hecho respondió a las necesidades de coerción del
capitalismo de Estado en gestación: «En un número de ciudades de provincia, de
distritos o de aldeas de la República
socialista federativa rusa, las checas no han asimilado ni comprendido
correctamente la línea política del poder soviético. Muy frecuentemente, las
checas locales adoptan métodos y medios de lucha que van contra la política que
el poder soviético y nuestro partido han establecido para el futuro próximo, por
ejemplo: 1) en el momento en que el poder soviético, habiéndose reforzado y
habiendo comenzado conscientemente a organizar y restaurar la economía y el
mecanismo militar del país, a cuyos fines se ha decidido utilizar todas las
capacidades técnicas de los pequeños burgueses, las checas locales no permiten
realizar este objetivo, deteniendo a diestro y siniestro a estos elementos, con
lo cual van contra las directivas del centro y por ahí mismo desacreditan a la
checa como órgano del poder de Estado; 2 ) en el momento en que hay que abordar
con la mayor atención la creación del aparato económico, militar y ferroviario
del país, por lo que se ha adoptado un decreto particular del soviet de la
Defensa de 3 de diciembre de 1918 para reglamentar la actividad de las checas,
toda una serie de checas y de órganos administrativos locales lo han
comprendido e interpretado muy mal» (Orden nº 113 de la checa panrusa a las
checas locales sobre las modificaciones y la mejora de sus métodos de trabajo,
el 19 de diciembre de 1918, citado por
J. Baynac en «El terror bajo Lenin», p.57-58, ed. Le Sagittaire). Este
Terror se dirigió primero a los otros partidos (socialistas revolucionarios de
izquierda, anarquistas), después cada vez más a las huelgas y manifestaciones
obreras (Ver los relatos de las «masacres de Astrakán» en marzo de 1919,
episodio menos conocido que Cronstadt, citado por Baynac, p.160/169): así se
estableció la dictadura sobre el proletariado, es decir, ¡la dictadura del
capital!
Jacques
Baynac
Fue partidario
del Comunismo de consejos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jacques_Baynac
El terror bajo Lenin (Se puede descargar el libro
completo aquí)
Índice
· Introducción 9
· Advertencia 47
· La checa. Decretos, artículos y
documentos oficiales 49
· El terror rojo en Rusia (1918-1924)
S.P. Melgumov 63
· Checa. Materiales y documentos sobre
el terror bolchevique recogidos por el Buró Central del Partido Socialista-
revolucionario ruso 121
· La represión del anarquismo en la
Rusia soviética, Grupo de anarquistas rusos exiliados en Alemania 153
· Los doce condenados a muerte (El
proceso de los socialistas- revolucionario: el atentado de Kovalevitch,
Alexandre Skirda. 167
· ¡Abajo la pena de muerte!,
Martov 231
· El contraterror revolucionario; el
atentado de Kovalevitch, Alexandre Skirda
247
·
Henri Barbusse, los soviets y
Georgia, David Charachidze 257
· Un presidio en la Rusia roja.
Solovki, la isla del hambre, de los suplicios y la muerte, Raymond Duguet 285
· El aspecto ético de la revolución,
Ysaac Z. Steinberg 317
· Bibliografía 335
http://edicionessoldemayo.blogspot.com/2013/07/el-terror-bajo-lenin.html
El terror bajo
Lenin de Jacques Baynac
https://idoc.pub/documents/el-terror-bajo-lenin-jacques-baynac-6nged8rp5klv
1918 LA TAREA PRINCIPAL
DE NUESTROS DIAS
LA TAREA PRINCIPAL DE NUESTROS DIAS[1]
[1] Este
artículo, junto con el trabajo de Lenin “El infantilismo ’de
izquierda’ y la mentalidad pequeñoburguesa” (véase ob. cit., t.
XXIX), fue publicado en mayo de 1918 como folleto bajo el título La
tarea principal de nuestros días, para el cual Lenin escribió un breve
prólogo. (Ed.)
V. I.
Lenin. LAS TAREAS PRINCIPALES DE
NUESTROS DÍAS
Pronunciado: El 11 de marzo de 1918.
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1918/marzo/11.htm
Obras
completas Tomo VIII de V. I. Lenin (1918)
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas08-12.pdf
Lenin ha revindicado el capitalismo de Estado, como etapa o paso ideal al socialismo, durante la revolución rusa y un año antes de fallecer.
V. I. Lenin La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla
Escrito
entre el 10 y el 14 (23 y 27) de septiembre de 1917.
Este texto
es extraído de las obras escogidas en tres tomos, editadas en 1961 por la editorial
Progreso
https://app.box.com/s/ee9jq1lk0qbz36lt3jkquc5kjxf96dl0
V. I. Lenin La catástrofe que nos amenaza y cómo
combatirla o luchar contra ella. 1
1 Escrito entre el 10 y el 14 (23 y 27) de septiembre
de 1917. Publicado como folleto a fines de octubre de 1917 en Petrogrado por la
Ed. Priboi.
· El hambre se acerca 2
· La pasividad completa del Gobierno
· Medidas de control conocidas por
todos y fácilmente aplicables
· La nacionalización de los bancos
· La nacionalización de los consorcios
· Abolición del secreto comercial
· Asociación obligatoria
· La regulación del consumo
· El Gobierno destruye la labor de las
organizaciones democráticas
· La bancarrota financiera y las
medidas para combatirla
· ¿Podemos
avanzar si tememos marchar hacia el socialismo?
Porque el socialismo no es más que el
paso siguiente al monopolio capitalista
de Estado. O, en otros términos, el socialismo no es más que el monopolio capitalista de Estado puesto al
servicio de todo el pueblo y que, por ello, ha dejado de ser monopolio
capitalista.
· La lucha contra el caos económico y
la guerra
· Los demócratas revolucionarios y el
proletariado revolucionario
1 Escrito entre el 10 y el 14 (23 y 27) de septiembre
de 1917. Publicado como folleto a fines de octubre de 1917 en Petrogrado por la
Ed. Priboi.
2 Escritas estas líneas, me entero por los periódicos
de que el Gobierno de Kerensky implanta el monopolio del azúcar y, por
supuesto, ¡lo implanta de un modo burocrático-reaccionario, sin congresos de
los empleados y obreros, sin publicidad, sin poner freno a los capitalistas!
V. I. Lenin
La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla
Escrito
entre el 10 y el 14 (23 y 27) de septiembre de 1917. Publicado como folleto a
fines de octubre de 1917 en Petrogrado por la Ed. Priboi.
https://www.vozproletaria.info.ve/2015/08/formacion-lenin-la-catastrofe-que-nos.html
La catástrofe inminente y
cómo combatirla, Lenin
Tomo VII
(1917-1918)
La
catástrofe que nos amenaza y como combatirlo
pág. 72
Escrito los
días 10-14 (23-27) de septiembre de 1917
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas07-12.pdf
[TEXTO] Lenin "La catástrofe
que nos amenaza y cómo luchar contra ella"
https://www.laizquierdadiario.cl/TEXTO-Lenin-La-catastrofe-que-nos-amenaza-y-como-luchar-contra-ella
V. I. Lenin Tomo VIII 1918.
El sistema de Taylor y el capitalismo de Estado.
Las
tareas inmediatas del poder de los soviets pág. 38-
Escrito entre el 13 al 26 de abril de 1918
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas08-12.pdf
Programa 159 - Las tareas inmediatas del poder soviético (Lenin)
https://www.youtube.com/watch?v=LqNqTzlht2I
Las
tareas inmediatas del poder de los soviets. Escrito entre el 13 al 26
de abril de 1918. (Traducido del inglés
al castellano aquí) El sistema de Taylor y el
capitalismo de Estado.
Nosotros los rojos (la distopía de Yevgueni Zamiatin, inspiradora de
otras obras como “Un mundo feliz” (1932) de A. Huxley o “1984” (1948) de George
Orwel. Lenin y el taylorismo soviético
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2017/06/nosotros-los-rojos-la-distopia-de.html
El «caso Zamyatin»: una advertencia censurada. Ciencia ficción, taylorismo
y despotismo estatal
El «caso Zamyatin»: una advertencia censurada Ciencia ficción, taylorismo
y despotismo estatal
https://rebelion.org/docs/186461.pdf
Yevgueni Zamiatin
https://es.wikipedia.org/wiki/Yevgueni_Zamiatin
Nosotros (novela)
https://es.wikipedia.org/wiki/Nosotros_(novela)
Novela: Nosotros de Yevgueni
Zamiatin
NOSOTROS Yevgueni Zamiatin
https://ciudadanoaustral.org/biblioteca/16.-Yevgueni-Zamiatin-Nosotros.pdf
Defiende el
capitalismo de Estado
«Cuando la
clase obrera haya aprendido a defender el orden de Estado contra el espíritu
anárquico de la pequeña propiedad, cuando haya aprendido a organizar la gran
producción a escala del Estado, sobre las bases del capitalismo de Estado, entonces tendrá, permítaseme la expresión,
todos los triunfos en la mano y la consolidación del socialismo estará
asegurada»
V. I. Lenin. Acerca del infantilismo
"izquierdista" y del espíritu pequeñoburgués. 1918
Escrito: El 5 de mayo de 1918.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/v-i-lenin-acerca-del-infantilismo.html
V. I. Lenin: Cinco años de la revolución rusa y perspectivas de la
revolución mundial (capitalismo de Estado) 1922
Informe pronunciado ante el IV
Congreso de la Internacional Comunista el 13 de
noviembre de 1922 V. I. Lenin
Si he de deciros, para empezar, cómo
nos decidimos a adoptar la nueva política económica, tendré que recordar un artículo mío escrito en 1918. En una breve
polémica de comienzos de 1918 me referí precisamente a la actitud que debíamos
adoptar ante el capitalismo de Estado.
Entonces escribí:
“El capitalismo de Estado sería un
paso adelante en comparación con la situación existente hoy en nuestra
República Soviética. Si dentro de unos seis meses se estableciera en nuestro
país el capitalismo de Estado, eso sería un inmenso éxito y la más firme
garantía de que, al cabo de un año, el socialismo se afianzaría definitivamente
y se haría invencible”.
Esto lo dije, naturalmente, en una
época en que éramos más torpes que hoy, pero no tanto como para no saber
analizar semejantes cuestiones.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2014/04/v-i-lenin-cinco-anos-de-la-revolucion.html
Lenin (falleció
el 21 de enero de 1924)
https://es.wikipedia.org/wiki/Lenin
El socialismo que Lenin
definió un año antes de su muerte
Capitalismo
de Estado
Sobre las
cooperativas (26 y el 27 de mayo de 1923)
Pensamiento, Política 21 enero, 2020 Vladimir Lenin
4 y 6 de enero de 1923
https://www.elviejotopo.com/topoexpress/sobre-las-cooperativas/
Sobre las
cooperativas pág. 159- 162
Publicado
por primera vez el 26 y el 27 de mayo de 1923 en los números 115 y 116 de
“Pravda” T. 454, PÁG. 369-377
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas12-12.pdf
Stalin hace
referencia al artículo. Sobre las
cooperativas
Stalin.
Problemas económicos del socialismo en la URSS
https://www.eroj.org/biblio/stalin/economic/problema.pdf
Stalin.
Problemas económicos del socialismo en la URSS
pág. 75
https://www.marxists.org/espanol/stalin/obras/oe15/Stalin%20-%20Obras%2015-15.pdf
Problemas
económicos del socialismo en la URSS - Economic Problems of Socialism in
the USSR
https://es.melayukini.net/wiki/Economic_Problems_of_Socialism_in_the_USSR
La URSS: de
la revolución socialista al capitalismo de Estado
http://eljanoandaluz.blogspot.com.es/2012/04/la-urss-de-la-revolucion-socialista-al.html
Burocracia y
capitalismo de Estado
http://eljanoandaluz.blogspot.com.es/2012/04/burocracia-y-capitalismo-de-estado.html
Anton
Pannekoek 1937: Capitalismo de estado y dictadura
https://www.marxists.org/espanol/pannekoek/1937/dictadura.htm
Compromiso con los campesinos y los nacionalistas. Cons- trucción de un ejército
de Estado. Pág. 31
La presión
de los elementos y, sobre todo, de las corrientes pequeñoburguesas
(esencialmente, campesinado) fue efectivamente decisiva en el momento del
problema de Brest Litovsk, como lo subrayan las izquierdas. En efecto, la
mayoría del Comité Central y Lenin justificaron su posición sobre «la paz a toda costa» apoyándose en el
argumento de la hostilidad del campesino ruso a sostener, o al menos tolerar,
una guerra revolucionaria. Por otro lado, los socialistas revolucionarios de
izquierda, que compartían todavía el poder político con los bolcheviques,
querían, por contra, utilizar al campesino ruso para conducir una guerra
nacional en nombre de la defensa del suelo y de la pequeña propiedad resultante
de la partición de las tierras, y abundaban así en el sentido de su odio
antialemán alimentándolo con una propaganda centrada en el tema de la «resistencia a los invasores extranjeros que
se apropian de sus bienes». Estas dos tácticas respecto del campesinado
estaban en contradicción desde un punto de vista capitalista, pero tenían en
común un mismo fundamento contrarrevolucionario: la abdicación del papel
dirigente del proletariado en el proceso de transformación social; ¡papel que
debe concebirse a escala mundial y que no puede variar incluso si la clase
obrera es minoritaria en un país a nivel sociológico, dicho de otro modo, según
criterios puramente cuantitativos, como era el caso en Rusia en 1917-1918!
Asímismo, los comunistas de la oposición condenaban tanto a los socialistas
revolucionarios de izquierda como a la mayoría blochevique:
«El
rechazo de la dictadura del proletariado en nombre de la guerra es inadmisible
para nosotros con el mismo título que su rechazo en nombre de la paz» (Ver
añadido a la reunión del C.C. bolchevique del 22 de febrero de 1918). No
obstante, hay que recordar que Lenin mismo había tenido que luchar contra esta
clase de presión pequeñoburguesa imponiendo con sus «tesis de abril» (1917) la ruptura total con el gobierno de
Kerensky. En efecto, la mayoría de los dirigentes bolcheviques que habían
permanecido en Rusia después de 1914 y se agrupaban principalmente alrededor de
Kamenev, se pronunciaban todavía en aquel momento por la continuación del apoyo
a este gobierno, es decir, de hecho por la continuación de la guerra
imperialista en el seno de la Entente con la bendición de la burguesía rusa.
Sin embargo, esta posición, clara en el plano político, iba acompañada por un
programa económico socialdemócrata, y en particular se apoyaba ya en lo que Rosa
Luxemburgo llamaría la consigna pequeñoburguesa: «la tierra a los campesinos». En febrero de 1918, con la cuestión de
Brest-Litovsk, Lenin acabó por ceder a todos los cantos embaucadores de las
sirenas capitalistas: su posición política (firma de la paz), haciéndose cargo
de los intereses de los campesinos, que no tenían como preocupación más que la
de beneficiarse de sus nuevas propiedades, se ajustó a su programa anterior con respecto a ellos (reparto
de las tierras).
Finalmente
hubo un combate a muerte por el poder entre las dos fracciones que defendían
los intereses de las capas pequeñoburguesas: acabó con la eliminación física de
los socialistas revolucionarios de izquierda que a continuación de su asesinato
del conde Mirbach, el embajador alemán, habían intentado levantar el país
desencadenando un motín en Moscú (julio de 1918). Víctor Serge relata el
comienzo de las hostilidades: «Habiéndose dirigido Dzerjinski al Comité Central
del Partido Socialista Revolucionario de izquierda supo que este partido asumía
toda la responsabilidad del atentado y fue detenido como prisionero. Un
destacamento de tropas especiales de la checa, mandado por Popov, formaba el
núcleo principal de las fuerzas socialistas revolucionarias de izquierda que,
la misma noche, emprendían la ofensiva en distintos puntos de la ciudad. Se
apoderaron por sorpresa de la sede central de correos y se apresuraron a
telegrafiar a todas partes la orden de considerar nulas y sin valor las
decisiones que pudiese tomar el Consejo de los comisarios del pueblo, «siendo
en adelante el Partido Socialista revolucionario el único partido gobernante». «¡El pueblo, declaraban los socialistas
revolucionarios de izquierda, quiere la guerra con Alemania!»...» » (Ver «El año I de la Revolución
rusa», tomo
II, p. 64). A partir de estos acontecimientos es cuando se instaura
verdaderamente el Terror y el Partido bolchevique obtiene el monopolio
exclusivo del poder político: «Las instituciones soviéticas, comenzando por los
soviets y acabando por el Vtsik y el Consejo de los comisarios del pueblo, en
donde los comunistas están solos, funcionan en vacío, todas las decisiones son
tomadas por el Partido, aquéllas no hacen más que poner el sello oficial» (Ver
idem, V. Serge, p. 68). El proceso revolucionario ruso está cada vez más
aislado: presión alemana a pesar del tratado, intervención militar de la
Entente (por ejemplo, los anglofranceses desembarcaron el 1º de julio en
Murmansk), levantamiento de los kulaks (campesinos ricos, o sea, grandes
propietarios), etc...; en consecuencia, el mantenimiento de la dictadura del
proletariado se ha hecho imposible, peor aún, ésta no existe ya más que
formalmente para intentar camuflar mejor la dictadura del partido bolchevique,
que se ha puesto en su lugar y que representa entonces el primer factor activo
de la contrarrevolución. La tesis de las izquierdas de febrero de 1918, «pensamos que estaría de acuerdo con los
intereses de la revolución internacional consentir el sacrificio del poder de
los Soviets antes que convertirse en un poder puramente formal», toma
entonces todo su relieve y su valor revolucionario es confirmado Una vez más,
es Rosa Luxemburgo quien extraerá la
lección de la situación dos meses después de la evolución exterior e interior
de los Soviets en julio: «Así el
resultado final de la paz de Brest-Litovsk es que la revolución rusa está
cercada por todas partes, hambrienta, estrangulada. Pero incluso en el
interior, en el territorio dejado todavía por Alemania a los bolcheviques, el
dominio del poder y la política han sido empujados fatalmente por vías falsas»
(Ver «La tragedia rusa», texto ya citado).
El cerco de
la revolución rusa resultado del rechazo a emprender una guerra que se basase
en los guerrilleros proletarios como preconizaban las izquierdas, condujo a la
mayoría bolchevique, que rechazaba toda iniciativa de las masas y toda
organización militar centrada únicamente en el proletariado, a entablar la
construcción de un verdadero «ejército de
Estado» llamado «ejército rojo».
Así, el Vtsik (ejecutivo panruso de los soviets) votó el 22 de abril de 1918 la instrucción militar, general y obligatoria,
para los hombres de 16 a 40 años. Pretendiendo reclutar a todas las capas de la
población y, sobre todo, a los campesinos, la construcción del ejército que ha
sido confiada a Trotsky se coloca de golpe en un terreno interclasista, nacional y por tanto contrarrevolucionario.
Las implicaciones militares de esta elección política son la institución de un
Estado Mayor, el nombramiento de los jefes por éste y no su elección por los
guerrilleros que han sido reemplazados por soldados, el restablecimiento de las
condecoraciones. Además, los jefes serán sacados de entre el cuerpo de los
antiguos oficiales zaristas o kerenskistas pues éstos «aún siendo conservadores, que aceptan trabajar en las difíciles
circunstancias presentes, (...) valen más que los falsos socialistas
intrigantes (...) y encontramos entre ellos muchos más hombres preciados de lo
que esperábamos», (Ver Trotsky, «Cómo
se armó la revolución», tomo I, documentos de abril-junio de 1918). Combatiendo
la teoría de este ejército llamado revolucionario, las izquierdas denunciaron
en sus tesis «el restablecimiento práctico en el ejército del antiguo cuerpo de
los oficiales y del mando de los generales contrarrevolucionarios».
El poder de
los soviets estaba tanto más cercado militar y políticamente después de
Brest-Litovsk cuanto que el «derecho de
los pueblos a disponer de sí mismos» (¡otra consigna pequeñoburguesa!)
dio pruebas inmediatas de su carácter contrarrevolucionario. En efecto, al
acabar las transacciones bolcheviques con los nacionalistas de Ucrania,
Finlandia, los países bálticos,... todos estos países «liberados» se
transformaron en seguida en otras tantas bases militares para organizar sus
ofensivas contra el territorio de la dictadura del proletariado. La constitución
de gobiernos y de parlamentos llamados democráticos en estos mismos países fue
el inicio de una represión y una propaganda anticomunista generalizadas. El «derecho de los pueblos a disponer de sí
mismos» que había sido reivindicado tanto por Wilson, el presidente de los Estados Unidos, en sus «14 puntos» para la paz como por el Lenin de
las «tesis de abril» en Brest-Litovsk, tuvo resultados
perfectamente inversos a los previstos por este último: en lugar de desembocar
en la simpatía o al menos en la neutralidad de estos «Estados-amortiguadores»
respecto de la revolución proletaria, trajo consigo un refuerzo del
imperialismo. . La experiencia demostró claramente que con la entrada del
capital en su fase de decadencia sancionada por el estallido de la 1ª guerra
mundial en 1914, los revolucionarios no debían sostener ya, como Marx y Engels
en el siglo XIX, el principio de la independencia de nuevas naciones pues éstas
no podían ser más que las expresiones imperialistas del reparto de los mercados
y de las zonas de influencia militar. «El gobierno alemán se apresuró a consolidar
las ventajas adquiridas. El 7 de marzo de 1918 firmó un tratado de paz con el
gobierno «blanco» de Finlandia, que sostenía entonces una guerra civil
implacable contra el gobierno socialista finlandés, el cual por su parte había
concluido un tratado con el gobierno soviético una semana antes y recibía desde
dos meses antes el apoyo de unidades soviéticas. A primeros de abril, un
ejército alemán mandado por Von der Goltz desembarcó en Finlandia; un mes más
tarde, la guerra civil había terminado pero siguió un «terror blanco». En
Ucrania, las tropas alemanas continuaron su progresión hasta la ocupación total
del país. Destacamentos de guerrilleros socialistas revolucionarios y
bolcheviques, animados y ayudados por Moscú, hostigaban las tropas alemanas, pero
sin éxito. El 22 de abril, Tchitcherin elevó una protesta contra una avanzada
alemana en Crimea, más allá de las fronteras ucranianas fijadas por el tratado
de Brest-Litovsk y reivindicadas por el gobierno ucraniano...» (Ver E.H. Carr,
«La revolución bolchevique», tomo III, pag. 89).
Rosa Luxemburgo. La Revolución Rusa
Escrito: 1918
Primera
publicación: 1922
por Paul Levi
Capítulo 2. La política
agraria bolchevique
Capítulo 3. La cuestión de
las nacionalidades
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2015/03/rosa-luxemburgo-la-revolucion-rusa.html
Andreu Nin. Los Soviets: Su origen, desarrollo y funciones (1932)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/andreu-nin-los-soviets-su-origen.html
Victor
Serge: El año I de la revolución Rusa
Enero de 1930.
El año I de la revolución proletaria -o sea, de la República de los
Soviets- empieza el 7 de noviembre de 1917 (el 25 de octubre, según el
antiguo-calendario) y se cierra, como es natural, el 7 de noviembre de 1918, en
el momento en que estalla la esperada revolución alemana.
ÍNDICE
PRÓLOGO
CAPÍTULO
PRIMERO: DE LA SERVIDUMBRE A LA REVOLUCIÓN PROLETARIA
CAPITULO
SEGUNDO: LA INSURRECCION DEL 25 DE OCTUBRE DE 1917
CAPITULO
TERCERO: LA CLASE MEDIA DE LAS CIUDADES CONTRA EL PROLETARIADO
CAPITULO
CUARTO: PRIMERAS LLAMARADAS DE GUERRA CIVIL. LA CONSTITUYENTE
CAPITULO
QUINTO: BREST-LITOVSK pág. 139
CAPITULO
SEXTO: LA TREGUA Y EL GRAN REPLIEGUE
176
CAPITULO
SÉPTIMO: LA PENURIA Y LA INTERVENCIÓN CHECOSLOVACA
CAPITULO
OCTAVO: LA CRISIS DE JULIO-AGOSTO
CAPITULO
NOVENO: EL TERROR Y LA VOLUNTAD DE VENCER
CAPITULO
DÉCIMO: LA REVOLUCIÓN ALEMANA
CAPITULO
DECIMOPRIMERO: EL COMUNISMO DE GUERRA
https://facundoaguirre.files.wordpress.com/2017/01/el20ano20i20de20la20revolucion20rusa.pdf
https://www.marxists.org/espanol/serge/1930/anno-uno-revrusa.pdf
Victor Serge: El año 1 de la revolución Rusa
https://elsudamericano.wordpress.com/2013/03/11/victor-serge-el-ano-1-de-la-revolucion-rusa/
Victor Serge. LO QUE TODO REVOLUCIONARIO DEBE SABER SOBRE LA REPRESION
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/04/victor-serge-lo-que-todo-revolucionario.html
Victor Serge 1869 - 1939
https://www.marxists.org/espanol/serge/index.htm
LA REVOLUCIÓN ALEMANA
- Rosa Luxemburgo – Karl Liebknecht – Víctor Serge
Obras de V.I. Lenin Tomo VIII (1917-1918)
Una lección dura pero necesaria pág.
230
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas07-12.pdf
V. I. Lenin. Acerca del infantilismo "izquierdista" y del
espíritu pequeñoburgués. 1918
Escrito: El 5 de mayo de 1918.
El
sistema de Taylor y el capitalismo de Estado
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/v-i-lenin-acerca-del-infantilismo.html
B- Las
tesis presentes en el seno del Partido Bolchevique págs.
97
Fuente: http://grupgerminal.org/?q=system/files/Tratado.pdf
Andreu Nin. Los Soviets: Su origen, desarrollo y funciones (1932)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/andreu-nin-los-soviets-su-origen.html
Congreso de los Sóviets
https://es.wikipedia.org/wiki/Congreso_de_los_S%C3%B3viets
Congreso de los Sóviets de Todas Las Rusias
https://es.wikipedia.org/wiki/Congreso_de_los_S%C3%B3viets_de_Todas_Las_Rusias
El II Congreso de los Soviets
https://www.pts.org.ar/El-II-Congreso-de-los-Soviets
Desde la orientación tomada por el II
Congreso de los soviets en favor de la paz, se enfrentaron
tendencias en el seno del Partido bolchevique -y más particularmente en el
Comité Central- sobre la justeza de esta orientación. Contrariamente a lo que escribía en abril de 1917: «Si el poder perteneciese a los soviets,
consentiríamos en la guerra revolucionaria contra los capitalistas de cualquier
país, pues de hecho sería la guerra contra los intereses de cualquier capital y
no por los intereses de los capitalistas de un país», Lenin defendía
vigorosamente la tesis de la paz pues hacía valer alternativamente el
agotamiento del país, el derrotismo de los campesinos, la falta de un verdadero
ejército, la necesidad de consolidar las bases económicas del régimen, en fin,
la ausencia de un movimiento revolucionario en Europa. Decía: «La paz que se nos propone es infame pero si
la rechazamos seremos barridos y la paz será hecha por otro gobierno». Los
opositores de izquierda reclamaban a su vez, desde diciembre del 17, el cese de
las conversaciones de paz y el fin de todas las relaciones diplomáticas y económicas
con los Estados capitalistas. Comenzaban, pues, a subrayar con fuerza los
peligros de oportunismo y de corrupción que hacía correr la política de paz al
poder de los soviets. . Sus portavoces insistían sobre la única vía de la
guerra revolucionaria: así Osinski decía « ¡Yo estoy por la guerra revolucionaria...
como Lenin en abril del 17!». Trotsky, por su parte, aun pensando en la
guerra revolucionaria como imposible por las mismas razones que Lenin, quería
que la capitulación no fuese consentida por los soviets sino impuesta por la
fuerza por los alemanes. Para esto, deseaba hacer que las negociaciones no
acabasen nunca y se empleó en ello en tanto que delegado en Brest-Litovsk. Además,
justificaba su táctica en el hecho de que quizá permitiría que se desencadenase
la insurrección obrera europea antes de la firma de la paz. Esta posición
llamada de «ni guerra, ni paz»
parecía intermedia, pero de hecho se situaba en el mismo terreno fundamental de
argumentación que la de Lenin (por otro lado, Trotsky, al dar su voto permitirá
finalmente a éste obtener la mayoría en el C.C.). El fin era idéntico: La paz
tenía preferencia a todo, sólo los medios se revelaban diferentes. Para
Trotsky, la capitulación debía hacerse «elegantemente», en cierta manera «con
el cuchillo en la garganta», mientras que para Lenin la eficacia no necesitaba
maquillaje. Infravalorando los recursos de los Imperios Centrales y la
necesidad militar vital y acuciante para ellos de «congelar» un frente, la
táctica de Trotsky se reveló inconsecuente. Ésta expuso peligrosamente el poder
de los soviets (Lenin le reprochó haber perdido tiempo y ser la causa del
avance alemán) aun rechazando proyectar
la guerra revolucionaria y, por tanto, prepararse para ella intensivamente.
Estas tres tesis se enfrentaron netamente a primeros de enero de 1918, en
vísperas del III
Congreso de los Soviets, con ocasión de una reunión de los
responsables del Partido bolchevique en Petrogrado. Lenin quedó en minoría (15
votos), Trotsky tuvo 16 votos y las izquierdas recogieron 32 votos. En los
otros órganos proletarios (soviets, comités de fábrica...), en todas las
regiones de Rusia y hasta finales de febrero (Ver acta del C.C. a este
propósito), fue la misma cosa, ¡es decir, la mayoría para las izquierdas! Esto
demuestra claramente el instinto de clase que animaba a los Soviets y al Partido
a pesar del decreto del II Congreso y de la posición de Lenin cuya influencia
en el seno del movimiento ruso representaba un obstáculo importante para
decidirse contra él. Las izquierdas y su posición de la guerra revolucionaria
obtenían, por otro lado, sus más fuertes porcentajes en Petrogrado, Moscú y en
los Urales, es decir, en los grandes centros industriales: lo que marca la
separación sin ambigüedades entre las reacciones del proletariado y las de la
gran masa de los campesinos.
Examinemos ahora estas tres tesis una a una y más detalladamente.
La tesis
de Lenin pág. 99
Por las razones ya mencionadas anteriormente, Lenin luchaba a fin de que
la revolución tuviese una tregua, un respiro, tiempo. Pero, además de sus
consideraciones tácticas (militares, por ejemplo) que podían discutirse,
pensaba que un poder proletario estaba en condiciones de aislarse políticamente
y comenzar una producción socialista en espera de la revolución mundial; por
tanto, en las raíces mismas de su tesis había taras socialdemócratas que
pesaban gravosamente sobre todas las justificaciones que podía emitir (taras
que la experiencia del movimiento real revelará plenamente a continuación).
Así, y
principalmente, emplazaba al proletariado ruso a aprovechar la paz para
«organizar» el país, es decir, que en cierta medida preconizaba una simple
reconstrucción nacional para desarrollar el capitalismo, hasta entonces metido
en la argolla del feudalismo o del modo de producción asiático. Para esto,
afirmaba que el capitalismo de Estado representaba, a nivel económico, «un
paso adelante» hacia el socialismo y que, lejos de temerlo o combatirlo,
había que realizarlo con rigor tomando ejemplo en el de... ¡Alemania! El
fundamento de su argumentación provenía del análisis erróneo del imperialismo
que había extraído en gran parte del libro «El capital financiero» (1909) del
socialdemócrata independiente Rudolf Hilferding
R. Hilferding y que él desarrolla
en «El Imperialismo, fase
superior del capitalismo» (26 de abril de 1917).
Este análisis hace de la concentración del capital y de la constitución de los
monopolios «la antesala del socialismo»:
en el plano económico no hay, pues, ruptura entre el capitalismo y el
comunismo; hay simplemente un desarrollo más importante de las fuerzas
productivas sobre la base de las mismas relaciones fundamentales de producción
que son el salariado y la mercancía; el único «cambio» es el establecimiento de un «control obrero» (en términos claros, ¡el montaje de una
«autoexplotación» de la clase obrera!) y la substitución progresiva de los
monopolios por el Estado. Todo esto aparece claramente después de la firma del
tratado de Brest-Litovsk tanto en los textos de Lenin «Las tareas inmediatas del
poder de los soviets» (abril del 18), «Sobre el infantilismo de
izquierda y las ideas pequeñoburguesas» (5 de
mayo del 18), como en sus declaraciones en la sesión del Comité
Ejecutivo Central de Rusia (29 de abril del 18 - ver Obras completas, tomo
27, p. 289): « «Si los pequeñoburgueses estuviesen subordinados a otros
elementos de clase, al capitalismo de Estado, el obrero consciente
debería felicitarse abiertamente por ello, pues el capitalismo de Estado,
que con la democracia de Kerensky habría sido un paso hacia el socialismo, constituiría bajo el poder de los
Soviets las tres cuartas partes del socialismo, pues uno puede hacerse un
auxiliar de aquél que es un organizador de empresas del capitalismo de
Estado. Pero los comunistas de izquierda tienen sobre este punto otra
actitud, una actitud de desprecio; y cuando tuvimos con ellos, el 4 de abril,
una primera conferencia, la cual muestra especialmente que esta cuestión,
largamente discutida en una época ampliamente sobrepasada, pertenece ya al
pasado, dije que hacía falta, si comprendíamos bien nuestras tareas, aprender
el socialismo yendo a la escuela de los organizadores de trusts»
Izquierda comunista
https://es.wikipedia.org/wiki/Izquierda_comunista
Kommunist https://es.wikipedia.org/wiki/Kommunist
Kommunist 1918
No. 1, 20 de abril de 1918
Nikolai Osinsky Sobre
la construcción del socialismo (I)
Nikolai Osinsky Sobre la construcción del socialismo (II)
https://www.marxists.org/history/ussr/publications/kommunist/index.htm
Los comunistas de izquierda, a través de Osinski (ver los extractos en anejo de su texto «Sobre la construcción del socialismo»), criticaron efectivamente el análisis de
Lenin sobre el capitalismo de Estado y sus implicaciones, introducción
del sistema Taylor (ej.: el trabajo a destajo), y apoyo a los «capitanes
de industria» (organizadores de trusts) así como más generalmente a todos los
«especialistas» (técnicos, etc...).
Sobre las perspectivas económicas, Lenin no ocultaba, por lo demás, su
adhesión a la socialdemocracia: «Recordad lo que escribían los socialistas de
otros tiempos sobre la futura revolución socialista; es dudoso que se pueda
pasar al socialismo sin ir a la escuela de los organizadores de trusts, que se
han ocupado de esta producción en gran escala» (idem). Hay que observar que la
visión económica socialdemócrata que se había realizado como programa
capitalista en Alemania (Bismarck), además de la influencia de Lasalle, había
recurrido a temas de Marx mismo; temas equivocados que después de la Comuna no
había tenido tiempo de corregir (su «crítica del proyecto de
programa de Gotha» y aquí,
aquí,
aquí,
aquí, ) es
demasiado insuficiente a este respecto) y que sus discípulos, en primer lugar
Engels, recuperaron tal cual vistiéndolos ridículamente con la etiqueta del
¡«marxismo»! Todo lo que Marx debía escribir aún sobre el Capital,
particularmente sobre el mercado mundial (ver el plan inicial del estudio sobre
la Economía en «Marx, crítico del marxismo» de M. Rubel en las ed.
Payot), y el trabajo inmenso que había proyectado realizar sobre el Estado, no
vieron la luz. Únicamente Rosa Luxemburgo iba a hacer un trabajo de
profundización teórica que sobre la base del método de Marx, representaría no
sólo una condena de las tesis socialdemócratas (revisionistas y «ortodoxas»)
sino también una crítica y una superación de las «viejas ideas» de Marx en lo
que concierne esencialmente a las raíces económicas de la crisis del
capitalismo a partir del análisis del imperialismo (ver la Acumulación del
Capital) y la cuestión nacional.(*)
*Ver el capítulo a este respecto en el cuaderno Spartacus «Rosa
Luxemburgo y su doctrina».
En consecuencia, Lenin no temía en absoluto los acuerdos económicos y
comerciales con los Estados capitalistas: a sus ojos, el poder de los soviets
estaba protegido por el monopolio del Estado (llamado proletario) sobre el
comercio exterior. No temía más las relaciones diplomáticas. Muy al contrario,
deseaba todo lo que podía afirmar «la marcha hacia el socialismo». Contra las
acusaciones de traición al internacionalismo proletario que le eran lanzadas
por las izquierdas, ponía un ejemplo: «Los obreros que en el transcurso de una
huelga aceptan las condiciones de reanudación del trabajo desventajosas para
ellos y ventajosas para los capitalistas no traicionan el socialismo. No lo
traicionan sino aquéllos que truecan las ventajas de una parte de los obreros
por las de los capitalistas, y no hay más que semejantes transacciones que sean
en principio inadmisibles» (Ver el resumen de las «21 tesis sobre la paz»
en «el Año
I de la revolución rusa» de V.
Serge, tomo I, p. 175). Su comparación entre la lucha en
el curso de una huelga y la lucha por el socialismo es completamente falsa pues
procede de una visión de la huelga considerada desde el punto de vista estrictamente económico (hay que recordar que Lenin,
en «¿Qué hacer?» en 1902,
decía que ¡el proletariado no podía tener espontáneamente más que una
conciencia «trade-unionista» y que la conciencia «socialista» era introducida
en su seno desde el exterior por los revolucionarios!) y deja traslucir una
visión del socialismo considerado como un proceso gradual que se establece en
el interior del sistema capitalista. Para un movimiento proletario en la época
imperialista, ninguna «transacción» o compromiso es posible pues su fin no es
conseguir un arreglo más o menos ventajoso en el interior del sistema, ya sea
por la huelga o por cualquier otro medio, sino ir en el sentido de la destrucción
del capitalismo y, por consiguiente, desarrollar la conciencia comunista. Hoy,
las consecuencias de un compromiso no son simplemente el mantenimiento o la
agravación de las condiciones de trabajo y de salario, conllevan la
consolidación de la dictadura del capital contra el movimiento comunista, que
puede tomar la forma, más allá de la represión, de una masacre generalizada del
proletariado.
Además de su análisis económico, que iba a revelarse el argumento
fundamental y que en nuestra época hay que subrayar sin reservas como tal,
Lenin hacía valer un cierto número de otros argumentos «tácticos» para
apuntalar su tesis de la tregua. Éstos se basaban en los hechos evidentes
siguientes: después de tres años de guerra imperialista, el agotamiento era
grande entre todas las capas de la población; después de haber recuperado sus
tierras (el reparto de las propiedades de
la tierra figuraba en el programa del partido bolchevique y había
sido valorizado ¡por las «tesis de abril»!),los
campesinos no tenían ningún interés en ver más lejos y podían oponerse a los
objetivos proletarios; finalmente, el ejército tradicional, heredado del zar y
de Kerensky, no era utilizable para oponer una resistencia obrera al
imperialismo alemán y para llevar la guerra revolucionaria contra todos los
imperialismos. Pero ¿qué revolucionario no hacía estas simples «constataciones»
y no tenía en cuenta los elementos desfavorables para el proceso proletario?
Lenin no se elevaba hasta un análisis radical de este proceso: así no
comprendía que el proletariado en armas (coordinación de las milicias obreras
bajo el control directo de los soviets) significaba una ruptura total con el
concepto mismo de ejército y de «democracia». Él decía: «Sería intentar una
aventura querer, ante la democratización completa del ejército, hacer la guerra
contra la voluntad de la mayoría de los soldados» (!) En cuanto al problema de
la actitud de las otras capas de la población frente a la revolución
proletaria, como por ejemplo, los campesinos, no podía ser resuelto por una
capitulación de la clase obrera para mejor incorporarlos a ella (el reparto de las tierras era una
consigna «pequeñoburguesa», como dijo Rosa Luxemburgo en su texto «la revolución rusa») ante su incapacidad, si no
su hostilidad, a seguir el cambio histórico. Aquél estaba completamente ligado
al establecimiento de la dictadura del proletariado en las relaciones sociales,
que es el único medio de separar estas capas «medias» de la influencia del
capitalismo.
El más serio de los argumentos seguía siendo de hecho la ausencia de
ligazón entre una guerra revolucionaria conducida por el poder de los soviets y
la acción subversiva del movimiento proletario en Europa occidental. En
ausencia de este último, la guerra revolucionaria no puede consistir en
exportar el comunismo «a punta de bayoneta» como, por otro lado, intentará
hacerlo el ejército «rojo» en Polonia (1920) bajo el impulso de Lenin, que adoptará
en ese momento una posición perfectamente contradictoria en relación a la de
Brest- Litovsk. Sin embargo, si en enero del 18 el movimiento proletario en
Europa occidental no revestía aún un carácter totalmente revolucionario,
tampoco estaba ausente: así, como lo hemos subrayado anteriormente, ¡huelgas
considerables con formación de soviets estallaron aquel mes en Alemania y
Austria! El abandono de las negociaciones y la resistencia armada del poder de
los soviets al imperialismo alemán habrían podido cebar el comienzo de ligazón
necesaria con el proceso de lucha de clase a escala europea. La prosecución de
la guerra en el oeste habría sido contrariada: la guerra revolucionaria se
habría impuesto en todos los países en lugar de la guerra imperialista. La
secuencia de los acontecimientos iba a confirmar las tendencias profundas a la
explosión proletaria en Europa a partir de noviembre del 18 en Alemania.
A causa de la debilidad o de la falsedad de sus argumentos, la tesis de
Lenin iba, pues, a ser puesta en minoría en todas las organizaciones
proletarias (soviets, comités de fábrica, partido...) y durante prácticamente
dos meses. Será necesaria la desmoralización ante el avance alemán, ante la
pasividad campesina, las ilusiones de la propaganda a través de las
conversaciones, la adhesión de Trotsky por medio de su abstención, para que
obtenga al fin la mayoría y rija la política de los soviets y del partido. Las
confusiones entre «ejército de Estado» y «coordinación de las milicias
proletarias», entre «dictadura democrática de los obreros y de los
campesinos» y «dictadura del proletariado», entre «capitalismo de
Estado» y «socialismo», habían inaugurado esta política que, a continuación de
la militarización del trabajo en Cronstadt, iba a ser el factor activo de la
contrarrevolución.
Fuente: http://grupgerminal.org/?q=system/files/Tratado.pdf
-La tesis
de Trotsky
León Trotsky. Terrorismo
y Comunismo
(El anti-Kautsky)
Publicado en junio de 1919
VIII. Las cuestiones de organización del trabajo 86
https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1920/mayo/1920-05-00-terrorismoycomunismo.pdf
http://grupgerminal.org/?q=node/1494
León
Trotsky. Terrorismo y Comunismo
Publicado en junio de 1919
VIII. Las cuestiones de organización del trabajo 141
El Poder Soviético y la industria 141
Informe sobre la organización del trabajo 145
El trabajo obligatorio
146
La
militarización del trabajo 150
En el
momento actual, tan sumamente difícil, los salarios no son para nosotros un
medio de hacer más grata la existencia personal de cada obrero, sino un medio
de apreciar lo que cada obrero aporta con su trabajo a la república proletaria.
Por esta
razón, los salarios, tanto en dinero como en especie, deben ponerse en la mayor
concordancia posible con la produc tividad del trabajo individual. En el
régimen capitalista, el tra bajo a destajo, la implantación del sistema
Taylor, etc., tenían por objeto aumentar la explotación de los obreros y
robar les la plusvalía. Una vez socializada la producción, el trabajo a
destajo, etc., tiene por fin el acrecentamiento de la producción socialista y,
por consiguiente, un aumento del bienestar común. Los trabajadores que
contribuyen más al bienestar común adquieren el derecho a recibir una parte
mayor del producto social que los perezosos, indolentes y desorganizadores.
El Estado
obrero, en fin, al recompensar a los unos, no pue de menos de castigar a los
otros, es decir, a los que con todo conocimiento de causa quebrantan la
solidaridad obrera, destruyen el trabajo común y causan un daño considerable a
la reorganización socialista del país. La represión que tiene por objeto
realizar las labores económicas es un arma necesaria de la dictadura
socialista.
Los ejércitos del trabajo 162
El plan económico único 168
Dirección colectiva y dirección unipersonal 171
Conclusión
176
https://fundacionfedericoengels.net/images/PDF/trotsky_terror-comunismo.pdf
V. I. Lenin.
El derecho de las naciones a la autodeterminación
Escrito: Entre
febrero y mayo de 1914.
Primera publicación: En los núms. 4, 5 y 6 (abril a junio de 1914)
de la revista Prosveschenie
El
apartado 9 del programa de los marxistas de Rusia, que trata del derecho de las
naciones a la autodeterminación, ha
provocado estos últimos tiempos (como ya hemos indicado en Prosveschenie) toda
una campaña de los oportunistas. Tanto el liquidacionista ruso Semkovski, en el
periódico petersburgués de los liquidadores, como el bundista Libman y el
socialnacionalista ucranio Yurkévich en sus órganos de prensa, han arremetido
contra dicho apartado, tratándolo en un tono de máximo desprecio. No cabe duda
de que esta "invasión de las doce tribus" del oportunismo, dirigida
contra nuestro programa marxista, guarda estrecha relación con las actuales
vacilaciones nacionalistas en general. Por ello nos parece oportuno examinar
detenidamente esta cuestión. Observemos tan sólo que ninguno de los
oportunistas arriba citados ha aducido ni un solo argumento propio: todos se
han limitado a repetir lo dicho por Rosa
Luxemburgo en su largo artículo polaco de 1908-1909: La cuestión nacional y la
autonomía. Los "originales" argumentos de esta
autora serán los que tendremos en presentes con más frecuencia en nuestra
exposición.
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/derech.htm
Primera
Guerra Mundial. Empezó el 28 de julio de 1914 y
finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando
Alemania aceptó las condiciones del armisticio.
- 1914: La igualdad de derechos de las naciones.
- 1914: El derecho de las naciones a la autodeterminación.
- 1914: La guerra y la socialdemocracia de Rusia
- 1914: Carlos
Marx.
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/escritos.htm
V. I. Lenin. La guerra y la socialdemocracia de
Rusia
Escrito: Antes del 28 de septiembre (11 de octubre) de 1914
Cita.
En Rusia,
las tareas de los socialdemócratas, en virtud del mayor atraso de este país,
que no ha llevado aun a término su revolución burguesa, deben ser, lo mismo que
antes, las tres condiciones
fundamentales de la trasformación democrática consecuente: república
democrática (con plena igualdad de derechos y autodeterminación de todas las
naciones), confiscación de las tierras de los terratenientes y jornada de
ocho horas
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/05/v-i-lenin-la-guerra-y-la.html
V. I.
Lenin. EL SOCIALISMO Y LA GUERRA (La actitud del P. O. S. D. R. ante la guerra)
Escrito: En
julio-agosto de 1915[1].
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/05/v-i-lenin-el-socialismo-y-la-guerra-la.html
Cita:
“Sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación
El medio empleado con más amplitud en la guerra actual por la burguesía
para engañar al pueblo es el de ocultar los fines de rapiña con la ideología de
la "liberación nacional". Los ingleses prometen la libertad a
Bélgica, los alemanes, a Polonia, etc. Pero en realidad, como ya hemos visto,
se trata de una guerra entre los opresores de la mayoría de las naciones del
mundo para afianzar y extender su opresión.
Los socialistas no pueden alcanzar su elevado objetivo sin luchar contra
toda opresión de las naciones. Por ello deben exigir absolutamente que los
partidos socialdemócratas de los países opresores (sobre todo de las llamadas
"grandes" potencias) reconozcan y defiendan el derecho de las
naciones oprimidas a la autodeterminación, y justamente en el sentido político
de esta palabra, es decir, el derecho a la separación política. El socialista
de una gran potencia o de una nación poseedora de colonias, que no defiende
este derecho, es un chovinista.
La defensa de este derecho no solamente no estimula la formación de
pequeños Estados, sino que, por el contrario, conduce a que se constituyan, del
modo más libre, más decidido y por lo tanto más amplio y universal, grandes
Estados o federaciones de Estados que son más ventajosos para las masas y más
adecuados para el desarrollo económico.
A su vez, los socialistas de las naciones oprimidas deben luchar
absolutamente por la unidad plena (incluida la unidad orgánica) de los obreros
de las naciones oprimidas y opresoras. La idea de una separación jurídica entre
una y otra nación (la llamada "autonomía cultural nacional" propugnada
por Bauer y Renner) es una idea reaccionaria.
El imperialismo es la época de la opresión creciente de las naciones del
mundo entero por un puñado de "grandes" potencias, razón por la cual
la lucha por la revolución socialista internacional contra el imperialismo es
imposible sin el reconocimiento del derecho de las naciones a la
autodeterminación. "Un pueblo que oprime a otros pueblos no puede
ser libre" (Marx y Engels). Un proletariado que acepte que su
nación ejerza la menor violencia sobre otras naciones no puede ser socialista.
Discurso de Dionisio Inca Yupanqui en las Cortes de Cádiz. 16 de
diciembre 1810
Un pueblo que oprime a otro no puede
ser libre.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2017/11/discurso-de-dionisio-inca-yupanqui-en.html
Rosa Luxemburgo. El folleto Junius: La crisis de la socialdemocracia
alemana. 1915
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/12/rosa-luxemburgo-el-folleto-junius-la.html
Rosa Luxemburgo. Tesis sobre las tareas de la socialdemocracia
internacional (1916)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/11/rosa-luxemburgo-tesis-sobre-las-tareas.html
V. I. Lenin. El imperialismo y la escisión del socialismo. 1916
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/v-i-lenin-el-imperialismo-y-la-escision.html
Vladimir Ilich Lenin. Las tareas del proletariado en la revolución actual
[También conocido como Las Tesis de Abril]
Escrito: En ruso en Petrogrado el 4 y 5 de abril de 1917
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/03/vladimir-ilich-lenin-las-tareas-del.html
V. I. Lenin: Las tareas del proletariado en la presente revolución
("Tesis de abril")
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/09/v-i-lenin-las-tareas-del-proletariado.html
Historia militar de los Estados Unidos
2.8Primera
Guerra Mundial (1914–1918)
Revolución
Rusa
Artículo principal: Intervención
aliada Guerra Civil Rusa
La llamada Expedición
Oso Polar fue la participación de tropas
estadounidenses, durante el final de la Primera Guerra Mundial y
la revolución rusa, luchando
contra los bolcheviques en Arkhangelsk, Rusia
en 1918 y 1919.
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_militar_de_los_Estados_Unidos
Expedición Oso Polar
Entre septiembre de 1918 y julio de 1919.
El presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson envió
la Expedición Oso Polar a Rusia en respuesta a la petición de los gobiernos
del Reino Unido y Francia para
unirse a la intervención aliada en el norte de Rusia (también conocida como
campaña del norte de Rusia). Los británicos y los franceses tenían tres
objetivos en esta intervención:2
https://es.wikipedia.org/wiki/Expedici%C3%B3n_Oso_Polar
Intervención aliada en la Guerra civil rusa
https://es.wikipedia.org/wiki/Intervenci%C3%B3n_aliada_en_la_Guerra_civil_rusa
Rebelión de
Kronstadt (1-18 de marzo de 1921)
Comunismo
de guerra. La implementación de este sistema duró desde el
invierno de 1918 hasta la primavera de 1921.
Nueva
Política Económica o capitalismo de Estado. Su implementación de
este sistema desde el 21 de marzo de 1921 hasta 1928.
Aunque la sublevación fracasó,
aceleró la implantación de la Nueva Política Económica que sustituyó al «comunismo de guerra»; las exigencias políticas, por el
contrario, se vieron frustradas.10
https://es.wikipedia.org/wiki/Rebeli%C3%B3n_de_Kronstadt
Trotsky
justificando la represión de la insurrección de Kronstadt.
http://eljanoandaluz.blogspot.com.es/2012/04/trotsky-justificando-la-represion-de-la.html
Cita del artículo
anterior.
La N.E.P y la insurrección de Kronstadt
Victor. Serge, quien al parecer está tratando de
elaborar una especie de síntesis del anarquismo, poumismo y marxismo, ha
intervenido desgraciadamente en la polémica sobre Kronstadt. En su opinión, la introducción de
la NEP un año antes, podría haber evitado el
levantamiento. Admitámoslo. Pero este tipo de
consejo es muy fácil de dar después del suceso. Es verdad, como recuerda
Victor Serge, que yo había propuesto la
transición a la NEP desde 1920. Pero
no estaba en absoluto seguro de su éxito. No era ningún secreto para mí que
el remedio podía ser más peligroso que la enfermedad. Cuando encontré oposición
de los dirigentes del partido, no apelé a las filas con el fin de evitar la
movilización de la pequeña burguesía contra los obreros. Fue necesaria la
experiencia de los doce meses siguientes para convencer al partido de la
necesidad de un nuevo método. Pero lo notable es que fueron precisamente los
anarquistas de todo el mundo quienes consideraron a la NEP como... una traición
al comunismo. Pero ahora los abogados de los anarquistas nos denuncian por no
haber introducido la NEP un año antes.
En 1921 Lenin reconoció abiertamente, más de una
vez, que la defensa obstinada por el partido del comunismo de guerra se había
convertido en un gran error.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2012/04/trotsky-justificando-la-represion-de-la.html
Esta es la
fuente
Alarma por Kronstadt[1]
https://www.marxists.org/espanol/trotsky/ceip/escritos/libro5/T09V138.htm
Claudio Albertani. La tragedia de León Trotsky
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/11/claudio-albertani-la-tragedia-de-leon.html
La
tragedia de León Trotsky (Claudio Albertani)
El drama no
tardó en repetirse al estallar la revuelta de los marinos de Cronstadt
(febrero-marzo de 1921), quienes a pesar de las acusaciones de los
bolcheviques, tampoco eran contrarrevolucionarios, pues enarbolaban
reivindicaciones democráticas que, en gran parte, el propio Trotsky haría suyas
al ser desplazado del poder en 1923 (51).
https://fundanin.net/2019/03/17/trotsky/
La Comuna
de Kronstadt (Crespúsculo sangriento de los Soviets)
Índice
Notas
bibliográficas
Prólogo
Segundo
prólogo
¿Por qué
esta reedición?
Prefacio de
1970
I.- La flota en el movimiento revolucionario
ruso
1904-1906
1917
II.- Preludio de la insurrección
Fortalecimiento
de los mandos y miseria del pueblo 39
Petrogrado
en la víspera de Cronstadt 44
La
resolución de los marinos de Cronstadt
49
Análisis de
la resolución
III.- La insurrección de Cronstadt
El comienzo
de la revuelta (1 y 2 de marzo) 57
El apogeo de
la revuelta (del 2 al 7 de marzo) 63
Primeros
combates 75
Desmoralización
en el ejército rojo 79
Reorganización
y represión en el ejército rojo. Los últimos combates 83
Represalias
y masacres
IV.- Las corrientes políticas y la comuna de
Cronstadt 93
Los
anarquistas 93
Los
mencheviques 98
Los
socialistas-revolucionarios de derecha
101
Los
socialistas-revolucionarios de izquierda
105
El “Juicio”
de Lenin 106
El testimonio de Petrichenko 110
V.- Cronstadt, último sobresalto de los Soviets 117
Las
acusaciones de Trotsky 117
Las interpretaciones bolcheviques 124
A la luz de Rosa Luxemburgo 128
Una tercera
revolución soviética 130
https://anarkobiblioteka2.files.wordpress.com/2016/08/la-comuna-de-cronstadt-ida-mett.pdf
Las fuentes
del archivo en inglés de Victor Serge
aquí
Respuesta de
Victor Serge a Trotsky, tras reconocer la represión en Kronstadt
En inglés
Víctor Serge 1938. Kronstadt 1921
La defensa de Trotsky. Respuesta a Trotsky
https://www.marxists.org/archive/serge/1938/10/25.htm
Víctor Serge. La verdad sobre Krondstadt (Noviembre de 1937)
Fuente: Vangard , vol. 4,
núm. 1, noviembre de 1937, pág. 6;
https://www.marxists.org/archive/serge/1937/11/truth-kronstadt.htm
Víctor
Serge. Una vez más: Kronstadt (28 abril de 1938)
De New
International, vol. 4, núm. 7 , julio de 1938, págs. 211–212.
https://www.marxists.org/archive/serge/1938/04/kronstadt.htm
I- Octubre 1917/julio 1918: un
período fundamental pág. 179
Ciertamente,
la lucha contra los S.R. de izquierda va a fragmentar todavía durante algún
tiempo al menos las organizaciones soviéticas. Pero la victoria fortalece el
prestigio de los bolcheviques y les da más confianza en ellos mismos. Tras los
anarquistas, los S.R. de izquierda son vencidos en unas horas. Los partidos de
oposición van a meditar estas lecciones. Si los bolcheviques tienen la destreza
de no englobar en sus ataques contra los líderes S.R. de izquierda a toda la
masa campesina inscrita en este partido, recobrarán rápidamente su influencia
en estos ambientes.»
Jacques
Sadoul, «Carta a Albert Thomas», Moscú, 7 de julio de 1918.
(Cf. Notas sobre la revolución bolchevique,
ed. Maspéro.)
En julio de
1918, el proceso revolucionario proletario comenzado en Rusia a partir del mes
de febrero de 1917 (formación de los Soviets) se encuentra en un callejón sin
salida y será liquidado definitivamente en el curso de los años siguientes (el levantamiento de
Cronstadt en marzo de 1921 fue la última reacción importante de la clase obrera que reclamaba « ¡Todo el poder a los soviets, y no al
partido!»). En efecto, en aquel momento, la represión contra los S.R. de
izquierda tras su intento de insurrección representa la última etapa de una
confiscación del poder que los bolcheviques habían comenzado ya con su golpe de
Estado político-militar de octubre de 1917. Los nueve meses transcurridos desde
esa fecha se revelan, pues, como el «período fundamental» de la revolución
rusa: aquel en que todo se trama y todo se juega de modo decisivo. A lo largo
de los días y de las semanas, la evolución de los acontecimientos conduce a la
asfixia del proceso proletario aprisionado entre una contrarrevolución interior
que se desarrolla en su seno después de la toma del poder por los bolcheviques
y las maniobras exteriores de los diversos imperialismos a causa de la
situación creada por la prolongación de la guerra mundial.
Como
constata J. Sadoul que, miembro de la Misión popular francesa en Rusia, se
unirá a los bolcheviques, éstos acabarán por obtener una victoria total. De
este modo establecen la dictadura de su partido a expensas de los órganos que
representan la dinámica social del movimiento en ruptura con el capitalismo:
los Soviets o Consejos obreros quedan poco a poco vacíos de todo poder y no
serán mantenidos más que bajo una forma institucional destinada a enmascarar la
dominación de la burocracia. Como consecuencia de su ruptura parcial, no
revolucionaria, con la Socialdemocracia (por ej.: las consignas de Lenin sobre el «derrotismo revolucionario» y la «transformación de la guerra imperialista en guerra civil» serán reemplazadas
por las de «paz a toda costa» y de «defensa de la patria socialista» después
de octubre de 1917) los bolcheviques serán llevados a jugar el papel de
principal factor activo de la contrarrevolución en el interior del proceso
proletario. Esto se verifica a través de varios hechos:
- El substitutismo del partido
bolchevique con respecto a los soviets en la toma y el ejercicio del poder: la insurrección fue concebida y se
desarrolló como un «golpe de Estado» tendente a un simple derrocamiento del gobierno
de Kerensky (sobre todo en Petrogrado: cf. la toma del palacio de invierno), y
después a su substitución por un gobierno de «comisarios del pueblo» colocado
bajo el control directo y mayoritario de los bolchviques. De este modo era
aplicada una especie de prolongación de la vieja concepción de Marx sobre la
«conquista del poder político» que databa del «Manifiesto» (1848). Sin embargo, éste había cambiado su concepción a la
luz de la experiencia proletaria de la Comuna: en «La Guerra
Civil en Francia» (1871), había subrayado, en efecto, la
necesidad para la clase obrera de no «contentarse con tomar tal cual el aparato
de Estado y hacerlo funcionar por su propia cuenta»(!). Marx había llegado a la
teoría de la «destrucción del Estado» por un movimiento social del proletariado
en ruptura con el capitalismo.
Resumen,
La guerra civil en Francia, de Carlos Marx
- La identificación del partido
bolchevique con un Estado capitalista no destruido por los acontecimientos de
octubre de 1917 y bautizado como «Estado proletario»: el Partido-Estado fue el motor del
desarrollo de la clase capitalista bajo una forma burocrática y se dotó
rápidamente de los principales órganos de represión (creación de la Checa - policía política - desde diciembre de 1917, constitución
de un «Ejército Rojo» bajo la férula de Trotsky y con
criterios estrictamente nacionalistas que iban hasta la reintegración de
antiguos oficiales zaristas).
- La aplicación de un programa
económico de desarrollo del capitalismo
de Estado: nacionalizaciones, «control obrero» sobre la producción, reforma
agraria, etc., que
había sido definido mucho antes de octubre de 1917 (cf. por ejemplo las «tesis
de abril» de Lenin) y que fue confirmado desde el día siguiente de la toma del
poder: «La vanguardia más consciente del proletariado de Rusia se ha asignado
ya la tarea de desarrollar la disciplina del trabajo (...). Hay que inscribir
en el orden del día, introducir prácticamente y poner a prueba el salario a
destajo; aplicar los numerosos elementos científicos y progresivos que comporta
el sistema Taylor, hacer los
salarios proporcionales al balance general de tal o cual producción o a los
resultados de la explotación de los ferrocarriles, de los transportes navales,
etc., etc.» («Las tareas inmediatas del
poder de los soviets» redactado por Lenin en marzo-abril de 1918).
Empujado
hacia objetivos tales como el capitalismo
de Estado, calificado, a la manera de Rudolf Hilferding
y de la Socialdemocracia, de «paso adelante» o de «antesala del socialismo» y la espera de
una «revolución internacional» concebida como el desencadenamiento de
movimientos controlados por los bolcheviques para aportar su apoyo al
fortalecimiento del Estado ruso (¡objetivo al que tenderá un año más tarde, en marzo de 1919, la
fundación de la III Internacional!), el proceso proletario no podía más que desembocar
rápidamente en un callejón sin salida y sucumbir frente al triunfo de la
contrarrevolución. Tanto más cuanto que las luchas autónomas en otros países,
especialmente en Alemania, no consiguieron extender la dinámica revolucionaria
a escala mundial y fueron desviadas de su terreno de clase por las tácticas
bolcheviques impuestas en el seno de la III Internacional (cf., a este
respecto, el libro de Otto Rühle titulado «Fascismo pardo, Fascismo rojo» y publicado por las ed. Spartacus,
que denuncia las maniobras del emisario bolchevique en Alemania: K. Radek)
Desde
octubre de 1917 a julio de 1918, la lucha política entre partidos que se
enfrentaban por la dirección y la gestión del nuevo Estado va a imponerse a la
expresión independiente del proletariado a través de los soviets. Las diferentes
fases de esta lucha son: la disolución de la Constituyente y la eliminación de
los S.R. de derecha así como de los restos mencheviques (enero de 1918), el
desarme de los anarquistas - «Guardia Negra» - y la represión contra ellos
(abril de 1918) y finalmente la liquidación de los S.R. de izquierda tras su
intento de insurrección (julio de 1918). Sobre el significado del callejón sin
salida que representa el enfrentamiento entre los bolcheviques y los S.R. de
izquierda, Victor Serge recoge una expresión de Trotsky: «el fin del bloque
soviético», y constata claramente lo que esto conlleva:
«La declaración fuera de la ley de los
socialistas de contrarrevo- lución y la ruptura con los anarquistas y los
socialistas-revo- lucionarios de izquierda tienen como consecuencia el monopolio
político del Partido Comunista y, de hecho, la extinción de la constitución. Si
ya no hay debates políticos entre partidos que representan, por medio de
matices de la opinión, diferentes intereses sociales, las instituciones
soviéticas, comenzando por los soviets y acabando por el Vtsik y por el Consejo
de los comisarios del pueblo, en que los comunistas están sólos, funcionan en
vacío, todas las decisiones son tomadas por el partido, aquéllas no hacen más
que poner su sello oficial».
V. Serge, «El año I de la
revolución rusa» (tomo II, pequeña colección Maspéro)
Es digno de
notar que en la época en que son escritas estas líneas, su autor es un partidario y no un adversario del bolchevismo, lo que las hace
todavía más interesantes.
Otto Rühle
https://es.wikipedia.org/wiki/Otto_R%C3%BChle
Otto Rühle 1874-1943
https://www.marxists.org/espanol/ruhle/index.htm
https://www.marxists.org/espanol/index.htm
https://www.marxists.org/xlang/index.htm
Otto Rühle. La lucha contra el
fascismo comienza con la lucha contra el bolchevismo
Publicado por vez primera: Este artículo de Otto Rühle apareció en la revista
consejista estadounidense Living Marxism (Vol. 4, No. 8,
1939). Parece estar basado en un texto mucho más extenso, parte del cual fue
publicado en francés como “Fascisme Brun, Fascisme Rouge” por Spartacus en
1975 (Série B — No 63). Esto es parte de un texto aún más extenso en alemán
llamado "Weltkrieg — Weltfaschismus — Weltrevolution".
Traducci&aocute;n al castellano: Por
Rubén Tala, para marxists.org, en marzo de 2021.
https://www.marxists.org/espanol/ruhle/1939/lucha.htm
Otto
Rühle. Fascismo marrón, fascismo rojo/ Fascisme
Brun, Fascisme Rouge 1939
Estalinismo y fascismo: crítica socialista del bolchevismo
https://www.marxists.org/francais/ruhle/works/1939/ruhle_1939.htm
Buceando en la resolución reaccionaria anticomunista del Parlamento
Europeo, que amenaza con ilegalizar la ideología comunista. Crítica del Libro
negro del comunismo: crímenes, terror, represión. Los procesos de Moscú y el
proceso de Moscú en la España republicana. (1936-1939)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2019/11/buceando-en-la-resolucion-reaccionaria_8.html
Bibliografía imprescindible sobre la concepción marxista del poder (En
Francia - Rusia- Alemania-España)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2019/11/bibliografia-imprescindible-sobre-la.html
Comunismo de guerra. La implementación de este sistema
duró desde el invierno de 1918 hasta la primavera de 1921.
La invitación al primer
Congreso de la Internacional
Comunista
Escrito: El
24 de Enero de 1919
https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1919/1919_inv_ic.htm
V. I.
Lenin. La tercera internacional y su lugar en la historia
Primera publicación: Mayo de 1919.
V. I. Lenin. Discursos pronunciados en el I Congreso de la III
Internacional
Realizado en Petrogrado, 2-6 de marzo de 1919
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/09/v-i-lenin-la-tercera-internacional-y-su.html
Vladimir Ilich Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el
comunismo. 1920
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/vladimir-ilich-lenin-la-enfermedad.html
Franz Pfempfert. La
Enfermedad Infantil de Lenin. . .y la Tercera Internacional. 1920
https://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/franz-pfempfert-la-enfermedad-infantil.html
Tesis,
manifiestos y resoluciones adoptados por los
Cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista (1919-1923) Textos
completos
https://www.marxists.org/espanol/tematica/internacionales/comintern/4-Primeros3-Inter-2-edic.pdf
Los Cuatro primeros congresos de la
Internacional Comunista
Historia de las 4 internacionales.indd - Biblioteca virtual
...
https://omegalfa.es › downloadfile › historia-de-la...
AMARO DEL
ROSAL
LOS
CONGRESOS OBREROS INTERNACIONALES EN EL SIGLO XX De 1900-1950
http://anchecata.colmich.edu.mx/janium/Tablas/tabla156741.pdf
La
Internacional Comunista y el surgimiento de la política de frente único
Daniel Gaido
Universidad
Nacional de Córdoba – CONICET
https://core.ac.uk/download/pdf/52478683.pdf
Moscú. Lenin
en el primer congreso de la Tercera Internacional Comunista de marzo de 1919 la
URSS
- ID de
la imagen: GG2EYN
Documentos
de la Internacional Comunista
https://ceip.org.ar/catalogo/spip.php?mot10720
Nueva
Política Económica o capitalismo de Estado
Desde el 21
de marzo de 1921 hasta 1928.
https://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Pol%C3%ADtica_Econ%C3%B3mica
Revolución
rusa
https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_rusa
Testamento
de Lenin
https://es.wikipedia.org/wiki/Testamento_de_Lenin
El último "Testamento" de Lenin o Carta al Congreso del Partido
Comunista de Rusia bolchevique
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/02/el-ultimo-testamento-de-lenin-o-carta.html
Lenin y la cuestión nacional
"Testamento" político de Lenin. I. Lenin Carta al Congreso (22 dic.
1922 - 4 enero 1923)
La cuestión de las
nacionalidades o "Autonomización" y el incidente de Georgia
Acerca del problema de las nacionalidades o sobre la «autonomización»
https://www.elviejotopo.com/topoexpress/acerca-del-problema-de-las-nacionalidades/
Lenin y el socialismo en un solo país. El término marxismo-leninismo fue
creado por José Stalin
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/02/lenin-y-el-socialismo-en-un-solo-pais.html
V. I. Lenin. La consigna de los
Estados Unidos de Europa
Escrito: En
1915.
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/8-1915eu.htm
V. I. Lenin. El programa militar
de la revolución proletaria
Escrito: En
septiembre de 1916.
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm
Estados Unidos de Europa
Carlos
Marx Crítica del programa de Gotha 1875
Entre la sociedad capitalista y la
sociedad comunista media el período de la transformación revolucionaria de la
primera en la segunda. A este período corresponde también un período político
de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria
del proletariado.
Pero el programa no se ocupa de esta
última, ni del futuro régimen estatal de la sociedad comunista…
NOTA
13 La Liga de la Paz
y la Libertad, organización pacifista burguesa, fue fundada en 1867 en Suiza
por un grupo de pequeñoburgueses republicanos y liberales (V. Hugo y G.
Garibaldi así como otros tomaron parte activa en sus actividades). De 1867 a
1868, Bakunin participó en su trabajo. Al comienzo, la Liga trató de utilizar
el movimiento obrero para sus propios fines. Difundía entre las masas la
ilusión de que la creación de unos "Estados Unidos de Europa"
permitiría poner fin a las guerras, y desviaba así al proletariado de la lucha de
clases.
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2017/12/carlos-marx-critica-del-programa-de.html
Rosa Luxemburgo: Utopías pacifistas - Estados Unidos de Europa
1911
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/05/rosa-luxemburgo-utopias-pacifistas.html
Lenin y Trotsky: la consigna los Estados Unidos de Europa, el socialismo
en un solo país y el capitalismo de Estado (1914-1915)
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2016/05/lenin-y-trotsky-la-consigna-los-estados.html
León Trotsky. El derecho de las
naciones a la autodeterminación
Escrito: Mayo de 1917
Estados
Unidos de Europa
https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1910s/19170500.htm
Luise Kautsky Introducción a Rosa Luxemburg: Cartas a Karl y Luise
Kautsky de 1896 a 1918 y Postdata y Apéndice. 1919
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/12/luise-kautsky-introduccion-rosa.html
Teoría Marxista del Partido Político. II (Problemas de Organización)
Lenin, Rosa Luxemburgo, Georg Lukás
http://eljanoandaluz.blogspot.com/2018/11/teoria-marxista-del-partido-politico-ii.html
Nikolai Osinsky. Sobre la construcción del socialismo (20 abril
de 1918)
Nikolai Osinsky 1918
Sobre la construcción del socialismo [1]
https://www.marxists.org/archive/osinsky/1918/construction-socialism.htm
Primera
publicación: N.
Osinsky, "O stroitelstve sotsializma", en Kommunist. Ezenedel'nyi
zurnal ekonomiki, politiki i obsenstvennosti. Órgano Moskovskago
Oblastnogo Byuro RKP (bol'sevikov) [El comunista. Revista semanal de
economía, política y cuestiones sociales. Órgano de la Oficina de
Distrito de Moscú del PCR (B)], No. 1,
20 de abril de 1918, págs.
5-11; No. 2, abril de 1918.
Fuente: libcom.org .
Versión en línea: Marxist Internet Archive 2021
Marcado HTML: Zdravko
Saveski
Valerian Valerianovich
Obolensky
https://en.wikipedia.org/wiki/Valerian_Osinsky
El periódico Kommunist
Nikolai Osinsky. (Valerian
Valerianovich Obolensky) 1887-1938
Sobre la construcción del
socialismo ,
abril de 1918
https://www.marxists.org/archive/osinsky/index.htm
I
1.
Recientemente,
la mayoría de nuestro partido ha aceptado una "nueva orientación" y
nuevas formas de abordar los problemas. No estamos hablando de política
exterior, sino de política interior, y especialmente de política económica. [2]
[2]Esta
polémica con Lenin fue muy amarga. Lo que Osinsky está resumiendo en esta
primera sección de su texto es la doctrina de Lenin, es decir, el
fortalecimiento interno de Rusia y la centralización, así como el tratado de paz ad hoc con Alemania
durante la Primera Guerra Mundial para no tener que enfrentarse a Hitler.
sic] tan poco después de la Revolución Rusa de 1917. Lenin sostuvo que era
mejor firmar un tratado de paz con Alemania, incluso si esto significaba
negarse a atacar al imperialismo alemán y entregar a este último, además,
territorios en el noroeste de Rusia, porque esto La humillación era preferible
a emprender una nueva guerra y arriesgar las conquistas revolucionarias de
Rusia de 1917. Osinsky se opuso a esta posición y abogó por una política
contraria (como se expone en las siguientes secciones), es decir, la liberalización o el internacionalismo.
Esta nueva
orientación, que en su mayor parte puede atribuirse al camarada Lenin, se puede
resumir de la siguiente manera. Hasta
fines de enero de 1918 vivimos un duro período de guerra civil, una época
de abrupta caída de las fuerzas y de los órdenes políticos y económicos que
defendían esas fuerzas. Ahora que ese tiempo ha pasado, ha comenzado un
tiempo de trabajo concreto y positivo, el tiempo de la "construcción
orgánica" de una nueva sociedad. Por un lado, tenemos que construir
el socialismo. Por otro lado, debemos ante todo y ante todo crear las
condiciones ordenadas por las que todos claman, y debemos poner fin a la
descomposición, la indisciplina y la corrupción. Porque ahora somos
fuertes, ya que nuestros enemigos han sido aniquilados, no tenemos por qué
temer hacer uso de las fuerzas sociales que antes se oponían a
nosotros. Por lo tanto, debemos permitir que la
"intelectualidad", que anteriormente saboteó nuestros esfuerzos,
trabaje para nosotros. Trabajaban por capital a cambio de dinero. Y
los compraremos con dinero y los haremos trabajar para nosotros. Entre la
intelectualidad encontraremos a los organizadores de la producción, los
"capitanes de la industria" que organizaron la economía para el
capital y los que desempeñaron papeles importantes en esa
organización. Así como obligamos a los generales zaristas a ayudarnos a
construir el Ejército Rojo, también obligaremos a los organizadores de
la quienes organizaron la economía para el capital, y quienes desempeñaron
papeles importantes en esa organización, La confía en trabajar por
un buen sueldo y por la organización del socialismo.
"Enseñar la organización del socialismo a los
organizadores de los trusts ",
esa es la consigna del camarada Lenin. Otro lema suyo es el siguiente:
"Abajo la negligencia". En
las organizaciones que se encargan del funcionamiento de los distintos sectores
de la economía, de arriba abajo, la orden del día es la negligencia, la
holgazanería y el robo, todo lo cual florece en nuestro suelo
nacional. “No robes, no seas holgazán, sobre todo lleva cuentas precisas”,
estos simples llamamientos pequeñoburgueses deben ser nuestras consignas más
importantes. [3]Todos deben estar convencidos
(empleados de cuello blanco, trabajadores de cuello azul, personal de oficina)
de que no solo deben consumir, sino también trabajar correctamente. Para
ello es necesaria la autodisciplina y el compañerismo, y el fortalecimiento del
poder directivo de los comisarios que han sido elegidos por los soviets y, en
una palabra, deben estar ocupados, no solo hablando, sino trabajando. La
intensidad del trabajo debe aumentarse en las fábricas mediante la introducción de salarios a destajo y bonificaciones por
productividad, y las mismas políticas deben aplicarse también a los
ferrocarriles, etc. Quizás incluso tengamos que adoptar el Sistema Taylor estadounidense, [4] que combina el salario por hora
y el trabajo a destajo: a uno se le paga no solo por la cantidad que ha
producido, sino también por producirla en el menor tiempo posible.
[3] Se suponía que todas estas consignas y
principios, así como el programa derivado de ellos, estaban plasmados en las
tesis del camarada Lenin que prometió publicar lo antes posible tras una
reunión celebrada el 4 de abril entre los dirigentes miembros del Comité
Central y un grupo de comunistas de izquierda. ¿Por qué estas tesis aún no
se han publicado?
[4] El Sistema Taylor: concebido por el ingeniero
estadounidense FW Taylor (1856-1915) sobre la base de la cuantificación
exacta del tiempo necesario para cada gesto requerido para cada tarea
particular en el lugar de trabajo.
Los
responsables de la "nueva organización" afirman que todas estas
medidas conducirán rápidamente a la construcción del socialismo, y que su nueva
concepción de cómo abordar los problemas que plantea la construcción del
socialismo sólo está determinada por el hecho de que el país ha entrado en un
nuevo período orgánico. Todos estos nuevos requisitos que conlleva este
nuevo período orgánico, sin embargo, han surgido sorprendentemente en el mismo
momento en que se firmó el tratado de paz [5].
[5] Osinsky se refiere al tratado
de paz celebrado con las potencias centrales el 3 de marzo de 1918 en
Brest-Litovsk, al que los comunistas de izquierda se opusieron hasta el momento
de su firma.
con motivo
de ese retiro ante la capital mundial; fueron aceptadas como estipulación
básica de la paz impuesta, junto con las amplias concesiones al imperialismo
extranjero que se proclaman en el tratado. La guerra se libró no solo por
la conquista del país y su territorio, sino también para unir económicamente
sus territorios en las garras de los tentáculos del capital. Los
imperialistas confían esta misión a estas conquistas de paz para obtener los
beneficios de la economía del país derrotado. Sin embargo, este nuevo
período "socialista" orgánico, según el propio camarada Lenin,
concluye con la alianza y el establecimiento de relaciones con el capital
extranjero, del que quiere adquirir dinero, ingenieros, armas, expertos
militares y tal vez incluso tropas. Ahora Rusia está construyendo su
propio "ejército rojo".
2.
Seremos
reprochados (por Lenin): ¿No acabas de salir del difícil momento de la
aniquilación de la sociedad burguesa? ¿Resistirá ahora la necesidad de
hacer el trabajo básico de establecer el orden en nuestra "patria socialista"?
No
rechazamos ni lo uno ni lo otro. Pero esto no es lo que queremos decir
cuando decimos que el período difícil ha terminado. Porque somos de la
opinión de que lo que se necesita es un "orden" muy diferente al que
defiende la mayoría de nuestro partido.
Han llegado
a su fin los tiempos difíciles en los que las fuerzas armadas de la
burguesía (la Guardia Blanca, los partidarios de Kaledin [6] y otros) fueron
aplastadas. Así también ha llegado a su fin ese otro momento difícil, el
del sabotaje de la burguesía y la intelectualidad. Y también lo ha sido
ese período difícil en el que el orden económico y estatal burgués (el antiguo
poder judicial, los Zemstvos , [7]y las ciudades, los bancos, los
capitalistas) y la economía de los propietarios, etc., fueron
aniquiladas. Pero el período de aguda confrontación de clases entre el
proletariado y la burguesía no ha llegado a su fin: es imposible que ya haya
terminado. Después de su victoria sobre la burguesía, los trabajadores no
pueden establecer ningún tipo de paz sobre esa base, pero deben liquidar por
completo a la burguesía como clase. Después de la destrucción de las fuerzas
militares de la oposición y de los baluartes de la clase burguesa, no podemos
comenzar la tarea de avanzar con los fragmentos destrozados de sus fuerzas
organizadas y construir nuestras relaciones sociales sobre los restos del estatus social
burgués.; no podemos firmar ningún
tratado con la burguesía como clase. Debemos aprovechar el
conocimiento y la experiencia de los antiguos mercenarios de la burguesía, de
sus organizadores, técnicos, científicos y muchos otros (la burguesía, los
capitalistas, incluso, solo poseen una pequeña parte de este conocimiento y
experiencia). Pero debemos usarlos a todos de esta manera, después de
haber destruido la totalidad de su fuerza organizada como clase, así como su
conexión con la burguesía y el orden burgués.
[6] El atamán de los cosacos del Don, AM Kaledin
(1861-1920), en enero de 1918 proclamó la República independiente del Don, que,
sin embargo, sólo duró un par de semanas.
[7] El Zemstvo era una especie de
gobierno local especial caracterizado por una administración autónoma y
corporativa que se introdujo en Rusia el 1 de enero de 1864. Véase Victor
Leontovitch, History of Liberalism in Russia , Frankfurt,
1957.
Debemos
permitirles trabajar en un nuevo orden, en un nuevo contexto social, como
creadores que trabajan en beneficio de toda la sociedad; portarán el
carnet de afiliación de los trabajadores y los lugareños y estarán inscritos
entre sus filas.
También
debemos cambiar nuestro trabajo práctico y la "construcción orgánica"
del socialismo. Los organizadores de los fideicomisos no quieren ni pueden construir el socialismo. Esto sólo puede
lograrse mediante la actividad creadora de la propia clase proletaria, con el
esfuerzo de las masas, y sólo puede construirse con la asistencia técnica
simultánea de la "intelectualidad".
Igual de
insensato es concebir un desarrollo orgánico y pacífico según el modelo pequeño
burgués. Sobre todo porque la situación exterior no permitirá tal
desarrollo, ahora que el imperialismo nos ataca por todos lados. Tan
pronto como construyamos el socialismo, este edificio estará indisolublemente
unido a la lucha por la repulsión de los ataques del imperialismo
extranjero. Y esto no se puede lograr simplemente con apelaciones pequeñoburguesas
y la afiliación mecánica de elementos externos. No, los antiguos
servidores del capital pondrían a los trabajadores en movimiento como si fueran
marionetas muertas; en cambio, las masas de los propios trabajadores deben
desarrollar su propia iniciativa y actividad al más alto grado. Durante el
transcurso de este proceso de construcción, los trabajadores desarrollarán su
poder y lo organizarán. Sólo entonces el socialismo se asentará sobre
bases firmes y sólo entonces podremos evitar que nos arrinconen, cuando la
nueva economía del proletariado mismo se organice y conciba al proletariado
mismo como dueño, cuando el proletariado tenga fe en sí mismo y cuando la
organización de esta economía está organizada por los propios
trabajadores. Nuestro punto de partida no es el trabajo material pasivo,
bajo la dirección de los antiguos servidores del capital, ni es la organización
del "socialismo" engendrado por ese trabajo pasivo, según los métodos
organizativos de la cuando el proletariado tiene fe en sí mismo y cuando
la organización de esta economía la organizan los propios trabajadores, sino la
construcción activa del socialismo, emprendida por los trabajadores con la
colaboración técnica de la intelectualidad, y la lucha del proletariado por el
socialismo y contra los enemigos tanto extranjeros como internos (según las
circunstancias, en forma de defensa activa o de ataque).
3.
Antes de
continuar con nuestra discusión, nos gustaría ofrecer algunos puntos generales
de aclaración sobre la organización de la producción, especialmente sobre la
organización de la producción en la sociedad capitalista.
Uno de los
signos característicos que evidencian la intrusión del capital en el dominio de
la producción consiste en que todos los elementos, todos los componentes del
proceso productivo, adoptan la forma de valores, que en conjunto forman el
marco y el capital que produce plusvalía.
Esto se
aplica, sobre todo, a la fuerza de trabajo, que se compra como una mercancía,
cae en las garras del capital, y luego, mientras esta fuerza de trabajo sea
explotada y utilizada, crea un nuevo valor incrementado, que preserva lo
antiguo valor (el valor de los medios de producción como máquinas, materiales,
etc.) que se "transfiere" a la mercancía producida. A partir de
ese momento, este carácter de la fuerza de trabajo constituye la base de la
denominada primacía económica del capitalismo, su fuerza más poderosa (el mando
del capital-Marx).
En una
fábrica capitalista el trabajador sirve menos como medio de producción de un
producto que como medio por el cual los medios de producción pueden hacer uso
del trabajador, para convertirlo en una herramienta, para chuparle la sangre,
mientras que los capitalistas obtienen la
plusvalía. Por eso, en el capitalismo, los agentes del capital en una
gran fábrica se dedican sobre todo a organizar sus ojos y oídos (los capataces,
ingenieros, jefes de departamento, etc.), no solo organizan el proceso técnico
de producción, ellos no organicemos el trabajo sólo como trabajo
"concreto", productor de valores de uso, sino también el uso de la
fuerza de trabajo, la ganancia del trabajo "abstracto", de un gasto
fisiológico de energía entre los trabajadores, que produce valor de cambio. Esto
último es lo más importante. Y en esta relación, en lo que respecta al
capitalismo, no hay un solo hombre libre con voluntad propia. Para el
capitalismo lo único que cuenta es una determinada mercancía que se compra con
dinero, un ser vivo, una fuente de valor de cambio, la gallina de los huevos de
oro. Una vez que esta mercancía (el trabajador) se vende por dinero, no
tiene nada más que "decir".
Por eso la
principal tarea de todos estos ingenieros, técnicos y delatores, consiste en
explotar esta mercancía humana de la manera más eficaz posible y exprimir al
máximo, para su propio beneficio, la gallina de los huevos de oro. Para
lograr esto, el estado mayor empleado al servicio del capitalismo debe tener un
poder ilimitado sobre la fuerza de trabajo del trabajador una fuente de
valor de cambio, la gallina de los huevos de oro.
La gestión
de un gran complejo fabril siempre es centralizada, emana de un solo punto, y
esto se debe sobre todo a la concentración técnica que ha supuesto el
capitalismo; además, siempre es autocrático
( samoderzavno ) porque está dirigido a la adquisición de plusvalía.
Un aspecto
de significado más general también acompaña a esta aspiración de la producción
capitalista. Para los capitalistas, lo importante no es solo la
explotación total de la mercancía comprada (fuerza de trabajo); es
igualmente importante poseer al poseedor de esa mercancía. El trabajador
es poseedor de mercancías, poseedor de mercancías cuya naturaleza es tal que
siempre lleva sus mercancías a donde va (su fuerza de trabajo) y las tiene
siempre a su disposición. Es por eso que el capitalista busca arreglar sus
relaciones de tal manera que pueda mantener el mando sobre su capital y seguir
ejerciendo el derecho ilimitado de explotación que reduce al trabajador a un instrumentum
vocale., mientras que al mismo tiempo obliga al trabajador, como dueño de
una mercancía y hombre que tiene control sobre su fuerza de trabajo, a servir
cada vez más como una gallina que pone una cantidad cada vez mayor de huevos de
oro para que los recolecte el capitalista. Lo consigue, por decirlo con
las palabras de Marx, mediante la inversión en la que el salario como precio de
la fuerza de trabajo se convierte en salario como precio del trabajo. El
trabajador no recibe su dinero por un tiempo determinado (un mes, dos semanas),
se le paga hora tras hora, minuto a minuto, le dan bonificaciones, etc.
Como hombre
que no posee ningún capital y no está interesado en la producción de plusvalía
(que se adquiere a su costa, no para él), el proletariado considera la
producción y su propio trabajo, sobre todo, desde el punto de vista social.
. En la medida en que el proletario
en cuestión es un miembro de su clase con conciencia de clase, la clase de los
trabajadores productivos, considera a la fábrica como una fuerza social de
producción, que produce valores de uso y que en todo momento debe estar al
servicio de la sociedad exclusivamente. . También ve su trabajo como
la función social de producir bienes útiles. Posee la impotencia de
considerarse un hombre vivo y un miembro de la sociedad. Y, como
propietario de una mercancía, no le interesa en modo alguno provocar una
situación en la que su fuerza de trabajo se consuma excesiva y prematuramente.
Sin embargo,
tal conciencia proletaria es absolutamente desagradable para el
capitalista. Para él es importante dividir a los trabajadores,
transformarlos en propietarios aislados de mercancías, que venden su fuerza de
trabajo a bajo precio y obtienen centavos de ella. Esto fortalece el poder
ilimitado del capital y facilita su explotación de la plusvalía a expensas del
trabajador. Es por esto que el sistema
autocrático y jerárquico de
gestión de los negocios capitalistas está tan estrechamente
ligado al sistema de salarios a destajo, bonificaciones, "participación en
los beneficios" y, finalmente, a la síntesis culminante de todos estos
métodos: el Sistema Taylor (desde el la máxima prioridad es un sistema
de explotación del sudor de otra persona).
4.
Examinaremos
ahora la forma en que los camaradas de la mayoría partidaria conciben la
"construcción" del socialismo. Para ellos se destacaba
claramente como modelo la siguiente forma de organización de la producción:
aplicada a la industria productora de locomotoras y material rodante, [8] por ejemplo. Para
implementar su política, todas las industrias relacionadas con la fabricación
de material rodante y locomotoras pasarán
a ser propiedad del Estado. Se forma una sola empresa, un fideicomiso estatal. Desde el exterior, esta empresa da la
impresión de una corporación comercial cuyos activos pertenecen en su totalidad
(o al menos en su mayoría) al Estado. Para "comprar" la
participación de los "capitanes de la industria" y de los
fideicomisarios organizadores del proyecto, el estado les entrega acciones u
obligaciones, es decir, el estado utiliza deuda pública por la cual el estado
paga una cantidad fija. Porcentaje (a diferencia de las acciones que se pagan
con tasas variables en forma de dividendos, que a su vez dependen de la
cantidad total de ganancias que se obtienen anualmente). Con estas
obligaciones se están comprando ahora mismo los organizadores
capitalistas. Se puede observar, por otro lado, que no solo se compran con
él, sino que las industrias nacionalizadas también están implicadas en este
trámite. Por lo tanto, esto último no conduce a la aniquilación y
liquidación del antiguo capital anónimo, sino que este capital se transforma en
obligaciones mediante este cambio. Los accionistas se convierten en sus
acreedores, sus fuentes de crédito, después de haber desempeñado previamente el
papel de copropietarios de los activos de la empresa. Si se les indemniza
por todo su capital o solo por una parte, es otra cuestión. En todo caso,
estos accionistas obtienen una parte del capital, y por medio de este cambio de
acciones de capital a obligaciones, los organizadores de los fideicomisos aún
pueden llenarse los bolsillos por un tiempo más, pues entonces habrán ganado el
"dinero de la corrupción”.
[8] Sabemos "de buenas fuentes" que los
ejemplos que hemos ofrecido no son solo producto de nuestra imaginación, sino
que corresponden a proyectos reales que se han discutido en las instituciones
responsables. En el pasado (cuando se escribió este texto por primera
vez), los proyectos en cuestión se archivaban en su forma original. Y la
resolución de poner el socialismo bajo la dirección de los organizadores de
los fideicomisos también se
ha "secado en la vid" para no provocar oposición. Pero esto no
cambia la situación. Analizaremos el curso total de la política en su
manifestación más distinta. Estos proyectos pueden volver a surgir en
cualquier momento. Las declaraciones del "comunista" Gukovsky
demuestran que las ideas de Smiles se están siguiendo ampliamente en el ámbito
de la política financiera y que son predominantes. (Consulte la Nota 13, a
continuación).
¿Cómo
se estructura la gestión de tal fideicomiso? En primer lugar, no cabe la menor duda de que será una
organización absolutamente organizada. Se concentrará en un centro, en un
núcleo, que estará integrado por los representantes del Estado, los
"señores capitanes de la industria" (son también los representantes
de los acreedores, de los tenedores de la deuda estatal) y los representantes
de los sindicatos. La iniciativa completa en la organización y gestión de
la empresa estará en manos de los "organizadores de los fideicomisos
los representantes de las fuerzas proletarias y campesinas, así como los de
las más altas esferas de los sindicatos, tendrán su lugar en la mesa
redonda. Se dejarán enseñar, ciertamente y sobre todo, por los señores
capitalistas; pero esto no es un problema grave, porque los estudiantes
pueden controlar a sus profesores.
También es
muy importante preguntar qué tipo de organización del trabajo industrial se
está creando aquí. A partir de ahora, no más asambleas y "resolución
de conflictos". ¡Sobre todo trabajo! Nadie se ocupará de la
organización de la producción excepto el centro; el trabajador corriente,
sin embargo, debe pensar, sobre todo, que no es más que fuerza de trabajo, que
debe explotarse con la mayor intensidad posible. Los trabajadores no han
pasado la prueba de madurez social, no han aprendido a organizar la producción,
ni a combinar la venta de mercancías sin deshacerse de los capitalistas con una
mayor productividad del trabajo: y por eso hay que despojarlos de su gestión de
la producción y obligados a trabajar con la ayuda de incentivos materiales: salarios a destajo e incluso el Sistema
Taylor debe ser
introducido. Si no hay capitalistas, no hay motivo de
preocupación. Además, se debe realizar y estimular la agitación entre los
trabajadores para fomentar la autodisciplina, establecer tribunales de sanción
de conductas antisociales, hacer cumplir cuotas de producción, etc. Las riendas
deben controlarse de arriba hacia abajo, y los trabajadores, de abajo hacia
arriba, deben dejarse llevar por esas riendas e incluso atarse las bridas por
su propia voluntad. Todos estos prospectos son inmunes al peligro, ya que
es la clase trabajadora la que está en el poder y los organizadores de los fideicomisos solo
van a enseñar a los que sean estudiantes diligentes.
5.
¿Pero es
realmente cierto que esta política (defendida por el camarada Lenin) no es
peligrosa? ¿Qué está ocurriendo actualmente con este tipo de
"construcción del socialismo" y qué puede pasar en el
futuro? Creemos que este es un camino muy peligroso y no es en absoluto un
atajo hacia ningún tipo de socialismo.
Sobre todo,
en respuesta a quienes piensan que la
transición al socialismo es una simple cuestión de nacionalización de la industria, hay que decir que tal nacionalización considerada en sí
misma, como una transición de una
industria al estado de propiedad estatal, es todavía no cualquier tipo de
socialismo. En Prusia, los ferrocarriles
en su totalidad han pasado a manos del Estado, pero nadie piensa que eso
signifique que una medida de este tipo signifique la transición hacia el
socialismo.
Para que la nacionalización posea tal significado
para el socialismo, para que se convierta
en socialización, es necesario ante todo que la organización de la economía
en las industrias nacionalizadas esté de acuerdo con los principios
socialistas, que ponga fin al poder del estado mayor general de la capital y se
encarga de que la construcción de una nueva estructura no ofrezca ninguna
posibilidad para la resurrección del poder de ese estado mayor; en segundo
lugar, es necesario que el poder social en manos del cual pasa la
propiedad de los medios de producción, sea un poder proletario. Pero,
¿cómo podemos mantener estos dos supuestos o puntos de partida?
En cuanto al
segundo punto de partida, lo tenemos a mano. Hasta ahora hemos tenido una dictadura del proletariado y los
campesinos pobres. ¿Los mantendremos en esta posición en el estado? Si
la pregunta se formulara en términos de la "amenaza que nos plantea el
peligro de que la banda de intelectuales llegue a algún tipo de acuerdo con
la burguesía kadet" [9].para que nos puedan arrebatar el
poder ", entonces la respuesta sería negativa. Sin embargo, si nos
preguntamos si las tendencias degenerativas de la dictadura
proletaria-semiproletaria no son un legado político de las masas semiproletarias-pequeñoburguesas,
entonces el La pregunta debe ser respondida afirmativamente. Tal peligro sí que
nos amenaza, como se ha explicado en las "Tesis sobre el momento
presente" “Tesis
sobre la situación actual” [10].que también se imprimen en este número: las
consecuencias económicas e internacionales del tratado de paz evocaron una
tendencia de este tipo, y el peligro sólo podrá evitarse mediante una política
de clase decidida y la construcción igualmente decidida de un socialismo
puro. La clase obrera fortalecería así su base social, sus cimientos, que
ahora han sufrido un daño significativo; de esta manera se organizará y
aumentará su propia fuerza. Pero si no sigue nuestro consejo, si se deja
liderar por la otra facción (la facción
de Lenin), entonces la degeneración del poder político gobernante en Rusia,
así como el poder de los soviets, es inevitable. Es por eso que la
respuesta a la pregunta de si tendremos un gobierno ( Vlast) en el
que la nacionalización sería un paso hacia el socialismo, dependerá de cómo se
organice la producción: si se emplean principios socialistas en la organización
de la producción y si esta organización de la producción educará y organizará
al proletariado de manera socialista. Por tanto, debemos manifestar
nuestro desacuerdo con la opinión sobre la forma de organización de la producción
propuesta por la mayoría del partido. Su
disfraz legal externo es la nacionalización. Diremos abiertamente que,
en sí mismo, esto todavía no implica ningún tipo de socialismo. La forma
de la corporación comercial, bajo la cual el estado confía debe ser
encubierto de acuerdo con las propuestas que están discutiendo la mayoría, es
en su forma un vástago de la época del capital financiero y el capitalismo
de Estado. La
corporación es la forma más adecuada para la fusión de los bancos y la
industria emprendida por el capital financiero.
[9] Los miembros del Partido "Constitucional Democrático".
[10] " Tezisy o Tekuscem momente ",
publicado en el
mismo número de The Communist que este artículo, págs. 4-9.
En cierto
sentido, esta forma podría incluso ser un recurso temporal (aunque en nuestra
opinión no es en absoluto temporal). De ninguna manera es un expediente
temporal que el "dinero de la corrupción" se entregue a los
organizadores de los fideicomisos en forma de reclamaciones sobre la
deuda estatal. [11]Si este
endeudamiento se incurriera en dinero pagado a personas que tenían experiencia
en tales transacciones de crédito o tenían experiencia como organizadores y
empresarios, entonces el gasto tomaría la forma de una lucrativa compensación
personal. Sin embargo, las acciones de la empresa se compran a una clase
en particular y el dinero de la corrupción (más precisamente, el precio del
rescate) se le da a esta clase en su conjunto. A esta clase se le otorga
así una concesión que aumenta su influencia social, por un lado; por otro
lado, se apuntala la conexión con quienes se forman con su clase, la
burguesía. Ya no aparecen únicamente como empleados de la república
soviética, sino también como representantes del capital financiero. Casi
ineludiblemente, su actividad como representantes oficiales de los tenedores de
la deuda estatal está ligada a los fideicomisos del futuro. Pero dado que estos tenedores de la deuda
estatal serán en realidad los banqueros extranjeros que ya eran anteriormente
accionistas importantes de las corporaciones rusas, y con la ayuda de los
cuales los Meshchersky [12]
[11] Esto se indica mediante la
entrega de una parte de las acciones a los principales banqueros y otras
condiciones de este tipo.
[12] Meshchersky
fue un famoso magnate del hierro y el acero. En marzo de 1918 presentó una
propuesta al gobierno bolchevique para que formara y controlara, junto con
otros magnates, la confianza de la industria de los
trabajadores del metal al cincuenta por ciento. Esta propuesta y su cálida
acogida por parte del gobierno generó una violenta oposición entre los
comunistas de izquierda. Véase Edward Hallett Carr, La revolución bolchevique 1917-1923, vol. II, Londres, 1952, págs.
88-89.
La Revolución Bolchevique (1917-1923) / Edward Hallett Carr
http://www.blr.larioja.org/content/la-revoluci%C3%B3n-bolchevique-1917-1923-edward-hallett-carr
Edward
Hallett Carr: La revolución rusa: De Lenin a Stalin (1917- 1929)
1917-2017:
E.H. Carr y la Rusia soviética
https://kaosenlared.net/1917-2017-e-h-carr-y-la-rusia-sovietica/
La Historia según
E. H. Carr
https://www.sinpermiso.info/textos/la-historia-segun-e-h-carr
y los otros
"organizadores de los fideicomisos " llegaron a la
Arriba, está claro que, teniendo en cuenta todos estos hechos, debe existir la
conexión más íntima con el capital financiero extranjero (especialmente con el
capital financiero alemán). Es por eso que el sistema de emisión de deuda
estatal y el establecimiento de corporaciones no es un expediente temporal ni
una cuestión de azar. No: al contrario, para los organizadores de
los fideicomisos son elementos necesarios de un negocio
estrictamente ligado al capital internacional, un pequeño punto de apoyo desde
el que un capital internacional rejuvenecido comenzará a incursionar en la industria "socializada". En
Rusia ya existe el peligro de que nuestros "maestros" no nos ayuden a
construir el socialismo, sino que, por el contrario, nos prepararán
subrepticiamente para una confianza puramente capitalista que representará los
intereses de su propia clase.
Pero todo
esto es simplemente la capa exterior de la conexión con el "mundo
exterior" capitalista. Es cierto que avanzar en esta dirección está a
la orden del día, ya que los tentáculos de los banqueros extranjeros y las
bayonetas de las coaliciones imperialistas al servicio de esos banqueros nos amenazan
por todos lados, desde el mismo momento en que cada y toda conexión con el
capital extranjero puede resultar en una concesión-entrega especialmente
peligrosa. Sin embargo, como dijimos, este es solo un aspecto
externo; el aspecto realmente
importante del problema es que, en la organización interna de la producción, la
dictadura debe permanecer en manos del estado mayor del proletariado y no de
los capitalistas.
¿Qué tipo de
situación surgirá de estos presupuestos? Uno muy dañino. Se
recomendará a las masas proletarias que se conviertan sobre todo en
trabajadores sometidos a sus oficios, técnicos en el sentido tecnocrático de
este término. "Dediquen la atención en primer lugar a su trabajo,
déjese convencer por los imperativos pequeñoburgueses": esto es lo que se
les recomendará hacer a partir de ahora. No se preocupen por el control de
su trabajo ni por el significado de su actividad. Para eso están los
organizadores de su industria. Su tarea social se reducirá a participar en
las elecciones a las instituciones que defenderán sus intereses y que ayudarán
a mantener la "disciplina laboral" y el orden en los lugares de
trabajo, mientras que los trabajadores permanecerán pasivos. Por tanto,
también está claro que el carácter autocrático de las funciones de gestión va de la mano de su centralización. Los
gerentes tienen plenos poderes y todo el derecho a exigir completa
obediencia. Es así como se consigue la autodisciplina y el orden (ver el
decreto sobre la gestión de los ferrocarriles).
¿Estarán preparadas las
fracciones minoritarias de los trabajadores, que se encuentran junto a los
empresarios capitalistas en los puestos directivos de los trusts,
para asegurar al proletariado el poder real de constituir el Estado Mayor al
mando de la producción? Dudamos seriamente de que así sea, ya que el
proletariado como clase ha sido reducido a un elemento pasivo, un objeto, más
que el sujeto de la organización de la producción y el trabajo. El
personal directivo de la clase trabajadora solo puede ser fuerte a través de su
unidad directa con las masas activas. La burocracia de la clase obrera,
sin embargo, sólo jugará el papel de estudiantes pasivos de los señores
representantes del capital, y como mucho podrá aspirar a ser susceptible a las
peticiones "concretas" del tipo Smiles. [13] Aquí, también, hay un punto de
apoyo muy efectivo para que el capital financiero lo utilice en un intento de
recuperar sus antiguas posiciones (especialmente en su poderosa presión de
países extranjeros).
[13] Samuel Smiles (1812-1902),
periodista y financiero escocés.
Finalmente,
también debemos mencionar un tercer punto de apoyo. Con el fin de acentuar el celo
de los trabajadores por el trabajo duro, se está introduciendo el estudio de
tiempos (un medio para medir la producción posible del trabajador por hora, es
decir, el Sistema de Taylor). [14]
[14] En
la actualidad lo que realmente interesa a los responsables de esta "nueva
orientación" es el aspecto puramente económico del Sistema Taylor, más que sus
aspectos positivos y organizativos.
Ya hemos
mencionado el impacto de estas formas de pago de salarios en la conciencia de
los trabajadores y su unidad de clase. Estas formas salariales fueron
creadas por el capital para destruir la solidaridad proletaria. Conducen a
la competencia y la división dentro de la clase trabajadora. Conducen a un
énfasis excesivo en los intereses personales y egoístas en contraposición a los
intereses generales de clase. Transforman a los trabajadores en pequeños
tenderos que venden su fuerza de trabajo a bajo precio; son el mejor medio
para introducir una mentalidad pequeñoburguesa y difundir esta mentalidad entre
las masas obreras; y, finalmente, son la forma más eficaz de transformar a
los trabajadores más alertas e inteligentes en meros pequeños
empresarios. Estas formas salariales capitalistas obligan a los
trabajadores a dedicar toda su atención a sus trabajos, a su trabajo en las
fábricas, y alejarlos de cualquier
consideración de sus deberes sociales. El trabajador está obligado a
"exprimir" tanto como sea posible su trabajo diario; después de
trabajar tantas horas como sea posible a destajo, no tiene ni el tiempo ni la inclinación para ocuparse de las cuestiones
más amplias de los asuntos sociales. Si se tiene en cuenta lo
agotadores y agotadores que son hoy los puestos de trabajo de los trabajadores,
hay que decir que la introducción de todos estos incentivos capitalistas
resultará en un aumento significativo de la pasividad e inactividad del
proletariado ruso como clase. Esto entraría en vigor muy rápidamente porque,
por un lado, el imperialismo mundial nos está presionando con toda su fuerza.
Ni siquiera
queremos discutir cómo se desarrollará todo esto: por un lado, considerando la
situación de los trabajadores desempleados; y, por otro, teniendo en
cuenta las relaciones entre los trabajadores ocupados y desocupados. Mire
donde mire se ve un panorama lúgubre: el proletariado no sólo está dividido,
una parte de él se ha separado -la
aristocracia obrera en el terreno de la política y los pájaros del mal
augurio que los envidian- sino que también se caracteriza por
pasividad. En medio de tales circunstancias, los llamados servicios
realizados por los capitalistas con respecto a la organización de la producción
prometen rendir poco que sea bueno.
6.
¿Cuáles son
los supuestos beneficios, en general, que promete esta nueva
política? Supongamos que los trabajadores lo aceptan (aunque la
introducción en las fábricas de los antiguos administradores, los viejos
opresores y saboteadores, bajo el control del poder soviético, es
extremadamente improbable). Les prometerá, sobre todo, el fortalecimiento
de las posiciones de los capitalistas. El fin del "período
difícil" de la destrucción del orden burgués significará básicamente el
comienzo de concesiones a los maltrechos restos de la burguesía
derrotada. E incluso si esto no fortalece las posiciones de la burguesía
rusa, significa abrir subrepticiamente las puertas traseras al capital
internacional. El imperialismo alemán está intentando abiertamente abrir
estas puertas y, para ello, ha comprado cientos de empleados y "
La forma de
organización de las industrias estatales mediante su fusión en un fideicomiso., emisión de deuda estatal, centralización
burocrática, disfraz de corporación. Todas estas políticas facilitan
la infiltración de capital financiero extranjero, ya sea bajo la forma de capital alemán "malo" o de capital estadounidense "bueno". El poder absoluto
de los escalones más altos de este estado mayor, el cincuenta por ciento de los
cuales son titulares de patentes, se transformará gradualmente en el poder del
estado mayor de la capital. Si se tienen en cuenta las demás
circunstancias que conlleva tal línea política, se entenderá que todo el
sistema podría atravesar una etapa conducente a la resurrección del capitalismo
de Estado en Rusia,
incapaz de germinar en el suelo putrefacto de la autocracia zarista. (incluso
si hubo una fuerte tendencia a la descomposición en la Revolución Rusa.
El
proletariado ruso debe seguir un camino diferente, el camino que refuerza su
poder activo como clase, su capacidad para asestar poderosos golpes contra los
ladrones internacionales y su impacto en el desarrollo y éxito de la revolución
internacional, la gran y definitiva liberación del yugo del capital. Este
camino se llama construir el socialismo puro con las fuerzas del propio
proletariado, sin la tutela de los maestros capitalistas.
Discutiremos
este camino en un artículo posterior.
(Continúa
a continuación)
II
1.
No
defendemos el punto de vista de la "construcción
del socialismo bajo la dirección de los organizadores de los trusts”. Defendemos el punto
de vista de la construcción de la sociedad proletaria por la creatividad de
clase de los propios trabajadores, no por el ukase de
"capitanes de industria". ¿Cómo caracterizaríamos las tareas y
métodos de este tipo de construcción?
En primer
lugar, conviene una aclaración: el
proletariado debe crear el socialismo. Sin embargo, existe una gran
falta de conocimientos técnicos y de agentes capacitados para construir una economía socializada, no solo entre el
proletariado ruso, sino también entre el proletariado de Europa
Occidental. El trabajador en la sociedad capitalista (y nosotros venimos
de esa sociedad) es un trabajador, un simple soldado raso en el ejército
industrial. Los oficiales de este ejército son los ingenieros. Además,
el "gran ejército de trabajo" recuerda claramente (para continuar con
nuestra analogía con la organización militar) las compañías militares de
ingenieros, zapadores y constructores de puentes, y las unidades especiales de
electricistas, en las que los oficiales no son solo autoridades que dar
órdenes, pero también especialistas calificados en sus propios campos de
especialización. Sin ingenieros y otros especialistas capacitados, no se
puede organizar la industria socialista a gran escala. En una sociedad
socialista desarrollada, los trabajadores, aunque no todos se convierten en
ingenieros, son "técnicos de rango medio". Sin embargo, esto
vendrá más tarde; en la actualidad, todavía tenemos que enfrentar la vieja
sociedad y su división del trabajo, así como su aumento de las filas de los
trabajadores calificados que ahora forman un grupo especial y privilegiado.
Por eso
tenemos que hacer que este último grupo funcione de tal manera que el
"estado mayor" de producción quede en manos de la clase obrera. La
organización de la producción debe garantizar la supremacía de la clase
trabajadora. La organización del trabajo debe favorecer el desarrollo de
la autonomía de clase y la actividad del proletariado. Toda persona que
tenga algo que ver con la producción debe permanecer bajo la influencia de la
clase proletaria y debe estar imbuida de la atmósfera de la economía
socialista.
Los
ingenieros deben pasar de ser servidores del capital, personas que explotan la
plusvalía y miembros de la masonería del capital financiero, a ser ingenieros
que trabajan por el interés de toda la sociedad. Este tipo de ingeniero
existe incluso en algunas partes de la sociedad capitalista. Actualmente,
debido a nuestro subdesarrollo, existe en Rusia el ambiente perfecto para este
tipo de existencia. Los ingenieros de las principales centrales eléctricas
estatales, los ingenieros de carreteras, canales, minas e industrias
manufactureras recuerdan a este tipo de ingenieros. Los ingenieros
agrónomos de los Zemstvosse acercan aún más a este tipo: comprenden
un elemento que se adapta muy bien a la organización de la economía
socialista. Una gran proporción de ellos, si fueran colocados en el suelo
del nuevo orden social, romperían rápidamente sus relaciones con la mentalidad
de clase de los antiguos gobernantes de la producción. Por eso (siempre en
menor medida) también se puede decir de los ingenieros que la generación más
joven, que aún no se ha convertido en "hombres de orden", y está
menos acostumbrada a participar en el lucro, podrá participar en la
organización técnica de la economía socialista, si se inserta en el nuevo orden
social y permanece bajo los nuevos patrones. Y entre los
"novatos", entre los jóvenes ingenieros que hasta ahora se han
dedicado al sabotaje del nuevo orden, también encontraremos técnicos
útiles y organizadores activos, que no habrían podido prosperar bajo el dominio
de la jerarquía capitalista. La "intelectualidad" empieza a
renunciar al sabotaje de la forma más resuelta. Y es renunciar al sabotaje
no solo para enfocarse en reorganizar el nuevo orden. Una nueva dimensión
está emergiendo en su ideología: como grupo social, la
"intelectualidad" comienza a comprender que el proletariado tendrá
que pagarlo, en un futuro previsible, tal vez incluso más de lo que la
burguesía hubiera pagado. El nuevo orden es algo que ofrece ciertas
ventajas para la intelectualidad. Es por ello que el nuevo orden ofrecerá
a todos aquellos que sean técnicos cualificados mayores posibilidades de
desarrollo: la "renta diferencial de la habilidad" Siempre fue
una buena forma de hacer dinero para la "intelectualidad". El
pensamiento creativo, así como las capacidades organizativas, entenderán que
las puertas están abiertas para ellos, y esto satisface las necesidades
profesionales de la "intelectualidad" como grupo de producción.
El
proletariado debe comprar las fuerzas de la intelectualidad sin codiciar el
beneficio personal. Debe hacerlo como un jefe sensato. En cualquier
caso, el salario debe ser estrictamente personal, en el marco del concepto de
fuerza de trabajo especializada, pero nunca debe tomar la forma de acciones y
derechos sobre el endeudamiento del Estado entregados a los ingenieros de
manera que constituyan "dividendos" pagado sobre las ganancias
", con la subsiguiente creación de un fideicomiso semi-estatal,
semi-capitalista. De lo contrario, se habrá establecido un punto de apoyo
de acceso para el capitalismo de Estado
y, mucho más grave, posibilitará la convergencia material y psicológica de la
"intelectualidad" con el capital financiero. Por el contrario,
el ingeniero durante la transición al socialismo debe ser una persona activa en
los intereses de la sociedad, y si bien recibe un salario personal alto, no
necesariamente tiene un derecho permanente a este último debido a la
competencia de ningún otro colega suficientemente capacitado.
¿Qué pasa
con la situación general del trabajador? ¿En qué debe consistir esta
situación? No nos interesa aquí el aspecto material, debido a que después
de la Revolución de Octubre el proletariado alcanzó un nivel normal de
existencia humana (donde esto no fue impedido por la desorganización del
sistema de abastecimiento de alimentos y la escasez de mercancías); esta
existencia humana normal será igualmente el caso en el futuro. Lo que nos
interesa aquí es la influencia y el papel del proletariado en la organización
de la producción.
La clase
obrera en su conjunto debe ser dueña de la producción. Naturalmente, los
trabajadores de una empresa individual no pueden ser los propietarios de esa
empresa. En cuanto a esta última tesis, hay un acuerdo absoluto tanto de
la derecha comunista como de la izquierda. Nos reservamos la discusión
sobre la organización de la gestión de las empresas [15].hasta más tarde. Empezaremos por
subrayar, sobre todo, que la organización del trabajo no debe transformar en
ningún caso al trabajador en un mero servidor de la máquina, una fuerza
mecánica, cuya tarea principal consistiría más que nunca en producir. La
organización socialista del trabajo pone el trabajo "concreto", el
trabajo consciente de la creación, al servicio de la sociedad en la producción
de bienes útiles. No sólo debe asegurarse al trabajador la oportunidad de ejercer todos sus derechos y deberes
"burgueses-republicanos"; También, y sobre todo, debe
convertirse en un experto con una ética profesional elevada, debe tener todas
las oportunidades para avanzar en el dominio de la parte técnica de su trabajo
y, por lo tanto, debe estar obligado a aumentar la producción de su trabajo
fuerza mecánica y física.
[15] Siempre usamos la palabra
" predpriyatie " (empresa) para designar una unidad
de producción (fábrica, complejo industrial, mina, etc.). Y usamos esta
palabra porque no existe una palabra rusa que corresponda a la palabra alemana,
" Betrieb ", que se refiere exclusivamente a una
unidad técnica de producción, y no tiene el alcance más amplio de la
"empresa" capitalista.
Visto desde
el punto de vista de la organización social del trabajo, los salarios a destajo
y los estudios de tiempos parecen ser profundamente inadecuados. En
oposición a estas políticas, cabe señalar que el establecimiento de cuotas de
producción en conexión con un salario por hora (salario que asegura una
existencia normal) no solo es suficiente, sino que también afecta el honor del
trabajador que labora en el servicio de la sociedad; y ahora todo
proletario estará al servicio de la sociedad. Una gestión de la producción
cuidadosamente pensada y ajustada a las competencias de un hombre medio es,
para el trabajador, una cuestión de honor profesional y de su deber como
ciudadano. El trabajo que se realiza de forma ordenada, sin eludir, sin
descuidos, es en adelante también una cuestión de honor. Quien no se
someta en este sentido a las cuotas establecidas por las organizaciones de los
trabajadores, está cometiendo consciente o inconscientemente un sabotaje contra
el socialismo, que debe ser sancionado por los tribunales obreros con el mayor
rigor. Para los hombres sin sentido de camaradería y para los huelguistas
no hay lugar entre sus compañeros de trabajo.
Pasamos de
la confianza al instinto de clase, a la iniciativa de clase activa del
proletariado. No puede ser de otra manera. Si el proletariado mismo
no sabe cómo crear los requisitos previos necesarios para la organización
socialista del trabajo, nadie puede hacer esto por él y nadie puede obligarlo a
hacerlo. El palo, si se levanta contra los trabajadores, se encontrará en
manos de una fuerza social que está bajo la influencia de otra clase social o
está en manos del poder soviético; entonces
el poder soviético se verá obligado a buscar apoyo contra el proletariado de
otra clase (por ejemplo, el campesinado), y así se destruirá a sí mismo como
dictadura del proletariado. El socialismo y la organización socialista
deben ser establecidos por el mismo proletariado, o no se establecerán en
absoluto; otra cosa será el capitalismo
de estado.
2.
Los camaradas
que recientemente (en las páginas de Izvestia CIK e Izvestia
Moskovskago SRD ) [16] han expresado con tanta pasión
su desacuerdo con la afirmación de que existe la necesidad de un aumento en la
"productividad del trabajo" han sido víctimas de una muy seria error,
y he pasado por alto una circunstancia muy importante.
[16] "El periódico del Comité Ejecutivo
Central" y "El periódico del Soviet de diputados obreros de
Moscú"
El error de quienes proponen elevar
la productividad del trabajo mediante la introducción de salarios a destajo, jornadas
más largas y otras medidas capitalistas similares, consiste en el hecho de
que confunden la productividad del trabajo
con la intensidad del trabajo. La productividad
del trabajo, es decir, su capacidad de producir más o menos producción en
una determinada unidad de tiempo, depende de tres factores principales: las
herramientas y los medios de producción que utiliza el trabajador; su
habilidad; y, finalmente, la intensidad de su trabajo. El salario a
destajo aumentará sobre todo la intensidad del trabajo. Una jornada
laboral más larga aumentará no la productividad del trabajo, sino la de la
empresa considerada como una totalidad técnica, y reducirá la intensidad del
trabajo (y por la misma razón aumentará el número de
"desempleados" o al menos obstaculizar su empleo en las
fábricas). En un grado apenas significativo, el salario a destajo podría
incrementar el nivel de habilidad de los trabajadores, que, sobre todo, aumenta
con una experiencia profesional más amplia por parte del trabajador (profesional'noi
Kul'turnostii ), con una correcta organización de la producción y con
la elevación de la conciencia social.
El punto más
importante que los colaboradores de Izvestia han pasado por
alto, sin embargo, es el hecho de que las condiciones previas más importantes
para aumentar la productividad del trabajo son el buen estado de las
herramientas y los medios de producción, el correcto funcionamiento de las
buenas máquinas que se tratan con cuidado y mantenido con los materiales
adecuados. Todas estas condiciones objetivas tienen una influencia directa
sobre los factores de la productividad del trabajo o, como dice Marx, el funcionamiento
de la maquinaria arrastra al trabajador consigo. El funcionamiento rápido
y regular de las máquinas obliga a incrementar tanto el nivel de habilidad como
la intensidad del trabajo, y que el proceso de trabajo debe mejorarse tanto
cuantitativa como cualitativamente. Para
los capitalistas, esta es una de las formas en que obtienen plusvalía.
Y habiendo
llegado a este punto, se nos ocurre la siguiente pregunta (que de ninguna
manera mencionamos simplemente en un intento de "justificar lo que hagan
los trabajadores"): ¿está el aparato de producción en buen estado de
funcionamiento en Rusia? ¿Nuestras máquinas están en pleno funcionamiento
y son capaces de hacer lo que fueron diseñadas para hacer? ¿Se operan y
mantienen adecuadamente con respecto a las materias primas, combustible,
lubricantes, etc.? ¿No es la falta de todas estas cosas, el deterioro y
desgaste de las máquinas, el desorden en los aparatos de la fábrica, las
constantes interrupciones de la producción por escasez de materias primas y problemas
similares, una de las causas más importantes, o ¿Quizás la causa más importante
de la disminución de la producción en la industria y del trabajo en general?
Tenemos que
responder afirmativamente a todas estas preguntas. Basta echar un vistazo
superficial para observar los esfuerzos sobrehumanos desplegados por los
comités de empresa en las fábricas textiles en sus intentos por obtener
algodón; en el sector metalúrgico, metales y carbón; en las minas, la
industria maderera y las refinerías de gasolina, en todos los sectores y todas
las industrias productoras de medios de subsistencia; por eso la cuestión
fundamental de nuestro tiempo es la organización de la producción y del
intercambio dentro de la sociedad.
Todos estos
defectos en el dominio de los prerrequisitos materiales de la producción
conducen no solo a una disminución de la productividad, sino también a una
reducción de los niveles de calificación y la intensidad del trabajo de los
trabajadores. Estas circunstancias colocan al trabajador en la trágica
situación de "no trabajar realmente, pero tampoco se le permite no
trabajar", y esto contribuye en gran medida a desorganizar a los
trabajadores como agrupación profesional, los acostumbra a un ritmo de trabajo
perezoso, los coloca en una posición en la que se ven obligados a trabajar
"a corto plazo", y esto es tanto más cierto en la medida en que el
corto plazo es estándar en muchas fábricas y durante períodos de tiempo
considerables. En estas condiciones, ¿Son estas interrupciones del
proceso laboral y estos permisos que duran un mes y medio o dos meses
profesionalmente ventajosos para el trabajador? Ciertamente hay motivos
para dudar de que sean ventajosos.
Es necesario
organizar la producción. Es necesario organizar el intercambio dentro de la
sociedad, supervisarlo y asignarlo. La organización de la producción es la
base material de la organización del trabajo. El "ser" técnico
determina la conciencia profesional. Y aunque los factores subjetivos
tienen un papel autónomo en la determinación de la productividad del trabajo,
ellos mismos están determinados sobre todo por la realidad objetiva (por la
condición de la parte "muerta" de las fuerzas
productivas). Además, estos factores objetivos, este funcionamiento de la
parte muerta del proceso industrial, condicionan dos tercios o tres cuartos de
la productividad del trabajo.
Si a los
trabajadores se les predican llamados a trabajar más y a ejercitar la
"autodisciplina" como tareas primarias, entonces esto es perjudicial,
porque implica la mecanización del proletariado, un proletariado cuyo deber más
importante ahora, sin embargo, es emplear todos sus poderes vitales,
sociales y organizativos [17] . Tales llamamientos y
predicación desvían la atención del tema más importante, es decir, la
organización de los factores decisivos de la productividad del trabajo.
[17] Es interesante, en relación con
este punto, señalar que dondequiera que estos poderes vitales rompan el
caparazón del desorden material y organizativo, la productividad del trabajo
aumenta por sí misma y se logra la "autodisciplina", sin cualquier
decreto. En el complejo industrial Gartman, en Lugansk, donde se organizó
rápida y eficazmente el consejo económico local, donde los ingenieros
colaboraron con los trabajadores, donde se les enseñó a comprender (después de
increíbles esfuerzos) la necesidad de materiales para la productividad, la
gestión del proceso laboral en este complejo fabril nacionalizado ha logrado en
marzo una producción de trece locomotoras, frente a las tres locomotoras
mensuales que era la media del otoño anterior.
3.
Pero, ¿qué
evidencia de esta organización encontramos hoy? Tácticas dilatorias
burocráticas, decretos que no dicen nada, proliferación de comisarios con
plenos poderes extraordinarios, despilfarro sin controles presupuestarios por
un lado, y codicia desenfrenada y un sistema de engaño formal en la concesión
de medios. Y que necesitamos Trabajo constructivo vital y
organizativo, dirigido e inspirado por el proletariado e impregnado del
espíritu refrescante del socialismo. Este espíritu es necesario en las
provincias, en las fábricas (organización de la gestión de las empresas) y en
las instituciones centrales (organización de los comités
directivos). También necesitamos simplificar y regular el financiamiento,
y esto se puede lograr siguiendo dos caminos: uno conduce definitivamente a la
nacionalización de los bancos, y el otro, igualmente claro, conduce a la nacionalización de la industria. Finalmente,
será necesario un plan de trabajo para la economía, un plan que debe ser
implementado de manera resuelta y consciente de acuerdo con una meta
establecida.
Una de las tareas
más importantes consiste en la organización de una red articulada de múltiples
instituciones reguladoras; en lenguaje corriente, una red de soviets
locales, sobre todo de distritos, que deben encargarse de crear en sus
proximidades grandes redes de pequeñas organizaciones que emanan de ellos como
secciones.
El consejo
supremo económico fue en el pasado blanco de una implacable y constante campaña
de persecución por parte de un sector de compañeros de partido, quienes,
llamando la atención sobre la defectuosa organización de estos consejos y su
impotencia, atacaron esta forma de organización. Y no hace mucho, el
camarada Lacis, que se considera profesor de "la ciencia general de la
organización", en el CiK de Izvestia pidió un recorte de
los derechos del consejo económico supremo, con el fin de restituir a las
distintas autoridades su separación de funciones económicas, que anteriormente
fueron sometidas a un intento de concentrarlas en el consejo económico supremo.
Por
supuesto, no se puede negar que, a fines de enero, este consejo económico
supremo estaba muy mal organizado, lo que se agravó aún más con la salida de
algunos de sus miembros más importantes. Además, había causas locales de
desorganización y por eso la situación era particularmente grave en ese
momento. Pero la principal causa de su debilidad consistió en que el
concejo está desconectado de las provincias, carece de instituciones locales y,
además, no delega su labor en estas últimas.
Era (y sigue
siendo) una camarilla profesional puramente elitista: en ella participan los
representantes de los diversos comités centrales de los sindicatos de toda
Rusia, es decir, la burocracia sindical que había surgido de su anterior
posición de clase en el los puestos de los niveles inferiores y los representantes
de las autoridades. Pero no hay representación de las organizaciones
económicas locales, no hay organización interna, y no hay instrucciones de
ningún tipo para crearlas. Y como resultado de estas deficiencias, el
consejo económico supremo queda flotando en el aire, aislado de las fuerzas y
necesidades locales y, por lo tanto, se está convirtiendo cada vez más en una
burocracia de compinches y personas de adentro.
Los soviets
de distrito no son así en absoluto. Solo hace falta darles alguna dirección
(que se acomete fundamentalmente con el envío de un instructor del centro), y
desde ese mismo momento el trabajo comienza en un equipo con una gran red de
organizaciones locales, y también comenzando en el mismo tiempo para realizar
tareas vitales y muy concretas. El soviet del distrito de Jarkov, que
mientras tanto ha sido destruido por la invasión alemana, puede servir de
ejemplo, en el que, en un mes, después del congreso distrital dedicado a la
educación, colaboró con dieciocho soviets locales, y su trabajo fue llevado a
cabo de forma seria y correcta.
La
organización del soviet de Jarkov podría ser un modelo para la creación de
instituciones similares y, por lo tanto, nos gustaría describirlo
brevemente. Sobre todo, el aparato del soviet abarca, después de una
cierta modificación, no sólo las instituciones especiales y los comités que se
ocupan de la regulación de la economía, sino también todas las autoridades
"económicas" de un distrito. Los comisarios de distrito a cargo
del suministro de alimentos, el tráfico, los consejos económicos, las finanzas
y el trabajo, son también necesariamente los representantes de la sección
correspondiente del soviet. Las instituciones dependientes de estas
últimas comprenden el aparato técnico de las secciones. El representante
responsable de toda la economía del soviet es el comisario de economía de
distrito, que también dirige el departamento "general" del soviet, es
decir,
De esta
manera, todas las instituciones que regulan la economía se agrupan en un solo
punto y se logra así la unidad total en lo que respecta a la organización de la
economía. No necesitamos enfatizar lo importante que es esto.
Además de la
sección "general", entre las secciones que también son comisarías y
entre algunas que fueron simultáneamente otras dos comisarías, también hay tres
secciones con tareas en común: personal técnico; estadístico, finanzas e
inspección; y asuntos legales. También pertenecen al soviet una serie
de departamentos de producción: el departamento de carbón, de minas de hierro,
de sal, de químicos, de metalurgia, etc. La composición de estos departamentos
es de dos tercios de trabajadores calificados de cada sector de producción, y
un tercio de ingenieros. Estos trabajadores y empleados son elegidos por
el congreso distrital de sindicatos y el comité de empresa [18].y compuso en su totalidad el pleno
del soviet. Los presidentes de los departamentos de producción son
elegidos por el pleno. La sesión conjunta de representantes de todas las
secciones constituye la Mesa del soviet, que dirige toda la economía del distrito
de una manera muy directa. Esta Oficina unifica así a todos los comisarios
de la "economía" ya todos los dirigentes de los distintos sectores
productivos.
[18] Posteriormente se propuso elegir el
pleno del congreso entre los consejos económicos de cada sector (incluidos
naturalmente los representantes de los sindicatos).
Así, los
soviets están obligados, y en realidad son incapaces de hacer otra cosa, a
realizar sus tareas de manera eficiente y a reunir una fuerza organizadora
creativa y general para la totalidad de los comités y grupos que los
componen. Y este es el caso por lo siguiente: 1., concentran en sus manos todo el trabajo de construir la
economía; 2., se mantienen en
contacto directo con la praxis y actúan de acuerdo con las realidades locales a
través de los colegios de producción y los trabajadores de todos los oficios y
los ingenieros (que a su vez también son miembros de los sindicatos); 3., se organizan de acuerdo con los
principios del puro "centralismo democrático" y de gestión colegiada,
y no de acuerdo con los principios del
centralismo burocrático (es decir, el centralismo basado en los sindicatos.
Los soviets
de este tipo deben crear (y esto está ocurriendo ahora) una buena organización
de especialistas: una organización estadística de las industrias para la
preparación de presupuestos con respecto a los costos, la ubicación y el
momento de su colaboración con la institución central, asignación de los
productos, organización técnica de la producción, etc.
Solo cuando
tales instituciones se creen en los sectores importantes de la Rusia soviética
que aún permanecen intactos, solo cuando a estas instituciones se les permite
participar en sus propias iniciativas, solo cuando el consejo económico supremo
es elegido por los congresos de estas instituciones y los miembros de sus
instituciones. Los plenos son elegidos
por órganos compuestos por al menos dos tercios de representantes de la clase
trabajadora local, solo entonces las actuales flaquezas de nuestras
instituciones directivas comenzarán a desaparecer. Entonces el consejo
económico supremo ya no estará flotando en el aire; se unirá a las
organizaciones locales, dejando de ser una camarilla cerrada. Entonces ya
no se verá envuelto en pequeños detalles. Su tarea consistirá en redactar
orientaciones generales, planes generales de producción, propuestas de costes y
pedidos, y se verá privado de gran parte de su poder para tomar las
decisiones. En consecuencia, los trabajadores comenzarán a observar cómo
aparecen el orden y la organización, cómo son razonables las decisiones de las
instituciones centrales. El "separatismo"
y el "sindicalismo" desaparecerán, ya que prosperan en un entorno
de colapso de las redes organizativas y como resultado de la amarga experiencia
de tantas peticiones arrojadas a la papelera en los altos cargos de la
burocracia.
Como
resultado, no más trabajos cómodos en un sistema cerrado de regulación
socialista de la economía, y no más poderes de distribución para ciertas
"autoridades" independientes (y por lo tanto burocráticas); en
cambio, la construcción del sistema de abajo hacia arriba y la delegación de
tareas de arriba hacia abajo.
En este
punto debemos enfatizar que todo este sistema solo puede implementarse de
manera clara si los bancos y la industria son nacionalizados
agresivamente. Sólo una política concebida en estos términos nos da la
oportunidad de: 1. Deshacernos del
gruñido organizativo de las comisiones de control obrero, que no ofrecen
ninguna posibilidad a la organización de la dirección de las industrias desde
el nivel local ni ¿Sirven de alguna manera para preparar presupuestos unitarios
de costos y planes? [19]2. liberarnos de los métodos duales de
financiación, que generan confusión en los soviets; 3., alejarnos más de formas capitalistas completamente superfluas,
formas de "disfraz" que impiden el trabajo fructífero, y formas de
concesión de préstamos mediante canje, de pignoración de mercancías, etc .; 4., prevenir la dualidad y
confusión antes mencionadas mediante el registro de mercancías, organización
técnica, etc.
[19] Las comisiones de control son
en la época del predominio absoluto de la clase obrera un remanente que no
favorece el desarrollo de la iniciativa personal y organizativa del
proletariado, sino que la inhibe . Lo único que quedará
de nuestras actuales comisiones de control serán las funciones de fiscalización
que ejercen sobre las comisiones de control. Los trabajadores de las fábricas
deben participar directamente en las operaciones de estas comisiones (pero no
deben tener la mayoría en los comités dirigentes de las empresas)
4.
El sistema
de consejos económicos debe enraizarse en una gestión de fábrica correctamente
organizada. Acabamos de decir que
esto presupone la nacionalización total (o, más correctamente, la
socialización) de la producción. Todas las industrias principales
deben ser nacionalizadas. Todas las pequeñas y medianas empresas, según
las relaciones locales y la opinión de los consejos económicos, deben ser
"asignadas" a las grandes empresas y administradas por los órganos
gubernamentales correspondientes o bien deben fusionarse todas en unidades más
grandes. Con el fin de asegurar una correcta gestión de la producción,
estimaciones de producción, planificación, distribución y control. En este
último caso los beneficios de la empresa son limitados, se introducen controles
estrictos a través de los sindicatos y los consejos económicos.
La gestión de las fábricas
socializadas debe organizarse de acuerdo con los siguientes principios: 1. La clase
obrera posee la mayoría definitiva en la gestión de cada industria, definitiva
no en relación con los capitalistas sino con respecto a la fábrica [?], Y lo
mismo ocurre con los empleados. 2.
Los trabajadores de las fábricas no pueden tener una mayoría en la gestión de
su propia fábrica, ya que el dueño de la industria es la clase obrera en su
conjunto. Por lo tanto, se
sigue que si bien dos tercios de la
dirección deben estar compuestos por representantes de la clase obrera, no más de la mitad de esos representantes,
sin embargo, como máximo, deben ser trabajadores de la fábrica en cuestión. La
otra mitad estará compuesta conjuntamente por representantes de los consejos
económicos de distrito (o gobierno regional), soviets de diputados obreros
y sindicatos. 3. Los técnicos,
y más generalmente los empleados administrativos de las fábricas, no solo deben
colaborar en la gestión de las fábricas, sino que también deben poseer
autonomía en sus funciones "ejecutivas" (que son independientes de
las funciones "legislativas" y administrativas) en un grado
considerable. Los técnicos y directores comerciales deben ser reconocidos
por los directores de empresa y confirmados por los consejos económicos del
distrito, sin cuya aprobación un ingeniero o un contable no pueden ser
destituidos. Son responsables de la gestión de los servicios
contables; la dirección de la fábrica puede darles sugerencias y, en
general, orientar su actividad, pero la autoridad directa sobre ellos sólo la
posee la dirección de la industria y el soviet distrital; como ambas
organizaciones de trabajadores son responsables de ellos, deben apoyar a los
trabajadores y orientarlos. Esto debe realizarse de tal manera que los
ingenieros se acostumbren a colaborar y que se introduzca el orden en el
proceso laboral, orden que esté garantizado, además, frente a los abusos por
parte de los ingenieros y personal administrativo. . 4. Las directivas de la industria deben poseer suficiente
autonomía, pero a pesar de ello deben estar estrictamente subordinadas al
consejo económico del distrito, que aprueba los planes de producción y las
propuestas presupuestarias elaboradas por el personal de la industria, y
también es responsable de asegurarse de que el La gestión de las instalaciones
industriales actúa en el marco de los planes correctos, deben apoyar a los
trabajadores y orientarlos. Esto debe realizarse de tal manera que los
ingenieros se acostumbren a colaborar y que se introduzca el orden en el
proceso laboral, orden que esté garantizado, además, frente a los abusos por
parte de los ingenieros y personal administrativo.
¿Son
necesarios los comisarios en las fábricas? Aquellos camaradas que se
inclinan por la "disciplina severa" creen que un comisario es
necesario y que sin su aprobación ninguna decisión puede ser válida. Pero
no creemos que esto sea necesario. El nombramiento de un representante
especial del consejo económico del distrito con las prerrogativas de decisión
individual es posible durante un cierto período de tiempo, pero no es
necesario. Solo es necesario en aquellas fábricas donde la clase
trabajadora está extremadamente atrasada. E incluso allí, lo que realmente
se necesita es un instructor, pero no un presidente ni un
comisario. "La liberación del
trabajador es asunto del trabajador", y si el proletariado no está en
condiciones de liberarse y establecer su propio orden, ningún comisario puede
hacerlo por él.
5.
Hace unas
páginas mencionamos una crítica a este plan, una crítica dirigida contra la
base de este plan en una completa nacionalización de la producción. Esta
crítica consiste en afirmar que desde el punto de vista financiero este plan es
imposible por falta de medios para su implementación.
Pero, ¿qué
medios están involucrados aquí? ¿Dinero (ya sea en forma de cheques
bancarios, dinero de cuenta, efectivo en oro o en moneda), en forma monetaria
de capital o medios materiales de producción y bienes de consumo que son
necesarios para la completa realización del plan?
Si hablamos
de giros bancarios, hay que decir que después de la Revolución de Octubre (y
propiamente dicho, incluso antes), casi todas las liquidaciones monetarias que
hizo la industria privada (sobre todo la paga de los trabajadores) se hicieron
con ayuda de financiamiento (préstamos, etc.) del banco estatal, o con la ayuda
de anticipos de diversas instituciones estatales. Este es un hecho
establecido, reconocido por todos aquellos que están familiarizados con este
tema. Con respecto a este tema, nada cambiará con el traspaso de las
industrias a manos del Estado; lo único que cambiará es que desaparecerán
los obstáculos que una vez obstaculizaron la circulación del capital social.
Si se trata
de capital en forma de oro de lo que estamos hablando, cuya suma es siempre
considerablemente mayor que los pagos en cuenta corriente (ya que una gran
parte del capital destinado a la producción y que surge de la producción asume
la forma de saldos de cuenta y no tomar la forma de oro o las vestiduras
abigarradas de cheques emitidos en varios bancos), entonces no debemos olvidar
que el estado puede introducir el sistema de cuentas corrientes y liquidación
de cuentas de los contables entre sus industrias, y así podrá reembolsar el
crédito de los bancos capitalistas. Hoy, como consecuencia de la
descomposición del crédito burgués (tras la nacionalización de los bancos), así
como del declive de la moneda, casi todas las transacciones se realizan en gran
parte a cuenta. La posible administración de la economía nacionalizada
será realmente asombrosa en su escala y claramente se verá impulsada a través
de las operaciones de los fondos estatales, si asumimos que continuarán los pagos
a cuenta por los medios de producción. Esto significa que con la creación
de una oficina central de contabilidad (sobre la base de los bancos
capitalistas ya existentes), y con la organización de un aparato de
distribución que devolverá al país el exceso de mercancías no vendidas y así
asegurar su venta,[20] Se atenuará la escasez de
dinero en cuenta y cheques bancarios de la imprenta, y la industria nacionalizada
comenzará inmediatamente a producir su capital en forma monetaria.
[20] En el distrito de Moscú hay
actualmente más de 700 millones de rublos en tejidos almacenados en almacenes
en espera de envío, que hasta ahora no podían ser distribuidos por las redes de
distribución actualmente existentes.
Si,
finalmente, de lo que estamos hablando son de medios materiales de producción y
bienes de consumo, entonces hay que decir que si estos bienes son escasos,
también lo son para los capitalistas, que no pueden crearlos de la
nada. Si podemos importar pocas máquinas y poca materia prima de países
extranjeros, esto no tiene nada que ver con la existencia de la economía
privada. Además, es muy importante preguntarse si, en medio de un declive
general de la productividad (que incluso está afectando a América), que
naturalmente también afecta a los medios de comunicación, es posible obtener
todo lo necesario del extranjero para cumplir nuestras necesidades. Y si
esto aún fuera posible, incluso teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente,
entonces no habría problema en obtener lo que necesitamos de los capitalistas
estadounidenses, pagándoles, naturalmente.
Pueden
plantearse dos preguntas con respecto a todo lo que acabamos de decir. La
primera pregunta es: aceptamos que el crédito capitalista sea reemplazado por
la introducción de instrumentos financieros entre las
industrias. ¿Significa esto que vamos a aprender a organizarlos? ¿No
sería mejor volver a las prácticas de organización capitalista y desnacionalizar
los bancos? A esto respondemos: la tarea que debemos realizar es
abrumadora; pero es nuestro deber cumplir con las difíciles tareas de la
construcción socialista en lugar de dar un rápido y conveniente retroceso hacia
el capitalismo. Porque la desnacionalización de la banca es un paso
decisivo hacia la vuelta al capitalismo, que entregaría a la burguesía todos
los poderes de producción y todo su poder sobre la economía. Además, a
medida que el sabotaje llega a su fin, los bancos se reorganizan y liberan
de todas las operaciones orientadas a mantener el valor del capital ficticio y
la moneda de valores ficticios; el aparato de los bancos privados
constituye una base sobre la cual se puede construir una responsabilidad
económica total de manera centralizada.
La segunda objeción que se podría hacer es la siguiente:
todo esto suena muy bien, pero el problema no consiste tanto en la organización
de un aparato de producción e intercambio social, sino en si tal sistema
cubrirá sus propios gastos operativos. . En la actualidad, el estado está
apoyando a toda la industria, incluido el sector privado de la
industria. Pero si el Estado tomara directamente toda la industria en sus
propias manos, entonces la ayuda que tendría que dar sería mucho mayor, porque: 1., los trabajadores necesitarán
salarios más altos para garantizar el estatus de su funcionamiento
correcto; 2., la
"iniciativa privada" del empresario, el "interés económico
privado", llegará a su fin; el interés que anteriormente lo llevó a
al menos equilibrar ingresos y gastos.
A esto hay
que responder: en primer lugar, no se ha demostrado en absoluto que los
trabajadores tengan más necesidades en la industria nacionalizada que en la
privada; esto sería más esperado, por el contrario, en el sector
privado; en segundo lugar, hay que decir que es poco probable un aumento
de los salarios reales, porque la clase obrera ya ha alcanzado, en general, un
nivel normal con respecto a su situación económica; En tercer lugar, decimos que un mayor nivel
de capacidad organizativa en la clase obrera, provocado por la nacionalización,
es de mucho más interés que el mero aumento de salarios y niveles de vida, y
que además tendería a aumentar la confianza del proletariado en el sistema
socialista y su poder como clase. Los hechos prueban que los trabajadores
de las industrias nacionalizadas (especialmente los trabajadores del Sur)
esperan pacientemente la oportunidad de ayudar a compensar con sus recortes
salariales, sacrificando sus propios intereses materiales en favor de la seguridad
de su supremacía como clase, incluso cuando les causa penurias con respecto a
la subsistencia. Esta confianza aún no se ha agotado del todo y seguirá
fortaleciéndose apelando a su iniciativa de clase y mediante la
nacionalización.
En cuanto a
la motivación detrás de la "iniciativa
privada del emprendedor", lo que hace que las oportunidades de negocio
que conducen al lucro sea el principal factor motivador es la explotación del
trabajador. Este último es presa de los dueños. La nacionalización,
que trae consigo todas las ventajas de la centralización socialista de la
producción, la oferta y la distribución, al mismo tiempo que facilita el inicio
de una organización real de la producción y el trabajo, debe incrementar la
productividad del trabajo y de los sectores industriales y compensar con éxito
las ventajas de gestión de las empresas privadas.
Para que los
gastos de una industria socializada sean cubiertos con sus ingresos, la
nacionalización completa de los bancos y la socialización de la industria no
son suficientes. Es igualmente necesario que la circulación del
capital-mercancía proceda directa y suavemente por medio del Estado, y que el
intercambio se realice dentro de la sociedad, sobre todo el intercambio entre
el Estado y las zonas rurales. Aquí nos enfrentamos a la gran tarea de
crear un aparato técnico adecuado que funcione correctamente, que será
administrado conjuntamente por los consejos económicos locales y las
instituciones comunales encargadas de la compra y venta. En esta tarea de
gestión hasta ahora, solo se han dado los pasos más elementales.
La cuestión
de los precios es de suma importancia. Si aceptamos el sistema de
contabilidad de la industria socializada basado en las mercancías o en el
dinero, cubrir los gastos dependerá en gran medida en este caso de la
aceptación de estos precios, según los cuales el intercambio se realizará entre
las mercancías de la ciudad y las materias primas y cereales del
campo. Aquí también es necesario que se desechen las viejas relaciones de
intercambio entre estas mercancías (que prevalecían antes de la guerra). Los
precios fijos deben ser revisados y sistematizados. Para obligar a los
kulaks de las zonas rurales a poner fin a su especulación con los productos
agrícolas, a los que se dedican en detrimento del proceso de reproducción y la
desproporción entre industria y agricultura (que es en sí misma producto de la
guerra).
6.
La
afirmación de que la industria nacionalizada carece de medios es
cierta. Hay escasez de medios de producción en forma material, como se
refleja en parte en la crisis económica y financiera.
Entre la
producción de materias primas y bienes de consumo, por un lado, y la producción
de bienes industriales, por otro lado, existe un grave desequilibrio, que está
relacionado con una escasez de producción en general. Como consecuencia de
la destrucción de la agricultura (basada en la escasez de mano de obra, que
había sido reclutada en el ejército, y también por la falta de maquinaria,
hierro y clavos, en lugar de que la industria produjera balas, artillería y
material técnico para la guerra), el rendimiento del suelo y de la superficie
del estado ha disminuido, y los cultivos industriales han sido reemplazados en
parte por cereales. La producción de la industria de materias primas
también ha entrado en declive por las mismas razones. Por otro lado, junto
con la escasez de materias primas, instrumentos de trabajo y fuerza de trabajo.
Como
resultado, incluso después del final de la guerra y las primeras etapas de la
desmovilización de la industria y el ejército, no solo ha disminuido el
suministro de materias primas agrícolas e industriales y las provisiones para
las necesidades de la industria, sino que también ha disminuido la oferta de
productos básicos producidos en las ciudades para el mercado nacional (incluso
en el marco del antiguo valor de cambio) no ha satisfecho las necesidades
normales del país de estos productos indispensables. La crisis financiera
de la industria, repetimos, refleja en parte estos dos problemas, y el primero
de ellos se está volviendo verdaderamente agudo. La industria no avanza en
modo alguno por caminos muy transitados: 1.,
porque los precios de los bienes producidos por los campesinos han aumentado
como consecuencia de la reducción de su producción, y 2., porque la productividad de la industria ha disminuido, y ha
aún no ha vuelto a su nivel anterior a la guerra.
Para superar
este legado que nos legaron Nicolás y Kerensky, que sigue siendo exacerbado por
el sabotaje de la intelectualidad, es necesario, además de las medidas
organizativas antes mencionadas, llevar a cabo una utilización real de los
medios materiales de producción que el país posee. Es necesario un plan de
trabajo económico-técnico, que debe implementarse con rapidez y
determinación. Hay pocas reservas de medios de producción y bienes de
consumo, y aún menos reservas de los bienes necesarios para el funcionamiento
de la maquinaria en las fábricas y en todo tipo de trabajo. Por eso
debemos promover sobre todo aquellos sectores de producción cuya plena saturación
aumentaría rápidamente la oferta de medios de producción del
país. Expresado en términos generales.
Sobre todo,
debe promoverse con todos los medios posibles la "industria pesada",
que produce los materiales básicos para la fabricación de máquinas y medios de
producción. Las industrias del carbón, la minería, el hierro y el acero y
la construcción (producción de cemento y ladrillos) se encuentran entre las más
importantes. Las industrias que construyen máquinas, locomotoras y
material rodante también requieren una atención especial del tipo más
urgente. La industria que produce rieles para los ferrocarriles también
necesita un suministro abundante y generoso de materiales, especialmente los
que envían carbón a donde se necesita para fundir los minerales metálicos y los
que facilitan el transporte de materias primas y cereales desde la economía
agraria a las ciudades. Aquellas industrias que atienden al abastecimiento
de las personas con medios de producción (máquinas, metal, fertilizantes)
también merecen más apoyo financiero. También deben desarrollarse más
todos aquellos sectores de la industria que posibilitan la adquisición de
productos al pueblo, donde se han acumulado grandes cantidades de existencias e
inventarios destinados a determinados sectores industriales en espera de
embarque. Y también deben desarrollarse los diversos aspectos de la
economía agraria.
Para la
realización de todas estas propuestas es necesario un plan de trabajo. No
generalidades abstractas e idealistas sobre la "revitalización del país", ni informes detallados de alguna
oficina que pretenda agotar todos los medios y posibilidades. Por el
contrario, lo que se necesita es un plan de trabajo que delinee los contornos
generales de la situación, pero de una manera claramente concreta, y este plan
abordaría: 1. las posibilidades de su implementación; 2., las cuestiones
que deben abordarse; 3., la necesaria distribución espacio-temporal de
estos medios; y 4., la relación correcta entre su implementación entre los
diversos sectores de la industria (si faltan los medios, estas medidas no
pueden implementarse en un momento determinado en cantidades
desproporcionadamente grandes, lo que llevaría a una situación en la que
parte de ellos no se utilizaría; además, la tarea fundamental consiste en
restablecer la proporcionalidad entre los diversos sectores productivos).
Tanto el
plan en sí como su realización deben basarse en el principio de que los
sectores más vigorosos de la economía deben recibir todos los medios que
necesiten en las cantidades que se requieran. Esto se aplica tanto a los
medios materiales como económicos. Hasta ahora, los medios distribuidos
eran medios en general escasos, y para todos los sectores de la economía
socializada ha prevalecido el principio de subconsumo, que ha afectado en igual
medida a todos los demás sectores de la economía. Debemos romper
radicalmente con este principio para comenzar a distinguir entre aquellos
sectores de producción que son los sectores de mayor prioridad y los sectores
que son de importancia secundaria, y esta distinción debe ser aplicada con
meticulosidad.
Naturalmente,
esto conducirá a una mayor exacerbación del "subconsumo" de los otros
sectores, y quizás incluso a la declinación de los sectores de "segundo
orden". Pero hay que correr este riesgo si se quieren garantizar los
intereses de los trabajadores y se van a utilizar sus fuerzas de acuerdo con un
plan. En la actualidad,
aproximadamente la mitad de toda la capacidad industrial está prácticamente
inactiva. Estas instalaciones industriales estarían organizadas de
manera más racional con respecto a un plan equilibrado y eficiente, y las
raciones de bienes de subsistencia se distribuirían de manera más eficiente
directamente a los trabajadores desempleados, cuando la economía no se carga
con industrias subsidiadas que son en gran parte inútiles y que atraen a los
trabajadores sobre la producción de otros sectores productivos. El
rejuvenecimiento y expansión de los sectores fuertes, así como el refuerzo
de sus cimientos, aumentará la demanda de fuerza de trabajo y ayudará a poner
fin a la influencia dañina de la condición de inactividad de muchos
trabajadores. Finalmente, la revitalización planificada de los sectores
más importantes involucrará muy rápidamente a toda la industria y a toda la
clase trabajadora en una nueva vida.
Para
nosotros, la construcción del socialismo y las relaciones socialistas de
producción está intrínsecamente ligada a la construcción económico-técnica, a
la reconstrucción, de nuestras devastadas industrias. Parecería que esta
es la única forma de alcanzar el socialismo, porque la revolución socialista surge de la destrucción de la economía
capitalista provocada por la crisis de la guerra imperialista. Y por
eso la tarea que nos hemos propuesto es doblemente difícil. El
"trabajo orgánico" es necesario. Pero este trabajo orgánico no
puede ni debe nunca ser informado por la mentalidad de tendero de la pequeña
burguesía. Con la construcción de la industria debemos crear nosotros
mismos un nuevo orden social y dejar de lado el antiguo. Mientras
estabilizamos el terreno bajo los pies del proletariado.
El
"trabajo orgánico" no puede ser ningún tipo de trabajo que pretenda
ser autosuficiente. En las condiciones actuales, este trabajo es, sobre
todo, un medio para la consolidación de la revolución rusa e
internacional. Sólo después de la victoria total del proletariado, a
escala internacional, la tarea primordial será entonces la construcción
material de la vida.
N. Osinsky
Valerian Valerianovich
Obolensky. Seudónimo de N. Osinsky)
https://en.wikipedia.org/wiki/Valerian_Osinsky
Notas
[1] Traducido de la traducción al
español publicada en: Frits Kool y Erwin Oberländer, editores, Documentos
de la revolución mundial. I. Democracía de trabajadores o dictadura de
partido , traducido al español por Carlos Díaz, Zero-Zyx, Madrid,
1971, pp. 81-114. Publicado originalmente en alemán con el título Arbeiterdemokratie
oder Parteidiktatur , Walter-Verlag, Zurich, 1968.
[2]Esta
polémica con Lenin fue muy amarga. Lo que Osinsky está resumiendo en esta
primera sección de su texto es la doctrina de Lenin, es decir, el
fortalecimiento interno de Rusia y la centralización, así como el tratado de
paz ad hoc con Alemania durante la Primera Guerra Mundial para no tener que
enfrentarse a Hitler. sic] tan poco después de la Revolución Rusa de 1917.
Lenin sostuvo que era mejor firmar un tratado de paz con Alemania, incluso si
esto significaba negarse a atacar al imperialismo alemán y entregar a este
último, además, territorios en el noroeste de Rusia, porque esto La humillación
era preferible a emprender una nueva guerra y arriesgar las conquistas
revolucionarias de Rusia de 1917. Osinsky se opuso a esta posición y abogó por
una política contraria (como se expone en las siguientes secciones), es decir,
la liberalización o el internacionalismo.
[3] Se suponía que todas estas
consignas y principios, así como el programa derivado de ellos, estaban
plasmados en las tesis del camarada Lenin que prometió publicar lo antes
posible tras una reunión celebrada el 4 de abril entre los dirigentes miembros
del Comité Central y un grupo de comunistas de izquierda. ¿Por qué estas
tesis aún no se han publicado?
[4] El Sistema Taylor: concebido
por el ingeniero estadounidense FW Taylor (1856-1915) sobre la base de la
cuantificación exacta del tiempo necesario para cada gesto requerido para cada
tarea particular en el lugar de trabajo.
[5] Osinsky
se refiere al tratado de paz celebrado con las potencias centrales el 3 de
marzo de 1918 en Brest-Litovsk, al que los comunistas de izquierda se opusieron
hasta el momento de su firma.
[6] El atamán de los cosacos del
Don, AM Kaledin (1861-1920), en enero de 1918 proclamó la República
independiente del Don, que, sin embargo, sólo duró un par de semanas.
[7] El Zemstvo era
una especie de gobierno local especial caracterizado por una administración
autónoma y corporativa que se introdujo en Rusia el 1 de enero de 1864. Véase
Victor Leontovitch, History of Liberalism in Russia ,
Frankfurt, 1957.
[8] Sabemos "de buenas
fuentes" que los ejemplos que hemos ofrecido no son solo producto de
nuestra imaginación, sino que corresponden a proyectos reales que se han
discutido en las instituciones responsables. En el pasado (cuando se
escribió este texto por primera vez), los proyectos en cuestión se archivaban
en su forma original. Y la resolución de poner el socialismo bajo la
dirección de los organizadores de los fideicomisos también se ha
"secado en la vid" para no provocar oposición. Pero esto no
cambia la situación. Analizaremos el curso total de la política en su
manifestación más distinta. Estos proyectos pueden volver a surgir en
cualquier momento. Las declaraciones del "comunista" Gukovsky
demuestran que las ideas de Smiles se están siguiendo ampliamente en el ámbito
de la política financiera y que son predominantes. (Consulte la Nota 13, a
continuación).
[9] Los miembros del Partido
"Constitucional Democrático".
[10] " Tezisy o Tekuscem momente ",
publicado en el mismo número de The Communist que este
artículo, págs. 4-9.
[11] Esto se indica mediante la
entrega de una parte de las acciones a los principales banqueros y otras
condiciones de este tipo.
[12] Meshchersky
fue un famoso magnate del hierro y el acero. En marzo de 1918 presentó una
propuesta al gobierno bolchevique para que formara y controlara, junto con
otros magnates, la confianza de la industria de los trabajadores
del metal al cincuenta por ciento. Esta propuesta y su cálida acogida por
parte del gobierno generó una violenta oposición entre los comunistas de
izquierda. Véase Edward Hallett Carr, La revolución bolchevique
1917-1923 , vol. II, Londres, 1952, págs. 88-89.
[13] Samuel Smiles (1812-1902),
periodista y financiero escocés.
[14] En
la actualidad lo que realmente interesa a los responsables de esta "nueva
orientación" es el aspecto puramente económico del Sistema Taylor,
más que sus aspectos positivos y organizativos.
[15] Siempre usamos la palabra
" predpriyatie " (empresa) para designar una unidad
de producción (fábrica, complejo industrial, mina, etc.). Y usamos esta
palabra porque no existe una palabra rusa que corresponda a la palabra alemana,
" Betrieb ", que se refiere exclusivamente a una
unidad técnica de producción, y no tiene el alcance más amplio de la
"empresa" capitalista.
[16] "El periódico del Comité
Ejecutivo Central" y "El periódico del Soviet de diputados obreros de
Moscú".
[17] Es interesante, en relación con
este punto, señalar que dondequiera que estos poderes vitales rompan el
caparazón del desorden material y organizativo, la productividad del trabajo
aumenta por sí misma y se logra la "autodisciplina", sin cualquier
decreto. En el complejo industrial Gartman, en Lugansk, donde se organizó
rápida y eficazmente el consejo económico local, donde los ingenieros
colaboraron con los trabajadores, donde se les enseñó a comprender (después de
increíbles esfuerzos) la necesidad de materiales para la productividad, la
gestión de el proceso laboral en este complejo fabril nacionalizado ha logrado
en marzo una producción de trece locomotoras, frente a las tres locomotoras
mensuales que era la media del otoño anterior.
[18] Posteriormente se propuso
elegir el pleno del congreso entre los consejos económicos de cada sector
(incluidos naturalmente los representantes de los sindicatos).
[19] Las comisiones de control son
en la época del predominio absoluto de la clase obrera un remanente que no
favorece el desarrollo de la iniciativa personal y organizativa del
proletariado, sino que la inhibe . Lo único que quedará
de nuestras actuales comisiones de control serán las funciones de fiscalización
que ejercen sobre las comisiones de control. Los trabajadores de las
fábricas deben participar directamente en las operaciones de estas comisiones
(pero no deben tener la mayoría en los comités dirigentes de las empresas).
[20] En el distrito de Moscú hay
actualmente más de 700 millones de rublos en tejidos almacenados en almacenes
en espera de envío, que hasta ahora no podían ser distribuidos por las redes de
distribución actualmente existentes.
Archivo Nikolai Osinsky | Kommunist | Archivo de Internet de los marxistas
https://www.marxists.org/archive/osinsky/1918/construction-socialism.htm
Tesis
sobre la situación actual
Publicado por primera vez: en Kommunist. Ezenedel'nyi
zurnal ekonomiki, politiki i obsenstvennosti. Órgano Moskovskago Oblastnogo Byuro
RKP (bol'sevikov) [El
comunista. Revista semanal de economía, política y cuestiones
sociales. Órgano de la Oficina de Distrito de Moscú del PCR (B)], No. 1, 20 de abril de 1918.
Fuente: libcom.org .
Traducido: lain Fraser
Versión en línea: Marxist Internet Archive 2021
Marcado HTML: Zdravko
Saveski
De los
editores de Kommunist .
Todo
compañero que siga de cerca la vida del partido sabrá que a principios de este
año surgieron serias diferencias en las filas del partido sobre la cuestión de la concertación de la paz con Alemania.
Estas
diferencias fueron discutidas dos veces por el Comité Central junto con los
trabajadores responsables del partido: la primera vez el 20 (7) de enero y la
segunda, el 3 de febrero (21 de enero) de 1918. En estas sesiones aparecieron
dos tendencias básicas, una de las cuales, la "derecha", propugnaba la pronta conclusión de la paz en
los términos que se ofrecían entonces, sin llevar el asunto al extremo de
romper las negociaciones; y el otro, la "izquierda", pidió el rechazo de estos términos y el inicio de una guerra revolucionaria. Una
tendencia intermedia fue contra la
firma de una paz anexionista, y también contra la continuación de la guerra.
Como es de
conocimiento general, fue al principio esta posición intermedia la que
prevaleció. Después del comienzo del ataque alemán, la respuesta a la
táctica de detener la guerra sin firmar el tratado de paz, la cuestión volvió a
ser incluida en la agenda del Comité Central y finalmente se tomó la decisión
de que la paz debía concluirse. Como resultado, la minoría, que insistió
en la aceptación de la guerra contra el imperialismo alemán, abandonó el CC, y
posteriormente los compañeros adheridos a esta tendencia cedieron puestos de
responsabilidad en los órganos del poder soviético.
Una solución
final a estas diferencias en su forma original la dieron el congreso del
partido celebrado a principios de marzo y el congreso de los soviéticos que
tuvo lugar a mediados de marzo. El congreso del partido, por mayoría de 28
a 12 y 4 abstenciones, aprobó la táctica de la mayoría del Comité Central y
reconoció la confirmación de la paz como inevitable. El congreso de los
soviéticos ratificó la paz por una mayoría considerable.
Sin embargo,
el grupo de bolcheviques de izquierda que publicó el periódico Kommunist en Petersburgo, el grupo minoritario
en el congreso del partido, consideró incorrecto no hablar en absoluto en el
congreso de los soviets. En este congreso se presentó una resolución a nombre
de 58 delegados y 10 miembros del Ts.IK, en
la que los comunistas de izquierda declararon que no podían votar por la
ratificación de la paz por considerarla sumamente perjudicial para la causa de
la revolución rusa y el proletariado internacional. Sin embargo, en
deferencia a la disciplina del partido, no votarían en contra, sino que se
abstuvieron de votar.
Tras la
ratificación de la paz parecía, por un lado, que las diferencias en el partido
perdían su razón de ser, ya que la ratificación de la paz, el único
punto debatible, se había convertido en un hecho consumado e
irrefutable. Pero, por otro lado, la conclusión de la paz sentó las bases
para la aparición de nuevas diferencias. La conclusión de la paz no puede
ser un simple acto jurídico; fue un evento que cambió fundamentalmente
toda la situación política y económica. En los argumentos en torno a la
conclusión de la paz, se han manifestado dos puntos de vista diferentes sobre
las tareas del proletariado ruso, dos valoraciones de la situación política
actual. La conclusión de la paz ha puesto a la revolución rusa en una
encrucijada. La mayoría del partido ha comenzado a seguir un camino
político, mientras que la minoría del partido, el ala izquierda, proletaria-comunista, está siguiendo otro.
Todavía es
difícil decir cómo los dos caminos divergirán aún más. Es posible que las
diferencias se resuelvan en el curso de una discusión de
camaradas. También es posible que se vuelvan aún más profundos. En
cualquier caso, la izquierda no considera necesario ni útil
ocultarlos. Con esto en mente, la oficina de distrito de Moscú del PCR,
que se alía con el ala izquierda del partido, ha abierto las páginas de su
diario que ahora se publica para discutir estas diferencias. Las tesis
impresas a continuación representan las opiniones del consejo editorial sobre
la situación política actual y las tareas de la clase trabajadora
rusa. (Estas tesis fueron leídas y discutidas en la sesión conjunta del
grupo de comunistas de izquierda y camaradas destacados del centro del partido,
el 4 de abril de 1918).
1. La conclusión de una paz anexionista con Alemania
cerró el período anterior a la revolución rusa y abre una nueva etapa en
él. Como consecuencia de la contradicción entre el imperialismo alemán y
la revolución obrera y campesina rusa, las reivindicaciones internacionales
revolucionarias se contrapusieron a los designios anexionistas de los
imperialistas. Esta contraposición por sí sola produjo una agudización de
la lucha de clases en Austria y Alemania, temporalmente atenuada cuando el
imperialismo alemán tomó una acción decisiva contra la República
Soviética. El ataque alemán, el ultimátum alemán y la paz anexionista
fueron todas formas y armas de este ataque.
2. A principios de marzo la revolución proletaria y
campesina se enfrentó a la opción: aceptar o rechazar la batalla. Una
mayoría decisiva de organizaciones de trabajadores, soldados y campesinos
tomaron este último curso. Representantes de diversos elementos integraron
esta mayoría. Primero estaban las masas de soldados cansados y
decaídos. En segundo lugar, había algunos trabajadores de la región
industrial del norte de Rusia, donde la separación de las fuentes del sur de
materias primas como el carbón y el hierro se había combinado con la
interrupción general de la agricultura para producir hambruna, un mayor declive
de la industria, el desempleo y la interrupción del curso normal de la
producción trabaja. Esto había llevado a socavar el carácter de clase del
proletariado (el debilitamiento de su conciencia y unidad de clase) o, en todo
caso, a una reducción de su militancia como
clase. Finalmente, estaban representados los campesinos de la región
industrial del norte y centro, agotados por la guerra, la mala cosecha, las
dificultades de abastecimiento y la desorganización de la industria
urbana. Los trabajadores y
campesinos de las regiones económicamente más activas y mejor alimentadas
del sur, el suroeste y los Urales, sin embargo, se mostraron en la mayoría de
los casos a favor de aceptar la batalla, pero no prevalecieron. Para
preservar el norte industrial que hasta entonces había estado en el centro de
la revolución, se concertó la paz a costa de separar el norte industrial del
sur industrial y productor de cereales.
3. Sería ridículo predicar, como los SR de izquierda, una 'no
aceptación en principio' de esta paz. La conclusión de esta paz, como
victoria de los sectores atrasados y agotados de los obreros y campesinos, es
un hecho objetivo que crea una nueva situación objetiva, un nuevo conjunto de
circunstancias para la actividad económica, una nueva combinación de fuerzas de
clase. La separación de la
"Gran Rusia" de Ucrania occidental, la amenaza de aislamiento de
las regiones de Yekaterinoslav y Donets, la evacuación de Petersburgo: estos
son hechos objetivos de la vida económica. Las concesiones de carácter
económico que exigirán los imperialistas extranjeros sobre la base del tratado
de paz celebrado en Brest Litovsk también pueden tener un fuerte efecto sobre
las circunstancias económicas. Finalmente, la consolidación entre las
masas de un pasivo’
Pero aunque
teniendo en cuenta la situación producida por la paz de Brest, los comunistas proletarios no pueden
basarse únicamente en esos hechos, no pueden adoptar el nivel de conciencia de
una parte atrasada, pasiva, inactiva de uno de los sectores del proletariado o
campesinado ruso. Determinan sus tareas sobre la base de los intereses de
los trabajadores de Rusia en su conjunto, vinculando estas tareas con el
creciente movimiento revolucionario internacional. La dirección básica de
su línea política no es la preservación a toda costa de las conquistas
realizadas por los obreros y campesinos en el actual territorio desarticulado
de la república soviética, pues esta situación en la práctica significa sacrificar
estas conquistas en el territorio atrasado de Rusia y la transformación
pequeñoburguesa del actual estado soviético.
4. La conclusión por la república soviética de una paz
anexionista con Alemania sin duda ha debilitado temporalmente las fuerzas de la
revolución internacional y fortalecido el imperialismo internacional. Pero
las fuerzas básicas de la revolución internacional aún crecen y se abrirán
camino a través de los obstáculos que enfrentan, haciendo uso de algunos
resultados de la concertación de la paz como factores para fortalecer el
movimiento revolucionario.
La
conclusión de la paz ha debilitado por el momento el impulso de los
imperialistas hacia una redistribución internacional del territorio. Desde
su punto de vista, Rusia ha sido rechazada como centro de la revolución
mundial. El miedo a su influencia ya no empuja con tanta fuerza a los
imperialistas en guerra a abrazarse unos a otros. También (Rusia) es
derrotada como unidad militar. De ahí que se haya abierto la posibilidad
de que los imperialistas alemanes arrojen todas sus fuerzas hacia Occidente y
luchen por la victoria completa sobre los imperialistas de las potencias de la
Entente. Estos, a su vez, deben, ante la inminente partición de Rusia y el
peligro de derrota que los amenaza, hacer todos sus esfuerzos para resistir y
garantizarse contra anexiones en el Lejano Oriente y en Turquía. Para
fortalecer estas conquistas, deben esforzarse por imponerse en un
escenario decisivo de la guerra. En consecuencia, la conclusión de la paz
ya ha provocado una agudización de la rivalidad entre las potencias
imperialistas.
5. La conclusión de una paz anexionista en el momento
actual sin duda ha frenado drásticamente el desarrollo de las condiciones
psicológicas previas para la revolución internacional que estaban madurando
hacia la primavera de 1918. Pero no ha podido contener y ha promovido en parte,
el desarrollo de las contradicciones materiales que constituyen la base
principal de un estallido revolucionario. La demora de la revolución en
salir a la luz sin duda hará que adopte formas más fuertes y violentas.
El aumento
de la lucha entre las alianzas de los imperialistas está agotando los recursos
económicos desbaratados de las potencias beligerantes; está conduciendo
tanto a una nueva destrucción del "material humano" como a un
precipitado declive económico general. La agudización de las
contradicciones materiales sobre la base de la crisis alimentaria y agrícola en
las potencias centrales (especialmente en Austria) no puede ser frenada en gran
medida por la toma de Ucrania, ya que durante la fase más crítica, la primavera
de 1918, el capital alemán no podrá para extraer de allí los recursos
necesarios de alimentos y bienes. Ucrania está siendo incautada en el
momento en que se terminan las requisas de grano (en cualquier caso
fracasaron), en el apogeo de la Guerra Civil, y en el momento en que las
fábricas y minas se ven privadas de la mano de obra necesaria, coque.
, madera, combustible, etc., y ferrocarriles de carbón y material rodante. Al
mismo tiempo, la política anexionista alemana en el frente oriental está dando
lugar a una serie de conflictos nacionales tanto en la 'retaguardia inmediata'
alemana (Polonia, Ucrania, Letonia, Estonia), en el corazón del bloque nacional
austriaco (Galicia, Bohemia), y también dentro de la alianza de los propios
Poderes Centrales.
Por otro
lado, cabe señalar que la conclusión de la paz tiene un efecto negativo en el
desarrollo espiritual y psicológico de la revolución internacional. La
influencia de la revolución rusa en el movimiento obrero internacional se ve
debilitada por su capitulación ante el imperialismo internacional (el fin de la
propaganda revolucionaria en el frente, el rechazo de la política de
desenmascaramiento del imperialismo internacional, el curso posiblemente
'moderado' de la política interna en Rusia). Los intentos del Estado
soviético de maniobras diplomáticas tampoco pueden inspirar al proletariado
internacional, ya que demuestran no la fuerza sino la debilidad de la revolución. El
mismo hecho de concluir una paz anexionista refuerza las tendencias defensistas
en los sectores atrasados del proletariado internacional. En Alemania,
los imperialistas pueden señalar esta paz y prometer a los trabajadores paz y
pan como resultado de las victorias imperialistas. Los intimidan con el
ejemplo de la derrota y el "colapso" rusos. En Francia y Gran
Bretaña instan a sus trabajadores contra el proletariado alemán que ha
"traicionado" la revolución rusa. En América se desarrolla una
agitación defensista que hace uso flagrante de la consigna de defensa de la
revolución rusa frente a la toma alemana.
Pero al
mismo tiempo, la extensión de la carnicería mundial está destruyendo las
esperanzas de paz que se apoderaron de las masas trabajadoras en el otoño de
1917. La exposición extremadamente clara de la política anexionista de las
clases dominantes y sus agentes sociales en el momento de la paz Se concluyó
que revela las tendencias subyacentes del defensismo y la paz civil. Está
preparando el colapso de las últimas inhibiciones que frenan la acción de las
masas trabajadoras.
Se acerca el
momento más crítico en el desarrollo de las contradicciones provocadas por todo
el sistema imperialista y la guerra imperialista. Durante esta primavera y
verano debe comenzar el colapso del sistema imperialista, una victoria del
imperialismo alemán en la fase actual de la guerra solo puede posponer ese
colapso y aumentar su intensidad cuando ocurra.
6. Los cálculos de los imperialistas alemanes al
concluir la paz con la república soviética son los siguientes. En primer lugar, parecía ventajoso
posponer la anexión del norte de Rusia, el derrocamiento directo del poder
soviético y la toma inmediata de la economía del norte de Rusia: esto se debió
en gran parte a la dificultad de organizar la economía y los suministros en el
norte y a la ausencia de poderosos agentes burgueses que podrían apoyar a la
potencia ocupante (por ejemplo, la Rada Central de Ucrania). En segundo lugar, era importante
subyugar y explotar para las necesidades de la economía capitalista alemana el
sur industrial y productor de cereales. En tercer lugar, separando el norte del sur y creando así un
declive económico natural en el norte, mediante la explotación del control
sobre las fuentes de materias primas y cereales que alimentan al norte, y
al ejercer presión militar en los puntos estratégicos capturados en el norte y
en las nuevas anexiones parciales, el imperialismo alemán de hecho estaba
calculando someter el norte a los tentáculos del capital financiero alemán,
destruyendo las conquistas sociales de la revolución obrera y, por lo tanto,
internamente. , desde el centro, socavando el poder soviético. El grado de
severidad, el carácter encubierto o abierto del ataque del imperialismo alemán
a la república soviética dependerá de varias circunstancias: de la posición en
el escenario de la guerra, de la situación interna dentro de las potencias
centrales, de la determinación de la resistencia, presentado tanto por el
estado soviético como por las clases revolucionarias tanto en el sur como en el
noroeste ocupado de Rusia.
7. Además del ataque del imperialismo alemán, la
república soviética está amenazada con el ataque de la coalición
Entente. Los planes del imperialismo alemán en el futuro inmediato estarán
dirigidos a someter la economía del norte de Rusia a la influencia interna del
capital financiero alemán mediante extorsiones a la república soviética,
mediante intentos de castrar su contenido revolucionario, pero no mediante su
derrocamiento directo. Los planes del imperialismo anglo-francés y japonés
estarán dirigidos a la semi-ocupación, semi-restauración de un orden
burgués-conciliacionista en áreas separadas del Lejano Oriente, al sometimiento
de estas áreas al control del capital de la Entente a través de sus pequeños
rusos. agentes burgueses (los defensistas y los kadetes). La última nota
de los 'Aliados' sobre la cuestión de las deudas canceladas muestra, por
cierto, que también el capital anglo-francés se inclina a intentar someter
a la república soviética (como Alemania) a su control interno. Finalmente,
los esfuerzos del capital estadounidense equivalen a someter a la república
soviética a la influencia del capital estadounidense a través del poder
soviético, y no como Alemania jugando a su agotamiento. En este caso, el
capital estadounidense cuenta con asegurarse un mercado campesino sano y libre
de servidumbre, con el establecimiento en Rusia de una industria pesada unida
en trusts y con la contraposición de la democracia burguesa industrial y
agrícola que prevé en Rusia con los rivales de los Estados Unidos. Estados:
Alemania y Japón. En general, la situación de la república soviética es
ahora tal que, bajo la amenaza de un ataque directo del imperialismo en todos
los lados, todavía no puede llevar a cabo una política de ataque abierto
general.
8. La situación económica y las agrupaciones de clases
en Rusia después de la conclusión de la paz han cambiado. La situación
creada dará lugar a dos tendencias opuestas (el debilitamiento y el crecimiento
de las fuerzas revolucionarias), la primera de las cuales se ve reforzada
directamente por la conclusión de la paz y puede prevalecer en el futuro
inmediato.
La
liquidación parcial de la región de Petersburgo completa su rápido declive, que
fue evidente ya en la primavera de 1917 y fue una consecuencia de la
"artificialidad" económica de la industria de Petersburgo en un
período de guerra y comunicaciones marítimas interrumpidas. La paz estaba
destinada a salvar la capital "roja", pero sólo salvó el territorio
de Petersburgo y lo mató como fuerza revolucionaria. Aumentaron la ruptura
de la producción, el desempleo, el desclasamiento del proletariado y la
reducción de su militancia de clase. Petersburgo perdió su importancia
como principal centro económico y revolucionario.
La
conclusión de la paz anexionista socava, aunque en menor medida, la otra región
industrial progresista, la zona de Moscú, donde la clase obrera también se verá
debilitada por la interrupción del suministro de metal, carbón, cereales y el
consecuente desempleo y desclasificación.
La
conclusión de una paz anexionista también tiene un efecto negativo sobre la
situación económica y la actividad política (militancia) del campesinado pobre
cansado y hambriento de las provincias industriales del norte y del
centro. La interrupción de la industria urbana, el cese de los suministros
de cereales del sur y el fin de la migración por trabajo al sur de Rusia
crearán empobrecimiento y desclasificación. Por otro lado, la proletarización
del campesinado despertará en parte impulsos revolucionarios y el odio hacia
los ocupantes alemanes.
El
campesinado pobre y 'obrero' de las provincias agrícolas, ocupado con la
división de la tierra y sin haber tenido oportunidades en el período de
decadencia de la estructura burguesa y decadencia de las fuerzas productivas de
todos los países, para organizar una fuerte agricultura privada. La economía
seguirá apoyando al poder soviético.
La región
minera y fabril de los Urales, vinculada con Priural'e, Siberia occidental y
sus centros industriales, forma una región económica comparativamente sólida,
fuertemente impregnada, es cierto, por estratos pequeñoburgueses y también
sujeta a los efectos de la perturbación económica general. . Entre los
obreros y campesinos pobres de estas partes también encontrarán apoyo la
revolución obrera y campesina y el poder soviético.
El
proletariado del sur, que ha sufrido todo el peso de la derrota del
levantamiento burgués en el sur y que ahora muestra la resistencia más decisiva
a la ocupación alemana, debe, a pesar de la destrucción y el agotamiento,
gracias precisamente a su educación de clase en el fuego de la guerra civil,
conservan una considerable combatividad de clases. Junto con el
campesinado pobre ucraniano, amenazado con el regreso de los terratenientes y
con el bandolerismo alemán y haidamak, constituye un apoyo constante para un
levantamiento contra los ocupantes imperialistas y sus secuaces burgueses
ucranianos.
El
campesinado pobre del noroeste de Rusia no perteneciente a la tierra negra,
como resultado del efecto aún más destructivo de las requisas alemanas en su
economía, también proporcionará, y ya lo está haciendo, fuerzas para la lucha
con los ocupantes y los terratenientes que están siendo reinstalados. Un
factor positivo es la completa desmovilización del antiguo ejército, que ha
devuelto a millones de personas al trabajo productivo, lo que sirve para
fortalecer la economía en el campo, impulsar el proceso revolucionario en el
campo y acabar con el ambiente putrefacto de militares inactivos.
unidades. Recién ahora estamos comenzando a sentir el efecto favorable de
la terminación de facto de la guerra imperialista (desde octubre de 1917) y de
la desmovilización de la industria que comenzó simultáneamente.
9. En estas circunstancias, a pesar del debilitamiento
temporal de las fuerzas de la revolución y a pesar de la grave situación
internacional de la república soviética, dentro de los límites del actual
Estado soviético no hay un apoyo serio para un levantamiento ni de los partidos
monárquicos ni de los partidos conciliacionistas. .
La economía
terrateniente y el poder político de la clase terrateniente se han
roto; la burguesía ha sido derrotada, no hay un campesinado fuerte (un
nuevo estrato de pequeña burguesía agraria aún no ha tenido tiempo de formarse
y el viejo estrato está dejando la estructura bajo la presión de los pobres del
pueblo). El apoyo a la monarquía ha sido eliminado de la
estructura. Por otro lado, la pequeña burguesía urbana y la intelectualidad
burguesa también se han vuelto impotentes. No hay base para un
resurgimiento del poder de los partidos conciliacionistas, mencheviques y
eseristas, que en cualquier caso podría ser solo una etapa de transición antes
de la restauración de la dictadura del proletariado y el campesinado pobre, y
no de la restauración de orden burgués.
Por el
contrario, hay una base para el fortalecimiento y crecimiento de la dictadura
del proletariado y los campesinos pobres y para la transformación socialista de
la sociedad iniciada por ellos. Además de los factores mencionados
anteriormente, que fortalecen esta tendencia positiva en el desarrollo de la
revolución, las siguientes circunstancias siguen siendo cruciales. Sobre
todo, el proceso inicial de aplastamiento del orden estatal conciliacionista
burgués, las viejas relaciones de producción y el poder de clase material de la
burguesía y sus aliados está casi terminado. Además, la educación de clase
del proletariado en el curso de la guerra civil le da una gran medida de
cohesión, energía y conciencia de clase. Asimismo, las conquistas reales
realizadas han fortalecido las fuerzas revolucionarias y la energía del
proletariado para resistir al enemigo ''. s amenaza a estas
conquistas. La organización enérgica de la producción sobre principios
socialistas, por un lado, debe fortalecer la base económica del proletariado
como fuerza revolucionaria y, por otro lado, debe ser para él una nueva escuela
de organización y actividad. Finalmente, la preservación del vínculo con el
movimiento proletario internacional y de toda Rusia también aumenta la
actividad de clase del proletariado y lo preserva de la desmoralización y el
agotamiento. Pero como resultado de las consecuencias directas e
inmediatas de la paz, la reducción de la actividad de clase y el creciente
desclasamiento del proletariado en los principales centros revolucionarios.
En el caso
de que tal tendencia se materialice, la clase obrera dejará de ser el líder y
guía de la revolución socialista inspirando al campesinado pobre a destruir el
dominio del capital financiero y los terratenientes. Se convertirá en una
fuerza que se disipa en las filas de las masas semiproletarias
pequeñoburguesas, que ven como tarea suya no la lucha proletaria en alianza con
el proletariado de Europa occidental por el derrocamiento del sistema
imperialista, sino la defensa del pequeño propietario. patria de la presión del
imperialismo. Este objetivo también se puede lograr mediante el compromiso
con este último. En caso de rechazo de la política proletaria activa, las
conquistas de la revolución obrera y campesina comenzarán a coagularse en un
sistema de capitalismo de Estado y
relaciones económicas pequeñoburguesas. '
10. El partido del proletariado se enfrenta a una
elección entre dos caminos. Uno es el camino de preservar y fortalecer la
parte del Estado soviético que se ha dejado íntegra, que en la actualidad desde
el punto de vista económico, considerando la naturaleza parcial del proceso
revolucionario, es sólo una organización de transición al socialismo (en vista
de la nacionalización incompleta del país). los bancos, una forma capitalista
de financiación de las empresas, el dominio en el campo de la economía de
pequeña escala y la pequeña propiedad, y los esfuerzos de los campesinos para
resolver la cuestión de la tierra dividiendo la tierra). Pero desde el
punto de vista político este camino puede, al amparo de la dictadura del
proletariado apoyado por los campesinos pobres.
Este camino,
en palabras, puede estar justificado por el esfuerzo de salvar a toda costa las
fuerzas revolucionarias del poder soviético, aunque solo sea en la "Gran
Rusia", para la revolución internacional. En este caso, todos los
esfuerzos se dirigirán a fortalecer el desarrollo de las fuerzas productivas
hacia la 'construcción orgánica', mientras se rechaza el continuo aplastamiento
de las relaciones de producción capitalistas e incluso se promueve su
restauración parcial.
11. El posible programa económico y político que se
sugiere en el caso de que se siga de manera consistente este rumbo, algunas
partes del cual pueden ser propuestos por el ala derecha del partido, y en
parte también por la mayoría del partido, es el siguiente.
En política
exterior, las tácticas agresivas de desenmascarar al imperialismo serán
reemplazadas por maniobras diplomáticas del Estado ruso entre las potencias
imperialistas. La república soviética no solo celebrará acuerdos
comerciales con ellos, sino que también podrá forjar vínculos orgánicos tanto
económicos como políticos, haciendo uso de su apoyo militar y político
(acuerdos de ayuda por parte de instructores militares, posiblemente la
contratación de deudas con admisión de control interno en el país, acuerdos
para la realización de iniciativas políticas conjuntas, etc.).
Una política
económica que se corresponda con tal curso debe desarrollarse en la dirección
de acuerdos con los traficantes capitalistas, tanto los 'nativos' como los
internacionales que están a sus espaldas, y con los representantes de los
'grandes' estratos en el país campo ('cooperadores'). La
desnacionalización de los bancos, incluso en forma encubierta, está lógicamente
relacionada con tales acuerdos. Puede llevarse a cabo mediante la
formación de bancos especiales (semiprivados, semiestatales) para ramas individuales
de la industria (ya se han aprobado los estatutos del banco harinero), mediante
la preservación de la extraterritorialidad de los llamados ' bancos
cooperativos, y mediante una transición a un sistema de contabilidad pública
central y el fortalecimiento del crédito capitalista en forma estatal y
semiestatal.
En lugar de
una transición de las nacionalizaciones parciales a la socialización general de
la gran industria, los acuerdos con los `` capitanes de la industria '' deben
conducir a la formación de grandes fideicomisos dirigidos por ellos y que
abarquen las ramas básicas de la industria, que pueden, con ayuda externa,
tomar la forma de empresas estatales. Tal sistema de organización de la
producción proporciona una base social para la evolución en la dirección del capitalismo de estado y es una etapa de
transición en él.
Una política
de dirección de empresas sobre el principio de una amplia participación de los
capitalistas y la centralización semiburocrática naturalmente va con una
política laboral dirigida al establecimiento entre los trabajadores de una
disciplina disfrazada de 'autodisciplina', la introducción de la
responsabilidad laboral para los trabajadores (un proyecto de esta naturaleza
ha sido presentado por los bolcheviques
de derecha), trabajo a destajo,
alargamiento de la jornada laboral, etc.
La forma de
control estatal de las empresas debe desarrollarse en la dirección de la
centralización burocrática, el gobierno de varios comisarios, la privación de
la independencia de los soviets locales y el rechazo en la práctica del tipo de
"Estado comunal" gobernado desde abajo. Numerosos hechos
demuestran que ya se está gestando una clara tendencia en esta dirección
(decreto sobre el control de los ferrocarriles, artículos de Latsis, etc.).ç
En el campo
de la política militar debe aparecer, y de hecho ya se puede notar, una
desviación hacia el restablecimiento del servicio militar a nivel nacional
(incluida la burguesía) (el atractivo de Trotsky y Podvoisky). Con el
establecimiento de cuadros militares para cuya formación y dirección son
necesarios oficiales, se pierde de vista la tarea de crear un cuerpo de
oficiales proletarios mediante una organización amplia y planificada de
escuelas y cursos apropiados. De esta forma, en la práctica, se está
reconstituyendo el antiguo cuerpo de oficiales y la estructura de mando de los
generales zaristas.
Al amparo de
la agitación "por la defensa de la
patria socialista", estas condiciones significan la introducción de propaganda a favor de una patria pequeñoburguesa y de
una guerra nacional contra los imperialistas alemanes.
12. El camino antes descrito, considerado en su
conjunto, e igualmente las tendencias a desviarse por este camino, son
extremadamente peligrosos para la causa del proletariado ruso e
internacional. Este camino refuerza la separación, iniciada por la paz de
Brest, de la "gran república soviética rusa" del movimiento
revolucionario de toda Rusia e internacional, vinculándola al marco de un
estado nación con un orden económico de transición y un orden político pequeño
burgués.
En política
exterior, con la inevitable debilidad tanto de la diplomacia soviética como de
la influencia soviética en la arena de la lucha imperialista internacional,
somete a la república soviética a vínculos imperialistas, separándola de los
vínculos con el proletariado revolucionario de todos los países. Debilita
aún más el significado revolucionario internacional del poder soviético y la
revolución rusa.
En el
interior del país fortalecerá la influencia económica y política de la
burguesía rusa e internacional y, en consecuencia, también las fuerzas de la
contrarrevolución y los grupos intelectuales que sabotean el poder
soviético. Con el declive mundial de las fuerzas productivas, las
concesiones a la burguesía no pueden generar un rápido crecimiento de la
economía nacional en un modo capitalista. Al mismo tiempo, eliminarán la
posibilidad de lograr el uso más económico y planificado de los restantes
medios de producción, concebible sólo con la socialización más decisiva.
La
introducción de la disciplina laboral en relación con la restauración del
liderazgo capitalista en la producción no puede aumentar esencialmente la
productividad del trabajo, pero reducirá la autonomía de clase, la actividad y
el grado de organización del proletariado. Amenaza la esclavitud de la
clase obrera y suscita el descontento tanto de los sectores atrasados como de
la vanguardia del proletariado. Para llevar a cabo este sistema con el
agudo odio de clase que prevalece en la clase obrera contra los `` capitalistas
y saboteadores '', el partido comunista tendría que obtener su apoyo de la
pequeña burguesía contra los trabajadores y, por lo tanto, ponerse fin a sí
mismo como partido del proletariado.
La
centralización burocrática de la república soviética y los acuerdos
clandestinos con los traficantes burgueses y pequeñoburgueses sólo pueden
promover el declive de la actividad de clase y la conciencia del proletariado y
el alejamiento de los trabajadores del partido.
Los intentos
de restablecer el reclutamiento militar general, en la medida en que no estén
destinados al fracaso, conducirían en esencia al armamento y organización de
las fuerzas contrarrevolucionarias pequeñoburguesas y burguesas. Esto es aún
más claro con respecto a la restauración del antiguo cuerpo de oficiales y el
regreso de los generales zaristas al mando del poder, en la medida en que su
uso no vaya acompañado de los esfuerzos más enérgicos por crear cuadros
proletarios de un cuerpo de oficiales revolucionarios y el establecimiento de
un control vigilante sobre el cuerpo de mando zarista en el período de
transición. Las fuerzas armadas ``
nacionales '' (y no de clase) encabezadas por los viejos generales no
pueden ser penetradas por un espíritu de clase revolucionario.
La línea
política antes expuesta puede fortalecer en Rusia la influencia de fuerzas
contrarrevolucionarias externas e internas, destruir la capacidad
revolucionaria de la clase obrera y, al aislar la revolución rusa de la
internacional, tener efectos perniciosos sobre los intereses de ambos. .
13. Los comunistas proletarios consideran esencial un
curso político diferente. No es una forma de conservar un oasis soviético
en el norte de Rusia mediante concesiones que lo transformen en un estado pequeño
burgués. No es una transición al "trabajo interno orgánico" bajo
la convicción de que el "período agudo" de la guerra civil ha
terminado.
El período
agudo de la guerra civil ha terminado sólo en el sentido de que en la
actualidad no existe la necesidad de una aplicación abrumadora de los métodos
físicos más agudos de violencia revolucionaria. Una vez que la burguesía
es aplastada y ya no es capaz de luchar abiertamente, los métodos
"militares" son en gran medida inapropiados. Pero la agudeza de
la contradicción de clases entre el proletariado y la burguesía no puede
disminuir; como antes, la actitud del proletariado hacia la burguesía es
la negación total, su aniquilación como clase. La terminación del período
crucial de la guerra civil no puede significar la posibilidad de un trato con
las fuerzas restantes de la burguesía y la 'construcción orgánica' del
socialismo, que es sin duda la tarea urgente del momento.
La
revolución obrera rusa no puede "salvarse a sí misma" dejando el
camino de la revolución internacional, evitando constantemente la batalla y
retrocediendo ante la embestida del capital internacional, haciendo concesiones
al "capital nativo".
Desde este
punto de vista son necesarias tres cosas:
una política internacionalista de clase decisiva, que combine la propaganda
revolucionaria internacional de palabra y de hecho, y el fortalecimiento de los
vínculos orgánicos con el socialismo internacional (y no con la burguesía
internacional); resistencia decisiva a toda injerencia de los imperialistas
en los asuntos internos de la república soviética; rechazo de los acuerdos
políticos y militares que hacen de la república soviética una herramienta de
los campos imperialistas.
En la
política económica internacional, solo se permiten los acuerdos comerciales,
los préstamos y el suministro de fuerzas técnicas, sin la sujeción del capital
ruso al liderazgo y control del capital financiero extranjero.
Es necesario
completar la nacionalización de los bancos, tanto en el sentido extensivo
(socialización de los restantes bancos 'cooperativos' inmunes) como en el
sentido intensivo (organización de la contabilidad social central y destrucción
de la forma capitalista de financiación). La nacionalización de los bancos
debe combinarse con la socialización de la producción industrial y la
eliminación completa de las supervivencias capitalistas y feudales en las
relaciones de producción que obstaculizan su amplia organización
planificada. El control de las empresas debe ser entregado a cuerpos
mixtos de trabajadores y técnicos, bajo el control y dirección de los consejos
económicos locales. Toda la vida económica debe estar sujeta a la
influencia organizada de estos consejos, elegidos por los trabajadores sin la
participación de los 'elementos calificados'.
(Los siguientes
puntos son necesarios :)
No la
capitulación ante la burguesía y sus títeres intelectuales pequeñoburgueses,
sino la derrota de la burguesía y el aplastamiento final del sabotaje.
La
liquidación definitiva de la prensa contrarrevolucionaria y de las
organizaciones burguesas contrarrevolucionarias.
La
introducción del reclutamiento laboral para especialistas e intelectuales
calificados, la organización de comunas de consumidores, la limitación del
consumo de las clases prósperas y la confiscación de sus excedentes de
propiedad.
La
organización en el campo de un ataque de los campesinos pobres a los ricos, el
desarrollo de una agricultura socializada
a gran escala y el apoyo a formas de trabajo de la tierra por parte de los
campesinos pobres que son de transición a la agricultura socializada.
La selección
de ciertos puntos fuertes, ciertos centros saludables de organización de la
producción en ciertos lugares (por ejemplo, los Urales, Siberia Occidental,
etc.) y la dirección hacia ellos de recursos técnicos, alimentarios y
financieros a gran escala (para un rápido aumento de la productividad ) - y no
de acuerdo con las raciones de hambre como se ha hecho hasta ahora.
No la introducción del trabajo a
destajo y el alargamiento de la jornada laboral, que
en circunstancias de aumento del paro carecen de sentido, sino la
introducción por los consejos económicos locales y los sindicatos de normas de
fabricación y acortamiento de la jornada laboral con aumento del número de
trabajadores turnos y amplia organización del trabajo social productivo.
La concesión
de una amplia independencia a los soviets locales y no el control de sus
actividades por los comisarios enviados por el poder central. El poder
soviético y el partido del proletariado deben buscar apoyo en la autonomía de
clase de las amplias masas, a cuyo desarrollo deben dirigirse todos los
esfuerzos.
En materia
de organización de las fuerzas armadas son necesarias las siguientes cosas: la
creación de un cuadro de instructores y comandantes de unidades rápidamente
movilizables entre los trabajadores de las regiones evacuadas, que permanecen
sin ocupación productiva; el uso de oficiales zaristas para entrenar a
estos instructores, la creación de un cuerpo de oficiales de reserva proletario
y revolucionario, y no intelectual y burgués; la formación en materia
militar de obreros y campesinos pobres únicamente, la organización del control
real sobre los generales zaristas y la preparación de un estado mayor de mando
entre los camaradas del partido que ya tienen experiencia militar, pero que
todavía no tienen formación teórica.
14. En su actitud práctica hacia la guerra civil, los
comunistas proletarios están en contra de la ruptura real de la paz organizando
salidas partidistas en aquellas partes del frente donde se observa la
paz. Esto significaría una acción desorganizada por parte de una minoría
de trabajadores en ausencia de un apoyo masivo. Pero están a favor de
todas las formas de preparación y apoyo a los levantamientos de retaguardia en
los territorios ocupados, de la lucha más enérgica en los lugares donde
prosigue la acción militar, de la formación por las organizaciones partidistas
de unidades partidistas que se enviarán a la lucha. líneas.
15. Los comunistas proletarios definen su actitud hacia
el partido bolchevique como la posición de la izquierda del partido y la
vanguardia del proletariado ruso, manteniendo plena unidad con el partido en la
medida en que la política de la mayoría no provoque una escisión infranqueable
en las filas del proletariado mismo. Definen su actitud hacia el poder
soviético como una posición de apoyo universal a ese poder en caso de
necesidad, mediante la participación en él, en la medida en que la ratificación
de la paz ha eliminado de la agenda la cuestión de la responsabilidad por esa
decisión y ha creado una nueva posición objetiva. Esta participación sólo
es posible sobre la base de un programa político definido, que evitaría el
desvío del poder soviético y de la mayoría del partido hacia el fatídico camino
de la política pequeñoburguesa.
Kommunist | Archivo de Internet de los marxistas
https://www.marxists.org/history/ussr/publications/kommunist/april01/theses.htm
Valerian Osinsky
https://en.wikipedia.org/wiki/Valerian_Osinsky
Enlaces
externos [ editar ]
- Archivo de Nikolai Osinsky en marxists.org
- N. Ossinsky. La construcción del socialismo
- N. Ossinsky. Respuestas claras
- N. Ossinsky. Reseña: N Bukharin, La economía
mundial y el capitalismo, un ensayo económico