Revolución de Asturias de 1934. Fecha: 5-19
octubre de 1934
Alianza Obrera (Segunda República Española)
Prefacio a la traducción francesa de
L'insurrection des Asturias, octubre 1934. Prefacio de Joaquín Maurin al libro La insurrección de Asturias de
Manuel Grossi (5 de julio de 1935). Comunicación de Manuel Grossi
para la edición francesa de La
Insurrección de Asturias. Quince días de revolución socialista. Documentos
complementarios sobre el Frente Único y la Alianza Obrera
Prefacio a la traducción francesa de L'insurrection des Asturias,
octubre 1934
Manuel Grossi Mier
(1905-1984)
La minera asturiana activista BOC, se convirtió en vicepresidente de la
Alianza de Trabajadores y el Comité Revolucionario de Asturias en 1934.
Condenados a muerte, el POUM publicó en 1935 su testimonio el día a día del
levantamiento. Amnistía pero encarcelado hasta la liberación de los 36, se
unió a la columna del POUM en el frente de Aragón. Luego se trasladó a
Brignoles en Francia
1934-10 La insurrección de Asturias
Índice
1º Comunicación de Manuel Grossi para la edición francesa de La Insurrección de Asturias. Asturias,
28 de marzo de 1934
La Insurrección de Asturias
La formación de la Alianza Obrera de Asturias
Pacto de la Alianza Obrera de Asturias
2º Febrero
a octubre de 1934, el Partido Comunista se ha alineado contra la Alianza
Composición del Comité Ejecutivo Regional de la
Alianza Obrera de Asturias
Manuel GROSSI. Brignoles, abril de 1971.
3º Prefacio de Joaquín Maurin al
libro La insurrección de Asturias de Manuel Grossi (5 de
julio de 1935)
4º LA INSURRECCIÓN DE LAS ASTURIAS.
Quince días de revolución socialista
·
3 de octubre
·
4 de octubre
·
5 de octubre
·
La toma de Mieres
·
El Cuartel de la Guardia
de Asalto
·
Nombramiento del Comité
Revolucionario
·
Primeros actos de saqueo
·
La Batalla de La
Manzaneda (Olloniego)
·
El inicio del movimiento
en Ablaña
·
Inicio de la lucha en
Turón
·
El caso del capitán Nart
Nos prólogo de ahora en línea por parte del autor de la traducción
francesa publicada en 1972, el prefacio de Joaquin Maurin la primera edición
española en 1935, y las primeras páginas.
Comunicación
de Manuel Grossi para
la edición francesa de
La Insurrección de Asturias
Asturias,
28 de marzo de 1934
Los hechos históricos relatados en este libro podrían haber cambiado
completamente las bases político-económicas de la Península Ibérica en octubre
de 1934 si, mientras el fascismo hizo sus primeros intentos de apoderarse del
aparato estatal, había venido en parte, todas las organizaciones obreras de
España habían respondido, con las armas en la mano, de la misma manera y con el
mismo coraje que el proletariado asturiano, en unidad, sabía hacer bajo el
control y el control liderazgo de la Alianza Revolucionaria de los
Trabajadores. No fue así. Es de este drama, la abstención de los
anarcosindicalistas fuera de la región asturiana, el falso valor de los
republicanos y el voto negativo de una parte de la dirección de la Unión
General de Trabajadores y del Partido Socialista de los Trabajadores Español,
que ni ayer ni hoy.
Asturias siempre ha sido una de las regiones de España donde la clase obrera ha tenido una preparación, tanto política como sindical, de los mejores. La Confederación Nacional del Trabajo (tendencia anarquista) y la Unión General de Trabajadores (Socialista) previamente y siguen siendo hoy en día, a pesar de las dificultades incesantes de su escondite y la dura represión que sufren cada día los trabajadores de este , ambas organizaciones de base firmemente arraigadas en batallas múltiples y amargas contra la minería y los empleadores metalúrgicos. Del mismo modo hay que destacar la firma de la estabilidad del Partido Socialista Obrero Español, organización fuerte presencia entre los trabajadores de la región de Asturias, con exclusividad política casi total en la cuenca.
La formación de la Alianza Obrera de Asturias
En marzo de 1934, debido a los trabajadores del centro de Sociedades de
Oviedo una asamblea de todas las organizaciones de trabajadores de la región de
Asturias, convocados por la Confederación Regional del Trabajo de Asturias,
León y Palencia, la influencia anarcosindicalista, por UGE
la tarea principal de este encuentro, llamado por los socialistas y anarcosindicalistas, es lograr la unidad de acción de todas las fuerzas de la clase obrera de Asturias a través de la creación de un cuerpo unitario y el combate , la Alianza Obrera Revolucionaria, en Asturias. El AOR, en cuanto a sus posiciones básicas, podría definirse así en cuatro puntos:
la tarea principal de este encuentro, llamado por los socialistas y anarcosindicalistas, es lograr la unidad de acción de todas las fuerzas de la clase obrera de Asturias a través de la creación de un cuerpo unitario y el combate , la Alianza Obrera Revolucionaria, en Asturias. El AOR, en cuanto a sus posiciones básicas, podría definirse así en cuatro puntos:
- Como
unidad de acción.
- Como
centro de propaganda unitaria y entendimiento mutuo entre las
organizaciones contratantes.
- Como
órgano de preparación militar.
- Como
órgano del poder político y económico.
Estas posiciones básicas del AOR se convirtieron en una necesidad
urgente ya que la marcha forzada de las fuerzas reaccionarias y fascistas los
llevaban paso gigante hacia la toma del poder, desde donde habrían estrangulado
hasta el más pequeño brote, las libertades concedido por la República. Lo
que es seguro es que la verdadera responsabilidad por lo que pasó cayó sobre
todos los republicanos dijo que los grupos y en la denominada tendencia derechista
del PSOE, no es menos responsable de tener fuerzas de la reacción y por lo
tanto galvanizados responsable del fracaso de la República. Es tan cierto
que la represión del movimiento obrero revolucionario fue fácilmente olvidada,
cuando se olvidó que los fascistas alimentaban a sus pequeños gatos.
En la llamada de la UGT y la CNT de Asturias corrió el Partido Socialista Obrero Español, la Unión asturiana menor, el Bloque Obrero y Campesino, la Izquierda Comunista, la Juventud Socialista, libertarios Juventudes y el Partido Comunista de España (sección de Asturias).
Las dos organizaciones proponentes, la CNT y la UGT, celebraron algunas reuniones preparatorias y llegaron a un acuerdo de principio sobre la base de un pacto de unidad de acción. El pacto, centrado en parte en el conocimiento de estas organizaciones es aceptada por unanimidad, excepto el Partido Comunista y es casi normal que, como siempre cuando se trata de la unidad de acción de la clase obrera y que la dirección no cae en sus manos, expresa su desaprobación por una oposición hermética, emprendiendo una acción contrarrevolucionaria desprovista de toda seriedad. Si el PCE hubiera sido mayoría en Asturias, debido a sus posiciones políticas a las órdenes de Rusia, la Revolución Asturiana de 1934 nunca habría ocurrido.
Pacto de la Alianza Obrera de Asturias
Aquí está el Pacto y las bases que mencionan los términos del
compromiso entre las organizaciones firmantes:
"UGT
y CNT organizaciones abajo firmantes están de acuerdo entre sí para reconocer
que, dada la situación económica y política del régimen burgués de España, la
acción unitaria de todos los sectores de los trabajadores es esencial con el
único propósito de promover y llevar a cabo la revolución social. A tal
fin, cada organización firmante se compromete a cumplir con los términos del
trabajo y establece en dicho pacto:
1) Los firmantes de este pacto funcionarán con unánimes hasta el triunfo de la revolución social, al tiempo que establece un régimen económico, político y social, basada en los principios federalistas socialistas.
2) Para
lograr esto, estaremos en Oviedo un Comité Ejecutivo en representación de todas
las organizaciones que se han unido a dicho pacto, que actuarán de acuerdo con
otra de tipo nacional y una identidad satisfacer las necesidades generales de
la acción a desarrollar en toda España.
3) Como
una consecuencia lógica de las condiciones 1) y 2) del citado convenio, se
entiende que la creación del Comité Nacional es una premisa indispensable (si
se desarrollan los acontecimientos nomalement) para tomar cualquier acción en
relación con el objetivo de este pacto, en la medida en que este pacto se
esfuerza y pretende la realización de un hecho nacional. Este futuro
Comité Nacional será el único autorizado para poder ordenar al Comité que
establecerá en Oviedo las operaciones a realizar en relación con el movimiento
que se extenderá por toda España.
(4) En
cada localidad de Asturias se constituirá un Comité compuesto por delegaciones
de cada una de las organizaciones signatarias de este pacto y aquellas que, por
su concurrencia, serán admitidas en el Comité Ejecutivo.
5) A
partir de la firma del pacto Fecha cesarán todas las campañas de propaganda que
podrían obstaculizar o amargar las relaciones entre los diversos partidos
aliados sin que esto significa abandonar el trabajo sereno y razonable
emprendido cuenta las diversas doctrinas abogaban por los sectores que
conforman la Alianza Revolucionaria de Trabajadores, y preservando su
independencia orgánica para tal fin.
(6) El
Comité Ejecutivo elaborará un plan de acción que, mediante el esfuerzo
revolucionario del proletariado, garantice el triunfo de la revolución en sus
diversos aspectos y su consolidación según las normas de una convención que se
establezca de antemano.
7) Las
cláusulas adicionales del presente Pacto pasarán a ser todas las convenciones
del Comité Ejecutivo, cuya observancia es obligatoria para todas las
organizaciones representadas, vinculantes tanto en el período preparatorio de
la revolución como después del triunfo, que las resoluciones de dicha Comisión
se guiarán por el contenido del Pacto.
8) El
compromiso de las organizaciones abajo firmantes dejan lorsqu'aura implanta el
régimen indicado en el párrafo 1, con sus propios órganos, elegidos libremente
por la clase obrera y por el proceso que rige el trabajo del pacto.
9)
Considerando que este acuerdo es un acuerdo entre las organizaciones de la
clase de trabajo para coordinar sus acciones contra el régimen burgués y
abolida, las organizaciones que tienen una relación orgánica con los partidos
burgueses se romperá automáticamente a dedicarse exclusivamente al cumplimiento
de los fines según lo determinado por el presente Pacto.
(10) Esta
Alianza Revolucionaria forma parte de la Federación Socialista Asturiana, para
estar de acuerdo con el contenido de este pacto.
Asturias,
28 de marzo de 1934 »
A pesar de la tendencia revolucionaria que se manifestó en las masas
que trabajan en favor de la alianza de trabajo revolucionario, hay que señalar
que de febrero a octubre de 1934, el Partido Comunista se ha alineado contra la
Alianza, así como a través de la prensa la plataforma llegando incluso a
publicar un manifiesto en contra de la unidad que, entre otras cosas sin
sentido, dijo al final:
"los trabajadores, no se deje engañar por el camino de la unidad. Tus líderes te traicionan. La Alianza Obrera es el nervio de la contrarrevolución. ¡Abajo la Alianza de Trabajadores de la Traición! ".
Esto es lo que el PC escribió veinticuatro horas antes de que comenzara la acción revolucionaria. Es decir, el 4 de octubre de 1934.
Más tarde, cuando se inició el movimiento, en la mañana del día 5, los mismos componentes de la PC hizo un mea culpa por sus errores y solicitaron su ingreso en la Alianza revolucionaria, que, al igual que la magia, y de la noche a la mañana a trabajar tal vez por orden del tovarich del Kremlin, había dejado de ser el "centro neurálgico de la contrarrevolución". ¡Qué contrastes violentos reservan la vida!
Lo cierto es que los comunistas, una vez en las filas de la Alianza Obrera, lucharon en Asturias con gran coraje, como luchamos todos los luchadores de esta batalla. Pero es necesario dejar claro que toda la acción del Partido Comunista ha estado ligada a una tendencia partidista pronunciada que, además de distorsionar la base de la unidad, era absolutamente detestable para la cohesión de la unidad militar en combate.
Composición del Comité Ejecutivo Regional de la
Alianza Obrera de Asturias
Aquí está la composición del Comité Ejecutivo Regional de la Alianza de
Trabajadores de Asturias que dirigió la quincena lucha revolucionaria socialista
Revolución:
Presidente: Bonifacio Martin, en representación del PSOE y la UGT, militante socialista aconsejó, disparó alrededor de Lugones a seis kilómetros de Oviedo, por las tropas que operaban bajo las órdenes del general López Ochoa.
Vicepresidente: Manuel
Grossi, que representa el Bloque Obrero y Campesino y la Izquierda comunista.
Secretario: José María Martínez, representante de la Confederación Regional del Trabajo de Asturias, León y Palencia (CNT), encontrado muerto alrededor de Sotiello, pueblo remoto a ocho kilómetros de Gijón, 12 de octubre de 1934. La muerte de este hombre, copiar, revolucionario sincero y leal, difícil de igualar, contiene un misterio que sólo sus compañeros más cercanos podrían aclarar.
Tesorero: Graciano Antuna, en representación de la Unión de Asturias minera (UGT), disparo de los llamados nacionalistas Oviedo en 1936, después de someterse a terribles torturas. Este gran luchador y minero socialista supo morir en toda dignidad como solo sabe morir los hijos de la mina de estas letras y heroicas tierras asturianas.
También eran miembros de la Comisión Ejecutiva Regional de la AO Asturias en nombre del PSOE y de la UGT; Amador Fernández Montes, Ramón Gonzales Peña, Belarmino Tomas Álvarez y Perfecto González, este último disparo de las fuerzas de Franco en 1942, después de viajar durante cuatro años las montañas de Asturias, armas en mano, con unas pocas docenas de guerrilleros revolucionarios estrecha lucha contra el régimen represivo que domina España. Para la CNT, con José María Martínez, también fueron parte de la Comisión Ejecutiva Regional del AO: Horacia Argüelles y Avelino Entrialgo.
Por el Comité del BOC y la Izquierda comunista, Marcelino Magdalena y José Prieto, con la adhesión de la Juventud Comunista Ibérica, eran miembros de la Comisión de AO en calidad de asesores.
Los jóvenes socialistas estuvieron representados por: Ángel Fierro y Rafael Fernández.
Los jóvenes libertarios se habían unido, representados por los mencionados compañeros de la CNT. Javier Bueno, el gran periodista que dirigía el periódico socialista Avance, estaba a cargo de la propaganda escrita. Este hombre de gran valor en todos los aspectos fue condenado a la pena de muerte por el torniquete, castigo de derecho común y ejecutado públicamente en Madrid en 1939.
Finalmente, no olvidemos que el Partido Comunista, una vez incorporado a la lucha, formaba parte de la dirección de la Alianza Obrera.
Y ahora, querido lector, como punto final a esta comunicación, debe
saber que el manuscrito del registro de sucesos del Levantamiento de
Asturias (quince días de la Revolución Socialista ) fue escrito con la
sangre de los mineros asturianos dos meses justo después del final de los
combates en los sótanos de la Casa del pueblo de Mieres transformar en prisión
y la tortura centro y mártir de estos parias anuncia el sótano, los mineros de
Asturias, que perdieron una batalla en su marcha firme hacia la revolución
socialista, sin haber cesado por un momento de creer en la victoria.
Es cierto que todos los relatos, cuando nacen de movimientos revolucionarios, se redactan de una manera muy agitada. Y mi manuscrito, la Insurrección de Asturias, tiene, también, su historia. Las horas durante las cuales fue escrito no podían ser más oscuras. La represión fue de una magnitud rara. Por lo tanto folletos escritos salieron de la prisión como y, como era, haciendo frente a todo tipo de peligros específicos para el período, desde que fue descubierto en la práctica de este juego, fue la exposición a la muerte. Compañeros tratado en relación con mi familia, fueron los responsables de enviar mis escritos a Barcelona, donde por medio igualmente ilegales, Miembro del Comité Ejecutivo, Germinal Vidal, Miguel Pedrola, Wilebaldo Solano y Galo Juventud Comunista Ibérica la diferida a la dirección de mi partido, el Bloque Obrero y campesino, la misma dirección, de acuerdo con una carta y una conversación en particular me pidió que estuviera de acuerdo en dar forma a mi manuscrito. Así es así que apareció el relato de los acontecimientos de la Revolución de Asturias de 1934.
El grito de los Socialista de Octubre UHP (Estados Hermanos Proletarios - Sindicato de Trabajadores de Hermanos) sigue siendo hoy más vivo que nunca en la conciencia colectiva de los trabajadores asturianos poderosos. Sin duda, la lección fue muy duro y muy sangrienta, pero también muy educativo para la juventud revolucionaria de vanguardia que luchan por una sociedad socialista donde la justicia y la libertad van a ser más humanos, más accesible y más fraterno entre todos empleados del mundo.
Manuel GROSSI. Brignoles, abril de 1971.
Grupo de mineros en El
Pisón
Prefacio de Joaquin Maurin al
libro La insurrección de Asturias de Manuel Grossi (1935)
Quién es Manuel Grossi, sin duda le preguntará a la mayoría de los
lectores.
De hecho, el nombre de Grossi no se conoce en la república de
letras. No es ni novelista, ni ensayista, ni periodista. Grossi no es
un escritor.
Es un menor, un revolucionario. Es uno de los insurgentes asturianos. Fue
uno de los principales líderes de esta heroica epopeya. Grossi,
desconocido para los círculos intelectuales, no es, sin embargo, trabajadores
asturianos. Su nombre está estrechamente relacionado con los de Bonifacio
Martín, José María Martínez y González Peña.
En la primavera de 1934 se formó la Alianza Obrera en Asturias. El
Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores con un sector decisivo en
Asturias: Unión minera asturiana, la Confederación Regional del Trabajo de
Asturias, León y Palencia, la izquierda comunista, los obreros y campesinos
Bloc, estaban entre ellos.
El camarada Manuel Grossi fue nombrado delegado del Bloque Obrero y
Campesino al Comité Regional de la Alianza Obrera.
La Alianza Obrera, durante los primeros días de su existencia, se
dedicó a la propaganda. Se alentó a los mineros de los estanques mineros
de Mieres y Langreo a ver que el Frente Único era un hecho real e indiscutible.
El 1 st de mayo ya era un anuncio de días épicos
de octubre. En Mieres y Sama, los dos grandes centros de la cuenca minera,
hubo reuniones que fueron una demostración llamativa de la marcha hacia el
frente único. Los mineros, comprendiendo intuitivamente la gravedad de la
situación política, impusieron un abrazo cordial de todas las fracciones
obreras: más separación, más fraccionamiento. Unidad de esfuerzo!
Quien escribió este prefacio participó como ponente en ambas reuniones,
y pudo ver de primera mano el inmenso poder de estos trabajadores de la mina
que, sintiéndose unidos, forman un bloque compacto.
El verano fue en Asturias, más que en el resto de España, época de gran
preparación. Los trabajadores de Asturias no son diletantes. Siempre
actúan seriamente. El proletariado asturiano es, sin duda, el sólido brazo
del movimiento obrero español. Cuando elabora un plan, se da
cuenta. Nada ni nadie puede destruir lo que tiene en su
cabeza. Camina hacia el objetivo de un paso seguro y decidido. Él es
consciente de su fuerza.
En septiembre las fuerzas reaccionarias trataron de concentrarse en
Covadonga. Querían, simbólicamente, dar la impresión de que estaban
dejando estas legendarias piedras para conquistar España como hace siglos los
godos y los cristianos. Pero los mineros estaban allí, y los proyectos
reaccionarios abortaron. La concentración de Covadonga era un verdadero
fiasco. Los trabajadores asturianos ganaron una importante
batalla. Eran invencibles.
Era octubre. Y el Asturias se rebeló. Durante una quincena
los mineros, con los brazos en las manos, lucharon sin disgusto.
¿Cuán importante será la insurrección asturiana en el curso futuro de
los acontecimientos políticos en nuestro país?
Es difícil hacer predicciones. Tenemos tres experiencias
anteriores en nuestro propio país que, si no son absolutamente comparables, pueden
servir de enseñanza. Es cierto que la historia no se repite exactamente,
pero las leyes de los movimientos revolucionarios, sus causas y consecuencias
son indiscutibles y deben examinarse como posibles reglas generales.
En 1909, Cataluña se rebeló, y sobre todo Barcelona. La revuelta
era caótica, sin igualar lo que era el levantamiento asturiano. El
Barcelona obrero se opuso a la política reaccionaria del gobierno
Maura-Lacierva (Lerroux-Gil Robles hace veintiséis años). Maura y La cierva
triunfaron; la insurrección fue sofocada y las cosas volvieron a su
curso. Pero la política encarnada por Mauta y Lacierva fue
derrotada. Comenzó entonces un período liberal y democrático. Un
período en el que el movimiento obrero emergía de su propia personalidad y
gradualmente se diferenciaba del viejo republicanismo.
La semana roja de julio de 1909 representó un formidable paso adelante
en la marcha de la revolución española y de la clase obrera.
En 1917, el movimiento obrero y la pequeña burguesía de nuestro país
intentaron una acción contra la monarquía: la llamada Asamblea de
Parlamentarios y la Huelga Revolucionaria de Agosto. Esto fue un
fracaso. El gobierno de Dato-Sánchez Guerra triunfó. Sin embargo,
unos meses más tarde, los vencedores fueron derrotados.
El gran desarrollo de la organización del proletariado surgió
precisamente del movimiento de 1917? Es de esto que el Partido Socialista
adquiere una importancia real y que la Confederación Nacional del Trabajo
adquiere prestigio.
Dos años después del fracaso de 1917, la clase obrera española se
encontró en condiciones de superar completamente a la burguesía. Su fuerza
no tenía límite. Pero la falta de unidad revolucionaria y de una doctrina
revolucionaria encarnada por un partido obrero, arruinó tales circunstancias
propicias.
En 1930, España se encuentra nuevamente como en 1909 y 1917 en el
período revolucionario. Al final del año, una de las más formidables
huelgas generales se desató. El gobierno del general Berenguer parece
inamovible. El movimiento revolucionario está siendo suprimido.
Sin embargo, cuatro meses después, el huracán causó el colapso del
gobierno y la monarquía con él.
El aplastamiento momentáneo de estos movimientos que tienen un
significado progresivo, que poseen un significado histórico, es más aparente
que real. La derrota es muy a menudo un paso necesario en la subida a
triunfos futuros. Sin la revolución rusa de 1905 derrotada, no habría
habido la victoria de 1917.
Los acontecimientos de octubre de 1934, que culminaron en la Comuna
asturiana, fueron el luminoso prólogo de la segunda revolución, que
inevitablemente surgirá en España.
La situación actual: Lerroux, Gil Robles, "cedismo", la
apoteosis reaccionaria, todo esto es puramente transitorio, efímero. Esto
pasará, barrido por las tormentas de las grandes conmociones, sin dejar
rastros.
España es ahora - y Octubre fue la expresión de esta situación - entre
el fascismo y el socialismo. Toda posibilidad de estabilización
democrática burguesa ha sido destruida. La burguesía va a permanecer en el
poder que sin descanso aplicar hierro y fuego, es decir, moviendo a marchas
forzadas hacia el fascismo cuyo gobierno Lerroux Gil Robles es sólo un puesto
de avanzada de observación.
Pero la clase obrera, ahora sabiendo las "delicias" de
triunfo del fascismo en Italia, Polonia, Alemania y Austria, que consienta en
su victoria? Octubre fue un gran esfuerzo para barrer su
camino. Pronto veremos lo que sucede a continuación. Sin embargo, hay
un hecho que debe enfatizarse. El movimiento obrero, amordazado,
proscrito, perseguido con furia como nunca estuvo bajo la monarquía, no se
siente vencido. Obligado a contener, a permanecer en la sombra, se siente
fuerte, optimista, rehecho sus ejecutivos y se prepara para volver a entrar en
la batalla.
La alternativa histórica: el fascismo o el socialismo se resolverán
finalmente en duras peleas, de las que Octubre fue sólo el primero y
ciertamente no el más importante.
Es en este sentido que lo que sucedió en Asturias durante los quince
días de la insurrección es de importancia histórica.
Grossi nos trae un documento de valor excepcional. No es un
informe hecho de una pluma brillante. Durante el levantamiento de Grossi,
no manejó la pluma, sino el rifle, la bomba y la ametralladora. No tenía
tiempo para tomar notas, excepto para decidir en las reuniones de los Comités
la acción que debía tomarse y su ejecución como líder responsable.
Fue en la Casa del Pueblo de Mieres, convertida en prisión, que después
de octubre Grossi tuvo tiempo de resumir la acción de aquellos pocos
días. Estas páginas, secas, pero muy a veces en movimiento, son un reflejo
muy interesante de estos días cargado de electricidad e iluminado por
explosiones de dinamita. Apenas podemos escribir sobre lo que sucedió en
Asturias, que, siendo una relación vivida, es comparable a la narrativa de
Grossi. Y no por su carácter literario, sino precisamente porque no lo
tiene, siendo una traducción fiel de la acción.
El camarada González Peña, en la carta a Grossi por encima de esas
páginas, dijo claramente que entre él y Grossi, como líderes tanto del
movimiento revolucionario, había una identidad completa antes y durante el
movimiento. Lo mismo que seguramente existía entre Peña y Grossi un lado,
y Bonifacio Martin, José María Martínez y otros líderes de la otra.
El documento de Grossi extrae su valor de ello. Aunque escrito por
él, que es, en última instancia, un informe guerra Comités Revolucionarios,
resumiendo la batalla y se expongan las razones que obligaron a desmovilizar y
concluyendo armisticio temporal.
Manuel Grossi, un menor de 30 años, dirigente de la insurrección
asturiana, autor de las páginas que siguen, se encuentra actualmente en prisión
en espera de la hora más allá del Consejo de Guerra que sin duda pronunciar la
pena de muerte.
El interés dramático se incrementa aún más.
Joaquin Maurin
5 de julio de 1935
LA INSURRECCIÓN DE LAS ASTURIAS
Quince días de revolución socialista
3 de octubre
La crisis del gobierno de Samper ha despertado en gran manera la mente
de los trabajadores asturianos. Las caras ásperas de los mineros parecen
preocupadas, preocupadas. Se cuestionan la mirada y el gesto del
otro. ¿Qué va a pasar?
Por la noche, los Centros de Trabajadores están experimentando una
afluencia extraordinaria. Miles de trabajadores están
corriendo. Ambiente denso, cargado de humo y electricidad. Hablamos
en voz alta, casi gritando. Los comentarios giran, es evidente, alrededor
de la crisis. ¿Cómo se resolverá esto? ¿Se formará un gobierno
Lerroux? Con o sin la Confederación Española de Derechos Autónomos
(CEDA)? Esa es la preocupación principal de todos.
Lerroux no goza de simpatía en la clase obrera. Todos los
comentarios son francamente hostiles a él. Sin embargo, si se limita a
formar un gobierno republicano, es más que probable que ninguna acción
inmediata se tome contra él. Lo que no podemos consentir es la entrada de
CEDA en el gobierno. Entonces todo parece unánime. CEDA no! La
participación de la CEDA en el gobierno sería la primera victoria oficial del
fascismo. Aceptarlo sin resistencia, sin lucha, equivaldría a preparar
para sí su derrota, su aplastante, su tumba. Sería una complicidad.
La amarga experiencia de los trabajadores alemanes está presente en
todas las mentes. Esta experiencia, los trabajadores españoles no lo
repetirán.
Por la noche, el cielo está cubierto de nubes negras. La tormenta
brota.
4 de octubre
En la madrugada, las calles de Mieres presentan una apariencia inusual. Una
afluencia extraordinaria de trabajadores. Una codiciosa necesidad de
noticias. Preguntas casi siempre iguales. Comentarios enormes. A
través de preguntas y comentarios, se forma la voluntad colectiva, la pasión
unánime de los trabajadores. A medida que pasan las horas, la tensión de
los espíritus aumenta. Sobre las cabezas negras de los mineros, uno se
siente extraño borboteo, es una angustia, una tragedia y una amenaza. Es
el anuncio de grandes acontecimientos, de gloriosas proezas colectivas que embellecen
la historia de los pueblos.
La multitud negra se apresuró a la Casa del Pueblo en busca de
noticias. Es un ir y venir continuo. Los mineros entran y salen como
abejas: de la Casa del pueblo escapa un zumbido. La Casa del Pueblo
reemplaza al templo y los cuarteles. La nueva fe y la nueva disciplina
están forjadas. La vida social moderna fluye hacia ella. Los grandes
acontecimientos sociales, las grandes entregas de la historia allí
convento. Quien quiera conocer nuestro tiempo y penetrar en el futuro,
¡vea las Casas del Pueblo!
Hoy, la víspera de la batalla, nos damos cuenta de la influencia de la
Alianza Obrera sobre los parias en el subsuelo. AO, estas dos letras han
adquirido un poder mágico. La reunión, la conferencia, la reunión pública,
el periódico, el manifiesto popularizaron entre los trabajadores. Hoy en
día, son parte de su conciencia colectiva. Confían en sí mismos, porque
tienen confianza en sí mismos, en su unión, en su fuerza. En estos
momentos, peligrosos, los trabajadores ponen todas sus esperanzas en la Alianza
Obrera.
Hacia las siete de la tarde, el nuevo gobierno fue aprendido. Son
miembros tres ministros de la CEDA. Al principio, los trabajadores no
pueden creerlo. ¿Cómo! ¿Es posible que la República les sea
entregada? La noticia está confirmada. La indignación sucede al
estupor. Las cejas fruncen el ceño y los ojos se inflaman de ira. Los
puños se cierran y casi instintivamente se elevan.
Los trabajadores de Mieres me conocen como miembro del Comité de la
Alianza Obrera. Vienen a mí en compañía y me asaltan con
preguntas. ¿Qué piensa el Comité? ¿Qué respuesta se da a la
provocación de la burguesía?
Siento la responsabilidad de esos momentos en mí. No puedo hacer
nada sin consultar a los demás miembros del comité. Respondo a los que me
preguntan:
"La Alianza de los Trabajadores es informada de lo que está
sucediendo y se comportará como debería a una organización
revolucionaria. Lo primero que nos impone es la serenidad y la disciplina”.
El partido comunista oficial trata de aprovechar las circunstancias
para entrenar a los trabajadores contra el Comité Central de la Alianza
Obrera. Esta maniobra no produce ningún resultado. Los trabajadores
saben qué esperar.
9 de la noche. La noticia de la entrada de la CEDA al gobierno
recibe una confirmación definitiva. Los espíritus están muy
emocionados. Uno siente la proximidad de la batalla. El Ejército Rojo
está en el último punto de gestación. El reloj de la revolución no se
detendrá.
Alrededor de las 10 de la noche, me encuentro con Ramón González Peña. Intercambiamos nuestras impresiones sobre la actitud a adoptar. Podemos estar de acuerdo en que la insurrección debe ser desencadenada. Pero en primer lugar, la alianza de trabajo debe conocer y consultar a la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores. A medianoche, ya podemos tener una respuesta. Si, como es lógico suponer, es afirmativo, la insurrección comenzará inmediatamente.
La medianoche. La noticia recibida es favorable al
movimiento. Todo está listo. No queda más que prender fuego a la
mecha de la insurrección. Lo ponemos allí sin vacilación, con un gesto
serio, pero con la voluntad de conquistar.
Nota
Socialistas (1) En la Casa del Pueblo Mieres estaban unidos y BOC
Jóvenes de las diez, se forma un protector para evitar la entrada de elementos
extraños en las Juventudes del oocal permanecen los restos de la Casa del
Pueblo abiertos a los miembros. Hacia la tarde de diez comenzó a preparar
las armas que no era significativa, en espera de la decisión del Comité
Regional de la Alianza de Trabajadores (Nota MG)
5 de octubre
La toma de Mieres
¿Cuántas armas teníamos a nuestra disposición en la insurrección?
No llegaron armas a Mieres desde el famoso contrabando de San Esteban
de Pravia. Veinte días antes el movimiento llegó un carro de chatarra en
la fábrica de Mieres. En el fondo de este carruaje había unos doscientos
rifles alemanes. Correctamente examinados, comenzamos a ponerlos en los
calzones. Sólo podemos usar una treintena de rifles.
Al principio, debemos recurrir a rifles de caza ya instrumentos
agrícolas, útiles en tales casos. Se
prefiere la dinamita.
Nuestro primer objetivo es aislar los cuarteles de las fuerzas públicas:
la guardia civil y la guardia de asalto, sin que el enemigo se dé
cuenta. Desafortunadamente, a eso de las diez de la noche, estalló un
cartucho de dinamita que lanzó alarma entre los elementos
reaccionarios. La policía patrulla las calles durante la noche.
A la una de la mañana decidimos emprender la acción con todas sus
consecuencias. Sabemos que en la cuenca del carbón de Sama, Pola de Lena,
Riosa, etc., entraremos en acción casi al mismo tiempo.
Los primeros disparos estallaron. El primer camarada que pierde la vida es Mazario Álvarez, miembro del Partido Comunista.
El gobernador civil de Oviedo fue informado por teléfono sobre lo que
está sucediendo. Sabemos que se apresuró a enviar una furgoneta de
guardias de asalto, pero éste no llega a su destino; sus ocupantes,
aterrorizados, lo abandonan en medio de la carretera y toman vuelo.
A lo largo de la noche se dispararon disparos, pero sin consecuencias. La verdadera batalla comienza a las cinco de la mañana, con el ataque de los cuarteles de la Guardia Civil y de los Guardias de Asalto. Hay alrededor de setenta en total.
A lo largo de la noche se dispararon disparos, pero sin consecuencias. La verdadera batalla comienza a las cinco de la mañana, con el ataque de los cuarteles de la Guardia Civil y de los Guardias de Asalto. Hay alrededor de setenta en total.
Los insurgentes estaban organizados en grupos de treinta; cada grupo obedece a un líder con disciplina.
6 horas. Decidimos emprender la lucha tomando el ayuntamiento. Su guardia fue confiada a los guardias de asalto. El ataque comienza. Después de media hora de fuego pesado, lo suspendemos y le indicamos al sargento que ordena a las fuerzas enemigas que se rindan. En respuesta, el sargento ordenó a sus hombres que continuaran con el fuego.
“Cita ; será mejor ", grité por segunda vez.
-En cuanto tenga un hombre, no me rendiré -respondió el sargento obstinadamente-.
El disparo revive, más violento que antes. Cinco minutos más tarde, el ayuntamiento pasa a nuestras manos. Quien, pocos minutos antes, fingió ser un pueblo de Napoleón, ahora exige clemencia. No le hacen el menor daño; por el contrario, se trata con consideración.
Dos guardias de asalto perdieron la vida en esta pelea; el resto, alrededor de una docena, fue herido, pero que ha logrado esconderse en el reloj del Ayuntamiento, donde permaneció durante tres días sin comida, hasta que me informaron de forma confidencial de su condición.
Alrededor de las ocho y media de la mañana, una multitud de más de dos mil personas se reunió frente al ayuntamiento, ocupado por los trabajadores insurgentes. Desde uno de los balcones proclamo la República Socialista. El entusiasmo es indescriptible. Los vivas de la revolución y de la República Socialista se suceden. Cuando pueda ser escuchado de nuevo, doy instrucciones para la continuación de la lucha.
Aproximadamente a la misma hora, se produjeron ataques violentos contra
los cuarteles en toda la cuenca del carbón. La de Mieres ya ha sido
tomada, costando la vida al sargento de la guardia civil ya uno de sus hijos
que, sin ser guardia civil, ha cometido la imprudencia de intervenir en la
lucha.
El Cuartel de la Guardia de Asalto
Por nuestra parte, todavía tenemos que luchar una batalla
importante. Los cuarteles de los guardias de asalto, llamados Palacio de
la Villa, permanecen intactos. Debe tomarse sin demora.
Un pelotón de ochenta hombres armados fue organizado ante el ayuntamiento. Las armas tomadas de los guardias de asalto que defendían el ayuntamiento mejoraron mucho nuestros armamentos.
Nos dirigimos a los cuarteles de los guardias de asalto. Por mi parte, quería, en la medida de lo posible, evitar el derramamiento de sangre. Tenemos en nuestro poder el sargento de los guardias de asalto. Tal vez pueda llevarlos a rendirse sin luchar. Le pregunto. Se niega, alegando que no sabe qué decirles. Escribo una nota y la doy a él para que pueda leerla a sus compañeros.
Llegamos al frente del cuartel. El sargento lee la escritura que acabo de darle. Después de una breve deliberación, los guardias de asalto deciden ir sin una pelea. Nos envían un emisario para que nos lo diga. Este último está cumpliendo su misión cuando un desafortunado apodado "Fantomas" le da un golpe de culata en la cabeza. Los otros guardias, viendo su escena en el cuartel, inmediatamente abrieron fuego sobre nosotros, hiriendo a varios compañeros.
Estamos a pocos metros de la puerta del cuartel. Entendemos que un
retroceso en estas condiciones daría a los guardias la sensación de la
derrota. Decidimos avanzar a toda costa. Nuestra decisión en el
ataque es exitosa; diez minutos después nos las arreglamos para apoderarse
del cuartel. Todos los guardias que estaban dentro del cuartel
murieron. Sin el gesto imbécil de "Fantomas", uno habría
evitado este estúpido derramamiento de sangre.
Señalemos el inminente peligro mortal del camarada Mariano Liras,
activista militante del Bloque Obrero y Campesino de Mieres. Detenidos a
las dos de la madrugada, no lejos del cuartel, los guardias de asalto lo mantuvieron
encadenado hasta nuestra llegada. Se encontró obligado a morir bajo el
fuego de nuestras propias armas. Se salvó por casualidad.
Parecerá extraño que los guardias de asalto permanecieron tanto tiempo
sin salir de sus cuarteles. La siguiente estratagema fue la causa: a las
tres de la madrugada habíamos colocado un grupo de obreros armados detrás de la
iglesia, a unos doscientos metros de los cuarteles. Cada cinco minutos
estos camaradas dispararon al aire. Los guardias, sintiéndose sitiados, no
se atrevieron a marcharse. Así ganamos el tiempo necesario para nuestra
venida, después de haber tomado el ayuntamiento.
Los dos puntos decisivos ocupados, el ayuntamiento y el Palacio de la
Villa, Mieres pasa al poder de los trabajadores. Es la primera fortaleza
de la Revolución.
Nombramiento del Comité Revolucionario
Antes de comenzar el ataque contra los cuarteles, habíamos nombrado de
común acuerdo a cuatro camaradas para constituir el Comité
Provisional. Este último iba a ser sustituido por otro, oficialmente
nombrado, tan pronto como hubiéramos llegado a ser dueños de la ciudad.
Instalado en el ayuntamiento, procedimos con la designación del nuevo
comité revolucionario. Como miembro del Comité de la Alianza de
Trabajadores, se me instruye para hacer los nombramientos. Constituyo el
Comité con dos socialistas, dos anarquistas, dos funcionarios del Partido
Comunista y yo, en representación de la Alianza de Trabajadores y el Bloque
Obrero y Campesino.
Los camaradas socialistas y anarquistas hicieron algunas observaciones
sobre la exclusión del Comité de los dos comunistas. Me opongo. Los
comunistas lucharon desde el principio como excelentes
revolucionarios. Rápidamente tuve que darme cuenta de la razón que los
instó a hacer las observaciones anteriores. En general, diré que aprendí
más durante los quince días que duró el movimiento que en todo el resto de mi
vida.
Mieres se convirtió de inmediato en el centro de la revolución
asturiana. La captura de los cuarteles nos ha dado un buen número de armas,
pero no tanto como deberíamos. Nos encontramos acosados por cientos de
trabajadores que exigen un arma. Quieren pelear, quieren formar parte del
Ejército Rojo. Por falta de otras armas, la mayoría tendrá que luchar con
dinamita.
No conocemos el miedo. Los trabajadores dan testimonio de un
inconmensurable espíritu de decisión y coraje. Sus ojos están fijos en la
victoria. Para obtenerlo, todos están dispuestos a sacrificar sus
vidas. No creo que haya palabras capaces de describir el heroísmo de los
revolucionarios asturianos. Sólo otros héroes de la misma estatura pueden
entenderlo.
Primeros actos de saqueo
Alguien dijo que las revoluciones arrastran detrás de la espuma de la
sociedad. Junto con los combatientes, capaces de todos los sacrificios para
la realización de su ideal, están acostumbrados a poner elementos podridos que
parecen destinados a deshonrar las revoluciones.
En los primeros días, vemos a Mieres en algunos actos de
pillaje. Ciertos elementos, que parecen reunir a la Revolución, se dedicaban
a asaltar y robar el comercio, recogiendo todo lo que pudiera tener algún
valor.
Estamos decidiendo tomar medidas para detener estos abusos. El
primer acto en esta dirección es la publicación de un anuncio que, mientras se
invita al público a unirse al movimiento revolucionario, anunció duras
sanciones contra los que serían sorprendidos cometiendo actos de
saqueo. Esta proclamación da resultados tremendos. Los más obstinados
unen con entusiasmo la revolución y saludan, con el puño levantado. Trastornos
incluyen elementos que este es el comienzo de un nuevo orden y deben someterse
a ella, so pena de sufrir las consecuencias.
La Batalla de La Manzaneda (Olloniego)
Nuestra atención está fijada en Oviedo. Para que nuestra victoria
en Asturias sea completa, debemos conquistar la capital. Y para esto, es
necesario organizar, con la mayor rapidez posible, el Ejército Rojo de la
Revolución.
Estamos trabajando en esta dirección, cuando oímos la noticia de que
las fuerzas gubernamentales se dirigen hacia Mieres. No hay un momento que
perder. Requisitos los camiones a toda velocidad, y salimos, doscientos en
número, para encontrarnos con los guardias de asalto y las tropas enviadas
contra nosotros.
Al llegar al lado de la Manzaneda, los botones en el enemigo. Paramos
a unos quinientos metros de él y comenzamos febrilmente pero con serenidad y
espíritu de toma de decisiones los preparativos para la batalla. Dividimos
nuestras fuerzas en siete grupos de treinta hombres. Cada uno de estos grupos
debe obedecer, sin ninguna discusión, al jefe designado. Los líderes del
grupo no pueden tomar ninguna decisión sin consultar al representante del
Comité Revolucionario.
Cerca de La Manzaneda es un antiguo castillo. Me fui a establecer
allí con otros compañeros y un cornete de la Cruz Roja, que nos pusieron a
nuestra disposición. Los grupos toman posiciones estratégicas en las
montañas. La corneta da la señal para la acción.
En los primeros momentos, la lucha resulta muy difícil para
nosotros. Las fuerzas enemigas disparan con ametralladoras. Sólo
tenemos ametralladoras que no pueden alcanzar su objetivo a la distancia que
nos separa del enemigo.
A las 3 de la tarde, el tiroteo continuó. El enemigo resiste y nos
causa algunas pérdidas. Nuestros soldados rojos están peleando duro.
A las 4 de la tarde dimos la orden de un alto el fuego. Recojo a
los líderes de grupo e intercambiamos nuestras impresiones. Después de una
breve deliberación, decidimos emprender el ataque por carretera. Dos jefes
a la cabeza de sesenta hombres son los encargados de la operación.
¿Cuántos hombres ponen al enemigo? No lo sabemos. Se pueden
ver tres camiones en la carretera. Esa es la clave.
El ataque comienza. Se presenta como tener que ser duro. Las
ametralladoras del enemigo disparan incesantemente. Pero nuestros hombres
están enfrentando la muerte. A las cinco ocupamos las posiciones del
enemigo y nos apoderamos de algunas de sus armas, entre ellas
ametralladoras. Sin la presencia de los soldados que protegían su retirada,
no había un solo guardia de asalto que quedara vivo.
La noche cae y decidimos el retiro. Regresamos a Mieres en las
camionetas llevadas a los guardias. Nuestra entrada conlleva un entusiasmo
indescriptible. Todos los trabajadores, viejos y jóvenes, mujeres y niños,
cantaban la Internacional. Ya no es una canción de esperanza, sino una
canción de victoria. Me siento ganado por la emoción.
Rápidamente, hacemos balance de la batalla de La Manzaneda. Los
Soldados Rojos aplicaron los métodos estratégicos de la insurrección. Fueron
capaces de desplegarse en guerrillas en los frentes con toda la ciencia
moderna. La disciplina observada era admirable en todos los
aspectos. Las órdenes dadas se ejecutaron sin murmurar. Como
resultado, doscientos revolucionarios, insuficientemente armados, pudieron
derrotar a dos compañías de guardias de asalto y una del ejército, las tres
bien equipadas.
Tenemos en nuestro poder, prisioneros, los guardias civiles del puesto
de Olloniego. A pesar de las pérdidas que nos causaron, no por un momento
tuvimos la idea de vengarnos de ellas. Son tratados, por el contrario, con
consideración. Somos soldados de la Revolución, no asesinos.
El inicio del movimiento en Ablaña
Después estuvimos de acuerdo en Mieres, González Peña fue a Ablaña fin
de organizar un equipo fuerte que va a recoger las armas del contrabando de
Muros de Nalón habíamos ocultado cuidadosamente.
Ablaña es el pueblo de González Peña. Siempre ha habido el mayor
predominio sobre los obreros. Sin embargo, debe arengarlos varias veces y
en el tono más comminatorio para decidir unirse al movimiento. Finalmente,
logra organizar el grupo proyectado, con el cual se mueve hacia el lugar donde
están los brazos.
Habíamos acordado que una vez que los obreros estuvieran armados, iría con
ellos al monte Naranco (Oviedo). Por las razones que nosotros también
plantearemos, el grupo formado en Ablaña no tomó parte en el ataque hasta las
primeras horas del día 6.
Inicio de la lucha en Turón
La región de Turón había sido en otros tiempos una fortaleza del
comunismo. Se llamaba "Turón el Rojo". Durante algún
tiempo, los trabajadores de esta zona minera mostraban signos de
consternación. La mayoría incluso había abandonado sus organizaciones,
doblándose delante de los patrones.
Pero uno no abandona tan fácilmente un ideal. Este último está
siempre a la espera de las circunstancias propicias para manifestarse. Y
estas circunstancias ocurrieron a los trabajadores de Turón.
Casi al mismo tiempo, cuando la lucha comienza en Mieres, trabajadores
de Turon, incluso aquellos precisamente que parecía más retraído y presentado a
la empresa, son los primeros en participar en el movimiento. Los guardias
jurados, con excepción de dos o tres que están inmediatamente desarmados, se
unen a ellos.
En la mañana del día 5 emprendieron un ataque contra los cuarteles de
la Guardia Civil. Esto es duro y largo. Carece de una dirección
firme, una disciplina; cada revolucionario actúa a su antojo. No
pensamos por un momento de hablar. Es casi seguro que habiéndolo hecho, la
guardia civil se habría rendido, lo que habría evitado una pérdida de tiempo y
un derramamiento de sangre.
La captura de los cuarteles de la Guardia Civil duró casi ocho
horas. De hecho, esta victoria se obtuvo sólo con la llegada de los refuerzos
de Ujo, Santa Cruz y Figaredo. En este atentado contra el cuartel de
Turón, el comandante del puesto y dos o tres guardias perdieron la vida.
El caso del capitán Nart
Unos meses después de los acontecimientos, con el único propósito de
desprestigiar a los revolucionarios y defender, los crímenes cometidos en
Asturias es bien sabido, el gobierno de Lerroux-Gil Robles ha creído en la
obligación de publicar un documento que nos puede ser demolido punto por punto.
[a seguir]
Prefacio a la insurrección de Asturias por
Manuel Grossi
Quién es Manuel Grossi, sin duda le preguntará a la mayoría de los
lectores.
De hecho, el nombre de Grossi no se conoce en la república de
letras. No es ni novelista, ni ensayista, ni periodista. Grossi no es
un escritor.
Es un menor, un revolucionario. Es uno de los insurgentes
asturianos. Fue uno de los principales líderes de esta heroica
epopeya. Grossi, desconocido para los círculos intelectuales, no es, sin
embargo, trabajadores asturianos. Su nombre está estrechamente relacionado
con los de Bonifacio Martín, José María Martínez y González Peña.
En la primavera de 1934 se formó la Alianza Obrera en Asturias. El
Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores con un sector decisivo en
Asturias: Unión minera asturiana, la Confederación Regional del Trabajo de
Asturias, León y Palencia, la izquierda comunista, los obreros y campesinos
Bloc, estaban entre ellos.
El camarada Manuel Grossi fue nombrado delegado del Bloque Obrero y
Campesino al Comité Regional de la Alianza Obrera.
La Alianza Obrera, durante los primeros días de su existencia, se
dedicó a la propaganda. Se alentó a los mineros de los estanques mineros
de Mieres y Langreo a ver que el Frente Único era un hecho real e indiscutible.
El 1 st de mayo ya era un anuncio de días épicos
de octubre. En Mieres y Sama, los dos grandes centros de la cuenca minera,
hubo reuniones que fueron una demostración llamativa de la marcha hacia el
frente único. Los mineros, comprendiendo intuitivamente la gravedad de la
situación política, impusieron un abrazo cordial de todas las fracciones
obreras: más separación, más fraccionamiento. Unidad de esfuerzo!
Quien escribió este prefacio participó como ponente en ambas reuniones,
y pudo ver de primera mano el inmenso poder de estos trabajadores de la mina
que, sintiéndose unidos, forman un bloque compacto.
El verano fue en Asturias, más que en el resto de España, época de gran
preparación. Los trabajadores de Asturias no son diletantes. Siempre
actúan seriamente. El proletariado asturiano es, sin duda, el sólido brazo
del movimiento obrero español. Cuando elabora un plan, se da
cuenta. Nada ni nadie puede destruir lo que tiene en su
cabeza. Camina hacia el objetivo de un paso seguro y decidido. Él es
consciente de su fuerza.
En septiembre las fuerzas reaccionarias trataron de concentrarse en
Covadonga. Querían, simbólicamente, dar la impresión de que estaban
dejando estas legendarias piedras para conquistar España como hace siglos los
godos y los cristianos. Pero los mineros estaban allí, y los proyectos
reaccionarios abortaron. La concentración de Covadonga era un verdadero
fiasco. Los trabajadores asturianos ganaron una importante
batalla. Eran invencibles.
Era octubre. Y el Asturias se rebeló. Durante una quincena
los mineros, con los brazos en las manos, lucharon sin disgusto.
¿Cuán importante será la insurrección asturiana en el curso futuro de
los acontecimientos políticos en nuestro país?
Es difícil hacer predicciones. Tenemos tres experiencias
anteriores en nuestro propio país que, si no son absolutamente comparables,
pueden servir de enseñanza. Es cierto que la historia no se repite
exactamente, pero las leyes de los movimientos revolucionarios, sus causas y
consecuencias son indiscutibles y debe ser examinada como un posible reglas
generales.
En 1909, Cataluña se rebeló, y sobre todo Barcelona. La revuelta
era caótica, sin igualar lo que era el levantamiento asturiano. El
Barcelona obrero se opuso a la política reaccionaria del gobierno
Maura-Lacierva (Lerroux-Gil Robles hace veintiséis años). Maura y Lacierva
triunfaron; la insurrección fue sofocada y las cosas volvieron a su
curso. Pero la política encarnada por Mauta y Lacierva fue
derrotada. Comenzó entonces un período liberal y democrático. Un
período en el que el movimiento obrero emergía de su propia personalidad y gradualmente
se diferenciaba del viejo republicanismo.
La semana roja de julio de 1909 representó un formidable paso adelante
en la marcha de la revolución española y de la clase obrera.
En 1917, el movimiento obrero y la pequeña burguesía de nuestro país
intentaron una acción contra la monarquía: la llamada Asamblea de
Parlamentarios y la Huelga Revolucionaria de Agosto. Esto fue un
fracaso. El gobierno de Dato-Sánchez Guerra triunfó. Sin embargo,
unos meses más tarde, los vencedores fueron derrotados.
El gran desarrollo de la organización del proletariado surgió
precisamente del movimiento de 1917? Es de esto que el Partido Socialista
adquiere una importancia real y que la Confederación Nacional del Trabajo
adquiere prestigio.
Dos años después del fracaso de 1917, la clase obrera española se
encontró en condiciones de superar completamente a la burguesía. Su fuerza
no tenía límite. Pero la falta de unidad revolucionaria y de una doctrina
revolucionaria encarnada por un partido obrero, arruinó tales circunstancias
propicias.
En 1930, España se encuentra nuevamente como en 1909 y 1917 en el
período revolucionario. Al final del año, una de las más formidables
huelgas generales se desató. El gobierno del general Berenguer parece
inamovible. El movimiento revolucionario está siendo suprimido.
Sin embargo, cuatro meses después, el huracán causó el colapso del
gobierno y la monarquía con él.
El aplastamiento momentáneo de estos movimientos que tienen un
significado progresivo, que poseen un significado histórico, es más aparente
que real. La derrota es muy a menudo un paso necesario en la subida a
triunfos futuros. Sin la revolución rusa de 1905 derrotada, no habría
habido la victoria de 1917.
Los acontecimientos de octubre de 1934, que culminaron en la Comuna
asturiana, fueron el luminoso prólogo de la segunda revolución, que
inevitablemente surgirá en España.
La situación actual: Lerroux, Gil Robles, "cedismo", la
apoteosis reaccionaria, todo esto es puramente transitorio, efímero. Esto
pasará, barrido por las tormentas de las grandes conmociones, sin dejar
rastros.
España es ahora - y Octubre fue la expresión de esta situación - entre
el fascismo y el socialismo. Toda posibilidad de estabilización
democrática burguesa ha sido destruida. La burguesía va a permanecer en el
poder que sin descanso aplicar hierro y fuego, es decir, moviendo a marchas
forzadas hacia el fascismo cuyo gobierno Lerroux Gil Robles es sólo un puesto
de avanzada de observación.
¿Pero la clase obrera, ahora consciente de las "delicias" del
triunfo del fascismo en Italia, Polonia, Alemania y Austria, ¿consiente en su
victoria? Octubre fue un gran esfuerzo para barrer su camino. Pronto
veremos lo que sucede a continuación. Sin embargo, hay un hecho que debe
enfatizarse. El movimiento obrero, amordazado, proscrito, perseguido con
furia como nunca estuvo bajo la monarquía, no se siente vencido. Obligado
a contener, a permanecer en la sombra, se siente fuerte, optimista, rehecho sus
ejecutivos y se prepara para volver a entrar en la batalla.
La alternativa histórica: el fascismo o el socialismo se resolverán
finalmente en duras peleas, de las que Octubre fue sólo el primero y
ciertamente no el más importante.
Es en este sentido que lo que sucedió en Asturias durante los quince
días de la insurrección es de importancia histórica.
Grossi nos trae un documento de valor excepcional. No es un
informe hecho de una pluma brillante. Durante el levantamiento de Grossi,
no manejó la pluma, sino el rifle, la bomba y la ametralladora. No tenía
tiempo para tomar notas, excepto para decidir en las reuniones de los Comités
la acción que debía tomarse y su ejecución como líder responsable.
Fue en la Casa del Pueblo de Mieres, convertida en prisión, que después
de octubre Grossi tuvo tiempo de resumir la acción de aquellos pocos
días. Estas páginas, secas, pero muy a veces en movimiento, son un reflejo
muy interesante de estos días cargado de electricidad e iluminado por
explosiones de dinamita. Apenas podemos escribir sobre lo que sucedió en
Asturias, que, siendo una relación vivida, es comparable a la narrativa de
Grossi. Y no por su carácter literario, sino precisamente porque no lo
tiene, siendo una traducción fiel de la acción.
El camarada González Peña, en la carta a Grossi por encima de esas
páginas, dijo claramente que entre él y Grossi, como líderes tanto del
movimiento revolucionario, había una identidad completa antes y durante el
movimiento. Lo mismo que seguramente existía entre Peña y Grossi un lado,
y Bonifacio Martin, José Maria Martinez y otros líderes de la otra.
El documento de Grossi extrae su valor de ello. Aunque escrito por
él, que es, en última instancia, un informe guerra Comités Revolucionarios,
resumiendo la batalla y se expongan las razones que obligaron a desmovilizar y
concluyendo armisticio temporal.
Manuel Grossi, un menor de 30 años, dirigente de la insurrección
asturiana, autor de las páginas que siguen, se encuentra actualmente en prisión
en espera de la hora más allá del Consejo de Guerra que sin duda pronunciar la
pena de muerte.
El interés dramático se incrementa aún más.
Apelación de la Alianza Obrera de Cataluña
Diciembre 1933
Comunismo n ° 31 en enero de 1934.
Compañeros
El progreso de la reacción capitalista es un hecho de carácter mundial
que nadie puede negar, aunque tiene rasgos particulares en cada país.
En Italia y Alemania, se ha concentrado en forma de un fascismo
criminal y destructivo que pretende devolver a los pueblos a las formas
políticas de la Edad Media.
En otros países de Europa y América, toma formas que, sin menoscabo de
su carácter odioso, alcanzan su objetivo al respetar aparentemente las
condiciones económicas y políticas imperantes.
En España, vemos claramente que está a punto de triunfar.
En primer lugar, corrompe el sistema electoral, recurriendo a los
métodos más infames para obtener el parlamento, si no una mayoría absoluta, por
lo menos una minoría de tal manera que no se puede gobernar sin contar con
ella. Luego empuja al gobierno; proclamar el estado de prevención
previsto en la ley de orden público, que desarma a la clase obrera y le priva
de medios de defensa contra los golpes que el gobierno toma y que favorecen al
derecho reaccionario.
Finalmente, como tercera etapa de su acción infame y disoluta, que
utiliza la inconsciencia de las personas que trabajan agrupadas en torno a la
FAI y la CNT a precipitar en la calle y agrave plomo; un golpe repentino
contra la policía, y busca dos objetivos maliciosamente también favorables para
su traslado a la opinión pública para justificar las peores monstruosidades del
poder público, sembrar el terror, la desolación y la muerte, lo que
justificaría un golpe reaccionario y fascista. Cálculos lógicamente
deducidos de los hechos. Pero no tendrán éxito. Para evitar esto,
somos lagrave. Las organizaciones abajo firmantes, de diversas tendencias
doctrinales y aspiraciones, pero unidas en un deseo común de preservar las
conquistas obtenidas hasta el día de hoy; presente por la clase obrera
española, constituyó la Alianza Obrera para oponerse a ella; el
establecimiento de la reacción en nuestro país, para evitar cualquier intento
de golpe de estado o el establecimiento de una dictadura, si lo tentamos, y
mantener intactas las conquistas desgarradas hasta nuestros días; presentes
y que constituyen la herencia más valiosa de la clase obrera española.
¡Trabajadores de Cataluña y España! ¡Haz lo que
hicimos! Abandona las peleas que te oponen; sus hermanos explotados,
preservando y defendiendo sus puntos de vista doctrinales, para constituir sus
comités antifascistas locales y regionales, para que sintetizen sus
aspiraciones en un órgano representativo; nacional. Oponerse al
fascismo y agrave; reacción de la pared infranqueable de nuestra voluntad
y nuestras decisiones.
Hacemos un llamamiento a las organizaciones de trabajadores de Cataluña
que deseen unirse y cooperar con nosotros para enviar sus miembros; la
siguiente dirección: Rauric, principal; Comité de la Alianza Obrera.
Como hemos anunciado, nos reuniremos tan pronto como las circunstancias
permitan una conferencia regional de todas las organizaciones de acuerdos con
el trabajo que le proponemos realizar.
¡Trabajadores organizados de Cataluña! ¡Envíe sus
membresías! ¡Que nadie se pierda el frente de los trabajadores antifascistas!
¡Viva la unión de la clase obrera para la defensa
de todas sus conquistas!
Para la
UGT: Vila Cuenca
Por la
Unión Socialista: Martínez Cuenca
Por la
izquierda comunista: Andrès Nin
Por el
Bloque Obrero y Campesino: Joaquín Maurín
Para el
PSOE: Vidiella
Por la
Union des rabassaires: J. Calver
NB - Dado que se trata de un frente exclusivamente obrero, las
organizaciones y los partidos que no descansan sobre una base de clase podrían
adherirse moralmente pero no podrían ser efectivamente miembros.
Andreu Nin. Las
lecciones de la Insurrección de Octubre
Es necesario un partido revolucionario del
proletariado
Primera vez publicado: L’Estrella
Roja, 1 diciembre 1934.
Revisita Comunismo (1931-1934)
Redacción revista Comunismo
Febrero 1934
Víctor Alba. Sobre el frente único proletario, documentos complementarios.
Vida, obra y muerte de Andreu Nin
Wilebaldo Solano. 80 aniversario de su fundación: el POUM en la
historia
Verdades elementales. Andreu Nin Por la unificación marxista
Andreu Nin y Joaquín Maurín: vidas paralelas, por Wilebaldo Solano
POUM y el Frente Único
Artículos de la revista La
Nueva Era (1936)
La revista La Nueva Era se publicó en Barcelona de 1930 a 1931 (“La
primera época”) y en los seis primeros meses de 1936 (“La segunda época”). Los
artículos en esta antología se publicaron en 1936 y tratan del problema del
Frente Único – el Frente Proletario y el Frente Popular.
Índice
La Alianza Obrera. Orígenes,
características y porvenir, Joaquín
Maurin 1
Cómo y por qué surgió la
Alianza Obrera 1
Qué es lo que nuestro
proletariado debe a la Alianza Obrera 2
La Alianza Obrera en sus tres
aspectos: Frente Único, instrumento insurreccional y órgano de Poder 3
La concepción staliniana del
Frente Único y la Alianza Obrera 5
Perspectivas de la Alianza
Obrera 6
¿Frente Popular antifascista o Frente Único obrero?, Jordi Arquer 7
Origen de la táctica del
frente popular 7
Una táctica ineficaz contra el
fascismo 8
El único que hace concesiones
es el proletariado 8
El Frente Popular es el camino
de la derrota 9
”Gobierno Popular” en vez de
Dictadura del Proletariado 9
La lucha está entablada entre
el fascismo y el socialismo 10
Por el Frente Único Obrero 11
¿Qué es el frente popular?, José
Luis Arenillas 12
Carácter del frente
popular 13
Cómo atraer a las clases
medias 13
Hacia un desenlace revolucionario
15
Fuente
Cartas de Grossi
Los de Oviedo (1934)
Reuniones de la Fundación Nin en Gijón (23-25 de
octubre)
A 75 años
de la Alianza Obrera y de la revolución en Asturias (1934)
SUMARIO
1.- Por qué ahora reivindicamos la insurrección obrera asturiana de octubre
de 1934 por Daniel Cuadrado 3
2.- La Alianza Obrera y la lucha por el Frente Único por Josep A. Pozo 7
3.- Testimonio histórico de Octubre de 1934 por Manuel Grossi 22
4.- Para comprender la Alianza Obrera y el movimiento de Octubre por
Miguel Ángel Serrano 34
Viento Sur nº 105 Octubre 2009
Asturias
1934. Nuestra Comuna
Presentación. P. G-A. 35
"Madrid no era Asturias, aquí apenas había armas". Entrevista
a Enrique Rodríguez 56
Cronología
82
1934. Una bibliografía. Pepe
Gutiérrez-Álvarez 84
Antonio Liz. Octubre 1934 Insurrección y revolución
Joaquín Maurín.
Hacia la segunda revolución
Primera vez publicado: Barcelona, Gráficas Alfa, 1935.
[Libros] La CNT en la Revolución Española. Tomo I, Tomo II y Tomo III
de Josep Peirats
Trotsky, el POUM y los hechos de mayo. Andy Durgan
Después de las elecciones del 16 de febrero de 1936
Escritos de Andreu Nin y Joaquín Maurín durante la II República.
¿Revolución democrático-burguesa o revolución democrático-socialista?
«Vivimos
tiempos muy similares a los de la Revolución de Octubre»
El mierense Manuel Grossi Mier, «Manolé»
Barcelona, 19 de julio de 1936
Burgos: «Manuel Grossi era un personaje muy olvidado, incluso para los
historiadores»
Biografía de Manuel Grossi Mier
Nace Manuel Grossi Mier en Oviedo el 17 de junio de
1905 y a los tres años se trasiada a Mieres. Allí, a los catorce años, comienza
a trabajar como rampero en la mina «Mariana» y se afilia al Sindicato Minero
Asturiano (S. M. A.). En 1929 se afilia al Partido Comunista, que deja en 1932
para formar el Bloque Obrero y Campesino, de Maurín, en Asturias.
Fue uno de los principales instigadores de la Alianza Obrera en Asturias, llegando a ser Vicepresidente de su Comité Regional en 1934.
Fue uno de los principales instigadores de la Alianza Obrera en Asturias, llegando a ser Vicepresidente de su Comité Regional en 1934.
Durante los 15 días que duró la insurrección de Asturias, fue uno de sus principales dirigentes. Fracasado el movimiento, fue condenado a muerte por un Tribunal Militar, sentencia que no llegó a cumplirse al proclamarse la amnistía general.
El 19 de julio de 1936 se encontraba en Barcelona y en unión de sus compañeros del POUM formó parte de los primeros grupos que empuñaron las armas en defensa de la libertad. Sofocada la sublevación franquista en Cataluña, se forman tres columnas de milicias que salen hacia Aragón. Una de la CNT mandada por Durruti, otra del POUM mandada por Grossi y una tercera, del PSUC, por José del Barrio.
Actualmente, Manuel Gressi Mier vive en Francia sosteniendo con su dinamismo habitual la unidad de los trabajadores dentro del marco de la Alianza Obrera.
La insurrección de Asturias
Wilebaldo
Solano EL POUM EN LA HISTORIA
Víctor Alba. La revolución española en la práctica. Documentos del POUM
Wilebaldo Solano. La larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin
Wilebaldo Solano. 80 aniversario de su fundación: el POUM en la
historia
Extracto (capítulos 48 y 49) del libro La Guerra Civil Española –
Revolución y Contrarrevolución por Burnett Bolloten
1931-1936. REPÚBLICA Y REVOLUCIÓN. El movimiento obrero y sus partidos.
Teoría aplicada
[Libreo] Víctor Alba Los
colectivizadores
Asturias Revolución Obrera 1934
La Revolución del 34
Octubre, 1934. La revolución de Asturias por David Ruiz
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