lunes, 2 de octubre de 2017

A 83 años de la Alianza Obrera o Frente Único y de la insurrección y la revolución de octubre de 1934 en Asturias.


Revolución de Asturias de 1934. Fecha: 5-19 octubre de 1934



Alianza Obrera (Segunda República Española)




Prefacio a la traducción francesa de L'insurrection des Asturias, octubre 1934. Prefacio de Joaquín Maurin al libro La insurrección de Asturias de Manuel Grossi (5 de julio de 1935). Comunicación de Manuel Grossi para la edición francesa de La Insurrección de Asturias. Quince días de revolución socialista. Documentos complementarios sobre el Frente Único y la Alianza Obrera

Prefacio a la traducción francesa de L'insurrection des Asturias, octubre 1934


 Manuel Grossi Mier (1905-1984)

La minera asturiana activista BOC, se convirtió en vicepresidente de la Alianza de Trabajadores y el Comité Revolucionario de Asturias en 1934. Condenados a muerte, el POUM publicó en 1935 su testimonio el día a día del levantamiento. Amnistía pero encarcelado hasta la liberación de los 36, se unió a la columna del POUM en el frente de Aragón. Luego se trasladó a Brignoles en Francia


1934-10 La insurrección de Asturias



Índice

1º Comunicación de Manuel Grossi para la edición francesa de La Insurrección de Asturias. Asturias, 28 de marzo de 1934
La Insurrección de Asturias
La formación de la Alianza Obrera de Asturias
Pacto de la Alianza Obrera de Asturias

Febrero a octubre de 1934, el Partido Comunista se ha alineado contra la Alianza

Composición del Comité Ejecutivo Regional de la Alianza Obrera de Asturias

Manuel GROSSI. Brignoles, abril de 1971.

Prefacio de Joaquín Maurin al libro La insurrección de Asturias de Manuel Grossi (5 de julio de 1935)

4º LA INSURRECCIÓN DE LAS ASTURIAS

Quince días de revolución socialista
·        3 de octubre
·        4 de octubre
·        5 de octubre
·        La toma de Mieres
·        El Cuartel de la Guardia de Asalto
·        Nombramiento del Comité Revolucionario
·        Primeros actos de saqueo
·        La Batalla de La Manzaneda (Olloniego)
·        El inicio del movimiento en Ablaña
·        Inicio de la lucha en Turón
·        El caso del capitán Nart


Nos prólogo de ahora en línea por parte del autor de la traducción francesa publicada en 1972, el prefacio de Joaquin Maurin la primera edición española en 1935, y las primeras páginas.


Comunicación de Manuel Grossi para la edición francesa de

La Insurrección de Asturias

Asturias, 28 de marzo de 1934

Los hechos históricos relatados en este libro podrían haber cambiado completamente las bases político-económicas de la Península Ibérica en octubre de 1934 si, mientras el fascismo hizo sus primeros intentos de apoderarse del aparato estatal, había venido en parte, todas las organizaciones obreras de España habían respondido, con las armas en la mano, de la misma manera y con el mismo coraje que el proletariado asturiano, en unidad, sabía hacer bajo el control y el control liderazgo de la Alianza Revolucionaria de los Trabajadores. No fue así. Es de este drama, la abstención de los anarcosindicalistas fuera de la región asturiana, el falso valor de los republicanos y el voto negativo de una parte de la dirección de la Unión General de Trabajadores y del Partido Socialista de los Trabajadores Español, que ni ayer ni hoy.



Asturias siempre ha sido una de las regiones de España donde la clase obrera ha tenido una preparación, tanto política como sindical, de los mejores. La Confederación Nacional del Trabajo (tendencia anarquista) y la Unión General de Trabajadores (Socialista) previamente y siguen siendo hoy en día, a pesar de las dificultades incesantes de su escondite y la dura represión que sufren cada día los trabajadores de este , ambas organizaciones de base firmemente arraigadas en batallas múltiples y amargas contra la minería y los empleadores metalúrgicos. Del mismo modo hay que destacar la firma de la estabilidad del Partido Socialista Obrero Español, organización fuerte presencia entre los trabajadores de la región de Asturias, con exclusividad política casi total en la cuenca.


La formación de la Alianza Obrera de Asturias


En marzo de 1934, debido a los trabajadores del centro de Sociedades de Oviedo una asamblea de todas las organizaciones de trabajadores de la región de Asturias, convocados por la Confederación Regional del Trabajo de Asturias, León y Palencia, la influencia anarcosindicalista, por UGE
la tarea principal de este encuentro, llamado por los socialistas y anarcosindicalistas, es lograr la unidad de acción de todas las fuerzas de la clase obrera de Asturias a través de la creación de un cuerpo unitario y el combate , la Alianza Obrera Revolucionaria, en Asturias. El AOR, en cuanto a sus posiciones básicas, podría definirse así en cuatro puntos:


  • Como unidad de acción.
  • Como centro de propaganda unitaria y entendimiento mutuo entre las organizaciones contratantes.
  • Como órgano de preparación militar.
  • Como órgano del poder político y económico.


Estas posiciones básicas del AOR se convirtieron en una necesidad urgente ya que la marcha forzada de las fuerzas reaccionarias y fascistas los llevaban paso gigante hacia la toma del poder, desde donde habrían estrangulado hasta el más pequeño brote, las libertades concedido por la República. Lo que es seguro es que la verdadera responsabilidad por lo que pasó cayó sobre todos los republicanos dijo que los grupos y en la denominada tendencia derechista del PSOE, no es menos responsable de tener fuerzas de la reacción y por lo tanto galvanizados responsable del fracaso de la República. Es tan cierto que la represión del movimiento obrero revolucionario fue fácilmente olvidada, cuando se olvidó que los fascistas alimentaban a sus pequeños gatos.


En la llamada de la UGT y la CNT de Asturias corrió el Partido Socialista Obrero Español, la Unión asturiana menor, el Bloque Obrero y Campesino, la Izquierda Comunista, la Juventud Socialista, libertarios Juventudes y el Partido Comunista de España (sección de Asturias).


Las dos organizaciones proponentes, la CNT y la UGT, celebraron algunas reuniones preparatorias y llegaron a un acuerdo de principio sobre la base de un pacto de unidad de acción. El pacto, centrado en parte en el conocimiento de estas organizaciones es aceptada por unanimidad, excepto el Partido Comunista y es casi normal que, como siempre cuando se trata de la unidad de acción de la clase obrera y que la dirección no cae en sus manos, expresa su desaprobación por una oposición hermética, emprendiendo una acción contrarrevolucionaria desprovista de toda seriedad. Si el PCE hubiera sido mayoría en Asturias, debido a sus posiciones políticas a las órdenes de Rusia, la Revolución Asturiana de 1934 nunca habría ocurrido.


Pacto de la Alianza Obrera de Asturias


Aquí está el Pacto y las bases que mencionan los términos del compromiso entre las organizaciones firmantes:


"UGT y CNT organizaciones abajo firmantes están de acuerdo entre sí para reconocer que, dada la situación económica y política del régimen burgués de España, la acción unitaria de todos los sectores de los trabajadores es esencial con el único propósito de promover y llevar a cabo la revolución social. A tal fin, cada organización firmante se compromete a cumplir con los términos del trabajo y establece en dicho pacto: 

1) Los firmantes de este pacto funcionarán con unánimes hasta el triunfo de la revolución social, al tiempo que establece un régimen económico, político y social, basada en los principios federalistas socialistas.

2) Para lograr esto, estaremos en Oviedo un Comité Ejecutivo en representación de todas las organizaciones que se han unido a dicho pacto, que actuarán de acuerdo con otra de tipo nacional y una identidad satisfacer las necesidades generales de la acción a desarrollar en toda España.

3) Como una consecuencia lógica de las condiciones 1) y 2) del citado convenio, se entiende que la creación del Comité Nacional es una premisa indispensable (si se desarrollan los acontecimientos nomalement) para tomar cualquier acción en relación con el objetivo de este pacto, en la medida en que este pacto se esfuerza y ​​pretende la realización de un hecho nacional. Este futuro Comité Nacional será el único autorizado para poder ordenar al Comité que establecerá en Oviedo las operaciones a realizar en relación con el movimiento que se extenderá por toda España.

(4) En cada localidad de Asturias se constituirá un Comité compuesto por delegaciones de cada una de las organizaciones signatarias de este pacto y aquellas que, por su concurrencia, serán admitidas en el Comité Ejecutivo.

5) A partir de la firma del pacto Fecha cesarán todas las campañas de propaganda que podrían obstaculizar o amargar las relaciones entre los diversos partidos aliados sin que esto significa abandonar el trabajo sereno y razonable emprendido cuenta las diversas doctrinas abogaban por los sectores que conforman la Alianza Revolucionaria de Trabajadores, y preservando su independencia orgánica para tal fin.

(6) El Comité Ejecutivo elaborará un plan de acción que, mediante el esfuerzo revolucionario del proletariado, garantice el triunfo de la revolución en sus diversos aspectos y su consolidación según las normas de una convención que se establezca de antemano.

7) Las cláusulas adicionales del presente Pacto pasarán a ser todas las convenciones del Comité Ejecutivo, cuya observancia es obligatoria para todas las organizaciones representadas, vinculantes tanto en el período preparatorio de la revolución como después del triunfo, que las resoluciones de dicha Comisión se guiarán por el contenido del Pacto.

8) El compromiso de las organizaciones abajo firmantes dejan lorsqu'aura implanta el régimen indicado en el párrafo 1, con sus propios órganos, elegidos libremente por la clase obrera y por el proceso que rige el trabajo del pacto.

9) Considerando que este acuerdo es un acuerdo entre las organizaciones de la clase de trabajo para coordinar sus acciones contra el régimen burgués y abolida, las organizaciones que tienen una relación orgánica con los partidos burgueses se romperá automáticamente a dedicarse exclusivamente al cumplimiento de los fines según lo determinado por el presente Pacto.

(10) Esta Alianza Revolucionaria forma parte de la Federación Socialista Asturiana, para estar de acuerdo con el contenido de este pacto.


Asturias, 28 de marzo de 1934 »



A pesar de la tendencia revolucionaria que se manifestó en las masas que trabajan en favor de la alianza de trabajo revolucionario, hay que señalar que de febrero a octubre de 1934, el Partido Comunista se ha alineado contra la Alianza, así como a través de la prensa la plataforma llegando incluso a publicar un manifiesto en contra de la unidad que, entre otras cosas sin sentido, dijo al final: 


"los trabajadores, no se deje engañar por el camino de la unidad. Tus líderes te traicionan. La Alianza Obrera es el nervio de la contrarrevolución. ¡Abajo la Alianza de Trabajadores de la Traición! ".
Esto es lo que el PC escribió veinticuatro horas antes de que comenzara la acción revolucionaria. Es decir, el 4 de octubre de 1934.


Más tarde, cuando se inició el movimiento, en la mañana del día 5, los mismos componentes de la PC hizo un mea culpa por sus errores y solicitaron su ingreso en la Alianza revolucionaria, que, al igual que la magia, y de la noche a la mañana a trabajar tal vez por orden del tovarich del Kremlin, había dejado de ser el "centro neurálgico de la contrarrevolución". ¡Qué contrastes violentos reservan la vida!
Lo cierto es que los comunistas, una vez en las filas de la Alianza Obrera, lucharon en Asturias con gran coraje, como luchamos todos los luchadores de esta batalla. Pero es necesario dejar claro que toda la acción del Partido Comunista ha estado ligada a una tendencia partidista pronunciada que, además de distorsionar la base de la unidad, era absolutamente detestable para la cohesión de la unidad militar en combate.


Composición del Comité Ejecutivo Regional de la Alianza Obrera de Asturias


Aquí está la composición del Comité Ejecutivo Regional de la Alianza de Trabajadores de Asturias que dirigió la quincena lucha revolucionaria socialista Revolución: 

Presidente: Bonifacio Martin, en representación del PSOE y la UGT, militante socialista aconsejó, disparó alrededor de Lugones a seis kilómetros de Oviedo, por las tropas que operaban bajo las órdenes del general López Ochoa. 

Vicepresidente: Manuel Grossi, que representa el Bloque Obrero y Campesino y la Izquierda comunista.


Secretario: José María Martínez, representante de la Confederación Regional del Trabajo de Asturias, León y Palencia (CNT), encontrado muerto alrededor de Sotiello, pueblo remoto a ocho kilómetros de Gijón, 12 de octubre de 1934. La muerte de este hombre, copiar, revolucionario sincero y leal, difícil de igualar, contiene un misterio que sólo sus compañeros más cercanos podrían aclarar. 


Tesorero: Graciano Antuna, en representación de la Unión de Asturias minera (UGT), disparo de los llamados nacionalistas Oviedo en 1936, después de someterse a terribles torturas. Este gran luchador y minero socialista supo morir en toda dignidad como solo sabe morir los hijos de la mina de estas letras y heroicas tierras asturianas.


También eran miembros de la Comisión Ejecutiva Regional de la AO Asturias en nombre del PSOE y de la UGT; Amador Fernández Montes, Ramón Gonzales Peña, Belarmino Tomas Álvarez y Perfecto González, este último disparo de las fuerzas de Franco en 1942, después de viajar durante cuatro años las montañas de Asturias, armas en mano, con unas pocas docenas de guerrilleros revolucionarios estrecha lucha contra el régimen represivo que domina España. Para la CNT, con José María Martínez, también fueron parte de la Comisión Ejecutiva Regional del AO: Horacia Argüelles y Avelino Entrialgo. 


Por el Comité del BOC y la Izquierda comunista, Marcelino Magdalena y José Prieto, con la adhesión de la Juventud Comunista Ibérica, eran miembros de la Comisión de AO en calidad de asesores.


Los jóvenes socialistas estuvieron representados por: Ángel Fierro y Rafael Fernández. 


Los jóvenes libertarios se habían unido, representados por los mencionados compañeros de la CNT. Javier Bueno, el gran periodista que dirigía el periódico socialista Avance, estaba a cargo de la propaganda escrita. Este hombre de gran valor en todos los aspectos fue condenado a la pena de muerte por el torniquete, castigo de derecho común y ejecutado públicamente en Madrid en 1939. 


Finalmente, no olvidemos que el Partido Comunista, una vez incorporado a la lucha, formaba parte de la dirección de la Alianza Obrera.


Y ahora, querido lector, como punto final a esta comunicación, debe saber que el manuscrito del registro de sucesos del Levantamiento de Asturias (quince días de la Revolución Socialista ) fue escrito con la sangre de los mineros asturianos dos meses justo después del final de los combates en los sótanos de la Casa del pueblo de Mieres transformar en prisión y la tortura centro y mártir de estos parias anuncia el sótano, los mineros de Asturias, que perdieron una batalla en su marcha firme hacia la revolución socialista, sin haber cesado por un momento de creer en la victoria. 


Es cierto que todos los relatos, cuando nacen de movimientos revolucionarios, se redactan de una manera muy agitada. Y mi manuscrito, la Insurrección de Asturias, tiene, también, su historia. Las horas durante las cuales fue escrito no podían ser más oscuras. La represión fue de una magnitud rara. Por lo tanto folletos escritos salieron de la prisión como y, como era, haciendo frente a todo tipo de peligros específicos para el período, desde que fue descubierto en la práctica de este juego, fue la exposición a la muerte. Compañeros tratado en relación con mi familia, fueron los responsables de enviar mis escritos a Barcelona, ​​donde por medio igualmente ilegales, Miembro del Comité Ejecutivo, Germinal Vidal, Miguel Pedrola, Wilebaldo Solano y Galo Juventud Comunista Ibérica la diferida a la dirección de mi partido, el Bloque Obrero y campesino, la misma dirección, de acuerdo con una carta y una conversación en particular me pidió que estuviera de acuerdo en dar forma a mi manuscrito. Así es así que apareció el relato de los acontecimientos de la Revolución de Asturias de 1934.



El grito de los Socialista de Octubre UHP (Estados Hermanos Proletarios - Sindicato de Trabajadores de Hermanos) sigue siendo hoy más vivo que nunca en la conciencia colectiva de los trabajadores asturianos poderosos. Sin duda, la lección fue muy duro y muy sangrienta, pero también muy educativo para la juventud revolucionaria de vanguardia que luchan por una sociedad socialista donde la justicia y la libertad van a ser más humanos, más accesible y más fraterno entre todos empleados del mundo.

Manuel GROSSI. Brignoles, abril de 1971.

  


                                               Grupo de mineros en El Pisón

Prefacio de Joaquin Maurin al libro La insurrección de Asturias de Manuel Grossi (1935)



Quién es Manuel Grossi, sin duda le preguntará a la mayoría de los lectores.


De hecho, el nombre de Grossi no se conoce en la república de letras. No es ni novelista, ni ensayista, ni periodista. Grossi no es un escritor.


Es un menor, un revolucionario. Es uno de los insurgentes asturianos. Fue uno de los principales líderes de esta heroica epopeya. Grossi, desconocido para los círculos intelectuales, no es, sin embargo, trabajadores asturianos. Su nombre está estrechamente relacionado con los de Bonifacio Martín, José María Martínez y González Peña.


En la primavera de 1934 se formó la Alianza Obrera en Asturias. El Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores con un sector decisivo en Asturias: Unión minera asturiana, la Confederación Regional del Trabajo de Asturias, León y Palencia, la izquierda comunista, los obreros y campesinos Bloc, estaban entre ellos.


El camarada Manuel Grossi fue nombrado delegado del Bloque Obrero y Campesino al Comité Regional de la Alianza Obrera.


La Alianza Obrera, durante los primeros días de su existencia, se dedicó a la propaganda. Se alentó a los mineros de los estanques mineros de Mieres y Langreo a ver que el Frente Único era un hecho real e indiscutible.


El 1 st de mayo ya era un anuncio de días épicos de octubre. En Mieres y Sama, los dos grandes centros de la cuenca minera, hubo reuniones que fueron una demostración llamativa de la marcha hacia el frente único. Los mineros, comprendiendo intuitivamente la gravedad de la situación política, impusieron un abrazo cordial de todas las fracciones obreras: más separación, más fraccionamiento. Unidad de esfuerzo!


Quien escribió este prefacio participó como ponente en ambas reuniones, y pudo ver de primera mano el inmenso poder de estos trabajadores de la mina que, sintiéndose unidos, forman un bloque compacto.


El verano fue en Asturias, más que en el resto de España, época de gran preparación. Los trabajadores de Asturias no son diletantes. Siempre actúan seriamente. El proletariado asturiano es, sin duda, el sólido brazo del movimiento obrero español. Cuando elabora un plan, se da cuenta. Nada ni nadie puede destruir lo que tiene en su cabeza. Camina hacia el objetivo de un paso seguro y decidido. Él es consciente de su fuerza.


En septiembre las fuerzas reaccionarias trataron de concentrarse en Covadonga. Querían, simbólicamente, dar la impresión de que estaban dejando estas legendarias piedras para conquistar España como hace siglos los godos y los cristianos. Pero los mineros estaban allí, y los proyectos reaccionarios abortaron. La concentración de Covadonga era un verdadero fiasco. Los trabajadores asturianos ganaron una importante batalla. Eran invencibles.


Era octubre. Y el Asturias se rebeló. Durante una quincena los mineros, con los brazos en las manos, lucharon sin disgusto.


¿Cuán importante será la insurrección asturiana en el curso futuro de los acontecimientos políticos en nuestro país?


Es difícil hacer predicciones. Tenemos tres experiencias anteriores en nuestro propio país que, si no son absolutamente comparables, pueden servir de enseñanza. Es cierto que la historia no se repite exactamente, pero las leyes de los movimientos revolucionarios, sus causas y consecuencias son indiscutibles y deben examinarse como posibles reglas generales.


En 1909, Cataluña se rebeló, y sobre todo Barcelona. La revuelta era caótica, sin igualar lo que era el levantamiento asturiano. El Barcelona obrero se opuso a la política reaccionaria del gobierno Maura-Lacierva (Lerroux-Gil Robles hace veintiséis años). Maura y La cierva triunfaron; la insurrección fue sofocada y las cosas volvieron a su curso. Pero la política encarnada por Mauta y Lacierva fue derrotada. Comenzó entonces un período liberal y democrático. Un período en el que el movimiento obrero emergía de su propia personalidad y gradualmente se diferenciaba del viejo republicanismo.


La semana roja de julio de 1909 representó un formidable paso adelante en la marcha de la revolución española y de la clase obrera.


En 1917, el movimiento obrero y la pequeña burguesía de nuestro país intentaron una acción contra la monarquía: la llamada Asamblea de Parlamentarios y la Huelga Revolucionaria de Agosto. Esto fue un fracaso. El gobierno de Dato-Sánchez Guerra triunfó. Sin embargo, unos meses más tarde, los vencedores fueron derrotados.


El gran desarrollo de la organización del proletariado surgió precisamente del movimiento de 1917? Es de esto que el Partido Socialista adquiere una importancia real y que la Confederación Nacional del Trabajo adquiere prestigio.


Dos años después del fracaso de 1917, la clase obrera española se encontró en condiciones de superar completamente a la burguesía. Su fuerza no tenía límite. Pero la falta de unidad revolucionaria y de una doctrina revolucionaria encarnada por un partido obrero, arruinó tales circunstancias propicias.


En 1930, España se encuentra nuevamente como en 1909 y 1917 en el período revolucionario. Al final del año, una de las más formidables huelgas generales se desató. El gobierno del general Berenguer parece inamovible. El movimiento revolucionario está siendo suprimido.


Sin embargo, cuatro meses después, el huracán causó el colapso del gobierno y la monarquía con él.


El aplastamiento momentáneo de estos movimientos que tienen un significado progresivo, que poseen un significado histórico, es más aparente que real. La derrota es muy a menudo un paso necesario en la subida a triunfos futuros. Sin la revolución rusa de 1905 derrotada, no habría habido la victoria de 1917.


Los acontecimientos de octubre de 1934, que culminaron en la Comuna asturiana, fueron el luminoso prólogo de la segunda revolución, que inevitablemente surgirá en España.


La situación actual: Lerroux, Gil Robles, "cedismo", la apoteosis reaccionaria, todo esto es puramente transitorio, efímero. Esto pasará, barrido por las tormentas de las grandes conmociones, sin dejar rastros.


España es ahora - y Octubre fue la expresión de esta situación - entre el fascismo y el socialismo. Toda posibilidad de estabilización democrática burguesa ha sido destruida. La burguesía va a permanecer en el poder que sin descanso aplicar hierro y fuego, es decir, moviendo a marchas forzadas hacia el fascismo cuyo gobierno Lerroux Gil Robles es sólo un puesto de avanzada de observación.


Pero la clase obrera, ahora sabiendo las "delicias" de triunfo del fascismo en Italia, Polonia, Alemania y Austria, que consienta en su victoria? Octubre fue un gran esfuerzo para barrer su camino. Pronto veremos lo que sucede a continuación. Sin embargo, hay un hecho que debe enfatizarse. El movimiento obrero, amordazado, proscrito, perseguido con furia como nunca estuvo bajo la monarquía, no se siente vencido. Obligado a contener, a permanecer en la sombra, se siente fuerte, optimista, rehecho sus ejecutivos y se prepara para volver a entrar en la batalla.


La alternativa histórica: el fascismo o el socialismo se resolverán finalmente en duras peleas, de las que Octubre fue sólo el primero y ciertamente no el más importante.


Es en este sentido que lo que sucedió en Asturias durante los quince días de la insurrección es de importancia histórica.


Grossi nos trae un documento de valor excepcional. No es un informe hecho de una pluma brillante. Durante el levantamiento de Grossi, no manejó la pluma, sino el rifle, la bomba y la ametralladora. No tenía tiempo para tomar notas, excepto para decidir en las reuniones de los Comités la acción que debía tomarse y su ejecución como líder responsable.


Fue en la Casa del Pueblo de Mieres, convertida en prisión, que después de octubre Grossi tuvo tiempo de resumir la acción de aquellos pocos días. Estas páginas, secas, pero muy a veces en movimiento, son un reflejo muy interesante de estos días cargado de electricidad e iluminado por explosiones de dinamita. Apenas podemos escribir sobre lo que sucedió en Asturias, que, siendo una relación vivida, es comparable a la narrativa de Grossi. Y no por su carácter literario, sino precisamente porque no lo tiene, siendo una traducción fiel de la acción.


El camarada González Peña, en la carta a Grossi por encima de esas páginas, dijo claramente que entre él y Grossi, como líderes tanto del movimiento revolucionario, había una identidad completa antes y durante el movimiento. Lo mismo que seguramente existía entre Peña y Grossi un lado, y Bonifacio Martin, José María Martínez y otros líderes de la otra.


El documento de Grossi extrae su valor de ello. Aunque escrito por él, que es, en última instancia, un informe guerra Comités Revolucionarios, resumiendo la batalla y se expongan las razones que obligaron a desmovilizar y concluyendo armisticio temporal.


Manuel Grossi, un menor de 30 años, dirigente de la insurrección asturiana, autor de las páginas que siguen, se encuentra actualmente en prisión en espera de la hora más allá del Consejo de Guerra que sin duda pronunciar la pena de muerte.


El interés dramático se incrementa aún más.

Joaquin Maurin

5 de julio de 1935



                              
                                 LA INSURRECCIÓN DE LAS ASTURIAS

Quince días de revolución socialista

3 de octubre

La crisis del gobierno de Samper ha despertado en gran manera la mente de los trabajadores asturianos. Las caras ásperas de los mineros parecen preocupadas, preocupadas. Se cuestionan la mirada y el gesto del otro. ¿Qué va a pasar?


Por la noche, los Centros de Trabajadores están experimentando una afluencia extraordinaria. Miles de trabajadores están corriendo. Ambiente denso, cargado de humo y electricidad. Hablamos en voz alta, casi gritando. Los comentarios giran, es evidente, alrededor de la crisis. ¿Cómo se resolverá esto? ¿Se formará un gobierno Lerroux? Con o sin la Confederación Española de Derechos Autónomos (CEDA)? Esa es la preocupación principal de todos.


Lerroux no goza de simpatía en la clase obrera. Todos los comentarios son francamente hostiles a él. Sin embargo, si se limita a formar un gobierno republicano, es más que probable que ninguna acción inmediata se tome contra él. Lo que no podemos consentir es la entrada de CEDA en el gobierno. Entonces todo parece unánime. CEDA no! La participación de la CEDA en el gobierno sería la primera victoria oficial del fascismo. Aceptarlo sin resistencia, sin lucha, equivaldría a preparar para sí su derrota, su aplastante, su tumba. Sería una complicidad.


La amarga experiencia de los trabajadores alemanes está presente en todas las mentes. Esta experiencia, los trabajadores españoles no lo repetirán.

Por la noche, el cielo está cubierto de nubes negras. La tormenta brota.

4 de octubre

En la madrugada, las calles de Mieres presentan una apariencia inusual. Una afluencia extraordinaria de trabajadores. Una codiciosa necesidad de noticias. Preguntas casi siempre iguales. Comentarios enormes. A través de preguntas y comentarios, se forma la voluntad colectiva, la pasión unánime de los trabajadores. A medida que pasan las horas, la tensión de los espíritus aumenta. Sobre las cabezas negras de los mineros, uno se siente extraño borboteo, es una angustia, una tragedia y una amenaza. Es el anuncio de grandes acontecimientos, de gloriosas proezas colectivas que embellecen la historia de los pueblos.


La multitud negra se apresuró a la Casa del Pueblo en busca de noticias. Es un ir y venir continuo. Los mineros entran y salen como abejas: de la Casa del pueblo escapa un zumbido. La Casa del Pueblo reemplaza al templo y los cuarteles. La nueva fe y la nueva disciplina están forjadas. La vida social moderna fluye hacia ella. Los grandes acontecimientos sociales, las grandes entregas de la historia allí convento. Quien quiera conocer nuestro tiempo y penetrar en el futuro, ¡vea las Casas del Pueblo!

Hoy, la víspera de la batalla, nos damos cuenta de la influencia de la Alianza Obrera sobre los parias en el subsuelo. AO, estas dos letras han adquirido un poder mágico. La reunión, la conferencia, la reunión pública, el periódico, el manifiesto popularizaron entre los trabajadores. Hoy en día, son parte de su conciencia colectiva. Confían en sí mismos, porque tienen confianza en sí mismos, en su unión, en su fuerza. En estos momentos, peligrosos, los trabajadores ponen todas sus esperanzas en la Alianza Obrera.

Hacia las siete de la tarde, el nuevo gobierno fue aprendido. Son miembros tres ministros de la CEDA. Al principio, los trabajadores no pueden creerlo. ¿Cómo! ¿Es posible que la República les sea entregada? La noticia está confirmada. La indignación sucede al estupor. Las cejas fruncen el ceño y los ojos se inflaman de ira. Los puños se cierran y casi instintivamente se elevan.

Los trabajadores de Mieres me conocen como miembro del Comité de la Alianza Obrera. Vienen a mí en compañía y me asaltan con preguntas. ¿Qué piensa el Comité? ¿Qué respuesta se da a la provocación de la burguesía?
Siento la responsabilidad de esos momentos en mí. No puedo hacer nada sin consultar a los demás miembros del comité. Respondo a los que me preguntan:

"La Alianza de los Trabajadores es informada de lo que está sucediendo y se comportará como debería a una organización revolucionaria. Lo primero que nos impone es la serenidad y la disciplina”.


El partido comunista oficial trata de aprovechar las circunstancias para entrenar a los trabajadores contra el Comité Central de la Alianza Obrera. Esta maniobra no produce ningún resultado. Los trabajadores saben qué esperar.


9 de la noche. La noticia de la entrada de la CEDA al gobierno recibe una confirmación definitiva. Los espíritus están muy emocionados. Uno siente la proximidad de la batalla. El Ejército Rojo está en el último punto de gestación. El reloj de la revolución no se detendrá. 


Alrededor de las 10 de la noche, me encuentro con 
Ramón González Peña. Intercambiamos nuestras impresiones sobre la actitud a adoptar. Podemos estar de acuerdo en que la insurrección debe ser desencadenada. Pero en primer lugar, la alianza de trabajo debe conocer y consultar a la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores. A medianoche, ya podemos tener una respuesta. Si, como es lógico suponer, es afirmativo, la insurrección comenzará inmediatamente.
La medianoche. La noticia recibida es favorable al movimiento. Todo está listo. No queda más que prender fuego a la mecha de la insurrección. Lo ponemos allí sin vacilación, con un gesto serio, pero con la voluntad de conquistar.
Nota
Socialistas (1) En la Casa del Pueblo Mieres estaban unidos y BOC Jóvenes de las diez, se forma un protector para evitar la entrada de elementos extraños en las Juventudes del oocal permanecen los restos de la Casa del Pueblo abiertos a los miembros. Hacia la tarde de diez comenzó a preparar las armas que no era significativa, en espera de la decisión del Comité Regional de la Alianza de Trabajadores (Nota MG)




5 de octubre


La toma de Mieres


¿Cuántas armas teníamos a nuestra disposición en la insurrección?

No llegaron armas a Mieres desde el famoso contrabando de San Esteban de Pravia. Veinte días antes el movimiento llegó un carro de chatarra en la fábrica de Mieres. En el fondo de este carruaje había unos doscientos rifles alemanes. Correctamente examinados, comenzamos a ponerlos en los calzones. Sólo podemos usar una treintena de rifles.
Al principio, debemos recurrir a rifles de caza ya instrumentos agrícolas, útiles en tales casos. Se prefiere la dinamita.


Nuestro primer objetivo es aislar los cuarteles de las fuerzas públicas: la guardia civil y la guardia de asalto, sin que el enemigo se dé cuenta. Desafortunadamente, a eso de las diez de la noche, estalló un cartucho de dinamita que lanzó alarma entre los elementos reaccionarios. La policía patrulla las calles durante la noche.


A la una de la mañana decidimos emprender la acción con todas sus consecuencias. Sabemos que en la cuenca del carbón de Sama, Pola de Lena, Riosa, etc., entraremos en acción casi al mismo tiempo. 


Los primeros disparos estallaron. El primer camarada que pierde la vida es Mazario Álvarez, miembro del Partido Comunista.


El gobernador civil de Oviedo fue informado por teléfono sobre lo que está sucediendo. Sabemos que se apresuró a enviar una furgoneta de guardias de asalto, pero éste no llega a su destino; sus ocupantes, aterrorizados, lo abandonan en medio de la carretera y toman vuelo.
A lo largo de la noche se dispararon disparos, pero sin consecuencias. La verdadera batalla comienza a las cinco de la mañana, con el ataque de los cuarteles de la Guardia Civil y de los Guardias de Asalto. Hay alrededor de setenta en total. 


Los insurgentes estaban organizados en grupos de treinta; cada grupo obedece a un líder con disciplina.


6 horas. Decidimos emprender la lucha tomando el ayuntamiento. Su guardia fue confiada a los guardias de asalto. El ataque comienza. Después de media hora de fuego pesado, lo suspendemos y le indicamos al sargento que ordena a las fuerzas enemigas que se rindan. En respuesta, el sargento ordenó a sus hombres que continuaran con el fuego. 

“Cita ; será mejor ", grité por segunda vez. 


-En cuanto tenga un hombre, no me rendiré -respondió el sargento obstinadamente-. 


El disparo revive, más violento que antes. Cinco minutos más tarde, el ayuntamiento pasa a nuestras manos. Quien, pocos minutos antes, fingió ser un pueblo de Napoleón, ahora exige clemencia. No le hacen el menor daño; por el contrario, se trata con consideración.


Dos guardias de asalto perdieron la vida en esta pelea; el resto, alrededor de una docena, fue herido, pero que ha logrado esconderse en el reloj del Ayuntamiento, donde permaneció durante tres días sin comida, hasta que me informaron de forma confidencial de su condición. 


Alrededor de las ocho y media de la mañana, una multitud de más de dos mil personas se reunió frente al ayuntamiento, ocupado por los trabajadores insurgentes. Desde uno de los balcones proclamo la República Socialista. El entusiasmo es indescriptible. Los vivas de la revolución y de la República Socialista se suceden. Cuando pueda ser escuchado de nuevo, doy instrucciones para la continuación de la lucha.

Aproximadamente a la misma hora, se produjeron ataques violentos contra los cuarteles en toda la cuenca del carbón. La de Mieres ya ha sido tomada, costando la vida al sargento de la guardia civil ya uno de sus hijos que, sin ser guardia civil, ha cometido la imprudencia de intervenir en la lucha.


El Cuartel de la Guardia de Asalto

Por nuestra parte, todavía tenemos que luchar una batalla importante. Los cuarteles de los guardias de asalto, llamados Palacio de la Villa, permanecen intactos. Debe tomarse sin demora. 


Un pelotón de ochenta hombres armados fue organizado ante el ayuntamiento. Las armas tomadas de los guardias de asalto que defendían el ayuntamiento mejoraron mucho nuestros armamentos. 


Nos dirigimos a los cuarteles de los guardias de asalto. Por mi parte, quería, en la medida de lo posible, evitar el derramamiento de sangre. Tenemos en nuestro poder el sargento de los guardias de asalto. Tal vez pueda llevarlos a rendirse sin luchar. Le pregunto. Se niega, alegando que no sabe qué decirles. Escribo una nota y la doy a él para que pueda leerla a sus compañeros.


Llegamos al frente del cuartel. El sargento lee la escritura que acabo de darle. Después de una breve deliberación, los guardias de asalto deciden ir sin una pelea. Nos envían un emisario para que nos lo diga. Este último está cumpliendo su misión cuando un desafortunado apodado "Fantomas" le da un golpe de culata en la cabeza. Los otros guardias, viendo su escena en el cuartel, inmediatamente abrieron fuego sobre nosotros, hiriendo a varios compañeros.


Estamos a pocos metros de la puerta del cuartel. Entendemos que un retroceso en estas condiciones daría a los guardias la sensación de la derrota. Decidimos avanzar a toda costa. Nuestra decisión en el ataque es exitosa; diez minutos después nos las arreglamos para apoderarse del cuartel. Todos los guardias que estaban dentro del cuartel murieron. Sin el gesto imbécil de "Fantomas", uno habría evitado este estúpido derramamiento de sangre.


Señalemos el inminente peligro mortal del camarada Mariano Liras, activista militante del Bloque Obrero y Campesino de Mieres. Detenidos a las dos de la madrugada, no lejos del cuartel, los guardias de asalto lo mantuvieron encadenado hasta nuestra llegada. Se encontró obligado a morir bajo el fuego de nuestras propias armas. Se salvó por casualidad.

Parecerá extraño que los guardias de asalto permanecieron tanto tiempo sin salir de sus cuarteles. La siguiente estratagema fue la causa: a las tres de la madrugada habíamos colocado un grupo de obreros armados detrás de la iglesia, a unos doscientos metros de los cuarteles. Cada cinco minutos estos camaradas dispararon al aire. Los guardias, sintiéndose sitiados, no se atrevieron a marcharse. Así ganamos el tiempo necesario para nuestra venida, después de haber tomado el ayuntamiento.

Los dos puntos decisivos ocupados, el ayuntamiento y el Palacio de la Villa, Mieres pasa al poder de los trabajadores. Es la primera fortaleza de la Revolución.


Nombramiento del Comité Revolucionario


Antes de comenzar el ataque contra los cuarteles, habíamos nombrado de común acuerdo a cuatro camaradas para constituir el Comité Provisional. Este último iba a ser sustituido por otro, oficialmente nombrado, tan pronto como hubiéramos llegado a ser dueños de la ciudad.

Instalado en el ayuntamiento, procedimos con la designación del nuevo comité revolucionario. Como miembro del Comité de la Alianza de Trabajadores, se me instruye para hacer los nombramientos. Constituyo el Comité con dos socialistas, dos anarquistas, dos funcionarios del Partido Comunista y yo, en representación de la Alianza de Trabajadores y el Bloque Obrero y Campesino.


Los camaradas socialistas y anarquistas hicieron algunas observaciones sobre la exclusión del Comité de los dos comunistas. Me opongo. Los comunistas lucharon desde el principio como excelentes revolucionarios. Rápidamente tuve que darme cuenta de la razón que los instó a hacer las observaciones anteriores. En general, diré que aprendí más durante los quince días que duró el movimiento que en todo el resto de mi vida.

Mieres se convirtió de inmediato en el centro de la revolución asturiana. La captura de los cuarteles nos ha dado un buen número de armas, pero no tanto como deberíamos. Nos encontramos acosados ​​por cientos de trabajadores que exigen un arma. Quieren pelear, quieren formar parte del Ejército Rojo. Por falta de otras armas, la mayoría tendrá que luchar con dinamita.


No conocemos el miedo. Los trabajadores dan testimonio de un inconmensurable espíritu de decisión y coraje. Sus ojos están fijos en la victoria. Para obtenerlo, todos están dispuestos a sacrificar sus vidas. No creo que haya palabras capaces de describir el heroísmo de los revolucionarios asturianos. Sólo otros héroes de la misma estatura pueden entenderlo.


Primeros actos de saqueo


Alguien dijo que las revoluciones arrastran detrás de la espuma de la sociedad. Junto con los combatientes, capaces de todos los sacrificios para la realización de su ideal, están acostumbrados a poner elementos podridos que parecen destinados a deshonrar las revoluciones.


En los primeros días, vemos a Mieres en algunos actos de pillaje. Ciertos elementos, que parecen reunir a la Revolución, se dedicaban a asaltar y robar el comercio, recogiendo todo lo que pudiera tener algún valor.

Estamos decidiendo tomar medidas para detener estos abusos. El primer acto en esta dirección es la publicación de un anuncio que, mientras se invita al público a unirse al movimiento revolucionario, anunció duras sanciones contra los que serían sorprendidos cometiendo actos de saqueo. Esta proclamación da resultados tremendos. Los más obstinados unen con entusiasmo la revolución y saludan, con el puño levantado. Trastornos incluyen elementos que este es el comienzo de un nuevo orden y deben someterse a ella, so pena de sufrir las consecuencias.


La Batalla de La Manzaneda (Olloniego)


Nuestra atención está fijada en Oviedo. Para que nuestra victoria en Asturias sea completa, debemos conquistar la capital. Y para esto, es necesario organizar, con la mayor rapidez posible, el Ejército Rojo de la Revolución.

Estamos trabajando en esta dirección, cuando oímos la noticia de que las fuerzas gubernamentales se dirigen hacia Mieres. No hay un momento que perder. Requisitos los camiones a toda velocidad, y salimos, doscientos en número, para encontrarnos con los guardias de asalto y las tropas enviadas contra nosotros.


Al llegar al lado de la Manzaneda, los botones en el enemigo. Paramos a unos quinientos metros de él y comenzamos febrilmente pero con serenidad y espíritu de toma de decisiones los preparativos para la batalla. Dividimos nuestras fuerzas en siete grupos de treinta hombres. Cada uno de estos grupos debe obedecer, sin ninguna discusión, al jefe designado. Los líderes del grupo no pueden tomar ninguna decisión sin consultar al representante del Comité Revolucionario.


Cerca de La Manzaneda es un antiguo castillo. Me fui a establecer allí con otros compañeros y un cornete de la Cruz Roja, que nos pusieron a nuestra disposición. Los grupos toman posiciones estratégicas en las montañas. La corneta da la señal para la acción.


En los primeros momentos, la lucha resulta muy difícil para nosotros. Las fuerzas enemigas disparan con ametralladoras. Sólo tenemos ametralladoras que no pueden alcanzar su objetivo a la distancia que nos separa del enemigo.


A las 3 de la tarde, el tiroteo continuó. El enemigo resiste y nos causa algunas pérdidas. Nuestros soldados rojos están peleando duro.


A las 4 de la tarde dimos la orden de un alto el fuego. Recojo a los líderes de grupo e intercambiamos nuestras impresiones. Después de una breve deliberación, decidimos emprender el ataque por carretera. Dos jefes a la cabeza de sesenta hombres son los encargados de la operación.


¿Cuántos hombres ponen al enemigo? No lo sabemos. Se pueden ver tres camiones en la carretera. Esa es la clave.


El ataque comienza. Se presenta como tener que ser duro. Las ametralladoras del enemigo disparan incesantemente. Pero nuestros hombres están enfrentando la muerte. A las cinco ocupamos las posiciones del enemigo y nos apoderamos de algunas de sus armas, entre ellas ametralladoras. Sin la presencia de los soldados que protegían su retirada, no había un solo guardia de asalto que quedara vivo.


La noche cae y decidimos el retiro. Regresamos a Mieres en las camionetas llevadas a los guardias. Nuestra entrada conlleva un entusiasmo indescriptible. Todos los trabajadores, viejos y jóvenes, mujeres y niños, cantaban la Internacional. Ya no es una canción de esperanza, sino una canción de victoria. Me siento ganado por la emoción.


Rápidamente, hacemos balance de la batalla de La Manzaneda. Los Soldados Rojos aplicaron los métodos estratégicos de la insurrección. Fueron capaces de desplegarse en guerrillas en los frentes con toda la ciencia moderna. La disciplina observada era admirable en todos los aspectos. Las órdenes dadas se ejecutaron sin murmurar. Como resultado, doscientos revolucionarios, insuficientemente armados, pudieron derrotar a dos compañías de guardias de asalto y una del ejército, las tres bien equipadas.


Tenemos en nuestro poder, prisioneros, los guardias civiles del puesto de Olloniego. A pesar de las pérdidas que nos causaron, no por un momento tuvimos la idea de vengarnos de ellas. Son tratados, por el contrario, con consideración. Somos soldados de la Revolución, no asesinos.


El inicio del movimiento en Ablaña


Después estuvimos de acuerdo en Mieres, González Peña fue a Ablaña fin de organizar un equipo fuerte que va a recoger las armas del contrabando de Muros de Nalón habíamos ocultado cuidadosamente.


Ablaña es el pueblo de González Peña. Siempre ha habido el mayor predominio sobre los obreros. Sin embargo, debe arengarlos varias veces y en el tono más comminatorio para decidir unirse al movimiento. Finalmente, logra organizar el grupo proyectado, con el cual se mueve hacia el lugar donde están los brazos.


Habíamos acordado que una vez que los obreros estuvieran armados, iría con ellos al monte Naranco (Oviedo). Por las razones que nosotros también plantearemos, el grupo formado en Ablaña no tomó parte en el ataque hasta las primeras horas del día 6.

Inicio de la lucha en Turón


La región de Turón había sido en otros tiempos una fortaleza del comunismo. Se llamaba "Turón el Rojo". Durante algún tiempo, los trabajadores de esta zona minera mostraban signos de consternación. La mayoría incluso había abandonado sus organizaciones, doblándose delante de los patrones.


Pero uno no abandona tan fácilmente un ideal. Este último está siempre a la espera de las circunstancias propicias para manifestarse. Y estas circunstancias ocurrieron a los trabajadores de Turón.


Casi al mismo tiempo, cuando la lucha comienza en Mieres, trabajadores de Turon, incluso aquellos precisamente que parecía más retraído y presentado a la empresa, son los primeros en participar en el movimiento. Los guardias jurados, con excepción de dos o tres que están inmediatamente desarmados, se unen a ellos.


En la mañana del día 5 emprendieron un ataque contra los cuarteles de la Guardia Civil. Esto es duro y largo. Carece de una dirección firme, una disciplina; cada revolucionario actúa a su antojo. No pensamos por un momento de hablar. Es casi seguro que habiéndolo hecho, la guardia civil se habría rendido, lo que habría evitado una pérdida de tiempo y un derramamiento de sangre.


La captura de los cuarteles de la Guardia Civil duró casi ocho horas. De hecho, esta victoria se obtuvo sólo con la llegada de los refuerzos de Ujo, Santa Cruz y Figaredo. En este atentado contra el cuartel de Turón, el comandante del puesto y dos o tres guardias perdieron la vida.


El caso del capitán Nart

Unos meses después de los acontecimientos, con el único propósito de desprestigiar a los revolucionarios y defender, los crímenes cometidos en Asturias es bien sabido, el gobierno de Lerroux-Gil Robles ha creído en la obligación de publicar un documento que nos puede ser demolido punto por punto.
[a seguir]




Prefacio a la insurrección de Asturias por Manuel Grossi

J. Maurin – POUM




Quién es Manuel Grossi, sin duda le preguntará a la mayoría de los lectores.

De hecho, el nombre de Grossi no se conoce en la república de letras. No es ni novelista, ni ensayista, ni periodista. Grossi no es un escritor.

Es un menor, un revolucionario. Es uno de los insurgentes asturianos. Fue uno de los principales líderes de esta heroica epopeya. Grossi, desconocido para los círculos intelectuales, no es, sin embargo, trabajadores asturianos. Su nombre está estrechamente relacionado con los de Bonifacio Martín, José María Martínez y González Peña.

En la primavera de 1934 se formó la Alianza Obrera en Asturias. El Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores con un sector decisivo en Asturias: Unión minera asturiana, la Confederación Regional del Trabajo de Asturias, León y Palencia, la izquierda comunista, los obreros y campesinos Bloc, estaban entre ellos.

El camarada Manuel Grossi fue nombrado delegado del Bloque Obrero y Campesino al Comité Regional de la Alianza Obrera.

La Alianza Obrera, durante los primeros días de su existencia, se dedicó a la propaganda. Se alentó a los mineros de los estanques mineros de Mieres y Langreo a ver que el Frente Único era un hecho real e indiscutible.

El 1 st de mayo ya era un anuncio de días épicos de octubre. En Mieres y Sama, los dos grandes centros de la cuenca minera, hubo reuniones que fueron una demostración llamativa de la marcha hacia el frente único. Los mineros, comprendiendo intuitivamente la gravedad de la situación política, impusieron un abrazo cordial de todas las fracciones obreras: más separación, más fraccionamiento. Unidad de esfuerzo!
Quien escribió este prefacio participó como ponente en ambas reuniones, y pudo ver de primera mano el inmenso poder de estos trabajadores de la mina que, sintiéndose unidos, forman un bloque compacto.

El verano fue en Asturias, más que en el resto de España, época de gran preparación. Los trabajadores de Asturias no son diletantes. Siempre actúan seriamente. El proletariado asturiano es, sin duda, el sólido brazo del movimiento obrero español. Cuando elabora un plan, se da cuenta. Nada ni nadie puede destruir lo que tiene en su cabeza. Camina hacia el objetivo de un paso seguro y decidido. Él es consciente de su fuerza.

En septiembre las fuerzas reaccionarias trataron de concentrarse en Covadonga. Querían, simbólicamente, dar la impresión de que estaban dejando estas legendarias piedras para conquistar España como hace siglos los godos y los cristianos. Pero los mineros estaban allí, y los proyectos reaccionarios abortaron. La concentración de Covadonga era un verdadero fiasco. Los trabajadores asturianos ganaron una importante batalla. Eran invencibles.

Era octubre. Y el Asturias se rebeló. Durante una quincena los mineros, con los brazos en las manos, lucharon sin disgusto.

¿Cuán importante será la insurrección asturiana en el curso futuro de los acontecimientos políticos en nuestro país?

Es difícil hacer predicciones. Tenemos tres experiencias anteriores en nuestro propio país que, si no son absolutamente comparables, pueden servir de enseñanza. Es cierto que la historia no se repite exactamente, pero las leyes de los movimientos revolucionarios, sus causas y consecuencias son indiscutibles y debe ser examinada como un posible reglas generales.

En 1909, Cataluña se rebeló, y sobre todo Barcelona. La revuelta era caótica, sin igualar lo que era el levantamiento asturiano. El Barcelona obrero se opuso a la política reaccionaria del gobierno Maura-Lacierva (Lerroux-Gil Robles hace veintiséis años). Maura y Lacierva triunfaron; la insurrección fue sofocada y las cosas volvieron a su curso. Pero la política encarnada por Mauta y Lacierva fue derrotada. Comenzó entonces un período liberal y democrático. Un período en el que el movimiento obrero emergía de su propia personalidad y gradualmente se diferenciaba del viejo republicanismo.

La semana roja de julio de 1909 representó un formidable paso adelante en la marcha de la revolución española y de la clase obrera.

En 1917, el movimiento obrero y la pequeña burguesía de nuestro país intentaron una acción contra la monarquía: la llamada Asamblea de Parlamentarios y la Huelga Revolucionaria de Agosto. Esto fue un fracaso. El gobierno de Dato-Sánchez Guerra triunfó. Sin embargo, unos meses más tarde, los vencedores fueron derrotados.

El gran desarrollo de la organización del proletariado surgió precisamente del movimiento de 1917? Es de esto que el Partido Socialista adquiere una importancia real y que la Confederación Nacional del Trabajo adquiere prestigio.

Dos años después del fracaso de 1917, la clase obrera española se encontró en condiciones de superar completamente a la burguesía. Su fuerza no tenía límite. Pero la falta de unidad revolucionaria y de una doctrina revolucionaria encarnada por un partido obrero, arruinó tales circunstancias propicias.

En 1930, España se encuentra nuevamente como en 1909 y 1917 en el período revolucionario. Al final del año, una de las más formidables huelgas generales se desató. El gobierno del general Berenguer parece inamovible. El movimiento revolucionario está siendo suprimido.

Sin embargo, cuatro meses después, el huracán causó el colapso del gobierno y la monarquía con él.

El aplastamiento momentáneo de estos movimientos que tienen un significado progresivo, que poseen un significado histórico, es más aparente que real. La derrota es muy a menudo un paso necesario en la subida a triunfos futuros. Sin la revolución rusa de 1905 derrotada, no habría habido la victoria de 1917.

Los acontecimientos de octubre de 1934, que culminaron en la Comuna asturiana, fueron el luminoso prólogo de la segunda revolución, que inevitablemente surgirá en España.

La situación actual: Lerroux, Gil Robles, "cedismo", la apoteosis reaccionaria, todo esto es puramente transitorio, efímero. Esto pasará, barrido por las tormentas de las grandes conmociones, sin dejar rastros.

España es ahora - y Octubre fue la expresión de esta situación - entre el fascismo y el socialismo. Toda posibilidad de estabilización democrática burguesa ha sido destruida. La burguesía va a permanecer en el poder que sin descanso aplicar hierro y fuego, es decir, moviendo a marchas forzadas hacia el fascismo cuyo gobierno Lerroux Gil Robles es sólo un puesto de avanzada de observación.

¿Pero la clase obrera, ahora consciente de las "delicias" del triunfo del fascismo en Italia, Polonia, Alemania y Austria, ¿consiente en su victoria? Octubre fue un gran esfuerzo para barrer su camino. Pronto veremos lo que sucede a continuación. Sin embargo, hay un hecho que debe enfatizarse. El movimiento obrero, amordazado, proscrito, perseguido con furia como nunca estuvo bajo la monarquía, no se siente vencido. Obligado a contener, a permanecer en la sombra, se siente fuerte, optimista, rehecho sus ejecutivos y se prepara para volver a entrar en la batalla.


La alternativa histórica: el fascismo o el socialismo se resolverán finalmente en duras peleas, de las que Octubre fue sólo el primero y ciertamente no el más importante.

Es en este sentido que lo que sucedió en Asturias durante los quince días de la insurrección es de importancia histórica.

Grossi nos trae un documento de valor excepcional. No es un informe hecho de una pluma brillante. Durante el levantamiento de Grossi, no manejó la pluma, sino el rifle, la bomba y la ametralladora. No tenía tiempo para tomar notas, excepto para decidir en las reuniones de los Comités la acción que debía tomarse y su ejecución como líder responsable.

Fue en la Casa del Pueblo de Mieres, convertida en prisión, que después de octubre Grossi tuvo tiempo de resumir la acción de aquellos pocos días. Estas páginas, secas, pero muy a veces en movimiento, son un reflejo muy interesante de estos días cargado de electricidad e iluminado por explosiones de dinamita. Apenas podemos escribir sobre lo que sucedió en Asturias, que, siendo una relación vivida, es comparable a la narrativa de Grossi. Y no por su carácter literario, sino precisamente porque no lo tiene, siendo una traducción fiel de la acción.

El camarada González Peña, en la carta a Grossi por encima de esas páginas, dijo claramente que entre él y Grossi, como líderes tanto del movimiento revolucionario, había una identidad completa antes y durante el movimiento. Lo mismo que seguramente existía entre Peña y Grossi un lado, y Bonifacio Martin, José Maria Martinez y otros líderes de la otra.

El documento de Grossi extrae su valor de ello. Aunque escrito por él, que es, en última instancia, un informe guerra Comités Revolucionarios, resumiendo la batalla y se expongan las razones que obligaron a desmovilizar y concluyendo armisticio temporal.

Manuel Grossi, un menor de 30 años, dirigente de la insurrección asturiana, autor de las páginas que siguen, se encuentra actualmente en prisión en espera de la hora más allá del Consejo de Guerra que sin duda pronunciar la pena de muerte.

El interés dramático se incrementa aún más.






Apelación de la Alianza Obrera de Cataluña
Diciembre 1933

Comunismo n ° 31 en enero de 1934.

Compañeros
El progreso de la reacción capitalista es un hecho de carácter mundial que nadie puede negar, aunque tiene rasgos particulares en cada país.

En Italia y Alemania, se ha concentrado en forma de un fascismo criminal y destructivo que pretende devolver a los pueblos a las formas políticas de la Edad Media.


En otros países de Europa y América, toma formas que, sin menoscabo de su carácter odioso, alcanzan su objetivo al respetar aparentemente las condiciones económicas y políticas imperantes.


En España, vemos claramente que está a punto de triunfar.


En primer lugar, corrompe el sistema electoral, recurriendo a los métodos más infames para obtener el parlamento, si no una mayoría absoluta, por lo menos una minoría de tal manera que no se puede gobernar sin contar con ella. Luego empuja al gobierno; proclamar el estado de prevención previsto en la ley de orden público, que desarma a la clase obrera y le priva de medios de defensa contra los golpes que el gobierno toma y que favorecen al derecho reaccionario.


Finalmente, como tercera etapa de su acción infame y disoluta, que utiliza la inconsciencia de las personas que trabajan agrupadas en torno a la FAI y la CNT a precipitar en la calle y agrave plomo; un golpe repentino contra la policía, y busca dos objetivos maliciosamente también favorables para su traslado a la opinión pública para justificar las peores monstruosidades del poder público, sembrar el terror, la desolación y la muerte, lo que justificaría un golpe reaccionario y fascista. Cálculos lógicamente deducidos de los hechos. Pero no tendrán éxito. Para evitar esto, somos lagrave. Las organizaciones abajo firmantes, de diversas tendencias doctrinales y aspiraciones, pero unidas en un deseo común de preservar las conquistas obtenidas hasta el día de hoy; presente por la clase obrera española, constituyó la Alianza Obrera para oponerse a ella; el establecimiento de la reacción en nuestro país, para evitar cualquier intento de golpe de estado o el establecimiento de una dictadura, si lo tentamos, y mantener intactas las conquistas desgarradas hasta nuestros días; presentes y que constituyen la herencia más valiosa de la clase obrera española.


¡Trabajadores de Cataluña y España! ¡Haz lo que hicimos! Abandona las peleas que te oponen; sus hermanos explotados, preservando y defendiendo sus puntos de vista doctrinales, para constituir sus comités antifascistas locales y regionales, para que sintetizen sus aspiraciones en un órgano representativo; nacional. Oponerse al fascismo y agrave; reacción de la pared infranqueable de nuestra voluntad y nuestras decisiones.

Hacemos un llamamiento a las organizaciones de trabajadores de Cataluña que deseen unirse y cooperar con nosotros para enviar sus miembros; la siguiente dirección: Rauric, principal; Comité de la Alianza Obrera.


Como hemos anunciado, nos reuniremos tan pronto como las circunstancias permitan una conferencia regional de todas las organizaciones de acuerdos con el trabajo que le proponemos realizar.


¡Trabajadores organizados de Cataluña! ¡Envíe sus membresías! ¡Que nadie se pierda el frente de los trabajadores antifascistas!

¡Viva la unión de la clase obrera para la defensa de todas sus conquistas!

Para la UGT: Vila Cuenca
Por la Unión Socialista: Martínez Cuenca
Por la izquierda comunista: Andrès Nin
Por el Bloque Obrero y Campesino: Joaquín Maurín
Para el PSOE: Vidiella
Para los sindicatos de la oposición [1] : Angel Pestaňa
Por la Union des rabassaires: J. Calver
NB - Dado que se trata de un frente exclusivamente obrero, las organizaciones y los partidos que no descansan sobre una base de clase podrían adherirse moralmente pero no podrían ser efectivamente miembros.
[1] Excluidos de la CNT (Nota MIA)








Andreu Nin.  Las lecciones de la Insurrección de Octubre
Es necesario un partido revolucionario del proletariado

Primera vez publicado: L’Estrella Roja, 1 diciembre 1934.



Revisita Comunismo (1931-1934)


ACERCA DE LAS ALIANZAS OBRERAS. Acerca de las alianzas obreras

Redacción revista Comunismo
Febrero 1934


Víctor Alba. Sobre el frente único proletario, documentos complementarios.


Vida, obra y muerte de Andreu Nin



Wilebaldo Solano. 80 aniversario de su fundación: el POUM en la historia


Verdades elementales. Andreu Nin Por la unificación marxista


Andreu Nin y Joaquín Maurín: vidas paralelas, por Wilebaldo Solano



POUM y el Frente Único
Artículos de la revista La Nueva Era (1936)
La revista La Nueva Era se publicó en Barcelona de 1930 a 1931 (“La primera época”) y en los seis primeros meses de 1936 (“La segunda época”). Los artículos en esta antología se publicaron en 1936 y tratan del problema del Frente Único – el Frente Proletario y el Frente Popular.


Índice

 La Alianza Obrera. Orígenes, características y porvenir, Joaquín Maurin  1
   Cómo y por qué surgió la Alianza Obrera                                         1
   Qué es lo que nuestro proletariado debe a la Alianza Obrera  2
   La Alianza Obrera en sus tres aspectos: Frente Único, instrumento         insurreccional y órgano de Poder                                     3
   La concepción staliniana del Frente Único y la Alianza Obrera    5
   Perspectivas de la Alianza Obrera         6

¿Frente Popular antifascista o Frente Único obrero?, Jordi Arquer    7
   Origen de la táctica del frente popular                          7
   Una táctica ineficaz contra el fascismo                   8
   El único que hace concesiones es el proletariado   8
   El Frente Popular es el camino de la derrota                  9
 ”Gobierno Popular” en vez de Dictadura del Proletariado    9
   La lucha está entablada entre el fascismo y el socialismo     10
   Por el Frente Único Obrero                             11

¿Qué es el frente popular?, José Luis Arenillas            12
      Carácter del frente popular                         13
      Cómo atraer a las clases medias                   13
       Hacia un desenlace revolucionario             15




Fuente



Cartas de Grossi



Los de Oviedo (1934)


Reuniones de la Fundación Nin en Gijón (23-25 ​​de octubre)


A 75 años de la Alianza Obrera y de la revolución en Asturias (1934)

SUMARIO
1.- Por qué ahora reivindicamos la insurrección obrera asturiana de octubre de 1934 por Daniel Cuadrado                                                        3
2.- La Alianza Obrera y la lucha por el Frente Único por Josep A. Pozo 7
3.- Testimonio histórico de Octubre de 1934 por Manuel Grossi         22
4.- Para comprender la Alianza Obrera y el movimiento de Octubre por Miguel Ángel Serrano                                                                                    34









Viento Sur nº 105 Octubre 2009


Asturias 1934. Nuestra Comuna

Presentación. P. G-A.           35



"Madrid no era Asturias, aquí apenas había armas". Entrevista a Enrique Rodríguez           56



Cronología                                                                          82
 1934. Una bibliografía. Pepe Gutiérrez-Álvarez          84



Antonio Liz. Octubre 1934 Insurrección y revolución




Joaquín Maurín.  Hacia la segunda revolución
Primera vez publicado: Barcelona, Gráficas Alfa, 1935.



[Libros] La CNT en la Revolución Española. Tomo I, Tomo II y Tomo III de Josep Peirats




Trotsky, el POUM y los hechos de mayo. Andy Durgan




Después de las elecciones del 16 de febrero de 1936



Escritos de Andreu Nin y Joaquín Maurín durante la II República. ¿Revolución democrático-burguesa o revolución democrático-socialista?



«Vivimos tiempos muy similares a los de la Revolución de Octubre»



El mierense Manuel Grossi Mier, «Manolé»

Barcelona, 19 de julio de 1936



Burgos: «Manuel Grossi era un personaje muy olvidado, incluso para los historiadores»


Biografía de Manuel Grossi Mier

Nace Manuel Grossi Mier en Oviedo el 17 de junio de 1905 y a los tres años se trasiada a Mieres. Allí, a los catorce años, comienza a trabajar como rampero en la mina «Mariana» y se afilia al Sindicato Minero Asturiano (S. M. A.). En 1929 se afilia al Partido Comunista, que deja en 1932 para formar el Bloque Obrero y Campesino, de Maurín, en Asturias.
Fue uno de los principales instigadores de la Alianza Obrera en Asturias, llegando a ser Vicepresidente de su Comité Regional en 1934. 


Durante los 15 días que duró la insurrección de Asturias, fue uno de sus principales dirigentes. Fracasado el movimiento, fue condenado a muerte por un Tribunal Militar, sentencia que no llegó a cumplirse al proclamarse la amnistía general. 


El 19 de julio de 1936 se encontraba en Barcelona y en unión de sus compañeros del POUM formó parte de los primeros grupos que empuñaron las armas en defensa de la libertad. Sofocada la sublevación franquista en Cataluña, se forman tres columnas de milicias que salen hacia Aragón. Una de la CNT mandada por Durruti, otra del POUM mandada por Grossi y una tercera, del PSUC, por José del Barrio.
Actualmente, Manuel Gressi Mier vive en Francia sosteniendo con su dinamismo habitual la unidad de los trabajadores dentro del marco de la Alianza Obrera. 


La insurrección de Asturias



Wilebaldo Solano EL POUM EN LA HISTORIA





Víctor Alba. La revolución española en la práctica. Documentos del POUM


Wilebaldo Solano. La larga marcha por la verdad sobre Andreu Nin



Wilebaldo Solano. 80 aniversario de su fundación: el POUM en la historia


Extracto (capítulos 48 y 49) del libro La Guerra Civil Española – Revolución y Contrarrevolución por Burnett Bolloten


1931-1936. REPÚBLICA Y REVOLUCIÓN. El movimiento obrero y sus partidos. Teoría aplicada


[Libreo] Víctor Alba  Los colectivizadores




Asturias Revolución Obrera 1934


La Revolución del 34


Octubre, 1934. La revolución de Asturias por David Ruiz






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