martes, 24 de octubre de 2017

Recuerdo biográfico de Germinal Vidal






Perfiles revolucionarios   Germinal Vidal



El 19 de Julio de 1936, Germinal Vidal, que había sido  secretario general de la Juventud Comunista Ibérica durante varios años, cayó luchando contra los militares sublevados en la Plaza de la Universidad de Barcelona. Fue una de las primeras víctimas de los duros combates que aseguraron la victoria de los trabajadores de Cataluña, de Madrid, de Valencia, de Bilbao y de muchos otros lugares de España. El hecho y las  fechas están inscritos  con letras de oro en la historia de las luchas sociales de España y del socialismo mundial.


En los combates de Barcelona murieron  militantes del POUM, de la CNT y de otras organizaciones. Pero la caída de Germinal se destacó especialmente por su juventud y su significación política. Y, como era natural, la sentimos especialmente los que éramos sus camaradas  y amigos más próximos y, en particular, los militantes de la Juventud Comunista Ibérica. Su entierro fue una gran manifestación de duelo, en la que estuvieron presentes delegaciones de todas las organizaciones políticas y sindicales. Eran los días de la unidad absoluta en la lucha contra el golpe politico-militar reaccionario y por el socialismo.
Germinal Vidal nació en Barcelona el 6 de Enero de  1915. Hijo de una familia modesta, y como tantos otros, no pudo pasar de los estudios elementales, Pero como muchos de los autodidactas de su generación se formó en el sindicato, los  ateneos de entonces  y en el Bloque Obrero y Campesino y su Juventud, en los que ingresó al principio del año 1931, periodo crucial de gran efervescencia política y sindical. Comenzó a trabajar como conductor de carretillas en el puerto de Barcelona, donde su simpatía y su honestidad  le elevaron muy pronto a la presidencia del Sindicato. Casi al mismo tiempo fue elegido miembro del Comité central de la Juventud Comunista Ibérica en un período en que esta organización comenzaba a desarrollarse con rapidez y entusiasmo.


En el congreso de Marzo de 1934, Germinal fue elegido secretario general de la Juventud Comunista Ibérica, Esta elección fue muy acertada porque Germinal solía tener una clara visión política y se había revelado como un buen animador y organizador. Masferrer, Solano, Pedrola, Roc y Gelada fueron elegidos para  el nuevo Comité ejecutivo. Se estaba en una nueva fase de la vida política.  El triunfo de Hitler en Alemania y sus repercusiones en Europa  y en España misma  imponían nuevas responsabilidades. Por otra parte, la constitución de la Alianza Obrera en Cataluña abría esperanzas muy concretas para el movimiento obrero y la lucha contra el fascismo.


Resulta curioso recordar que esta situación y el  ascenso de la JCI coincidieron con la radicalización de Francisco Largo Caballero y de las Juventudes Socialistas. Fue entonces cuando Largo Caballero vino a Barcelona para discutir a fondo con Joaquín Maurín y cuando los dirigentes de la JCI tuvimos la célebre reunión con Hernandez Zancajo y Santiago Carrillo, presidente y secretario de las Juventudes Socialistas respectivamente,  a los que ayudamos a organizar un  mitin en Barcelona, donde sus fuerzas eran muy limitadas. A partir de entonces, el BOC y su Juventud tuvieron relaciones de colaboración  muy eficaces con la izquierda del PSOE y las Juventudes Socialistas: colaboración en la prensa de unos y otros, intercambio de infomación, trabajo común  para crear la Alianza Obrera en Madrid  y extenderla a toda  España.


Germinal intervino en todas estas actividades con indudable eficacia. Como meses después en el movimiento de Octubre de 1934, en particular en la huelga general organizada por la Alianza Obrera de Cataluña. Después fue muy activo en el breve periodo de clandestinidad   que siguió al fracaso de Octubre. Recuerdo que el Comité Ejecutivo de la JCI se reunía en el piso de Pueblo Seco donde vivían sus padres (personas discretas y muy acogedoras) y que durante varios meses nos veíamos con mucha frecuencia y teníamos largas conversaciones que afianzaron nuestras relaciones y nuestra amistad. Yo era el único estudiante y, además de Medicina, en una época en que la Universidad era patrimonio de los hijos de la burguesía y de un sector  de la pequeña burguesía. Y, naturalmente, tenía que sufrir el asalto de preguntas de todo tipo y  responder a las inquietudes personales de los jóvenes inquietos de aquellos tiempos, tarea que no resultó siempre fácil.


Pasamos el período de clandestinidad reestructurando la JCI, ganando militantes y entramos luego en la fase que condujo a la creación del POUM, durante la cual hubo que concentrar las fuerzas en la organización del nuevo partido. Algunos compañeros sugerían que ciertos militantes de la JCI se integraran en el partido y otros llegaron a proponer  la integración total de la organización juvenil. Maurín, como muchos de nosotros, tenía un criterio diferente. Él pensaba que había que dar un fuerte impulso a la JCI y fundar un periódico para los jóvenes en un momento político en el que se aceleraba la intervención de la nueva generación en la vida política. Germinal pensaba lo mismo, pese a que ya se le habían confiado responsabilidades en el nuevo partido y en la actividad  sindical. Y este criterio prevaleció en el momento de la creación del POUM y nadie discutió su valor al ver el extraordinario desarrollo de la JCI a partir de Julio de 1936


A comienzos del mes de septiembre de 1936 se celebró en Barcelona una Conferencia general de la Juventud Comunista Ibérica con representantes de las secciones de la organización y de los compañeros que combatían en los frentes de Aragón, de Madrid, de Extremadura y del Norte (Asturias y Euskadi). Los debates, presididos por Jesús Estarán, y  se  colocaron bajo el signo de homenaje a Germinal Vidal, y a los jóvenes que habían caído recientemente combatiendo en el frente de Huesca (Pedrola, Castells, Buil, Sabadell). Unos días después se cambió el nombre de la Plaza de las Navas, del barrio de  Pueblo Seco de Barcelona, por el de Germinal Vidal en un acto especialmente emotivo y salió para el frente una batería de artillería que ostentaba el nombre del combatiente de la Plaza de la Universidad el 19 de Julio.

Los años han pasado y el recuerdo de Germinal está muy presente en la memoria de los que le conocieron y en los libros sobre la Revolución Española. Pero no quiero terminar sin decir algo que muchos no saben y que tiene una profunda significación: varios compañeros dieron el nombre de Germinal a sus hijos para que el recuerdo del amigo y del compañero permaneciera vivo en sus vidas y en sus combates.
 
  
Edición digital de la Fundación Andreu Nin, septiembre 2002



Wilebaldo Solano. La Juventud Comunista Ibérica en la revolución y la guerra de España

http://eljanoandaluz.blogspot.com.es/2017/10/wilebaldo-solano-la-juventud-comunista.html

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