Viernes, 9
de mayo de 2014
En los
últimos días hemos conocido la noticia de la dramática situación en la que se
encuentran las más de 276 niñas nigerianas (algunos medios españoles hablan de
200 niñas) que fueron secuestradas el pasado 14 de abril en una escuela
de Chibok, al noreste de Nigeria, por el grupo yihadista Boko Haram (una
derivación takfiri del movimiento salafista). No era ni mucho menos la primera
vez que este grupo cometía este tipo de secuestros y otros atentados en la
zona, como cuentan varios medios que repasan los
orígenes de este grupo. De hecho este mismo lunes varios yihadistas de
este grupo entraron en el pueblo de Warabe y secuestraron
a otras ocho niñas de entre 12 y 15 años.
Llama la
atención que, en estos tiempos de internet donde la inmediatez absoluta es la
característica principal de la información, un hecho de esta magnitud no
haya sido dado a conocer por los grandes medios hasta tres semanas después de
producirse. Resulta oportuno preguntarse quién maneja los tiempos de
la información de las grandes agencias de noticias. En cualquier
caso cuando ocurren este tipo de actos criminales, los gobiernos,
organizaciones humanitarias, artistas e intelctuales y medios de
comunicación occidentales inician una especie de competición por ver quién
se muestra más indignado y más activo en la condena de estos aberrantes
hechos. Es muy fácil criticar una acción de este tipo en la que el consenso en
su condena es total entre todos los actores sociales y políticos. Y mucho más
cuando nos quedamos en la superficie y no se profundiza en los hechos
y se va a la raíz de los problemas. Uno no se juega nada alzando la voz
en estos casos.
En este
sentido incluso hemos podido asistir a la resurrección política
y mediática de Mª Teresa Fernández de la Vega, la ex-vicepresidenta del
gobierno neoliberal de Rodríguez Zapatero que ahora ocupa un sillón en el
Consejo de Estado, la misma que intervinopara
que la fiscalía no acusara y se encarcelara a Emilio Botín por fraude
fiscal (ver vídeo).
Curiosamente Fernández de la Vega es la presidenta de la Fundación
Mujeres por África, financiada en buena medida por el Banco de Santander y de
la cual es Patrono el mismo Emilio Botín. Favor con favor se paga. Pues bien,
la ex-vicepresidenta intervino este jueves en la cadena
SER donde se expresó con vehemencia:
"(...)
se necesita una acción concertada, rápida e inmediata de los países de toda la
comunidad internacional" (...) "estamos ante un crimen contra la
ciudadanía global" (...)"un atentado contra los 7.000 millones de
personas que poblamos el planeta" (...) "hay que apoyar al
gobierno de Nigeria (...) con todos los medios que van desde los servicios de
inteligencia, agentes de intervención, fuerzas y cuerpos de seguridad,
medios de comunicación... hay que rodear a estos terroristas, a estos asesinos,
y decirles hasta aquí hemos llegado (...) en estos momentos lo que debemos es
exigir una intervención inmediata (...)".
De la Vega
está pidiendo claramente una intervención de la OTAN en Nigeria, aunque esta
vez (al contrario de los crímenes que cometieron en Libia en 2011, con Carme
Chacón de ministra de Defensa) será supuestamente en apoyo del
gobierno de Goodluck Jonathan (que mantiene al 60% de la población en la
pobreza más absoluta a pesar de ser un país rico en petróleo) bajo la doctrina
de "la lucha contra el terrorismo". Sus declaraciones, cómo
no, van en la línea marcada por Washington después de queBarack
Obama llamara a movilizar a toda la comunidad internacional para hacer
algo en contra de esta "horrenda organización" y de que anunciara que
EE.UU enviará asesores del Ejército, de inteligencia y de la policía a Nigeria.
Sin embargo esta aparente y repentina preocupación por los "derechos
humanos" y "la lucha contra el terrorismo" en Nigeria
oculta otros intereses y demuestra de nuevo el enorme cinismo e hipocresía
con la que actúa occidente también en este caso.
Nos están
ocultando, estos cínicos adalides de "la paz mundial" y sus
voceros mediáticos, que según una información publicada en 2012 en The Nigerian
Tribune la financiación del grupo terrorista Boko Haram provenía de
países "aliados" como Reino Unido y Arabia Saudita, a través de
la Al-Muntada Trust Fund y la Sociedad Mundial Islámica, respectivamente. Pero
no sólo eso, sino que Boko Haram ha recibido asistencia directa de la OTAN a
través de los mercenarios de Al Qaeda en Libia, a los que occidente
financió para derrocar a Gadafi en 2011, y de sus facciones en
Mali (leer artículo
de Kurt Nimmo). Es decir, que buena parte de las armas con las que actúa
Boko Haram en Nigeria y con las que sus miembros apuntan a las niñas
secuestradas proceden de los mismos gobernantes y potencias que ahora se
muestran tan indignadas y tan preocupadas. Los gobiernos occidentales y
medios de comunicación nos ocultan esta realidad. Tal y como
ocurre en otros muchos conflictos mundiales, las potencias occidentales -
principalmente EE.UU - financian a toda clase de grupos terroristas y mercenarios
- incluido Boko Haram y Al Qaeda - para lograr sus objetivos
geoestratégicos y derrocar a gobiernos que no se pliegan a sus intereses
económicos (como está ocurriendo en estos momentos en Siria, por ejemplo, o a
otro nivel en Ucrania o Venezuela). Algunos de estos mercenarios y grupos
terroristas cuando dejan de recibir financiación y apoyo, porque ya no son
útiles a occidente o bien porque se producen enfrentamientos entre
los propios grupos, se vuelven en contra de los intereses de aquellos que
antes les financiaban. Occidente alimenta monstruos para que les hagan el
trabajo sucio, y luego esos monstruos se vuelven incontrolables. También ocurre
eso en Nigeria.
El secuestro
de estas niñas nigerianas supone la excusa perfecta para que EE.UU continúe
incrementando su presencia militar en África, utilizando para ello a su
brazo armado imperialista en el continente, el AFRICOM (leer artículo
de Mikel Itulain), siempre bajo el falso argumento de la "guerra
contra el terrorismo" y la defensa de los "derechos humanos".
Los intereses de los gobiernos de EE.UU y de Europa en Nigeria son otros, y
no tienen nada que ver con los "derechos humanos". Si fuera así, si
esa fuera su prioridad y fueran coherentes con sus principios, tendrían que
actuar también contra Arabia Saudí donde entre otras aberraciones hay más
de 30.000
presos políticos, o contra Israel donde además de sus crímenes contra
los palestinos están encarcelados 5.000 presos políticos, o contra Barhein
donde hay 4.000 presos políticos, o contra México, Colombia,
Paraguay... donde diariamente mueren asesinados periodistas, campesinos y
opositores políticos; o contra Honduras, donde sólo
en los tres primeros meses de este año 2014 han muerto en condiciones
violentas 270 jóvenes menores de 23 años. Tampoco parece preocuparle mucho a
EE.UU que el régimen de Ruanda, dirigido por Paul Kagame, haya ocasionado
millones de muertes con sus ataques contra la República Democrática del
Congo. Al contrario, estos países son considerados aliados, ya que
sirven a los intereses políticos, económicos y comerciales de EE.UU y la UE.
¿Por qué ponen tanto interés informativo en Venezuela o Cuba, y no dicen nada
de estos otros países donde no se están respetando los derechos humanos?
Su doble rasero delata su hipocresía. El interés de EE.UU en Nigeria tiene
que ver únicamente con la explotación de los recursos naturales de Nigeria
(petróleo, gas natural, estaño, hierro, niobio, plomo, etc.) y con la necesidad
de frenar la creciente influencia de China en África en los últimos años, que
está a punto de convertirse en el primer socio comercial del continente
africano, superando a Europa. Ellos mismos lo reconocen:
(...) En
2007 el asesor del Departamento de Estado estadounidense Dr. J. Peter Pham
habló acerca de los objetivos estratégicos de AFRICOM de "proteger el
acceso a los hidrocarburos y otros recursos estratégicos que África posee en
abundancia" una tarea que incluye asegurarse frente a la vulnerabilidad de
estas riquezas naturales y asegurarse de que ninguna otra tercera parte
interesada, como China, India, Japón o Rusia, obtiene monopolios o trato
preferencial (...) (leer artículo
de Nile Bowie)
Más recientemente,
en marzo de este año, el comandante general del AFRICOM, David Rodríguez,
reconocía que la intervención militar de EE.UU en el continente se debía
al control del petróleo y otros recursos naturales, y que la creciente
presencia de las potencias emergentes como China, India o Brasil en el
continente justifica un mayor incremento de la actividad militar de EE.UU en
África (leer artículo
de Bill Van Auken).
Pero todo
esto jamás será contado por los grandes medios de comunicación, que
seguirán ocultando la realidad presentándonos esta "campaña
internacional" como un gesto de solidaridad y compromiso con la paz y
los DD.HH por parte de occidente, siguiendo el
guión escrito por los criminales gobernantes al servicio
de las grandes corporaciones. ¿A qué están esperando Ana Pastor (CNN),
Jordi Évole (La Sexta), Carlos Francino (SER), Antonio Caño (El País)... y
demás estrellas del periodismo "progresista" español para contarnos
toda esta información? ¿a qué está esperando la izquierda parlamentaria, que
cuenta con más acceso a los medios de comunicación que el resto de las
izquierdas y movimientos sociales, para desenmascarar al imperialismo
y a los mercenarios mediáticos a su servicio? ¿en plena campaña
electoral, además de hablar de los asuntos económicos, no deberían estar
debatiendo estos asuntos de política internacional que afectan tan directamente
a la UE y a España?
Publicado
por ADOLFO FERRERA MARTÍNEZ
.
La
participación activa de EE.UU. en el destino de las niñas secuestradas en
Nigeria está dictada por los intereses de Washington con el fin de apoderarse
de sus recursos naturales.
"Intervención
humanitaria" en Nigeria: Es el Boko Haram Insurgencia Otra Covert
Operación de la CIA? Wikileaks
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